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Manual de Bonsai
Una guía para el principiante
y para el aficionado l r
Prefacio de
ANTHONY HUXLEY
Fotografías de
DICK ROBINSON
Jlustraciones a pluma de
RONHAYWARD
Prefacio 7
l. Antecedentes históricos 9
2. Haciendo una colección 22
3. Plantas que se convierten en un buen bonsai 36
4. Guía mensual de cultivo 48
5. Bonsai de interior 73
6. Tratamiento 80
7. Técnicas especiales 132
8. Presentación 146
9. Plagas y enfermedades 156
IO. Glosario de plantas 168
Protección del bonsai en invierno, en climas rigurosos 197
Glosario de términos técnicos 201
Indice alfabético 207
LAMINAS EN COLOR
ANTECEDENTES
HISTORICOS
El arte de formar árboles en pequeños recipientes se ha venido practicando
durante siglos. A pesar. de que existe constancia del cultivo de árboles en
maceta contemporáneamente en Europa y en el Este, el honor del desarro-
llo de esta habilidad en la forma de arte conocida como bonsai debe recaer
en los japoneses.
EL BONSAI EN CHINA
En China, el cultivo en macetas de árboles empequeñecidos se ha venido
desarrollando durante más de mil años. Esta práctica se deriva probable-
mente de los principios del Taoísmo, cuyos seguidores creen que la pre-
sentación de ciertos fenómenos naturales, tales como montañas o árboles,
les permite centrarse en )as propiedades mágicas que contienen y obtener
de este modo alguno de sus poderes. Cuanto más grande la reducción en
tamaño, mayor se creía que era la concentración de poderes mágicos.
Los Taoístas creían que una forma torcida, contorsionada, representaba
los cuerpos grotescamente torcidos de aquellos que deseaban entrar en el
«otro mundo» (el mundo más allá de la muerte). Aquellos que alcanzaran
la inmortalidad serían muy viejos, torcidos y distorsionados, lejos de su
forma original, y su apariencia sería encogida y marchita.
Como puede esperarse de 40 país de tan variada topografía, se fue-
ron produciendo variedades regionales en el estilo de cultivar árboles en
maceta a medida que fue creciendo su popularidad. Durante las dinastías
Ming y Ch'ing (1368-1644 y 1644-1911, respectivamente), los árboles en
maceta reflejaban, basta cierto punto, el paisaje que les rodeaba y las tra-
diciones locales. En el distrito de los Lagos predominaba el estilo de «copa
plana» en contraste con el estilo «Pagoda» de la región de Yangchow.
Estos efectos se conseguían mediante el tratamiento de los árboles sin que
los coleccionistas confiaran únicamente en los naturalmente empequeñe-
cidos para lograr ese efecto. Existe un cierto número de pinturas de los
siglos XII y XIII en que aparecen árboles en macetas, destacando Mirando
en el Baño, atribuido a Chang Tse-tuan, y El Pino Inclinado de Li
Shih-hsing, de gran interés especialmente esta última ya que es la pintura
de un pino en una maceta. El motivo de todo ello quedará claro más ade-
lante.
A comienzos del siglo XX los cultivadores Cantoneses comenzaron a
trabajar en árboles utilizando el método «crecer y cortar». Así produjeron
árboles de apariencia antigua y nudosa, a ojos de los occidentales, que rt>
- - - - - - - - - -- MANUAL l,)F. BONSAl
EL BONSAJ EN JAPóN
La historia del bonsai en Japón no abarca un período tan dilatado. El pri-
mer registro auténtico japonés de bonsai aparece en 1309, en una pintura
sobre pergamino de Takakane Takashina, conocido como Kasugagongen-
genki. Otros registros escritos o pintados de fecha similar indican que el
bonsai era conocido y apreciado por la aristocracia durante el período
Kamaku ra ( 1180-1333), cuando se colocaban cerca de las casas o en las
terrazas árboles que crecían en recipientes de cerámica especiales. El tra-
tamiento o formación de árboles mayores también se practicaba en este
tiempo, coincidiendo con un considerable y creciente interés en Ja arqui-
tectura de jardines. Sin embargo, el bonsai llegaría a ser más conocido
durante los dos siglos y medio del periodo Muro machi. Una conocida pieza
de teatro Noh Hachi-no-ki (Árboles en Macetas), escrita por Seami (1363-
1444), se basaba en la significación de tres bonsai, un pino, un cerezo y
un albaricoquero, para su dueño, Tsuneyo, un pobre labrador, que sin
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embargo los quemó una noche de nieve para calentar a un inesperado hués-
ped. EJ huésped, aparentemente un sacerdote, era en realidad el antiguo
Regente del Shogunato Kamakura, Tokiyori.
Los árboles naturalmente enanos se coleccionaban y colocaban en ma-
cetas, pero sólo fue hacia finales de ese período cuando se empezó a de-
sarrolJar la idea de mejorar la forma de esos árboles salvajes. Ya enton-
ces, árboles jóvenes se trataban en un estilo denominado «tako», para sa-
tisfacer las demandas de las cada vez más poderosas clases de mercade-
res y comerciantes que se iban interesando en las artes. Para satisfacer
sus necesidades se produjeron comercialmente muchos árboles de estilo
«tako», cuyos troncos recibían forma mediante rollos de cáñamo, colocados
a igual distancia y de tamaño decreciente para proporcionar una forma
global piramidal y el efecto de un árbol retorcido, nudoso.
El período Tokugawa (1603-1867) que siguió fue un período de paz
bajo un gobierno feudal. El desarrollo de las artes se convirtió en una
importante preocupación, y hacia el final del período tanto el bonsai como
otras técnicas japonesas de horticultura llegaron a altos niveles de perfec-
cionamiento. Se realizaron grandes avances en el desarrollo de plantas or-
namentales de jardín y también en las técnicas asociadas con la jardinería y
la arquitectura de jardines. En especial, el bonsai se benefició del gran
interés en la escuela de pintura del Sur y del desarroUo del bonsai de estilo
literati (ver pág. 94). Durante un tiempo, los árboles grotestamente dis-
torsionados fueron considerados como buen bonsai, pero esta tendencia,
afortunadamente, duró poco tiempo.
Durante el principio del siglo xvrn, muchos de los estilos de bonsai
que han llegado a nuestros días se encontraban en el plantel de lbei lto,
destacado horticultor y autor. Una ilustración de dicho plantel por Kiyo-
haru muestra ~rboles en cascada, llorones, de doble tronco y de otras for-
mas, pero no árboles tratados según el método «tako». Los recipientes
usados en los bonsai eran, hasta y después de este período, de una mayor
profundidad que los utilizados hoy. Hasta principios del siglo x1x, en
el Kinsei-jufu, publicado en 1830, no existe mención de macetas menos
profundas y de una mayor variedad de formas.
En 1867 cae el gobierno feudal y Japón entra en el mundo moderno. En
tanto se ensanchan los horizontes, las ideas nuevas se desarrollan a gran
velocidad y el bonsai se beneficia de este momento. Los bonsai «naturales»
eran buscados ansiosamente en las montañas por profesionales. Ellos dispo-
nían de la suficiente habilidad y técnica para realzar su belleza. Se mon-
taron muchos planteles para tratar árboles jóvenes de modo que tomaran
las formas de los silvestres y así satisfacer las demandas de una sociedad
liberal que quería gozar de los placeres anteriormente reservados a la aris-
tocracia y a los ricos. Ya no se trataban árboles con el método «talco»,
pero la emoción evocada por este estilo quedó retenida en el estilo «horai•
practicado por la gente del pueblo de Honai en la provincia de Echigo
(al Noroeste del Japón) para el tratamiento del pino blanco japonés, Pinus
parviflora. La variedad glauca, de agujas cortas, conocida como shimofuri,
se injerta en gran número de pinos negros (Pi11us thunbergii) antes de ser
tratados arrollándoles estacas redondas de madera de morera atadas con
paja de arroz. Estos árboles se cultivan en campos, se levantan cada año
- - - - -- -- - - - MANUAL DE BONSAI - - - - - - - - - -
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ANTECEDENTES HISTÓRICOS
(traducido del alemán al inglés por R. F. C. Hui!), Routledge & Keegan Paul.
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- - - - - -- -- ANTECEDENTES HISTÓRICOS
del té, por mencionar sólo dos ejemplos. De esta forma el Budismo Zen
se introduce en todos los aspectos de la cultura japonesa.
El Zen concibe la vida como una unidad de la que el Hombre, el Arte
y la Naturaleza son componentes armónicos e inseparables. A través de
este entendimiento de la unidad de todas las cosas, podemos percibir algo
del misterio de la vida, y ver lo eterno en todas las manifestaciones de
la Naturaleza, incluso las menores, o la más sencilla obra de arte. Este con·
cepto no es totalmente ajeno a la mentalidad occidental. El poeta místico
William Blake (1757-1827) expresó casi la misma idea cuando escribió en
su Augurios de la Inocencia sobre la posibilidad de «Ver un Mundo en un
Grano de Arena, Y un Cielo en una Flor Silvestre... ».
Del mismo modo el árbol boosai representa algo mucho más amplio
que sí mismo; de hecho, el lento cultivo del bonsai y la paciencia necesa-
ria para nutrirlo a través de sus diversas etapas de crecimiento puede ser
en su conjunto una especie de meditación. No hay necesidad de que exista
una sensación de frustración en el conocimiento de que continuará vivien-
do y desarrollándose mucho después de que haya muerto su primer dueño.
Al cultivarlo el individuo puede llegar a una más profunda apreciación
del proceso de la vida- una especie de unidad con la Naturaleza que no
puede conseguirse contemplándola desde un punto de vista sentimental.
Los escritos taoístas chinos recalcan la importancia de una actitud de
respeto hacia el universo. Lao Tsu, en el Tao Te Ching 2 del siglo Vl antes
de Cristo, dice: «Cuando el hombre carece de un sentido de temor se pro-
ducirá un desastre». Vemos eJ mismo pensamiento reflejado en los escri·
tos de Basho, el poeta Haiku japonés del siglo XVII. En uno de sus viajes
registra que vio un enorme pino, probablemente de más de mil años, y
escribió: «En tanto permanecía frente a este árbol sentí una extraña sen-
sación de temor y respeto ya que, aunque el árbol en sí era un frío objeto
insensible, ha sobrevivido al castigo de un hacha durante tantos años gra·
cias a la divina protección de Buda.» 3 Basho, al demostrar su apreciación
casi espiritual de Ja Naturaleza, también advierte contra un abordaje
demasiado subjetivo cuando dice: «Ve al pino si quieres saber sobre el
pino, o al bambú si quieres saber sobre el bambú. Y al hacerlo, debes
dejar en ti mismo tu preocupación subjetiva. De otro modo te impones
al sujeto y no aprendes.»'
Aunque este consejo se refería a la poesía, la lección tiene una impor·
tancia obvia para todas las formas de expresión artística cuando dice:
«Tu poesía surge por sí misma cuando tú y el objeto os habéis convertido
en uno cuando te has sumergido lo suficiente en el objeto para ver en él
algo parecido a una trémula luz escondida. Por muy bellas que sean las
palabras de tu poesfa, si tu sentimiento no es natural -si el objeto y tú
estáis separados- tu poesía no es verdadera poesía sino tan sólo tu falsifi-
cación subjetiva».5
Con sus diversos tamafios, el bonsai puede ser tan pequeño que sea
2 Tao Te Ching - Lao Tsu (traducido al inglés por Gia-fu Teog y Jane English)
Wildwood House.
3 , 4 Y 5 The Narrow Road to the Deep North and Other Tra vel Sketches, de
nesas del bonsai y como resultado ofrecen una nueva oportunidad del es-
tudio de árboles que son el producto de muchos siglos de experiencias
acumuladas.
Existen algunas colecciones muy importantes de antiguos bonsai en
China, como los que se encuentran en los jardines históricos de Suchow,
donde pueden verse viejos y a menudo extremadamente grandes árboles en
macetas. Y de nuevo, los bonsai jóvenes, más pequeños, se usan como
elemento decorativo en muchos hoteles, algunos de los cuales poseen sus
propios viveros donde se producen bonsai al mismo tiempo que arbustos
y bulbos. Ocasionalmente se puede comprar algún árbol. El bonsai tam-
bién se exhibe a menudo en Jugares públicos, especialmente en estaciones
de ferrocarril, y pueden colocarse pequeños árboles con fines decorativos
en las mesas de los compartimientos de los trenes.
Como cabe esperar de un país con una gama de árboles tan amplia
como es China, las plantas que se seleccionan para tratamiento son muy
diversas e incluyen especies tan poco conocidas como la Sageretia theezans,
Murraya paniculata y Serissa foetida (tres de entre mil posibilidades), y
especímenes más normales como Ulmus, Acer, Pinus, etc. Se plantan
como ejemplares individuales o en grupos, compuesto a menudo de diver-
sas especies y normalmente en conjunto con rocas. La importancia de las
rocas para los chinos será ya conocida por aquellos que hayan estudiado la
arquitectura china de jardines, y a veces bonsai u otros árboles pequeños
DERECHA: Grupo de cuatro Pinus
parvülora (número muy raramente
utilizado en Japón), formando parte
de la típica decoración de una
habitación China presentado en la
Hangc/,ow Gallery.
HACIENDO
UNA COLECCION
Para aquellos que están interesados en plantas, jardines y particularmente
en árboles, la idea de cultivar un bonsai puede ofrecer un nuevo abor-
daje a la tradicional afición a la jardinería. Frente a la tensión de Ja
vida moderna la tranquilidad del bonsai puede parecer más atractiva que
el cavar rompiéndose la espalda o el cortar regularmente el césped. Para
las personas con problemas físicos, el bonsai ofrece un modo de jardinería
que se puede hacer sentado y sin los problemas de, por ejemplo, el des-
plazar grandes cantidades de tierra o el plantar un arriete. De nuevo
nos encontramos con que hay mucha gente que no posee jardines sino
que vive en pisos sin tener siquiera un balcón. Todos, jóvenes y viejos,
ricos y pobres, pueden aprender el arte de cultivar y desarrollar un bonsai
y practicar un pasatiempo muy retributivo. Los niños a los que se inicia
en una clase de Historia Natural en el cultivo de un árbol a partir de una
bellota, desarrollan rápidamente un interés en la idea de proporcionar al
joven roble una bella forma. De un comienzo tan insignificante puede
derivar una afición hacia los árboles de todas clases, que se extienda a
lo largo de toda una vida.
