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JUICIO EJECUTIVO

Los Juicios de Ejecución

La fase de ejecución de condena de un juicio ordinario, es aquel juicio donde, sin entrar
en la cuestión de fondo de las relaciones jurídicas, se trata de hacer efectivo lo que
consta en un título al cual la ley da la misma fuerza que a una ejecutoria.

El juicio ejecutivo constan de dos fases: una Cognoscitiva, abreviada, que finaliza con la
sentencia de remante; y la otra que es la vía de apremio.

A esta clase de juicios le son aplicables las disposiciones de la vía de apremio (artículo
328, párrafo 1º.) CPCYM. Y en consecuencia, procede entablarlos cuando se basen en
títulos que traigan aparejada la obligación de pagar cantidad, liquida y exigible.

Jaime Guasp citado por Mario Aguirre Godoy dice que por juicio ejecutivo se entiende
en el derecho español aquel proceso de cognición común, pero sumario por razones
cualitativas, que está destinado a satisfacer pretensiones dotadas de una fehaciencia
legalmente privilegiada. Critica de Guasp la expresión “juicio ejecutivo” con la que parece
significarse que no se trata de un juicio declarativo sino de una figura afín a los procesos
de ejecución, lo cual considera equivocado.

También debemos precisar que no hay un distinto trámite para la ejecución de


obligaciones civiles o mercantiles. Si podemos, al igual que lo hace Guasp, decir que
hay un juicio ejecutivo común para la mayor parte de títulos que reconoce el Código; y
un proceso cambiario para los títulos que reconoce el Código de Comercio en cuanto a
la oposición del deudor.

Alsina, citado por Mario Aguirre Godoy, sobre el debatido problema de si se pueden o
no renunciar los procedimientos ejecutivos, expresa su parecer “Aun cuando la cuestión
es sumamente debatida en la doctrina y la jurisprudencia, ésta, en general, se inclinó a
reconocer que el deudor podía, en el título de la obligación o por un acto posterior,
renunciar a los trámites establecidos en la ley, fundándose en que con ello no quedaba
afectado ningún principio de orden público, ni se violaba la garantía constitucional de la
defensa, ya que la sentencia no tiene efecto declarativo, y, en todo caso, le queda a
salvo el derecho de promover el juicio ordinario de repetición”. Concluye Aguirre Godoy
“Entre nosotros conforme a la tradición legislativa no se puede renunciar a los trámites
procesales, que son considerados de orden público. En el Código anterior existía
disposición expresa (artículo 871). En el vigente no, porque la irrenunciabilidad de los
procedimientos es general, es decir aplicable a todos y no sólo al juicio ejecutivo.
Aunque el juicio ejecutivo se utiliza, generalmente, para hacer valer deudas dinerarias,
no siempre es así, lo cual se desprende del contenido que puede tener la sentencia
(artículo 332 de Código Procesal), que algunas veces no se concreta en una sentencia
de trance y remate, puesto que pueden ser objeto de ejecución otros tipos de
obligaciones. Por ello, dice el Código que además de resolver las excepciones alegadas,
el juez declarará si ha o no lugar a hacer trance y remante de los bienes embargados y
pago al acreedor; si procede la entrega de la cosa, la prestación del hecho, su
suspensión o destrucción y, en su caso, el pago de daños y perjuicios. En el juicio
ejecutivo se pueden hacer valer obligaciones no dinerarias y también pedirse la
ejecución de la obligación de otorgar una escritura pública (artículos 336 a 339 del
Código Procesal Civil y Mercantil). Lo mismo ocurre en la vía de apremio cuando la
obligación de dar, hacer o no hacer, procede de una sentencia o laudo arbitral, o de otro
título que permita acudir a esa vía.

Los juicios de ejecución, surgen primero, por el famoso poder o elemento de la


jurisdicción que se llama: “Executio”; segundo, ante el incumplimiento de una sentencia;
tercero, por el incumplimiento de una obligación adquirida voluntariamente; y por último,
a través de una prueba anticipada civil.

También hay que tener presente, que para que se pueda dar un juicio ejecutivo, debe
de existir un “Titulo Ejecutivo”.

El titulo Ejecutivo puede surgir de una sentencia, de un acto voluntario o del resultado
de una prueba anticipada civil.

Al juicio ejecutivo no le interesa cómo se obtuvo el título ejecutivo; si éste se obtuvo de


una sentencia, de un acto voluntario o como resultado de una prueba anticipada civil.
Para el juicio ejecutivo, lo importante es que exista un título ejecutivo y nada más.

El Código Procesal Civil y Mercantil, regula los juicios de ejecución en el libro tercero, a
partir del artículo doscientos noventa y cuatro hasta el artículo cuatrocientos (artículo
294 al artículo 400), dentro de los juicios de ejecución se encuentran: Ejecutivo en la Vía
de Apremio; El Juicio Ejecutivo; Ejecuciones Especiales; Ejecuciones de Sentencias
Nacionales; Ejecución de Sentencias Extranjeras; y, Las Ejecuciones Colectivas.

En los juicios de ejecución, su actividad o lo que determina las clases de juicios de


ejecución consiste en: si es una obligación de dar dinero o dar una cosa y también
consiste en una obligación, de dar, hacer o deshacer cosa distinta al dinero.

La Ejecución es la fase que sigue a la de los juicios de conocimiento, y persigue como


objetivo principal asegurar que se cumpla una sentencia de condena. También es la fase
que sigue cuando no se ha cumplido alguna obligación que se ha adquirido y consta en
algún documento.

Los Títulos ejecutivos contractuales, son los que dan origen al llamado: “Juicio
Ejecutivo”, en cambio los que se derivan de una sentencia definitiva, son los que le dan
origen al “Ejecutivo en la Vía de Apremio”.

La titularidad del patrimonio es personal. Puede suceder que una persona no tenga
bienes, no podría suceder que una persona no tenga patrimonio. Recordemos que el
nombre forma parte del patrimonio de una persona; esto quiere decir que no hay que
confundir Patrimonio con bienes: Los bienes forma parte del patrimonio de una persona.
Partiendo de este análisis, puede suceder que una persona no tenga bienes; qué hacer
en este caso. Es importante analizar que al iniciar la ejecución y al haberse tramitado, la
persona no puede responder por carecer de bienes, más sin embargo esta posibilidad
no impide ni crea un presupuesto para plantear la ejecución. Lo que sucede es que en
determinado momento impida tal situación continuar con la ejecución, pero no indica que
extinga la obligación. Quiere decir que en estos casos no opera la caducidad instancia,
a pesar que no opera dicha figura en algunos juicios de ejecución; tan solo he hecho
referencia para entender qué hacer si sucediera tal aspecto. Lo que tenemos que hacer
en dicho caso, es esperar que se resuelva el impedimento. Para concluir el tema,
lamentablemente para que la ejecución tenga su verdadera eficacia, el deudor debe
tener bienes.

Antecedentes

El juicio ejecutivo procede cuando la demanda se basa en un documento que trae


aparejada ejecución. Manifiesta que la existencia de un título ejecutivo es el supuesto
fundamental para que se pueda iniciar el juicio ejecutivo. Por esta razón, la demanda del
juicio ejecutivo siempre debe hacerse acompañar de este documento. Dentro de la
clasificación de los documentos que se deben acompañar a la demanda el título
ejecutivo corresponde a la clase de documentos que la fundan o son base de la acción,
es decir, documentos de los cuales emana el derecho que se invoca.

La principal característica del juicio ejecutivo consiste en procurar al titular del derecho
subjetivo o del interés protegido la satisfacción sin o contra la voluntad del obligado.

