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Por droga -p;,i<'oactiva o 110 - s<'guimm, cnreudiendo
lo qu<' hace milenios pensaban l Iipócratcs y Caleno,
padres de la medicina ricutífica: una substancia qw
<'11 vez ele bel" «vencida » por el cuf'r¡w C'S capaz dt>
«vencerle». provocando grandc'b cambios orgánicos ..
anímicos o de ambos tipos, A.'\T0'.\10 l~SCOHOTADO.
pr ofc so r de derecho. fil os ofía y :iociología
sucesivamente <'11 la L'niversidad de Madrid. estudia
Las drogas dc;,de ~LL~ oríge11es a In prohihirión en 10:W,
destarando lo qu<' tiene de relevante <'11 el desarrollo dr- la
mentalidad r<'li~iosa la medicina la creación artistica y
los mecanismos de control ;,cwial.
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TEXTOS COMPLETOS ·ANTONIO EscoHOTADO

Las drogas
De los orígenes a la prohibición

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TCF
IMPRESO EN PAPEL ECOLÓGICO
!EXENTO DE CLOROI Alianza Editorial
Diseño de cubierta: Ángel Uriarte
Fumadores de opio en Francia. Colección particular. París.
Fotografía: Oronoz
I. La Antigüedad remota.

Las plantaciones de adormidera en el sur de España y


de Grecia, en el noroeste de África, en Egipto y en Meso-
potamia son probablemente las más antiguas del plane-
ta. Eso explica que su opio tenga dos y hasta tres veces
Iiiás morfina que el de Extremo Oriente.
La primera noticia escrita sobre esta planta aparece en
tablillas sumerias del tercer milenio a.c., mediante una
palabra que significa también «gozan>. Cabezas de ador-
midera aparecen también en los cilindros babilónicos
más antiguos, así como en imágenes de la cultura creten-
se-micénica. Jeroglíficos egipcios mencionan ya el jugo
extraído de estas cabezas -el opio-, y lo recomiendan
como analgésico y 'calmante, tanto en pomadas como
por vía rectal y oral. Uno de sus empleos reconocidos, se-
gún el famoso papiro de Ebers, es «evitar que los bebés
griten fuerte». El opio egipcio o «tebaico» simboliza má-
© Antonio Escohotado xima calidad en toda la cuenca mediterránea, y aparece
e Alianza Editorial, S. A. Madrid, 1994 mencionado ya por Homero -en la Odisea- como
Calle J. l. Luca de Tena, 15, 28()27 Madrid; teléf. 741 66 00 algo que «hace olvidar cualquier pena».
ISBN: 84-206-4640-7
Depósito legal: B.19715-1994 1. Si el cultivo de adormidera parece originario de
Impreso en Novoprínt, S.A.
Printed in Sj)ain
Europa y Asia Menor, el de cáñamo remite a China. Los
primeros restos de esa fibra '(fechables hacia el 4000

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a.C.) se han encontrado allí, y un milenio después en el 2. El uso de solanáceas alucinógenas. ~beleño, be-
Turquestán. Un tratado chino de medicina -escrito en lladona, daturas y mandragora-c- tambiénse .remonta a
el siglo r, aunque sobre materiales que dicen remontarse viejost~timonios-en Medio y ExtremoOriente,aunque
al legendario Shen. Nung, redactado treinta siglos an- la· variedad y cantidad de este tipo de plantas sea muy
tes- afirma que «el cáñamo tomado en exceso hace ver alta en Europa. El dios galo Belenus.es el orígen.de la-pa-
monstruos, pero si se usa largo tiempo puede comunicar labra «beleño». Ligadas tradicionalmente con el brujo y
con los espíritus y aligerar el cuerpo». su oficio, a estas plantas se atribuyen fenómenos de levi-
Inmemorial es también el empleo del cáñamo en India. tación, fantásticas proezas físicas, · telepatia y delirios,
El Aiharoa Veda considera que la planta brotó cuando cuando no la muerte por intoxicación aguda. A juzgar
cayeron del cielo gotas de ambrosía. La tradícíon brah- por los sabbats del Medievo, quizá fueron los druidas an-
mánica cree que agiliza la mente, otorgando larga vida y tiguos quienes aprendieron a dominar estas violentas
deseos sexuales potenciados. También las principales ra- drogas, empleándolas en contextos tanto 'ceremoniales
mas del budismo celebraron sus virtudes para la medita- como terapéuticos, al igual que para hacer filtros.·
. cién, En usos médicos, la planta formaba parte de trata- América no conoce el beleño; la mandrágora y la be-
mientos para oftalmia, fiebre, insomnio, tos seca y dísen- lladona hasta el Descubrimiento; pero sí son autóctonas
tería. allí daturas (de la especieBrugmansia),.Y ante todo el ta-
La primera referencia mesopotámica al cáñamo no se baco, otra solanácea psicoactiva que es la droga reina del
produce hasta el siglo IX a.C., en tiempos de dominio asi- continente, Con fines recreativos, religiosos y terapéutí-.
rio, y menciona su empleo como incienso ceremonial. El cos, así como en ritos de pasaje, tabacos de mayor o me-
brasero abierto era ya frecuente entre los escitas, que nor potencia se mascan, fuman y beben desde Canadá a
arrojaban grandes trozos de haschish sobre piedras ca- la Patagonia.
1. Ientadas y precintaban el recinto para impedir la salida
del humo. Una técnica parecida usaban los egipcios para 3. Sobre las plantas de tipo visionario no hay en Eu-
su kyphy, otro incienso.ceremonial cargado con resina de ropa ni en Asia testimonios antiguos tan ciaras. Sólo los
cáñamo. chamanes de Siberia y otras zonas septentrionales de Eu-
El cultivo del cáñamo es también muy antiguo en Eu- ropa parecen haber mantenido desde siempre usos rítua-
ropa occidental, según datos paleobotánicos. Ya en el si- les de setas psicoactívas,
glo vn a.C. los celtas exportan desde su enclave deMassi- En América, sin embargo, se conocen docenas de
lia (Marsella} cuerdas y estopa de cáñamo a todo el Me- plantas muy visionarias. Ya en asentamientos preagnco-
diterráneo. Muchas pipas (y la propia casta de los drui- las -del séptimo milenio anterior a nuestra era-, se
das, expertos en filtros y medicamentos) indican que esa han encontrado semillas correspondientes a esta familia,
cultura conoció su empleo como droga. A partir del siglo x a.C. hay píedras-hongo entre los mo-
numentos.de la cultura de Izapa, en la actual Guatemala,

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.,.

que seguíran esculpiéndose por distintos puntos de Me- concentrado .. De Áfric.t son originarios Ia nuez de cola,
soamérícá durante más dé-mil años. Al siglo X a.C, se rea un estímulante cafeínico que prolifera en la costa occí-
montan también deidades de 1a cultura chavín, cuya sede dental, y el kat, un arbusto que se consumé en Yemen,
fue el actual'Pertí, que en algunas tallas de piedra sujetan Somalía, y Etiopía. Aunque el café es arábigo en origen,
un cacto'vísionarío. Al siglo rv a.c. pertenece una pipa en su hallazgo como tal droga se producirá muy tarde, ha-
cerámica con forma de venado, que tiene entre los dien- cía e} siglo x de nuestra era. Europa y Oriente Medio son
tes un botón de peyote. las zonas que menos estimulantes vegetales conocen en
Pictóricas y escultóricas, las obras maestras america- la .Ap,tigüedad. · .
nas relacionadas con este grupo de drogas no tienen pa- Ef efecto genérico de estas drogas es una inyección de
raleló en la Antigüedad; entre las inás asombrosas están energía; que faculta para comer menos y trabajar más.
elínural de Tepantitla, en uno delos templos de Tenoch- Nunca sirvieron para producir trances dé posesión o via-
titlán, y la estatua de Xochipilli, dios de las flores, cuyo je, y son desde los comienzos fármacos profanos, que el
cuerpo y peana aparecen recubiertos por plantas psi- acomodado usa por gusto y el pobre por necesidad. En
coactivas. la naturaleza del efecto está también que su usuario sea
En África, donde los estudios de campo son todavía un usuario regular, y recurra a ellas varias veces al día.
muy insuficientes, es sin duda autóctona la íboga, que Ia
etnia·fang venera en ceremoniáles parecidos a los del pe- 5. Las plantas productoras de alcohol son práctica-
yote entre huieholes mexicanos. Su principio activo per- mente infinitas. Para obtener una tosca cerveza basta
tenece a la misma familia de la LSD 25. · masticar algún fruto y luego escupirlo; la fennentación
espontánea de la saliva y el vegetal producirá alcohol de
4. Los estimulantes puros, basados en drogas como baja graduación.
cafeína y cocaína, hunden igualmente su uso en la noche Una tablilla cuneiforme del 2200 a.c. recomienda ya
de los tiempos. El arbusto del coca es originário de los cerveza como tónico para mujeres en estado de lactan-
Andes, y desde el siglo m a.c. hay esculturas de rostros cia. Poco más tarde, hacia el 2000 a.c., cierto papiro
con las mejillas hinchadas por la masticación de sus ho- egipcio contiene el mensaje: <<Yo, tu.superior, te prohíbo
jas. También son americanos el guaraná y él mate (que acudir a tabernas. Estás degradado como las bestías,» En
contienen cafeína), y el cacao {que contiene teobromina otro papiro hállamos la admonición de un padre a su
una substancia muy afín). En India e Indonesia se obtie: hijo: «Me dicen que abandonas el estudio, que vagas de
nen efectos muy análogos gracias ál betel, una droga calleja en calleja. La cerveza es la perdición de tu alma.»
poco conocida en Occidente pero mascada hoy -por una P,ero cervezas y vinos están en el 15 % de los tratamien-
décima parte de la población mundial. En China usan tos_conservados, cosa notable en una farmacopea tan so-
desde hace cuatro o cinco milenios el té -que contiene ñstícada corno la del antiguo Egipto, que conoce casi
¡ cafeína y tema- y la efedra, un estimulante mucho más 800 drogas distintas.

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Pocomás tarde, 'en el siglo xvm a.c., la negraestela de de Eurípi?es a otros que requerían al menos ocho para
diorita que conserva el código del rey babilonio Ham- evitar el nesgo de enfermedad o muerte (Cfc_lopes, i45 y
murahi protege a bebedores· de cerveza y vino de palma: ss.), Y noticias sobre banquetes. Como bastaban tres co-
¡ su ordenanza 108 manda ejecutar (por inmersión) a «la pas pequeñas para quedar al borde del delirio un maes-
I tabernera que rebaje 1~ calidad de ~a bebida». Rara ve_i se tr? de ceremonias fijaba -consultando co~ · el anfi-
trión- el grado deseable de ebriedad para los asistentes.
ha ensayado un remedio tan enérgico contra la adultera-
ción de una droga. Esa actitud básicamente favorable al alcohol tiene su
Numerosísimas son las referencias al vino en la Biblia exaci:? opuesto en la religión de la India desde sus prime-
hebrea. Tras el Diluvio viene el episodio de Noé, que «se ros himnos. Sura, el nombre de las bebidas alcohólicas
embriagó y se desnudó» (IX, 20-21). Unos capítulos más en sánscrito, simboliza «falsedad, miseria, tinieblas» (Sa­
tarde la desinhibidora droga reaparece en la seducción tapatha Brahmana, V.1.2.10), y seguirá simbolizándolo
de Lot por sus bijas. El Levítico prohíbe al rabino estar en el b~ahmanism~ postvédico. Tampoco serán gratas
borracho cuando oficia el culto o delibera sobre justicia, las bebidas alcohólicas al budismo, aunque por diferen-
pero la actitud hacia el vino -expuesta en el Salmo 104, tes razones; el santón budista prefiere el cáñamo como
que lo canta con acentos casi báquicos- es sin duda po- vehículo de ebriedad, mientras el brahmán guarda una
sitiva. De ahí que sea imposible cumplir la Ley siendo sociedad rigurosamente cerrada, donde desinbibidores
abstemio, pues en todas las ocasiones de señalada impor- tan poderosos como las bebidas alcohólicas amenazan el
\ tancia social ( circuncisión, fiestas, matrimonios, banque- principio de incomunicación absoluta entre castas.
tes por el alma de los difuntos)· es correcto apurar al me- . No puede decirse lo mismo de China y Japón, territo-
nos un vaso. ~os muy afectos al vino de arroz -al parecer desde
siempre.
Sin embargo, el Antiguo Testamento distingue pun-
tualmente entre vino y «bebida fuerte». Isaías y Amos De África apenas sabemos nada en este aspecto salvo
-los profetas más críticos con borracheras de reyes y que no hay tradiciones vinícolas y sí muchas ce:Vezas
s ¡jueces-'- hablan casi siempre de «bebidad fuertes» cosa hechas a partir de distintos vegetales.
En formas. como el pulque, también América conoce
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que desde luego no se refiere a caldos de mayor ~dua- ·
ción alcohólica (pues los aguardientes sólo aparecerán fe~entaciones alcohólicas de baja graduación desde los
milenios después), sino a vinos y cervezas cargados con ongenes, Pero no hay allí vides cultivadas hasta el se-
gundo viaje de Colón.
extractos de alguna otra droga, o varias. Hay en Asia
· ·Menor.tradiciones sobre mezclas semejantes -empe-
zando por el vino resinato al que aluden Demócrito yGa-
Ieno=-, y ese tipo de práctica explica varios enigmas; por
ejemplo, la mención de Homero a vinos que podían ser
diluidos en 20 partes de agua (Odisea, IX, 208-211), la

10 11
·-
II. El mundo griego

Hasta las polis o ciudades-estado griegas, las únicas


opciones humanas son el nómada autosuficiente, que
vive en pequeños grupos rodeado por grandes tenitorios
yíi;g~nes, o el hombre-hormiga de las grandes culturas
agrícolas y urbanas, sometido a la arbitrariedad de un
rey-dios y a rígidos sistemas de castas. Pero los griegos
inauguran un tipo intermedio de sociedad, donde niveles
densos de población son compatibles con un escrupuloso
respeto por la libertad individual. Su resultado será una
eclosión deslumbrante de conocimientos y expresiones
artísticas .

. 1. Terapéuticamente, el reflejo de esta actitud es la


escuela hipocrática, que presenta la enfermedad y la cura
como resultado de procesos naturales. Al deslindar sus
actos de la magia y la religión, el hipocrático mega vali-
dez a cualquier cura basada en una transferencia simbo-
li~ del mal desde alguien a otro, rompiendo así con la
institución del chivo expiatorio.
Las drogas ya no· son cosas sobrenaturales, sino -co-
mo dice el Corpus hippocraticum- «substancias que ac-
tµ~ enfriando, calentando, secando, humedeciendo,
contrayendo y relajando, o haciendo ~ormin> (IV, 246).

13
En su naturaleza está curar amenazando al organismo, naceas (beleño, belladona, mandrágora), .en. .o.~sio,~es
mediante sahumerios o inciensos. Conocían también un
como cura el fuego una herida al desinfectarla, o como
soluciona alguna patología el bisturí de un cirujano. Lo extracto de hascbish con vino y mirra-
reuniones privadas.
p~:estimÚJar
. .
esencial en cada una es la proporción entre dosis activa y
dosis letal, pues sólo la cantidad distingue al remedio del Sin embargo; ninguna droga tuvo una popularidad
veneno. comparable al opio. En tiempos de Hesíodo, la ciudad
Teofrasto-un discípulo directo de Aristóteles, autor que luego se llamada Sición se llamabaMekone (esto es:
del primer tratado de botánica conocido- .expone con adormidera), y la planta fue siempre un símbolo de Di-
claridad este punto de vista al hablar de la datura metel meter; .diosa de lafecundidad. Las casadas sin hijos por-
(una de las solanáceas más activas), en los siguientes tér- taban broches y alfileres con la forma de su fruto, y los
minos: enamorados restregaban pétalos secos para averiguar
por los chasquidos el futuro de su relación. .
Se administra una dracma si el paciente debe tan sólo animar- Su empleo médico se remonta quizá a los primeros
se y pensar bien de sí mismo; el doble si debe delirar y sufríralu- templos de Esculapio, instituciones algo parecidas a
cinaciones; el triple si ha de quedar permanentemente locó; se nuestros hospitales, donde nada más llegar-los pacientes
administrará una dosis cuádruple si debe morir (Hist. plant., IX, eran sometidos a una incubatio o «ensueño sanador». El
11, 6). tratado hipocrático sobre la histeria -trastorno que los
griegos atribuían a «sofocaciones uterinas», antícípando
Nicandro de Colofón, un «íarmacópolo» o experto en a.Freud-s- recomienda opio como tratamiento. De Hipó-
drogas del siglo n a.c., evalúa el margen de seguridad crates le viene en realidad el nombre a esta droga, que
para el opio de modo parecido. . traduce opós mekonos: «jugo de adormidera». Heráclides
Los griegos percibieron también el fenómeno que hoy de Tarento -médico de Filipo, padre de Alejandro
llamamos tolerancia, aunque en vez de ver allí las hue- Magno- contribuyó a fomentar su difusión, preconi-
llas de un hábito indeseable vieron, más bien, un meca- zándolo para «calmar cualquier dolor».
nismo de autoinmunización. Según Teofrasto:
4. El envenenamiento obsesionaba en la Antigüe-
Parece que algunas drogas son tóxicas debido a la falta de fa- dad, sobre todo a los opulentos, y ese temor impulsé la
miliaridad, y quizá sea mas exacto decir que la familiaridad les
quita su veneno, porque dejan de intoxicar cuando nuestra búsqueda de un antídoto -la theriaka o triaca-, que
constitución las ha aceptado y prevalece sobre ellas (Hist. tomado cotidianamente inmunizara al usuario. Lo nota-
plant., IX, 17, 2). ble es que, junto a puros venenos -como cicuta y acóní-
to, ..:11 dosis homeopátícas-c-, y a muchas otras substan-
2. Además de vinos y cervezas, los griegos usaron cías (vegetales, animales. y minerales), el opio forma par-
con fines ceremoniales y lúdicos el cáñamo y otras sola- te de todos estos preparados. Hay mil clases de triacas,

