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Contratos internacionales
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LECCIÓN 1 de 2
Contratos internacionales
Contratos internacionales
Camilo Gutiérrez, argentino, con domicilio en Av. Colón 450 de la ciudad de Córdoba,
está interesado en comprar objetos antiguos, puesto que tiene un negocio de
restauración de antigüedades. Siempre ha comprado cosas dentro de la provincia de
Córdoba. Dos veces al mes suele recorrer distintos pueblos y ciudades del interior en
busca de cosas que pudiese restaurar y revender. Sin embargo, esta situación lo
agotaba bastante, puesto que implica un gran esfuerzo de su parte y muchas veces
realizaba varios kilómetros en vano.
Cuando llega el caso al estudio del abogado, ¿qué piensas que es lo primero que nota
el letrado?
De esta manera, no resulta sencilla la calificación del contrato internacional, toda vez
que su caracterización puede derivar de la ponderación de elementos jurídicos o
económicos diversos. Así, por ejemplo, la calificación podrá hacerse según la
residencia, domicilio o nacionalidad de las partes, lugar de situación de los bienes,
lugar de celebración o ejecución. O bien, según los contactos objetivos del contrato
con más de un Estado.
2 La relevancia de los vínculos que existen entre los elementos del contrato
y estos ordenamientos jurídicos (internacionalidad relevante).
Las vinculaciones que el supuesto contractual presente con diferentes Estados debe
ser de suficiente intensidad como para permitir atribuirle el rango de internacional. No
todo elemento extranjero convierte al caso (en este supuesto, al contrato) en
multinacional, ya que ello, en definitiva, depende del punto de vista de cada
ordenamiento jurídico. Así, por ejemplo, la nacionalidad extranjera de las partes que
celebran un contrato en Argentina y contraen obligaciones a cumplir íntegramente en
nuestro país, no convierte al contrato en internacional, sino que se mantiene interno.
En este sentido, se ha señalado que la nacionalidad para nuestro país es un punto de
conexión neutro.
contractuales de Roma de 1980 (artículo 1)1. No los admite la CIDIP V sobre derecho
(artículo 1)4, la Convención de Viena de las Naciones Unidas de 1980 sobre los
contratos de compraventa internacional de mercaderías (artículo 1)5 y la Convención
de Naciones Unidas de 1974 sobre prescripción en materia de compraventa
internacional de mercaderías (artículo 2)6, que asumen criterios objetivos, entre los
cuales el más relevante exige que los establecimientos de las partes se encuentren
en territorios de Estados diferentes.
[1] Art. 1, Convención sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales de Roma. (1980). Comunidad Económica Europea.
Recuperado de https://bit.ly/3dldvYf
[2] Convención Interamericana sobre Derecho aplicable a los Contratos Internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado de
https://bit.ly/3pkNP0s
[3] Convención sobre ley aplicable a las ventas de carácter internacional de objetos muebles corporales. (1955). Conferencia
[4] Ley 23964. Convenciones. (1991). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3qyTGAy
[5] Art. 1, Ley 22765. Convenciones internacionales: aprobación. Convención de las Naciones Unidas sobre contratos de
[7] Ley 22765. Convenciones internacionales: aprobación. Convención de las Naciones Unidas sobre contratos de
[8] Ley 23964. Convenciones. (1991). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3qyTGAy
[9] Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3jTEKdO
3 los jueces del lugar donde se ubica una agencia, sucursal o representación
del demandado, siempre que esta haya participado en la negociación o
celebración del contrato.10
[10] Art. 2650, Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/3jTEKdO
“El juez del domicilio del demandado es el foro competente en general en todos los
conflictos derivados de relaciones personales, con fundamento en que nadie puede
agraviarse por ser demandado ante los tribunales de su propio país” (Bueres, 2014, p.
719).
En el caso de la ley aplicable escogida por las partes estamos frente a la denominada
autonomía de la voluntad, teoría que ha desatado, desde su aparición en la escuela
estatutaria francesa del siglo XVI, una ardua polémica entre sus defensores y
detractores.
Sin embargo, en la actualidad, no hay duda de que, ante una realidad que lo ha
impuesto casi universalmente, el principio se encuentra consolidado. En el DIPr, la
autonomía de la voluntad en materia contractual se manifiesta como la posibilidad de
que las propias partes elijan la ley que va a gobernar al contrato.
No puede dejar de señalarse que Goldschmidt (1995) alude a una tercera clase de
autonomía de la voluntad, de naturaleza muy particular: la autonomía universal. Se
trata del derecho de las partes de convenios “cuasi internacionales” (entre Estados o
empresas públicas, por un lado; y empresas privadas, por el otro) a crear un
ordenamiento normativo en el que puede aplicarse a título de subsidiariedad
cualquier derecho positivo de acuerdo con la voluntad real o hipotética de las partes,
sin derivarse de ningún derecho positivo. La autonomía universal se desenvuelve, por
ende, por encima de cualquier derecho positivo; aunque, según el autor, se encuentra
limitada por los principios de la justicia y la equidad.
