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VOLUMEN II
IEP Instituto de Estudios Peruanos
Serie: Ideología y Política, 35
ISSN: 1019-455X
PRESENTACIÓN 13
Introducción
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5. La palabra y la imagen 93
6. La insoportable levedad del ser político 99
7. El “Doctor” y su escuadrón de la muerte (chicha) 115
8. Una temporada en las alcantarillas: leyendo la prensa amarilla 129
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10. You are garbage, Mr. Wolfenson (Father of the Motherland) 165
11. Magaly, las … y el presidente Gonzalo 171
SECCIÓN III. EN LA SALA DE IMPLANTES DE MEMORIA.
FIN DE LA HISTORIA, ENVILECIMIENTO DEL PRESENTE
Y APRENDIZAJE DE LA LIMPIEZA 179
EPÍLOGO 299
ANEXOS 323
BIBLIOGRAFÍA 337
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que todavía nos quedan. El ejemplo que emana del poder —arbitrariedad,
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fujimorismo tendría consecuencias devastadoras, no sólo para el desarrollo
económico y la institucionalidad democrática sino sobre todo para nuestra
autoestima ciudadana. Por dignidad, los peruanos no deberíamos estar dis-
puestos a aceptarlo por un vaso de leche, una hamburguesa, una franquicia,
un arancel y ni siquiera por una mina de oro.
Felizmente, a contrapelo de lo que pensaba Macera (1988a, 1988b)
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Luminoso, el autoritarismo en cualquiera de sus vertientes no resulta una
condena ineluctable. Como en cualquier país, existen sedimentos históricos
y tradiciones políticas autoritarias, que persisten por factores estructurales
como la pobreza y el incipiente desarrollo ciudadano, y pueden actualizarse
y agudizarse en circunstancias de crisis, no sólo por necesidad sino también
por las opciones políticas y la conducta de actores concretos, en este caso el
Presidente y la élite económica, política, tecnocrática y militar que lo secunda.
Pero nuestra cultura política es bastante más compleja y la democracia no le
es extraña, como ilustran los acontecimientos de los últimos meses.
Inicié la redacción del libro en un clima de resignación; lo termino en un
escenario diferente. El régimen, surgido de la guerra, ha comenzado a librar
su última batalla, esta vez contra un sector estratégicamente mayoritario del
pueblo peruano. Hay batallas que pueden ser muy largas; la de Leningrado, por
ejemplo, duró más de tres años. Pero si la mitad más activa, joven, informada
y politizada del país persiste, encontrará la manera de inclinar esta batalla
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menester en eventuales viajes siderales.
18 Carlos Iván Degregori
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Han pasado nueve meses desde el derrumbe del régimen de Alberto Fujimori
y la primera edición de este libro. Esta segunda edición incluye un nuevo capí-
tulo, a manera de Epílogo, sobre los vladivideos que desde septiembre de 2000
remecieron al país: “Vladivideos, el poder de la imagen y la imagen del poder”.
Además se han realizado otros cambios: Se suprimió cuatro artículos que en
la primera edición se agruparon bajo la categoría de “artículos periodísticos”;
otros dos artículos de la misma clase se fundieron en uno y a otros se les hizo
cambios menores. Por último, se añadieron algunas “Apostillas”. Todo lo demás
permanece igual, salvo la corrección de algunas erratas advertidas a tiempo.
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satanizan la política como actividad pública e institucionalizada y pretenden su
reemplazo por mecanismos “naturales” como el mercado, cuya vigilancia está
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(2000: 23).1 Esta satanización tiene como blanco fundamental a los partidos,
y busca reemplazarlos por un ǡ un independiente incontaminado por
cualquier compromiso político previo, que desarrolla un liderazgo “salva-
dor” de carácter plebiscitario y una representación simbólica, buscando la
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un contexto de crisis en el cual las diferenciaciones clasistas parecen diluirse,
las identidades pierden consistencia y las representaciones políticas colapsan.
En efecto, la irrupción victoriosa de un en 1990 fue posible por
la crisis generalizada del país, la política y los partidos. Según Barnechea2 fue
como si en los EE. UU. hubieran coincidido laGuerra deSecesión, la recesión de
la década de 1930 y la prohibición del alcohol, equivalentes de la subversión, la
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añadiría El Niño de 1983 y un contexto internacional muy complejo, signado
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y el auge del neoliberalismo.
Esas crisis golpearon al unísono un país de instituciones frágiles, demo-
cracia reciente y partidos políticos que, luego de doce años de gobierno militar
(1968-1980), no pudieron seguir el ritmo vertiginoso de los cambios y [re]en-
contrarse con el nuevo Perú surgido de los movimientos campesinos, la Reforma
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Los efectos sobre el incipiente sistema político fueron devastadores.
Entre abril de 1992 y junio de 1995 se derrumbaron los grandes parti-
dos peruanos del siglo XX, que expresaron y en cierta medida canalizaron la
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país, y les proporcionaron identidad y representación. Sin embargo, dijimos
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tanto tiempo? Más aún, si un sistema de partidos constituye la columna ver-
tebral de la democracia, ¿qué es y cómo funciona este cuerpo invertebrado?
Democracia delegativa, neopopulismo, democracia liberal, autoritarismo,
democradura, dictablanda, dictadura a secas.4 ϐ
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preferimos explicar primero cómo funciona el cuerpo invertebrado, y luego
hacer un breve recuento de los principales cambios que se producen en esta
extraña criatura política a lo largo de la década.
I
EN EL CUARTO DE ESPEJOS
Construyéndose un cuerpo político:
una década no basta
Sección I
EN EL CUARTO DE ESPEJOS
Construyéndose un cuerpo político:
una década no basta
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Una décima de don Nicomedes Santa Cruz comienza con estos versos fúnebres.