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más ·cara y, enrevesada-cada una que la previa, pero nin- con ceremonias públicas periódicas, De hecho, ya suce-
guna prescinde de él; 'cuando Galeno confeccione su An- día. .eso .al, estrenarse Las bacantes: cuatro veces al año
tídoto Magno, en el siglo n, la proporción de· jugo de -en diciembre, en enero, en marzo y en abril- Atenas
adormidera ha crecido hast.a ser un 40 % del total. celebraba varios días de fiestas dionisíacas, que nodmpo-
Sin embargo, falta. en Grecia quien considere el opio man la promiscuidad a nadie, pero sí prohibían que al-
como panacea, y también tomo cosa despreciable. Desde guíen impusiera la castidad a cualquier otro, fuese cual.
tiempos de Heródoto -donde hallamos la primera fuese su sexo.
mención explícita a esta droga"'- hasta los. autores de Las escuelas filosóficas debatían básicamente. dos
triacas no hay una sola noticia de alguien envilecido por cuestiones. En general; si el vino había sido otorgado a
su uso. los humanos para enloquecerles o por su bien y, en partí-
cular, si -como afirmaban los estoicos- el sabio podía
5. Este apacible empleo de diversas drogas no signi- beber sin límite, hasta caer dormido, antes de verse lleva-
fica que los griegos ignoren un «problema de toxicoma- do a alguna necedad. Ese aguante exhibe el Sócrates pla-
nía», corno hoy decimos. Lo que les diferencia a ellos de tónico, desde luego, aunque peripatéticos y epicúreos
nosotros es que la peligrosidad social e individual de las ,.,-'-más realistas- consideraban imposible guardar la
drogas se concentró en el vino. Símbolo de Dioniso, un cordura por encima de cierta dosis. En lo querespecta a
dios-planta que suspende las fronteras. de la identidad la naturaleza misma del vino, aunque no le falten detrac-
personal e invoca a periódicas orgías, el vino irrumpió tores ilustres (desde Hesíodo a Lucrecio), lo habitual es
en Grecia -usando las palabras de Nietzsche- corno creer que constituye un «espíritu neutro», capaz de pro-
«un extraño terrible, capaz de reducir a ruinas la casa ducir bienes o males atendiendo a cada individuo y oca-
que le ofrecía abrigo». sión. Uno de sus grandes abogados fue Platón, que dice
Esas tensiones son el tema de Las bacantes, el drama en Las leyes: ·
de Eurípides. Penteo, tirano de Tehas, decide que el cul-
to a un «extranjero» como Dioniso-Baco merece la muer- ¡No vilipendiemos el regalo recibido de Dioniso, pretendien-
te, y tras una serié de peripecias -disfrazado de mujer, do que es un mal obsequio y no merece que una república acé.P.~
pero descubierto- acaba siendo comido crudo por su su introducción! Bastará una ley que prohíba a los jóvenes pro-:
propia madre y sus tías, que habían escapado a los bos- bar vino hasta los dieciocho años, y hasta los treinta pres-criba
ques con otras mujeres para celebrar CQn bacanales la fu- que el hombre lo pruebe con mesura, evitando radicalmente ems ·
hriagarse por beber en exceso. A partir de los cuarenta nuestra .
sión de lo visible y lo invisible, lo viril y lo femenino, el ley permitirá invocar en banquetes a todos los dioses y, va de
delirio de posesión y la suprema lucidez, pero que tras suyo, una especial invocación dirigida a Dioniso, en vista de ese
descuartizar a Penteo recobran su conciencia rutinaria. vino que, a la vez sacramento y solaz para los hombres de edad¿
La tragedia se cíerraconun.canto.de retractación; el dios les ha sido otorgado por el dios como un fármaco para el riggr
de la vid es reconocido como tal dios, y será. apaciguado de la vejez, para rejuvenecemos, haciendo que el olvido .de' lo

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que aflige al anciano descargue su alma de rudeza, y. le preste lagtos y a mera credulidad- el hondo e infalible efecto
más jovialidad (671 a, 666 .a-e). de la iniciación. ·
6.. Para completar esta perspectiva del mundo griego 7. La religión eleusina -basada sobre un solo acto
es preciso aludir a los Misterios de Eleusis, que se funda- de gran intensidad, orientado a producir una experíen-
ron en fecha muy temprana -antes de redactarse los da extática de muerte y resurrección- fue quizá una in-
poemas homéricos, sin duda-, y fueron durante más de geniosa adaptación de viejos ritos chamánicos a la cultu-
un milenio el símbolo espiritual de su cultura. Sabemos ra nueva que Grecia empezaba a ser, como un puen~ en-
que la iniciación acontecía en otoño, _de noche, y ~e los tre cultos naturales, propios de aldeas, y el formalismo
peregrinos -llamados mystes o testigos presencíales-v de los cultos civiles propios de aquellas ciudades que el
recibían una pócima (el kykeón) compuesta por «harina y desarrollo agrícola y comercial iba conso~dando. Pero
menta»; juraban también. por su vida guardar absoluto el modelo de Eleusis tuvo un inmenso éxito en toda la
secreto sobre el detalle de la experiencia. cuenca mediterránea, y a su sombra florecerán Misterios
· La iniciación sólo se vedaba a los homicidas, y acudie- · Iocalizados -los de Sahazios y Samotracia, por ejem-
ron reyes, cortesanas, mercaderes, poetas, siervos, gen- -plo- tanto como Misterios itinerantes, dedicados a
tes .de muy variado oficio y procedencia. Entre ellos ha- Baco Isis Mitra, Attis y otros dioses, que abrían templos
bía personas con la capacidad intelectual de Sófocles, allí d~nd~ fuesen solicitados por una feligresía suficiente.
Pindaro Platón Aristóteles y Marco Aurelio. En el siglo to dos guardaban estricto secreto sobre el detalle de la
n sabem~s que ;a,a otoño acudían entre dos y tres mil iniciación, y todos administraban algún e~val~nte ~el
peregrinos. Cicerón, uno de los iniciados, dejó dicho kykeón sacramental. Algunos -como los ~stenos egip-
que: cios, o de Isis- fueron diseñados por un miembro de la
familia eumólpída, administradora perpetua dél santua-
Los Misterios nos dieron la vida, el alimento; enseñaron a las rio eleusino.
sociedades las costumbres y las leyes, enseñaron a los hombres a
vivir como tales (De. leg., II).
El kyke6n eleusino pudo contener harina parasifu:ada
por un hongo visionario (el cornezuelo}, que hoy sigue
creciendo en la llanura rariana, cerca de Atenas, donde
se celebraban los ritos. Es un cornezuelo mucho menos
tóxico que el de otras regiones europeas, aunque inten-
samente psícoactívo, y suponer que fue usado por-los ad.-
minístradores del santuario explica -sin recurrir a mi-

18 19
III. El mundo romano

El criterio de esta civilización en materia de drogas se


ra.i"gi ae1 griego. La iex Comelia, único precepto general
sobre el tema, vigente desde tiempos republicanos hasta
la decadencia del Imperio, dice:

Droga es una palabra indiferente, donde cabe tanto lo que sir-


ve mira matar como io que sirve para curar, y los filtros de.
~pr, pero esta ley sólo reprueba lo usado para matar a al·
wen.
Sabemos que .en tiempos de los césares no era infre-
cuente fumar flores de cáñamo hembra (marihuana) en
reuniones -para «incitar a la hilaridad y el disfrute»-,
costumbre que pudo venir tanto de la sociedad ateniense
cómo de los 'celtas, Hay también un eclicto del empera-
dor Aleiandro Severo, que como consecuencia de algu-
nas intoxicaciones prohíbe usar datura estramonio y
polvo de cantárida o mosca española· en burdeles napoli-
tanos. Sin embargo, las plantas fundamentales de Roma
fueron la adormidera y la vid.

1. Dicen que siguiendo recomendaciones de Galeno,


su médico, Marco Aurelio abría las mañanas con una

¡ 21
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porción de opio «grande como un haba de Egipto y d,es.- cllo''ó poco ejercicio, pasar la mayor parte del tiempo
leída en vino tibio». Prácticamente todos sus antecesores déñtr<J o' fuera de casa-, y de a1ú·que no haya en latín
en el trono del Imperio usaban a diario triacas. Nerva, ~r~ión equivalente a «opiémano», si bien h:ªY al me-
Trajano, Adríano, Septimio Severo y Caracalla emplea- nos una docena de palabras para designar ·al dipsómano
ron opio puro en terapia agónica y como eutanásico. Lo o alcohólico.
mismo hicieron incontables ciudadanos romanos, patri-
cios y plebeyos, pues eso se consideraba una prueba de ·2. El vino sí suscitará conflictos personales y colecti-
grandeza moral. vos, Los romanos eran bastante afectos a beber, aunque
En su Materia médica, que es el tratado farmacológi- una costumbre inmemorial excluía a mujeres y menores
co más influyente de la Antigüedad, Dioscórides describe dé"treinta años. Tito Livio cuenta cómo un patricio mató
el opio como algo que «quita totalmente el dolor, mitiga a sji esposa cuando la descubrió bebiendo, y refiere tam-
la tos, refrena los flujos estomacales y se aplica a quienes bién el-caso de una infeliz soltera, condenada por su fa-
dormir no pueden». Por él '-Y por otros muchos escrito- mílía a morir de hambre porque fue ballada abriendo el
res romanos- sabemos también que la demanda de esta árníario donde estaban las llaves de la bodega
droga excedía la oferta, siendo frecuente su adultera- Como actualizando el tema dramatizado por Eurípi-
ción. des en Las bacantes, el cónsul Espurio Postumio persi-
Pero es interesante saber que =-como la harina- el guió en el 186 a.C. a cualquier persona relacionada con
opio fue durante el Imperio un bien de precio controla- les Misterios de Baco, un culto que llevaba algunas déca-
do, con el cual no se permitía especular. En el año 301, das celebrándose en Roma Tras forzar con amenazas a
un edicto de Diocleciano sobre precios fija el del modius un testigo, y establecer altas recompensas para delato-
castrense (una vasija con capacidad para 17,5 litros). en res, Postumio cerró las puertas de Roma e hizo que fue-
150 denarios, cuantía módica teniendo en cuenta que el sen pasadas a cuchillo o crucificadas unas 7 .000 perso-
kilo de baschisch (una mercancía de precio libre) cuesta nas, sin otorgar a ninguna las garantías del procedimien-
entonces 80 denarios. Poco después, en el año 31~. un to judicial romano.
censo revela que hay 793 tiendas dedicadas a vender el · S.eis años más tarde, un magistrado se quejaba de que
producto en la ciudad de Roma, y que su volumen de ne- «tras 3.000 nuevas condenas no se ve ni con mucho el fin
gocio representa el 15 % de toda la recaudación fiscal, de este monstruoso proceso». En realidad, la llamada
Con todo, este formidable COlli?UlDO no crea problemas peste dionisíaca duró exactamente tanto como su perse-
de orden público o privado, Aunque se cuentan por mi- cución, y cesó cuando Baco fue asimilado de m?do ofi-
llones, los usuarios regulares de opio no exísten.ni como cial a Líber el viejo dios romano. Mirando hacia atrás,
casos clínicos ni como marginados sociales. La costum- ei"historiad~r se pregunta por qué los horrores imputa-
bre de tomar esta droga no se distingue de cualquier otra dos a sus fieles no hubieron de probarse como cualquier
costumbre --como madrugar o trasnochar, hacer mu- otro crimen, por qué en vez de denunciarlos alguna vícti-

L
22 23

...
ma concreta (o sus deudos) sólo se animaron a hacerlo
delatores recompensados, y por qué el secreto y la tortu-
ra presidieron el procedimiento en todo instante,
Buena parte de fa respuesta es política: poco después rv. Ei fin del paganismo·
comenzarían las guerras civiles romanas, y cazar fieles
de Baco sirvió para deshacerse de enemigos determina-
dos, no menos que para intimidar al pueblo en general;
como siempre, la cura operada gracias a algún chivo ex-
piatorio exige suspender las reglas del derecho, y hasta
las del sentido común. Pero la gran trascendencia del se-
nadoconsulto contra bacanales deriva de que no llegó 1-. Al repasar noticias sobre culturas tan .distintas,
nunca a derogarse, .y siglos más tarde -con la misma durante un período tan dilatado de tiempo, vuelve bajo
falta de garantías para cualquier acusado- servirá para diferentes nombres una idea de las drogas cama espíritus'
perseguir a los cristianos, otro cultomístérico de excep- neutros ·o· imparciales, que al entrar en· el individuo «in-
cional porvenir y muy ligado al vino. tensifican las inclinaciones naturales, buenas o al revés»
(Filón; De plant., XLI, 171), y por eso mismo cooperan
ai .autoconocímíento. De ahí la sobria ebrieias como
meta, pues quien se educa en ella disfruta de la relajación
con 'dígnídad. Como añade Filón, «quienes no se permi-
@la ebriedad, y se consideran sobrios, son presa de las
mismas emociones que el ebrio» (De. ebr., xxxvm,
H3it), pero desaprovechan su sagrado entusiasmo.
Siguiendo a Eurípides, el pagano piensa que la tem-
planza pertenece a la naturaleza individual: Baco no
obliga alas mujeres a ser castas, pero aquella que por na-
turaleza lo sea «participará en las orgías sin corromper-
ses (Bác., v. 318). Ya Hipócrates aconsejaba «ceder a la
ebriedad una o dos veces, de cuando en cuando», consi-
derando que la relajación es cosa sana, terapéutica en sí
misma.
Conviene no olvidar, sin embargo, que este convenci-
1
rñíento -esta confianza en la «naturaleza índividuab-c-
:feflejauna automedicación muy arraigada. Los terapeu-

l.
\
24 25
tas pertenecen a miles de escuelas distintas -cur.an· ha- ~· ~Qµfuqaµqs, rabinos hebreos) exhiben el tono
ciendo música, con números, con ensalmos, con fetiches, urofesional
__ ---,-· . .. . . d e. quitU~.
· . m.
· no son · dividucs
· · marginales;
· · ·· ·
con astrología, con masajes, con plantas, con pura suges- sij:¡9 i,h~gr~dos. La .religión que administran es también
tión y con gímnasía->, y si en algo coinciden los hom- u:ft~ <o/~:r;da,d revelada», pero.bien cÜstink dela que admí-
bres cultos de la Antigüedad es en buscar nociones de ~- J~. hechicería de posesión y de éxtasis; unos son·
medicina empírica, para tratarse a sí mismos. La tónica o,fiws,que se apoyan sobre experiencias aisladas, a V;e~~
del mundo grecorromano es expresada por Encolpio, ú:¡ijc,1zj .en la. yida, mientras los otros se basan sobre el
protagonista principal del Satiricen, que cuando agota 2_pr~!lizaje de credos y ceremoniales; siendo esencial un
sus remedios caseros recurre a herboristas, «por resultar ~ent<;> que asegure la adhesión del fiel a una con-
más seguro para la bolsa y la salud». O;.P!ÜQD.del mundo y la conducta.
También es cierto que -con la ortodoxia brahmánica l)urante mucho tiempo subsistieron sin entrar en
a la cabeza- no faltan tampoco quienes ven en las bebi- ~i~o conflicto el sacerdocio ritual y la hechicería, cu-
das alcohólicas algo embrutecedor, que inclina a actos lm@flo esferas distintas. Los basileos de la religíén civil
necios y·orgías. Pero los propios brahmanes celebran la m.'itgª-,~o.existiancon hierofantes de Eleusis y otros alta-
ebriedad alcanzada con otras drogas, como el cáñamo, y res, los ponnñces romanos con oficiantes de numerosos
el alcohol no está legalmente prohibido allí, sino tan sólo ~~rios, los mandarines confucianos con santones
mal visto. Hasta en Roma, una cultura inclinada a esta- 1ªé>ístas y budistas, los rabinos con profetas. ·
blecer penas feroces para cualquier transgresión, el tabú La guerra sin cuartel estallará cuando cierta secta
que separa a la mujer del vino no se encomienda a la ley, =sunída originalmente a trances arcaicos de comu-
y su quebrantamiento sólo puede castigarlo -si así lo íppn~ aspire a administrar no sólo la religión natural.
deseará- el pater familias. Esto deriva de una clara dis- s:iµq lá prosaica o civil. Esto se observa ya en el brahma-
tinción entre derecho y moral: si la moral quisiera apo- Ilispio, donde los viejos «bebedores de soma» pasan ·más
yarse en sanciones legales fomentaría hábitos hipócritas, tarde .a defender un culto esencialmente anti-extático.
y si el derecho quisiera sancionar una moral se llana sec- Feto se observa con mayor claridad aún en el cristianis-
tario, fomentando el desprecio a sus leyes. me, un culto mistérico apoyado sobre banquetes perié-
élitQs con pan y vino, cuando la cuenca mediterránea lle-
2. Semejantes convicciones -sobre neutralidad de va mas de un milenio celebrando la harina como símbolo
las drogas, sobre ebriedad sobria, sobre automedicación Q.e Eleusis y el vino como símbolo de Baca.
y sobre las fronteras entre moral y derecho- sufren un
colapso al cristianizarse el Imperio romano. Frente a su- 3. . En sus .formas más antiguas, el rito eucarístico
jetos vocacionales y con «poder», como los hechiceros y exigía-duros ayunos previos '-con otros Misterios paga-
chamanes arcaicos, las castas ritualistas posteriores :ijQS - ~..: y tras varios días a pan y agua un vaso de vino po-
(pontífices romanos, basileos griegos, brahmanes, man- ~ la eñcacía de varios. Así era la eucaristía en la rama

26 27
copta, ·que fue la tendencia cristiana mási't>ujailté·hasta. '®-!fil~·fill~ aseguraban un trance psíquico muy intenso,
ser condenada corno hereiíamonoñsita. La gran cáiiti~ ~y~..,ge.caer en trance lo qµese exige es querer creer,
dad de copas halladas en las catacumbas -no pocas con !)g@/~. Aunque los sentidos no hayan notado diferencia
la ínscncion bibe in pace («bebe en' paz>>)- sugieren tam- ap.~y, g~pués de tragar la hostia bendita, lafe consuma
bién que-el rito original pudo suscitar las «borracherasy el @ªgr.o de tener a Dios dentro, en forma ñsíca,
fiestas estrepitosas» condenadas por San "Pablo (Ep. gal,, ~ giro exigía borrar cualquier punto de compara-
21), alimentando actitudes orientadas -según el propio C!Q!l, ,<;Q._¡tlesquiera. comuniones no basadas. sobre un es-
apóstol- hacia «obras carnales, como la fornicación». A fu~.9 ele autosugestión. Todos los otros ritos mistéricos
fines del siglo m, Novaciano -unó de los Padres de la tf~ M~c!i~rráneo pasan a ser «tratos con potencias sata-
Iglesia- fustiga el desordenado amor al vino que obser- :rn~)>., Dios no tendrá ya nada de misterio vegetal y mul-
va entre sus correligionarios: 1i-..Plicidad: será uno y trascendente, como la propia auto-
:iidªd de la fe.
'Se embriagan en ayunas, como si esto fuera presentar sacrifi-
cios al Hacedor. Y no sólo corren hacia los lugares de esparci- 4- Sin embargo, no sólo los usos mágico-religiosos
miento, sino que transportan consigo un lugar de esparcimiento óu~q.an sometidos a estigma. Para el pagano la euforia,
permanente, pues su placer es beber. ~tQ positiva {por obtención de contento) como negatí-
va Ji>Qr alivio de dolor), constituye un fin en sí. La euío-
El alivio de la rigidez, la «relajación» inducida por la ~ es sencillamenteterapéutica, sana. La fe cristiana de-
ebriedad, había sido para el pagano uno de los grandes ~ en cambio, una medida considerable de aflicción,
dones dionisíacos, admitido también por el Antiguo Tes- 1>9J;'gµe el dolor es grato a Dios mientras mortifique a <da
tamento. Pero ahora es preciso -como dice San Pa- ~e>>: lo que no sea aliviar patologías momentáneas es
blo- liquidar todo estimulo a «conductas relajadas», De , huid.ª indigna ante desdichas que redimen al ser huma-
ahí que proliferen sectas rigurosamente abstemias, como ~Q, Toda ebriedad implica debilidades culpables.
los eucráticos, los tacianos, los marcionitas y los acuaría- A esto se suma una condena de la eutanasia. La vida
nos, para las cuales beber constituye pecado mortal; se- <le icía uno no es suya sino de Dios, y-fuere por lo que
gún sus tradiciones, cuando Lucifer cayó de los cielos se ñiere-> quien acorte su .existencia incurre en pecado
unió a la Tierra y produjo la vid. Lucifer y Baco son una mortal, La meta de una muerte a tiempo, la mors tempes-
misma persona. t¡11_<1,, es tan condenable como sus agentes menos ásperos,
La formalización del rito eucanstíco comenzó redu- que el droguero antiguo llamaba tanaioforos o liquida-
ciendo a mero símbolo el ayuno, para algo después re- dores.
servar el vino al sacerdote. Esto permitió retener el nú- .SJJIDado lo uno a lo otro, nada podía perjudicar más a
cleo de todas las religiones naturales -,-que es comer y 1ª tradicíon farmacológica. Unos cuantos empleos íno-
beber del dios-, descartando al mismo tiempo las subs- <;e11_t~, para males momentáneos y .localizados, nada