El Tratado de Montevideo de 188911 guarda silencio sobre este punto, pero tampoco
prohíbe la autonomía de la voluntad. En el Tratado de Montevideo de 1940, a través
del artículo 5 del protocolo adicional, solo es aceptada en la medida en que sea
admitida por el derecho aplicable según las reglas establecidas en el mencionado
Tratado12.
Se ha señalado que el Tratado de Montevideo de 194013 rechaza en forma expresa la
autonomía de la voluntad, en concordancia con la propuesta del delegado uruguayo
Vargas Guillemette. El artículo 5 del protocolo adicional dispone: “la jurisdicción y la ley
aplicable según los respectivos Tratados, no pueden ser modificadas por la voluntad
de las partes, salvo en la medida que lo autorice dicha ley”14. Ello significa que, si el
derecho internacional privado interno del país (cuya ley es aplicable al contrato
internacional) acepta la autonomía de la voluntad, es válida la elección de otro
derecho efectuada por las partes.
[11] Tratado de Derecho Civil Internacional. (1889). Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado. Recuperado de
https://bit.ly/3apmdmv
[12] Tratado de Derecho Civil Internacional. (1940). Segundo Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado.
Recuperado de https://bit.ly/3jVIKuc
[13] Tratado de Derecho Civil Internacional. (1940). Segundo Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado.
Recuperado de https://bit.ly/3jVIKuc
[14] Art. 5, Decreto Ley 7771. Tratados internacionales. (1956). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de
https://bit.ly/37nemnL
[15] Ley 22765. Convenciones internacionales: aprobación. Convención de las Naciones Unidas sobre contratos de
[16] Art. 6, Ley 22765. Convenciones internacionales: aprobación. Convención de las Naciones Unidas sobre contratos de
[17] Art. 7, Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los contratos internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado
de https://bit.ly/3pkNP0s
[18] Art. 2651, Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3jTEKdO
Este punto, como vimos en el caso, se cumple; puesto que las partes han
incorporado una cláusula específica sobre jurisdicción y derecho aplicable.
[19] Art. 2651, Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3jTEKdO
[20] Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3jTEKdO
[21] Art. 2651, inc. e, Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado
de https://bit.ly/3jTEKdO
[22] Art. 2600, Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3jTEKdO
[23] Art. 2599, Ley 26944. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3jTEKdO
La Convención de Roma, en su artículo 3.1 establece que “las partes pueden designar
excepcional28.
Se discute si las partes pueden seleccionar cualquier ley aplicable al contrato, o bien
si la ley escogida debe tener necesariamente un contacto razonable con el caso.
Algunos índices a tener en cuenta podrán ser, por ejemplo, la elección de un contrato
tipo regido por un sistema jurídico particular, la elección del foro que induzca la
existencia de una voluntad de que el contrato se debe gobernar por la ley de dicho
foro. Estos elementos deberán ser analizados dentro del sistema del contrato.
[24] Convención sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales de Roma. (1980). Comunidad Económica Europea.
Recuperado de https://bit.ly/3dldvYf
[25] Ley 23964. Convenciones. (1991). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3qyTGAy
[26] Art. 3.1, Convención sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales de Roma. (1980). Comunidad Económica
[27] Art. 7, Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los contratos internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado
de https://bit.ly/3pkNP0s
[28] Art. 9, Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los contratos internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado
de https://bit.ly/3pkNP0s
[29] Ley 22765. Convenciones internacionales: aprobación. Convención de las Naciones Unidas sobre contratos de
[30] Convención sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales de Roma. (1980). Comunidad Económica Europea.
Recuperado de https://bit.ly/3dldvYf
[31] Ley 23964. Convenciones. (1991). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3qyTGAy
[32] Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los contratos internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado de
https://bit.ly/3pkNP0s
[33] Convención sobre ley aplicable a las ventas de carácter internacional de objetos muebles corporales. (1955). Conferencia
[34] Art. 5.2- Ley 23964 (1991). Convenciones. Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3qyTGAy
[35] Convención sobre ley aplicable a las obligaciones contractuales de Roma. (1980). Comunidad Económica Europea.
Recuperado de https://bit.ly/3dldvYf
[36] Art. 7, Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los Contratos Internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado
de https://bit.ly/3pkNP0s
[37] Ley 23964 (1991). Convenciones. Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3qyTGAy
[38] Art. 12, Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los Contratos Internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado
de https://bit.ly/3pkNP0s
Sin embargo, vemos que tanto la Convención de La Haya de 198539 como la CIDIP V
[39] Ley 23964 (1991). Convenciones. Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3qyTGAy
[40] Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los Contratos Internacionales. (1994). CIDIP V. Recuperado de
https://bit.ly/3pkNP0s
[41] Art. 7.2 y 8, Convención Interamericana sobre derecho aplicable a los Contratos Internacionales. (1994). CIDIP V.
Recuperado de https://bit.ly/3pkNP0s
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LECCIÓN 2 de 2
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