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Exploración
La exploración del nervio óptico corresponde al oftalmólogo, al neurólogo y al
neurocirujano. Se debe saber que la cabeza del nervio óptico, situada en el fondo
de ojo, es, gracias al oftalmoscopio, la única parte del sistema nervioso que se
puede examinar directamente en su estructura anatómica in vivo.
La exploración comprende:
El campo visuales el territorio que normalmente abarca la visión. Cada ojo tiene su
propio campo visual que normalmente se superpone con el del otro lado.
La retina nasal "mira" al campo visual temporal, y la retina temporal "mira" al
campo visual nasal. La retina superior "mira" al campo visual inferior, y la retina
inferior "mira" al campo superior. Los meridianos que dividen a estos sectores
retinianos pasan por la mácula. El meridiano horizontal divide a las retinas superior
e inferior, y el vertical divide a las retinas temporal y nasal. Los defectos
campimétricos se definen por el sector del campo visual afectado y no por el de la
retina. En la hemianopsia bitemporal, por ejemplo, el paciente no tiene visión en
ninguno de los hemicampos temporales
.
El oftalmólogo se vale de instrumentos como el perímetro o el campímetro para el
estudio prolijo del campo visual. Al pie de la cama, el médico puede examinar el
campo visual por el método llamado de confrontación, que se describe
seguidamente.
Por último, el daño bilateral de las radiaciones ópticas o de las cisuras calcarinas
de la corteza occipital puede producir ceguera cortical: oclusión embólica bilateral
de la arteria cerebral posterior (síndrome del "tope de la basilar"),
leucoencefalopatias.
Si el área de ausencia de visión abarca la mitad del campo visual se dice que hay
hemianopsia (del griego hemi, mitad; an, privativo, y óopsis, vista). Si la
hemianopsia es vertical, puede ser temporal o nasal, según el hemicampo
afectado. Si es horizontal, también llamada altitudinal, puede ser superior o
inferior. Si la hemianopsia corresponde a lados homólogos, por ejemplo ambos
lados izquierdos o ambos lados derechos, se dice que es homónima, izquierda o
derecha. Si, por el contrario, corresponde a lados distintos, por ejemplo una mitad
izquierda y una mitad derecha, se habla de hemianopsia heterónima, y será
bitemporal o binasal. El área afectada puede estar limitada, en lugar de una mitad,
a sólo un cuarto o cuadrante del campo visual: hemianopsia en cuadrante o
cuadrantopsia.
El disco óptico o papila óptica está ubicado en el lado nasal de la retina, corresponde
a la entrada del nervio óptico y se ve como una forma redondeada u ovalada en
sentido vertical, amarilla o rosado-crema, de contorno nítido, sobre todo en la zona
temporal; con una zona central blanquecina, que corresponde a la excavación
fisiológica, de tamaño variable no sobrepasando el 30% del diámetro papilar. Su
tamaño sirve para controlar la evolución de algunas patologías que afectan al nervio
óptico, sobre todo el glaucoma. Es frecuente observar pigmento a su alrededor.
Pueden observarse:
- alteraciones en la papila: atrofia o edema de papila;
- alteraciones en los vasos;
- lesiones diversas: retinitis, coroiditis, hemorragias.
Pupila
La pupila es un orificio situado en la parte central del iris, que está a su vez sujeto a
la acción de diversos estímulos. El sistema contráctil del iris induce reducciones
o aumentos de tamaño de la pupila según los estímulos que recibe. Esta
capacidad contráctil sufre modificaciones en estado patológico. El aparato
contráctil está constituido por dos sistemas de fibras musculares lisas. Unas están
dispuestas en circulo, formando en el iris un anillo aplanado de 1 mm de espesor
alrededor de la pupila: es el esfínter pupilar, cuya contracción provoca su
estrechamiento.
Forma.
Es circular, pero a veces elíptica con el diámetro mayor transversal, vertical u
oblicuo. Eventualmente es de contorno irregular (discoria)
.
Situación
En general es central, pero en ocasiones excéntrica,' algo más hacia adentro o
hacia arriba o hacia afuera del centro del iris.
Diámetro y tamaño.