28 29
eran comparados con la tentación de la euforia-corno ñn ~uos expolias se alían con invasiones de víkíngos,
errsí, sumada al peligro de cultos orgiásticos, hedonismo ~es y sarracenos para producir una rápida feudali-
y eutanasia. :ii';?tjón. Muchas aldeas son abandonadas, otras quedan
Estos principios obtendrán pronto consagración legal. SJJ~etidas al aislamiento, los bosques se adueñan de
Un edicto del emperador Valentiniano castiga con pena grap9es extensiones, la agricultura y la ganadería no
de muerte la celebración de «ceremonias nocturnas», o la g:ft)ducen excedentes capaces de sostener un verdadero
asistencia a ellas, medida que iniplica ilegalízar todo rito mmercio, la industria minera, la metalúrgica y la ali-
mistérico de tipo extático. Enel año 391 el obispo Teoñ- fyjfücia sufren un colapso, las comunicaciones se hacen
lo insta la quema de la biblioteca de Alejandría, prevo- mwosfules o demasiado peligrosas.
cando la desaparición de unos 120.000 volúmenes, y a La prolongación de este estado de cosas sugiere causas
partir de entonces el número de archivos y textos des- fiatatanto desastre, que empiezan a encontrarse en bru-
truidos resulta incalculable. El saber pagano -especial 0 !2S provocadoras de granizo, sequía y epidemias. Para
mente el relativo a drogas- se considera contaminado ®Onces han resurgido tradiciones chamanísticas en mi-
de brujería, mientras San Agustín declara que el afán ~éós aislados y en las comarcas más pobres, donde acu-
científico es en sí «curosídad malsana». Sucesivos Conci- ~en menos los nobles y clérigos. Están puestas las bases
lios mandan exterminar o vender como esclavos a los ml'.'a una guerra contra la brujería, que durará varios si-
drogueros y a sus familias. Como indica un edicto del rey glos, Su relación con las drogas es muy instructiva, pero
franco Childerico, el uso de «plantas diabólicas» es trai- antes de examinarla procede hablar del Islam.
ción a la fe cristiana, y en una de sus capitulares Carló-
magno llama al opio «obra de Satanás». Hacia el siglo x
-cuando la Iglesia y el Imperio son una unidad sin fisu-
ras- emplear drogas con fines terapéuticos puede ser si-
nónimo de herejía. Los medicamentos con mejor reputa- ,
ción entonces son la momia pulverizada de Egipto y el
cuerno de unicornio molido, si bien se consideran mu-
cho más eficaces aun las indulgencias vendidas por el cle-
ro, seguidas de cerca por santos óleos, agua y velas ben-
ditas. El droguero es un mago, y la magia está prohi-
bida.

5. Mientras tanto, en cuatro siglos Europa ha retro-


cedido milenio y medio. Plagas del campo y la cabaña,
catástrofes naturales, caos social, privilegios; barbarie y

30 31
L._
V. Islamismo y ebriedad

CQ:x:no las demás religiones monoteístas, y al revés que


~ :paganas, el Islam invade la intimidad subjetiva, die-
~Y~ .preceptos sobre alimentos, horarios ·Y drogas. Sin
emJ:jfitgo, no tiene ninguna droga sagrada -como el
a~
,¡¡g(> la misa-, ni tampoco ninguna droga sacrílega .
.?.1 no haber instituciones de comunión natural ( comer y
~ del dios), .no hay caza de competidores en ese te-
ti@Q,

í. Suele mantenerse que Mahoma prohibió severa-

ª e1, vino. En realidad, sólo consta que mando azo-


:ff¡ffite
f;gt un borracho por incumplir sus deberes. Como mu-
:fitj@.m~s aclaraciones, su cuñado A1í forjó una senten-
@ c.~-~hre:
El ift.l~ bebese emborracha, el que se emborracha hace dispa-
~. ·.~· qtie hace disparates forja mentiras, y a quien forja men-
@as deh~ aplicarsele la pena.
,,
Pero A1í no era el Profeta, y durante varios siglos los
fu~s :ifabes no recurrirán casi nunca a la pena de tres o
gñCp\azQtes en los pies. La borrachera se deplora porque
i ~~ ,ridícula y falaz a una persona, y quien no se mues-

/ 33
L
tre ridículo y falaz, estando ebrio, cobra más bien visos ..-?'B!üevan,elsello mashAllah (epresente de Dios»). Ha-
de santidad; comoel derviche danzante o el místico de la ijfgj,5
ci'2. rx 'sus usuarios suelen comedo, aunque los
inmovilidad, da pruebas de un aplomo admirable. ;;ef$a.S &.~·acostumbraban fumarlo; también es .frecuente
De ahí que ni siquiera el griego posea una colección de cm'!$i1]Uh:ló.en,jarabes de uva, mezclado con.haschísch.
cantos báquicos comparables al árabe. Hafiz, cumbre de
la poesía lírica, dice: «Temo que al alzarse la aurora, el

.

A._:filf.etencia de a
cultura grecorro~ana, que esos
~)I(~pipleaba vino, la árabe se servirá d~·OP~O· como
día de la resurrección, sea el crimen tu abstinencia, y no e;fo~te general, recomendable para el ttáns1~ de la
mi placer báquico.» En los cuartetos del Rubaiyat, el as-
tronomo Ornar Khayam declara preferir «el fuego de la
verdad en la taberna a su amable bruma en el templo».
'

.::Sª~
~cJa ~ fa tercera edad, y para sobrellevar los SJ:?S~o-
r~tá ultima, t3?to en pnvados como ~ público_s
~4.'ñ./\'.í:'1éson el equivalente de 1:uestros casinos, Admí-
Entre sus himnos al vino está el siguiente: ~ .~e ambas drogas cr~ hábito cuando se co~um~n
ef! ª"~s dosis, durante uienodos largos, el alcohólico tíe-
La uva, que con lógica absoluta ¡ ::e 'im~. vida bastante más ~o_rta, y en~ mucho más en
dos ji setenta sectas invalida, · c:'Ofiflicto eón deberes familiares, sociales y laborales;
soberano alquimista que transmuta ' :roiffii;fu' se hace notar por falta de coordinación, agresi-
en oro el metal pobre de la vida. 1 ~~ #rfulleos verbales y halitosis, mientras el habi-
. • • • 1 ~!ÍQ aj opio puede realizar con precisión sus tareas,
2. Por lo que respecta al opio, Ibn Sinna o Avicena 1 :c:ánteniendo sin dificultad una compostura externa. Es-
-padre de la m~di.cina árabe-. usa opio como eutanasi- ¡ ~ ~{geracfones hicieron que los dirigentes del Islam, .
co, y su .gr.an discípulo ~-Raz1 o Rhazes otorga a esa J y cl }lti;~blo, preñríesen la ebriedad proporcionada por
substancia un lugar dominante en la farmacopea. ó far.maco a la del otro. ·
En el califato de Córdoba, que durante el siglo x es el
lu_garmáscultoylibe~deEuropa, vuelveaprepararsela
tria~ magna o galé~ca. P'.11'ª l_a corte de Abderr~án ~;
·
.ª· ~
·· · -- · · ·
9 hay mención al cáñamo en el Corán ni en}a
S.;Wá. ~nárabe del. siglo ~ la planta se llama banga_h
también aparecen allí vanos libros sobre botánica medí- ~mbre casi idéntico al sánscrito bhang-y se aconse-
cínal y farmacia, inconcebibles en cualquier rein:~ ~tia- 1 i?ifil ¡~_acope.apara: diversos usos específicos, aunque
no de la época, De hecho, ~e:~ trad~ctores del árabe / fzjnni~ como dro~a lúdi~. ~ociad~ con el. opio, ?f
-las escuelas de Toledo Y Sícílía-« quienes devuelven a
Occid~nte la parte del saberpagano quepudo esquivar el
r
1 ¡ eil"aS vetes con bebidas alcohólicas, existe en formas lí-
tftiitlici.:(i:9moel «vino especial» de Las mil y una J_W~hes)
furor incendiarío de los primeros crístíanos, , -i no sólo como marihuana o haschísch consumible poi'
Tom~do. como n~cleo prod1:~r las pla:Qf:acio:1es : füb~fa~_fü:O: 9 ingestión. ' .
tUFca:s e mµnes,_la rápida expans10~ del Isl~ disemina Jtir:~, el galeno árabe, le atribuye capacida~ para
el opio desde Gibraltar hasta Malasia, en pastillas que a ~~fffente a casos graves de melancolía y epilepsia. En:

34 35
usos extraterapéuticos, durante 1~ época clásica del Is-
lam ·es droga de grupos determinados por fe religiosa r ~¡-ª utilidad del fármaco para leer sin cansancio la
condición social: campesinos, jornaleros y siervos urba- ~ª3. ·~.~tw.a.
nos la prefieren, y es por eso haschisch. al-harafish, «hier- p, ~.®}pi.~hasta Soleímán el Magnífico, en 1551, nose
ba de los truhanes»; pero es también haschisch. al-fbhora, ctofga ijñ certificado legal a cafés públicos, los europeos
«hierba de los fakires», usada para la danza extática y la e;:::~ ~qrren Siria y Persia por entonces encuentran a to-
meditación sufí. ~ -e=~µi distinción de clases- bebiendo el negro licor
El criterio predominante, al menos hasta media- CDJ'.i!Q si ~.e.tratase de un hábito inmemorial, que ya no in-
dos del siglo xm, Jo expresa Al-Ukhari -un erudito en ~gta :teológica ni.socíalmente. Es más bien orgulloun
lírica y leyes- a través de un pequeño tratado sobre la ~ que se combina muy bien con opio líquido y rele-
droga:. ga. ~ wio a un definitivo segundo plano, Así lo dice el
~· Belighi, un contewporáneo de Soleímán:
Has de saber que la ley islámica no prohíbe el consumo de fár~
macos cordiales, con efectos como los del haschisch. Y puesto:
que no hay noticia alguna sobre su ilicitud, el pueblo considera'
ª
~do
ej aire del Bósforo hizo su entrada, seduciendo doctores,
al martirio y al desorden, triunfando audazmente,
que está permitido usarla, y la usa. · i:""~bX1Jñdo·desde esa bendita hora al vino, que hasta entonces
~ lleliido en el imperio de Mahoma.
4. El café fue descubierto en Arabia algo después del
stg1o x, pues aunque la planta tenía millones de años. ~, Pero al.hablar del Islam es preciso distinguir un
sólo entonces se le ocurrió a alguien tostar sus frutos y; ~QQ<,tde apogeo creador, que llega -a duras penas-
pasarlos por agua hirviente, liberando así la cafeína. La; ~/el ,Siglo XIV, y otro de consolidación y decadencia.
leyenda de Mullah Schadelih habla de un creyente que se! ~ ~andes místicos, poetas, médicos, matemáticos yfü
veía inquietado algunas noches por el sueño, mientras 1@f¡;>,,s pertenecen a la primera época, y en dicho perío-
Ieia el Corán, y de cómo el café venció su cansancio. ! ~Q todas.las drogas son espíritus neutros, como pensaba
Cuenta una tradición que cinco siglos más tarde café: el 1ª. _P_u).tura grecorromana. Lo que acaba apoderándose
es consumido sin recato por derviches danzantes en La; d~ Islam clásico son sucesivos brotes fundamentalistas,
Meca, santuario islámico, y el representante del Sultán mi~ ven 'el .asunto de modo muy distinto.
les encarcela, mientras un consejo de teólogos, juristas y. · A,. fines del siglo xm -cuando el árabe tiene más de
notables delibera sobre su bondad o maldad. El consejo p_entérminos para decir «haschisch»- el magistrado
decide que sus bebedores sean castigados con picota o. ffip. Ganim dirá que «quien bebe vino es un pecador, y
exhibición pública, pero a esas alturas se entera el propio m:rl,,eii,come haschisch un infiel»; quiere condenar expre-
Sultán, gran aficionado al café, y tales disposiciones son: sáí((ente a varias ramas del sufismo, convencidas de que
revocadas, Reunido por él, un nuevo consejo de próceres i ~!.!. para «acercarse a la presencia divina». Poco más

l
1ªrde; el juez Al-Zarkasi imputa al fármaco 120 perjui-
36
37
,,.--

cíos, entre ellos «complacencia con los cuernos, muerte


súbita, lepra y sodomía pasiva». Otro colega -Al- .
Yawbari- dirá que sus adeptos «se perlaran. elpene :
con argollas de hierro, para practicar libremente la: pe- , 1 vi -Drog~s, concupiscencia y satanismo
derastia». · i
Al parecer, los consejos de esos magistrados no se con- ;
virtieron en ley general, aunque fuesen atendidos aquí y ·:
allá por distintos regentes. Pero hay ya quema de libros, j
y persecución para disidentes. El Islam tiene en materia '
de drogas una censura comparable a la que estableciera ;
el cristianismo naciente sobre la farmacología grecorro- ¡ A:lgunos consideran que la bruja medieval -cociendo
mana. : ímtº-§ para procurarse su grasa, deseando sólo lo- ínfa-
Estos datos tienen el valor histórico de fijar un cam- j ~~ fue una invención de los inquisidores, en la que al
bio. Al principio lo indeseable es la borrachera alcohóli- . fi_til3J: acabaron .creyendo casi todos. Otros piensan que
ca, que instigando insensateces mueve a mentir; eso no ¡ _fügtqn seres raros, propensos a buscar paraísos artificia-
supone renunciar a los dones de la ebriedad en general, ) 1§ !fil. 'lasplantas, Hay también quienes las toman por-re-
pues -como declara el lírico Ibn Jafaya, entre muchos : ~t.ntalites de la vieja religión del oeste europeo, bási-
otros- ser sobrio es propio de bestias. Pero en un se- ¡ 1 camente celta.
gundo momento es culpable cualquier forma de ebrie- ~~b.· cualquier caso, fueron acusadas de montar ritos
dad, pues la relajación inducida no es un signo-de cultura ¡ d~p:µíacos -los llamados sabbats-, usando bebedi-
sino un placer prohibido. : ~y,,pomadas. Poquísimas personas se confiesan brujas
Salvando las bebidas alcohólicas, este cñterío es el que ·1. ~,que Gregario IX dicte la primera bula contra ellas,
adoptan los inquisidores europeos para las demás dro- íj~n:µando a los inquisidores con el- derecho a incautar
gas, con las consecuencias que veremo~. _ ¡ ro $ijS propiedades y pertenencias, Algo más tarde elmime-
deJ1echiceros y'hechiceras ha crecido en proporciones
ghmgiosas, y el Reman de la rose asegura, por ejemplo,
@~son brujas «la tercera parte de las francesas».

i L La relación entre drogas, lujuria y brujería es

\
1
ª
í;!.uritual. En 1692 el inquisidor Johannes Nider describe
una ~eja que se frotaba cierto ungüento en axilas e in-
gl~; «Tras desnudarse y aplicar esa pomada quedó dor-
1
mida, y ayudada por el Diablo soñó con la lúbrica Ve-

38 1
39
l,___
nus,» Siglos antes, en los procesos de Carcasonne, la-con- ~JI cuerno, y con un galán más mozo y estirado
fesión de una vieja herborista díce.-En el sabbat hallé un • ~t.~.» . 1

macho cabrío gigantesco, al que me abandoné, y él a ¡;,


cambio me hizo conocer las plantas venenosas» : 2 Solitario o colectivo, el erotismo ligado a drogas
De 1324 es un acta inquisitorial que explica la creen- ; ~.;..e g~tecta la mentalidad inquisitorial viene siempre
cia en escobas voladoras: «Al revisar el desván de la emi!~to en estereotipos. Desde el primer tercio del si-
dama se encontró un ungüento con el que engrasaba un ~ ,gv-, cuando aparece por primera vez una mención al
bastón, sobre el cual podía deambular y galopar a través ~~ª-t, su objeto es «la lubricidad más abominable, sin
de todos los obstaculos,» En 1470, según otra diligencia rfti(:iói:t al parentesco; si hay más hombres que mujeres,
1
inquisitorial, <das brujas confiesan que ciertas noches un- ÁlS V?)'.óne,s satisfacen entre ellos su depravado apetito, y
tan un palo para llegar a un lugar determinado, o bien se :as .m,11j~r~ entre sí hacen lo mismo». Milénio y medio
untan ellas mismas bajo los· brazos y en otros lugares cm@; .jdéntica acusación -con palabras casi idériti-
donde crece vello». ~ había esgrimido el cónsul romano Postumío para
En una mujer, el otro lugar donde crece vello es el que ~guir los ritos báquicos.
está en contacto con una escoba al montarla. El palo se ~n todo, el sabbat era más que puro sexo; por una
empleaba para frotar o insertar los _untos en zonas que la I ~$cl.J.ejaba viejísimas costumbres, dirigidas a promo-
modestia del inquisidor se resiste a decir, siendo una es- ~ lafertílidad de plantas y animales, y por otra era una
pecie de consolador químicamente reforzado. Lo mismo patoffia de la misa, donde todo aparecía dramátícamen-
sugiere una confesión extraída a dos mujeres hacia te trastrocado, Lejos de celebrar una mortificación de la
1540, pues «conocieron muchas veces carnalmente al ' ~e:,, los fieles celebraban su glorificación; de ahí que
diablo en soledad; y preguntadas si habían conocido al- ~Ii un falo de cuerno, disfrazado de macho cabrío-
gún deleite notable en su acceso respondieron constante- el 9ijtj.a11te hiciera un simulacro de cópula, abriendo una
mente que no, y esto a causa de la incomparable frialdad corgfa: más o menos ritual. ·
que sentían en las partes diabólicas». Estos cultos rurales conttastan con el uso de drogas en
Cuando no hay inquisidores las mujeres opinan de .filas y ciudades, que tiene un matiz no sólo privado sino
modo algo distinto, aunque no falte el erotismo. Usando ~co~ Las mujeres -sobre todo sirvientas- son sor-
un ungüento de brujo -que le procura cierto alguacil- ~didas sin ropa, en estado de trance, y .al despertar
el médico de Carlos V y Julio ID, Andrés de Laguna, cónfiésan·que aplicando un. ungüento se fueron «de via-
sume en profundo sopor a una paciente histérica. Cuan- i~- 1CJn caso no tan comün -pues afecta a una.dama de
do es devuelta a la vigilia, se dirige a él y al marido di- o®e·media, esposa del notario de Lugano->- lo cuenta el
ciendo: «¿Por qué en mal punto me despertasteis, que es- ~a:c{).ntista Bartolommeo Spina: «El marido la halló

