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La interpretación de la ley penal Autentica judicial

y doctrinal
Cuando hablamos de interpretación hacemos referencia a averiguar el sentido que
tiene una ley determinada, para poder aplicar la misma a los casos concretos que
se producen en la realidad.
Por tanto, la interpretación es totalmente necesaria desde el momento en que con
ella se puede fijar el sentido objetivo de una ley determinada.
Existen distintas clases de interpretación, clasificación que se hace según el
intérprete, el método empleado y el resultado interpretativo.
Formas de interpretación de la norma penal
Comenzando por los tipos de interpretación que existen según el intérprete, cabe
hacer referencia a:
 La interpretación auténtica: es la que realiza el legislador, dando
precisión a los términos utilizados en la norma. Dicha interpretación puede
ser vinculante (cuando se hace la misma en normas de igual o mayor rango
que la que es objeto de interpretación) o no serlo (la que se suele realizar
por medio de exposiciones de motivos).
 La interpretación judicial: es la que realizan los órganos judiciales,
algunos la entienden como la realizada únicamente por el Tribunal Supremo
y por el Tribunal Constitucional. Esta interpretación no va a ser vinculante
porque de serlo iría en contra del principio de legalidad.
 La interpretación doctrinal: es la que realizan los juristas en sus trabajos
científicos. Esta interpretación no es vinculante, sin embargo, tiene gran
relevancia desde el momento en que guían las actuaciones de los distintos
Tribunales. Se trata de una visión técnica, como ya hemos dicho no existe
doctrina obligatoria pero los Tribunales suelen fundar sus resoluciones en
las opiniones vertidas por la doctrina.
Siguiendo por los tipos de interpretación existentes según el método utilizado
tendríamos:
 La interpretación gramatical: que es aquella que va a tener en cuenta el
significado de las palabras que se recogen en las leyes. Esa interpretación
tiene en cuenta el sentido usual que tienen las palabras pese a que a veces
tienen que considerar el sentido jurídico de un vocablo en concreto. Esta
interpretación es complementaria a otros tipos, ya que por sí sola no es
suficiente, sin embargo, va a actuar como límite.
 La interpretación lógico-sistemática: es la que pretende determinar el
sentido de la ley teniendo en cuenta donde está recogida la norma dentro
de la ley y la relación que dicha norma tiene respecto a las demás. Esta
interpretación se guía por el principio de unidad y coherencia del
ordenamiento jurídico.
 La interpretación teleológica: es la interpretación que se hace teniendo
en cuenta el fin que la norma pretende. Y está siempre en coherencia con
la interpretación lógico-sistemática porque la finalidad que pretende una
norma hace que esta se ubique en un lugar o en otro. La mayoría de la
doctrina considera este tipo de interpretación como la más importante en
cuanto a lo que a las leyes penales se refiere.
 La interpretación histórica: es aquella que se realiza teniendo en cuenta
los antecedentes históricos de las normas, y tienen en cuenta las
circunstancias que existían en el momento en que las mismas se
promulgaron.
Por último, estaría la clasificación de la interpretación según el resultado que la
misma persigue y estarían:
 La interpretación declarativa: es aquella interpretación que hace que el
ámbito de aplicación del precepto se base en el que se deriva de una
interpretación gramatical (del sentido de las palabras según el uso común
de las mismas).
 La interpretación restrictiva: es la interpretación que le da al precepto un
ámbito de aplicación menor que el que surge de entender las palabras del
mismo según lo que sería el uso común del lenguaje.
 La interpretación extensiva: es la que supone un ámbito de aplicación del
precepto mayor que el que se deriva de entender las palabras siguiendo el
uso común del lenguaje.
Esta triple clasificación es la que hace el sector mayoritario de la doctrina, sin
embargo, para otro sector la clasificación simplemente se haría en interpretación
extensiva e interpretación restrictiva.
Hay que tener en cuenta en este punto, que respecto a lo que al derecho penal se
refiere, la interpretación extensiva se va a considerar prohibida cuando de esta
interpretación se derive una agravación de la responsabilidad criminal

Eficacia de la ley penal


La determinación de la aplicación de la Ley penal, ha representado una
problemática a lo largo del tiempo, estableciendo importantes análisis que han
permitido en la actualidad, implantar el desarrollo de doctrinas que ha concentrado
el establecimiento de parámetros universales, constitucionales y legales, en el
sentido de fijar su aplicación dentro de tres ámbitos claramente diferenciados: el
temporal, el espacial y el subjetivo o personal.