Estando sujeto a la influencia del estímulo luminoso, el tamaño de las pupilas
guarda relación con la intensidad de la luz: aumenta (dilatación) en la oscuridad,
disminuye (contracción) con la luz. Su diámetro normal puede considerarse entre 2
y 4 mm, pero varía a lo largo de la vida. En el recién nacido se halla contraída y su
diámetro no pasa de 2 mm. Durante la infancia o niñez adquiere su máxima
dilatación normal (4 mm). Así se mantiene hasta la edad madura, en que
disminuye paulatinamente, alcanzando el máximo de contracción fisiológica en la
vejez.
- Híppus fisiológico.
La pupila normal nunca se encuentra inmóvil, sino que se halla animada de leves
movimientosde dilatación y contracción. Esto se denomina híppus fisiológico y se
debe al constante estímulo que ejerce la luz sobre la pupila y a la acción
antagónica
constante de los nervios constrictores y dilatadores de la pupila.
Exploración
Reflejo fotomotor.
Se emplea luz natural o artificial por medio de una linterna. Si se utiliza la luz
natural, el paciente debe estar en un ambiente iluminado o frente a una ventana.
Si se recurre a luz artificial, es mejor realizar el examen en cámara oscura. La
forma clásica de explorar el reflejo es como sigue:
El enfermo estará con los ojos abiertos. Si no los puede abrir por ptosis el
observador eleva pasivamente el párpado con su dedo pulgar. El médico se
coloca por delante y algo al costado del paciente, la luz frente al enfermo. Se
indica a éste que mire a lo lejos para que no haya acomodación y el médico tapa
con sus manos ambos ojos al enfermo y retira, luego de un instante, una mano
descubriendo un ojo; a continuación, tapando nuevamente éste, retira la otra
mano, dejando al descubierto el otro ojo. Siempre un ojo ha de permanecer
cubierto cuando se descubre el otro. Cada vez que se retira la mano, se observa si
la pupila se contrae o no. Es necesario buscar la reacción a la luz en cada ojo y
con un ojo libre y el otro cubierto, para evitar la reacción consensual. En cámara
oscura bastará naturalmente con iluminar el ojo cuya reacción se averigua.
Reflejo consensual.
Se realiza iluminando un ojo con la misma técnica y observando la pupila del otro.
Reflejo de acomodación.
Se invita al enfermo a que dirija su mirada a un punto lejano y luego al dedo
índice del observador colocado a unos 30 centímetros de distancia por delante del
ojo. A la contracción pupilar se agrega la convergencia de ambos globos oculares.
El signo suele ser bilateral. La lesión causal se ubica en la región pretectal del
mesencéfalo rostral, centro de integración del reflejo fotomotor, o en el ganglio
ciliar. El reflejo de acomodación se preserva porque su vía comporta, como fue
descripto, una integración supranuclear, occipitomesencefálica, diferente a la del
reflejo fotomotor.
En el ojo afectado, iluminando con una linterna potente y tapando el ojo sano con
la mano, la pupila hace una levísima contracción y en seguida se dilata
francamente. También, ocluyendo el ojo · sano se produce dilatación de la pupila
en el afectado, por el compromiso aferente en este último. En cambio, ocluyendo
el afectado se produce en el sano la contracción pupilar, cuya aferencia está
indemne. Es el déficit aferente pupilar descripto en la sección dedicada al nervio
óptico.
Parálisis aislada
.
Es bastante poco probable que una lesión nuclear cause un déficit aislado del
nervio. Las lesiones del núcleo del III nervio craneano originan, por lo general, una
oftalmoplejía externa parcial, sin parálisis pupilar, porque respetan al núcleo impar
dé Edínger-Westphal. Por lo común, los músculos recto superior, elevador del
párpado superior y esfínter pupilar se afectarán bilateralmente en caso de
una lesión nuclear, ya sea porque sus fibras se decusan a través del núcleo
contralateral o porque se originan en núcleos únicos mediales. La esclerosis
múltiple puede ser factor causal de oftalmoplejía nuclear del lIII.