L-1etamente
taba rodeada detodos los placeres del mundo? Y vueltos Q§l:111,da en un rincón, exhibiendo todas sus pudendas;
al marido los ojos, díjole sonriendo: "Tacaño, te he incons~; Y como poco después val-

40
~(:i~s, y la potencia que deriva de sus mezclas, un
vió en sí, confesó que esa noche se había ido de vi;;i.j_e.. El . bffijo '.~utopeo competente Podía inducir variados tran- ·
esposo partió al instante para acusarla ante los ínquisi- ®, 1f>'oclía oficiar en ceremonias rurales, no menos que
dores, y lograr que fuese entregada al fuego,» ( ®::~ter al'usuarío urbano, orientado hacia finesde en-
Tan;lbi~!i hay erotismo y droga en lo que propaga só~aci'ó'n y éxtasis solitario; inaugurando un comercio
Hans Sachs, un famoso autor de calendarios, a mediados ¡ s@.~rráiieo de untos y brebajes que _;bajo ·la persecu-
del siglo XVI: qQg,iliqüisitorial- desembocaría en una reventa gestío-
:M.g~ por alguaciles y caza-recompensas,
Al recorrer el campo de batalla vieron con sorpresa que los
sarracenos seguían teniendo el órgano sexual duro y erecto. El · 4,, '.La inquisición en América parte de premisas ídén-
médico de campaña -sin dar muestras de extrañeza- les ex- '
pliCQ que aquello no tenía nada de extraordinario, pues de todos ! iJ~. y persiguió a gran numero de nativos por emplear
era bien sabido que los turcos acostumbraban tomar opio, y que
el opio procura excitación sexual aun después de la muerte.
¡ ~-é;).fq~as tradicionales. Tan concienzuda fúe,' en efecto,
t¡l!.~ ;fiasta mediados del siglo xx no se redescubrieron
1º.!iª1os ritos relacionados con peyote, hongos psiloci-
3. Ante tales evidencias, el uso de drogas distintas lii@,l Y otras plantas psicoactivas. ·
del alcohol se castiga con tortura y pena capital, tanto si P.efo el inquisidor no encontró en el Nuevo Mundo la
es religioso como si es simplemente lúdico. Las drogas ('.Q~f,?ción 'directa entre erotismo y drogas que veía en Eu-
de las brujas delatan lo prohibido por excelencia, que es W:Q.~. Aunque bahía allí una enorme variedad de suhs-
un deseo de abrazar el más acá, opuesto al fervor por el ~~ psícoactívas y empleos, empezando por numero·
más allá. Sin embargo, querer volver a sentirse en la Tie- ~ f1J}tos, faltaba el repetido cuadro de mujeres entran-
rra como en su casa, y no como en un destierro, es lo que , ~ m'ª-cias a cosas que -untadas en palos de escoba y
representa el Renacimiento, espíritu animador de la :· c'!!~filos~ transportan a orgías, donde eran exigibles el
edad moderna. Ilustrado ejemplarmente por Fausto, el ¡ ~~&o de Eva y la desenvoltura de Venus.
nuevo hombre prefiere vender su-alma al diablo que ado- 1 T4@)ién eran diferentes los vehículos de ebriedad
rar a un Dios. reñido con la vida. @dos en América y Europa. Tras la ruina del saber far.
Para ello se apoya, desde luego, en substancias psi- @cQlógico antiguo, la hechicería europea se vio reducí-
coactivas. Las fórmulas de ungüentos que nos tránsmi- @. ante todo ala fiora psicoactiva más común allí, que
ten Cardano o Porta no sólo contienen hascbisch, flores 59-ij s_9lanáceas alucinógenas como beleño, dataras, be-

l
. de cáñamo hembra, opio y solanáceas, sino ingredientes Ilail§P.~Ymandrágora. Los brujos americanos conocían
de alta sofisticación como la piel de sapo (que contiene iaíiiliié1f algunas solanáceas, pero -salvo unas pocas
dimetiltriptamina o DMT) o la harina contaminada por ~<';e.pciones- su empleo quedaba y queda restringido al
cornezuelo ( que contiene amida del ácido lisérgico ), ade- @rif!f~, por considerarse «demasiado fuertes» para los
más de hongos y setas visionarias. Con esa variedad de d~t!>Jª;,;··en los ritos colectivos son mucho más habituales

42 43
ñ:iliP-ª d~ padecer en el otro mundo. Eso explica tam-
plantas de tipo visionario, con mescalina, psilocibina y F.éf:! ®~ pudiera negársele un abogado defensor, y qµe
principios afines. Se diría por eso que algunos europeos f$ ~9-ªWldas comunes no sirvieran; aunque el esposo
hubieron de celebrar fiestas con drogas ásperas, muy tó- ~@ara haberla visto dormir a su lado, por ejemplo,
xicas y poco útiles como vehículos de conocimiento, por 6ª m:p.I_l.lSejª1)le desconfiar, pues «la mujer podía estar en
el sopor, la credulidad y la amnesia que provocan. Entre ~ Qtg(a,, y tener en la cama un demonio transfigurado
el tumultuoso sabbat medieval y los introspectivos ritos I
mg s'li~petto». Tampoco es prueba de inocencia resistir
peyoteros parece haber la misma distancia que entre ini- · b 1ª:!=tJJPa, pues tales cosas suelen deberse a «encanta-
ciarse al vudú y a los Misterios de Eleusis. .i:D!WÍP- diabólico». · ·
Es interesante, con todo, que las solanáceas alucinóge- Qtg~adas así las cosas, no había otra forma de esca-
nas se encuentran hoy clasificadas en las farmacopeas ~ ®~_convertirse en brujo «arrepentido», dispuestoa
como útiles plantas medicinales, y no como estupefacien- ~~!t@rir secuaces, y los jueces se sirvieron para ello .de
tes peligrosos. Desde 1330 basta 1700 fueron una encar- ~4!9.s, dementes y niños. Catalina de Guesala, uno en-
nación diabólica, generaron un número considerable de ~ ;i!l:últiples casos, se salvó -a los ocho años- de ser
consumidores, crearon una fe en su poder sobrenatural ®groada por bruja denunciando a parientes y amigos en
y, desde luego, llevaron al suplicio y la hoguera a muchí- e!_t!,!!~blo español de Ceberio, el año 1555. La misma
simos europeos. ~[d;te~an las niñas que atestiguaron en el procesode
~~. en 1688. Para entonces, gran parte del cortejo in-
5. El instrumento para perseguir la hechicería fue @isitorial tenía antepasados delatores. Unos se habían
una prueba -el «trámite de confesión»- que falta en el ~forzados con amenazas, mientras otros habían bus-
derecho previo. Alegando «la enormidad del crimen, y la i ~~p; una recompensa inmediata y posteriores premios,
urgencia, de atajarlo», uno de los sacramentos volunta- :oorque la profesión de inquisidor era envidiable econó-
rios pasa a ser obligatorio, apoyado ahora sobre una :ímqrmente, y quienes no fuesen clérigos o magistrados
gama de tormentos. Como dice el Martillo de las brujas, é:fy:j),~ sólo podían acceder a ella demostrando su celo
un manual para inquisidores que publican en 1486. dos ~:t1 -delacíones. .
dominicos alemanes:
6. Podríamos saber con más exactitud qué tipo de
La brujería constituye la más alta traición contra la voluntad <Viaj~».suscitó la hechicería en Europa, de no mediar el
de Dios. Por eso los acusados han de ser sometidos a tortura, a ~ma, elegido para averiguarlo y castigarlo. Pero ni el
fin de que conñesen, Y al que se hallare culpable, aunque confie- preparador .de drogas ni su usuario necesitaban herir en
se su crimen, sométasele a tortura, pues puede ser castigado en I ie.nnin0s forenses, y cuando alguna autoridad persigue
proporción a su delito. ~enes sin víctima ñsica -como el de la mujer del no-
µtie de Lugano, o frotarse el vestíbulo o el interior de la
En realidad, cuanto más sufriera la bruja aquí menos \

44
L 45
vagina con escobas embadurnadas- recurre siempre a :oog~ª'fyase de Voltaire, al definir la brujería en su Die-
procedimientos de este tipo. doñ4_ifb,filos6fico:
Durante el apogeo de las ejecuciones, en el Renaci-
miento, sólo disintieron de la Inquisición unos pocos hu- Sól~l':Ja acción de la filosofía ha curado a los hombres de esta
manistas: Pomponazzi, Cardano, Porta; Agrippa de Net- :.!Jó@n_able quimera, enseñando a los jueces que no hay que
tesheim, Laguna y Ponzibinio. Convencidos de que sab- QJ®~ _¡¡, Ios imbéciles,
bats y «viajes» solitarios se explicaban por razones natu-
rales -como la psicoactividad de ciertos preparados y el füi_betjies para el siglo xvm, caníbales infanticidas
placer de la relajación-, negaron la hipótesis oficial so- ~!9~ siglos previos, las brujas y su mundo desapare-
bre una contumaz plaga diabólica. Ese criterio fue1uego ~ :Pe§de 1700 apenas hay en Europa o América una
profundizado por el clérigo y filósofo Pierre Gassendi, sn1ª causa contra ellas, y los escasos intentos por incoar
uno de los grandes contemporáneos de Descartes, y algo ~g¡m_ª son desaconsejables por la jerarquía eclesiástica
más tarde el también clérigo y no menos destacado filó- dlm1> cosa «contraproducente». En realidad, no se trata
sofo Malebranche. ce qy:~ las fuerzas demoníacas hayan muerto, sino de que
Con todo, fue un jesuita alemán, Friedrich von Spee, Já :tig:c(_)pspiran produciendo lujuriosas ebriedades en el
quien asestó un golpe directo al emporio inquisitorial. ~~lo; ahora gestan reivindicaciones políticas. ·
Tras confesar durante más de una década a brujas, von ~ cruzada contra las brujas mostrará cómo la perse-
Spee hizo en 1631 una declaración que conmovió: OJ@§P..:puede multiplicar al infinito cierto daño, real o
~!f~to. En una Europa que rondaba los tres millones
Tratad a los superiores eclesiásticos, a los jueces y a mí mismo ce habitantes, inquisidores católicos y protestantes
como a esas pobres infelices, sometednos a los mismos marti- ~on quemar vivas a unas 500.000 personas del si-
rios, y descubriréis que todos somos brujos. . g{> ~ al XVII, e incautar los bienes de varios millones
~s.
Una muerte precoz le salvó de sufrir ese tipo de trato, Nip;ándola desde arriba, esa guerra puede verse como
pero el teólogo holandés Baltasar Bekker completó sus q1 m_~nto de control lanzado por nobleza rural y clero,
ideas con un libro sobre la brujería que se tradujo rápi- dos estamentos en decadencia frente al auge de la bur-
damente a varios idiomas. Tras negar la intervención ex- ~§Ía urbana y las monarquías nacionales. Una histeria
terna de Satán en la vida humana, Bekker planteó la mJe.!$.vatan grandiosa no es separable del enorme cam-
caza de brujas, brujos y su séquito como «patraña ridícu- r.=º ®e se anuncia en Occidente: nadie puede detener
la y espantoso crimen judicial». Vivió perseguido desde ® tendencia hacia la movilidad social, demoledora
entonces, pero había herido de muerte a las pretensiones ~. ; un mundo que se basa sobre el destino impuesto a
del inquisidor. Su libro, publicado por primera vez en €2.élá @O por su especñica «cuna», Lo inmediatamente
1691, domina todo el siglo siguiente, e informa una co- 'i15ÍPÍ~ ge esa crisis -la punta del iceberg- es un con-

46 47
flicto entre la moralidad establecida y una moralidad
nueva, que se rechaza como agente extraño, poniendo en
·' marcha una cura mediante chivo expiatorio.
Pero esto no es nada nuevo en nuestra historia; lo mis- VIL El resurgir de la medicina
mo quiere el tirano Penteo, en la trag~dia de Eurípides, Y
lo mismo impuso el cónsul Postumío para repnmir el
culto báquico. Penteo, Postumio, Badina y Torquema-
da tienen en común confiar en persecuciones que ampli-
fican lo perseguido, y que sólo al cesar producen el efecto
buscado; dicho de otro modo: empresas que triunfan fra-
casando, y viceversa. l.:::; vruneras fisuras en la terapiacorno cosa básica-
mente encomendada a eclesiásticos provienen de las cru-
~das a Tierra Santa, pues muchos volvieron asombra-
qe:fs,ante la eficacia del médico árabe, generoso dispensa-
·1
i 9-ór -de drogas psicoactivas. Eso explica que ya desde
fipales del siglo XI tanto algunas solanáceas como.opio y
gi:ijamo sean empleados por médicos de reyes, nobles y
Itrelados para tratar variados achaques.

J.. En el siglo xrr hallamos la primera mención a la


«esponja soporífera», un anestésico compuesto a partes
fgu~es por opio, beleño y mandrágora, molidos y mace-
:r:a_dos en agua. Miguel Escoto, un representante de la es-
~li.ela de Salema, origen de las que luego florecerán en
las, universidades de Montpellier, Bolonia, Padua y Pa-
:rís; .escribe por entonces que «cuando quieras serrar o
®r.tar a un hombre empapa un trapo en esto y aplícalo a
sus narices durante algún tiempo».
Dos siglos más tarde ",'-cuando comienza a arreciar la
qiZa de brujas~ el uso de opio por parte de médicos hi-
pocráticos está ,bastante difundido. En 1391 muere
!\.:Dladeo VII de Sahoya, quizá de sobredosis, y su médico
q.~ cabecera, Antonio de Guainerio, lanza una diatriba
48 49
contra colegas del Piamonte, acusándoles de usar supo- ~@.'f~;:)<:>s,~cores recibieron una acogida: mucho más
sitorios de opio en cantidades excesivas. Un discípulo !!:aj~~· áúñ• Síendo .. cuatro· o cinco veces más activos
suyo, Giovanni della Croce, añadirá que «solo hay que º1~ ijYiiló ~Y otras tantas más téxieos=-,' ofrecían una
usar los narcóticos cuando el dolor sea insoportable y e'@f.!~guez rápida y profunda, obtenible con mucho me-
otros recursos fallen». Poco después va a ser procesado oos .:ifqili.d;o y permitiendo elegir entre variados aromas.
Giambattista della Porta por propugnar el uso de opio lCorqq a~eso se añadía una estabilidád del producto in-
en cirugía y hablar demasiado de drogas. Sin embargo, oo~¡g~lemente superior a la de los vinos, el negocio
su uso como anestésico sigue difundiéndose en una Eu- ~ f@iii;:arlos y venderlos cobró márgenes comerciales
ropa sacudida por continuas guerras, y-como golpe de ~diosos. De ahí que los destiladores formaran. gremio
gracia....:.... las repúblicas de Génova y Venecia deciden co- ~ g,~d,e el siglo xv, bastante antes que los médicos.
merciar con el producto en gran escala, importándolo Pogi.,~~pués sus preparados venden muy bien eh China,
otra vez de Alejandría, como hiciera la Roma imperial. ci'éañclo un espectacular aumento de-enfermedades vené-
Comienza así la reinstalación del opio como panacea !® ian:to en la Corte como fuera de ella, lo cual motiva
terapéutica en Occidente. Pero el médico .dehe ganar to- ~· -: y pasajeras- restricciones al consumo. ·
davía algunasbatallas, La primera y más grave es la inse- P-~liacer frente al aluvión de alcohólicos promovido
guridad que supone usar drogas psicoactivas, e incluso pJf ).a$ bebidas destiladas se tomaron en Europa varias
no psicoactivas. Cualquier persona sin altos apoyospo- ~aas, La más ambiciosa fue una fundación orientada
día ser procesada, torturada y quemada viva por sospe- a ~tómover la sobriedad, presidida por los principales
chas, tanto más inatacables cuanto ajenas a botánica o t(>b}~y obispos alemanes. No faltaron tampoco conde-
· toxicología. Dicha situación incomodaba por igual amé- ~ ~.borracho, como en China, y así vemos que el rey
dicos y drogueros, y de ellos nacerá un deslinde entre Fr@.,é.sto I de Francia ordena cortar una oreja y deste-
farmacología y magia. Era preciso crear oficios terapéu- ~ de por vida al reincidente. A pesar de su fama, nun-
ticos no populares -como entonces- sino de rango C! liíil>fan aplicado los árabes castigos de esa naturaleza
universitario, con capacidad para resistir las amenazas 21 ;Uépliólico. Pero reina una inmensa hipocresía, y en
del inquisidor. t(> pocas ocasiones es el propio clero quien produce ma-
~ente licores de gran aceptación popular, como su-
2. En lugar de la piedra filosofal, los alquimistas ~~ .ton cartujos y benedictinos.
~
t es~W?rieron el alcohol. La primera me:1ci6n a pro-
edimiento aparece en un tratado técmco del siglo xn,
que llama>aqua vitae, agua de vida, al resultado de una
e:ste ~ térrninos generales, el Medievo y el Renacimiento
sog ép:oc_as donde el consumo de bebidas alcanza niveles
am?:if ,desconocidos. En los monasterios se componen
destilación, y aqua ardens, agua inflamable, al alcohol €ajj1:QsAje corte dionisíaco como los Catulli Carmina y
de 96 grados obtenido por bidestilación. ~ Qá_ifitina burana, en una exaltación casi religiosa del
Aunque el alcohol puro fuese muy útil para preparar 'ifüg que Boccaccío y Rabelais describen a menudo. El

