Hoy me levante con el sol en mi cara, el día estaba hermoso,
perfecto para caminar. Levantándome de mi cómoda cama, mi perro no estaba conmigo, lo cual me pareció muy raro, siempre estaba a mi lado. Decidí buscarlo, me arrime al galpón, vi algo raro, entre y encontré con Mike Wazwski, lo veía llorando, le pregunte que pasa, me dijo que se sentía mal por sus defectos, me nombro tres de ellos como que era enano, feo y verde, le sugerí que no se sintiera mal porque de todos modos como él se veía así lo querían.
Seguí caminando y me tente con una sandía, que estaba en el
piso, abandonada la probé que casi me desmayo porque era rica, grande y sabrosa, me pregunte por que la habían dejado tirada si estaba madura, casi me como todo pero se me acerco Samuel mi pequeño, peludo y divertido perro, al fin lo encontré, me pedía sandia porque es una de sus frutas preferida, le di el ultimo trozo de sandía.
Decidí darme vuelta, seguí el camino con Samuel y nos
encontramos con mi tierno, chiquito y lindo bebe que lloraba muy desesperado, y pensé en volver a la casa con ellos. Salí me di cuenta que tenía que comprar para el almuerzo. Vi a mi amigo Juan que iba caminando por la calle rota, él era grande despistado y alcohólico. Y decidí hablarle, pero era imposible porque estaba demasiado ebrio entonces lo esquive y fui a la tienda.