La lesión aislada del nervio patético ocasiona una diplopía rotacional máxima con
mirada hacia abajo; frecuentemente se queja el enfermo de diplopía al subir
escaleras. En la mayoría de casos, la paresia no es visible, pero la diplopía es
máxima cuando se mira hacia abajo y al lado opuesto a la lesión. Se produce un
aumento de la diplopía, si se sugiere al enfermo que incline la cabeza en la
dirección opuesta.
Las lesiones aisladas del nervio motor ocular externo producen diplopía horizontal
máxima con mirada al lado de la lesión, ello es debido a la paresia del músculo
motor ocular externo. Por el largo trayecto del nervio, dirigido ligeramente hacia
arriba para alcanzar la punta del peñasco, las hernias centrales crónicas
ocasionan tracción de los dos oculomotores externos, produciendo la paresia
bilateral.
De la mirada vertical
Las lesiones ta/árnicas por oclusión de las arterias del territorio vascular
paramediano, que emergen de la arteria cerebral posterior en el segmento
proximal a su anastomosis con la comunicante posterior, comprometen a los
núcleos talámicos dorso comenzar con trastorno de conciencia. Hay disfasia
hipofluente en las lesiones del lado dominante. Se agrega hemiplejía o paresia
contralateral, parálisis de la elevación de la mirada conjugada (véase abajo
síndrome de Parínaud), convergencia (síndrome de depresíón-convergencia),
anisocoria, "síndrome del uno y medio vertical" (parálisis de la mirada verticalde un
lado y sólo de la elevación del otro.
De la mirada horizontal
Se efectúa por medio de las tres pruebas o tests clásicos de Weber, Rinne y
Schwabach, para las que se requiere un diapasón, preferiblemente de 256 o
512 Hz de frecuencia, evitando frecuencias menores que producen vibración
mecánica y por lo tanto estimularán también la sensibilidad profunda,
contaminando la exploración de la audición. El objeto de estas pruebas es
comprobar si la eventual hipoacusia se debe a una pérdida de la conducción
aérea, como ocurre en las afecciones del oído externo o del oído medio (hipoacusia
de conducción), o si se debe a una perturbación de la transmisión ósea, como ocurre
cuando hay una afección del laberinto, nervio o vías auditivas (hipoacusia sensorial o
de percepción).
Prueba de Weber.
Se coloca el diapasón vibrando en la línea media, sobre la convexidad craneana,
la frente o los huesos nasales. Se preguntará cómo se percibe el sonido, si igual
en ambos oídos (resultado normal) o en uno más que en otro. En este último caso
el Weber estará lateralizado: a la derecha, si lo percibe más con el oído derecho, y
a la izquierda si lo hace con el izquierdo. La lateralización del Weber revela o bien
mejor transmisión ósea que aérea de ese lado (Weber lateralizado hacia el oído
afectado, hipoacusia de conducción homolateral), o bien peor transmisión ósea
que aérea del lado opuesto (Weber lateralizado hacia el oído sano, hipoacusia de
percepción contralateral.
Prueba de Rinne.
Consiste en apoyar el tallo del diapasón vibrando sobre la apófisis mastoides del
enfermo. Cuando deja de percibir el sonido, se coloca el diapasón, que todavía
vibra, 4-5 cm delante del conducto auditivo externo del mismo oído, paralelamente
al cráneo. Normalmente, como la transmisión aérea es mejor que la ósea, se debe
oír de nuevo el sonido al colocar el diapasón delante del conducto auditivo
externo, hasta el doble del tiempo percibido sobre la mastoides (prueba de Rinne
positiva, normal. Cuando así no sucede es señal de que hay mejor transmisión
ósea que aérea (prueba de Rinne negativa, hipoacusia de conducción del lado
explorado). En la hipoacusia de percepción, la prueba de Rinne se mantiene
positiva, porque tanto la transmisión ósea como la aérea se reducen
proporcionalmente.
Prueba de Schwabach.
Se apoya el tallo del diapasón en vibración sobre la apófisis mastoides como para
la prueba de Rinne, y se mide el tiempo en segundos durante el que el enfermo
percibe el sonido. Si la percepción dura más de 18 segundos se dice que el
Schwabach está prolongado y si dura menos que está disminuido.