Validez espacial y temporal


Validez espacial de la ley penal
El ámbito de validez espacial sirve para determinar como se aplica la ley penal de
un determinado estado, es decir, en que espacio físico se aplica y hasta donde
extiende su señorío la misma.
Una cada vez mayor interrelación entre los Estados y la necesidad de que el delito
no quede sin sanción son, entre otras circunstancias, los factores que otorgan
cada vez más interés al estudio de la aplicación de la ley penal en el especio, al
tiempo que se debate la existencia de un derecho penal internacional.
Validez temporal de la ley
Validez temporal de la ley penal: se crean las leyes y entran en vigencia y dejan
de tener validez cuando se derogan o se abrogan los códigos, entra en vigor
cuando se publica o 30 días después de su publicación u 8 años después.
Derogación o perdida parcial de una ley: cuando se quita un articulo como
actualmente el de difamación y calumnia.
Abrogación: cuando es sustituida o desaparece la ley como por ejemplo la
constitución de 1857 abrogada por el surgimiento de la constitución de 1917.
Principios a los que esta sujeta la validez:
Validez temporal: tiempo que tendrá vigencia a la excepción al principio básico
temporal consagrado en el 1° párrafo de la ley penal a ninguna ley se le dará
efecto retroactivo en perjuicio de alguien.
Problema de la posible Sucesión de leyes cuando el proceso abierto por algún
delito se encuentra subjudice soluciones que marca la ley:
- Creación de un nuevo delito no sancionado en ninguna ley anterior
- Supresión de un delito: si se suprime este beneficiara a los que ya estén
sentenciado al derogarse el delito saldrán en libertad.
Al analizar la validez temporal de la Ley Penal implica determinar si existen ciertas
excepciones que alarguen la vigencia de la ley , más allá de su vida legislativa, el
estudio de esta, se inicia con una cuestión estrechamente vinculada, tal como se
dan los casos de las referencias de una Ley Penal vigente a una Ley derogada la
cual se refiere a cuando solo desaparece o sustituye algún articulo en un codigo.
Las referencias a una ley penal vigente, se identifican, ya que puede ocurrir que
una Ley Penal común, tal como seria el Código Penal, remita a una Ley Especial
que posteriormente se deroga o, al contrario, que sea la Ley Penal Especial la que
se remite a normas de un Código Penal que posteriormente es derogado; esto
para entender, el que se puede hacer, cuando por ejemplo un articulo de un
código nos habla sobre alguna referencia o descripcion que se encuentra en otro
articulo, pero este ha sido cambiado o ha sido derogado y ya no se encuentra, o
tiene las mismas disposiciones que anteriormente poseía.