El objetivo de esta clase de juicio es, que un acreedor obtenga por medio del juzgado
competente, a través del juez, lo que no pudo obtener de manos y por voluntad del
deudor.
Definiciones

- 1. Guillermo Cabanellas define al Juicio Ejecutivo de la siguiente forma: “Aquel juicio


donde, sin entrar en la cuestión de fondo de las relaciones jurídicas, se trata de hacer
efectivo lo que consta en un título al cual la ley da la misma fuerza que a una ejecutoria.
Se ha dicho que este procedimiento sumario no constituye en rigor un juicio, sino un
medio expeditivo para efectividad de sentencias y documentos que hacen fe y tienen
fuerza compulsiva especial”.

- 2. Hugo Alsina lo define como “que el juicio ejecutivo comprende tres fases; 1ra;
Preparación de la ejecución, intimidación y embargo, 2da; El juicio propiamente dicho
que comprende la citación del deudor, oposición de excepciones, prueba y sentencia, y
3ra; Cumplimiento de la sentencia de trance y remate”.

- 3. Según la definición de Jaime Guasp, juicio ejecutivo es “aquel proceso de cognición


común, pero sumario por razones cualitativas, que está destinado a satisfacer
pretensiones dotadas de una fehaciencia (que prueba o da fe) legalmente privilegiada”.

El juicio ejecutivo consta en realidad de dos fases: una que es puramente cognoscitiva,
abreviada, que, finaliza con la sentencia de remate y la otra, que es propiamente la vía
de apremio.

Juicio Ejecutivo, es el proceso especial, sumario en sentido estricto y de ejecución, cuyo


objeto consiste en una pretensión tendiente a hacer efectivo el cumplimiento de una
obligación documentada en alguno de los títulos extrajudiciales (convencionales o
administrativos), que, en razón de su forma y contenido, autorizan a presumir la certeza
del acreedor.

Noción

La jurisdicción no se limita a declarar el derecho. La función jurisdiccional comprende


también la ejecución del mismo. En la fórmula constitucional ello se expresa con las
palabras “juzgar y promover la ejecución de lo juzgado”, las cuales hacen referencias al
esquema conceptual que podemos considerar más sencillo y lógico: primero se declara
del derecho (proceso de conocimiento de declaración) y luego se procede a su ejecución
(proceso de ejecución).

Naturaleza jurídica

El juicio ejecutivo constituye un proceso mixto de cognición y ejecución, o más bien dicho
un proceso de ejecución que contiene una fase de cognición, pero de cognición sumaria.

La cognición sumaria se diferencia de la ordinaria por dos caracteres, que son ambos la
consecuencia de su finalidad puramente instrumental: el de ser incompleta y el de ser
provisional. La cognición ordinaria es completa, lo que significa que da lugar a examen
de todas las cuestiones relevantes y es definitiva, en sentido de que tiene la finalidad de
crear la certeza en torno a la controversia.

Por el contrario, la cognición sumaria es incompleta, porque no todas las cuestiones


pertinentes pueden ser examinadas o porque son examinadas de un modo más rápido
y superficial del que normalmente se exige.

Pero no todos los autores opinan lo mismo, pues para algunos la naturaleza jurídica del
juicio ejecutivo es la de un proceso sumario por razones cualitativas. La palabra ejecutiva
denota la idea de ejecución. Dentro de este juicio existe lo que se ha de llamar
procedimiento de oficio, esto consiste en la facultad que conservan los jueces o
tribunales para denegar la ejecución aun cuando ya la hubieren admitido inicialmente.

En la clasificación de los procesos judiciales suele distinguirse dos importantes especies,


atendiendo a la índole de las prestaciones materiales, es decir, a su naturaleza o factor
teleológico.

Los procesos de conocimiento, que en su subespecie de contenciosos, parten de la


incertidumbre del derecho material pretendido, como que es necesaria en ellos una
etapa probatoria y de alegatos para acreditarlo y definirlo, o desvirtuarlo y negarlo, de
acuerdo con los intereses del demandante y del demandado, pero que de todas maneras
corresponderá al juez decidir al respecto en la sentencia.

Y los procesos ejecutivos, cuya característica fundamental es la certeza y determinación


del derecho material pretendido en la demanda, sea cual fuere la subespecie de
ejecución de que se trate. Y esa incertidumbre prima facie la otorga de modo objetivo el
documento simple y complejo que sine qua non se anexa a la demanda, que puede
consistir en una sentencia o auto proferidos por autoridad judicial o administrativa o
arbitral, o que se origina en las mismas partes o en la persona del deudor, o que tiene
fuerza obligatoria por mandato legal.

Hay situaciones jurídicas en que a primera vista el derecho de una persona no aparece
de un modo claro y definido, mientras que hay otras que a prima facie estamos ante un
derecho determinado y evidente, es asunto admitido sin dudas por la doctrina y la
jurisprudencia.

Puede concluirse, entonces, que en aquellas no basta demandar el reconocimiento o la


declaración del derecho sino que es necesario demostrar su existencia, aunque el
demandado permanezca en completo estado de inercia, salvo casos, la certeza que
emana del documento que se anexa a la demanda constituye plena prueba del derecho
a favor del demandante y en contra del demandado. No se trata en este segundo evento
de declarar derecho sino de ejecutar o hacer cumplir la consecuente obligación.

Todo proceso ejecutivo requiere para su iniciación de un título ejecutivo que, aun siendo
de origen privado, tenga tanta fuerza de convicción y certeza como una sentencia
judicial.

La pretensión ejecutiva puede estimarse autónoma, pues el título ejecutivo es suficiente


por sí mismo para autorizar el proceso de ejecución, como lo sostuvo Hugo Alsina, quien
advertía que en esta clase de proceso nada debe investigar el juez que no conste el
título mismo, explicando que por esta razón y como lógica consecuencia, es necesario
que el título sea bastante por sí mismo, es decir, que debe reunir todos los elementos
para actuar como título ejecutivo.

Resulta apenas lógico concluir que no todas las personas tienen el derecho de promover
un proceso ejecutivo, careciendo, pues, del poder de acción; como sí lo tienen, aunque
no tengan el derecho material, para incoar un proceso de conocimiento, en razón de que
para aquél se requiere siempre que con la demanda se acompañe el documento que
tenga el carácter de título ejecutivo. Por esta causa se ha pregonado por la doctrina
alemana y aun por la italiana, que el derecho a la ejecución basado en el título es
independiente de la existencia del derecho subjetivo, afirmándose la eficacia abstracta
del título ejecutivo, no pudiéndose confundir el documento –trozo de papel, con el título
en sentido jurídico material.

Es lógica la idea de Allorio según la cual la función del título ejecutivo en el proceso de
ejecución consiste en que la posesión del mismo es el hecho constitutivo de la acción
ejecutiva. Y, por consiguiente, la exhibición del título ejecutivo constituye la actuación
no tanto de una prueba documental, sino de prueba directa: la exhibición del título no
prueba, en suma la existencia del crédito, sino la existencia del título, y la posesión del
mismo por parte del acreedor demandante; presupuesto necesario y suficiente para la
acción (pretensión) ejecutiva, concluye Allorio.

En Guatemala no hay problema en determinar la naturaleza jurídica de la ejecución, ya


que está claro en el artículo 203 de la Carta Magna que corresponde a los tribunales la
potestad de juzgar y promover la ejecución de lo juzgado. De igual manera se pronuncia
el artículo 57 de la Ley del Organismo Judicial.

Características

Presupone la existencia de un título ejecutivo.

Tiene por objeto, no la declaración de un derecho material, sino su realización


mediante una orden judicial.
El juez debe examinar de oficio la procedencia de la vía ejecutiva. Por consiguiente,
no basta que el demandante exija la apertura del proceso ejecutivo para que el juez la
disponga.

El juez debe tener presente que el proceso ejecutivo se inicia ejecutando, sin citación
previa del demandado.