En tanto el fujimorismo se resiste a morir, desplegando una riqueza de recur-
sos ilícitos para alcanzar la vida eterna como los vampiros y otros muertos vi-
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construyen los arqueólogos. Así podríamos distinguir, en líneas generales, un
fujimorismo temprano o protofujimorismo entre 1990 y 1992, un fujimorismo
clásico o victorioso entre 1992 y 1996 y un fujimorismo tardío, epigonal o en
descomposición, que se inicia con la llamada ley de interpretación auténtica
de agosto de 1996. ¿Cómo rotularíamos el periodo que se inicia con la frau-
dulenta re-reelección? Tal vez fujimorismo sepulcral o Ǧ. Total, el
hombre ha prometido seguir gobernándonos desde el más allá.
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EL ASCENSO DE LA ANTIPOLÍTICA
(1990-1992)
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sonaba en todo Lima, desde las
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donde merodeaba Sendero Luminoso. Sonaba en costa, sierra y selva. Curiosa
situación: cuando más arreciaba la violencia, un grupo de rock nacional se
atrevió a lanzarla, las radios a tocarla hasta la saturación y todo el país a es-
cucharla, corearla y bailarla. Escandalizado, , vocero senderista, se
apartó excepcionalmente de sus temas habituales para dedicar casi una página
a criticar el anarquismo de esos rockeros que no sabían distinguir entre la
reacción y la revolución.
El rock nacional más escuchado de todos los tiempos expresaba el har-
tazgo del país con el conjunto de la clase política. Si dirigentes y analistas le
hubieran prestado atención, el autogolpe de principios de otoño no los hubiera
tomado tan por sorpresa. Pero en aquellos tiempos, a pesar de que Ricardo
Belmont, rey de las Teletones y propietario de una radio y un canal de TV era
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nicantes entre política, medios y cultura popular.
28 Carlos Iván Degregori
Dos años antes, la arrolladora victoria del Ing. Alberto Fujimori en las elec-
ciones presidenciales de junio de 1990 había constituido la mayor sorpresa
electoral del Perú contemporáneo.1 Nadie imaginaba todavía todas las sorpre-
sas que nos depararía la década que apenas comenzaba.
Cuando asumió el gobierno, un mes después, Fujimori encontró un país
en escombros. Desde septiembre de 1988 el Perú experimentaba una brutal
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el desempleo y subempleo afectaban a más del 70% de la PEA, la infraestructu-
ra colapsaba. A ello se sumaba la corrupción en todos los ámbitos del Estado,
el desprestigio de los partidos políticos y el avance de Sendero Luminoso.
Como buen , el capital inicial de Alberto Fujimori fueron su inde-
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tecnología y trabajo”. El resto se lo prestó: del FREDEMO el programa económi-
co; de las FF. AA. la estrategia antisubversiva. Como se recuerda, el candidato
triunfante había prometido no aplicar el
económico anunciado por Mario
Vargas Llosa. Sin embargo, apenas dos semanas después de asumido el gobierno,
Fujimori hizo suya buena parte del programa de su derrotado rival y procedió
a un durísimo ajuste sin un adecuado programa de emergencia social.
¿Cómo pudo llevarse a la práctica un ajuste tan severo sin una sólida base
de apoyo político, sin grandes estallidos de violencia social y con resultados
favorables en los sondeos de opinión? Una de las razones centrales fue, pa-
radójicamente, Sendero Luminoso (SL). El
se aplicó en las calles vacías
de un país traumatizado por la violencia, donde cualquier movilización podía
ser vista como sinónimo de terrorismo. La población, cansada de guerra y
deseosa de diferenciarse del accionar de SLǡϐ×ǤǯȋͳͻͻȌ
diría que “el país había tocado fondo” y ello hacía posible la aplicación de las
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los rigores de la subsiguiente recesión. La apertura de la economía desper-
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contra empresarios “mercantilistas”, acostumbrados a los subsidios estatales.2
1. Sobre las elecciones de 1990, véanse, entre otros: Sally Bowen (2000), Degregori y
Grompone (1991), Álvaro Vargas Llosa (1991), Mario Vargas Llosa (1993). Sobre la
trayectoria política y personalidad de Alberto Fujimori, veáse Jochamowitz (1993).
2. El término “mercantilistas” fue popularizado por Hernando de Soto en su Ǧ
El otro sendero, que jugó un papel importante en la construcción de la hegemonía
intelectual del neoliberalismo.
El ascenso de la antipolítica 29
3. Recuérdese que en julio de 1990, antes de jurar como Presidente, Fujimori se mudó a
vivir al Círculo Militar. Ahora (9/6/2000) que las FF. AA. adelantan inconstitucionalmente
su reconocimiento a Fujimori como Comandante General, habría que recordar que desde
su etapa prenatal el gobierno muestra esta tendencia a buscar refugio y fortaleza en las
FF. AA.
4. Fujimori subió del 24,6% de votos en la primera vuelta, al 56,5% en la segunda, mientras
el Frente Democrático (FREDEMO), que agrupaba a Acción Popular, el Partido Popular
Cristiano y el movimiento Libertad, liderado por Mario Vargas Llosa, subió solo del
27,6% al 33,9%. En su primer gabinete, Fujimori incluyó a Gloria Helfer en la cartera de
Educación, Carlos Amat y León en Agricultura y Fernando Sánchez Albavera en Energía
y Minas, los tres vinculados a la izquierda. Asimismo, a Carlos Hurtado Miller, hasta ese
momento militante de Acción Popular, que pasó a la historia por ser quien anunciara al
país el
del 8 de agosto de 1990.
30 Carlos Iván Degregori
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solo económica sino de representatividad política, incomunicación cultural y
autoridad moral. Esa crisis arrastró consigo no solo a actores sociales ligados
al modelo populista, como los sindicatos, sino que erosionó al conjunto de
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consecuencias centrales de la crisis fue el desgaste de los partidos políticos,
incapaces de sintonizar con las aspiraciones ciudadanas y/o encontrar formas
de articulación con actores sociales también en crisis.
