Argumenta sus medidas de prevención para disminuir un potencial riesgo de
salud, diagnosticando a tiempo enfermedades genéticas, mediante un ensayo.
El análisis de numerosas patologías genéticas es hoy técnicamente
posible, debiéndose insistir en que el punto de partida de toda estrategia de diagnóstico molecular es el razonamiento clínico. Todo proceso de diagnóstico genético conlleva una precisa caracterización clínica del caso índice o propósitos, que constituye la clave de los resultados que se pueden esperar de un diagnóstico molecular. Exceptuando algunas cromosomopatías, en la mayoría de las enfermedades de base genética es poco probable que el diagnóstico molecular vaya a ser de utilidad si no se realiza previamente una adecuada orientación clínica. En muchas ocasiones, el diagnóstico genético es un elemento más de un diagnóstico diferencial en el que se pretende confirmar o contrastar, frente a distintas opciones, la causa de una determinada patología previamente caracterizada clínicamente. Para el diagnóstico, frecuentemente necesitamos determinadas exploraciones complementarias. Son muchas las estrategias para el diagnóstico genético, y en ocasiones es posible obtener resultados similares con aproximaciones diferentes. Las estrategias directas son aquellas en las que realizamos el diagnóstico identificando las diferentes mutaciones del gen en cuestión. Las estrategias de diagnóstico indirecto no implican el conocimiento del gen responsable, y se fundamentan en el estudio de la herencia conjunta de marcadores anónimos y el locus de la enfermedad estudiada.