Existen muchas maneras de comenzar una colección, tres de las cuales
son normalmente muy populares. Son las siguientes:
ción del alimento que necesita la nueva planta y para asegurar el creci-
miento de las raíces. El arraigo puede verse favorecido si los esquejes
han sido sumergidos en un polvo de arraigo hormonado antes de su in-
serción, que debe usarse según las instrucciones facilitadas por el fabri-
cante. Finalmente los esquejes se hunden en la zona de arraigo hasta una
tercera parte de su longitud. Utilice un plantador para hacer los agujeros
(una excelente herramienta para este trabajo es un viejo bolígrafo o un
palillo chino) y colóquelos lo suficientemente espaciados para evitar que
las hojas de los diversos esquejes se toquen.
Tan pronto como los esquejes hayan arraigado se colocarán en macetas
(ya que el medio de arraigo no posee valor alimenticio). Si, por cualquier
razón, este proceso debe retrasarse, las plantas deben alimentarse con un
poco de fertilizante líquido. El abono para el crecimiento debe consistir
en una mezcla de arcilla, mantillo de hojas y arena de grano grueso (a par·
tes iguales por volumen).
Cuanto antes se planten los esquejes blandos más firmes estarán las
plantas resultantes antes de que la llegada del otoño impida un posterior
crecimiento. Sería mejor que se pudiese introducir la planta madre, de la
que se obtendrán los esquejes, en un invernadero al comenzar la prima-
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HACIENDO UNA COLECCfÓN
forma que tiene, y por qué razón está contenido en un tiesto de determina-
das dimensiones y forma. Ello no es fácil al principio pero tras un cierto
tiempo todo se ve más claro.
Tres de las mejores colecciones de bonsai en Europa pertenecen a
mujeres que han cultivado ellas mismas sus árboles. En Japón, aunque
las mujeres pueden regar el bonsai o realizar tareas similares, las colec-
ciones más famosas pertenecen a hombres, como también los viveros pro-
fesionales. Las tradiciones pueden ser difíciles de romper y en el Este,
con su larga historia de diferencias entre el hombre y la mujer, el cambio
puede llevar un cierto tiempo, pero la comparativa novedad de esta afición
en Europa y un punto de vista distinto en tales cuestiones, ha permitido
que hombres y mujeres desarrollen una habilidad similar en esta forma
artística. En Jas tres colecciones a que nos hemos referido existen muchos
bellos árboles importados, considerablemente desarrollados y mejorados
por sus propietarios, pero incluyen numerosos ejemplares ingleses, tanto
pequeños como grandes, que han sido cultivados a partir de semillas
o esquejes o bien recogidos, jóvenes o viejos, en estado silvestre. Tam-
bién cuentan con ejemplos de plantas obtenidas de especialistas y de vive-
ros de arbustos (una útil fuente de suministro de variedades raras).
Los especialistas en cualquier rama de la horticultura no sólo acceden,
sino que les gusta hablar con aquellos que comparten su entusiasmo. Exis-
ten, por ejemplo, viveros que se especializan en la propagación y cultivo
de arbustos ornamentales y en los que pueden comprarse vigorosas plantas
a un precio razonable y donde se puede obtener información sobre los
hábitos, necesidades de riego, cte. En Gran Bretaña, todavía no se ha ex-
plotado el potencial total del cultivo de los arbustos ornamentales como
bonsai y una gran cantidad de valioso material de iniciación espera la
experimentación del coleccionista inspirado.
Cuando el coleccionista ambicioso ha cultivado bonsai durante el tiem-
po suficiente para desarrollar una confianza en su capacidad de mantener
una forma y un vigor razonables, Je aconsejamos vivamente considere la
compra de un buen árbol tratado en el Japón. El poseer uno o varios de
estos árboles supone una forma segura de elevar el nivel de los otros
árboles de la colección. Sin embargo, pocos de estos árboles están a la
venta y quizá solo una media docena de horticultores de bonsai estarón
en posición de vender un árbol razonablemente maduro y bien tratado,
sin defectos; por lo tanto hay que visitar todos estos viveros antes de rea-
lizar una elección, y probablemente todo ello supondrá un considerable
gasto de dinero. Habiendo reflexionado sobre todos los árboles disponibles,
debe elegirse el árbol que al mismo tiempo nos haya impresionado, inspi-
rado y atraído. No hay que adquirir un árbol que no nos guste simplemente
porque se nos diga que es un buen bonsai, o porque sea de una variedad
de la que no disponemos. Después de todo el bonsai es una forma de arte
y existe para mirarlo y disfrutarlo. Con la compra de un buen ejemplar,
el coleccionista muy probablemente contemplará sus propios árboles con
renovado interés. En tanto su conocimiento crece, detecta la belJeza poten-
cial de más árboles y plantas. De vez en cuando puede comprar otro bon-
sai, pero canalizará básicamente sus energías en la mejora y desarrollo
de los que está cultivando.
"EL PEQUEÑO GRUPO DE OLMOS"
Zelkova se"ª'ª
Plantación-en grupo
Zelkova serrata
Plantación en grupo
"NICHO LAS"
Juniperus chinensis
''NICHOLAS'~
J14niper,Ls chinensis
PLANTAS
QUE SE CONVIERTEN
EN UN BUEN BONSAI
Existen en España muchas especies y variedades de árboles y arbustos
resistentes, que se pueden conseguir fácilmente. Muchos de ellos pueden
tratarse fácilmente para convertirlos en bonsai, mientras que otros que
generalmente se consideran como menos adecuados debido al tamaño de
sus hojas o a sus hábitos de crecimiento, a menudo se encuentran viviendo
en un medio que los hace muy aconsejables para el tratamiento. No deben
perderse tales oportunidades.
Muchos de los árboles que se encuentran en España crecen fácilmente a
partir de semillas. Otros pueden recogerse en estado silvestre, tanto como
pequeños plantones o ejemplare mayores desarrollados de una forma
atractiva, pero es muy importante el recordar que primero hay que obtener
el permiso del propietario del terreno, aunque sea un páramo, antes de
extraerlo y especialmente tratándose de árbolc viejos. A diferencia de
ciertas flores silvestres, en realidad su recolección no es ilegal iempre que
se cuente con el permiso necesario, pero puede llegar a serlo si no se tiene
permiso.
Los ejemplares de hoja pequeña, con un buen enramado natural, SU·
ponen un buen comienzo para una colección. Se encuentran dentro de es ta
categoría los olmos, endrinos, espinos y abedules, de los que fácilmente
puede obtenerse semillas. El espino desarrolla una larga raíz centra l y en
principio reacciona mal a una manipulación, pero una vez establecido en
una maceta su cuidado y cultivo es fácil. Plantones de especies de jardín
de hoja pequeña, como por ejemplo el Cotoneaster, la Pyracantha y el
labumo se encuentran con facilidad y tienen la ventaja de dar flores y en
el caso de los dos primeros (Cotoneasler, Pyracantha), dar fruto.
Los árboles con hojas naturalmente más grandes se cultivan en bon ai
en un tamaño de 30 cm o más. Esto ayuda a compensar por el tamaño
mayor de la hojas, a pesar que tras un período de tiempo éstas se redu·
cirán considerablemente. Cuatro de los más bonitos crecen fácilmente a
partir de semillas recién recolectadas - roble, haya, castaño de Indias y
manzano--. Las semillas de haya recolectadas de hayas de hoja oscura
producirán, con suerte, plantones de hoja oscura en un cinco por ciento
de la germinaciones. Estos son especialmente atractivos al cultivarlos si
las semillas proceden de un buen ejemplar de hoja oscura. Los plantones
de roble varían enormemente y vale la pena seleccionar aquellos que antes
producen el follaje más pequeño y dentado. Los castaños de Indias crecen
bien, para algunas personas demasiado bien, pero si se trabajan pueden
~~~~~~~~~~~ MANUAL DE BONSAI
deben tener en cuenta las forsitias, los jazmines de invierno y los diversos
tipos de membrillos. Arraigan fácilmente y tienen la ventaja de que flo-
recen temprano. Las flores de membrillo permanecen durante un período
de tiempo más largo que la mayoría de otras variedades y su gama de color
en rosa, naranja o rojo no la poseen otras variedades ornamentales apro-
piadas.
Los afortunados poseedores de un suministro de agua sin cal, presu-
miendo que no se disponga de agua de lluvia, pueden tratar las azaleas
como bonsai, respondiendo mejor al tratamiento los tipos de hoja perenne.
Muchos de ellos no son muy resistentes y deben mantenerse en condición
invernal colocándolos en un invernadero frío. Las variedades más utiliza-
das en bonsai en el Japón son las que poseen flores más pequeñas de Jo
normal, y en Occidente es, desgraciadamente, demasiado común el ver
azaleas bonsai bien tratadas con flores demasiado grandes. Las azaleas se
podan a fondo cada año, inmediatamente después de la floración y, en el
momento en que regresa la primavera, se haUan de nuevo cubiertas por una
gran riqueza de hojas verdes y bellas flores de diversos matices.
Todo tipo de sauces puede ser tratado como bonsai. Generalmente
arraigan mejor a partir de esquejes y la mayoría tolera permanecer en el
agua durante largos períodos, muy importante para la persona que debe
ausentarse frecuentemente de casa. Los alisos tambi6n soportan el agua.
Tienen tendencia a que sus hojas sean muy largas, a pesar de que con el
- - - - - -- - -- - MANUAL DE BONSAI - - - -- -- - - - -
Alerce (Larix decidua), recogido en estado :;ilvestre diecisiete años atr6s. Las
piñas tienen hasta cuatro años de edad.
Eiemplares ióvenes de Taxodium distichum ( ver página 68) que, cuando fueron
fotografiados, habfan estado agrupados únicamente seis semanas.
- - -- - - - -- - - - -~ 41 - - - - -- -- - - - -- -
- - -- - - -- -- - MANUAL DE BONSAI - - - - - - - - --
- - - -- - -- - -- - ~ 42 - -- - -- - -- -- - ~
I ZOUJERDA: Chamaecyparis pisifera plumosa, ahora de quince a,ios de edad y de
15 cm de altura. Esta conífera enana tendría aproximadamente 45 cm de altura
y sería frondosa si hubiera crecido en un jardín de rocas. 01'RECHA: Ejemplar de
Spiraea japonica, ahora de veinticuatro años y 23 cm de altura.
naturalmente forma un árbol con tendencia JJorona y que puede ser trata-
do en diversos estiJos bonsai. Su follaje es muy duro, largo y juvenil, tiene
una atractiva línea blanca a lo largo de cada aguja, lo que le dará una
atractiva apariencia global.
Se ha discutido mucho sobre las ventajas e inconvenientes de cultivar
árboles naturalmente enanos, especialmente coníferas enanas, como bonsai.
En general tal práctica no es aconsejable, a pesar de que algunos ejempla-
res con un nivel de desarrollo inferior en solo unos pies al normal, puede
tratarse con éxito como mame o bonsai miniatuTa, menos de 15 cm de
alto. Con demasiada frecuencia se ofrecen en el mercado coníferas enanas
no tratadas como bonsai. El realizar un tratamiento real de estos árboles
de crecimiento natural tan lento es una tarea que requiere muchos, mu-
chos años, de habilidad y perseverancia.
Existen, sin embargo, algunas plantas de hoja caduca relativamente
enam,s que pueden ser tratadas hasta conseguir un buen bonsai pequeño o
mame bonsai. Entre estas destaca la Betula nana, el abedul del Ártico,
que tiene hojas pequeñas y puede producir una copa con una bonita forma
de corona. Otra planta menos habitual que también produce un mame
bonsai muy hermoso es la espirea. La espirea común, Spiraea japonica,
posee brotes de diminutas flores rosadas y hojas verdes, que son de un rosa
rojizo cuando son jóvenes. Por otro lado especies tales como el S. tliun-
bergii poseen hojas pequeñas, parecidas a las del sauce y flores blancas
al comienzo de la primavera. La S. bumalda «llama roja» posee un follaje
jaspeado en verde rojizo y amarillo y flores rosadas en verano. Hay tan-
Este Acer pseudoplatanus tiene ahora muchos años, pero hace sólo cuatro que
está bajo tratamiento bonsai.
tas espireas adecuadas para su cultivo como bonsai, que vale la pena in-
vertir un cierto tiempo en la visita a un centro de jardinería bien provisto.
La famosa enredadera de Virginia, Parthenocissus quinquefolia, se
convierte en un raro pero hermoso bonsai, fácil de tratar y vaUoso para
una colección aunque sólo sea por su magnífico color en otoño. Si se re-
cortan regularmente retoños laterales finísimos, parecidos casi a zarcillos,
se formará rápidamente un tronco leñoso y ramas y puede tratarse fácil-
mente en estilo erecto, llorón o en cascada, proporcionando así diversas
posibilidades al aficionado. Mientras hablamos de p]antas trepadoras, hay
que mencionar ]a hermosa vistaria. Pocas personas que ven esta planta
como bonsai se dan cuenta de que se trata de un tronco recto o en ángulo,
y el efecto de lluvia se crea mediante las hojas, largas, de inclinación
descendente y los colgantes racimos de llores. Existe sólo una forma sa-
tisfactoria de obtener un buen bonsai de vistaria y consiste en aplicar el
procedimiento del acodo aéreo (véase capítulo 7) a una sección de la
planta bien desarroJlada y de forma correcta y vigorosa. El crecimiento
a partir de semillas no es nunca satisfactorio ya que pueden transcurrir
muchos años antes de que los plantones florezcan, y las vistarias produci-
das comercialmente que podemos comprar, bien sea en un centro de jar-
dinería bien a un importador japonés, están casi siempre injertadas y su
forma es poco satisfactoria.
- - - - PLANTAS QUE SE CONVIERTEN EN UN BUEN BONSAT
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PLANTAS QUE SE CONVIE~TEN EN UN BUEN BONSAJ
rrolla un atractivo tronco plateado. Los dos primeros son de boja perenne,
el último semiperenne. Las personas interesadas deben también buscar
entre agracejos y cincoenramas para encontrar todavía más material de
trabajo.
Un factor al que a menudo el cultivador de bonsai no da la suficiente
importancia es la polución del aire. Muchas especies no responden favora-
blemente a esta moderna plaga pero existe un árbol que es más tolerante
que muchos y es el Picea glehnii, pícea Sakhalin. Es a la vez frondoso y
denso y se trabaja a menudo como bonsai con buenos resultados. El ciprés
de Sawara, Chaemaecyparis pisifera, es distinto de las muchas (ormas
enanas que de él se derivan y en Japón forma un inmenso árbol. Crece
rápidamente y se encuentra tanto en forma erguida como de tronco doble
en su tierra nativa.