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FF. AA. véanse Bowen (2000),
Gorriti (2000), Loayza (1998).
6. En los dos quinquenios anteriores, el partido o la alianza de gobierno obtuvo mayoría en
ambas Cámaras y legisló a voluntad.
El ascenso de la antipolítica 31
Hacia 1990, sin embargo, la crisis de los partidos era mucho menos per-
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cias. El triunfo de Ricardo Belmont como candidato independiente a la alcaldía
de Lima en 1989 debió ser una clarinada de alarma, pero pasó inadvertida.
A pesar de su desgaste tras cinco años de (mal) gobierno, el APRA se seguía
considerando eterna, tal vez porque según su eslogan, “el APRA nunca muere”.
Por otra parte, la división en 1989 de Izquierda Unida, segunda fuerza política
durante toda la década, parecía compensada por el surgimiento del FREDEMO.
Se trataba, al parecer, de un simple deslizamiento del espectro político hacia
la derecha. Por eso el los tomó tan por sorpresa.
Entre agosto de 1990 y marzo de 1992, movidos por el desconcierto y
el instinto de supervivencia, los partidos ensayaron cambios y adoptaron
una actitud de cooperación con el nuevo gobierno. El APRA y la izquierda
reaccionaron con prudencia, posiblemente excesiva, al
económico de
agosto de 1990 y la posterior ofensiva contra los derechos y las organizaciones
laborales. Durante esos 20 meses, incluso luego del desmantelamiento del
gabinete plural, el Congreso de mayoría opositora delegó quince veces poderes
legislativos al Ejecutivo,7 a cuyo amparo se dictaron 158 decretos legislativos.
De esta forma entraron en vigencia, por ejemplo, los nuevos códigos Penal,
Procesal Penal, Procesal Civil, la Ley Orgánica del Poder Judicial, la reforma
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ción sobre fomento al empleo e inversión privada, diversas normas laborales
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A diferencia de otros países de la región, como Ecuador, la crisis del sistema
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debatir este tema cuando la tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo llegó a su
punto máximo y donde se advierte que el autogolpe fue una decisión madurada
largo tiempo. La cuenta regresiva comenzó en noviembre de 1991, cuando el
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exhibían un sesgo militarizante: otorgaban poderes mucho más amplios al SIN y
a los comandos políticos militares en las zonas de emergencia; imponían nuevas
obligaciones a los ciudadanos para que informasen al SIN y apoyasen a las FF. AA.
cuando lo requiriesen; establecía penas draconianas para los periodistas que
publicaran información considerada secreta por autoridades militares y servi-
cios de inteligencia; abría la posibilidad de acusar de traidor a la patria a quien
publicara críticas al programa contrainsurgente en el exterior.8
11. En 1995 el APRA obtuvo el 4,11% (306.108) de los votos para la Presidencia.
12. La nueva ley 26452 del 10 de mayo de 1995, elevó al 5% del padrón de electores las
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13. Durante los años de la Guerra Fría, uno de los objetivos centrales del denominado “mundo
libre” fue evitar que el Partido Comunista Italiano, el más poderoso de Occidente, entrara
al gobierno. Hacia la década de 1970, la única manera de lograrlo fue construyendo una
muralla política, apodada , conformado por democristianos, socialistas,
republicanos, socialdemócratas y liberales. Corroído por la corrupción, ese muro político
cayó en 1992, en medio de escándalos.
El ascenso de la antipolítica 35
14. Para igualar al Perú sólo faltaron Sendero Luminoso y el MRTA, que fracasaron en sus
intentos por expandir su guerra al país vecino.
15. En el Perú de inicios de la década pasada, esto se refería especialmente a las cúpulas
partidarias, sindicales y a los empresarios mercantilistas.
36 Carlos Iván Degregori
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vió a pedir una asamblea del movimiento, fue destituido sin miramientos y
devuelto al anonimato hasta la actualidad. De esta forma, Fujimori congeló el
intento de organizar lo que hasta ese momento era más un estado de ánimo
que una agrupación política y gobernó al margen de su movimiento, su ban-
cada parlamentaria y sus vicepresidentes. Y si bien se las arregló para hacer
clientelismo sin despertar las iras de los organismos internacionales, acentuó
la tendencia a rodearse de un pequeño círculo cerrado que no respondía ni
responde por sus actos ante ninguna instancia, conformado por familiares,
amigos , compañeros de colegio y de universidad, los llamados “moli-
neros”. De estos últimos, el más famoso sería con los años Absalón Vásquez.
Por otro lado, en vez de construir alianzas y concretar acuerdos, dirigió
desde un primer momento críticas demoledoras contra el Parlamento, el Poder
Judicial, la Contraloría y otras instituciones que, por cierto, merecían las críti-
cas pero no podían ser simplemente demolidas sin alternativas concretas para
reformar y consolidar el régimen democrático. Hoy que el estilo lumpenesco
de un Cáceres Velásquez provoca escalofríos, es bueno recordar que Fujimori
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17. Sobre prerrogativas militares en Brasil y Chile, veáse Stepan (1989). Sobre las relaciones
civil-militares entre 1980 y 1992, Degregori y Rivera (1994), Mauceri (1989), Obando
(1999). Sobre el paquete legislativo de noviembre de 1991 y sobre las FF. AA. y el
autogolpe véase Rospigliosi (1996), Tapia (1996).
18. Por ejemplo, protección frente a acusaciones por violaciones de DD. HH. o ampliación del
ámbito de acción de la justicia militar, entre otras atribuciones que consiguieron luego
del autogolpe.
19. El haber básico de un General de división en junio de 1991 equivalía a unos $210 dólares,
muy por debajo de lo que percibían sus similares de los países limítrofes: Ecuador, $558;
Bolivia, $910; Colombia, $915; Chile $1115; Brasil $3700 (À, Lima 9.6.91, p. 15).