El juez debe considerar siempre que la tramitación del proceso ejecutivo es por
demanda de parte.

El juez debe tener conciencia, para admitir la ejecución, que la certeza del derecho
material pretendido la produce el título ejecutivo y no el conocimiento que respecto del
derecho del demandante pudiera adquirir posteriormente en el curso del proceso.

El juez debe tener en cuenta que la ejecución se fundamenta en la prueba documental


del crédito aportada a la misma demanda, y no en pruebas que posteriormente se
recojan en el curso del proceso.

No debe olvidar el juez que por causa de la certeza que emana del título ejecutivo, la
ley autoriza el cumplimiento inmediato de medidas cautelares para seguridad de la
satisfacción de la obligación contenida en el título ejecutivo.

Ante la duda razonable que tenga el juez en relación con la procedencia de la


ejecución, obra correctamente si la rechaza.

Elementos personales del juicio ejecutivo

Estos elementos lógicamente son quienes interfieren en el proceso de ejecución,


partiendo de las partes procesales, el órgano jurisdiccional y sus auxiliares, y los terceros
legitimados.

El órgano jurisdiccional

La ejecución enfrenta a dos partes en posición antagónica frente a un tercero -el juez –
imparcial.

Como en todo proceso, la primer cuestión fundamental es la relativa a la competencia,


que se determina distinguiendo dos supuestos:

Cuando se procede a la ejecución de una sentencia nacional el único criterio


determinante de la competencia es el funcional: será órgano competente para ejecutar
la sentencia el juez que la dictó en primera instancia, de acuerdo con el artículo 156 de
la Ley del Organismo Judicial. Este criterio sirve también para determinar la competencia
cuando se trate de la ejecución de los convenios celebrados en juicio.
Si el título a ejecutar es uno de los no judiciales guatemaltecos o una sentencia o
laudo extranjeros, entran en juego los criterios objetivo y territorial, por lo que es juez
competente el que lo sería para conocer el asunto en que recayó o el juez con
competencia territorial en el lugar del domicilio de la persona contra quien se intenta
ejecutar el laudo o en el lugar en donde se encuentran sus bienes.

La naturaleza jurisdiccional de la ejecución hace que las funciones importantes de la


misma se confíen al juez, de ahí resulta que sea el juez quien tiene que examinar la
regularidad formal del título, despachar la ejecución y ordenar los actos ejecutivos
concretos. Las demás personas del órgano jurisdiccional y los colaboradores del mismo,
actúan siempre sujetos a su jurisdicción en la realización de los actos ejecutivos. El
secretario, oficiales y demás empleados, incluidos los notificadores cumplen en la
ejecución las funciones que les son propias en la actuación del órgano jurisdiccional.

Las partes procesales

Tradicionalmente a las partes en el proceso de ejecución se les ha denominado


ejecutante o acreedor y ejecutado o deudor. Ejecutante es la persona que interpone la
pretensión ejecutiva y ejecutado es frente a quien se interpone, con lo que estamos
diciendo que el concepto procesal de parte es el común. Naturalmente no existe aquí
problemas de capacidad distintos de los que ya se conocen con relación al proceso de
conocimiento o declarativo, pero si existen problemas específicos respecto de la
legitimación. Suele afirmarse que la legitimación viene determinada por el título, hasta
el extremo de que el concepto de parte se refiere a la condición de aparecer en el título
como titular del derecho o de la obligación y si ello es así con carácter general no lo es
menos que no sucede en todos los casos, pues en algunos la ejecución puede realizarse
por y frente a quien no aparece en el título.

Por lo que hay que distinguir entre:

Legitimación ordinaria

En esta clase de legitimación en principio, es el título el que determina la legitimación


activa y pasiva y el aparecer en él es suficiente para que el juez despache la ejecución.
Es posible que el ejecutado se oponga a la ejecución alegando que no existe ya el
derecho material, pero ello no afecta a la legitimación sino al fondo del asunto.

Legitimación extraordinaria

Como en el proceso de conocimiento o declaración también aquí es posible estar


legitimado sin afirmar la titularidad activa de la relación jurídica. Es así posible el caso
de la legitimación por sustitución establecida en el Código Procesal Civil y Mercantil.
Títulos ejecutivos

Definición

Comúnmente se la ha definido como el documento que trae aparejada ejecución, o séale


que faculta al titular del mismo, a obtener de los órganos jurisdiccionales los
procedimientos de ejecución y hacer efectivo el derecho declarado en el documento o
título.

Otra definición más completa, indica que el título ejecutivo es el documento en que se
hace constar la obligación de la parte contra la cual se ha de dirigir la ejecución.

Esta parte tiene la condición de deudor o ejecutado y el promotor de la ejecución se


llama acreedor o ejecutante, porque al llegarse a la ejecución, una parte tiene respecto
de la otra, recíprocamente, el derecho o la obligación de dar, de hacer o de no hacer una
cosa.

Títulos que dan lugar al juicio ejecutivo

Los testimonios de las escrituras públicas,

La confesión del deudor prestada judicialmente; así como la confesión ficta cuando
hubiere principio de prueba por escrito,

Documentos privados suscritos por el obligado o por su representante y reconocidos


o que se tengan por reconocidos ante juez competente, de acuerdo con lo dispuesto en
los artículos 8 y 184 y los documentos privados con legalización notarial,

Los testimonios de la actas de protocolación de protestos de documentos mercantiles


y bancarios, o los propios documentos si no fuere legalmente necesario el protesto,

Acta notarial en la que conste el saldo que existiere en contra del deudor, de acuerdo
con los libros de contabilidad llevados en forma legal,

Las pólizas de seguros, de ahorros y de fianzas y los títulos de capitalización, que


sean expedidos por entidades legalmente autorizadas para operar en el país, y

Toda clase de documentos que por disposiciones especiales tengan fuerza ejecutiva.

Objeto del Juicio Ejecutivo

La expresión objeto de la ejecución hace referencia a la pretensión ejecutiva, es decir, a


la petición funda que se hace a un órgano jurisdiccional, frente a otra persona, sobre un
bien.

Se ha sostenido en ocasiones que el objeto de la ejecución es el patrimonio del


ejecutado, pero esta opinión no puede aceptarse puesto que: se estarían excluyendo
todos los casos de ejecución no patrimonial existentes en nuestro derecho y sobre todo,
se está confundiendo lo que es el objeto del embargo (bienes del patrimonio del
ejecutado) con lo que es objeto de la ejecución (la pretensión).

La petición

La distinción se refiere a:

Un objeto inmediato: La petición de la pretensión tiene como objeto inmediato una


cierta actuación jurisdiccional, que aquí no se refiere a declaración judicial alguna, sino
que tiene siempre a una conducta física que debe producir un cambio en el mundo
exterior para acomodar la realidad al título ejecutivo. El contenido de la actividad puede
ser muy distinto.

Un objeto mediato: El título ejecutivo de que se parte declara la existencia de una


obligación cuyo objeto es naturalmente una prestación, entendida ésta como
comportamiento del deudor; ese comportamiento puede reducirse a hacer, no hacer y
dar alguna cosa, precisándose después que ese dar puede referirse a cosas específicas,
genéricas o dinero.

Por lo tanto, el objeto de la prestación será la consecuencia prevista en la ley y debe ser
actuada por el juez y su naturaleza dependerá de la clase de prestación que debía ser
realizada por el deudor. Si el objeto era una cantidad de dinero el juez procederá al
embargo y realización forzosa de bienes del ejecutado para obtener esa cantidad de
dinero y entregarla al ejecutante.

La petición del ejecutante habrá de referirse, pues, a esa consecuencia jurídica. Pedirá
el objeto inmediato (la realización de la actividad jurisdiccional), pero sobre todo la
entrega de un bien concreto y determinado, de una cosa genérica, de una cantidad de
dinero, la realización de una obra, la destrucción de otra, etc.

