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586 Al-Farabi D e los significados de «in telecto» 587

gún que de las partes de la Física se puede ir subiendo a los las cuales subsiste, sino que simplemente resulta forma de
problemas de la demostración apodíctica, a los problemas del esta esencia. Pero esa forma abstraída de sus materias y que
gobierno político y a los de la religión positiva. Los problemas resulta forma en esta esencia, es entendida (intellecta), con
de la demostración apodíctica están confiados a los dotados nombre derivado del de esa esencia que abstrae de las cosas,
de espíritu claro e inteligencia recta; los del gobierno polí­ de suerte que llegan a ser formas para ella.
tico, a los dotados de maneras de pensar justas; y los de la
religión positiva, a los dotados de inspiraciones espirituales. 979 Esta esencia es semejante a una materia en la cual se
Entre todos estos problemas, los más generales son los reli­ imprimen formas. Es com o si en una materia corporal, por
giosos y sus expresiones están fuera de los alcances de los ejemplo, la cera, se imprime un sello ( celatura) que la penetra
destinatarios, y por esto a los destinatarios no se les debe toda entera, de suerte que se convierte en ese sello y en esa for­
zaherir por lo que no son capaces de representarse... ma en su superficie y en todo su interior, y la tal forma que­
da infundida en toda la materia; así tienes que llegar a pen­
sar el modo como esa esencia adquirió las formas de las cosas,
D E LO S SIG N IF IC A D O S DE «IN T E L E C T O » que es semejante a la materia y es sujeto para esa forma, pero
distinguiéndola de las demás materias, las corporales, en que
Libro de Alfarabi sobre el entendimiento y lo entendido éstas, productos del acto, no reciben las formas más que en
la superficie, no en la profundidad de su interior, mientras
977 Alfarabi ha dicho que el término «intelecto» se em­ que en los cuerpos naturales sucede lo contrario. En una esen­
plea en muchos sentidos. Uno de ellos es aquel en que el cia como ésta, ésta no es distinta de las formas de las cosas
vulgo habla de un hombre inteligente o discreto. El segundo entendidas, de suerte que haya una esencia distinta para ella
es el (del) intelecto que los mutakallimüm citan con frecuen­ y otra esencia distinta para las formas que están en ella, sino
cia al decir: el intelecto exige o rechaza tal cosa. El tercero que, al contrario, ella se hace la forma misma: como si el se­
es el (del) intelecto que pone Aristóteles en el libro de las llo o la configuración de una forma cúbica o esférica estuvie­
Demostraciones. El cuarto es el del que habla Aristóteles en se impresa de tal manera en un trozo de cera, que la pudie­
el tratado sexto de su libro sobre la moral. El quinto es el se penetrar y dejar transida en su longitud, latitud y profun­
intelecto del cual habla Aristóteles en el libro D e anima. El didad, de suerte que la cera se convierta en el sello mismo;
sexto es la inteligencia que pone Aristóteles en el libro de conforme a ese ejemplo tienes que idearte la adquisición de
la Metafísica... las formas de las cosas en esa esencia que Aristóteles deno­
) mina intelecto en potencia en el libro D e anima.
978 Por lo que hace al intelecto de que habla en el libro
D e anima, lo pone en cuatro sentidos: el intelecto en potencia, 980 En efecto, mientras no hay en ella ninguna de las
el intelecto en acto, el intelecto adquirido y el intelecto agente. formas de las cosas, esa esencia es intelecto en potencia; pero
El intelecto en potencia, o es el alma misma, o una parte cuando se encuentran ya en ella las formas de las cosas, de
del alma, o alguna de las facultades del alma, o algo cuya la manera que hemos visto en el ejemplo aducido, esa esencia
esencia tiene la capacidad de abstraer las quiddidades de todas se hace intelecto en acto, y ése es el sentido que tiene la ex­
las cosas, y sus formas de sus materias y hacerla para sí una presión «intelecto en acto». Pues cuando adquiere los inteli­
sola forma o muchas formas. Esa forma abstraída de las ma­ gibles que ella abstrae de las materias, entonces esos que an­
terias no por eso se constituye separada de sus materias en tes de ser abstraídos de sus materias eran solamente entendi­
dos en potencia, se hacen, una vez abstraídos, entendidos en
977-994 A l - F a r a b i , Epístola sulVintelletto, trad., introd. e note, a cura di acto, y llegan a ser formas de esa esencia. Esta, en efecto, no
Fr. L u c c h e t t a (Padova 1974); C r u z H e r n á n d e z , Filosofía hispano-musulmana I
p.89.90.92-95; I d . , La filosofía árabe p.56-58; M a d k o u r , o . c . , p.122-146.172.173- se hace intelecto en acto sino por razón de los que son en­
175; G i l s o n , Le texte latín médiéval du «De intellectu» d Alfarabi: Arch. d’hist. tendidos en acto; pero el que éstos sean entendidos en acto
doctr. litt. du M. A. 4 (1929) 108-141.