38 Carlos Iván Degregori
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Presidente. En todo caso, el potencial de situaciones similares se vio en años
más recientes en Brasil, Argentina y Venezuela.
Pero no cabe duda de que la razón central del autogolpe fue que a esas
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subversiva sobre la cual se basaba su alianza con las FF. AA., estrategia que
subordinaba a la sociedad civil y en la cual el Presidente y los militares te-
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el Este y el Oeste, las FF. AA. carecían de un proyecto ideológico, a diferencia
de las del Cono Sur en la década previa; o de un liderazgo carismático como
el de Pinochet en Chile. A ello se sumó, como señala Grompone (2000), que
Fujimori y Montesinos les robaron la iniciativa, esgrimiendo el discurso del
orden y reivindicando la intervención de los militares, al mismo tiempo que
delimitaban su papel en una jugada perfecta. Como si ello no bastara, añade
Grompone, “dirigieron el desmoronamiento del Estado de derecho con más
audacia e imaginación que lo que podrían haber hecho los mandos militares”.
Esta combinación de impaciencia, desorientación y carencia de liderazgo pro-
pio, sumada al contexto internacional desfavorable a los pronunciamientos
militares, explicarían por qué los altos mandos militares no participaron en
el autogolpe como protagonistas centrales sino detrás de Fujimori.
Finalmente, es necesario mencionar también el famoso Plan Verde, ela-
borado por las FF. AA. en las postrimerías del gobierno de García, que com-
binaba estrategia antisubversiva con economía de mercado, impulsadas por
un gobierno que se perpetuaba por décadas. El Plan, aceptado por Fujimori
y revelado por la revista Oiga,20 calculaba que un golpe militar aislaría inter-
nacionalmente al país. Eso contribuyó a que el 5 de abril las FF. AA. se ubicaran
detrás del Presidente civil. Pero para entonces ya Montesinos era el mediador
entre el Presidente y las FF. AA., había logrado imponer a Hermoza Ríos como
Comandante General y, casi sin darse cuenta, la institución militar iba siendo
lentamente deglutida por el Servicio Nacional de Inteligencia (SIN).
De esta forma, con el apoyo de las FF. AA. y la aprobación de más del 70% de
la población, el 5 de abril de 1992 Alberto Fujimori disolvió el Parlamento e
intervino los gobiernos regionales, el Poder Judicial, el Tribunal de Garantías
Constitucionales, la Contraloría General de la República y el Jurado Nacional
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encuestadoras, sobre todo en países como el Perú, donde las diferencias étnicas y
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de modernización capitalista. En tanto no es el propósito de este trabajo discutir en
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por las encuestadoras, dejando constancia de la necesidad de retomar el debate sobre
la composición de las clases sociales y su articulación con otras dimensiones como raza,
etnia, género y generación en el Perú.
40 Carlos Iván Degregori
imagen ya deteriorada del Poder Judicial. Como dijimos, apenas quedó libre
de acusaciones, García fue elegido Secretario General del APRA, que desde ese
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Para el éxito de su autogolpe, aparte de su carisma y su externalidad a los
partidos, Fujimori contó con la ausencia de consensos entre los partidos sobre
ciertos problemas básicos del país. Sin esos consensos, cuya concreción por lo
demás el Presidente siempre boicoteó, el Parlamento aparecía ante la opinión
pública como un lugar de polarizaciones innecesarias. Los debates no eran
vistos como el saludable cotejo de opiniones para encontrar soluciones sino
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Ǥ22 De esta forma, en tanto
la misma persona elegida en 1990 seguía a la cabeza del gobierno, lo sucedido
no aparecía como golpe sino como depuración, desentrampe, posibilidad de
cumplir las promesas electorales y alcanzar el bien común.23
La ausencia de una represión masiva, facilitada a su vez por el apoyo de
la población, favoreció esta percepción. También aquí, la captura incruenta de
Abimael Guzmán por la DINCOTE mientras Fujimori pescaba en la Amazonía,
fue un regalo inesperado, pues un plan alternativo mucho más sangriento es-
taba en marcha en esos mismos meses. Este plan, que pudo haberse impuesto,
pues, sintonizaba mucho más con el estilo del régimen y la sensibilidad de sus
hombres más poderosos, tenía como punta de lanza al Grupo Colina y como
inspirador, según muchos indicios, a Vladimiro Montesinos. Recuérdense los
dos hechos más sangrientos, aunque no únicos, de dicho grupo: la masacre de
Barrios Altos, ocurrida el 3 de octubre de 1991; y la de La Cantuta, el 18 de julio
de 1992, después del autogolpe. La captura de Guzmán y los acontecimientos
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micidas continuaron irrumpiendo intermitentemente a lo largo de la década,
por ejemplo en el asesinato de campesinos en Chuschi, el descuartizamiento
de Mariela Barreto y la tortura vesánica de Leonor La Rosa, o la más reciente
serruchada de mano al periodista Fabián Salazar.
Tuvimos así, entre abril y noviembre de 1992, un gobierno que cons-
titucionalmente era una dictadura que centralizaba todos los poderes. Sin
embargo, esa fue una situación de transición.
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parlamentarios y su tendencia a favorecer “intereses especiales”, el crecimiento de la
burocracia parlamentaria como forma de retribuir favores y mantener clientelas. Pero,
una vez más, iguales críticas hubiera merecido el Poder Ejecutivo.
23. Sobre el “bien común” como herencia de la tradición católica en la historia política de
América Latina, véase Richard Morse (1982).
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LA APOTEOSIS DE LA ANTIPOLÍTICA
(1993-1996)
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contexto internacional y la nueva política exterior norteamericana, que enfati-
zaba al mismo tiempo el liberalismo económico y la democracia política, junto
con el respeto de los derechos humanos. El viraje se había iniciado durante
el gobierno de Jimmy Carter (1977-1980), luego de la derrota en Vietnam y
la crisis moral producida por el escándalo Watergate y la renuncia de Nixon.