La ley más favorable


La aplicación de la norma más favorable es un principio básico del derecho penal
que implica que, cuando hay una colisión entre dos normas penales cuya vigencia
temporal ha sido diferente, pudiéndose aplicar cualquiera de ellas al reo, debe
aplicarse la que es más favorable para éste.
La ley más favorable debe ser aplicada en materia penal con efecto retroactivo,
debiendo entenderse como disposición o ley más favorable al reo, como afirma
Maggiore, aquella disposición que en el caso concreto lleve a un resultado más
favorable, es decir, frente al caso debe ser impuesta la ley que trate con menos
rigor al reo, para lo cual se impone comparar las disposiciones que regulan el
mismo hecho. Para Antonisei se debe tomar en cuenta no solo a la duración y
especie de la pena, sino también a las penas accesorias, a las circunstancias
agravantes y atenuantes, a la calificación del hecho, a las causas de extinción del
delito y de la pena, a los beneficios que pueden ser concedidos al reo. Jiménez
Asúa observa que la fórmula más exacta (siguiendo a Bon Liszt), es: el juez
deberá ser una mental aplicación de las dos leyes, la vieja y la nueva, y usar
aquella que, en el caso concreto, arroje un resultado más favorable para el
delincuente. Es decir, que debiendo el juez aplicar una sola ley, proyectará dos
sentencias, una basada en las disposiciones de la ley vieja y otras en las de la
nueva; la que arroje el resultado más favorable será la que corresponda aplicar.
El Código Penal acepta que la nueva ley se aplique a los hechos cometidos con
anterioridad a su vigencia, si sus disposiciones son más benignas (retroactividad).
Y admite también la aplicación de la ley derogada, para los actos cumplidos
durante su vigencia, cuando es más favorable (ultraactividad). No podrá ser otro el
criterio que los códigos adopten en lo sucesivo, en virtud de la disposición
contenida en la Constitución, según la cual deberá aplicarse siempre, aún con
efecto retroactivo, la ley penal más favorable al imputado.
Fundamentos:
a) Cuando la nueva ley incrimina una conducta anteriormente no penada, o es
más severa, resulta inaplicable en virtud del principio de reserva. Falta la
ley previa.
b) Cuando la ley nueva resta el carácter delictivo a una acción, en virtud del
principio de defensa social, no existe interés en aplicar una pena; la
sociedad no considera ya necesario defenderse.
c) La ley nueva que crea condiciones más favorables, es aplicable en virtud
del principio general de vigencia de las leyes contenido en los artículos 2 y
3 del Código Civil, y por los mismos motivos contenidos en el apartado
anterior.
Es indudable que la solución persigue aplicar una sola ley. Decidido cuál es la más
favorable, ella deberá aplicarse en todas sus disposiciones, no pudiendo aceptar
el resolverse por la aplicación simultánea de disposiciones parciales de una y otra
ley, por cuanto el juez crearía así una tercera.
No obstante, el Código formula una excepción al prescribir que para el computo de
la prisión preventiva “se observará separadamente la ley más favorable al
procesado”. La expresión separadamente se debe interpretar como una
“autorización” para aplicar las disposiciones de una ley, la más favorable-y las
referentes al computo de la prisión preventiva de otra ley, si éstas en particular son
más favorables.
Cuando se está en frente a un caso concreto, puede ocurrir que la aplicabilidad de
una u otra ley sea resuelta fácilmente; pero no es esto lo común, sino que una
nueva ley modifica todo el régimen, y entonces es difícil decidir en abstracto cuál
es la ley más favorable. Puede ocurrir que una ley sea más benigna en alguna o
algunas de sus disposiciones, y menos favorables en otras.
Para el brillante autor Reyes Echandìa, la ley más favorable es aquella que
modifica la precedente eliminando una figura delictiva, disminuyendo la gravedad
del delito y sujetándolo a una sanción más leve o creando causas de justificación o
excusa o exigiendo querella de parte para iniciar la acción y, en general, la que en
alguna forma mejora la situación del delincuente.

Validez personal
La Validez personal de la ley Penal parte del Principio de Igualdad ante la Ley, que
se encuentra estipulado en el artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
El mencionado artículo consagra que para la ley Venezolana no existen
discriminaciones a causa de las condiciones de cada persona, ya sean raciales,
sociales religiosas o económicas, al contrario, establece que la misma ley debe
garantizar que la igualdad ante ella sea efectiva, sobre todo para aquellos grupos
de personas que puedan ser vulnerables a ser discriminados ante la ley.
El artículo también postula que a todas las personas se les dará el trato oficial de
ciudadanos, es decir, desde el zapatero hasta el Juez todos somos tratados
oficialmente como ciudadanos.
También establece que no se reconocen títulos de nobleza, ya que nuestro país
funciona con un sistema de gobierno presidencialista y, el presidente según la ley
es también un ciudadano que, sin embargo y debido a las responsabilidades que
conlleva su cargo tiene algunas inmunidades ante la ley al igual que otros
funcionarios, dichas inmunidades son las excepciones de la validez personal de la
ley penal y serán tratadas a continuación.