50 51
,_
antípurítanísmo que sostiene el uso lujurioso-hechíceril
de ungüentos tiene su paralelo legal en fiestas donde se ~. ~I)~ y Hostíum-> son conocidos: en fas historias
bebe tumultuosamente, al son ele canciones atrevidas, ya :,=:el_ª.:'._:~~oicjna como <~~vi.rato_del opio», L~ sigu~ el ·
se trate de celebrar el Corpus Christí o la semana dé Pa- .:o~~~_.J- E. v~ H~o!lt, fundador de la iatroquúni-
sión. A mediados del siglo XIV, las actas oficiales de Es- ca Q• farmacología cientíñca, conocido como Doctor
trasburgo muestran que el gobierno de Ia ciudad repar- éJJ!ifJ,J@pot su admiración a la substancia, que conside-
tía cada año 1.200 litros de vino alsaciano a quienes pa- ~ fü~dra filosofal de la terapéutica. ·
sasen la noche de San Adolfo en la catedral, «velando el ~,Wsino debe decirse de Thomas Sydenham, consí-
sagrario y .orando». c't®,{l.b él más grande médico inglés de todos l~s tíem-
;ot que inventó el láudano de su nombre diluyendo
3. Superar la caza de brujasinclufa dos partes. Pri- Cl1!!Q'.éh vino de Málaga, azafrán, polvo de canela y clavo.
mero era necesario reducir lo reputadamente sobrenatu- DijQ <qµe jamás habría sido médico si esa droga no exis-
ral a algo prosaico, como las propiedades de ciertas ~~pié su ~al~ dejarla a la medicina «manca y coja»,
plantas. Luego era preciso mostrar que lo prosaico pre- 9J~f?~.aba dianamente 20 gramos de su láudano, y que
sentaba gran utilidad para todos, siendo pura y saluda- C®l-ª ¡recetado personalmente unos ocho mil litros· de
~ ¡>reparado, entre otros a pacientes como Oliver
ble medicina.
"tíevar adelante esto segundo fue en buena medida
·
a:fQw..w;ell o el rey Carlos II. Se cita frecuentemente una
obra de Paracelso, médico y alquimista del siglo xvr, Pa- ~~r~uya:
racelso inaugura una farmacología que asimila no sólo
las prácticas clásicas sino los hallazgos hechiceriles del ª3tte los remedios que el Todopoderoso tuvo a bien conce-
Medievo. Cuando dicta cátedra desde Basilea fascinan-
0:t ¡il,hombre para alivio de sus sufrimientos ninguno es tan
::;:@i$_al y eficaz. '
do a_ los médi~os eur~peos, hay ya boticario que usa re-
medíos de bruja con simples cambios de presentación: en ~J-~co H. ~e Boerbaave, cuyos discípulos ocupan
vez d_e pomadas y filtros los dispensa en forma de pasti- ~-J?pnc1pales catedras de medicina en Europa, declara
llas, Jarabes y tinturas. ~q:n~ntqnces que «el opio es un inmenso don de la Provi-
Pero esto es simple práctica, y hasta Paracelso no se d@fü:i,, para mitigar los sufrimientos del hijo del hom-
produce el matrimonio legítimo de terapéutica 'f quími- ~-,~ta drogaba perdido por completo su halo heréti-
ca. De_f~or a ultranza del opio, que-según cuentan- ~~i?Feyio,Y es ahora fármaco cotidiano de Luis XIV y
llevaba siempre consigo en el pomo de la silla de montar Ri@~~u,. consuelo de Ronsard y remedio «científico»
inventó el láudano-una tintura o disolución del fárma~ t<>t .excelencía, que deslinda a facultativos serios de
co- _qu~ le proporcionó extraordinarios éxitos: se jacta- zjjfEiñ:dices y curanderos.
ba püblicamente de haber salvado la vida con él a mu-
chos reyes y pnncípes. Sus inmediatos sucesores ,-,-Plat-
• J.=!~ que el uso se democratice -en el siglo xvm-
!lo que acompaña más habitualmente al jugo de adormí-

i_
1
52
53
dera son materias preciosas como azafrán, polvos de oro!
y platino, ámbar, jade, perlas.aguas de piedras preciosas'
y cosas por el estilo. El cliente veía aliviados sus $.(n\omas'
gracias a la acción del opio; :y el terapeuta encontraba en: vtLl,. E1 descubrimiento de América.
los otros ingredientes motivo para cobrar enormes ho-:
norarios; la literatura del período -desde Shakespeare '.
a Cervantes y Moliere- fustiga sarcásticamente la vaní- I
dad de esos pacientes, tanto como la codicia de sus sana-
dores.
Pero el opio no sólo sirvió para resucitar una diferen-
cia radical entre el tratamiento de los ricos y el de los po- · Q!ie:lós tesoros americanos fuesen básicamente botá-
bres, como sucedía en Roma. Su eficacia influye en un
nuevo prestigio social de los médicos, que refuerza sus,
pretesiones de formar gremios profesionales. El primer'.
~s
ª ~o:tprendió al conquistador. Los tlaxcaltecas cura-
:rog ·;H.~rnánCortés una herida con tal pericia que éste
E:S;!:W!éS aj. rey pidiendo que no dejase venir médico algu-
Colegio médico europeo será el de Londres, que recibe u;:» fil-:t,Jtievo Mundo. Lo mismo sucedió en Perú, donde
de Ia Corona una licencia exclusiva para atender pacien-: e® 4~ los primeros rectores de la Universidad de Lima
tes de la ciudad y sus alrededores. Algo más tarde se pu· ~ 9j!µso a dotar cátedras de medicina, «porque los in-
blican las farmacopeas más antiguas, en Nüremberg' ~ gpnocen muchas hierbas medicinales mejor que los
(1546) y Basilea (1561), donde las solanáceas psicoactí-: ff-~cO:~, y la experiencia prueba no haber menester de-
vas son agentes válidos siempre que se combinen con, ~ ác;tuí».
opio; repasando sus recetas, vemos que hay pocas dife-j' SiP.·embargo, no había manera de distinguir a las emi-
rendas substantivas entre la composición de analgésicos L@.filª-5" médicas y farmacológicas indígenas de inferna-
y soporíferos y las infernales preparaciones de algunas¡ i!::S g~~ceros, pues lo que algunos llamaban maravillo-
brujas. . . ~ ~gas era para otros obra de impura magia. Las vací-
En definitiva, ha renacido la farmacología, algo hasta: TI,;,póii~ que este conflicto produce las expone Juan de
entonces a medio camino entre la alquimia y la hechice-J ~"ª'fiias en un libro de ·1591, donde se pregunta «si al-
na, y-con ella una nueva industria que crecerá sin pausa¡ gúnª hierba o raíz hay que permita forzar al Demonio
~ que venga, o adivinar alguna cosa por venir». Des-
i ~do. entre la medicina y la piedad cristiana, Cárdenas
j :U~ª a una notable conclusión:

¡
j ~;hpmbre que usa de las hierbas a fin de sanar una enferme-
eª(}. =-porque también esas hierbas son muy medicinales- no

54
L 55
r
l
1

ha de ver.al Demonio ni saber cos~po_~venir~Lo·contrapo su-:


cede.con el que con mal ñn usa de las híerbas.a fin de ver al De-
a:::@Q. ~:fel)téi1ic0) y otraafín a fa.LSD 25 (con su anillo
:oioliee)·= vetemos qüe ambo ti O . · tán ··
moruoysabercosasquenqsabía .. Aestostal~lespepajtePios · ·::::-~:... . . .. . s _P ses generosa-
que se les-represente el Demonio y les 1
declare lo qµe estaría me- · :rey~ ~presen~do~ ~ ~vel botánico.
jor no saber. ' · · ·· · - · 1 ~ ~¡yi~oa:mén"Ca, la primera droga. de esta familia que
. · _ ~1!!~',p:9derosamente la a~ción fue el teonandcatl (en
Las hierbas concretas a que se refiere Cárdenas son el, ..fD~~-'ºáhuatl: «seta maravillosa»), nombre que abarca
peyote, una brugmansia, el olohliuqui (que es amida del ~ ~~ <e:sJ'ie~es. dé hongos psílocíhíós, Sahagún y Bena-
ácido lisérgico) y el tabaco. Su conclusión resulta curio- ::;g~~ '~~s- de los primeros cronistas, emparentan el teo-
s~, ya que· defiende la neutralidad de esas drogas, pero
sm cerrar la puerta al inquisidor: el mismo fármaco en
7;ñ~~µ. ~on_ Lucifer. No ~enos curiosidad mereció el
=u,f&~i, que son las semillas de dos plantas trepado,
fin
ª
las mismas dosis, puede ser =-como dice- «a buen y :25, pl{es -a juicio de Sahagün=- «sirve a los nativos
a mal 'ñn». ~ltt'ómulgar con el Diablo». El mismo anatema mere-
Tras un siglo largo de persecuciones todavía en 1629 ~ 1p~yóte, una cactácea que contiene mescalina, cuyo
el mquísídor Ruiz de Alarcóil lanza ~a cruzada contra . -::~1~ fue prónto considerado «ritual pagano y supers-
los nativosde Morelos y Guerrero, «más preocupados ~,F~:.. . , . ·
~ar 'la buen~ voluntad del ololiuhqui que por las moles- ~_.~; €aribe, los taínos descubiertos en Santo Domín-
ti~ Y penalidad~ del clero». Siguen quemas de esas se-¡ ~~?-~¡~ol~n usab~ polvo de cohoba, llamado_Yoj)o en
m?Jas, destrucción. de plantas, procesos y condenas. ;:6--~~tonos cub1erto,s actualmente por Venezuela- y
Bien entrado ya el siglo xvm -cuando las iglesias euro- j '....olQ~ia, droga extraída de una planta (la Anadenan-·
pe~ p~efi~ren _o~vidar la caza de brujas- hay en Améri- 1 =-~~t?_~regrina) cuyo ~rin':Ípio ~ctivo es DMT o climetil-
ca JU1c1os m~1toriales contra híerheras y híerberos; in- , ?W_~ma; un alcaloide mdólico de espectaculares y
cluso en el_ s1g~o XIX, más de un historiador presenta los . ~e~~/~ectos. . .. . .
conceptos indios· originarios como «una organización se- ·: ~~: al sur, en la civilización andina, una planta que
creta opuesta al cristianismo y al gobierno». Nada tiene ~~fe representadaen cerámicas desde el siglo x a.C.
de extrañar que los usos religiosos, lúdicos y terapéutí- ~ ~JI.amado S~ Pedro, un cacto que contiene babi-
cos de la flora psicoactiva sean mencionados con todo . ~~te mescalína, aunque algunas especies conten-
de~e por los primeros cronistas, y luego caigan en total. ~J)!~T. ~an Pedro es el portero del cielo cristiano,
olvido hasta bien entrado el siglo xx, :. r ~~ as1 a ~::'- droga pagana, usada con fines de
· =-~ento religioso y adívínacíon, muestra hasta qué
1. En el capítulo de las drogas visionarias, el Nuevo :9-º!:§ el indio sugéna su certeza bajo el ropaje de la fe
Mundo es una fuente todavía ínagotada. Si las dividimos . ~..emt
I
en dos grandes líneas -una añn a la mescalina (con su
2, .ta, riqueza del continente americano e~ fármacos
56 57
de típovísionario no es inferior ala de sus estimulantes !@.~:~qp_as, ganado. Yimucha's, otras cosas, y •que no todas pue-
. que siguen siendo los más apreciados en buena parte dcl [_@c ,p._r91@irse, tampoco. debería. suceder .,es~ó con la coca,
planeta.
Cu~do Pizarra. topó con el imperio mea, en 1530, . FQG9 después, ~ diezmo sobre el comercio con esta
us~ liberah_nen~ coca era privilegio de la Corte, y hacer- tkgga.es la parte singular més importante de sus íngre-
lo sin autorízacion constituía un desaño a la autoridad. , §§.§:ipirra los obispos de Cuzco y Lima. En 1613 el cate-
Parte· considerable de la corvea o tributo popular de tra- ; ®µ;ádo Guamán Poma de Ayala comenta que.sí no es
bajo se empleaba en producir los Ilamados'panes de coca : MI"ª el trabajo, masticar la hoja resulta «una actividad
---:c.ónsurnidos por la nobleza en grandes cantidades-, i_
~ciaj no autorizada». Con todo, sus virtudes estimulan-
nuentras para los demás estamentos reinaba un sistema · tes)qª-cen que parezca muy útil a: varios médicos·y botica-
de prohibición, siquiera fuese teórica. Eso explica que la P..Q.S :españoles. .·
· Conquista supusiera en un primer momento una demo- ' ~a planta estimulante americana es el mate, que
cratízación del consumo, y permitiese ainasar fortunas a · ~pene tina proporción de cafeína muy parecida a la
algunos españoles. Siguió un penado conflictivo donde , ªª·tafé. Acóstumbrados los conquistádores a tanta ido-
el inquisidor veía en el uso de la planta una práctica idó- ~fr.(a vegetal por aquellas tierras, pronto vemos que esa
latra y los terratenientes insistían en sus bondades : @ó~ª- recibe un anatema: la usan los brujos -como di-
disputa que se zanjó otorgando al clero un diezmo sobr~ ' ~¡yarios clérigos- «para oír oráculos falaces del padre
'to~o-comercio con la planta. Por entonces, sólo para la d'.'é:t;{ mentira, Satanás». Llegadas estas noticias a Roma,
feria anual de Potosí -la mayor del mundo en volumen , @'wdenal Borromeo escribe al obispo de Paraguay y al
de transacciones- se importaban 100.000 cestas de; §yp~rior de los jesuitas, exigiendo que se extirpe el uso
coca,. que equivalen a 1.300 toneladas de hojas. El inca '. gfajgo «tan dañino para la salud de las almas y los cuer-
Gar~aso de la Vega -curioso personaje, hijo de una ; @~>), No obstante, la Compañía de Jesús había anticipa-
sobrina ~el Inca y del conquistador Lasso de la yeg3:- 1 aoJ_~próspera explotación de esta droga-que se acerca
se permíte en sus Comentarios reales una disquisición · lioy~ medio millón anual de toneladas-y acariciaba el
m:byecto de propagar el mate en Europa, compitiendo
notable:
w*,el
@:ti~nte.
cacao mexicano y con el café y el té importados de
. Se han dicho y escrito muchas cosas contra la pequeña planta,
sm otra razón que la de haber hecho los paganos en la antigüe- _ Qg:m~nzaron entonces a divulgarse noticias bien dis-
dad -y actualmente algunos brujos y adivinos- ofrendas de @tas sobre la hierba mate. A principios del siglo xvn, un
coca a los ídolos, debido a lo cual dice esa gente que.su uso ha- ~1:9 funcíonario de la Real Audiencia de Chile dice «que
bría de prohibirse por completo. Lo dicho sería un sabio conse- Saii Bartolomé viajó a América para descubrir esta plan-
jo si los in~os of:ecieran esto y nada más al diablo, pero viendo
que los antiguos idólatras y los brujos modernos también sacri-
@~los naturales». En 1667, un tal Diego de Ceballós es-
fican maíz, verduras y frutas, así como su bebida, agua fría,
@!)~ un tratadito donde San Bartolomé es sµ$ti\tiiél,o

58 59
L
-
1

por el apóstol Tomás ~el que no 'creyó la muerte de , la nu.ez de cola, El hecho de crecer en selva profunda,
Cristo hasta palpar sus heridas=«, y dice Jo siguiente: dañ-dt-loscolonizadores llegaron tarde y POCO; explica
IDi~-.:ii:.á.-drogano haya motivado ni-literatura_ni polémí-
San Tomás apóstol, llegando desde Brasil y predicando el ºª{Q,'!!];'élilte los primeros siglos, Hoy, en cambio, su <_:pn-
evangelio en la provincia Mbacarayü, halló selvas dilatadas de §Um~iha experimentado un aument? espectacular a..mvel
estos árboles, cuyas hojas eran mortífero veneno; pero tostadas I
mundial
:~­­·­;:. .. ' siendo una de las pri:Qc1pales exportaciones
por el santo apóstol perdieron en sus manos y en el fuego todo lo l>~ileñas.
nocivo, quedando eficaz antídoto.
~3-. Queda por mencionar la droga D:-ás ~endida y
La hierba diabólica sería ya «el beneficioso té del Pa- venerada en América, que es la Herba nicotiana o taba-
raguay»; Pero es interesante observar que antes, mien- ai~Üna.solanácea. Bebida, comida o fumada, esta planta
tras este estimulante estuvo prohibido, su consumo. al- füterviene en ceremonias religiosas, ritos de pasaje y uso
canzó cotas altísimas. En palabras del padre Lozano, toñdiano desde la cuenca del Mississippi hasta Patago-
cuando ia carta del cardenal Borromeo ordenó perseguir ~ y cuando falta el tabaco muchos aborígenes dicen
el uso del mate, en 1620, - ®e «la tribu es pobre».
~ -Ya fumaban los primeros nativos descubiertos por Co-
... cundió de tal manera el abuso de la yerba que sólo en la ciu-
dad de Asunción se consunúan de 14 a 15.009 arrobas por año,
lQ~{Yse sabe que los primeros en imitarles fueron Rodri-
sieild9 así que sólo se contaban quinientos vecinos españoles.
gQ\Qe Jerez y Luis de la Torre, dos de los primeros en pi-
sar suelo americano. También ellos fueron los pnmeros
Otro estimulante de origen americano es el cacao, ~,s_ufrir proceso inquisitorial debido a esa costumbre,
cuyo cultivo parece originario de México, donde los em- :@_t,que-según dice el acta de acusación- «sólo Sala-
peradores aztecas lo consumían ceremonialmente -en ® puede conferir al hombre la facultad de _expul~ar
una línea afín a la del Inca con la coca-, conservándose .b1m!9 por la boca». Sin embargo, la droga cautiva d~ m-
cuencos, cucharas y otros instrumentos de oro para su m~ciiato a tantas personas, y se extien?e a una velocidad
administración. La primera noticia sobré este fármaco @j inaudita por Europa, Africa y Asia, ~e en 1611 la
aparece en una carta de Hernán Cortés al rey español, y ~tp:ga española decide gravar la exportación efectuada
atendiendo a sus cualidades el gran naturalista Linneo lo desd~ Santo Domingo y Cuba, sometiendo poco después
llamó theobroma, «alimento divino». La teobromína, su ~comercio a un régimen de monopolio estatal.
principal alcaloide, pertenece a la familia cafeíníca. ~~Maño siguiente los colonos de Virginia, las Ca_.rolinas
Él tercer estimulante americano de gran relieve es el yMacyland deciden lanzarse a producir en masa la plan-
guaraná (Paulinia cupana), que brota en los afluentes 1ª, aunque sea un cultivo muy sacrificado, que agotará-
meridionales del Amazonas y posee una concentración filIDimC!lte los terrenos más fértiles, requier~ ~onstantes
de cafeína notablemente superior a la del mate, elcafé y ' ateI(c.ionesy pone alos agricultores en condiciones muy