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instrumento en la última etapa de la Guerra Fría y se convirtió en política de
Estado, continuada por las administraciones republicanas de Reagan y Bush.
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×ÀÀ×1 se hizo
realidad en Europa Oriental, donde uno tras otro se derrumbaron los denomi-
nados socialismos reales y en toda la región se abrió una fase de transiciones
democráticas. Incluso en China, un movimiento de jóvenes e intelectuales por
la democracia culminó en la masacre de Tiananmen en mayo de 1989.
En América Latina, la fase de transiciones democráticas, abierta una
década antes en Ecuador y Perú, llegaba a su culminación con la derrota de
Pinochet en el plebiscito chileno de 1988. Fue precisamente en Chile donde,
en 1991, la Asamblea General de la OEA aprobó la Resolución 1080 o Decla-
ración de Santiago, que excluía del sistema interamericano a aquellos países
donde se produjera una interrupción abrupta del régimen democrático. En
ese contexto de esperanza, el autogolpe aparecía como un corrosivo balde de
3. Sobre jaques al rey, véase O’Donnell (1996); y sobre democracia liberal y propiedad
privada, Franco (1998).
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se toman en cuenta los votos blancos y nulos, las cifras cambian: 47,63% a favor, 43,38%
en contra, 2,64% de votos blancos y 6,34% de votos nulos. La abstención superó el 25%
de votantes registrados.
44 Carlos Iván Degregori
5. Las regiones y los gobiernos regionales fueron borrados del proyecto de Constitución.
Después de las protestas con que fue recibida esta medida, la mayoría retrocedió e
introdujo algunos cambios menores, que no colmaron las expectativas regionalistas.
Más aún, la nueva Constitución instituyó el Congreso unicameral y el distrito electoral
nacional. Así, con el 30% de la población y casi el 40% de los votos, Lima incrementó su
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chocante en tanto en abril de 1992 Fujimori atrajo el apoyo popular al atacar a los
políticos que habían perdido contacto con la población.
La apoteosis de la antipolítica 45
6. En febrero de 1994, una nueva Corte Suprema conformada después del autogolpe de
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Cantuta serían juzgados en el fuero común o en el fuero privativo militar. Pero cuando los
magistrados se hallaban en pleno proceso de decisión, el Congreso dio una ley reduciendo
el número de votos necesarios para la toma de decisiones de la Corte Suprema, y el caso
pasó al fuero militar con apoyo de los jueces gobiernistas. Así, a menos de dos meses de
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reacción de la opinión pública nacional y las presiones internacionales llevaron a que los
militares inculpados fueran procesados con extrema rapidez en los Tribunales militares
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comprobaron después periodistas de diferentes medios, los condenados cumplieron su
sentencia en cárceles doradas y apenas un año después, en junio de 1995, se vieron
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46 Carlos Iván Degregori
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Apenas cinco años antes era un oscuro profesor universitario. Para abril de
1995, Alberto Fujimori había logrado derrotar a tres de las cuatro perso-
nalidades peruanas más reconocidas internacionalmente: al escritor Mario
Vargas Llosa; al ex Secretario general de las Naciones Unidas Javier Pérez de
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la “cuarta espada del marxismo”.9
Para su reelección, Fujimori utilizó a su favor todos los recursos de un
Estado presidencialista. Pero como él mismo lo dijo, Belaúnde en 1985 o
7. Para una crítica al uso del término “neopopulismo”, véase Lynch (1999).
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9. El cuarto peruano más reconocido sería Gustavo Gutiérrez, uno de los padres de la
Teología de la Liberación.
La apoteosis de la antipolítica 47
10. El APRA (1,64% del voto presidencial), pagó y sigue pagando el precio de su devoción a
Alan García y su actuación al frente de un gobierno que, entre 1985 y 1990 llevó al país
al borde de la bancarrota y la desintegración en medio de lo que todavía hoy es percibido
como un frenesí de irresponsabilidad y corrupción. AP (1,64%) pagó el precio de ser un
partido construido por y para su fundador, Fernando Belaúnde. IU, cuya votación había
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elecciones de 1990 por su división. Para 1994 se encontraba en coma profundo. Pero en
vez de construir una nueva alternativa acorde con los tiempos, los antiguos dirigentes
optaron por resucitarla con propósitos estricta y desagradablemente electorales. Lo
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cualquier reconstrucción. IU alcanzó apenas el 0,57% de los votos presidenciales.
48 Carlos Iván Degregori
¿Cómo explicar esa nueva sorpresa de Alberto Fujimori? Hoy se reconoce uná-
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dos pilares de esa victoria. El Presidente giró, y quiere seguir girando, contra
el capital ganado entre 1990 y 1993. A ello se sumaba la necesidad de orden.
La crisis económica y el terrorismo llevaron la sensación de desgobierno y
descomposición a límites intolerables. La oposición no fue capaz de ofrecer
una alternativa convincente de política económica y de orden democrático.
El electorado se inclinó entonces por la oferta autoritaria que tenía, además,
la
de honradez. Nada indicaba que la inmoralidad en el gobierno
La apoteosis de la antipolítica 49
12. ¡Qué tiempos aquellos! Cuando este texto entraba a la imprenta, se supo de la quiebra del
banco Orión, cuyo gerente general, Pablo Bustamante, obsequió al Presidente el cuadro
de un otorongo en el CADE de diciembre de 1996. Como recuerda ï
(18.6.00),
el auditorio empresarial aplaudió de pie. La crisis recién empezaba. Fujimori acababa
de regresar de Filipinas, Malasia y Tailandia, y los “tigres del Asia” aparecían todavía
emulables. Como alguien le dijo poco después a Bustamante en una conferencia en
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machistas/autoritarias y está, después de todo, en nuestro escudo nacional.