Montero Aroca, dice: La petición del ejecutante no es libre, por cuanto el título determina
los límites de su petición; cuando se trata de dinero o de cosa genérica siempre será
posible pedir menos por ejemplo: Cuando el título se refiere a cien mil quetzales y el
ejecutante pide cincuenta mil, o el título habla de mil quintales de azúcar y se piden
quinientos, pero nunca más. En todo caso no podrá pedirse cosa distinta de la que
establece el título o un hacer distinto. El título marca no sólo el objeto, sino también los
confines.

Hay que tener en cuenta, que el objeto de la petición no se logrará siempre. Esto no se
refiere a la oposición que puede interponer el ejecutado, sino la imposibilidad derivada
de la naturaleza de la situación. El juez pondrá en marcha los medios necesarios para
obtener la consecuencia jurídica prevista por la ley, pero su actividad puede no lograr
éxito; en el caso más común de obligaciones dinerarias, el juez intentará el embargo de
bienes del deudor, pero si éste no tiene bienes la ejecución termina aquí y sin éxito (si
puede volver a intentarse el embargo cuando se descubran bienes o el deudor los
adquiera).

Suele decirse que la consecuencia prevista en la ley es, en nuestro derecho, siempre
patrimonial, pero ello no es así. Teóricamente las consecuencias pueden ser personales
y patrimoniales; en el segundo caso el objeto de la ejecución se reduce siempre, de una
u otra manera, a los bienes del ejecutado, mientras que en el primero la ejecución puede
recaer en la persona misma del ejecutado.

Fundamento o causa de pedir

En el proceso de ejecución el fundamento de la petición es siempre el título ejecutivo;


éste por sí solo establece el hecho relevante para fundar la petición, individualizándola
de las demás, no siendo necesario alegar nada distinto. Más aún, el ejecutante no
precisará probar nada para que la ejecución se despache y se lleve hasta el final. Si el
ejecutado alega, sea lo que fuere, a él corresponde la prueba. En el título se resumen
todas las alegaciones y pruebas que el ejecutante precisa, con mayor razón en los títulos
de crédito que valen por sí mismos y no necesitan de complementación; cualquier otra
cosa entrará por la vía del ejecutado.

Regulación legal

El juicio ejecutivo está regulado en nuestro ordenamiento jurídico, específicamente en


el Código Procesal Civil y Mercantil, en el Libro III, título II del artículo 327 al 335.

En el Capítulo I Título Ejecutivo, se establece la procedencia del juicio ejecutivo,


enumerando los títulos que dan lugar a éste, e indica que los títulos ejecutivos pierden
su eficacia ejecutiva a los cinco años, si la obligación es simple y a los diez años si
hubiere prenda o hipoteca.

En el Capítulo II Procedimientos, se establece lo relativo a las fases del juicio indicando


que promovido el juicio el juez debe calificar el título y si éste es suficiente y la cantidad
que se reclama es líquida y exigible, despachará mandamiento de ejecución, ordenando
el requerimiento del obligado, dando audiencia por cinco días al ejecutado para que
pueda oponer y haga valer sus excepciones.

Regulando así también los casos que se presentan con la actitud que tome el ejecutado.
Indica que en este juicio únicamente el auto en que se deniegue el trámite a la ejecución,
la sentencia y el auto que apruebe la liquidación son apelables. La sentencia dictada en
éste juicio no pasa en autoridad de cosa juzgada y lo decidido puede modificarse en
juicio ordinario posterior.
MANDAMIENTO DE EJECUCIÓN Y EMBARGO

Establece el Código que promovido el juicio ejecutivo, el juez calificará el título en que
se funde y si lo considerase suficiente y la cantidad que se declara fuese líquida y
exigible, despachara el mandamiento de ejecución, ordenando el requerimiento del
obligado y el embargo de bienes, si éste fuere procedente. En la misma resolución da
audiencia por cinco días al ejecutado, para que se oponga o haga valer sus excepciones.

Si el ejecutado no compareciere a deducir oposición o a interponer excepciones, vencido


el plazo el juez dictará sentencia de remate, declarando si ha lugar o no la ejecución.

Si el ejecutado se opusiere, deberá razonar u oposición y, si fuere necesario ofrecerá


prueba pertinente. Sin estos requisitos, el juez no le dará trámite a la oposición. Si el
ejecutado tuviere excepciones que oponer, deberá deducirlas todas en el escrito de
oposición.

El juez oirá por dos días al ejecutante y con su contestación o sin ella, mandará a recibir
las pruebas, por el plazo de diez días comunes a ambas partes, si lo pidiere alguna de
ellas o el juez lo considere necesario.

En ningún caso se otorgara plazo extraordinario de prueba.

Vencido el plazo de prueba, el juez se pronunciará sobre la oposición y, en su caso,


sobre todas las excepciones deducidas. Pero si entre ellas se hallare la de
incompetencia, se pronunciará sobre las restantes solo en el caso de haber rechazado
la de impotencia.

ACTITUD DEL DEMANDADO

Pago del Adeudo

Despachada la ejecución, se lleva a cabo el requerimiento de pago por el ejecutor que


designe el Tribunal, que como sabemos puede ser uno de los empleados o bien un
Notario, si lo pide el ejecutante. Si el deudor lo desatiende, se procede a trabar embargo
en bienes suficientes, que en nuestro sistema quedan afectos con carácter ejecutivo a
la satisfacción del crédito que se demanda.

Puede el demandado atender el requerimiento, en cuyo caso tiene que pagar la suma
reclamada y las costas causadas. Si el demandado procede así, se deja constancia en
el expediente y se entrega al ejecutante la suma satisfecha, dándose por terminado el
procedimiento. Desde luego, las costas habrá que liquidarlas para saber su monto
exacto.
Incomparecencia del ejecutado

El ejecutado puede dejar de comparecer a deducir oposición o a interponer excepciones.


En este caso se interpreta su incomparecencia como una aceptación del reclamo, y por
ello, vencido el término que el Juez le ha concedido para ese efecto (cinco días), el
órgano jurisdiccional dicta sentencia de remate declarando si ha lugar o no la ejecución.

Nótese que no se necesita del “acuse de rebeldía” para que el Juez pueda dictar
sentencia. Por eso es que el término que el Juez ha concedido para que se conteste la
ejecución es perentorio e improrrogable. En otras palabras, se hace aplicación del
artículo 64 y el Juez de oficio debe dictar la sentencia.

También debe observarse que aunque la incomparecencia del demandado implica en


realidad una aceptación del reclamo, sin embargo, el Código le da facultades al Juez
para desestimar el reclamo, aun en esa situación. Esto es así por los amplios poderes
que tiene el Juez en el proceso de ejecución para calificar la validez del título ejecutado.

Oposición del Ejecutado

Dispone el Código Procesal Civil y Mercantil que si el ejecutado se opusiere, deberá


razonar su oposición y, si fuere necesario, ofrecer la prueba pertinente. Sin estos
requisitos el Juez no le dará trámite a la oposición.

Como se ve, en este primer párrafo, el Código permite que el demandado presente
simple oposición, es decir sin que sea necesario que interponga excepciones. Si el
demandado adopta esta actitud, lo que el Código exige de él es que su oposición sea
razonada, con el objeto de que no hagan valer oposiciones sin ningún fundamento. La
norma que comentamos vino a resolver la situación que se presentaba con el código
anterior, en la que se requería que la oposición fuera manifestada a través de la
interposición de excepciones. En realidad, el ejecutado puede exponer su oposición sin
que alegue específicamente excepciones. Puede introducir elementos de hecho que son
suficientes para hacer ineficaz un título por constituir circunstancias que el Juez debe
apreciar de oficio. Puede atacar el título también por otras razones jurídicas o por
defectos purgante formales.