Las sugerencias de material adecuado para el cultivo bonsai no esta·
rían completas si no mencionásemos otras coníferas que crecen mucho en
su tierra nativa y sin embargo, en bonsai, son adecuadas para su cultivo
en una amplia gama de tamaños. La más importante es la secoya, nativa
de los cinturones de bosques del occidente de Estados Unidos. La secoya
de California, Sequoia sempervirens, es el árbol más alto del mundo. Su
corteza tiene el color de la caoba y el verde follaje perenne puede retirarse
fácilmente con los dedos, para permitir el crecimiento de las ramas nece-
sario para el bonsai. La Sequoiadendron giganteum, es la Wellingtonia
también llamada «árbol grande». El ejemplar más grande que se conoce,
es el ser viviente más grande (aunque no más alto) del mundo. Esta espe-
cie posee un tronco surcado de color marrón rojizo y responde bien a la
eliminación con los dedos del follaje. Tanto esta especie como la secoya de
California pueden convertirse en un excelente bonsai de estilo erguido y,
cuando crece en maceta, debe protegerse del frío durante el invierno.
El tercer miembro de ]a familia de secoyas es la secoya de la época fósil
Metasequoia glyptostroboides -nativa de la China central- que fue re-
descubierta en una remota zona de ese país en 1941. También responde
bien al tratamiento y su plumoso follaje, similar al del ciprés de las maris-
mas, toma en otoño un atractivo tono dorado cálido.
Las Nothofagus o hayas del sur (emparentadas con las hayas y en su
mayoría procedentes de América del Sur aunque algunos ejemplares son
nativos de Australasia) también pueden tratarse como bonsai tanto peque-
ños como grandes. La especie que se encuentra con mayor facilidad es la
Nothofagus procera y sus resultados ante el tratamiento bonsai son rápi-
dos, ya que un árbol joven en tierra es capaz de alcanzar una altura de
12 m en siete años. Se cultiva fácilmente a partir de semillas
Y así sucesivamente. La lista no puede quedar nunca completa, pero
esperamos que a estas alturas el aspirante a horticultor de bonsai se haya
dado cuenta que no necesita buscar mucho para encontrar el material ade-
cuado con el que practicar su afición.
- - - - - - - - - - - - - - 47 - - - - - - -- - - - -- -
CAP1TULO CUARTO
GUIA MENSUAL
DE CULTIVO
Para estar seguro de que el bonsai vive una larga y saludable vida es
necesario dedicarle un cierto número de cuidados, variando según la época
del año.
Tanto el coleccionista novel como el más experimentado deben tratar
siempre de recordar que los consejos que pueden obtener son solamente
de utilidad si se adaptan en la forma necesaria a las variadas necesida-
des de un bonsai en particular. Un árbol es algo vivo y algunas veces
puede decirse de él que no crece todo lo bien que debería o que parece
abatido. Es por Jo tanto fundamental que el cuidador aprenda a conocer
sus árboles íntimamente de modo que cualquier cambio que se produzca
se observe rápidamente y se corrija antes de que se haya ocasionado un
daño importante. Este tipo de respuesta viene con el tiempo como resul-
tado de una regular observación del bonsai y de otros árboles y arbustos.
También a partir de la observación se desarrollará un entendimiento del
modo en que las plantas crecen y se desarro11an.
Si su propietario se da cuenta de que un bonsai sufre, debe examinar
detenidamente el árbol por si existe cualquier tipo de plaga ocasionada
por insectos u otro tipo de enfermedad. Si el bonsai resulta estar libre de
cualquiera de estos problemas, su cuidador debe tratar de recordar las
condiciones climatológicas recientes y si han existido repentinos cambios
de temperatura o se han alcanzado temperaturas extremas, lluvia fuerte
y constante o quizás un período de sequía, que a menudo se ignora cuando
la temperatura es fría. A menudo, a través de este proceso de eliminación
de causas, el problema puede descubrirse y tomar las medidas oportunas.
Para ayudar al coleccionista novel a cuidar de sus árboles, seguida-
mente detallamos los procesos para colocar en macetas, regar, alimentar
y otras materias, en régimen mensual. Pero las condiciones climáticas
varían en las distintas zonas del país y debe entenderse que dicha guía es
adecuada como promedio.
ENERO
Es éste normalmente el mes más frío del año y los árboles que no sean
muy vigorosos deben permanecer en un alojamiento de invierno. Según
el tipo de árbol, deben colocarse en un invernadero bajo cubierto o en
una plataforma, o en un marco húmedo. Las coníferas y otros árboles de
hoja perenne deben colocarse bajo alguna forma sencilla de protección,
- - - - - - -- - -- - - - 48 - - -- - - - - -- -- - -
GUfA MENSUAL DE CULTIVO
ya que la nieve puede causar daño a las ramas debido a su peso. Sin em-
bargo, los períodos de nieve no suponen ningún otro problema, ya que
una vez las macetas y los árboles están cubiertos raramente se secan y
están protegidos de una repentina helada severa. Ocasionalmente se pro-
ducen varios días consecutivos de frío severo y a menudo de viento. Las
temperaturas tanto de día como de noche alcanzan el punto de helada.
Este tiempo no es bueno para ningún árbol colocado en maceta y todos
los bonsai deben resguardarse temporalmente. Durante estos y otros pe·
ríodos fríos y ventosos deben controlarse cada dos días para ver si nece,
sitan riego. Si éste fuera el caso, si es posible el agua debe suministrarse
al mediodía, o bien durante la mañana; pero nunca durante la tarde.
Los bonsai de clima templado que se cuidan en un interior estarán
relativamente inactivos durante este período del año debido a la falta
de luz, ya que necesitan tanto luz como calor para el desarrollo de su
crecimiento activo. Cuando existe calefacción central puede producirse
infección por insectos y los bonsai deben inspeccionarse regularmente, de
modo que pueda detectarse cualquier anomalía y tratarse rápidamente. Los
bonsai perennes de interior a menudo acaparan mucho polvo durante este
período del año y por lo tanto parecen menos activos. Ello puede corre-
girse limpiando cuidadosamente el follaje difundiendo agua mediante un
dispositivo adecuado. La temperatura del agua debe ser tibia para evitar
un shock.
FEBRERO
Las condiciones suelen ser similares a las de enero, por lo tanto hay pocas
tareas nuevas a realizar. El albaricoquero japonés de flor (Prunus mume)
puede florecer, o puede que ya haya florecido, y estará desarrollando hojas,
"SALVADOR DALI"
Acer palmatum
(Arce silvestre japonés)
Acer palmatum
(Arce silvestre japonés)
"EL GRANADO"
Punica granatum
(Granado)
"EL GRANADO"
Punica granatum
(Granado)
Este bonsai, poco corriente y muy delicado, posee un tronco muy admira-
ble y un bello tamaño. Su pequeño y atractivo follaje alcanza su mejor
momento en primavera, cuando los nuevos tallos y hojas son de un color
bronce rojizo, o en otoño, cuando el follaje se torna amarillo claro antes
de caer.
Fue importado del Japón en la década de los 60 por el difunto general
Sir Oliver Leese; se convirtió en el mejor bonsai de su colección y fue
exhibido por Sir Oliver en la Muestra Floral de Chelsea ( «Chelsea Flower
Show») poco antes de su muerte. Pasó entonces a manos de un coleccio-
nista aficionado que desarrolló el árbol considerablemente. Hizo el intere-
sante descubrimiento de ha1lar que el centro del tronco estaba relleno de
un material parecido a cemento y, poco a poco, fue quitándolo. Seguida-
mente el bonsai volvió a cambiar de manos y se Je permitió desarrollar
una considerable cantidad de follaje. Ello mejoró la corona, pero fue en
detrimento de las ramas. En aquel momento el granado estaba plantado en
un contenedor cuadrado, profundo, elegante, cuyos lados se dirigían hacia
el exterior y hacia arriba, pero como resultado de la gran cantidad de cre-
cimiento leñoso que se permitió que el árbol desarrollara, se quedó dema-
siado pequeño para el árbol.
Cuando pasó a la colección de la autora, la superficie del suelo estaba
cubierta por un briófito (indicativo de drenaje deficiente), y el árbol estaba
infectado por cochinillas. Ello era debido a que entonces el árbol estaba
plantado en un recipiente de fibra de vidrio (no poroso, y por lo tanto
no aconsejable para bonsai). En ese momento estaba en un período casi
de latencia, por lo que se decidió eliminar las cochinillas en primer Jugar.
Se eliminó el briófito de la superficie de la tierra, teniendo mucho cui-
dado con el riego, evitando que se empapara, y retrasando temporalmente
la necesidad de trasplantar un bonsai tan débil.
Una vez recuperado su vigor, se trasplantó el árbol a una maceta Ya-
maki rectangular, menos profunda, cuyas medidas son 45 X 35 X 13 cm,
conservando las líneas inclinadas del elegante recipiente anterior. Se llevó
a cabo alguna poda muy sustancial con el fin de mejorar la forma de las
ramas, y ello, unido al cambio de maceta, dio fuerza al árbol, y ahora está
creciendo bien. En invierno se protege colocándolo en un estante con cale-
facción situado en un invernadero templado y se coloca en la intemperie
una vez pasado el riesgo de heladas.
Ha sido exhibido en diversas muestras, incluyendo la Muestra Floral
de Chelsea («Chelsea Flower Show») de 1981, y, en el momento de escri-
bir, mide 85 cm de altura. Se le denomina siempre «El Granado» ( «The
Pomegranate»), ya que es el único de un cierto tamaño en la colección de
su propietaria.
Recolocación en maceta, paso a paso
PREPARACIÓN DEL PAN DE RAÍZ
MARZO
Los días comienzan a alargarse y las temperaturas se hacen agradables, a
pesar de que el invierno está todavía vivo y que el viento puede alcanzar
grandes velocidades. La mayoría de árboles estarán despertándose de su
letargo y en muchas variedades las yemas comenzarán a hincharse. Otros,
sin embargo, permanecerán todavía aletargados, y entre ellos se incluyen
el haya y el ginkgo. Ya que el cambio de maceta es la tarea principal a
realizar en marzo, seguidamente explicaremos los métodos que deben
seguirse y las razones para hacerlo.
Cualquier árbol que crece en un recipiente, tras un período corto o
largo está aprisionado en su maceta. Ello se debe, evidentemente, a que las
raíces, así como las ramas, crecen. Incluso cuando un árbol, como muy a
menudo ocurre en bonsai, es sometido a una drástica poda de sus ramas y
brotes, no se impide el crecimiento de las rafees. Sin embargo, al contrario
de lo que ocurre con la mayoría de plantas cultivadas en maceta, el bonsai
no necesariamente se coloca en una maceta más grande que la anterior.
Al contrario, sus raíces son podadas y vuelve a colocarse en el mismo
recipiente.
La parte de su raíz más útil para un árbol es su extremo, que tiene la
capacidad de absorber de la tierra sales minerales disueltas. Estas pasan
a lo largo de toda la raíz hasta el árbol, donde se utilizan para el creci-
miento. La poda de las raíces tiene dos consecuencias. En. primer Jugar, la
distancia entre el extremo de la raíz y la base del árbol se acorta, lo que
no afecta al árbol en modo alguno, y en segundo lugar, una raíz podada,
como una rama podada, forma diversos brotes laterales que, al poseer cada
uno de ellos su propio extremo capaz de absorber las sustancias del suelo,
56 - -- - - - - - - - --
GUÍA MENSUAL DE CULTIVO
- - -- - - - - - - - - - - 57 - - - - - -- - - -- -- -
COLOCACIÓN DEL ÁRBOL EN LA MACETA
ABRIL
ts un mes variable, con días agradables alternando con períodos de frío
y fuerte lluvia y algunas heladas. Puede nevar.
Los árboles vigorosos ya no necesitarán protección contra los elemen-
tos, aunque si un período de tiempo cálido ocasiona el comienzo de pro-
ducción de hojas, hay que prever medjdas contra la helada. Un sencillo
protector contra heladas, para un árbol con hojas, es una hoja o dos de
viejo papel de periódico co1ocadas encima del árbol y sujetas por el peso
de una largada de cortina de tul colocada en la parte superior. Las noches
de _helada raramente son lo suficientemente ventosas para desalojar una
ligera pero eficaz cobertura, que evita el feo ennegrecimiento de las hojas
" La mayoría de árboles apropiados para preparar como bonsai toleran la cal,
pero es aconsejable usar arcilla sin cal, especialmente en áreas donde el agua es
dura. La autora sabe por experíencia que prestar atención a este detalle favorece
la salud de .Jas plantas.
- - - - - - - - -- - MANUAL DE BONSAI - - - - -- - -- -
MAYO
Todos los bonsai deben estar en período de crecimiento en tanto las tem-
peraturas continúan subiendo, aunque todavía puede producirse alguna he·
lada y/o lluvia torrencial. En general, sin embargo, los días más cálidos
y secos predominarán y debe realizarse un control diario para ver si es
necesario regar, siempre que no llueva. Ello puede parecer ambiguo, pero
es imposible estipular, por ejemplo, el número de veces a regar durante
la semana. Varía mucho según la planta esté resguardada o no, en un
lugar húmedo o seco, muy soleado o sólo moderadamente. Además, los
diversos árboles y especies tienen distintas necesidades. Una planta puede
ser más vigorosa que otra, y el tamaño de la maceta y la composición del
sustrato son otros factores a considerar. La manera ideal de regar el bonsai
es el echar agua hasta que sale por los agujeros de drenaje y luego no
volver a hacerlo hasta que la tierra se haya secado, aunque no completa·
mente. En ese momento, vuelva a regarse liberalmente. En los meses más
cálidos esto puede interpretarse como riego durante la mañana y control
por la tarde para ver si alguna de las macetas se ha secado demasiado
durante el día. Si así ocurre, riéguese otra vez.
Con todos los bonsai desarro11ando nuevos brotes jóvenes, mayo trae
la indeseable visita de insectos. Los más importantes entre ellos son el
pulgón o áfido que, durante un período de tiempo benigno, se reproduce
alarmantemente. Este rápido incremento se debe no sólo a la normal re-
producción por el método de deposición de huevos que requiere )llacho
- - -- - - -- - - -- ~ 60 - - - - - - - - -- - - ~
IZQUIERDA: Una Cryptomeria japonica en «balsa» a la que se le ha permitido
crecer y cambiar su estilo. DERECHA: Tras una poda inicial puede verse la forma
potencial.
y hembra, sino que durante los meses más cálidos la hembra produce
pulgones sin alas por un proceso de partenogénesis, un método de repro-
ducción asexual. Los pulgones son atraídos por la savia azucarada de los
jóvenes y tiernos brotes y se alimentan sorbiéndola a través de los blandos
tejidos de los tallos. Una infección severa puede debilitar seriamente un
árbol en crecimiento. Las plantas con más probabilidades de ser atacadas
son los arces silvestres y lamentablemente muchos bonsai de arces sil-
vestres no toleran los sprays químicos, por muy suaves que sean. De
modo que siempre que los bonsai no sean grandes, un método reco-
mendable de eliminar los pulgones es el llenar un cubo con agua a la que
se añade una cucharada de las de postre de lavavajillas líquido, en el
que se introduce el árbol boca abajo, es decir con su copa y ramas su-
mergidas cuidadosamente. Así debe eliminarse todo el pulgón; cualquier
pulgón que pueda quedar puede eliminarse con la mano.