Inmunidades y prerrogativas
Las inmunidades y prerrogativas están consagradas en la convención de Viena
sobre relaciones consulares, rectificada por Venezuela. Dentro de tales privilegios
encontramos los relativos al uso de la bandera y del escudo nacional, a la
inviolabilidad de los locales y de los archivos y documentos consulares, a la
libertad de tránsito y comunicación personal de los funcionarios consulares, la
convención establece la manera general en el artículo 41 lo siguiente:
No podrán ser detenidos o puestos en prisión preventiva, al menos que se trate de
un delito grave y por decisión de autoridades judiciales competentes.
No podrán ser privados de su libertad personal, a menos que sea por sentencia
firme.
El debido proceso como garantía a los funcionarios sometidos a un proceso penal.
Inmunidad
Privilegio por el cual ciertas personas quedan libres de determinados cargos,
obligaciones, oficios o penas.
Prerrogativas
Facultad o derecho del que gozan algunos de los poderes supremos del Estado.
La inmunidad de jurisdicción: constituye un principio de derecho internacional
que excluye la posibilidad de que un Estado pueda quedar sometido a la
jurisdicción de otro Estado. Los estados pueden actuar en el extranjero.
Obviamente, el estado extranjero debe cumplir el Derecho interno del estado en
cuyo territorio actúa.
Un embajador tiene una inmunidad diplomática
Las prerrogativas de los funcionarios diplomáticos se rigen principalmente por la
Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas del año 1961; mientras que
las prerrogativas del personal consular se rigen por la Convención de Viena Sobre
Relaciones Consulares de 1963.
Una de estas prerrogativas es la “Inmunidad Diplomática”, pero ¿Significa la
misma que un agente diplomático no pueda ser puesto bajo arresto aun cuando el
mismo haya cometido algún crimen? En efecto, según la Convención de Viena
Sobre Relaciones Diplomáticas, “La persona del agente diplomático es inviolable.
No puede ser objeto de ninguna forma de detención o arresto…”; pero, ¿es esto
un cheque en blanco para delinquir? De ninguna manera. El personal diplomático
no puede utilizar su inmunidad para cometer crímenes, y si los comete, el Estado
receptor tiene derecho de calificar a tal agente diplomático como persona no grata
y enviarlo de vuelta a su territorio, pero nunca podrá ponerlo bajo arresto, pues,
según la misma Convención, “El agente diplomático gozará de inmunidad de la
jurisdicción penal del Estado receptor”.
La diferencia entre inmunidad consular y diplomática es que:
• En la inmunidad consular, no puedes ser sometido a arresto, a menos que
hayas cometido un delito de gravedad, y por decisión de una autoridad
judicial competente (inmunidad de jurisdicción)
• En la inmunidad diplomática no puedes ser objeto de ningún tipo de
detención, pero sin embargo no significa que pueda cometer crímenes y
quedar impune, pues el estado receptor tiene el derecho de enviarlo a su
territorio en caso de cometer algún crimen de gravedad.
LEY DE INMUNIDADES Y PRERROGATIVAS DE LOS FUNCIONARIOS
DIPLOMATICOS EXTRANJEROS
Artículo 1º.- Se entiende por funcionarios diplomáticos extranjeros, a los efectos
de esta Ley, a todos aquellos a quienes el Gobierno de la República les reconozca
ese carácter, de acuerdo con los principios admitidos por el Derecho Internacional
y las Disposiciones de la Convención sobre funcionarios de la Habana, de 1928.
Artículo 2º.- Los funcionarios diplomáticos extranjeros serán inviolables en su
persona, residencia particular y bienes.
Artículo 3º.- El Gobierno de Venezuela otorgará a los funcionarios diplomáticos
extranjeros toda clase de facilidades para el buen desempeño de su misión, y,
especialmente para que puedan comunicarse libremente con sus Gobiernos.
Artículo 4º.- Los funcionarios diplomáticos acreditados ante el Gobierno Nacional
estarán exentos, siempre que los diplomáticos venezolanos gocen de igual
exención en el respectivo país:
1.- De los impuestos personales;
2.- De los impuestos territoriales sobre el edificio de la misión, cuando este
pertenezca al Gobierno respectivo;
3.- De los derechos que se liquiden en las Aduanas sobre objetos importados con
destino al uso oficial de la Misión, o al uso personal del funcionario diplomático,
siguiéndose las disposiciones de la Ley en la materia.
Artículo 5º.- Los funcionarios diplomáticos extranjeros están exentos de toda
jurisdicción civil o criminal de los Tribunales de la República y por tanto no pueden
ser procesados sino por los Tribunales de su Estado, salvo el caso en que
debidamente estén autorizados por su Gobierno renuncien a la inmunidad.
Parágrafo único.- Queda a salvo lo dispuesto por el artículo 128, ordinal 3º de la
Constitución Nacional.
Artículo 6º.- La inmunidad de jurisdicción sobrevive a los funcionarios
diplomáticos en cuanto a las acciones que con ella se relacionen. Los otros
privilegios e inmunidades no podrán ser invocados sino mientras aquellos duren
en sus funciones.
Artículo 7º.- Las personas que gocen de la inmunidad de jurisdicción pueden
rehusar comparecer como testigos ante los Tribunales de la República.
Artículo 8º.- Los funcionarios diplomáticos comenzarán a gozar de la inmunidades
desde el momento en que entren en territorio de la República, siempre que den a
conocer su carácter.
Artículo 9º.- En caso de fallecimiento del funcionario diplomático, su familia
continuará el goce de las inmunidades por un plazo razonable que no será menor
de un mes a juicio del Ministerio de Relaciones Exteriores, hasta que abandonen
el territorio de la República.
Artículo 10.- El Ejecutivo Federal podrá conceder por Resolución especial a los
Delegados o Representantes a Conferencias Internacionales o Miembros de
Organismos o Servicios Oficiales Internacionales, el goce durante su estada en el
territorio de la República, de todas las inmunidades y prerrogativas acordadas a
los funcionarios diplomáticos en la forma establecida en la presente Ley.
Parágrafo único.- Cuando los funcionarios diplomáticos, Delegados o
Representantes a Conferencias Internacionales o miembros de Organismos o
Servicios Oficiales Internacionales fueren venezolanos, no podrán gozar de las
inmunidades a que se refiere la presente Ley.
Artículo 11.- El Ejecutivo Federal publicará en la Gaceta Oficial de los Estados
Unidos de Venezuela, una vez al año por lo menos la lista completa de las
Misiones Diplomáticas acreditadas ante el Gobierno Nacional y las modificaciones
de dicha lista cada vez que ocurran.
Artículo 12.- Se deroga la Ley de 19 de mayo de 1841, que declara las
inmunidades de los Ministros Públicos.
Artículos de la CRBV que hablan sobre inmunidad
Artículo 1. Venezuela se declara República Bolivariana, irrevocablemente libre e
independiente y fundamenta su patrimonio moral, así como los valores de libertad,
igualdad, justicia, y paz internacional, en la doctrina de Simón Bolívar, el
Libertador. Son derechos irrenunciables de la Nación, la independencia, la
libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación
nacional.
Artículo 162. El Poder Legislativo se ejercerá en cada Estado por una Consejo
Legislativo integrado por un número de miembros no mayor de quince ni menor de
siete, quienes proporcionalmente representarán a la población del Estado y a los
Municipios. El Consejo Legislativo tendrá la atribución siguiente: 3. Las demás que
le atribuyan esta Constitución las leyes. Los requisitos para ser miembros del
Consejo Legislativo, la obligación de rendición anual de cuentas y la inmunidad en
su jurisdicción territorial, se regirán por las normas que esta Constitución establece
para los diputados de la Asamblea Nacional, en cuanto les sean aplicables. Los
legisladores estadales serán elegidos por un período de cuatro años pudiendo
solamente ser reelectos por dos períodos. La ley nacional regulará el régimen de
la organización y el funcionamiento del Consejo Legislativo.
Artículo 180. La potestad tributaria que corresponde a los Municipios es distinta y
autónoma de las potestades reguladoras que esta Constitución o las leyes
atribuyan al Poder Nacional o Estadal sobre determinadas materias o actividades.
Las inmunidades frente a la potestad impositiva de los Municipios, a favor de los
demás entes políticos territoriales, se extiende sólo a las personas jurídicas
estatales creadas por ellos, pero no a concesionarios ni a otros contratistas de la
Administración Nacional o de los Estados.
Artículo 200. Los diputados de la Asamblea Nacional gozarán de inmunidad en el
ejercicio de sus funciones desde su proclamación hasta la conclusión de su
mandato o de la renuncia del mismo. De los presuntos delitos que cometan los
miembros de la Asamblea Nacional conocerá en forma privativa el Tribunal
Supremo de Justicia, única autoridad que podrá ordenar, previa autorización de la
Asamblea Nacional, su detención y continuar su enjuiciamiento. En caso de delito
flagrante cometido por un parlamentario, la autoridad competente lo pondrá bajo
custodia en su residencia y comunicará inmediatamente el hecho al Tribunal
Supremo de Justicia. Los funcionarios o empleados públicos que violen la
inmunidad de los miembros de la Asamblea Nacional, incurrirán en
responsabilidad penal y serán castigados de conformidad con la ley.
Artículo 282. El Defensor del Pueblo gozará de inmunidad en el ejercicio de sus
funciones y, por lo tanto, no podrá ser perseguido, detenido, ni enjuiciado por
actos relacionados con el ejercicio de sus funciones. En todo caso conocerá de
manera privativa el Tribunal Supremo de Justicia.