977 M adkour , o . c . , p .1 3 0 . 980 M a d k o u r , o . c . , p.139.140; H. A. D a v i d s o n , Alfarabi and Avicenna on
9 78-979 M a d k o u r , o . c . , p . 137-139. the active intettect: Viator, Mediaeval and Renaissance Studies 3 (1972) 109-178.
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y que ella sea intelecto en acto es una misma cosa. El sentido tanto respecto del primero como del segundo de esos inteli­
de esta expresión por la que decimos que ella es actualmente gibles.
inteligente no es otro que el que los objetos entendidos lle­
gan a ser formas suyas, de suerte que ella es la forma misma. 983 Y cuando llegare a hacerse inteligente en acto res­
pecto de todos los inteligibles, siendo así uno de los seres
981 Así que las expresiones «ella se hace inteligente en existentes, entonces el alma misma llegará a ser todos los in­
acto e intelecto en acto» y «el objeto entendido en acto» son teligibles en acto. Pues cuando entiende lo que es el Jnte-
una misma expresión, y quieren significar exactamente lo mis­ lecto en acto, entonces no entiende algo que esté fuerk de
mo. Los objetos entendidos, que eran entendidos en potencia su esencia. Es, pues, evidente que, cuando entiende su esen­
antes de ser entendidos en acto, eran formas que existían en cia [en cuanto que su esencia es el intelecto en acto, en­
sus materias fuera del alma; pero, una vez que han sido enten­ tonces, de ese hecho de entender ella su esencia], no se le
didos en acto, entonces su ser, en cuanto que son entendidos viene a ella algo cuyo ser sea diferente de ella, ya que ella
en acto, no es el que tenían en cuanto formas en sus mate­ misma es lo que es entendido en acto; sino que entiende de
rias. En efecto, el ser que tienen en sí mismos o en sus ma­ su esencia algo cuyo ser es el mismo inteligible que es su
terias no es el ser que tienen en cuanto que son entendidos esencia. Esta esencia se hace, pues, a sí misma, entendida en
en acto, pues a ese ser en sí mismo les acompaña lo que suele acto; nuestra alma, antes de ser entendidos en acto esos ob­
irle anejo, que unas veces es el lugar; otras, el tiempo; otras, jetos, no era entendida sino en potencia; ahora, en cambio,
la situación; otras, la cuantidad; otras, la cualidad en sus mo­ es entendida en acto, ya que se la entiende actualmente, y su
dalidades corporales; otras, la acción; otras, la pasión. Pero ser entendió esos objetos por primera vez. Estos, en efecto,
cuando llegan a ser entendidos en acto, desaparecen en ellos fueron entendidos cuando fueron abstraídos de sus materias
muchos de esos predicamentos: así que su ser se hace otro en las cuales tenían su ser cuando eran inteligibles en paten­
ser. Entonces, los objetos entendidos, o muchos de ellos, lle­ cia, y después son entendidos por segunda vez, y entonces
gan a ser de tal condición, que sus conceptos reciben una nue­ su ser no es el que antes tenían, sino que está separado de
va interpretación, diversa; v. gr., el lugar que está entre ellos, sus materias, de suerte que son formas que no están en sus
si se atiende a su concepto, o no se le encontrará en ellos, o materias, y así son entendidas en acto.
no se le llamará así sino porque hay algo que hará adquirir
otro concepto con una significación nueva. 984 Así que cuando el intelecto conoce en acto los inte­
ligibles que son para él formas, en cuanto que son entendidas
982 Una vez, pues, que los inteligibles se hacen en acto, en acto, se hacen el intelecto que antes hemos llamado inte­
entonces llegan a ser como tales uno de los objetos que tienen lecto en acto, y entonces se hace el entendimiento adquirido.
existencia en el mundo y, en cuanto entendidos en acto, en­ Pero cuando se den algunas cosas que no son formas en ma­
tran a formar parte del número de las cosas reales. Pues la terias, y que no lo han sido nunca, cuando son entendidas, se
naturaleza de las cosas reales lleva consigo el que sean enten­ hacen inteligibles, pero tales cuales eran antes de ser enten­
didas y el que se hagan formas de dicha esencia, y una vez didas. El sentido de que entiende algo es éste: que ella abs­
que eso se ha verificado, nada impide el que esas cosas sean trae de sus materias a las formas que están en materias, y así
entendidas, en cuanto que son entendidas en acto, y el que adquiere por ellas un ser diferente del que tenía antes.