Síntomas:
-Sordera o anacusia (del griego an, privativo; akouo, oír): falta de audición;
-Hiperacusia (del griego hyper, más; akouo, oír): sensibilidad aumentada a los
estímulos sonoros;
Anacusia/hipoacusia.
1. Preguntarle al paciente dónde siente sus síntomas o qué es lo que cree que
falla: "¿la cabeza o los pies?"
Examen vestibular.
Como ya se refirió a propósito de la fisiología, los desplazamientos lineales
horizontales de la cabeza estimulan al utrículo, y los verticales o inclinaciones
cefálicas al sáculo. Los movimientos de rotación cefálica, de aceleración angular,
desplazan la endolinfa estimulando a los conductos semicirculares. Estos
estímulos alcanzan a los núcleos vestibulares, induciendo:
Nistagmo espontáneo
Se solicita al paciente que camine cinco pasos hacia adelante y cinco pasos hacia
atrás ( es decir sin darse vuelta), con brazos cruzados, primero ensayando la
maniobra con ojos abiertos y luego continuándola con ojos cerrados, y repitiéndola
varias veces. La marcha se desvía o lateropulsa hacia el lado del déficit vestibular
cuando camina hacia adelante, y hacia el lado opuesto cuando lo hace hacia
atrás. Como consecuencia el paciente efectúa una trayectoria en forma de estrella
a medida que progresa en sus idas y venidas.
V PAR TRIGEMINO
-Reflejo corneano:
Con la mirada del paciente dirigida preferiblemente hacia el lado contrario, para
evitar la oclusión palpebral de defensa, se estimula la córnea con la punta de un
pequeño trozo de algodón o gasa, produciéndose el cierre de ambos párpado.
-Reflejo maseterino:
Central o supranuclear.
La lesión causal radica por encima de la región nuclear, como en las hemorragias
de la cápsula interna o en los ic- tus, que afectan al pie de la circunvolución frontal
ascendente.
Periférica.
Puede ser por lesión de la médula oblongada (parálisis nuclear) o del nervio en
algún tramo de su trayecto, como en los procesos morbosos de la base del
encéfalo, especialmente sífilis y tumores, afectación del oído interno o de la
glándula parótida, enfriamiento (parálisis a frigore), etc.
Las parálisis del VII par se diagnostican basándose en los datos suministrados por
la inspección de la cara del enfermo y por la imposibilidad de llevar a cabo
determinados movimientos por parte de los músculos faciales.
Observando la cara del paciente en reposo, se aprecia en el lado afecto, o en
ambos si la parálisis es bilateral, la desaparición de los rasgos (surcos, arrugas)
que caracterizan la fisonomía; los pliegues frontales y el surco nasogeniano están
casi borrados; la ceja, más caída y menos arqueada; la comisura bucal, desviada
y generalmente descendida en el lado enfermo en relación con el sano. El ojo,
permanentemente abierto (lagoftal- mía) y sin parpadeo, se encuentra mojado de
lágrimas (epifora) por eversión de la carúncula lagrimal; al intentar cerrarlo, se
dirige hacia arriba, movimiento asociado normal que falta cuando no hay parálisis,
ya que la hendidura palpebral se cierra y lo cubre.
SIGNO DE BELL
(signo de parálisis facial periférica que se manifiesta por el movimiento ocular
hacia arriba y afuera del globo acular, cuando el enfermo intenta cerrar el
párpado), dolor facial o retroarticular, diagusia, hiperacusia y disminución del
lagrimeo.
Exploración
Reflejo faríngeo,
También llamado reflejo nauseoso (vía aferente: nervio glosofaríngeo, vía
eferente: nervio vago): Contracción inmediata de la pared posterior de la faringe al
tocar la pared anterior del velo del paladar o el tercio posterior de la lengua, con o
sin náuseas; estará abolido del lado afectado.
Sensibilidad
Gusto
Motilidad
Acción.
Exploración
Examen del velo del paladar.
Examen de la laringe.
Alteraciones
Acción.
Exploración
Exploración
Inspección de la lengua:
Palpalcion de la lengua