El bonsai de interior estará ahora en pleno crccimienlo y es muy im-
portante cuidar regularmente de su poda y riego. Hacia finales del mes
(o a primeros de junio en las áreas más frías) incluso las variedades tropi-
cales pueden colocarse en el exterior y por un período de tres meses, si se
dispone del espacio necesario, ya que se beneficiará del aire fresco y de la
irradiación solar. Cuando ello no sea posible, los árboles pueden colocarse
cerca de venlanas abiertas. Los bonsai que han estado en interiores y a
los que se les proporciona este cambio de ambiente pueden, tras un período
de adaptación, entrar en un período de gran actividad de crecimiento y las
necesidades de agua aumentarán considerablemente. Debe, por lo tanto,
mantenerse una cuidadosa vigilancia para asegurar la cobertura de las
necesidades.
Los insectos están en su momento más activo; deben tomarse rápida-
mente las medidas oportunas.
JUNIO
Es tradicionalmente un mes cálido y soleado y en el que todos los bonsai
crecen, y deben realizarse regularmente el riego y la poda. Coníferas tales
como enebros y criptomerias necesitarán la eliminación diaria de brotes
en desarrollo para mantener la apariencia compacta, y los árboles de
hoja caduca, como el arce silvestre y la Zelkova, necesitan la eliminación
o recorte de sus brotes. Los brotes tiernos de crecimiento secundario
pueden utilizarse como esquejes, para su enraizamiento bajo rocío o en
condiciones similares. Deben cortarse con un talón de leña más vieja
adherido.
En este tiempo muchos coleccionistas desplazan sus árboles a lugares
más sombreados creyendo erróneamente que necesitan protegerlos del sol.
Sin embargo, los bonsai no son variedades especiales o especies distintas
sino árboles ordinarios cuyo pequeño tamaño les viene dado por el trata-
miento a que han sido sometidos. La mayoría de ellos necesitan de la luz
solar para producir un crecimiento sano y vigoroso y el follaje no se quema
en la brilJante luz solar si se le proporciona la humedad adecuada. La única
razón por la que un bonsai debe a veces protegerse del sol en verano es
para evitar un riego excesivo. Las ramas de los árboles caducos pueden
envolverse en alambres en junio y en julio, y también las de las coníferas
alambrarse en junio y en julio, y también las de las coníferas excepto los
pinos. El alambre debe colocarse con mucho cuidado para evitar atrapar
alguna hoja, ya que ésta podría podrirse y producir alguna enfermedad.
Los árboles de hoja caduca pueden defoliarse intencionadamente en
junio (ver capítulo 7), para motivar el crecimiento de un segundo follaje
más pequeño y de gran riqueza en la coloración de las hojas. El bonsai
sometido a este tratamiento debe regarse cuidadosamente.
Las malas hierbas son un problema veraniego anual. Los jóvenes plan-
tones que crecen alrededor de los bonsai deben arrancarse inmediatamente
para evitar molestias a la raíz. Durante todo junio debe también controlar-
se la posible existencia de pulgón, y durante los períodos húmedos debe
Bonsai de interior (y plantas de decoración del hogar) colocados sobre una pieza
de material capilar en una ba,iera. Un fino tubo conectado a un recipiente
lleno de agua suministra al material capilar un fino chorro de agua.
JULIO
Las condiciones en el cuidado y cultivo de los bonsai deben continuar
en forma parecida al mes de junio. Los esquejes de leña blanda anterior-
mente cortados pueden colocarse en pequeñas macetas de formación que
se colocan en el exterior, en un lugar húmedo y abrigado. Julio es un
mes tradicional de vacaciones, y mucha gente abandona s1,1s hogares du-
rante dos o tres semanas. Cuando ello ocurre los vecinos pueden ser de
gran ayuda, ya que quizás pueden regar su jardín y sus setos, pero a me-
nos que conozcan las necesidades del bonsai en clima muy cálido pueden,
por accidente, dejar que los árboles mueran. A pesar de ello más de un
coleccionista ha confiado sus bonsai a sus vecinos, motivándolos para que
aprendan algo acerca de ellos, y consiguientemente se han llegado a acuer-
dos para el riego y cuidados de los respectivos bonsai durante los períodos
de vacaciones.
Una solución alternativa para aquellos que poseen un trozo de jardín
suficiente es excavar agujeros en la tierra, en una zona húmeda y som-
breada. En estos agujeros puede enterrarse el bonsai hasta su primera
rama, permaneciendo en la maceta. El área que contiene los bonsai puede
empaparse completamente, dejando que una manguera vaya vertiendo len-
- - - - - - - - - - - MANUAL DE BONSAI - - - -- - - - - -
tamente agua durante varias horas y los árboles vivirán durante períodos
de hasta un mes de altas temperaturas sin necesidad de un drenaje perma-
nente. Los árboles caducos deben podarse completamente antes de dejarlos,
y cuando usted regrese necesitarán una nueva poda. También debe contro-
larse la posible existencia de gusanos en las macetas. Pueden eliminarse
colocando las macetas de pie en un tazón con agua de modo que el nivel de
ésta quede por encima del de la tierra en la maceta. Los gusanos, para
evitar ahogarse, saldrán del pan de raíces. De este modo el bonsai recu-
pera rápidamente su belleza.
Para aquellos cuya colección de bonsai haya crecido de tal modo que
carezcan del espacio libre suficiente en el jardín, deberán considerar la
utilidad de un sistema de riego automático. Consiste en un número de
aspersores conectados a un grifo y controlados por un reloj. Puede esta-
blecerse que los aspersores funcionen durante una hora por la mañana
y una hora por la tarde, y esta cantidad de humedad debe ser suficiente
inscluso en períodos de mucho calor. El inconveniente de este sistema
reside en que se necesita un sistema muy elaborado y sofisticado para
permitir que el sistema no entre en funcionamiento cuando ha llovido
y, así, evitar que en ocasiones el bonsai reciba un exceso de agua. Este
problema es menor en verano que en invierno, y normalmente durante el
período en que se utiliza este sistema de riego el bonsai no se ve grave-
mente dañado.
Los coleccionistas que habitan en pisos y poseen tanto bonsai de in-
terior como de exterior, pueden adquirir un trozo de esponja capilar.
Consiste en una sustancia manufacturada, de apariencia similar a una
delgada manta, que absorbe una gran cantidad de agua. Puede colocarse
horizontalmente en una bañera y empaparla completamente con agua, y en-
cima se colocan los bonsai presionando cuanto sea posible.
Existen dos maneras de mantener húmedo dicho material. Una de ellas
consiste en colocar un jarro con agua en la parte superior de la bañera,
introduciendo en él el extremo del tubo capilar de modo que esté en con-
tacto con la superficie interior del jarro. El agua circula a través del tubo
y cualquier exceso se elimina por el desagüe de la bañera.
Un sistema alternativo consiste en colocar un gran contenedor de agua,
como los que se utilizan en los campamentos, y situarlo en la parte
superior de la bañera. El contenedor debe estar equipado con un tubo
de goma de paso pequeño, adecuado para gotear agua desde el contenedor
hasta el material capilar. Por lo tanto el tubo debe estar dirigido hacia el
material capilar. El volumen de flujo de agua estará controlado por el
diámetro interno del tubo. Una cucharada de las de té de Jeyes Fluid por
cada 5 1 debe añadirse al agua para evitar la formación de algas que
podrían bloquear el estrecho tubo.
Las cortinas de la bañera deben dejarse cerradas de modo que la habi-
tación permanezca templada, y de esta forma los árboles bonsai sobrevi-
virán bien. Sin embargo, es aconsejable realizar algunas comprobaciones
antes del período de vacaciones para asegurar que el goteo se realiza de
forma constante y que es suficiente para mantener el suministro de agua
durante el período necesario.
- - - - - - - - -- - - - - 64 - - -- - - -- - - - --
AGOSTO
El bonsai no crecerá rápidamente en agosto y necesitará menos poda,
aunque las temperaturas puedan todavía ser altas. Deberá prestarse toda-
vía atención al riego, aunque las necesidades de agua pueden ser menores,
debido a la niebla que se forma durante la noche.
Esquejes de leña semidura pueden cortarse para su enraizamiento
bajo cristal, pero es demasiado tarde para que los esquejes de leña blanda
puedan echar raíces y establecerse antes de que el inicio del invierno
induzca al letargo. La alimentación debe llevarse a cabo con fertilizan-
tes bien diluidos del tipo del abono del tomate para fortalecer las plantas
que toleran las heladas de otoño. La frecuencia de la alimentación debe
limitarse y eliminarla completamente al mes siguiente.
Los árboles del tipo coníferas pueden replantarse durante este mes si
es necesario, y los sauces, cuyo rápido crecimiento de su sistema de raíces
puede hacer necesario el realizar el replantado dos veces al año, deben
también sufrir la poda de raíces y el replantado si un examen previo así
lo aconseja.
Pueden recolectarse árboles silvestres (si se obtiene el permiso necesa-
rio) y plantarse hacia el final del mes. Tendrían tiempo de acomodarse
antes del inicio del invierno.
Algunos de los más tiernos bonsai tropicales que han estado en el
exterior durante los meses de verano deberán ahora colocarse en el interior
antes de que se acorte la luz de la tarde todavía más y la noche refresque.
De modo que deben vigilarse dichos árboles, tarea mucho más fácil si el
horticultor posee un termómetro de máximo-mínimo situado cerca de los
bonsai. Una lectura regular permitirá controlar la caída de las tempera-
turas nocturnas y se podrá conocer la solución adecuada.
SEPTIEMBRE
El bonsai ya no crecerá, por lo tanto las necesidades de poda serán míni-
mas. No deben colocarse alambres, pero deben examinarse las ramas que
tengan colocados alambres para ver si se ha logrado el efecto deseado Y
de ser así retirar los alambres. En las zonas situadas al sur el bonsai no
tendrá todavía su colorido otoñal, pero estarán teniendo lugar cambios
químicos internos que preparan el árbol para su letargo. El tiempo es
normalmente seco y agradable, aunque existe la posibilidad de noches
frías y heladas nocturnas. Todavía es necesario regar pero el rocío y las
nieblas matinales reducen su frecuencia. Todavía pueden trasplantarse
árboles silvestres y coníferas y plantarse y pueden prepararse esquejes de
leña dwa para plantar.
Deben iniciarse las tareas de protección ante el invierno de los árboles
menos vigorosos y las especies más tiernas que han pasado el verano en
el exterior deben colocarse en un invernadero.
Los árboles de bosque están empezando a echar sus semillas y por lo
tanto deben observarse atentamente los buenos árboles de las variedades
- - -- - -- - - - - - - - 65 - - - - - - - - - -- - - -
- - - - -- - - - - - MANUAL DE BONSAI - - - -- - - - - -
•
OCTUBRE
Con suerte, es muy posible que el tiempo permanezca agradable durante
este mes. Los árboles caducos mostrarán la riqueza de sus colores de otoño.
En tanto caen, las hojas deben retirarse de las . macetas y estantes, ya que
de no hacerlo se convierten en refugio de babosas, cochinillas y muchas
otras criaturas indeseables. Todos los árboles tiernos deben estar ya bajo
techado.
Durante los períodos secos el bonsai debe todavía regarse con regula-
ridad pero sus necesidades son menores y las nieblas matinales y el rocío
pueden satisfacer la mayoría de necesidades diarias.
Pueden recolectarse y plantarse más semillas silvestres. Algunas pueden
almacenarse para estratificación y plantado a principios de la primavera.
Los pinos bonsai ocasionalmente pueden verse infectados por áfidos
lanudos. Se observarán lo que parecen como diminutas bolas de algodón
en la base de las agujas. Una infección menor puede tratarse pasando por
las partes afectadas bolas de algodón empapadas en alcohol metílico; pero
una infección más extensa únicamente puede tratarse con rociador.
NOVIEMBRE
Poca actividad existe en noviembre y el riego será mínimo. Caerán las
últimas hojas de los árboles caducos, que deberán retirarse, y los árboles
se colocarán en sus lugares de invierno.
DICIEMBRE
El mes menos activo del año. Debe examinarse el bonsai dos o tres veces
por semana en caso de que existan vientos secos, pero en general poco
hay que hacer. Es el tiempo ideal para aumentar conocimientos mediante
la lectura, no sólo de libros sobre bonsai sino libros sobre árboles de todo
el mundo. Estúdiense fotografías de bonsai, especialmente aquellas que,
tomadas a lo largo de unos cuantos años, demuestran los cambios que en
su apariencia han experimentado unos árboles bonsai.
En días secos y suaves, pueden sacarse los bonsai caducos del lugar
donde pasan el invierno y colocarlos sobre una mesa giratoria situada a
una altura que permita una visión adecuada. Ello permite el realizar un
cuidadoso estudio. Es importante hacer esto en este momento del año y
es imposible hacerlo durante los meses de verano cuando abunda el follaje.
Pero ahora es claramente visible el delicado dibujo de las ramas desde
todos los ángulos y se observan rápidamente virtudes y defectos, y por lo
tanto pueden tomarse determinaciones en cuanto a la poda y realizarla
más adelante, en el momento adecuado.
~ - - - -- - - ~ ~ - - - - 66 - - - -- - -- - - - - --
BONSAI MAME
Los bonsai mame necesitan unos cuidados ligeramente distintos para su
cultivo que los bonsai algo más grandes. Su tratamiento se explica en el
capítulo 6.
Ya que crecen en macetas muy diminutas, siempre existe el peligro de
que se sequen demasiado. Por Jo tanto la mezcla del sustrato debe alte-
rarse de modo que contenga menos mantillo de hojas y arena, a pesar de
que las plantas ericáceas deben tener mucho mantillo en su sustrato y por
ello deben controlarse con especial cuidado.