la esencia misma sea intelecto en acto y, por lo mismo, en­
tienda. Así que lo que es entonces entendido no es algo dis­ 985 Pero cuando se trata de cosas que no están en ma­
tinto de lo que es el intelecto inteligente en acto. Pues lo que terias, entonces no le es preciso en absoluto a esa esencia
es intelecto en acto no lo es sino porque el objeto entendido abstraerías de sus materias, sino que, así com o las encuentra
se hace forma suya, y el intelecto se hace en acto tan sólo abstraídas, así las entiende, de la misma manera que encuen­
respecto de esa forma; pero sigue siendo intelecto en poten­ tra a su esencia cuando es intelecto en acto gracias a los in­
cia respecto de otro inteligible que todavía no lo tiene en teligibles que no están ya en las materias. Así, pues, su ser
acto; cuando lo hubiere adquirido, se hará intelecto en acto 9 8 4 M adko u r , o . c . , p .1 2 9 .
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en cuanto que son entendidas, se convierte en un segundo que tíos hemos remontado de la materia prima, llegaremos gra­
intelecto, y tal manera de ser es tal cual era antes de que fue­ dualmente a la naturaleza que consiste en formas que están
sen entendidas con tal acto de entender; y eso es lo que hay en materias hílicas; remontándose a Su vez a partir de ellas,
que entender a propósito de las formas que no están en sus se llega a aquella esencia, y así, subiendo más arriba, se llega
materias; pues cuando éstas son entendidas, su ser es exacta­ al entendimiento adquirido, con lo que se está ya en lo que
mente el mismo que tienen en nosotros en el entendimiento es semejante a las estrellas por su elevación respecto de las
en acto. En efecto, lo que en nosotros está entendido en acto, materias hílicas; reanudando la ascensión, se llega al primer
es de la misma índole que esas mismas formas que no están orden de los seres separados; el primero en ese orden es el
en materia ni lo estuvieron nunca, pero de la misma manera del entendimiento agente.
que lo que de nosotros es entendido en acto decimos que está
en nosotros, lo propio debemos decir de esas formas que es- 988 Así, pues, el entendimiento agente que menciona
tan en el mundo. Esas formas no pueden ser perfectamente Aristóteles en el tratado III del libro De anima es una for­
entendidas sino después de que hayan sido adquiridos en acto ma separada, que no ha estado en una materia, ni lo estara nun­
todos los inteligibles, o la mayor parte de ellos, y haya sido ca; y como el alma es intelecto en acto, toda su eficacia esta
obtenido el entendimiento adquirido; entonces serán entendi­ en asimilarse perfectamente al entendimiento adquirido. Esa
das esas formas y vendrán a ser de alguna manera formas forma es la que hace que esa esencia, que antes era intelecto
para el entendimiento, en cuanto que es entendimiento ad­ en potencia, sea intelecto en acto, y que los inteligibles en
quirido. potencia pasen a ser entendidos en acto. Su relación al inte­
lecto que está en potencia es como del sol al ojo, el cual es
986 El entendimiento adquirido es a modo de sujeto visión en potencia mientras está en la oscuridad. La visión,
para esas formas, y también a modo de forma respecto del en efecto, mientras se está en la oscuridad, es sólo visión en
intelecto en acto, y el entendimiento en acto es a modo de potencia; el concepto de oscuridad es el de iluminación en
materia y sujeto respecto del entendimiento adquirido, y él potencia, o el de privación de iluminación en acto; el de la
mismo es, a modo de forma respecto de esa esencia: esa esencia iluminación, en cambio, es el de irradiación por un objeto lu­
es, a su vez, semejante a una materia, y a partir de ahí co­ minoso que se tiene enfrente.
mienzan las formas a descender hasta la forma corporal mate­
rial, desde la cual empiezan a elevarse hasta que llegan a se­ 989 Así, pues, cuando llega la luz a la vista, y al aire,
pararse paulatinamente de las materias, conforme a los modos y a un medio parecido, entonces el aire, con la luz que en
de separación de lo que les es superior. él hay, se hace visible en acto y los colores se hacen asimismo
visibles en acto. Pero lo que digo es que la vista no se hace
987 Si, pues, hay formas que de ningún modo están en vista en acto por sólo el hecho de que se haga en ella la luz
materia, ni han estado ni estarán nunca, superándose en per­ y la irradiación en acto, sino porque, una vez que se produce
fección y en grado de separación, guardando entre sí cierto en ella dicha irradiación, surge en ella la irradiación en acto,
orden, entonces, cuando se considera su estado, la más per­ y se producen también en ella las formas de los objetos vi­
fecta de ellas bajo ese aspecto hará de forma para la inferior, sibles, y se hace vista en acto, representándose las formas de
hasta que se llegue a la menor de todas, que es el entendi­ los objetos vistos. Pero antes de esto es necesario que esté a
miento adquirido; ese proceso de descenso no cesará hasta disposición un rayo de sol o de algún otro objeto, para que
llegar a la materia de la esencia y a lo que de las fuerzas ani­ así haya algo iluminado en acto, y lo que era visible en po­
males está bajo ella; y después, a la naturaleza, y no cesará tencia, resulte visto en acto. Así, el principio por el cual la
el descenso hasta llegar a las formas de los elementos, las más vista resulta vista en acto después de haberlo sido en poten­
pajas en el ser de entre las formas. Y por eso su sujeto es cia, y los objetos que eran visibles en potencia, sean vistos en
inferior a los demás sujetos, y es la materia prima. Una vez acto, es la irradiación que se produce en la vista por el sol.