60 61
.,.....

precarias hasta, vender fa cosecha, sírr .recursos a veces Ft@tja :( 167 4)., Los aires liberales del siglo xvm harán
para. alimentarse ni' alimentar:animales .domésticos. Me- ®~~as prohibiciones vayan cediendo en la gravedad de
ses después el rey ínglés.Jacobo I condena eluso.de una sus~~tigos, o caigan en simple desuso; Pedro el Grande
substancia «cuyo humo evoca el horror dé un, insufrible ti~ ~usía renuncia a: torturas y mutilaciones; por ejem-
infierno, lleno ·de alquítrán», aunque decide gravar fis- 1>1§1 vendiendo al trust inglés del tabaco la legalización
calmente su ímportacíon; antes de que pase mucho tiem- 4lgWa.drogapor 15.000 libras esterlinas. Tambíén el pa-
po Virginia está produciendo 35 millones de kilos de ta- . :w"gf> reconsidera su actitud de excomunión, y Benedíc-
baco para mascar y fumar. I tg ~ acepta la llamada «ebriedad seca», para «evitar a
Controlada por Inglaterra y España, esta inundación !Q§ fieles el espectáculo escandaloso de dignatarios ecle-
del inundo con una droga desconocida no deja indiferen- siásticos escapando del santuario para irse a fumar a es-
tes a otros gobiernos. A mediados del siglo xvn, el zar coñdidas».
Miguel Fedorovich dispone que se atormente a todo fu- . -iii 1626 hallamos un tratadito -llamado El tabaco,
mador hasta que confiese quién le proporcionó el taba- pan{ú;ea unioersal, escrito por untal J. L.eander- don-
co, y que luego se corte la nariz de ambos. En esos años gg ·s:~ defiende su capacidad para «elevar en éxtasis y
el sultán Murad IV «gustaba de sorprender a los hom- ~ una comunicación con los dioses», Evidentemente,
bres fumando, incluso en el campo de batalla, y castigar- !tJ§ Jjeinpos han cambiado mucho.
los con decapitación, desmembramiento o mutilación de
pies y manos». En 1640 el último emperador de la dinas-
tía Ming decreta pena de muerte para tráfico y consumo
de tabaco. Dos años después, en 1642, el papa Urbano r
VIIl excomulga al que «se permita abuso tan repugnante
en lugares próximos a las diócesis y sus anexos», sin
duda pensando en los clérigos. Ocho años más tarde
cualquier uso del tabaco está prohibido también en Ba-
viera, Sajonia y Zürich, y poco después en Transilvania,
Berna, Saint Gall 'y Suecia. El shah de Persia decreta
pena de muerte para este «abuso», y en 1691 la comarca
alemana de Lüneberg pone en vigor el patíbulo para
quien masque, inspire nasalmente o inhale humo deta-
baco. La costumbre parece una «desvergüenza» nueva,
extraña e intolerable.
Pero tras España e Inglaterra, deciden gravar fiscal-
mente este comercio Portugal (1664), Austria (1670) y

62 63
IX. El fin del viejo régimen
y las guerras del opio

'.ka unidad de Iglesia e Imperio se ha desintegrado en


~os Estados nacionales, y la idea tradicional de la au-
~tidM ha sido erosionada por el racionalismo y la ilus-
tr;rq'csn. Suplantar el juicio del adulto en materias de
«5nciencia -alegando hacerlo por su bien- parece !L
@tl~ vez más índefendíble, y aunque las monarquías "T'
@$0lutas sueñen con un reinado perpetuo el espíritu

¡
ip.]d,ernb está sentando las bases de democracias parla-
~~pfarias, incompatibles con la caza de heterodoxos re-
:ijgiqs_os. .
-:Pm:-a nuestra particular historia, esto significa que las
t].J:Qgas p.el paganismo emergen a la luz del día, ampara-
~·- ahora por médicos, boticarios y químicos. Habían \
sido siempre un destacado medio de comunícacíon entre )/;.:
@Jturas, pero ahora hay una movilización de energías e h
ffi:'?'trsiones acorde con el progresivo control occidental ~
delmundo.-
--~0nociendo -y temiendo- la propensión humana a
~f,tar males propios por su transferencia a un chivo ex-
~~t(>rio, la revolución americana y la francesa quisieron
estl!Plecer un sistema que, en lo sucesivo, impidiese al
wt1.er político frenar el cambio social; convocando gue-
65
rras santas contra «epidemias» no causadas por algún corno <J~l uso ceremonial, y deja de ser una evi-
CQ; ~t9
~¡microbio. Thomas Jefferson, padre fundador de los d~láqué ei dolor sea grato a Dios.
~ Estados Unidos, lo expresa con extraordinaria claridad
. en 1782: 11, Volviendo al opio en particular, el primer prepa-
f[qg con, gran éxito de esta droga fue el láudano de Pa-
No parece suficientemente demolida la pretensión de que las rag~s_c;>., al que siguieron el del abate Rousseau -médico
operaciones de la mente, así como los actos del cuerpo, están su-
jetos a la coacción de las leyes. Los poderes legítimos del gobíer- 4~ Jt.114.s XIV-, el láudano o vinum .oPii de Sydenham y
no sólo se extienden a los actos que lesionan a otros. Millones de og.ªª recetas, parecidas, con ingredientes adicionales
hombres, mujeres y niños inocentes han sido quemados, tortu- :my.~,giros.
rados, multados y encarcelados desde que se introdujo el cristia- :~l primer medicamento opiado barato, potente y de
nismo. ¿ Cuál ha sido el efecto de la violencia? Hacer de la mitad g'.rª1J,•·fama serán los llamados polvos de Dover, un perso-
del mundo estúpido y de la otra mitad hipócrita, apoyar la be· i@_fü .que tras doctorarse en medicina ejerció como fíli-
llaquería y el error sobre toda la tierra. lfüstero en América, encontró a A. Selkirk -el Robín-
SQ~·de Daniel Defoe-y, ya enriquecido, montó en Lon-
Naturalmente, ese espíritu implicaba retornar sobre la 1 Q!'~Ja primera consulta gratuita. Sus polvos -que con- .
eutanasia como derecho, y el propio Jefferson aborda el l ®!!.@ un 20 % de opio, el doble que. el láudano de
tema en otro texto: $ytl~P.)J.am.- se vendían en boticas como hoy la aspirina
o·~; bicarbonato, aunque para una gama de stntomas
El veneno más elegante que conozco es un preparado a base ; ~~ amplia, que iba del dolor en general al insomnio, de
de datura estramonio, inventado por los franceses en tiempos de :
l~gpntracciones del útero o trastornos gástricos.
Robespierre. Suscita el sueño de la muerte tan serenamente ·
como la fatiga o el sueño ordinario, sin la menor convulsión o ¡ Por otra parte, no pueden ser más ilustres quienes
'IJ§.@1 abiertamente esta droga: las casas reales de Suecia
movimiento. Si ese medicamento pudiera quedar restringido a ·
la·autoadministración, creo que no debería permanecer secreto. y i~hi.amarca, Pedro el Grande y Catalina de Rusia, Fe-
Hay en la vida males tan desesperados como intolerables, para · éí®t~o II de Prusia, María Teresa de Austria, Luis X,.V
los que sería un alivio racional. y~. Guillermo III de Inglaterra. Un extenso tratado
~);)re el opio, que aparece en 1700, dice:
Algunas décadas antes -en las Cartaspersas- el ba-
rón de Montesquieu, uno de los maestros de Jefferson, Hace el don de sueños agradables, libera del miedo, el
había sugerido «consolarse con cosas mejores que el licor 1Ja1li)re y el dolor, y asegura al que lo consume regularmente
y la lectura de Séneca», mencionando a propósito de ello mmt~alidad, tranquilidad de. espíritu, presencia de alma, ra-
«las bebidas orientales que causan regocijo». Nadie habla :Pill~ y éxito en los negocios, seguridad en sí mismo, esplen-
ya de las plantas y brebajes de Satán, ni del binomíodro- Ífüi~.b . control de espíritu, valor, desprecio por los peligros,
ga-concupiscencia. Resucita la legitimidad del uso hídi- @\lj~dad, fuerza, satisfacción, paz de conciencia e impar-

66 67
cialidad. Millones de personas pueden confirmar mí testírgonío. ~~l!got las plagas, el bandidaje y la hostilidad a los cris-
tia.n.j::)s fueron aumentando la. dependencia hacia la ruta
Casi un siglo más tarde, es Fausto, el personaje de s@; gue pasando por Bagdad desembocaba en Egipto.
Goethe, quien entona una alabanza al «encantador jugo V§atodo esto se altera cuando un equipo de capitalistas
narcótico». Las cuentas de farmacia del propio Goethe i®!ª1J.OS y navegantes portugueses alcance Calcuta por
-como las de Novalis, Colerídge, Shelley, Byron, m.@: Eso no sólo liquida el monopolio de Venecia, sino
Wordsworth o Keats, los grandes poetas de su tiempo- éLc.oñtrol musulmán sobre el tráfico de especias orienta-
muestran un consumo regular de láudano. Ciertos pinto- l§i fuente de grandes ganancias por entonces:
res y literatos -como Goya o W alter Scott- llegan a Af,·igual que el español en América, el portugués que-
tomar dosis muy altas, pero sin motivar especial. escán- g~ fascinado por la riqueza botánica de India y China.
dalo; por entonces quienes llamaban la atención eran los ~ ª1r( que muchas expediciones llevaran médicos y her-
alcohólicos crónicos, acogidos mejor o peor por la bene- , ligp$tas para investigar la flora. Tomaz Pivez de Leira,
ficencia. p9~ ejemplo, que fue embajador de Portugal en el Celeste
Al igual que vinos y licores, las familias tenían elixires Jm.p~rio, llegó a Cantón como simple boticario, perito en
para la tos, grageas para los nervios, láudanos para cóli- e}: reconocimiento de hierbas medicinales. Por él sabe-
cos y tés opiados para el insomnio. Aunque esos produc- l!lQS que en 1516 tanto los indios como los chinos consu-
tos fuesen marcadamente psicoactivos, sólo se tomaban ifü.@,opio generosamente, comiéndolo. Otro boticario,
como medicinas en sentido pagano, esto es: como un Gégcí;:t da Harta, refiere que algunos llegaban a tornar
modo de combatir molestias y sentirse mejor. Quien los ~qi. pO gramos diarios -una cantidad enorme, dos-
usaba desordenadamente daba muestras de necesitarlos ~®ias vetes superior a la dosis media-, para «tratarse
más, cosa extraña, y procuraba que esa circunstancia I~· nervios», y el médico Cristóval da Costa menciona
anormal no recibiese publicidad, del mismo modo que @~ cierto escribano indio tomaba de golpe casi 20 gra-
procuraba no difundir cualquier otra manía. Sobre estas mos, sin mostrar síntomas de entorpecimiento.
bases, la era de los láudanos se prolonga en Europa y Pe:r;-o el opio de la cuenca mediterránea y Asia Me-
América durante dos siglos largos, sin oposición ni con- :Q:Q:r puede llegar al 16 % de morfina, mientras el bengalí·
flicto. El Viejo Mundo es a la vez el primer importador y :j.'fil:a vez alcanza el ,8 %, y el chino suele estar por de-
el primer exportador del planeta. .l>~jq, .del 7 %. Las dificultades que teman las caravanas
'.!?-ª!:.ªtransitar por la ruta de la seda llevaban tiempo Iími-
2. Esta edad de oro para el opio tiene mteresantes taí)..Q.Q. en Extremo Oriente la. provisión de opio egipcio,
correspondencias con el comercio europeo. El negocio t.m:t~·e íram, y al llegar los portugueses con cargamentos
de Génova y luego Venecia con Alejandría se basó en que {!~ gpan.calidad, capaces de competir mnyventaiosamen-
los itinerarios de la seda estaban expuestos desde el siglo ~ ·ion el producto local, no pocos comerciantes chinos
x:vn a díñcultades cada vez mayores: la ruina del imperio aéej>.taron ese jugo de adormidera como si fuese oro o

68 69
,.,....

'plata: gramo a gramo tenía el doble o más de activi- pf:2,'fii.bió en 1793 no sólo la importación dé opio sino.el
dad. ~UlJlto de adormidera en todo el territorio, proporcio-
~í;lo así una definitiva ventaja al contrabando. El mo-
3. Dichas circunstancias, aliadas con el derroca- yy9:,;alegado fue que <cantes usaban la droga campesinos
miento de la dinastía Ming en China por los invasores y~rsonas de reputación dudosa, pero se ha extendido a
manchúes, dispararán los primeros conflictos con el fili:~mbros de buenas familias, estudiantes y funciona-
opio en esas latitudes. Ya el último emperador Ming, es- fi5s>~;
tupefacto ante la rapidez con que se extendía el consumo ·~thi,embargo, esto era incierto. Ya a principios del si-
de tabaco por sus-territorios, decidió prohibir esa droga, g'IQ mi una embajada bizantina había llevado como obse-
y-como sucediera con la prohibición de los aguardien- qmo a la corte imperial varios litros de la triaca galénica,
tes europeos decretada por la dinastía anterior, los Yuan 1 {!~de entonces tanto este preparado como el opio puro
o mongoles- buena parte del pueblo se negó a obede- fQp:naban parte de la farmacopea oficial. Mucho antes de
cer; otra parte decidió sustituir el tabaco fumado por ®~ los europeos iniciasen el tráfico marítimo de la dro-
opio, que hasta entonces era un producto consumido por ~?; toda suerte de estratos sociales la conocían, y era in-
vía oral. @ti$<> usada en pastelería -cosa nunca vista en cual-
La entronización de los manchúes provocó un genera- qw.er otra parte del mundo. O Chia-ching consideraba
lizado descontento popular, que se manifesté en pirate- @:e,eran «campesinos y personas de reputación dudosa»
ría, fortalecimiento de sociedades secretas y estallidos . él mismo, sus concubinas, sus generales y sus cortesanos
campesinos de insurrección, a los que seguirían terribles -~generosísimos usuarios de opio hasta el fin de fa di-
guerras civiles en el sur y en el norte, que produjeron no ~a, a principios del siglo xx-, o bien estaba ante un
menos de 50 millones de muertos y se consideran las más @jco caso de doble moral, cuyo fundamento residía en
sangrientas de la historia universal; los misioneros jesui- él woti.vo económico antes expuesto. Pero la doble mo-
tas y protestantes contribuyeron a instigar los estallidos @ ,producirá resultados pavorosos.
de'violencia, pero las causas últimas están en la codicia y
crueldad del nuevo gobierno. · . 4, En 1729, cuando el primer emperador manchú
Fue el emperador manchú Yun-cheng quien eh 1729 · qtfüina estrangular a contrabandistas y dueños de fuma-
prohibió por primera vez el comercio de opio con los eu- · g~os; la importación clandestina -hecha sobre todo
ropeos, aunque no el cultivo de adormidera en China .. ~º-t ,portugueses- asciende a tonelada y media aproxi-
Sus motivos fueron impedir un trueque de· té, especias y : filª-1).amente. En 1820, cuando la pena de muerte se aplí-
seda por la droga, que minaba las reservas imperiales de '. ~· tanto a traficantes como a usuarios, el contrabando
metales preciosos. Como fa decisión excitó corrupciones ;, ª'59:ende' a unas 750, y dos décadas más tarde supera las
en la burocracia y una fume resistencia pasiva del pue- ¡ g;~OO. Tras duras luchas entre portugueses; ingleses y
blo, en un acceso de soberbia el emperador Chía-ching .: MJandeses, quien se alza con el suministro de materia

70 71
;L_.
prima es la East India Company, que ha roturado enor- Q~'Wierttsing( 1858). Los europeos se abren nuevos puer-
mes plantaciones de adormidera eh Bengala, y tiene t§~,para. el comercio y la residencia de extranjeros, y se
como principal valedor a Palmerston, .primer ministro aseguran lo más odioso a nivel popular, quees una líber-
de la Corona, En 1838 ~por primera vez en su larga 1ªWcompleta de movimientos para las misiones cristia-
historia-e- la balanza comercial china arroja un saldo ~raunque el: Imperio se ha rendido.Ja importación de
desfavorable, y el emperador Tao-kuang reúne a sus opto sigue nomimilmente prohibida.
consejeros para tomar medidas; una facción propone le- -~ero la derrotada· emperatriz Tseu-hi, reconocida
galizar nuevamente el uso y volver a cultivar adormide- qpj-qmana, asesta un duro golpe a la East India Co. lega-
ra, mientras otra propone insistir en la mano dura. Antes liz@.do la importación y el consumo (a cambio de un
de que la disputa se zanje, el principal representante de ~cel del 5 %), y su sucesor en el trono consuma la ca-
esta segunda facción -el mandarín Lln Tse-hsü- arro- ta:strófe para la Compañía en 1880, cuando decide vol-
ja al mar casi 1.400 toneladas de opio almacenadas en v@á cultivar adormidera en el suroeste, poner .en mar-
Hong-Kong, y aunque es destituido de inmediato por el @,1pr0gram.as de información pública y abrir centros de
Emperador varios hechos colaterales desembocan en d~W,toxicación para quienes deseen acabar con su hábí-
una declaración de guerra por parte de los ingleses, basa- W- a:iln 1890 el país produce ya el 85 % de su demanda in-
da en «el intolerable atentado contra la libertad de co- ~a, y amenaza con abastecer a toda Asia en pocos
mercio». Se conserva una carta de Matheson, presidente @~lh Curiosamente, es sólo entonces cuando el Parla-
de la East India Company, al primer ministro Palmers- íiL$J:Q inglés declara que el tráfico de opio a gran escala
ton donde dice que «el mercado padecía una verdadera <§ i!_:Ina empresa moralmente injustificable». En 1838 ese
saturación del producto; la tontería de Lin aumentará imsino Parlamento había recomendado «conservar una
los beneficios». iQiiite de ingresos tan importante».
La guerra no tendría color. El corrupto y desmorali- ~ notable también comprobar que el cambiode situa-
zado ejército chino es barrido por un cuerpo expedicio- ci~IJj no multiplicará el numero de usuarios, y que las
nario inglés. Por el Tratado deNanking (1843) cesan las fiij~yas generaciones mostrarán hacia el opio una actitud
hostilidades, estableciéndose una alta indemnización en él~ ªútocontrol antes menos frecuente. Los historiadores
metálico, la cesión de Inglaterra de Hong-Kong y Amoy cl:füfps confirman la declaración oficial de su Gobierno
y la apertura al comercio de cinco nuevos puertos. Por eg íf~06: tres décadas después de convertirse en una mer-
expreso deseo inglés, el opio sigue sometido a prohibi- c@'cíil,·delibre comercio, en el Celeste Imperio hay apro-
ción, aunque ahora se reparte con total comodidad. Tre- xi_üJ?,dáinente2.700.000 «usuarios regulares», cosa que
ce .años más tarde el contrabando supera los cinco millo- ~vale al 0,5.% de la población total, un porcentaje
nes de kilos, el virrey· de Cantón se niega a pagar las in- 1I ~veinte veces inferior -por ejemplo-e- al que hoy de-
demnizaciones previstas y estalla la segunda guerra del 1.)@de en Occidente del Yalium. y sus análogos. Una pro-
opio, concluida en una rápida rendición por el tratado í>Qt'ajpn muy parecida a ese 0,5 % se observa en las gran-