Retroactiva de la ley
En Derecho, la retroactividad es la aplicación de nuevas normas a actos jurídicos,
hechos pasados o previos a la ley. Debido al principio de seguridad jurídica que
protegen la certidumbre sobre los derechos y obligaciones, por regla general la ley
no es retroactiva y solo regula hechos posteriores a su sanción. Sin embargo una
ley puede ser retroactiva y regular hechos anteriores a su sanción, cuando así lo
disponga expresamente. Cuando una ley es retroactiva quiere decir que
independientemente de cuándo se cometió el acto a juzgar, si hay una ley
posterior en contra de ese acto, se le sancionará o aplicará la misma. Los
sistemas jurídicos modernos suelen establecer que la aplicación retroactiva de las
leyes no puede afectar derechos adquiridos o amparados por garantías
constitucionales.
La retroactividad obedece a la existencia de una sucesión de leyes penales (ya
sean sustantivas o adjetivas) más favorables al sujeto activo del hecho punible
acaecido bajo el imperio de la ley derogada, de manera que, atendiendo al
principio de favorabilidad del reo, la ley penal puede ser aplicada en forma
retroactiva o con efecto retroactivo por los administradores de justicia, en caso que
sea procedente.
Con carácter general se formula el principio de retroactividad de la ley penal en el
artículo 2 del Código Penal venezolano que prevé: “Las leyes penales tienen
efecto retroactivo en cuanto favorezca al reo, aunque al publicarse hubiere ya
sentencia firme y el reo estuviere cumpliendo condena”.

