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“UNIVERSIDAD

NACIONAL
PEDRO RUIZ GALLO”
Facultad de ciencias físicas y matemáticas

Docente : Augusto Saba E.


Estudiante: Pilar Aquino J.
Asignatura: Física Nuclear
REACTOR NUCLEAR (IPEN)

Introducción

El Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) es la institución científica del gobierno


peruano encargada de normar, promover, supervisar y desarrollar las actividades
aplicativas de la Energía nuclear.
Fue inaugurado el 19 de diciembre de 1988, se ubica en Carabayllo de 42km de la ciudad
de Lima
Este reactor nuclear es el más potente de américa latina es peruano lleva el nombre del
periodista científico (Oscar Miro Quesada de la Guerra).
El 4 de febrero de 1975, el Gobierno revolucionario, creó el Instituto Peruano de Energía
Nuclear como Organismo Público Descentralizado del sector Energía y Minas. Dos años
después, se dictó la Ley Orgánica del IPEN, en la cual se le encargó promover, asesorar,
coordinar, controlar, representar y organizar las acciones para el desarrollo de la energía
nuclear y sus aplicaciones en el país, de acuerdo con la política del Sector.
El régimen económico del IPEN está constituido por las asignaciones que le confiere para
cada ejercicio la Ley de Presupuesto de la República y los aporte de la Cooperación
Técnica del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

El Centro Nuclear OSCAR MIROQUESADA DE LA GUERRA (RACSO) comprende las siguientes instalaciones:

 Reactor RP-10
 Laboratorios de Ciencias
 Planta de Producción de Radioisótopos (PPR)
 Laboratorio Secundario de Calibraciones Dosimétricas (LSCD)
 Planta de Gestión de Residuos Radiactivos (PGRR)
REACTOR RP-10

El reactor RP-10, es un reactor de investigación tipo piscina de forma cilíndrica dispuesto


verticalmente, con elementos combustibles tipo placa (MTR), de uranio enriquecido al 20% en U-
235, utiliza agua ligera como elemento refrigerante, moderador y blindaje biológico.

En el interior del tanque se aloja el núcleo a una altura de 1 m respecto del fondo, apoyado sobre
una base de acero inoxidable de sección cuadrada con orificios circulares para fijar los elementos
combustibles y permitir la circulación del agua refrigerante. El núcleo del reactor consta de 25
elementos combustibles normales y 5 elementos de control. Con el objeto de mejorar el balance
neutrónico, el conjunto de elementos combustibles está rodeado de elementos

iza para la irradiación de materiales. El tanque principal es cilíndrico, dispuesto verticalmente,


tiene una altura 11,2 m y un diámetro de 4 m, el espesor de este cilindro es de 6 mm y es de acero
inoxidable de calidad nuclear; cubierto exteriormente por una estructura de concreto armado
baritado. En el interior y a 1 m del fondo, sobre una plataforma de acero, descansa el núcleo que
contiene una grilla de aluminio, donde se alojan los elementos combustibles en un máximo de
cien posiciones, en un arreglo de 10x10 y que puede adoptar distintas configuraciones.

EFECTO AZUL

El reactor RP-10 de Huarangal se pone a funcionar. Es una especie de ‘piscina’ de 11


metros de profundidad y cuatro de diámetro, manejada por ingenieros mecánicos,
electricistas y electrónicos. En su núcleo, en lo más profundo, se producen los
radioisótopos: elementos como el molibdeno o teluro en su estado natural son
ingresados ahí en unas cápsulas selladas para ser bombardeados con millones de
neutrones durante horas y ser convertidos en sustancias radiactivas.

El uranio es el combustible que ayuda a generar más energía y con ella más neutrones en
una radiación controlada. El núcleo del reactor está sumergido en agua pura, sin ninguna
otra partícula que pueda interrumpir el impulso de los neutrones a gran velocidad y hacia
todas direcciones. Es curioso, pero el agua, inofensiva, es el blindaje biológico que
protege a los ingenieros y a quienes manejan el reactor de esta explosión de neutrones y
radiación gama.
Ninguna persona ingresa a la ‘piscina’ cuando el reactor está en funcionamiento. Todo se
monitorea remotamente con los cuidados necesarios y las exigencias de estrictos
protocolos.
Las cápsulas que contienen los radioisótopos (llamadas canes) son trasladas por unos
brazos hidráulicos a un espacio protegido conocido como “celda caliente”, hecha de
hormigón y vidrio plomado. Posteriormente, a través de un camino que está conectado
con el reactor, un pasadizo al que llaman el “corredor caliente”, los canes son traslados a
los laboratorios donde serán convertidos en radiofármacos que serán utilizados por la
medicina nuclear para la detección y el tratamiento de algunos tipos de cáncer.
Los

radiofármacos

“El reactor RP-10 es nuestro proveedor de radioisótopos, nuestra materia prima

“Los radiofármacos son distribuidos en clínicas y hospitales de Lima, Callao, Arequipa y Trujillo”. En palabras sencillas, los
radiofármacos son elementos químicos procesados y con una dosis de radiación controlada que ‘decae’ con las horas. Algunos,
como el iodo, duran ocho días y otros, como el tecnecio, tienen una media de vida de solo unas cuantas horas.

Como la radiación se ‘disuelve’ hasta desaparecer, los radiofármacos deben distribuirse con celeridad a los Centros de Medicina
Nuclear del país. Es por ello que los ingenieros de la planta de radioisótopos deben trabajar por las noches hasta la madrugada;
de esta manera, se garantiza que los ‘pedidos’ lleguen con la radiación adecuada a las manos del médico nuclear.

En esta planta se producen principalmente tres radiofármacos muy útiles para diagnósticos y terapias de diversas enfermedades,
incluidas las oncológicas, estos son tecnecio, ioduro de sodio y dolosam

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