Con esta regulación puede apreciarse la amplitud con que el Código acepta la oposición
del demandado. No establece ninguna limitación, lo que quiere decir que el ejecutado
puede interponer toda clase de excepciones, igual que el juicio ordinario. Se trata de una
fase eminentemente cognoscitiva aunque como antes se dijo, abreviada.

Consignación con reserva de oposición

Esta es otra situación prevista en el Código, tanto para la vía de apremio como para el
juicio ejecutivo. Conforme el artículo 300, párrafo segundo, el deudor puede hacer
levantar el embargo (nada impide también que pueda evitarlo), consignando dentro del
mismo proceso la cantidad reclamada, más un diez por ciento para liquidación de costas,
reservándose el derecho de oponerse a la ejecución. Esto, dice la disposición legal, sin
perjuicio de que si la cantidad consignada no fuere suficiente para cubrir la deuda
principal, intereses y constas, según liquidación, se pueda trabar embargo por lo que
haga falta.

TRÁMITE DE LA OPOSICIÓN, SENTENCIA Y RECURSOS

Tramite

El trámite, tanto para el caso de que haya simple oposición razonada como para cando
se hayan hecho valer excepciones, es el mismo. El Juez oye por dos días comunes a
ambas partes, si lo pidiere alguna de ellas o el Juez lo estimare necesario.

La audiencia que se corre al ejecutante en relación con lo expuesto por el demandado


ha sido criticada por Guasp. En el Derecho positivo español también se regula este
trámite de carácter alegatorio, “La razón de ser de esta intervención no se descubre
como clara ni como convincente. Puesto que la demanda ejecutiva ha sido acompañada
de la pretensión procesal y ésta ha podido ser objeto de oposición por el demandado,
las posturas fundamentales que integran las alegaciones contradictorias del juicio están
ya prácticamente consumadas. Sería posible en el juicio ejecutivo, como en el proceso
ordinario, introducir nuevos trámites también alegatorios, como los de réplica y duplica.
Mas, aparte de que ello se compaginaría mal con la índole rápida y abreviada de esta
clase de procedimientos, lo cierto es que tampoco la ley se ha inspirado ahora en ese
criterio, porque no se permiten nuevas intervenciones al demandante y demandado, sino
sólo al demandante, para que conteste a la oposición, y no al demandado para que
rechace, a su vez, la insistencia del actor.” Entre nosotros los tramites históricos de
réplica y la duplica han sido suprimidos. Sin embargo, cuando el demandado interpone
excepciones, sí se corre audiencia al demandante, para combatir a aquella en que se
apoyan las excepciones interpuestas. Debe tenerse presente que aunque no se
interpongan excepciones, de conformidad con la norma de nuestro Código, también
debe oírse al ejecutante.

Resolución de las excepciones y sentencia, en su caso

Si el demandado no comparece, el Juez tiene que pronunciar la sentencia de remate,


declarando si ha lugar o no a la ejecución.

Si hubo oposición o si el ejecutado interpuso excepciones, se abre a prueba el proceso


por diez días, si alguna de las partes así lo pide, o el Juez lo estima necesario.
Transcurrido el periodo de prueba, que no se puede prorrogar, el Juez tiene que
pronunciarse sobre el fondo de la cuestión, o sea sobre la oposición, o bien sobre las
excepciones interpuestas.

Si entre las excepciones interpuestas se encuentra la de incompetencia, corresponde


examinarla en primer lugar y solamente si es rechazada puede el Juez pronunciarse
sobre las demás. En el caso de que el Juez acoja la excepción de incompetencia, se
abstiene de pronunciarse sobre las demás, en espera de que el fallo quede ejecutoriado,
pues bien puede ocurrir que, al apelarse de la resolución, la Sala jurisdiccional revoque
lo decidido por el Juez. Si este fuera el caso, al volver los autos al Tribunal, el Juez
tendrá que pronunciarse sobre la oposición o sobre el resto de excepciones alegadas.
Si la resolución fuera confirmada por la Sala, será el nuevo Juez competente quien
decidirá sobre ese particular.

Si el Juez dicta sentencia, el contenido de ésta tiene particular importancia en el juicio


ejecutivo. En efecto, tal como lo dispone el párrafo final del artículo 332 del Código
Procesal, el Juez además de resolver las excepciones alegadas, tiene que declarar si
ha lugar a hacer trance y remate con los bienes embargados y pago al acreedor, por
capital, intereses y costas. Pero puede también hacer otro tipo de condena, como sucede
en el caso de que la ejecución sea específica. Por ello, puede ordenar la entrega
definitiva de la cosa, la prestación del hecho a que se obligó el ejecutado, la suspensión
de la obra que se estuviere haciendo contraviniendo la obligación que contrajo, o bien
su destrucción, y, en su caso, el pago de daños y perjuicios.

La sentencia de Segunda Instancia, en los casos en que la excepción de incompetencia


fuese desechada en el fallo de Primera, se pronunciará sobre todas las excepciones y
la oposición, siempre que no revoque lo decidido en materia de incompetencia.

Además de resolver las excepciones alegadas, el Juez declarará si ha o no lugar a hacer


trance y remate de los bienes embargados y pago al acreedor; si procede la entrega de
la cosa, la prestación del hecho, su suspensión o destrucción y, en su caso, el pago de
daños y perjuicios.

RECURSOS

En el juicio ejecutivo también se limita en forma rigurosa la interposición del recurso de


apelación. Según lo dispuesto en el únicamente son apelables el auto en que se
deniegue el trámite a la ejecución, la sentencia y el auto que apruebe la liquidación. Esta
limitación obedece a que contra las sentencias que se dicten en el juicio ejecutivo cabe
el juicio ordinario posterior. El recurso de casación no se permite en el juicio ejecutivo ni
para infracciones al procedimiento. Por ello, el recurso de casación deberá hacerse valer
en el juicio ordinario posterior y en relación a las actuaciones que se produzcan en éste.
El trámite de la apelación en Segunda Instancia es relativamente breve. Según el párrafo
segundo del artículo 334 del Código, el Tribunal superior señalará día para la vista dentro
de un término que no exceda de cinco días, pasado el cual resolverá dentro de tres días,
so pena de responsabilidad personal.

En el juicio ejecutivo únicamente el auto en que se deniegue el trámite a la ejecución, la


sentencia y el auto que apruebe la liquidación, serán apelables.

La sentencia dictada en juicio ejecutivo no pasa en autoridad de cosa juzgada, y lo


decidido puede modificarse en juicio ordinario posterior.

ESQUEMA DEL JUICIO EJECUTIVO

Demanda y Título Ejecutivo

Debe cumplir con los requisitos establecidos en los artículos 61,106, 107 del CPCYM.
Acompañándose cualquiera de los siguientes títulos: 1. Los testimonios de las escrituras
públicas. 2. La confesión del deudor presentada judicialmente; así como la confesión
ficta cuando hubiere principio de prueba por escrito. 3. Documentos privados suscritos
por el obligado o por su representante y reconocidos o que se tengan por reconocidos y
los documentos privados con legalización notarial. 4. Los testimonios de las actas de
protocolación de protestos de documentos mercantiles y bancarios, o los propios
documentos si no fuere legalmente necesario el protesto. 5. Acta notarial en la que
conste el saldo que existiere en contra del deudor, de acuerdo con los libros de
contabilidad. 6. Las pólizas de seguros, de ahorros y de fianzas y títulos de
capitalización. 7. Toda clase de documentos que por disposiciones especiales tengan
fuerza ejecutiva. Art. 327 del CPCYM.

Si hay oposición

Audiencia por 2 días al ejecutado.