52 Carlos Iván Degregori
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tema económico global. Por las altas tasas de interés, el país comenzó a atraer
por esos años capitales de corto plazo, que dieron una cierta sensación de bo-
nanza y modernidad. Fueron los años de gloria de la Bolsa de Valores. Éramos
uno de los mercados emergentes más atractivos. Las privatizaciones atrajeron
capitales, la rebaja de aranceles permitió la invasión de productos importados
—desde autos usados que desbordaban las calles de las ciudades hasta comida
chatarra, que adquiría acá un estatus impensable en los EE. UU.—, mientras
proliferaban casinos y descomunales servicentros. A pesar de las críticas a la
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balanza comercial, vivíamos nuestra luna de miel con la globalización o, más
precisamente, con el neoliberalismo: reingeniería era el término de moda,
nacionalismo una palabra impronunciable.
La apoteosis de la antipolítica
13. Hoy esas concepciones vienen siendo cuestionadas, incluso por instituciones como el
Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. Pero sobre todo, por países que
en las décadas previas las impulsaron. En la reciente reunión cumbre de la “tercera vía”
La apoteosis de la antipolítica 53
en Berlín (3.6.2000), los presidentes de la mayoría de países europeos, de los EE. UU. y
de tres países latinoamericanos —Argentina, Brasil y Chile— reivindicaron el papel del
Estado y se comprometieron a buscar un nuevo equilibrio entre Estado y mercado.
14. Declaraciones en
(9.4.1995).
54 Carlos Iván Degregori
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Alberto Fujimori1
Si la vida fuera un carnaval, como canta Celia Cruz, o si el baile del Chino
se hubiera inventado para la primera reelección, hacia 1995 el título de
este acápite bien podría haber sido la carta de presentación del régimen
en ferias pueblerinas o eventos internacionales. ¡Pasen pueblos del mundo
y compruébenlo...!
Porque si un sistema de partidos constituye la columna vertebral de la
democracia, he allí ese cuerpo político invertebrado, victorioso en su guerra
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mayoría de votos, aceptado por una comunidad internacional según la cual
cumplía al menos los requisitos de una “democracia de baja intensidad”, tras-
tabillando hacia un futuro que en esos años la mayoría imaginaba brillante.
¿Cómo pudo suceder?
Hidrocefalia
1. Declaraciones a la cadena ǯ
, 22.5.1995.
56 Carlos Iván Degregori
2. En el libro citado de Sally Bowen (2000) hay una excelente descripción de la relación
entre el Presidente y las reporteras que cubren las noticias en Palacio de Gobierno.
3. El presupuesto para 1992 era de 222’552.021 millones de soles; para 1993, 1.216’731.057
y para 1995 se incrementó a 1.955’502.363 millones de soles. Véase,
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(1992-1998).
4. Blanca Nélida era una oscura juez provincial del Callao, que emergió de la penumbra
durante el autogolpe. Fue nombrada Fiscal de la Nación y en 1995, en uno de sus últimos
actos, el CCD prolongó su periodo al frente de la Fiscalía mediante la que fue bautizada
como Ley Colán (véase Bowen 2000: 256). Cuando ya no fue posible prolongar más su
estadía en dicho cargo, se le recortaron las atribuciones y se creó para ella la Comisión
Ejecutiva, por encima de la Fiscalía. Con sus ahorritos durante tantos años al servicio del
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El fujimorismo clásico 57
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8. Para el periodo 1995-2000 los congresistas reciben un sueldo de 29.000 soles mensuales,
¡16 veces al año!
El fujimorismo clásico 59
* * *
Desde su viaje con Hernando de Soto por las grandes capitales económicas
antes de asumir por primera vez el mando,11 y la posterior aplicación del
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internacionales. Luego del aislamiento de García, el regreso peruano al re-
dil de los pagadores puntuales de la deuda y aplicadores del Consenso de
Washington le ganaron el favor del FMI, el BID y el BM. El apoyo de Japón no
llegó a ser espectacular como se había creído, pero su aval fue importante.
Estos organismos lo ayudaron a llevar adelante las reformas económicas y
la primera fase de la reforma del Estado. Colaboraron también a que se pase
por agua tibia el autogolpe de 1992, contentándose con que se cumplieran
“mínimos democráticos”: elecciones, libertad de prensa, existencia de un
Congreso, no importa si lobotomizado; reforma del Poder Judicial, haciendo
la vista gorda sobre su falta de independencia.
En la década de 1970 hubiéramos dicho que el gobierno era títere del
imperialismo y esos apoyos eran los hilos que hacían danzar la marioneta.
Pero la realidad era más compleja y matizada. Hasta entrada la década, Fuji-
mori fue bienvenido en Wall Street y mal visto en Washington; querido por
los banqueros y los grandes estudios de abogados de Nueva York, pero mirado
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organismos de DD. HH. no tragaban su estilo autoritario. Sin embargo, en la
otra orilla del río Potomac, la CIA y el Pentágono callaban y otorgaban, espe-
cialmente por la política antinarcóticos del gobierno.
11. El viaje concluyó con el despido de su primer equipo económico, el de los llamados siete
samuráis. Sobre este episodio y sobre dicho periodo en general, véase Jochamowitz
(1993) y Bowen (2000).
12. Sobre prerrogativas, véase: Stepan (1988). Sobre FF. AA., democracia y fujimorismo:
Degregori y Rivera (1993), Mauceri (1989), Rospigliosi (1996).
El fujimorismo clásico 61
de la región junto a las de las FF. AA. de Chile y Ecuador. Los disidentes, que
se expresaron en núcleos como COMACA (comandantes, mayores y capitanes)
o León Dormido, fueron purgados con ayuda del SIN. Las FF. AA. adquirieron
así una presencia política e incluso electoral ajenas a lo que sería su misión
normal en una democracia. La lucha contra SL y el MRTA, así como la guerra
contra Ecuador, legitimaron su papel y sus privilegios institucionales ante
amplios sectores de la opinión pública.