Cuando se realiza la operación de replantado, el sustrato debe pasarse
por un tamiz fino y estar seco. Todas las rafees en contacto con la super-
ficie de la maceta deben cortarse y eliminar hasta dos tercios de la tierra
del pan de raíces. Un palillo chino pequeño y delgado es de utilidad al
limpiar el pan de raíces. Puede eliminarse con menos riesgo más cantidad
de tierra de las raíces de los árboles caducos que de las coníferas.
El procedimiento de volver a colocar este bonsai en su maceta es el mis-
mo que para árboles mayores, pero una vez colocado de nuevo en su mace-
ta es mejor situar el bonsai mame en un invernadero o en un marco frío
durante unas pocas semanas, para que se rycupere del shock del trasplante
y se restablezca en su maceta.
El riego, especialmente durante los meses de verano, es un aspecto im-
portante de los cuidados a proporcionar a un bonsai mame. Es costumbre
entre los aficionados británicos el colocar las pequeñas macetas sobre arena
empapada de agua, o enterrarlos parcialmente en turba mojada de modo
que los árboles no mueran a causa de falta de agua durante un día caluroso
en que su propietario esté trabajando. .Ésta es una solución práctica y sen-
sata a un problema, pero debe indicarse que es en detrimento del creci-
miento del mame bonsai. Existe una tendencia en tales casos de sobre-
hurnidificación, de que las raíces crezcan a través de los agujeros de dre-
naje hacia las húmedas y frías arenas o turbas. Rápidamente se vuelven
gruesas y bastas, y el crecimienlo de la parte superior de la planta es asi-
mismo desproporcionado. El suministro conslante de humedad activa de-
masiado el crecimiento de un árbol, que se desea permanezca pequeño.
El bonsai mame cuidado en la forma más idónea posible, debe recibir
tan poca agua como sea posible para mantener su vida y salud. De este
modo, el crecimiento será limilado y en adecuada armonía con el árbol.
Los fertilizantes deben usarse regularmente, pero con moderación, siendo
el objetivo conseguir un bonsai sano. Los fertilizantes líquidos son de más
fácil aplicación y también los que se utilizan para árboles frutales, como
por ejemplo para tomateras, son preferibles ya que no estimulan el creci-
miento de brotes verdes y jugosos sino la producción de ramas maduras.
Durante los meses de invierno, el mame bonsai debe recibir la protec-
ción de un marco húmedo. De otro modo las raíces, estando en macetas
tan pequeñas, son vulnerables a un proceso repetido de hielo y deshielo
que ocasiona rotura de las células de las raíces. Pero durante el verano
deben, igual que otras plantas, recibir mucha luz solar, y si puede mante-
- - - - - - -- - - - - - - 67 - - - - - -- - -- - -- -
"LOS PANTANOS"
Taxodium disLichum
(Ciprés de los pantanos)
Este elegante y alto grupo de tres grandes árboles ha sido plantado recien-
temente y está al comienzo de un período de tratamiento diseñado para
mejorar su unidad.
Los taxodiums muy pocas veces se usan para bonsai en Gran Bretaña, a
pesar de ser de fácil cultivo, responder bien al tratamiento y presentar mu-
chos menos problemas en su cuidado diario que muchos otros árboles.
Toleran el permanecer sobre agua durante largos períodos, y en realidad
estos tres crecieron durante 10 años en tiestos colocados en un estanque.
Durante este período recibieron un tratamiento mínimo, estando su poda
limitada a la limpieza dos veces al año de las ramas demasiado largas.
Luego fueron podados más intensamente durante un año, eliminándose
completamente ramas no deseadas, especialmente las situadas cerca del
ápice o vértice, y se alambraron las ramas laterales.
En este período llegaron a Londres, para permanecer durante los me-
ses de invierno en otro estanque antes de podar sustancialmente su cepe-
Uón con el fin de poder plantarlos en un suiban (recipiente muy plano,
sin agujeros) Yamaki, rectangular. Este tipo de recipiente no es adecuado
para casi ningún bonsai debido a la ausencia de agujeros de drenaje, a
pesar de que el material en que está fabricado tiene cierta porosidad. Los
árboles se plantaron a primeros de marzo, y entonces se colocó el grupo
en un invernadero en un pedestal con calefacción para alentar el creci-
miento de raíces.
El taxodium produce sus hojas más tarde que la mayoría de árboles
y el follaje apareció ese año a principios de mayo. Se plantaron cuidadosa-
mente, alrededor de los árboles, helechos enanos y se organizó en forma de
paisaje la tierra de la maceta, creando el efecto de la ori lla de un lago.
Esto actuaba como contraste a la fuerte naturaleza vertical de la planta-
ción y complemento del fino y plumoso follaje. Se cubrió cuidadosamente
el suelo con musgo, sugiriéndose el «lago» mediante una pequeña zona de
grava blanca situada en la parte frontal de la maceta.
Estos taxodiums se exhibieron en la Muestra Floral de Chelsea de 1981,
y se convirtieron en la plantación en grupo del año. Los visitantes se sor-
prendieron cuando conocieron su edad, ya que los troncos poseían el ca-
rácter y el interesante color rojo que contrasta tan bien con el verde suave
de sus hojas. Muy atractivo en otoño cuando el follaje toma un rico color
caoba rojizo antes de caer, el grupo es conocido como «Los Pantanos».
( «The Swamps» ). Su altura actual es de 88 cm y el recipiente mide
52,5 X 35 X 4 cm.
"LOS PANTANOS"
Taxodium distichum
(Ciprés de los pantanos)
"LA ROCA ESCOCESA"
- - - -- - - - - - -- - 72
CAPITULO QUINTO
BONSAI DE INTERIOR
- - - - - - - - - - - - 73
/oven granado cultivado a partir de wi esque;e y
mostrando los resultados de una ligera poda inicial
durante un período de cuatro meses.
puede producir un excelente bonsai del tipo mame en dos años. Para aque-
llos que disponen de más espacio y que desean un árbol mayor, el rápido
crecimiento y la gran respuesta a la poda del granado les proporcionará
en cuatro o cinco años un árbol de buen tamaño, frondoso. Para ayudar
al crecimiento, debe colocarse el árbol en una maceta adecuada y expo-
nerlo a la mayor radiación solar posible.
A partir de los dos años, el granado florecerá siempre que se haya
podado cuidadosamente y disponga de mucha luz solar, pero al principio
es mejor concentrarse en conseguir el tamaño y la forma adecuados. Una
vez esto se ha conseguido, puede ser agradable dedicarse a conseguir
ílorcs.
Los granados pueden propagarse con éxito a partir de esquejes de
brotes medio maduros, tomados en julio con talón y colocados en un
marco propagador con turba y arena y calentado a una temperatura desde
16 º hasta 18,5º (60º hasta 65 º F). Los esquejes arraigan rápidamente y
pueden colocarse en maceta tras pocas semanas.
La familia de los olivos (Oleaceae) consta de d iversos tipos de árboles
que pueden tratarse fácilmente como bonsai. El olivo tradicional, Olea
europaea, puede cultivarse a partir de la semilla contenida en una aceituna,
o a partir de esquejes o serpollos. Igual que el granado, el olivo no nece-
sita temperaturas elevadas pero agradece la luz del sol.
BONSAI DE INTERIOR - -- - - -- - - -
- - - - - - -- - - - - 78
Muchos bonsai de interior sufren de la sequedad de ambiente. Aque-
llos árboles que proceden de climas húmedos deben mantener su grado de
humedad. Dichos árboles pueden colocarse en una bandeja honda que
contenga grava limpia o arena, que debe regarse al mismo tiempo que
los árboles. El agua se evaporará de la arena durante el día lo que propor-
cionará el microclima húmedo adecuado a los pequeños árboles. Ya hemos
mencionado que ello ayudará también a prevenir infecciones por araña
roja.
La mayoría de los bonsai de interior aprecian una recolocación anual
en maceta, una alimentación regular a base de un íertilizante de uso ge-
neral bien diluido, y un ocasional «lavado» con agua limpia, mediante
la utilización de un pulverizador o una cabeza de ducha de finos orificios,
para mantener su follaje limpio y fresco. Algunas variedades crecen con
gran rapidez durante los meses de verano y ello, junto con una poda
regular, producirá dividendos al crear rápidamente la forma que condu-
cirá a la formación de un atractivo árbol.
La persona que desee cultivar árboles de clima cálido a partir de se-
milla verá su tarea simplificada si utiliza un propagador pequeño, que se
caliente eléctricamente y que se controle mediante termostato. Sin embargo,
si se procede con cuidado, también pueden obtenerse resultados utilizando
un radiador o una caldera como fuente de calor para la germinación.
El bonsai, tanto de interior como de exterior, y en particular tras el
tratamiento inicial, aparece más realzado en una maceta no muy profunda.
Ya que los recipientes para bonsai de interior no es necesario que sean
a prueba de heladas (a pesar de que deben ser porosos, tener agujeros
de drenaje y poder permanecer «de pie»), son ligeramente más fáciles de
encontrar que los recipientes para bonsai exterior, que casi siempre deben
obtenerse a través de un suministrador especial.
Un problema que se plantea en el cultivo de árboles tropicales, es la
escasez de literatura disponible que pueda ayudar al principiante a conocer
las condiciones en que dichos árboles se desarrollan. Ello puede paliarse,
hasta cierto punto, hablando con personas que conozcan bien los países de
origen de los árboles. El recoger información sobre los diversos aspectos
de su crecimiento natural, hábitos de sol o de sombra, de la jungla o del
desierto, o bien de sus dimensiones, puede facilitar los mismos conoci-
mientos que una guía de cultivo convencional. Tales contactos también
pueden, quizá, proporcionar fuentes adicionales de obtención de semillas y
son, por lo tanto, de gran interés para el cultivador de bonsai de interior.
CAPITULO SEX'l'O
TRATAMIENTO
pios árboles a partil' de plantas jóvenes. Las fuentes donde encontrar ma-
terial pueden extenderse desde plantones especiales para este propósito,
jóvenes árboles silvestres o esquejes con raiz, hasta felices «accidentes»
hallados en centros de jardinería. El aspirante a coleccionista debe sentir
cierta simpatía por el bonsai que quiere conseguir, un interés por su for-
ma y desarrollo previsto y, muy importante, debe conseguir más de un
ejemplar del joven árbol que desee. Tanto para el coleccionista experi-
mentado como para el novel, existe un sentimiento de frustración en la
espera hasta que un árbol comienza a desarrollarse, sentimiento que pa-
rece desaparecer cuando el interés se divide entre diez árboles o más. Tam-
bién la habilidad en el trabajo se desarrolla antes, cuando se tratan diver-
sos árboles, de modo que cada árbol proporciona placer en menos tiempo,
comunicando inspiración a su cuidador.
Antes de explicar con mayor detalle las técnicas utilizadas para tratar
y mantener los árboles bonsai, es quizá conveniente hacer una pausa para
considerar si existen razones, distintas de los dictados de la moda y tra-
dición japonesas, por ]as que los bonsai deban cultivarse en la forma en
que se cultivan. Los primeros cultivadores japoneses dispusieron de poca
ayuda de la ciencia hortícola y desarrollaron sus métodos mediante una
combinación de conocimientos heredados y experiencias y errores. Esta
acumulación de experiencia a lo largo de muchos años les enseñó las limi-
taciones de su artesanía y facilitó que los árboles fueran tratados con la
mayor rapidez posible, del modo que mejor se adaptaba a cada especie.
Las posibilidades prácticas combinadas de este modo produjeron un resul-
tado estéticamente placentero.
Existen dos características propias de un bonsai bien trabajado y ma-
duro, que no tienen nada que ver con el estilo en el que se les trabaja. En
primer lugar, el espacio comparativamente amplio entre ramas individua-
les necesario para la creación de un atractivo efecto utilizando pocas ra-
mas. En segundo lugar, a pesar de que estas ramas se abren en todas di-
recciones, tienen poco grosor, el follaje emerge directamente tanto de las
ramas jóvenes como de las viejas, y casi cada hoja se muestra a sí misma.
La apariencia global resultante es quizá reminiscente de, y tan impresio-
nante como, un viejo y noble cedro del Líbano situado en un bello parque.
Es interesante el enterarnos, a través de investigaciones recientes en ]a
fisiología de las plantas, que los estilos tradicionales en los que se trata los
bonsai no son tan sólo atractivos estéticamente, sino que permiten que los
bonsai funcionen eficazmente como plantas vivas.
Mucha gente sabe que cualquier planta verde es capaz de vivir y crecer
debido al proceso conocido como fotosíntesis, es decir, la capacidad de
Jas hojas de fabricar glucosa y otras sustancias orgánicas complejas utili-
zadas en la producción de células, a partir del dióxido de carbono, el agua
y la energía solar. A pesar de que la eficacia de las hojas para llevar a cabo
este proceso se ve afectada por un número de factores diversos, como por
ejemplo la concentración de dióxido de carbono, la velocidad del viento,
etc., el factor más importante con relación a la eficacia es la luz. Es decir,
una hoja puede hacer la fotosíntesis con mayor eficacia a plena luz y,
si está a la sombra, esta eficacia se ve reducida. Si una hoja está oculta
de la luz por otras cuatro o cinco hojas, no puede realizar por más tiempo
- - - - -- - - - - - MANUAL DE BONSAI - - - - - -- - -- -
HERRAMIENTAS NECESARIAS
El cultivador novel de bonsai puede sentirse mal equipado para comenzar
a podar y a colocar alambres en sus jóvenes árboles. La mayoría de herra·
mientas de jardinería del mundo occidental están diseñadas para su utili-
zación en grandes arbustos, rosales, etc. y aparecen como demasiado gran-
des y poco manejables para trabajar en un pequeño bonsai. Existe una
amplia gama de herramientas adecuadas que se fabrican en Japón, espe-
TRATAMIENTO
A B e o E F G
83
- - -- - - -- - - - MANUAL DE BONSAI - - -- - - - -- -
Gato. Si hay que doblar ramas grandes o troncos los japoneses utilizan
una herramienta conocida como «gato». Consiste en una placa de metal
rectangular, a través de la que están atornillados a ambos extremos dos
piezas de metal en forma de gancho y entre ellas, también atornilladas a
través de la placa, una pieza de metal de terminación plana. Se utiliza
como pivote, los ganchos empujando desde ambos lados para doblar la
rama en un punto determinado. Esta pieza es totalmente ajustable. Una
herramienta de este tipo puede ser realizada por cualquier persona con
disposición para realizar trabajos en metal. Es muy útil cuando se trabaja
con árboles grandes.
