Dedicamos esfuerzos titánicos a la planificación e ingente
dedicación a la ejecución, pero ¿por qué no hacemos el segui- miento oportuno? Como anunciábamos en la introducción, el primer foco de trabajo en la gestión lean del tiempo (LTM) es la fase de seguimiento. En el círculo plan-do-check-act (PDCA), las fases que quedan más huérfanas en la TM son el check y el act: el chequear (véase también comprobar, verificar, controlar y eva- luar) es fundamental para saber cómo lo estamos haciendo, y una vez descubramos las oportunidades (no amenazas) que se derivan de ello, actuar en consecuencia (véase también ajustar, arreglar, corregir y mejorar). De alguna manera, construir desde el seguimiento es darle la vuelta a la rueda y convertir el ciclo PDCA en el CAPD.