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Después de horas admirando la belleza de un inmenso lago, descubro mi reflejo en la brillante

agua de los alrededores. De inmediato, me salió una carcajada porque mi cabeza parece un super

coco, con razón mis amigos de la tribu me llaman megamente. Cada vez que pienso en este tipo

de cosas, me da hambre. Al parecer, pensar requiere mucha energía. Ni el sancocho que cocina

mi mama es suficiente para mitigar el hambre, pero al menos tengo buena digestión. ¿ay Por qué?

Se vienen acercando al lago unos chicos con aspecto rudo y han arruinado el encuentro íntimo

con mi yo. Ellos no pertenecen a mi tribu. Son altos, corpulentos y sus ojos parpadean como

esmeraldas y turquesas. Algunos los llaman Anders, yo los llamo Thor. Y es super raro porque

ellos no conocen a Thor, el dios del trueno, pero al menos tienen su aspecto. Al rato, asiento mi

cabeza como señal de paz y decido volver a mi refugio donde habitan individuos con super

poderes, entre ellos se encuentran los inteligentes, creativos y sensibles. Por el momento, mi

super poder es la rapidez para llegar lo más pronto posible, ante de caer la noche y evitar

cualquier roce con los depredadores. Al rato, me lleno de alegría al ver nuestros pequeños

refugios de piedra, rodeado por una fila de chicos con cuchillos y palos. Sus rostros suelen

denotar miedo y ansiedad. Lastimosamente, nuestros corazones no solo laten al mero contacto

intimo con el otro cuando nos abrazamos, tocamos, besamos y hacemos favores mutuos, sino

también ante las diferentes necesidades cambiantes y peligrosas del entorno. Ahora, respiro el

denso frio de la noche y pasando por el pequeño sendero que llega hasta nuestro sitio de

reuniones, observo en cámara lenta a nuestro líder vestido de abrigos super fino, quien es mi

propio abuelo y seguido sonrió al ver a mis amigos. Por suerte, nos conocemos íntimamente y

confió plenamente en ellos porque juntos hemos conquistado el mundo. Pero siempre ha habido

algo extraño en nosotros y es nuestra imaginación. Solemos inventar cuentos sobre cosas que

aparentemente no existen, pero para nosotros es una guía de cooperación y sentido común.

Literal, mi abuelo me dice que necesitamos mantener una conversación constante con otras
personas para mantener nuestras mentes organizadas. Es por eso que a menudo me están

recordando como pensar, actuar y hablar. Así, somos moldeados para convertirnos en los

conquistadores del mundo. Cada dia que pasa, queremos conocer más y dejar nuestra marca de

super humanos en la llegada a un nuevo territorio. Nada nos detiene porque somos

inquebrantables.

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