Actitud del demandado

Si el ejecutado se opusiere, deberá razonar su oposición y si tuviere excepciones deberá


deducirlas todas en su escrito de oposición. Art. 331 del CPCYM.

Calificación del título y mandamiento

El Juez califica el título y si lo considera suficiente, despachará mandamiento de


ejecución, ordenando requerimiento y embargo en su caso, dará audiencia por 5 días al
ejecutado. Art 329 del CPCYM.

Si no hay oposición

Sentencia
Resolver

Sobre la oposición.

Sobre las excepciones planteadas.

Si procede hacer trance y pago de los bienes embargados y con su producto el pago al
acreedor. Es apelable. Art. 332,334 del CPCYM.

Prueba

Se mandará a recibir prueba por 10 días comunes.

No hay término extraordinario de prueba.

La sentencia no pasa en autoridad de cosa juzgada, puede modificarse en juicio


ordinario posterior, por el Juez que conoció en primera instancia del Juicio Ejecutivo.

TASACIÓN: Si se hubiere embargado bienes, procede a la tasación, salvo que las


partes pongan de acuerdo en el precio. Cuando fueren bienes inmuebles, puede servir
de base para el remate, el monto de la deuda o el valor de la matrícula fiscal, a elección
del acreedor.

ORDEN DE REMATE: Hecha le tasación o fijada la base del remate, se ordena la venta
en pública subasta, enunciándose 3 veces en el Diario Oficial y en otro de mayor
circulación.

REMATE: El día y hora señalado para el remate, se declara fincado en el mejor postor
o al ejecutante a falta de postores.

LIQUIDACIÓN: Practicado el remate, se hace liquidación de la deuda con intereses y


costas librando orden a cargo del subastador.

ESCRITURACIÓN: Llenados los requisitos, el Juez señala tres días al ejecutado, para
que otorgue la escritura traslativa de dominio y en caso de rebeldía, el Juez la otorgará
de oficio. Previo a la escrituración el deudor o dueño aún puede rescatar los bienes de
la venta.

ENTREGA DE BIENES: Otorgada la escritura, el Juez procede a dar posesión de los


bienes al adjudicatario, fijando un plazo no mayor de 10 días, bajo apercibimiento de
decretar el lanzamiento o el secuestro.

Es apelable el auto que apruebe la liquidación, Artículo 334 del CPCYM.

La sala señala vista en 5 días máximos.

Dentro de 3 días la Sala dicta resolución final.


RECURSOS: Es apelable: el auto que deniegue el trámite de la ejecución, la sentencia
y el auto que apruebe la liquidación. Art. 334 del CPCYM.

ANÁLISIS COMPARATIVO

Diferencias entre juicio ejecutivo cambiario y juicio ejecutivo

Si existe diferencia entre el juicio ejecutivo cambiario y el juicio ejecutivo común, la


diferencia radica en que el Juicio ejecutivo cambiario tiene como base las regulaciones
del Código de Comercio, Decreto 2-70 del Congreso de la República de Guatemala.

Otra de las diferencias, es la que se refiere a los sujetos procesales, ya que en el juicio
ejecutivo cambiario se les llama librador, beneficiario y avalista y en el ejecutivo común
se les llama deudor, acreedor, fiador correspondiente.

En lo relativo a las excepciones que admite el juicio ejecutivo cambiario, como lo


menciona el autor Mauro Chacón Corado, mucho se ha discutido en la doctrina y práctica
forense sobre la falta de claridad con que la ley se refiere a las mismas, resultando una
confusión que aún no alcanza una uniformidad de criterio en los tribunales de justicia.

El artículo 619 del Código de Comercio en su parte conducente, establece: Contra la


acción cambiaria sólo podrán oponerse las siguientes excepciones y defensas:...
enumerándolas a continuación, sin hacer una clara distinción entre lo que considera
como excepciones y lo que considera como defensas, criterios que resultan doctrinal y
procesalmente distintos; pues mientras las defensas se basan en hechos alegados por
el juez basta que resulten probados en el proceso las “excepciones” propias en sentido
estricto son alegatos que se encuentran taxativamente regulados en la legislación.

Esta confusión también se manifiesta en la naturaleza de las excepciones admisibles,


pues mientras algunos juristas consideran como tales las procesales en adición a las
cambiarias, otros únicamente toman como admisibles éstas últimas.

Estas situaciones han producido una inmensa variedad de criterios, pues mientras
algunos juzgadores admiten todo medio de defensa en protección a este principio otros
únicamente permiten aquellos taxativamente contenidos en la legislación y no falta
aquellos que permiten todas las excepciones de carácter procesal que se encuentran
reguladas en el artículo 116 del Código Procesal Civil y Mercantil, amparadas en el inciso
12º. del referido artículo 619 del Código de Comercio que en su parte conducente admite
todas aquellas… que se basen en la falta de requisitos necesarios para el ejercicio de la
acción. Tal variedad de criterios deviene en detrimento a la administración de justicia y
los derechos de las partes, de donde resulta la importancia de modificar la legislación
vigente al respecto puntualizando, ampliando y aclarando los aspectos antes
relacionados.
Similitudes entre juicio ejecutivo cambiario y juicio ejecutivo común

El procedimiento establecido para el juicio ejecutivo cambiario y juicio ejecutivo es el


mismo y consiste en lo siguiente:

Demanda - La demanda ejecutiva debe formularse cumpliendo con los requisitos que
exige el Código procesal Civil y Mercantil, para toda clase de demanda, pero en las
demandas ejecutivas no es necesario el ofrecimiento de la prueba, pues basta el título
ejecutivo en que se funde nuestro derecho y la prueba sólo es necesario ofrecerla en
caso de que haya oposición del deudor.

El juez como deber procesal previo a dictar la resolución que admite para su trámite la
demanda ejecutiva, la examina para comprobar si cumple con los requisitos de
contenido y forma.

Mandamiento de ejecución y embargo - Promovido el juicio ejecutivo, el juez califica


el título en que se funda y si lo considerase suficiente y la cantidad que se reclama es
líquida y exigible, despacha el mandamiento de ejecución, ordenando el requerimiento
del obligado, el embargo de bienes, si éste fuere procedente y dará audiencias por cinco
días al ejecutado, para que se oponga o haga valer sus excepciones.

Actitudes del ejecutado - Las actitudes que el ejecutado puede tomar son las
siguientes:

Pago del adeudo,

Incomparecencia del ejecutado,

Oposición del ejecutado,

Consignación con reserva de oposición.

Para requerir de pago al ejecutado, el juez tiene facultades para nombrar un notario, si
así lo pide el ejecutante o bien designar a uno de los empleados del Juzgado para hacer
el requerimiento, lo que hará constar por razón puesta a continuación del mandamiento.
De no hacerse el pago en ese caso, el ejecutor procede a decretar el embargo de los
bienes que haya propuesto el acreedor y que sean suficientes para cubrir la cantidad
que se reclama más un diez por ciento para la liquidación de costas. El acto procesal de
requerimiento de pago es de carácter personal con el deudor, razón por la cual debe
realizarse en su residencia o en el lugar de trabajo.

En el caso de la incomparecencia del ejecutado, el ejecutado puede dejar de comparecer


a deducir oposición o a interponer excepciones. En este caso se interpreta su
incomparecencia como una aceptación del reclamo y por ello, vencido el término que el
Juez le ha concedido para ese efecto, el órgano jurisdiccional dicta sentencia de remate
declarando si ha lugar o no a la ejecución.

En lo que se refiere a la oposición del ejecutado, el Código Procesal Civil dispone que si
el ejecutado se opusiere, deberá razonar su oposición y si fuere necesario ofrecer la
prueba pertinente. Sin estos requisitos el Juez no le dará trámite a la oposición. El
Código Permite que el demandado presente simple oposición, es decir, que sin que sea
necesario que interponga excepciones. Si el demandado adopta esta actitud, lo que el
Código exige de él es que su oposición sea razonada, con el objeto de que no se hagan
valer excepciones sin ningún fundamento.