Los empresarios, por su parte, vieron con expectativa cómo el gobierno
asumía buena parte del programa económico del FREDEMO, que los había
encandilado. Aun cuando diferentes sectores expresaron reservas sobre
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deshuesado. Varios factores se entrecruzaron en esa decisión: legítimos de-
seos de modernización y de volverse competitivos en una economía abierta;
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por la férrea política antilaboral del régimen. Salvo excepciones y para disgusto
de Mario Vargas Llosa, el autogolpe no los molestó. La actitud distantemente
tecnocrática de Carlos Boloña, entonces Ministro de Economía y cabeza visi-
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de nuestros neoliberales, que no miraban más allá de sus narices, es decir
del Chile pinochetista, sin darse cuenta (o sin importarles) que la verdadera
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dizados por el avance terrorista, para construir una economía basada en el
Estado de derecho, incorporando las libertades políticas dentro de su credo.
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regresan de trabajar en organismos internacionales para crear lo que ellos
62 Carlos Iván Degregori
13. El 12 de noviembre de 1991 se promulgó una ley que otorgaba al Presidente el poder
de nombrar a los jefes de las diversas ramas de las FF. AA., que no tendrían que retirarse
necesariamente al cumplir 35 años de servicios, como sucedía anteriormente. El primer
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otra vez como Comandante General de las FF. AAǤ ϐ ͳͻͻͺǤ ±ǡ
(2000: 72), Rospigliosi (1996).
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equilibrio del cuerpo, el control que Montesinos y el SIN iban logrando sobre las
FF. AA., los medios masivos y la represión a los opositores (chuponeo telefónico,
utilización de la SUNAT, chantajes diversos) sería la manera privilegiada de pre-
servar el equilibrio, léase gobernabilidad autoritaria, del cuerpo invertebrado.
Esta insólita criatura política tenía, felizmente, varios talones de Aquiles. El más
importante no estaba precisamente en el pie, sino en la cabeza, única e intrans-
ferible, tanto que los rumores sobre una hipotética enfermedad del Presidente
provocan escalofríos no solo en el Perú sino en la prensa internacional.15 Menem
tenía el partido peronista. En el Perú nadie sabía quién era el primer vicepre-
sidente, y menos el segundo, que por lo demás no hacían nada o muy poco. El
Congreso era aburrido y sin lustre alguno. Los parlamentarios más conocidos
en las encuestas hacia 1996 eran Martha Chávez, la presidenta del Congreso,
agresiva hasta casi la procacidad, y Susana Díaz, la
peruana.
De esta forma, el modelo condenaba a Fujimori a un activismo frenético.
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grababa el videoclip político de cada día. Solitario, entregado como un monje
al trabajo, soñando según confesión propia con mujeres de buenas piernas,
nadie podía negar su asombrosa capacidad de trabajo. Martha Hildebrandt,
la ruda presidenta del Congreso, alaba esa capacidad con inusual ternura:
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salvaje, de quien el Presidente dijo alguna vez que si se hubiera dado el caso lo hubiera
matado con sus propias manos y por el cual la pena de muerte iba a ser restaurada en el
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un interlocutor potencial.
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que el Congreso impida al Poder Judicial procesar a los militares implicados en casos de
violación de los DD. HH. Y el 78% expresó su rechazo a la Ley de Amnistía.
70 Carlos Iván Degregori
Como se ve, 1996 fue el año políticamente más complejo desde 1992. El país
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PBI creció más del 12%, en 1995 la cifra bajó al 6% y en 1996 a solo el 2%.
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nomía nunca se llegó a recuperar del todo a lo largo del quinquenio. El Niño,
el efecto Tequila, la gripe asiática, golpearon sucesivamente a un gobierno
cuya voluntad de reforma aparecía subordinada a los intereses políticos del
grupo en el poder y que, además, no exhibía ideas originales, si alguna vez
las tuvo, para emprender las denominadas reformas de segunda generación.
En el contexto de crisis económica, la confrontación como estilo comen-
zaba a resultar contraproducente. En Lima, a lo largo de 1996 la mayoría de
la opinión pública tomó consistentemente partido por el David municipal en
su enfrentamiento con el Goliat presidencial. Por otro lado, un gobierno que
en la percepción de las mayorías no aparecía corrupto, se vio hundido hasta
el cuello en el escándalo Vaticano; y las acciones paramilitares del SIN, que
parecían cosa del pasado, volvieron a cobrar actualidad. El empecinamiento
del régimen en mantener y exhibir a Montesinos, se volvía irritante para sec-
tores crecientes de la ciudadanía.
En una coyuntura tan favorable, la oposición comenzaba a salir después
de mucho tiempo de su catalepsia, articulándose alrededor de la recolección
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niero Fujimori el año 2000. En las encuestas de opinión, la popularidad del
gobierno declinó lentamente a lo largo del año, hasta que en noviembre, por
primera vez en cuatro años, el porcentaje de los que desaprobaban la gestión
presidencial superó al de quienes la aprobaban (véase cuadro 1), y el gobierno
aparecía a la defensiva.
5. Robles había denunciado que miembros del grupo Colina, amnistiados en 1995, eran los
autores de atentados contra la repetidora de
en Puno, como parte de un Plan
Bermuda de amedrentamiento a la prensa opositora. El 26 de noviembre de 1996 fue
secuestrado, cuando compraba diarios en un kiosco cercano a su domicilio, a plena luz
del día y delante de testigos. Después de varios días recluido en instalaciones militares fue
liberado, entre otras causas debido a la existencia de testigos y al rechazo que provocó el
secuestro: el 77,5% de encuestados según IMASEN y el 78,3% según Apoyo S.A.
74 Carlos Iván Degregori
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nuevas agrupaciones políticas. El 21 de marzo, los policías municipales (cascos azules)
se enfrentaron a la policía nacional durante el desalojo de vendedores ambulantes en el
Mercado Central de Lima.
