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Este documento presenta dos párrafos. El primer párrafo discute la oscuridad y suciedad del mundo y sugiere que nada debe ser especialmente estimado o objeto de nuestros afanes. El segundo párrafo insta al lector a preguntarse para qué sirve su alma y de quién tiene alma en el momento presente, sugiriendo que podría ser de un niño, joven, mujer u otro. El tercer párrafo sugiere que el vulgo considera buenas cosas como la riqueza y buena fortuna que el poeta cómico menc
Este documento presenta dos párrafos. El primer párrafo discute la oscuridad y suciedad del mundo y sugiere que nada debe ser especialmente estimado o objeto de nuestros afanes. El segundo párrafo insta al lector a preguntarse para qué sirve su alma y de quién tiene alma en el momento presente, sugiriendo que podría ser de un niño, joven, mujer u otro. El tercer párrafo sugiere que el vulgo considera buenas cosas como la riqueza y buena fortuna que el poeta cómico menc
Este documento presenta dos párrafos. El primer párrafo discute la oscuridad y suciedad del mundo y sugiere que nada debe ser especialmente estimado o objeto de nuestros afanes. El segundo párrafo insta al lector a preguntarse para qué sirve su alma y de quién tiene alma en el momento presente, sugiriendo que podría ser de un niño, joven, mujer u otro. El tercer párrafo sugiere que el vulgo considera buenas cosas como la riqueza y buena fortuna que el poeta cómico menc
Así pues, en medio de tal oscuridad y suciedad, y de tan
gran flujo de la sustancia y del tiempo, del movimiento y de los objetos movidos, no concibo qué cosa puede ser espe- cialmente estimada o, en suma, objeto de nuestros afanes. Por el contrario, es preciso exhortarse a sí mismo y esperar la desintegración natural, y no inquietarse por su demora, sino calmarse con estos únicos principios: uno, que nada me ocurrirá no acorde con la naturaleza del conjunto; y otro, que tengo la posibilidad de no hacer nada contrario a mi Dios y Genio interior. Porque nadie me forzará a ir contra éste.
11. ¿Para qué me sirve ahora mi alma? En toda ocasión,
plantearme esta pregunta e indagar qué tengo ahora en esa parte que precisamente llaman guía interior, y de quién ten- go alma en el momento presente. ¿Acaso de un niño, de un jovencito, de una mujercita, de un tirano, de una bestia, de una fiera? 12. Cuáles son las cosas que el vulgo considera buenas, podrías comprenderlo por lo siguiente. Porque si alguien pensara de verdad que ciertas cosas son buenas, como la sa- biduría, la prudencia, la justicia, la valentía, después de una comprensión previa de estos conceptos, no sería capaz de oír eso de: «tan cargado está de bienes», pues no armonizaría con él tal rasgo. Mientras que si uno concibe previamente lo que el vulgo reputa por bueno, oirá y aceptará fácilmente como designación apropiada lo que el poeta cómico dice^^ ¡Hasta tal punto el vulgo intuye la diferencia! En efecto, este verso no dejaría de chocar ni de ser repudiado, mientras que aquél, tratándose de la riqueza y buena fortuna que