85
"EL ARCE SILVESTRE"
Acer palmatum "Chisio"
(Arce silvestre rojo japonés)
Este viejo bonsai muy delicado produce gran placer en primavera cuando,
durante varias semanas, sus largas hojas y tallos en desarrollo tienen
un color rojo cereza claro. Fue importado a Gran Bretaña en 1969 por un
coleccionista privado, que lo trató cuidadosamente durante varios años
antes de que pasase a otra colección. Tras un tiempo sufrió bastantes des-
cuidos debido a la frecuente ausencia de su propietario, y hace pocos
afias se incorporó a la colección de la autora.
Se encontró con que se habían eliminado algunas ramas muertas y que
otras estaban muriendo, a lo que había que añadir una fuerte infección
de insectos de escamas que, de no eliminarlos, hubieran acabado con el
árbol. Se eliminaron los insectos manualmente, ya que los arces silves-
tres rojos reaccionaron adversamente a cualquier clase de insecticida en
spray. Se eliminaron los tocones de madera muerta y se recortaron canti-
dades considerables de crecimiento leñoso muerto.
Este bonsai, a diferencia de la mayoría, tiene, hasta el momento de
escribir, registrada su historia a lo largo de 144 años, y fue cuidado por
tres generaciones de una misma familia japonesa durante 71 de estos años.
El haber permitido la muerte de este árbol hubiera sido perder un trozo
de historia, pero afortunadamente ahora se encuentra fuerte y vigoroso.
Anteriormente estaba plantado en la maceta que ahora contiene «El
Gran Manzano Silvestre», y hace cuatro o cinco años se le plantó en su
actual maceta oval, plana, blanca vidriada, de 62,5 X 45 X 7 cm, que
realza la elegante curva que se forma en la base del ancho tronco. Su
anchura actual es de 29 cm.
Actualmente se está trabajando para modificar su silueta, en lentas
etapas, mediante una poda selectiva para darle un mejor equilibrio. La
zona situada a la derecha debería ser más ancha, ya que es de ahí de
donde sale la rama más baja.
Este bonsai es poco corriente, no sólo por su tamaño, edad y calidad,
sino también por el hecho de que parece crecer de sus propias raíces. Los
ejemplares recientemente importados de Acer palmatum «Cbisio» del Japón
han sido siempre plantas injertadas y éstas son muy difíciles de enraizar,
y es muy improbable que los esquejes sobrevivan a su primer invierno.
Es un ejemplar magnífico, realzado cada primavera por follaje de tonalidad
única y que es un recordatorio de la gloria que alcanza su llamativo color
otoñal, aunque sólo por pocos días. En consideración a su calidad se le
denomina simplemente «El Arce Silvestre» ( «The Maple» ).
"EL ARCE SILVESTRE"
,.
"PINO DE ANA"
Pinus parviflora
(Pino blanco japonés)
ALAMBRADO
La colocación de alambres en troncos y ramas de bonsai para obtener las
formas necesarias, es un método comparativamente moderno de tratamien-
to que permite una mayor libertad de estilo que la sola utilización de la
poda a largo plazo, y ligazones.
El alambre preferible para bonsai es el de cobre, que se hace más suave
sometiéndolo a calor a baja temperatura. Cuando está frío puede arrollarse
fácilmente alrededor de un tronco o de una rama, su flexibilidad impide
que se dañe la corteza. Cuando la rama se ha colocado en la posición
deseada y se ha dispuesto el grosor de cable necesario para sostenerla, el
cable se endurecerá y continuará manteniendo la rama basta que se halle
en posición. Los árboles a someter a este tratamiento deben ser sanos y
completamente arraigados en su recipiente. Los árboles débiles o enfermos
no deben utilizarse, ni tampoco aquellos que se hayan colocado reciente-
mente en sus tiestos, o aquellos que deban ser sometidos próximamente a
un cambio de maceta, ya que la tensión adicional de los cables puede ma-
tarlos. Al doblar una rama se tens~'l !os vasos de savia hacia el perí-
metro exterior de la curva. Tras un período de tiempo se ajustan a su
nueva posición pero una indecisión, que provoca el que una misma rama
se doble de distintas maneras, puede provocar un efecto de anillos en la
corteza, que también causará la muerte de la planta.
La longitud del cable deberá ser de alrededor del doble de la longitud
de la rama. Deberá, desde luego, fijarse a un extremo y ello se hace gene-
ralmente arrollando primero el cable alrededor del tronco justo debajo de
la rama. Seguidamente se enrolla alrededor de la propia rama en la direc-
ción en la que se desea se incline, desde el extremo más grueso al más
delgado, sin apretar demasiado para que no se dañe la corteza, ni tampoco
demasiado suelto de modo que exista un espacio entre el cable y la corteza.
A través de todo el proceso la rama debe mantenerse firme.
El cable debe aparecer limpiamente enrollado a lo largo de la rama, con
una distancia igual entre cada anillo. Una rama de un grosor aproximado
al de un lápiz necesitará normalmente un anillo de cable por cada 0,5 cm,
a lo largo de toda su longitud. Si el cable no fuera lo suficientemente
fuerte, deberán utilizarse dos piezas. Deberán enroscarse en la misma di-
rección y estar cerca uno del otro. Una vez colocado el alambre, la rama
- - - - - - -- - -- - 90
A. Anclaje de un cable para su utilización en una sola rama. B. Cable usado
para dos ramas adyacentes.
ESTILOS DE BONSAI
Puede decirse que un bonsai tiene un estilo particular según su crecimien·
to y tratamiento. Dentro de cada estilo existen variaciones individuales
entre uno y otro árbol.
VERTICAL RECTO FORMAL (Chokkan). Los árboles cultivados de esta
forma deben tener troncos rectos, regulares, y ramas bien espaciadas que
surgen del tronco y paralelas al suelo. No es corriente en Europa debido,
quizás, a la escasez de árboles jóvenes desarrollados en viveros que se
adapten a este estilo de tratamiento. Los árboles que más a menudo pue-
den verse como bonsai chokkan son: Cryptomeria japonica, Pinus parvi-
flora y P. thunbergii.
INCLINADO (Shakan). Estos bonsai son muy popuJares entre los princi-
piantes que algunas veces colocan en maceta un árbol alto en ángulo, en
un esfuerzo para reducir su altura. El bonsai shakan verdadero, sin embar-
go, debe aparecer equilibrado y sus ramas deben crecer a ambos lados del
tronco.
93
- -- - - - - - - - - MANUAL DE BONSAI - - -- -- - - - --
95 - - - - - - -- - - - --
A. El estilo vertical formal de bonsai
es el único que no se encuentra
en la naturaleza.
'
TECNICAS DE TRATAMIENTO
El estilo vertical informal. El estilo de bonsai más fácil para el principiante
es el estilo vertical informal o moyogi del tipo de «apariencia natural».
Difiere del vertical formal chokkan en que no deben seguirse tan rígida-
mente unas instrucciones para conseguir un resultado interesante.
El árbol seleccionado debe poseer un tronco vertical. Debe observarse
desde todos los puntos de vista. Si es demasiado alto, su altura puede re-
ducirse cortando la parte superior inmediatamente detrás de una rama de
crecimiento vertical, que entonces puede ser rodeada con alambre para
reforzar su verticalidad. El efecto fina] debe producir un árbol cuyo tronco
se va afilando desde la base hasta el ápice, y este último debe estar en la
vertical del centro de la base del tronco.
La primera rama (la más baja) es muy importante, ya que es la más
larga y gruesa del árbol. Puede estar a la derecha o a la izquierda del
tronco, pero nunca delante o detrás. Está normalmente situada a un tercio
de la altura del árbol. La segunda rama debe estar en el lado opuesto del
tronco en que está situada la primera y por encima de ella. Será ligera-
mente más fina y corta que la primera rama. La tercera rama debe estar
colocada en el lado opuesto a la segunda y a su vez debe ser más fina y
corta. Entre las ramas uno, dos y tres existen ramas traseras que deben
apuntar hacia la parte posterior del árbol, pero ligeramente hacia la dere-
cha o hacia la izquierda para que puedan verse. Deben ser más cortas que
las ramas laterales y de diámetro decreciente, en tanto aumenta su altura
en el tronco. Se acepta el crecimiento frontal de ramas situadas por encima
del nivel de los ojos, pero al igual que las ramas traseras deben apuntar
ligeramente hacia la derecha o hacia la izquierda y nunca directamente.
Deben alternarse hasta el ápice. Los bonsai se trabajan normalmente para
ser vistos con el nivel de ojos situado aproximadamente entre la mitad y
dos tercios de la longitud del tronco, de modo que puede aceptarse la
existencia de ramas frontales en el tercio superior.
Cuando un árbol joven tiene demasiadas ramas, el principiante puede
sentirse tentado de retirar todas las que no estén correctamente colocadas,
pero es mejor conservar la mayoría de ellas durante un tiempo. Su existen-
cia ayudará al desarrollo en grosor del tronco. Las únicas ramas que deben
eliminarse rápidamente cuando se comienza a tratar un árbol son las grue-
sas y toscas ramas superiores, totalmente desproporcionadas, y las ramas
que crecen frontalmente (situadas a la altura de los ojos). Estas últimas
,+x•,
Proporciones correctas de un 6rbo/ bonsai en relación a su maceta.
deben eliminarse mientras son todavía pequeñas, para minimizar las posi-
bles cicatrices que se producirian en la corteza del tronco.
El espacio entre las ramas seleccionadas debe disminuir a medida que
las ramas son más delgadas y pequeñas. Ello proporcionará el efecto de un
árbol bien equilibrado y proporcionado. El ángulo que se seleccione afec-
tará a la apariencia final del árbol. En general, todas las ramas de un bon-
sai se inclinan en un mismo ángulo, bien sea con inclinación hacia abajo,
horizontal o hacia arriba. Excepcionalmente algunos árboles poseen ramas
inferiores que se inclinan hacia abajo, cambiando a una posición horizon-
tal en tanto se sube por el tronco y finalmente, en el ápice, apuntando hacia
arriba, creando el efecto de un árbol joven y de vigoroso crecimiento.
101
Primer plano mostrando detalles del alambrado de un Acer palmatum criado en
un plantel y tratado en estilo cascada.
102
Juniperus chinensis importado del Japón en 1961, y ahora de alrededor de 90
años, tratado en el estilo de semicascada. Está plantado en una maceta Yamaki
honda y cuadrada magníficamente adecuada para este estilo de bonsai.
103
U N GRU PO DE HAYAS
Fagus crenata
(Haya del Japón)
Fagus crenata
(Haya del Japón)
"EL GRAN MANZANO"
Malus
(Manzano silvestre)
"EL GRAN MANZANO"
Malus
(Manzano silvestre)
108
TRATAMIENTO
ºo o
o
o
o
Plano y vista elevada de un bonsai de plantación en grupo. Nótese que los árbo-
les con troncos más gruesos deben ser también los más altos y situados más
· cerca de la parte frontal del grupo.
109
- - - -- - - - -- - MANUAL DE BONSAI - - - - - - - - - - -
del grupo pueden inclinarse ligeramente hacia fuera, sus ramas exteriores
extendiéndose en el espacio. Ello proporciona una sensación de realidad,
ya que los árboles de tamaño natural que crecen en los bosques crecen
hacia la luz.
La plantación de un grupo puede tomar un cierto tiempo, debido a lo
complicado de mantener cada árbol en la posición correcta y el hecho de
que existe poco espacio entre ellos para permitir el movimiento de las
manos. Sin embargo, el tiempo que se les dedica queda compensado
cuando se contempla el resultado final, que es mejor si se ha tenido la
precaución de contornear la superficie de la tierra para realzar el efecto
global. Normalmente el punto más alto estará situado detrás de los árboles
más altos, descendiendo hasta los árboles más pequeños en la zona lateral
y trasera y en los extremos del recipiente.
Para completar el efecto, debe cubrirse cuidadosamente el suelo con
musgo. Es más efectivo el utilizar un musgo más oscuro bajo los árboles
pero no es en reaJidad necesario el colocar piedras, grava, pequeñas figu-
ras u otros artefactos para sugerir una escena. La plantación debe ser lo
suficientemente realista y bella en sí misma. ¡Dejemos que la imaginación
sea la que sugiera algo más!
llO
Ejemplar de 100 alios de Junipcrus chinensis tratado en el estilo balsa.
mayormente hacia un solo lado del tronco y cuyas ramas inferiores no son
demasiado grandes.
En principio el árbol seleccionado debe tumbarse sobre un lado y es-
tudiarse, y deben eliminarse las ramas de crecimiento inferior que no son
necesarias, o las ramas pequeñas e insignificantes. También puede elimi-
narse el crecimiento que pueda existir en el tercio inferior de las ramas
restantes. Si se necesita colocar alambres debe hacerse en este momento,
y se trabajará cada rama por separado. Debe prepararse una caja honda
de madera, lo suficientemente larga para contener el árbol echado sobre
un lado y su cepellón.
Pueden practicarse hendiduras en diversas zonas de la corteza de la
parte inferior del tronco y tratarse las áreas cortadas con polvo de enraizar
para ayudar a estimular el desarrollo de raíces. Entonces debe colocarse
el árbol en la caja, de modo que su tronco se sitúe horizontalmente. Se
añade tierra, que debe ser muy arenosa, hasta que el tronco se halle cu-
bierto por 2,5 a 5 cm con las ramas asomando a través de la tierra.
El tiempo necesario para el desarrollo suficiente de raíces a partir del
tronco, que permita soportar el crecimiento de las ramas sin ayuda del ce-
pellón original varía según el tipo de árbol. Árboles como el arce nece-
111
Este Pinus thunbergii tiene la apariencia de una plantación en balsa, pero, en
realidad, es una composici611 de tres árboles separados plantados por la autora
en 1979.
sitarán de uno a dos años, mientras que un pino blanco japonés puede
tardar de cinco a diez años. Durante el período de espera, debe dedicarse
mucha atención a las ramas, desde colocarles alambres hasta podarlas
y recortarlas.
Cuando se hayan formado las raíces suficientes para soportar el cre-
cimiento, puede retirarse un extremo de la caja y cortar el cepellón.
Seguidamente se vuelve a colocar el extremo de la caja y la «balsa» re-
cién creada puede dejarse en la caja durante un tiempo para asegurar
la operación. Entonces puede retirarse y envasarse en una caja plana de
tratamiento o en una bandeja adecuada. No debe tratarse de realizar un
tratamiento intensivo hasta que el árbol se ha habituado a su nuevo reci-
piente, pero las ramas, si están colocadas en posición, pueden ser despoja-
das del alambre y realizar en eUas los recortes necesarios.