72 73
des colonias chinas deSaígón, SingapuryManila, donde
su consumo libre fue compatible con la laboriosidad y el
orden tradicionales en este pueblo.
X. El siglo XIX
5. Hasta qué punto el régimen.legal de una droga de-
termina el tipo de uso lo muestra la India durante todo el
siglo XIX. El formidable mercado negro chino hizo que
primero los portugueses y luego los ingleses practicaran
allí una cultura intensiva de adormidera. Pronto esos
cultivos están produciendo muchos millones de kilos
anuales de opio, que por su bajo precio abastecen literal- En el interés por toda suerte de drogas' psicoactivas no
mente a medio planeta. Sumada a la ausencia de contro- [óÍb influyen químicos, farmacéuticos y médicos, sino li-
les legales sobre el consumo, una producción tan enorme @'atos, filósofos y artistas. Las necesidades de unos pa-
sugirió al gobierno inglés investigar a fondo el estado de tg¡;eri confluir con las posibilidades abiertas por otros,
cosas ·en India, y los resultados de esa larga encuesta ~entro de coordenadas generales favorables. En última
-realizada sobre miles de casos, por varias docenas de instancia, la meta es someter el ánimo a la voluntad; dis-
médícos-> fueron publicándose en gruesos volúmenes ~_oniendo de la emoción y la percepción como un pianis-
desde 1884 hasta 1896, y se conocen cómo Informe de la fiiíisporie de su teclado. Con más o menos timidez, ese
Royal Commission on Opium. '.Qtoyectoiiifórma el pensamiento · de varios genios lite-
Sus conclusiones resultaron terminantes. Para empe- i';µiós, desde Coleridge y De Quincey a Baudelaire y
zar, los usuarios regulares -«desde un gramo a tres o ~aud, incluyendo al creador del pragmatismo filo-
algo más al día»- rondaban el 5 % de la población total, g5fi~ó, William James, y al vitalista Nietzsche, que defi-
mientras por esos años en .China se aproximaban al ill.Q 1ª- ebriedad como «juego de la naturaleza con 'el hom-
0,5 % del conjunto. Sin embargo, no planteaban proble- l!Yé»,
ma sanitario o criminal de ninguna especie; según la Co- ta química realiza por su parte avances sensacionales.
misión, «el opio en la India se parece más a los licores oc- ~ó~mbinados con la conveniencia comercial, esos hallaz-
cidentales que a una substancia aborrecible», y «se obser- ggs resucitan la idea de drogas perfectas ­pandkeiai,
-va una especie de resistencia de los nativos a los efectos ii~a:ceás-, encarnadas por sucesivas substancías que
tóxicos del fánÍl.aco». En la inmensa mayoría de los ca- ~ proponiéndose como versiones modernas y superio-
sos investigados, concluía el Informe, hay «un uso habi- tg.s de las triacas antiguas. A mediados del XIX, en las bo-
tual y moderado que carece de inconvenientes para lasa- tl.éás de América y Europa hay unos 70.000 remedios de
lud y el bienestar». fóffiiula secreta (el Tónico del Doctor X, el Agua Mila-
$tbsa de Z, etc.), que casi invariablemente usan drogas

74 75
psicoactívas y se anuncian en toda suerte de publicacio-
nes, muros y vallas. . j
r Esto se piensa ·al comienzo de la civilización indus-
@ij}, un período de cambio, tensión y feroz competítíví-
Poco puede extrañar, porque se han descubierto los , Jiad: en nombre del Progreso, que excita insomnio, neu-
principios activos -los fármacos puros~ de distintas I w§is y abatimiento. Económica y socíologícamente.la-
plantas, en una sucesión que comienza con la morfina i]!{i.ñ procesos inflacionarios, los riesgos de fa pura.espe-
(1806) para seguir con codeína (1832), atropina (1833), :[uiación, el peligro de desfase por innovación en técnicas
cafeína (1841), cocaína (1860), heroína (1883), mescali- gprn.eroiales,la proletarización de grandes masas campe-
na ( 1896), barbitúricos (1903) y el uso como anestésicos sinas el hacinamiento en suburbios miserables de gran-
de éter, cloroformo y óxido nitroso (el gas de los dentis-
tas), entre otras substancias psicoactivas. Ya no era pre-
a~ ciudades. Comenzaba también una crisis de fe reli-
~ósá y autoridad dentro de la familia tradicional, que
. ciso transportar masas vegetales corruptibles de un sitio pfp;piciah~ en algunos la nostalgia hacia ~ejos_tutores y
a otro, porque en un maletín cabían hectáreas de culti- tabúes míentras otros caían en el desarraigo, incapaces
vos. Tampoco habría las incertidumbres derivadas de füi ad~ptarse al pasado tanto como al. presente. Esta:1>a
concentraciones desiguales en distintas plantas, pues la también la creciente prisa con la que iba siendo preciso
pureza permitía dosificar con exactitud, multiplicando ' fü¡iér Ias cosas.
los márgenes de seguridad para el usuario. ·-.iÍústatnente entonces -mientras se suceden las revo-
Las drogas dejaron de ser vegetales más o menos má- ͵ciones y restauraciones políticas, pero prosigue incon-
gicos, ligados a ritos y aspectos. Sus principios -casi temble la transformación tecnológica del mundo-e- los
siempre compuestos alcalinos o alcaloides, formados bá- ~]<5s se vuelven-con entusiasmo hacia las drogas con in-
sicamente por carbono, hidrógeno y nitrógeno- se fi.4encia sobre el ánimo.
comprendieron como elementos nucleares de la substan-
cia orgánica -no menos «maravillosos» desde luego, :1:. El primer gran fármaco del siglo XIX fue la morfi-
pero libres de énfasis mítico. El proceso llamado intoxi- ñá uno de los alcaloides del opio, considerada de inme-
cación ¿era algo distinto de entrar el cuerpo en contacto, fil;to como el más notable medicamento descubierto por
por vía externa, con substancias internas permanentes y fil 1.tombre. Usada en la guerra civil americana y en
esenciales para su funcionamiento? Y si fuera así, ¿no l~ :ftancó-prusiana de 1870, su capacidad para calmar o
contendría su estudio un, tesoro de hallazgos útiles? §!!pfuirir el dolor convirtió en silenciosos rec;ll:ltos a
Louis Lewin, la eminencia psicofarmacológica de su ll,6'$.i>itales de campaña antes poblados por aullidos y
tiempo, comenta al comienzo de Phaniastica: llantos,
~- Entre los primeros morfinómanos descritos, el 25 %
Salvo los alimentos, nada hay sobre la tierra tan íntimamente ~ultaron ser mujeres. Datos ulteriores indican que casi
asoci_adoa la vida de los pueblos, en todos los países y tiempos. fil ~5 % eran terapeutas, personal sanitario o familiares
suyos; los demás integraban un grupo heterogéneo don-

76 77
de había clérigos, profesiones liberales, gente de la alta @fü~ y rnorñna empiecen a ser controlados. Lo~ médicos
sociedad, bohemia y algunas prostitutas. Casi todos per- l~H:>téfieren, por las mismas-razones qu~ un siglo antes
tenecían a Ia clase media, y mantenían una discreta re- itt.@irierbn fa morfina al opio: hace el IDJSIDO efe~o an-
serva sobre su costumbre, aunque en algunos de los más f¡Ugicoen dosis mucho menores, posee una euforia más-
elegantes salones europeos se puso de moda pincharse fi.lafcada y durante varias horas funciona como un suave
públicámente y regalar estuches firmados por famosos ííet_e intenso estimulante. , .
orfebres con jeringas de oro o platino. · Tanto la morfina como la heroína serán precoruzadas
Que la morfina -usada con orden e higiene- podía '.(l:(j;r misioneros occidentales para rehabilitar a opioma-
inyectarse varias veces al día sin acortar la vida ni redu- iios 'de Extremo Oriente. Todavía hoy la morfina se co-
cir la capacidad de trabajo lo probaron muchos casos re- ·ho-ée en China como «opio de Cristo», debido a ello. En-
gistrados en el Viejo y el Nuevo Mundo. Entre otros es- tre 1911 y 1914, por ejemplo, In~laterra exporta a esos
tán W. S. Halsted, principal cirujano americano de su :territorios 40 toneladas de morfina, y Alemania 10 de
tiempo, Wagner y Bismarck. :ltetoína, que por potencia equivalen a unas: 10.00~·torte-
1ª_das de opio indio. El plan sanitario que los occidenta-
2. Cinco veces más activa aún que la morfina resultó les· recomendaron al Emperador se basaba en la llamada
ser la diacetilmorfina, que debido a sus virtudes enérgi- jpjldora antiopio», cuyo ingrediente principal era he-
cas (heroiscb) apareció en el mercado con el nombre de ,r0ína.
heroína, Gracias a este fármaco y a la aspirina -vendi-
das en un envase doble-, la pequeña fábrica de coloran- 3, La cocaína es aislada por primera vez en 1859, y
tes de F. Bayer se convirtió en un gigante químico mun- .pr0nto se comercializa a gran escala. La propaganda re-
.dial. Pasando por alto su capacidad para producir de- sulta aún más intensa que la de morfina y heroína, pues
pendencia, el prospecto de Bayer decía verdades irrefu- jf~arpor «alimento para los nervios» y «forma ~of~siva
tables sobre su producto: ae curar la tristeza». Tras centenares de comumcaciones
·fill revistas más o menos científicas, el joven Sigmund
1) Al reves que la morfina, esta sustancia produce un aumen- ·Fteud emprende una investigación global con el fárma-
to de actividad. 2) Adormece todo sentimiento de temor. 3) In- ~o:; que incluye autoensayos, revisión de tod~ Ialiteratu-
cluso dosis mínimas hacen desaparecer todo tipo de 'tos, hasta fa<existente y propuestas de uso. Parke Davis le pagará
en los tuberculosos. 4) Los morfinómanos tratados con esta sus- ~ especie -quizá también en metálico- por declarar
tancia perdieron de inmediato todo interés por la morfina. gue su cocaína es «preferible» a la de Merck, aun~e
'.Fi;eud aparece también en el prospecto de la cocama
Lanzada con un gran alarde publicitario en 1898, la Merck loando el producto. E. Merck se atrevió incluso a
heroína inunda farmacias de todos los continentes, don- iítribuirle -sin fundamento-e- que la cocaína «permití-
de persistirá en régimen de venta libre después de que f,fa)1prescindir totalmente de los asilos para alcohólicos».

78 79
El creador del psicoanálisis fue antes la autoridad mun- attistas ~el Club des Haschischiens-«, donde recalan
dial sobre esta droga. · f:futter; Baudelaíre, Delacroíx, Nerval, Verl$le, Rim-
Hacia 1890.hay un.centenar de bebidas que contienen ~'!!~. Hugo-edncluso Balzac. El resultado más.duradero
extractos muy condensados de cocao cocaína pura. Jun- 1i~ sus sesiones. serán varios artículos de·Baudelaíre, pu-
to: a los.famosos vinos y licores Mariani, la más célebre j:¡ljq(dos.Iuego-baio ~1 nombre genérico de Los P{lra~os
será el Frenen Win? ofCoca, Ideal Tonic, un espumoso t!,1f#Niales. .
alcohólico de base cocainíca, registrado y comercializa- Entre médicos, e), prestigio del fármaco .no llega a esta-
do como Coca-Cola por un boticario de Georgia en blecerse en medida remotamente parecida a la de otras
1885. Al año siguiente, viendo que empezaba a gestarse drogas. Parece una substancia tosca, cuyo principio actí-
la ley Seca, suprimió el alcohol, añadió nuez de cola (que vo sigue sin.descubrirse, propia de medicinas primitivas,
contiene cafeína) y esencias de agrios para realzar el gus- ª®que algunos facultativos recomiendan láudanos de
to, lanzando al mercado la Coca-Cola como «remedio so- bª~chisch corno analgésico, hipnótico y antiespasmódi-
berano» y «bebida desalterante», El inventor, J. S. Pem- ~Q, El propio Nietzsche emplea algunas veces la substan-
berton, vendiósu participación a otro boticario, A. Grigs Q!~. y queda convencido de que permite acercarse a <da
Candler, que completó el lanzamiento mundial del pro- fi.í:pdigiosa velocidad .de los procesos mentales». Pero
ducto añadiéndole el sistema de barril y espita refrige- rupgún texto del período tendrá la solidez de los siete vo-
rante, origen del drugstore americano. imiienes de la Indian Hemp Drugs Commission, publica-
Tras algunas disputas, la cocaina sugiere a principios ÚQ$ por el gobierno inglés en 1894; su Informe termina
del siglo xx tres actitudes básicas. Unos creen que «su ca- ªªX: .
pacidad para producir estados dulcísimos la hace morü-
fera»; otros pretenden que es una panacea terapéutica, ·~onsiderando el tema de una forma general, cabe añadir que
rara vez abusada, y otros piensan que resulta tan útil en Ia India el uso.moderado de haschisch y marihuana es la re-
para algunas finalidades y personas como inútil para fi- ~Ía, y que el uso excesivo resulta excepcional. El uso moderado
nalidades o personas. distintas.
p§ produce prácticamente ningún efecto nocivo, y el trastorno
@i produce un uso excesivo se limita casi exclusivamente al
mjsfno consumidor: el efecto sobre la sociedad es raras veces
4. El 8 .de octubre de 1800, el entonces general Bo- @feciable.
naparte prohíbe usar haschisch en todo Egipto -para
e~tax: «delirios violentos y excesos de toda especie>. El A mediados de siglo se detecta la rápida difusión del
principal efecto de esta ordenanza será excitar la curiosi- ífeyotismo desde México central hasta algunas provin-
dad de algunos médicos franceses. Considerando que el gi:as .canadienses, un fenómeno que prende como Iglesia
cáñamo es un modo de conocer la mente, y puede ser ob- M:nericaná Nativa en más de cincuenta tribus. Algunos
jeto _de investigación científica, el psiquíatra J. Moreau :jtivestigadores se interesan por la planta, y. en 1888 su
de Tours acabará rodeado por un grupo de escritores y ¡3pálisis químico aísla como principio activo la mescali-

80 81
na. L. Lewin, su descubridor, considera que «transporta nenciales más duros que los de morfina o heroína, que
a un mundo nuevo de la sensibilidad y· fa inteligencia; pronto serán el medio favorito de suicidio para los deses-
comprendemos que el viejo indio mexicano haya visto en perados. .Níetzsche quizá llegó a depender del cloral, y
esta planta la encarnación vegetal de una divinidad», Por Mehring y Fischer -de!,cubridores del Yeronal, el pri-
entonces es_ mod~ en algunos salon_es 'de ~ue".'a York ~e- mer barbitúrico comercializado- morirán por sobredo-
Iehrar una ingestión de peyote segun el nto kiowa, y tie- sis de su propio invento, tras unos pocos años de adic-
nen contactos más o menos jubilosos con esta-droga Ha- •• ción.
i,
velock Ellis~ Yeats y O'Neill.
r:
1
5. Aunque usadas en principio corno anestésicos, y
como disolventes en: la industria química, el cloroformo
y el éter fueron empleados también como drogas lúdicas
o recreativas. Promovido por una campaña antialcohóli-
ca que lanza el clero irlandés desde 1850, el éter está en
el origen de la receta médica -conio cosa necesaria para
que el boticario dispense-, pues una década más tarde
se considera «plaga» en Europa oriental y occidental. Lo
consumen estratos humildes de población (por resultar
más barato que los aguardientes si se añade a la cerveza),
y también grupos de alta sociedad aficionados a la «deca-
dencia», donde -como en el carnaval brasileño-· suele
más bien inhalarse que beberse; Guy de Maupassant será
el eterómano más creativo.
Es curioso observar que, según los médicos del perío-
do, estos embriagantes «no causaron un número mucho
mayor de víctimas gracias a la morfina y la heroína». No
menos curioso es que hoy puedan obtenerse por litros en
cualquier tienda de productos químicos, sin que ello pro-
mueva la más mínima alarma social.
A finales del XIX comienzan a difundirse también los
primeros hipnóticos o somníferos (cloral, paraldehído),
y poco después los barbitúricos, todos ellos drogas muy
propensas a la formación de hábito, con síndromes absti-

82 83
· XI. La reacción· antiliberal

Hacia 1900 todas las drogas conocidas se encuentran


disponibles en farmacias y droguerías, pudiéndose com-
prar también al fabricante por correo. Esto sucede a ni-
vel planetario, lo mismo en América que en Asia y Euro-
pa. La propaganda que acompaña a esos productos es
igualmente libré, y tan intensa como la que apoya otros
~culos de comercio, por no decir más. Hay sin duda
.~w.ctos al opio, la morfina y la heroína, pero el fenome-
pe> en su conjunto -los usuarios moderados e inmode-
,tMos- apenas llama la atención de periódicos o revis-
tas, y nada la de jueces y policías. No .es un asunto jurídi-
.~9,político o de ética social.
Sin embargo, hay voces de protesta, convencidas de
gµe ia libertad imperante es un «problema», que empeo-
·iará tan catastróñca como rápidamente. El uso de subs-
tancías psicoactivas se considera vicio incluso allí donde
:t§ú.lta ocasional y prudente, porque en realidad no es
;vi90 tanto como crimen y enfermedad. contagiosa. Este
·~io de actitud se vincula a dos factores básicos:
.a) La vigorosa reacción puritana en Estados Unidos,
gµe mira con desconfianza las masas de nuevos inmí-
gtantes y las grandes urbes. Las distintas drogas se ligan)
;Úloraa grupos definidos por clase social, confesión reliJ