La consignación con reserva de oposición es otra situación prevista en el Código


Procesal Civil y Mercantil e indica que el deudor puede hacer levantar el embargo,
consignando dentro del mismo proceso la cantidad reclamada, más un diez por ciento
por la liquidación de costas, reservándose el derecho de oponerse a la ejecución.

Sentencia y Recursos - Lo relativo al trámite de la oposición, sentencia y recursos


indica que en el caso de que haya simple oposición, para cuando se hayan hecho valer
excepciones, es el mismo. El juez oye por dos días al ejecutante y con su contestación
o sin ella, manda recibir las pruebas, por el término de diez días comunes a ambas
partes, si lo pidiere alguna de ellas o el Juez lo estimare necesario. Se prohíbe la fijación
de cualquier término extraordinario.

La resolución de las excepciones y sentencia, se refiere a que si el demandado no


comparece, el juez tiene que pronunciar la sentencia de remate, declarando si ha lugar
o no la ejecución. Si hubo oposición o si el ejecutado interpuso excepciones, se abre a
prueba el proceso por diez días, si alguna de las partes así lo pide, o el juez lo estimare
necesario. Transcurrido el período de prueba, que no se puede prorrogar el juez tiene
que pronunciarse sobre el fondo de la cuestión, o sea sobre a oposición, o bien sobre
las excepciones interpuestas.

Si entre las excepciones interpuestas se encuentra la de incompetencia, corresponde


examinarla en primer lugar y solamente si es rechazada puede el Juez pronunciarse
sobre las demás. En el caso de que el juez acoja la excepción de incompetencia, se
abstiene de pronunciarse sobre las demás, en espera de que el fallo quede ejecutoriado,
pues bien puede ocurrir que, al apelarse la resolución, la Sala Jurisdiccional revoque lo
decidido por el Juez. Si éste fuera el caso, al volver los autos al tribunal, el juez tendrá
que pronunciarse sobre la oposición o sobre el resto de excepciones alegadas. Si la
resolución fuere confirmada por la Sala, será el nuevo Juez competente quien decidirá
sobre ese particular.
Según lo dispuesto en la ley, únicamente son apelables el auto que deniegue el trámite
a la ejecución, la sentencia y el auto que apruebe la liquidación. Esta limitación obedece
a que contra las sentencias que se dicten en el juicio ejecutivo cabe el juicio ordinario
posterior. El recurso de casación no se permite en el juicio ejecutivo ni para infracciones
al procedimiento. Por ello, el recurso de casación deberá hacerse valer en el juicio
ordinario posterior y en relación a las actuaciones que se produzcan en éste. El trámite
de la apelación en Segunda instancia es relativamente breve, pues el Código procesal
Civil y Mercantil dispone que se señalará día para la vista dentro de un término que no
exceda de cinco días, pasado el cual resolverá dentro de tres días, so pena de
responsabilidad personal. La sentencia que se dicte en éste juicio no pasa en autoridad
de cosa juzgada y lo decidido puede modificarse en juicio ordinario posterior.
EJEMPLO DE JUICIO EJECUTIVO

JUICIO EJECUTIVO COMUN

SEÑOR JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA CIVIL DEL DEPARTAMENTO DE


GUATEMALA__________________________________________________________

JAIME CALDERON RODRIGUEZ, de cincuenta y seis años de edad, casado,


guatemalteca, Abogado y Notario, de este domicilio, respetuosamente comparezco a

EXPONER

1. Comparezco en representación de la entidad SAN JERONIMO, SOCIEDAD


ANONIMA (en adelante se le podrá llamar indistintamente como San Jerónimo) en mi
calidad de Mandatario Judicial con Representación lo cual acredito con la escritura
pública número diez, autorizada en esta ciudad el ocho de agosto del dos mil, por el
Notario Raúl Aguilar Arroyo, el cual se encuentra inscrito en la Dirección del Archivo
General de Protocolos con el número ocho de fecha once de agosto del dos mil y en el
Registro Mercantil General de la Republica con el número seis, folio quince, del libro dos
de Mandatos con fecha dieciocho de agosto del dos mil, el cual acompaño en fotocopia
legalizada al presente memorial;

2. Que acciono bajo mi propia dirección y procuración y en forma conjunta bajo la


dirección y procuración de la Abogada y Notaria Lilian Azucena Caal Barán.

3. Señalo como lugar para recibir notificaciones la novena avenida “A” dos guión treinta
y uno zona dos, del Municipio de Guatemala del Departamento de Guatemala.

4. Comparezco en nombre de mi representada a promover JUICIO EJECUTIVO en


contra de la entidad TRITURADOS Y DERIVADOS, SOCIEDAD ANONIMA, que puede
ser notificada a través de su Representante Legal, el señor José Luis Ortiz Girón, en las
oficinas que tiene ubicadas en la octava calle número tres guion cero, zona nueve de
esta ciudad. Con base a los siguientes

HECHOS

1. Mi representada y la ejecutada celebraron contrato por medio del cual convinieron que
San Jerónimo, le proporcionaría asfalto en el Departamento de Izabal y la ejecutada a
cambio pagaría el precio correspondiente en efectivo, según la cantidad de asfalto que
se entregara periódicamente. A la presente fecha, la ejecutada ha incumplido con el
pago del asfalto proporcionando según consta en Acta notarial que sirve de título
ejecutivo en donde se hace constar que el saldo que la entidad TRITURADOS Y
DERIVADOS, SOCIEDAD ANONIMA, adeuda a mi representada es de TREINTA Y
SIETE MIL DOSCIENTOS SESENTA Y TRES QUETZALES (Q.37, 263.00) más los
intereses por mora que fueron convenidos al dos por ciento mensual (2%).

2. DEL TITULO EJECUTIVO

El titulo ejecutivo en que se funda la presenta ejecución lo constituye el acta notarial


faccionada en esta ciudad por el Notario Rómulo Ruiz Aguilar, el diez de septiembre del
dos mil cuatro a requerimiento del Mandatario Judicial con Representación de San
Jerónimo, Sociedad Anónima, abogado Jaime Calderón Rodríguez, en la cual se hace
constar que en la Contabilidad llevada por la Contadora General de San Jerónimo de
conformidad con la ley, operada con base a los libros de diario, ventas y el libro mayor
aparece consolidado el saldo que la entidad TRITURADOS Y DERIVADOS, SOCIEDAD
ANONIMA, adeuda a mi representada, el cual asciende a la cantidad de TREINTA Y
SIETE MIL DOSCIENTOS SESENTA Y TRES QUETZALES, cantidad que es líquida
exigible y de plazo vencido. Asimismo, la ejecutada está obligada a cancelar los
intereses por mora y las costas procesales.

FUNDAMENTO DE DERECHO

El artículo 327 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que procede el Juicio
Ejecutivo cuando se promueve en virtud del alguno de los siguientes títulos:…5) Acta
notarial en la que conste el saldo que existiere en contra del deudor, de acuerdo con los
libros de contabilidad llevados en forma legal.

Por su parte, el artículo 329 del citado Código dice que promovido el juicio Ejecutivo el
juez calificara el título en que se funde y si lo considerase suficiente y la cantidad que se
reclama fuese liquida y exigible, despachara el mandamiento de ejecución, ordenando
el requerimiento del obligado y el embargo de bienes, si este fuera procedente, y dará
audiencia por cinco días al ejecutado, para que se oponga o haga valer su excepciones.

En el presente caso, el titulo ejecutivo lo constituye un acta notarial donde consta un


saldo deudor en contra de la ejecutada.