112
TRATAMIENTO
113
Bonsai tratado en el estilo agarrado a la roca. Lleva ya muchos años establecido.
t 14
TRATAMIENTO
Pinus parviflora creciendo sobre una roca de toba. La forma del árbol se ve
realzada por la roca angulosa.
115
- -- - - - -- - -- MANUAL DE BONSAl - - - - - - - -- - -
116
TRATAMIENTO
117
Forma de 12 años de edad de Juniperus chinensis cineria. Este ejemplar tiene
ta,i sólo 15 cm de altura.
118
'l'IUTAMIENTO
119
Muchas plantas tratadas en estilo cascada pueden verse en esta bella exhibición
de crisantemos instalada por el Borough de Slough en una de las muestras en
Westmi11ster de la Real Sociedad de Horticultura.
· 120
TRATAMlENTO
ficación regular y una guía sustitutol'ia. Este proceso debe repetirse cinco
o seis veces durante los meses de crecimiento más activo, que van desde
primavera hasta septiembre u octubre. Mientras estén verdes todavía, las
ramas o los troncos pueden rodearse de alambres para producir curvas y
otros efectos, debiéndose realizar la colocación del alambre con sumo
cuidado.
En los años siguientes el crisantemo se trata mediante pinzado re-
gular para alentar la producción de brotes, y requerirá una alimentación
regular para mantener el buen crecimiento. Un crisantemo bonsai en buen
estado de salud mantendrá sus viejas hojas después de la floración, lo
cual es un indicio de que al año siguiente habrá una buena floración. No
son vigorosos y deben mantenerse en un ambiente sin riesgo de heladas
durante los períodos en que éste exista. Deben eliminarse los brotes basa-
les en cuanto aparezcan, ya que ello debilita a la planta madre.
Una vez al año, durante la primavera, los «árboles» deben sacarse y
replantarse en su maceta, sustituyendo una parte del viejo sustrato o suelo.
121
"EL OLMO DE WIRGA"
Ze/kova serrata
Zelkova serrata
"HORACE"
Juniperus rigida
(Enebro de aguja)
"HORACE"
Juniperus rigida
(Enebro de aguja)
Sin embargo, tras unos pocos años perderán cada vez más vigor (lo que
se indica por la incapacidad de la rama de producir nuevos brotes) y deben
tratarse nuevas plantas como sustitutas.
- - - - -- - ~ - -- ~ 126 - - -- - - - ~ - - - ~
TRATAMIENTO
TECNICAS DE PODA
El mantenimiento de una buena forma, una vez conseguido, es un as-
pecto importante del cuidado bonsai. Es también una ocupación compara-
tivamente sencilla y muy agradable, la técnica utilizada depende del hábito
de crecimiento del árbol. Un interesante beneficio secundario de la pose-
sión de bonsai es la acumulación de un conocimiento general sobre los
árboles, dando como resultado una mayor apreciación de éstos cuando se
contemplan en un bosque o en un parque ciudadano.
En primer lugar, cuando estamos hablando de poda debemos considerar
aquellos árboles cuyo crecimiento continúa a través de los meses de ve-
rano. Mayoritariamente de naturaleza caduca, entre ellos se incluyen olmos,
jóvenes arces, arces maduros en tridente, alerces, Zelkova. La conífera
cedro del Japón (Cryptomeria japonica) también se incluye. De estos ár-
- - - - -- -- - -- - - - 131 - - - -- - - - - - - - --
CAPITULO SEPTIMO
TECNICAS ESPECIALES
cepellón. Deben apoyarse los cepellones cuyo peso podría de otra for-
ma desplazarlas del punto de injerto. El primer politeno, de color claro,
debe seguidamente rodearse de politeno negro que, como anteriormente,
puede retirarse para realizar inspección. Esta técnica de injerto puede
también utilizarse para acortar el tronco de un bonsai demasiado alto,
utilizando algunas de sus propias raíces injertadas en un punto del tronco
seleccionado.
- - -- - - - -- - -- ~ 136 - -- - -- - - -- - - ~
TtcNICAS ESPECIALES
137 - - - - - - - - - - --
Ejemplar de Zelkova serrata, ahora de 1,15 m de alto, a pesar de que fue ex-
cavado como un árbol de 2,25 m de alto en 1976. Fue severamente podado y
1raspla11tado anles de que se tomara la fotografía en 1981. Si se toman ciertas
precauciones, los árboles pueden excavarse con éxito y trasplantarse a principios
de verano.
Fagus sylvatica
(Haya común)
"EL HAYA DE SOMERSET"
Fagus sy/vatica
(Haya común)
- - - - - - - - - ---~144 - - - - - - - - - - -- - -
TéCNlCAS ESPECIALES
PRESENTACION
verá resaltado en una maceta ovaJ, quizá incluso con bordes curvos. Un
pino, como ya hemos mencionado anteriormente, necesitará una maceta
algo más profunda, y normalmente está mejor en un tiesto rectangular sin
bordes y con los lados rectos. Las esquinas y pies de la maceta deben ser
simples y el efecto finaJ debe ser de potencia y vigor.
Los olmos en estilo escoba se colocan casi siempre en bandejas ovala-
das muy planas, sin bordes, sencillas, la tierra subiendo ligeramente hasta
la base del tronco, lo que proporciona un efecto de tranquilidad a un
bonsai bellamente formado cuyo encanto radica, no en sus curvas o en su
frondoso ramaje, sino en su delicada elegancia y perfección.
Los árboles en cascada se plantan en recipientes profundos para pro-
porcionar un equilibrio visual entre la maceta y las largas ramas colgantes.
Las ramas deben colgar más allá de la base de la maceta y sus extremos
no deben tocar el soporte. Estos recipientes pueden ser redondos, hexago-
nales o cuadrados. Los recipientes redondos acentúan las suaves curvas de
una cascada en estilo formal, mientras que los tiestos cuadrados propor-
cionan una impresión de vigor.
Con las baJsas, troncos gemelos y otros estilos que incluyen unos po-
cos troncos, lo ideal es utilizar un recipiente largo y poco profundo,
normalmente con una longitud de alrededor de un tercio de la altura del
tronco más alto. Sin embargo, un recipiente plano muy largo puede ser
preferible para crear un efecto de «campo junto a árboles».
Los árboles «literati» se plantan invariablemente en macetas muy
pequeñas, poco profundas, redondas o cuadradas. Una característica· inte-
resante de estos bonsai es que si ignoramos por un momento el largo y
delgado tronco enrollado y nos concentramos en la copa del árbol, ésta,
si se desgajase, también parecería bien plantada en la misma maceta y
algunas normas de elección pueden derivarse de ello.
La elección de forma y tamaño de los tiestos es, como ya se ha ex-
plicado anteriormente, de gran importancia para el efecto final, pero es
también necesario tener en cuenta otras características de las macetas, una
vez se han determinado las dimensiones básicas en relación con un bonsai
determinado.
La característica más obvia es el color. La gran mayoría de macetas que
se ven en Europa son «Kobeware», que es una cerámica no esmaltada de
color marrón oscuro, y se pueden obtener en una gran variedad de for-
mas y estilos. Existe también un número de macetas de un co]or verde
manzana apagado y azul oscuro, rectangulares que, a pesar de presentar
menor variedad en gama de estilo, pueden ser de utilidad en a]gunas
ocasiones.
Existe un acuerdo general entre los especialistas y coleceionfatas de
bonsai, tanto del Este como de Europa, por el que los bonsai de coníferas
se adaptan mejor a recipientes sencillos de colores naturales. Esto, para el
coleccionista europeo, significa generalmente la utilización de macetas
«Kobeware» marrón oscuro, aunque algunos coleccionistas están ahora
comenzando a utilizar las macetas « Yamaki», de gran elegancia y elevada
calidad, y que presentan mayor sutileza en el colorido. Su gama de color
se extiende desde un marrón arena hasta un gris plateado y un gris bronce,
y resaltan mucho la apariencia de un buen bonsai. La marca «Kataoka-
Un bonsai de tronco múltiple Acer buergeranum exhibido con ventaja con su
entrega de raíces bien evidente. La super/icie de la maceta está netamente recu-
bierta de grava y la bandeja oval lubrificada.
PLAGAS Y ENFERMEDADES
Ácaro araña roja. Es ésta una seria plaga para las plantas, ataca tanto
a las de interior como a las de exterior, incluyendo los bonsai, especial-
mente cuando el ambiente es seco. Los ácaros pueden detectarse a partir
de las diminutas telarañas que forman y ocasionan la deshidratación de
la planta. Gcasionarán serios problemas a enebros y otras coníferas y
deben tratarse tan pronto como se detectan. Los bonsai perennes de exte-
rior toleran las pulverizaciones de insecticidas sistémicos líquidos, pero
es mejor prevenir que curar y, tal como hemos indicado anteriormente,
el mantenimiento de un ambiente húmedo alrededor de la planta durante
los meses de verano ayudará muchísimo a evitar este problema.
Babosas. Las babosas pueden comer el follaje de los bonsai y causar daños
en sus raíces. Se sienten atraídas por los cebos de babosas, por Jo tanto
es mejor eliminar esas bolitas (ver «junio» en el capítulo 4). Los sapos
comen babosas y otros muchos insectos. La colocación de un pequeño
estanque rodeado por una pocas piedras, helechos y césped, animará a los
sapos a vivir ahí y posiblemente circularán por el jardín. Las ranas son
también útiles. Pueden obtenerse huevas de dichos animales, en prima-
vera, de los niños de la escuela local. A las babosas no les gusta el des-
plazarse a través de grava de grano grueso, por 1o tanto el colocar las
macetas sobre este material las hace menos accesibles.
Caracoles. Son menos molestos que las babosas, pero debe recordarse que
se entierran en el suelo. Quítelos en cuanto los vea.
Acer buergeranum
(Arce silvestre trífido japonés)
"EL GINKGO SIN NOMBRE"
Ginkgo biloba
(Arbol de Venus)
"EL GINKGO SIN NOMBRE"
Ginkgo bi/oba
(Arbol de Venus)
que ello pudiera ocurrir deben colocarse redes alrededor de los árboles.
Moscas blancas. Están relacionadas con los áfidos, a pesar de que los adul-
tos parecen mariposas diminutas. Ocasionalmente afectan a las jóvenes
hayas y a los manzanos silvestres, alimentándose en su savia y segregando
rocío de miel, que es un síntoma de su presencia. Las hayas y los manza-
nos silvestres pueden rociarse con piretro. Otros árboles deben aclararse
con agua y detergente líquido.
Mancha de coral, hongo que medra en madera muerta, que puede convertirse en
parásito.
ENFERMEDADES
Al parecer, los árboles bonsai sufren de muy pocas enfermedades, qu1za
debido a las buenas condiciones generales en que se mantienen. Sin em-
bargo, unas pocas enfermedades pueden aparecer en árboles debilitados. y
seguidamente las detallamos.
PLAGAS Y ENFERMEDADES~~~ ~~ ~ ~ ~ ~-
Agalla de azalea. Es este un hongo que viaja por el aire y que ataca las
azaleas, penetrando sus esporas en el tejido de las plantas. Tras algunos
meses las agallas sustituyen a las hojas o a las flores. En principio son de
color rojo o verde, volviéndose blancas. Una vez blancas,. estas agallas
están preparadas para dispersar más esporas, por lo tanto elimínelas antes
de que ello ocurra.
Agallas de corona. Es una enfermedad bacteriana de las raices que produ-
ce unas plantas débiles, aturdidas. La bacteria se introduce por las heridas
de la raíz y se multiplica en agallas. Puede observarse en las raíces una
cadena o un racimo de agallas. El problema se agrava cuando se empapan
de agua, pero no es común en los bonsai a pesar de que se ha detectado
en las raíces de importantes Cotoneaster, Pyracantha o Juniperus chinensis.
Enfermedad del olmo holandés (Ceratocystis u/mi). Los escarabajos de la
corteza del olmo -originados a partir de los huevos depositados en olmos
enfermos-- propagan esta devastadora enfermedad de hongos, transmi-
tiendo las esporas en tanto se alimentan de los brotes jóvenes de un árbol
saludable.
Las esporas penetran a través de heridas producidas por los escaraba-
jos y seguidamente se produce una resina que ocasiona la muerte de las
ramas y eventual muerte del árbol.
Es más eficaz el ejercer una prevención que el tratar de curar; rocíese
el tronco y las ramas durante la primavera con un insecticida sistémico.
Moho. Bajo este nombre se agrupan diversos tipos de moho, todos los
cuales son una enfermedad producida por hongos identificables por un
polvillo que recubre las hojas. Se da más en veranos húmedos y puede ala-
car al bonsai de roble, espino, manzano silvestre (y manzano) y Carpinus.
Todos estos árboles pueden pulverizarse con un fungicida sistémico ade-
cuado para arbustos ornamentales, y las ramas que estén muy afectadas
pueden cortarse.
GLOSARIO DE PLANTAS
Acer campestre (arce del campo). Vigoroso, caduco. No tan adecuado para
su tratamiento bonsai como el A. palmatum o el A. buergeranum, pero
puede convertirse en un atractivo árbol vertical, de tamaño medio, informal.
Propagación Semillas.
NECESIDADES DE CULTIVO Las mismas que para el A . buergeranum.
Acer palmatum «Chisio» (Arce Chisio). Casi vigoroso. Caduco. Una bella
variedad del anterior adecuado para su cultivo en estilo erecto. Famoso
por la recoloración de su follaje en primavera.
Propagación Injerto.
NECESIDADES DE CULTIVO Las mismas que para el Acer palmatum.
NOTA Debe protegerse en invierno.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Primavera.
Poda Recorte de ramas en verano, siempre que el árbol esté bien
nutrido.
Alambrado Verano.
Abono Manténgase bien nutrido.
Enfermedades Relativamente sin problemas.
NOTA Protéjase del sol muy fuerte. Manténgase bien regado.
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GLOSARIO DE P L A N T A S - - - - - -- - -
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- - - - - - -- -- MANUAL DE BONSAI - -- -- - - - --
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada dos afios en marzo o septiembre, utilizando la mezcla
compuesta para coníferas.
Poda Pódense los brotes de la nueva estación mientras todavía
estén verdes. Las ramas deben podarse en septiembre.
Alambrado Octubre.
Abono Aplicarlo en abril, mayo y septiembre.
En/ermedades Relativamente sin problemas.
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GLOSARJO DE PLANTAS - - - - - - - - - -
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MANUAL DE BONSAI - - - - - -- - -- -
Crataegus monogyna (espino). Vigoroso, caduco. Con flor. Ideal para di-
versos estilos de bonsai ya que posee un fino crecimiento de ramas. Hojas
GLOSARIO DE PLANTAS
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Una vez cada dos a cuatro años en abril, utilizando la
mezcla de sucio de coníferas. Evítese el replantado antes
del plazo indicado.