85 ~~
. gíosa o raza; las primeras voces de alarma sobre el opio ~~a,fii_biµon Pp,rl;y de Estados Unidos, que siemprefue
" .coíncíden con la corrupción infantil atribuida a los chi- ,fñ.fupriµuio pero tenía el apoyo de los terratenientes, y
nos, el anatema de la cocaína con ultrajes sexuales de los ,~~µtfqla);>a varios. Senados estatales. Sus aliados básicos
negros, la condena de la marihuana con la irrupción de ~tM dístíntas asociaciones -a menudo exclusivamente
mexicanos, y el propósito de abolir el alcohol con inmo- f~m~as- volcadas a promover la templanza y el q.e-·
~ ralidades de judíos e irlandeses. Todos estos grupos re- .a~to,cristia.no, cuyos miembros quízavotaban a republi-
presentan al «infiel» -por pagano, por papista o por canos o demócratas, pero no dejarían de castigar.electo-
verdugo de Cristo-, y todos se caracterizan por una «in- ralmente a quien ignorase sus metas prohibicionistas.
feríoridad», tanto moral como económica. Otras drogas _ Entre los próceres morales del período -unánimes en
psicoactívas y supertóxicas -como los barbitúricos- el convencímíento de que América debía «redimir» al
no llegan a vincularse con marginales e inmigrantes, y mundo-e- destaca Anthony Comstock, creador en 1873
carecerán de estigma para el reformador moral. de la Sociedad para la Supresión del Vicio y padre de
b) La progresiva liquidación del Estado mínimo, y el una cruzada federal contra la obscenidad, que por esque-
recurso a crecientes burocracias como respuesta a las ex- ,1µ~ y métodos constituye el precedente inmediato-de la
plosivas relaciones entre capital y trabajo, proceso don-
ni «ni¡ \k:.
:p,.o.st.·eriorcruzada contra drogas. Convencido d.e qu.e
-~ arte la ciencia pueden ignorar el Evangelio», Coms-
de el estamento terapéutico irá asumiendo poco a poco
las compe!e1;1ciasatribuidas al ~clesiástico en otros tiem- tpck logró que se aprobase una dura legislación, cuyo '-i
pos. Las últimas décadas del siglo XIX verán una feroz ~f30 más famoso implicaría a la conocida escritora y Ie-
batalla de médicos y farmacéuticos contra curanderos y @i,nistaMargaret Sanger, acusada de escribir en 1913 al-
herboristas, cuyo principal objetó es consolidar un mo- '~os artículos sobre control de natalidad; temiendo
nopolio de los primeros sobre drogas. ip1~ condena a cuarenta y cinco años de cárcel, como pe-
~ La Última vinculación de ambos factores se observa ya
en el primer llamamiento a la ley Seca, publicado en ª:df~ el fiscal, Sanger huyó a Inglaterra. Ese año =-cuando
Congreso americano está discutiendo medidas .para
~pn:trolar la venta de opio, morfina y cocama-> Coms-
1785 por Benjamín Rush -uno de lbs Padres Fundado-
res de la nación americana-, donde leemos: U>,ck se jactó del mímero de «libertinos» suicidados por
~il causa, añadiendo que en Estados Unidos cumplían
En lo sucesivo será asunto del médico salvar a la humanidad ¡:ií.isiónpor escritos e imágenes obscenas «unas 5.000
del vicio, tanto como hasta ahora lo fue del sacerdote. Conciba- i:te..~onas».
mos á los ~eres humanos como pacientes en un hospital; cuanto - A,glutinando lo esencial de tales actitudes se funda en
más se resistan a nuestros esfuerzos por servirlos, más necesita- 1[$~5 la Anti-Saloon League, una activísima organiza-
rán nuestros servicios. gon que pronto alcanza millones de miembros: su ex-
jiteso objetivo es una América «limpia de ebriedad, juego
l. Siguiendo estas directrices, en 1869 se constituye y fornicación». En principio, la Liga sólo atacaba las be-
86 87
bidas alcohólicas, por «traidoras a la patria y a-la'decen- :pf¡uo-~,in,icj.0del segundo milenio cristiano con una «cru-
cía», pero la Asociación Médica Americana y la Asocia- záda cívílizadora internacional. contra bebidas y dro-
ción Farmacéutica -instituciones germinales por en- ,gª-8>1; fin
su es «una política de, prohibición para razas
tonces-=- vieron una posibilidad de aliarse-con la ola de :ª1;,,<;>;:ígenes,. en. ,interés del comercio tanto como de la
I puritanismo para obtener el control de las demás dro- concíencía», .
gas. Esta alianza se consuma en 1903, cuando los Plenos El segundo es Ch. H. Brent, primer obispo de Manila
de ambas corporaciones declaren que «quien mata el ,tras,la anexión del archipiélago filipino por los américa-
cuerpo de un hombre es un ángel comparado con quien nos, cuya principal meta en la vida fue «librár a Asia del
destruye el alma de otro, administrándole sin receta una opio». Ayudado por el metodista H. Stunz, obispo tam-
droga no vendida en alguna farmacia»; la morfina, por bién en esa ciudad, y por las presiones de Crafts sobre
'ejemplo, tema «~ poder diabólico, transmutable en Roosevelt, Brent obtuvo una prohibición para «todo uso
bendición si la dispensan terapeutas diplomados». Dos no médico» de la droga en Filipinas: ofreciendo trata-
años más tarde, cuando el opio y la morfina ocupan el miento gratuito -ante todo con la heroínica «píldora
cuarto lugar entre los fármacos más vendidos en Estados antiopio»- a quienes desearan curar su vicio.
Unidos, algunos líderes de estas corporaciones empiezan El tercer prócer decisivo. será H. Wright, un joven con
a declarar que su venta libre convierte a los jóvenes en grandes ambiciones políticas y notable energía, cuyo
criminales y a las jóvenes en prostitutas -una profecía único problema fue el alcoholismo; aunque el presidente
que habrá de esperar a la Prohibición para cumplirse. Wilson le acabara cesando por esa causa, en 1914, nadie
Pocos podían calcular que dos décadas más tarde am- }µzQ tanto por la prohibición del opio y la cocaína en Es-
bas Asociaciones -la Médica y la Farmacéutica- iban ~do~ Unidos, pues diseñó el procedimiento para sacarla
a denunciar ante el Congreso «una conspiración para adelante sin enmendar la Constitución; el procedimiento
despojar a las profesiones terapéuticas de sus dere- fµe ir presentando al Congreso proyectos de convenios
chos acostumbrados», pues casi 30.000 médicos --y ,internacionales como base para reclamar leyes america-
unos 8.000 boticarios- están encarcelados por recetar nas acordes con ellos. Aunque esta solución no triunfó a
o dispensar opio y morfina a policías disfrazados de fa;primera -y dos conatos de ley fueron rechazados-s-,
adictos. el año de su cese Wright vio coronada por el éxito su ges-
1,Jl 1i~n, con la llamada ley Harrison.
021 Pero esta alianza del puritanismo y el terapeutis- Los desvelos de estos reformadores coincidieron con
mo cristaliza en leyes porque se coordina con la expan- una fase difícil en las relaciones de Estados Unidos y Chi-
~ión americana sobre el planeta, sumada a la actividad ,fiª, hasta el extremo de que Roosevelt quena enviar un
~ incansable de tres hombres. El primero es el reverendo @,1erpo de marines para defender las inversiones ameri-
W. S. Crafts, alto funcionario con Th. Roosevelt, que en filU)as. También cabía la solución pacífica, y nada mejor
la Conferencia Misionera Mundial ( 1900) propone cele- @mo comienzo -le dijo Brent--; que «ayudar a China

88 89
en su batalla contra el opio». Wright escribió al secreta- :~.1:.ª' un fiel reflejo de la situación en Norteamérica. En
rio de.Exteriores: «esa iniciativa puede usarse.comoacei- t(~~4 fumar tabaco es ilegal en 12 Estados; y pronto lo
te para suavizar fas aguas revueltas de nuestra agresiva sera en 28. Las restricciones al consumo de alcoholes
política comercial allí». Y Crafts se multiplicó también Vfili!haciéridosecada día más unánimes y severas. Es pre-
en apoyo de la iniciativa: como había recordado el obis- ~áíüenté entonces cuando el Congreso federal aprueba
po Stunz, «al menos 30 millones de americanos exigen üñá Iey rara, porque se presenta como norma adminis-
gestos semejantes». Desistiendo de pedir fondos para una trativa -exige estar inscrito en ciertos registros para fa-
invasión, el presidente pensó que con incomparablemen- 1:ü'icár, dispensar y poseer opio, morfina y cocaína-,
te menos dinero podía convocar una conferencia inter- péto;es en realidad una norma penal sustantiva, que pre-
nacional sobre el opio, y aprovechar la distensión para tende borrar todo USO «no médico» de tales COSas, Y cona
negociar los intereses económicos. fleté la última palabra sobre que sea o no «médico» a un
Así fue como una comisión formada por Brent, ñuevo organismo, elNarco'tics Conirol Department. Una
Wright y el misionero C. C. Tenney convocó la Confe- semana· justa después de aprobar este precepto -la ley
rencia de Shanghai (1906). Acudirían a ella 12 países, Harrison-, el Congreso recibe un pliego con seis millo
cuyos delegados se mostraron reacios a emprender una ñes de firmas pidiendo la ley Seca.
cruzada contra el uso extra-médico de esa droga. En vez De no mediar esta ingeniosa solución, la cruzada con-
de «resoluciones», la delegación americana -Brent, tra opio, morfina y cocaína habría debido seguir los pro-
Wright y Tenney- sólo pudo obtener vagas «recomen- :líjos trámites superados por la cruzada antialcohol, que
daciones» ( como instar a la gradual supresión del opio llevaron a la Enmienda XVIII. Pero hasta qué punto el
femado), que a Wright le parecieron «decepcionantes» ~culado de la ley Harrison engañó al gremio terapéu-
en privado, y «un gran éxito» cuando informó ante el tico americano lo indica que tanto la Asociación Farma-
Congreso. Pero Shanghai fue el germen de futuras re- céutíca como la Médica lo informasen favorablemente,
uniones, donde una América cada vez más fuerte se baria Kltiique aclarando -en sendos editoriales de sus Jour-
oí:r cada vez más. Tres días antes de estallar la P. G. M. i@ls- que sería inconstitucional interpretarlo como
se firma el Convenio de La Haya (1914), que propone a ~jiíía cesión dé poderes policiales» a personas distintas de
todas las naciones «controlar la preparación y distribu- Wédicos o farmaeéutícos, Al fin y al cabo, ninguno de sus
ción de opio, morfina y cocaína». Incorporado como pféceptos hablaba de cambiar la farmacopea, borrando
anexo al Tratado de Versalles (1919), el Convenio senta- g.~·élla esas tres drogas. ·
rá para lo sucesivo el principio de que es un deber-y un Sin embargo, tras la fachada de una ley posta11
derecho- de todo Estado velar por el «uso legítimo» de ~~al estaba el propósito de acabar con esos tres e1;1fojt
ciertas drogas. t,µ:áñtes, y con cualesquiera otros «que creen o excrte~
ªflelitos antinaturales», como recordaba Wright. Obliga-
3. La energía de estos reformadores, por otra parte, <1,o a resolver los primeros procesos, el Tribunal Supre-

90 91
mo federal vacilará durante cinco años sobre la constitu-
cionalidad de Ia ley Harrison, absolviendo a los acusa-
dos de violarla, hasta que en 1919 -el mismo año en
Másinteresante aún que estos datos nosresultaque en
~~· ánforme del Congreso no se mencionaran muertos . ~
It
~.'é:'!:.·-<s.ób~edosisác~iden.tal, ni deli.· tos come~dos porinflu- .
J~}<;].e opio o morfina. Entre la documentaeíón usada por .
que se aprueba Ia ley Seca- los jueces ceden ·al clamor

l\v
prohihicionista con dos sentencias: una condena a cierto ei:,toinité especial obraban algunos recortes de periódi-
médico por recetar quinientos viales de morfina a un pa- 'c·:·º.
-~. s.·.u· teños co.n noticias sobre el aumento de agresiones
ciente, y otra declara que la terapia de mantenimiento es -~-~ales a blancas por partes de negros cocainizados f,
«una perversión semántica, indigna de un médico». Se- (.fiñi.damentalmente gracias a la Coca-Cola); pero los se-
manas después, el director del Narcotics Control Depart- ·M'dores no creyeron que ese material fuese concluyente:
ment declara sentirse «justificado para revocar la autorí- En 1919, otro. comité encargado por el Congreso de
dad de médicos y boticarios». La cruzada está en mar- :t}valuarel número de habituados ( que ahora son «adic-
cha, y afecta tanto al alcohol como a los derivados de ;tps>i') cifra su ·número en unos 238.000, indicando que su
adormidera y coca. · ritmo de aumento no sólo no era el previsto en 1905,
imo inferior al aumento global de la población. Tampo-
4. En 1905, cuando aparecieron las primeras voces :c;_Q hay en este informe ningún apartado sobre casos de
de alarma, el Congreso americano encargó a un comité sobredosis, ni sobre delitos cometidos por adictos. Con
especial evaluar el número de «habituados» a opiáceos y 1ª1> drogas en la farmacia y la droguería, sencillamente
cocaína en Estados Unidos. Sus conclusiones fueron que p.ó· 'p.ay casos de sobredosificación accidental (hay sólo
podía haber unas doscientas mil personas -cifra equi- voluntarios), y tampoco hay estimulo a la cri-\
ª-.··m.•·.cidios.
valente a un 0,5 % de la población entonces-, pero que minalidad en sus usuarios. Pero en 1919 América está ~
el ritmo de aumento en las importaciones presagiaba -~amada por fervores prohibicionistas, y la cifra de ~
una rápida ampliación de ese número. 2.3.§.000 drogados parece «monstruosa». i
Los habituados a opio y morfina eran mayoritaria- Provistos ya de una legislación represiva, y convencí-
mente personas de segunda y tercera edad, bien integra- ggs. de que ese cuarto de millón de personas «desearla de-
das social y laboralmente, que habían empezado a con- J@·de.drogarse, siempre que se lo pusieran difícil», los
sumir dichas drogas por recomendación médica y lleva- filW,'lados diseñan un sistema que básicamente consiste
ban una o varias décadas usándolas. Los amantes de la ~Jfgisfrazar a policías de usuarios, para que se infiltren
cocaína no eran tan senectos, aunque tampoco se hicie- ~Th consultas médicas y farmacias; si en alguno. de estos
rannotar por sus excesos; entre 1906 y 1914, Georgia, el lggilfes se les receta o dispensa opio, morfina o cocaína
~ estado americano teóricamente más castigado por abu- 'W!l generosidad, el médico o farmacéutico es procesado
sos de la droga entre los negros, sólo registró dos casos :Imt «conspiración para violar la ley Harrison», y así cae-
de personas que acudieran a una clínica pidiendo trata- ·~ :presos casi 40.000 profesionales entre 1940 y 1930.
miento para su vicio. ~to ya antes de cerrarse la década -cuando más de

92 93
80.00P personas .cumplen penas de cárc;ei. pop este con- agents tiene notas desfavorables en su expediente; un
cepto.,.-,- se perciben reacciones; eJ contrabando · crece 11 % es culpable de «extorsión, robo, falsificación de da-
vertiginosamente, algunos polic(as son condenados por tos, hurto, tráfico y perjurio». Dos ministros-el de Inte-
chantajey el tipo previo de consumidor cambia: si antes· rior y el de Justicia-e- han sido condenados por conexio- .
era en su mayoría alguien de clase media y con más de nes con gangs y contrabando. Hay casi 30.000 personas
cuarenta años sin historial delictivo, ahora empieza a muertas por beber alcohol metílico y otras destilaciones
concentrarse e~ gente mucho más joven y pobre, con an- venenosas, y unas 100.000 con lesiones permanentes
tecedentes penales y por eso mismo un mejor acceso al como ceguera o parálisis. Tres grandes «famílias» -la
mercado negro, judía, la irlandesa y la italiana- se reparten el monopo-
lio de violar la ley Volstead, mientras los bebedores se
5. El Yolstead Áct, que los europeos conocemos ven en la disyuntiva de alimentar sus clandestinos sa-
como ley Seca, entró en vigor a comienzos de 1920 con loons o acudir a algún médico para obtener una receta de
la expresa finalidad de «crear una nueva nación». El pro- whisky, coñac o vino, por un precio algo superior.
pio senador Volstead difundió ese día un mensaje a tra- En 1933 se deroga la ley Seca, atendiendo a que ha
vés de la prensa y la radio, donde entre otras cosas dijo: producido «injusticia, hipocresía, criminalización de
grandes sectores sociales, corrupción abrumadora y
Los barrios bajos serán pronto cosa del pasado. Las cárceles y creación del crimen organizado». Las tres «familias», se-
correccionales quedarán vacíos. Todos los hombres volverán a paradas hasta entonces por feroces rivalidades, acuer-
caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos los dan una política de coexistencia pacífica, aconsejable
niños. Se cerraron para siempre las puertas del infierno. ante la inminente ruina que para ellas representa el fin de
esta prohibición.
Esta ley prescribía multa y prisión para la venta y fa-
Es entonces cuando los jefes del gang judío y del italia-
bricación de bebidas alcohólicas -seis meses para la
no -M. Lansky y S. Luciano- estudian dedicarse a
primera infracción y cinco años para la siguiente=-, así
morfina y cocaína, aprovechando la prohibición vigente
como el cierre durante un año de los locales donde se de-
para esas drogas. La cocaína no sirve, porque ese mismo
tectara consumo, salvo «el del vino para la santa misa».
año acaba de comercializarse la anfetamina -un esti-
También se aceptaba un «uso médico» de alcoholes, pre-
mulante mucho más activo, de venta libre en farma-
via inscripción del terapeuta en un registro especial, don-
cias-, y la morfina parece demasiado ligada aún a gente
de -:-Por -cierto- acabaron inscritos casi 100.000 mé- de orden. Pero el legislador americano ha decidido hace
dicos. ·
muy poco ilegalizar la producción y venta de heroína
En 1932, a los doce años de su vigencia, el precepto ha
-usada hasta ese momento como cura de opiómanos y
creado medio millón de nuevos delincuentes y una co-
de
rrupción en todos los niveles. Un 34 % los Prohibitio»
morfinómanos-, y aquí encontrarán los desolados
gángsteres su tabla de salvación.

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Índice

l. La Antigüedad remota .................. 5


Il. El mundo griego . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . 13
m. El mundo romano . . . ........•......... 21
IV. El fin del paganismo . . . . . . . . . .. .. . . . . . . 25
V. Islamismo y ebriedad .. . . . . . . . . . . . . . . . .. 33
VL Drogas, concupiscencia y satanismo . . . . . . 39
VII. El resurgir de la medicina . . . . . . . . . .. . . . . 49
VIII. El descubrimiento de América . . . . . . . . . . . 55
IX. El fin del viejo régimen y las guerras del
opio· . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
X. El siglo XIX . ·• . . .. .. . . . . • • .. . . . . .. . . . . . 75
XI. La reacción antíliberal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

Otras obras del autor en Alianza· Editorial:


Historia de las drogas (LB 1384, 1393, 1404)

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