El artículo 301 del Código Procesal Civil y Mercantil regula que le acreedor tiene derecho
a designar los bienes en que haya de practicarse el embargo para cubrir la suma por la
que se decretó el embargo, más un diez por ciento para la liquidación de costas.

Por su parte el artículo 305 del mismo Código regula lo referente a los depositarios.

Así también el artículo 527 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que podrá
decretarse precautoriamente el embargo de bienes que alcancen a cubrir el valor de lo
demandado, intereses y costas, para cuyo efecto son aplicables los artículos referentes
a esta materia establecidos para el proceso de ejecución.
En el presente caso es necesario decretar embargo sobre los bienes propiedad de la
ejecutada a efecto que con el producto del mismo se haga efectiva la cantidad ejecutada,
más los intereses y las costas judiciales.

MEDIOS DE PRUEBA

Ofrezco probar mis aseveraciones anteriores con los siguientes medios de prueba:

a) Declaración de parte que en forma personal deberá prestar el Representante legal


de la entidad TRITURADOS Y DERIVADOS, SOCIEDAD ANONIMA, con base en el
pliego de posiciones que en su momento acompañare.

b) Declaración de testigos cuyos nombres propondré en su oportunidad procesal.

c) Dictamen de expertos sobre los puntos que indicare oportunamente, cuando también
propondré expertos de mi parte.

d) Reconocimiento judicial en lugares, personas, y cosas que interesen al proceso.

e) Prueba documental:

A. QUE ACOMPAÑO

A.1 Fotocopia legalizada de la escritura pública número diez, autorizada en esta ciudad
el ocho de agosto del dos mil, por el Notario Raúl Aguilar Arroyo, el cual se encuentra
inscrito en la Dirección del Archivo General de Protocolos con el número ocho de fecha
once de agosto del dos mil y en el Registro Mercantil General de la República con el
número seis, folio quince, del libro dos de Mandatos con fecha dieciocho de agosto del
dos mil, que acompaño.

A.2 Acta notarial faccionada en esta ciudad por el Notario Rómulo Ruiz Aguilar, el diez
de septiembre del dos mil cuatro a requerimiento del Mandatario Judicial con
Representación de San Jerónimo, Sociedad Anónima, abogado Jaime Calderón
Rodríguez, en la cual se hace constar que en la Contabilidad llevada por la Contadora
General de San Jerónimo de conformidad con la ley, operada con base a los libros de
diario, ventas y el libro mayor aparece consolidado el saldo que la entidad TRITURADOS
Y DERIVADOS, SOCIEDAD ANONIMA, adeuda a mi representada, el cual asciende a
la cantidad de TREINTA Y SIETE MIL DOSCIENTOS SESENTA Y TRES QUETZALES.

A.3 Certificación extendida en la ciudad de Guatemala, el diez de octubre del dos mil por
la Perito Contador Telma Aracely Marroquín Estrada, con número sesenta y tres, en la
cual consta que TRITURADOS Y DERIVADOS, SOCIEDAD ANONIMA, adeuda a San
Jerónimo la cantidad de TREINTA Y SIETE MIL DOSCIENTOS SESENTA Y TRES
QUETZALES.
f) Medios científicos de prueba

g) Presunciones humanas y legales que de los hechos se deriven.

PETICION

1. Que con el presente memorial y documento adjuntos, se inicie la formación del


expediente respectivo.

2. Que con base en el documento acreditativo adjunto, se reconozca la personería con


que actuó.

3. Que se tenga por conferida la Dirección y Procuración del presente asunto a los
abogados mencionados, en la forma indicada.

4. Que se tenga como lugar para recibir notificaciones de mi parte, el indicado en la parte
expositiva de este memorial.

5. Que se admita para su trámite en juicio ejecutivo la presente demanda.

6. Se tengan por ofrecidos los medios de prueba individualizados en el apartado


respectivo

7. Que con el objeto de obtener el pago de lo demandado, intereses y costas se decrete


precautoriamente el embargo sobre los siguientes bienes propiedad de la entidad
Triturados y Derivados, Sociedad Anónima

1. Finca número seis, folio seis del libro doscientos de Guatemala

2. Finca número ocho, folio treinta y dos, del Libro cuarenta de Guatemala

3. Finca número noventa, folio ochenta y ocho del Libro noventa de Guatemala

8. Que se decrete precautoriamente el embargo sobre las cuentas de depósitos


monetarios que la entidad demandada posea en los distintos bancos del sistema
nombrándose depositario de los mismos al cajero-pagador debiéndose para el efecto
enviar los avisos respectivos.

9. Que previa calificación del título en que me fundo, se despache mandamiento de


ejecución y se requiera el pago de la cantidad de TREINTA Y SIETE MIL DOSCIENTOS
SESENTA Y TRES QUETZALES más los intereses causados desde la fecha de la
negociación hasta la presente, así como los que se sigan causando hasta el efectivo
pago del adeudo y las costas procesales, que es en deberle a mi representada la
ejecutada TRITURADOS Y DERIVADOS, SOCIEDAD ANONIMA.

10. Que se dé audiencia a la ejecutada por el plazo de cinco días.


11. Que en caso sea necesario, se abra a prueba el juicio por el plazo de diez días y se
tenga por ofrecidos e individualizados los medios de propuestos y por acompañados los
documentos adjuntos.

12. AL DICTARSE SENTENCIA SE DECLARE

A) CON LUGAR la demanda promovida en la vía Ejecutiva por SAN JERONIMO,


SOCIEDAD ANONIMA y se condene a la demandada TRITURADOS Y DERIVADOS,

SOCIEDAD ANONIMA a pagar a mí representada la cantidad de TREINTA Y SIETE

MIL DOSCIENTOS SESENTA Y TRES QUETZALES más los intereses y costas


procesales.

b) Que ha lugar a hacerse trance y pago o trance y remate de los bienes embargados,
y pago con el producto a mi representada por el monto demandado intereses, más
costas procesales.

c) Se condene el pago de las costas procesales a la parte demandada.

CITA DE LEYES:

Me fundo en lo preceptuado por las leyes citadas y además en lo dispuesto por los
artículos:26,28,30,50,61,62,63,66,67,69,70,71,79,106,107,111,112,123,124,126,128,
130,131,142,143,145,161,164,165,172,173,177,178,183,186,190,191,194,196,297,
298,301,302,303,313,314,315,319,324,327,328,329,330,331,332,333,527,573,578 y
580 del Código Procesal Civil y Mercantil.

Acompaño tres copias del presente memorial y documentos adjuntos

Guatemala, veinte de abril del dos mil siete.

F)

EN SU AUXILIO:
Conclusión

Para la elaboración de este documento, no se ha utilizado ningún texto específico sobre


el juicio ejecutivo, sino varios sobre derecho procesal civil, en general, de donde se ha
obtenido conceptos inherentes para la materia, y en lo posible se ha intentado plasmar
conceptos mucho más escuetos, para que sean de mayor captación, estos no
necesariamente contradictorios de otros anteriores sobre el mismo tema, porque
creemos que las ideas y doctrinas aquí plasmadas son de suma importancia para
nuestra formación académica, respetando los conocimientos acumulados durante
muchos años por juristas en cada generación, que constituyen peldaños que debemos
continuar las actuales y a su vez las futuras generaciones que estamos inmersas en este
amplio mundo de las Ciencias Jurídicas y Sociales. Durante la elaboración del presente
documento logramos comprender que como futuros profesionales no se debe despreciar
ninguna fuente de conocimiento, pero tampoco admitirla como absoluta, ya que se
pueden emitir criterios que por ahora son correctos, pero quizás mañana podrían ser
inexactos o erróneos puesto que la ley evoluciona constantemente, la investigación del
Juicio Ejecutivo cimento aún más nuestros criterios jurídicos mismos que sustentamos
en la ley.

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