La extradición
La extradición puede ser definida como el acto de soberanía mediante el cual un
Estado entrega a otro una persona (presuntamente responsable de la comisión de
un delito), para que dicha persona sea juzgada en el Estado solicitante o para que
cumpla en él la pena que en su día le fue impuesta.
Del concepto expuesto de la extradición, podemos extraer la conclusión de que
existen dos tipos de extradición, la activa y la pasiva.
 Extradición activa: acto en virtud del cual un Estado se dirige a otro para
solicitarle la entrega de un delincuente.
 Extradición pasiva: acto en virtud del cual un Estado, respondiendo a la
petición (activa) hecha por otro Estado, entrega (extradita) al sujeto-objeto
de la petición.
La figura de la extradición supone una combinación entre la naturaleza jurídica y la
naturaleza política, pues la misma pone en relación la garantía jurídica de la
solidaridad penal y la utilidad y conveniencia de los actos del Estado en las
relaciones internacionales.
En tal sentido, el artículo 6 del Código Penal dispone que el nacional requerido en
extradición “deberá ser enjuiciado en Venezuela, a solicitud de parte agraviada o
del Ministerio Público, si el delito que se le imputa mereciere pena por la ley
venezolana”.
CLASIFICACIÓN DE LA EXTRADICIÓN.
1.- Necesaria u obligatoria: cuando entre uno y otro de dichos estados está
vigente un tratado de extradición, en el que, además, se ha incluido el delito que
motiva la extradición, el Estado requerido está jurídicamente obligado a atender
dicha solicitud.
2.- Facultativa o potestativa: cuando entre el Estado requirente y el requerido no
existe tratado de extradición o si aquél existe, pero en él no está comprendido el
hecho delictivo que ha dado origen a la solicitud, el Estado requerido no está
jurídicamente obligado a conceder la extradición, aún cuando puede acordarla en
ejercicio de un acto de soberanía.
En Venezuela existe un procedimiento para la extradición activa, por ser el Estado
que la solicita y otro procedimiento diferente cuando se trata de la extradición
pasiva, por ser el Estado a quien se le solicita, así lo establece el Código Orgánico
Procesal Penal (artículos 391 al 399 del Código Orgánico Procesal Penal).

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