986 M adkour, o . c . , p . 140 -14 1.
9 8 8 M a dko u r , o .c ., p . 14 2 -1 4 3 .
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f
990 Conforme, pues, a este ejemplo, la esencia, que es distinto extrínseco a su esencia; obrar ella, no es otra cosa
intelecto en potencia, llega a adquirir algo que guarda con que encontrar su esencia. Su esencia, su acción y su obrar son
ella la misma relación que la irradiación en acto con la vista; una misma cosa, y, entonces, para existir no necesitará de
eso se lo confiere el entendimiento agente. El es el principio que el cuerpo le sirva de materia, ni de que le ayude para
que hace que lo que es inteligible en potencia llegue a ser en­ alguna de sus acciones alguna de las facultades animales que
tendido en acto. Y así como es el sol el que hace que el ojo hay en el cuerpo, ni tendrá necesidad alguna de instrumento
sea visión en acto, y los objetos visibles en potencia sean vis­ corporal. El más inferior de sus grados sí que consiste en que
tos en acto, en virtud de la luz que sobre ellos derrama, así para existir le sea necesario el cuerpo com o materia, en la
es el entendimiento agente el que reduce al acto al entendi­ que ella está como forma, pero sobre ese grado hay otro en
miento que está en potencia y lo constituye entendimiento en el que para existir no necesita el cuerpo com o materia, aun­
acto, en virtud de lo que le comunica, y por eso mismo los que para muchas de sus acciones tenga necesidad de servirse
inteligibles en potencia llegan a ser entendidos en acto. de un instrumento corporal y de ayudarse de su acción, a
saber, del sentido y de la imaginación; pero la perfección
991 El entendimiento agente es de la misma especie que
mayor de su ser la obtiene en la disposición que hemos dicho.
el entendimiento adquirido. Las formas de los seres separa­
dos superiores a él se hallan en él incesantemente, sin princi­ 994 Que el entendimiento agente existe, ya se ha de­
pio ni fin; pero el ser que tienen en él es de un orden com­ mostrado en el libro D e anima. Mas parece que el entendi­
pletamente diverso del que tienen en el entendimiento en miento agente no siempre obra, sino que unas veces obra y
acto: la primera forma que se nos presenta, cuando nos re­ otras no; de lo que se seguirá necesariamente que se hallaría
montamos a los seres más perfectos, a partir de los menos per­ en disposiciones para obrar o no, y así variaría él mismo, se­
fectos, es menos excelente, com o dice Aristóteles en el libro gún esa diversidad de estados. Pero si no se hallase siempre
de las Demostraciones, porque nosotros no nos elevamos a en su perfección última, entonces no sufriría tan sólo cambios
lo desconocido sino partiendo de lo que nos es más conocido. de disposición o estado, sino que variaría también en su esen­
Ahora bien: lo que es más perfecto en el ser, es más descono­ cia, ya que su perfección última se hallaría en su sustancia
cido para nosotros, y mayor nuestra ignorancia sobre ello. unas veces en potencia, otras en acto. Y entonces, lo que en
ella estuviese en potencia, haría de materia para lo que estu­
992 Es, pues, preciso que el orden de las cosas que se viese en ella en acto. Pero nosotros ya hemos dicho que está
hallan en el entendimiento en acto sea el inverso de su orden separado de toda materia; si esto es verdad, entonces está
en el entendimiento agente. En efecto, el entendimiento agen­ siempre en su perfección última...
te piensa primero, de los seres, lo que es más perfecto: las
formas que están en las materias se hallan en el entendimien­
to agente com o formas abstractas: no que estuvieran primero
en las materias y fuesen después abstraídas, sino que nunca
cesaron de estar en acto en ese entendimiento...

993 Así, la sustancia del alma del hombre, o el hombre,


con aquello con lo que queda constituida una sustancia, se
aproximan más al entendimiento agente, lo cual es para él su
fin ultimo y una vida distinta. De esa manera, en efecto, viene
a adquirir por fin el hombre algo por lo cual queda consti­
tuido una sustancia y alcanza su perfección última, que está
en que ejerza en otro ser una acción por la cual haga de ella
una sustancia; eso es lo que quiere decir la expresión «otra
vida» [distinta]. Si bien su acción no se ejerce en otro ser

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