Poda Pinzar en cuanto vayan brotando, para manlener la bue-
na forma del árbol y un crecimiento denso y espeso.
Alambrado No aplicar.
Abono Aplicar en abril o mayo y en otoño.
Enfermedades Generalmente sin problemas.
Daphne retusa. Vigoroso, perenne. Con flores. Este atractivo arbusto alpino
posee hojas en forma de huevo, de un color verde oscuro, lustroso, y flores
de un color rosa-púrpura, que aparecen en racimos formados en los brotes
terminales en mayo y junio. Puede tratarse para formar un pequeño bonsai
interesante de esti lo informal.
Propagación Semillas o esquejes.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada dos años, en marzo, en una mezcla estándar.
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GLOSARIO DE PLANTAS
Euonymus alatus (huso alado). Vigoroso, caduco, con flores y frutos. Cul-
tivado por el color otoñal de su follaje, que rivaliza con el del arce, y sus
racimos de bayas. También posee una corteza interesante, lo que le pro-
porciona otra atractiva característica.
Propagación Semillas o esquejes.
NECESIDADES DE CULTlVO
ReplanJado A finales de marzo, o comienzos de abril, una vez cada
dos o tres años, utilizando la mezcla de suelo estándar
añadiéndole un poco de arcilla.
Poda Antes de la primavera, cuando aparecen las yemas . .
Alambrado Durante el principio del verano.
Abono Aplicar generosamente durante los meses de verano.
- - - - - - - - - - MANUAL DE BONSAI - - - - - -- - - -
Haya (Fagus sylvatica) tratada en el estilo azotado por el viento. Fue recogida
17 años antes y tiene ahora mds de 30 años.
Euonymus japonicus (árbol del huso japonés). Perenne, casi vigoroso. Muy
poco visto como bonsai en Europa pero frecuentemente utilizado en Japón,
posee un follaje muy brillante, curtido, y en mayo y junio ápices de 5 cm
de largo de flores de un blanco verdoso. Alguna vez, en otoño, produce
fru_tos de un color naranja brillante.
Propagación Semillas o esquejes.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Anualmente, en marzo.
Poda Acortar las ramas que no producen flores.
Alambrado No utilizar.
Abono Ocasionalmente, con un fertilizante rico en potasio y en
fosfato.
En/ermedades Generalmente sin problemas. '
NOTA Existen variedades caducas y perennes de husos y muchos
son adecuados para tratamiento. Las variedades caducas
son más vigorosas que las perennes.
- - - - - -- - - - - - - 178 - -- - - - - - - -- - -
Fagus sylvatica (haya). Vigoroso, caduco. Un árbol de cultivo fácil y atrac-
tivo. Es adecuado para la mayoría de estilos bonsai. Posee un colorido
otoñal encantador y mantiene sus bojas muertas en invierno.
Propagación Semillas.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada uno o dos años, utilizando la mezcla de compuesto
estándar.
Poda Elimínense los jóvenes brotes que no se deseen en cuanto
aparezcan.
Alambrado Trate de evitarlo.
Abono Ocasionalmente aplique un poco durante la estación de
crecimiento.
Enfermedades Ocasionalmente puede verse molestado por moscas blan-
cas.
NOTA Fagus sylvatica purpurea (haya de hoja oscura) F.s. hetero-
phylla (F.s. aspleni/olia, haya parecida al helecho) y F.
crenata (haya blanca japonesa) están indicadas para su
cultivo bonsai. Sus necesidades son iguales a lo indicado
en este apartado.
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- - - - - - -- - - GLOSARIO DB PLANTAS - - - - - -- - - -
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MANUAL DE BONSAI - - - - -- ----
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GLOSARIO DE PJ.A!l,'TAS - - - -- - -- - -
Alambrado No utilizar.
Abono Aplicar en abril y en septiembre.
En/ermedades Generalmente sin problemas.
Liquidambar styraciOua (liquidámbar americano). Vigoroso, caduco. Estos
árboles pueden tratarse a la manera de arces japoneses (Acer palmatum).
De hecho su follaje es muy parecido al de los arces y posee el mismo
intenso colorido otoñal. Mientras el árbol madura se presenta una corteza
de corcho.
Propagación Semil1as.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada uno o dos años, en abril, utilizando la mezcla de
suelo estándar.
Poda Pinzar el crecimiento que se presente en primavera y
verano.
Alambrado A primeros de verano, con cuidado.
Abono Aplicar entre mayo y septiembre.
Enfermedades Generalmente sin problemas.
Malus baccata (manzano silvestre). Vigoroso, caduco. Con flores. Existen
muchas variedades, híbridos y especies de manzano silvestre y la mayoría
de ellas se tratan fácilmente en estilo bonsai vertical informal. Preferente-
mente, seleccione variedades que den fruto pequeño.
Propagación Semillas, injertos.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Una vez al año, en marzo, con mezcla estándar.
Poda Recórtese tras la fl oración. Acortar las ramas después de
junio.
Alambrado Ramas viejas en invierno, brotes jóvenes en junio.
Abono Aplíquese una vez antes de la floración, y en septiembre.
Enfermedades Afidos, hongos.
Malus halliana. Vigoroso, caduco. Con flores. Un manzano silvestre ade-
cuado para su tratamiento como mame bonsai, así como para otros estilos.
Propagación Semillas, injertos.
NECESIDADES DE CULTI VO
Replantado Cada dos años a finales de marzo. Es esencial hacerlo si
el ejemplar está quedando limitado en su maceta. Tam-
bién puede realizarse en septiembre si se le alimenta.
Poda Ligeramente, en verano.
Alambrado En verano.
Abono Aplicar antes de la floración y a últimos de verano.
Enfermedades Afidos, hongos.
NOTA Evítese dañar la corteza.
Metasequoia glyptostroboides (secoya). Conífera caduca, vigorosa. Un ár-
bol muy elegante de bello color. Los brotes jóvenes son de un verde claro
que cambia a rosa, luego a rojo y a marrón, antes de caer a mitades de
noviembre. Ahora se está plantando mucho en Europa, y esta conífera
de la era fósil redescubierta en un remoto lugar de la China en 1941,
demuestra gran potencial para su tratamiento en estilos verticales.
GLOSARIO DE PLA.~'TAS
Propagación Esquejes.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada dos años a finales de marzo, utilizando la mezcla de
suelo de coníferas.
Poda Pinzar los brotes a medida que se alargan.
Alambrado Octubre y mayo.
Abono Aplíquese en abril, mayo y otoño.
Enfermedades Generalmente sin problemas.
NOTA Como bonsai este árbol debe recibir protección en invierno
en un invernadero frío o en condiciones similares.
Moros nigra (morera negra). Vigorosa, caduca. Ocasionalmente tratada en
bonsai pequeño, vertical informal. Las hojas se reducen bien y poseen una
forma atractiva.
- - - - -- - - -- MANUAL DE BONSAI - - - - - -- -- -
Propagación Esquejes.
NECESIDADES DE CULTI VO
Replantado Una vez cada dos años a finales de marzo, utilizando la
mezcla de suelo estándar.
Poda Pinzar los brotes jóvenes. Evítese la poda de las ramas
largas.
Alambrado Evítese.
Abono Aplíquese en abril y en septiembre.
En/ermedades Generalmente sin problemas.
- -- -- - - -----~186 - - - - - - - - - - - - ~
GLOSARIO DE PLANTAS
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada cinco o seis años, en primavera o a principios de
verano, utilizando la mezcla de coníferas y añadiendo
mantillo.
Poda El nuevo crecimiento debe pinzarse a finales de septiem-
bre.
Alambrado Desde diciembre hasta febrero, evitando los períodos de
heladas.
Abono Moderadamente en primavera y a finales del verano.
Enfermedades Relativamente sin problemas.
Picea jezoensis (pícea yezo). Vigorosa, conífera. Esta pícea, muy atractiva
y de denso ramaje, se ve muy poco como bonsai en Europa, quizá de-
bido al largo período de prohibición de su importación del Japón. La
falta de ejemplos probablemente ha inhibido la utilización de otras píceas
como bonsai. Algunas de ellas son muy válidas para su tratamiento y darán
como resultado árboles adecuados para grupos o plantación sobre rocas
así como tratados individualmente en la mayoría de estilos verticales.
Propagación Semillas.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada cuatro o seis años, utilizando la mezcla de suelo
de coníferas.
Poda Elimine los brotes en junio o julio.
Alambrado Desde octubre hasta el mes de abril siguiente.
Abono Aplíquese regularmente desde abriJ hasta noviembre.
Enfermedades Ácaro araña roja.
Pinus densiflora (pino del Japón). Conífera vigorosa. Este elegante árbol
es, desgraciadamente, poco visto en Europa, pero es una especie que puede
cultivarse fácilmente a partir de semillas. Es una conífera que responde
bien al tratamiento bonsai en todos Jos estilos.
Propagación Semillas.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada cuatro o cinco años, en marzo o abril, utilizando
la mezcla de suelo de coníferas.
Poda Elimínense !os brotes antes de que se desarrollen.
Alambrado Desde octubre hasta el mes de abril siguiente.
Abono Aplíquese en primavera y en otoño.
Enfermedades Afido lanoso.
Pyrus communis (peral). Vigoroso, caduco, con flores. Crece con facilidad
y es adecuado para el tratamiento vertical informal. Este árbol se cultiva
por la belleza de sus flores blancas que produce a principios del verano.
Propagación Semillas, esquejes.
NECESIDADES DE CULTIVO
keplantado Anualmente, a finales de marzo, utilizando la mezcla de
suelo estándar.
Poda Acórtense las ramas largas en invierno, dejando los espo-
lones de las llores.
Alambrado No aplicar.
Abono Aplíquese una vez en abril, después cada mes una vez se
han establecido los frutos.
Enfermedades Rocíese con un jabón de invierno (adecuado para árboles
frutales) para evitar problemas causados por plagas.
Quercus ilex (encina). Vigoroso, perenne. Más fácil de tratar que el roble
común, la encina posee un follaje muy oscuro, en contraste con el nuevo
crecimiento de tono plateado.
Propagación Lo mismo que para Q. robur.
NECESIDADES DB CULTIVO Lo mismo que para Q. robur.
Enfermedades Lo mismo que para Q. robur.
NOTA Existen muchas variedades de robles en Europa. Selecció·
nense bellotas para semilla de árboles que posean un fo.
llaje más claro que el promedio, para conseguir un mejor
color de invierno.
------------ 190----------- -
Poda Elimínense las yemas apicales en diciembre, para alentar
el crecimiento lateral. Recórtense los brotes jóvenes en
verano.
Abono Aplíquese en mayo y en septiembre.
Enfermedades Agallas de roble, hongos.
- - - -- - -- - - - - - 192 - - - - -- - -- - -- -
GLOSARIO DE PL.A.,,AS
- - - - - - - - - - - - - 193 - - - - - - - - - - - --
MANUAL DE BONSAf - - -- - - - - - -
Ulrnus parvifolia (olmo chino). Vigoroso, caduco. Popular por sus diminu-
tas hojas y corteza de corcho, se trata bien en la mayoría de estilos bonsai.
Propagación Esquejes.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Cada dos años, en marzo, utilizando la mezcla de sucio
estándar.
- - - - -- - -- - - - -- 194 - - - - - - - - - - - - -
Olmo chino (Ulmus parvifolia) tratado en el estilo de tronco inclinado. Este
árbol, importado en 1972, está recibiendo tratamiento intensivo corrector. La
pesada rama situada en el extremo superior izquierdo será próximamente elimi-
nada y la corona rebajada alrededor de 10 cm.
Zelkova serreta. Vigoroso, caduco. Las Zelkova (olmos del Japón) están
relacionadas con los olmos, y la Zelkova serrata goza de una justificada
popularidad tanto en Europa como en Japón. Adecuada para estilo verti-
cal informal, en escoba y en plantación de grupo, y también como mame
bonsai. Es fácil de cultivar, responde muy bien a la poda, y además posee
un excelente follaje otoñal.
Propagación Semillas, esquejes.
NECESIDADES DE CULTIVO
Replantado Un año sí y otro no, a finales de marzo, usando la mezcla
de suelo estándar.
Poda En cualquier momento.
Alambrado No es aconsejable, ya que deja marcas en la corteza.
Abono Utilizar en primavera y en otoño.
En/ermedades Cochinillas, áfidos.
- -- - - - - - - - - - - 196 - - - - - - - - - - - --
PROTECCION DEL BONSAI
EN INVIERNO EN CLIMAS RIGUROSOS
- - - - - - - - - - - - - 197 - -- - - - - - - - - -
- -- - - - -- - - MANUAL DE BONSAJ - -- -------
- ~ - - - - - - - - - - ~ 198 -~~~~~~~---~~
bonsai que se posea. Ya que necesitará cubierta, la forma más simple es
la rectangular, siendo mayor su longitud que su profundidad. Se necesitará
una profundidad de por lo menos 75 cm, preferiblemente mayor, especial-
mente si los bonsai a colocar son grandes.
Seguidamente debe colocarse una capa de 15 cm con virutas u otro
material similar adecuado para el drenaje, colocando encima una pieza de
malla de plástico fina para evitar que los materiales aislantes cuando
se añadan, caigan sobre el material de drenaje haciéndolo saltar. Para
ello se recomienda unos 2,5 cm de poliestireno (por su limpieza, poco
peso y facilidad de uso), donde se colocarán los bonsai. Seguidamente
se rodearán las macetas con más virutas de poliestireno, que debe también
cubrirlos. Seguidamente debe cubrirse el foso y su eficacia dependerá del
grado de protección proporcionado por esta cubierta. Algún tipo de clara-
boya puede ser útil. Puede colocarse plana siempre que una segunda cla-
raboya inclinada se coloque sobre la primera para impedir la penetración
de lluvia y nieve. La claraboya plana se cubre con un aislante grueso,
impermeable. Puede utilizarse de nuevo poliestireno o bolsas de plástico
rellenas de trozos de papel, paja u otros materiales similares, aplanadas
para formar una «mantas» de unos 5 a 8 cm de grosor. Dependiendo de
las temperaturas que se prevea alcanzar, pueden usarse una o dos capas
más. La claraboya inclinada se monta sobre las «mantas» para protegerlas
de la intemperie.
Los bonsai guardados de esta manera no es probable que necesiten riego
más de una vez al mes, cuando las temperaturas exteriores están por debajo
del punto de helada, aunque, si es posible, deben controlarse con mayor
frecuencia.