Los bloqueadores neuromusculares se utilizan en situaciones que requieran relajación muscular
intensa, como en las intervenciones quirúrgicas. La elección del fármaco que se va a utilizar dependerá de la duración de la intervención. Además, los bloqueadores neuromusculares tienen otros usos en situaciones en las que se pretende conseguir relajación muscular intensa de corta duración, como intubación endotraqueal, la reducción de las contracciones musculares durante la terapia electroconvulsiva o en manipulaciones ortopédicas para disminuir luxaciones y fracturas. Cuidados de enfermería La administración de los bloqueadores neuromusculares debe controlarse adecuadamente para no producir una intoxicación aguda que implique parálisis respiratoria. Tras su utilización hay que tener precaución al administrar otros fármacos que podrían potenciar el efecto residual de los bloqueadores neuromusculares. La apnea producida por bloqueadores no despolarizantes revierte con anticolinesterásicos, mientras que la producida por bloqueadores despolarizantes se trata con respiración asistida, nunca con anticolinesterásicos, que incluso podrían empeorar el cuadro.