8. Sobre los casos de Leonor la Rosa, Mariela Barreto, así como también la masacre de
La Cantuta y la expropiación de
en 1997, véase Álvaro Vargas Llosa
(2000).
9. El Grupo Colina fue responsable de la masacre de La Cantuta en 1992 y es acusado
del asesinato del dirigente sindical Pedro Huillca, además de haber perpetrado la
masacre de Barrios Altos en noviembre de 1991. Este caso ha sido aceptado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
10. A raíz de los casos La Rosa y Barreto, la popularidad presidencial descendió según
ǤǤ del 48 al 38% entre la primera y la tercera semana de abril, en tanto la desaprobación
a su gestión subió del 43 al 47%. De otra parte, el 70% se mostró a favor de que Mon-
tesinos renunciara a su cargo en el gobierno (DESCOǡ, año xix, n.° 915,
Lima, 16-22.4.97).
76 Carlos Iván Degregori
señaló como motivo el mal manejo del problema con el MRTA. Muy pocos
mencionaron este otro lado sangriento de esa historia.
Pero el 22 de abril, otra sorpresa. Por un túnel cavado mientras se desarro-
llaban las conversaciones entre los secuestradores y el gobierno, un comando
del Ejército incursionó en la residencia tomada y rescató a los rehenes. Fue
la exitosa operación Chavín de Huántar. La aprobación presidencial subió
por última vez como la espuma. De allí en adelante, cada pérdida de popula-
ridad tuvo que recuperarla a pulso, cavando todo tipo de túneles. Ya esa vez
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aprobara una acusación constitucional contra tres miembros del Tribunal de
Garantías Constitucionales (TGC), los cuales fueron destituidos poco después.
Fue un plato de venganza que el gobierno comió bastante frío, cuatro meses
después de que el 3 de enero, en uso del “control difuso”, el TGC declarara
inaplicable la “ley de interpretación auténtica”,11 con lo cual cerraba el paso a
la segunda reelección de Fujimori.
Únete a la resistencia
11. Sobre los argumentos de los cuatro miembros del TGC contra Fujimori y los detalles de
su destitución, véase Rubio (1999), Chávez Molina (2000).
La construcción frustrada de un exoesqueleto 77
13. Según Zapata y Sueiro (1999: 42): En una entrevista concedida en condición de
anonimato, uno de los amigos del General argumentó que no había hecho nada fuera
de lo común, que sus coimas habían sido las habituales y que era el chivo expiatorio
arrojado a la arena para calmar la sed de los leones. Sobre el caso INDECI hay amplia
información en la página web de
.
14. Poco después, de regreso en Washington, McCaffrey señaló que Montesinos “es una
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La construcción frustrada de un exoesqueleto 79
Cuadro 1
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Construyéndose un exoesqueleto
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La construcción frustrada de un exoesqueleto 81
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El 5 de marzo de 1998, Vamos Vecino (VV) se había inscrito ante el JNE con
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pero según todos los indicios su mentor era el ex ministro de Agricultura,
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eran estrictamente vecinales. ¿Tenían ya entonces vergüenza de ser identi-
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lo segundo.
En pocos meses, VV se extendió hasta el último rincón del país. Nunca un
partido peruano cubrió tan tupidamente el territorio nacional ni tuvo tantos
recursos para hacerlo. En las elecciones municipales de octubre, presenta-
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después de ocho años y dos derrotas en las municipales de 1992 y 1995, el
gobierno parecía reconocer que requería alguna organización que fuera algo
más que una sigla, necesitaba rostros y liderazgos de carne y hueso en dife-
rentes partes del país.
Vamos Vecino recogía la vitalidad de un importante sector de nuevos
líderes locales surgidos en la década de 1990. Esa vitalidad, unida al uso ma-
sivo del aparato estatal, le permitió al gobierno obtener por primera vez un
resultado decente en elecciones municipales: 25,2% a escala nacional, cuatro
puntos detrás de Somos Perú (29,2%). Obtuvieron incluso, más alcaldías que
Somos Perú: 76 sobre un total de 194 alcaldías provinciales y 597 sobre 1622
alcaldías distritales (véanse cuadros 2 y 3). Poco después, VV logró capturar
la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE) que, una vez en sus manos,
entró en un estado de catalepsia muy conveniente para el gobierno.
Sin embargo, que no hubieran barrido con un porcentaje mayor a pesar
de contar “con todo el apoyo” del gobierno y con la debilidad de las fuerzas
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resultado probaba al mismo tiempo la capacidad de resistencia que le otor-
gaba el atrincheramiento en el aparato estatal. Porque VV nació colgado y
confundido con ese aparato estatal. Algo semejante se podría decir también
del PRI mexicano. Pero en México, si bien Estado y partido se entrelazaban
hasta confundirse, fue el partido el que se apoderó del Estado y organizó
corporativamente a la sociedad, encuadrándola dentro del partido y man-
teniendo siempre a las FF. AA. estrictamente fuera de la política. El PRI era
el instrumento clave, tenía vida propia, organización nacional jerarquizada,
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82 Carlos Iván Degregori
Cuadro 2
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Amazonas 36 46,8 77
Ancash 58 39,7 146
Apurímac 32 43,8 73
Arequipa 30 30,0 100
Ayacucho 50 51,0 98
Cajamarca 56 49,1 114
Cusco 27 28,7 94
Huancavelica 30 34,9 86
Huánuco 19 30,2 63
Ica 19 50,0 38
Junín 46 40,4 114
La Libertad 16 22,9 70
Lambayeque 10 28,6 35
Lima 48 30,0 160
Loreto 13 31,7 41
Madre de Dios 6 85,7 7
Moquegua 6 35,3 17
Pasco 7 28,0 25
Piura 15 26,8 56
Puno 24 25,3 95
San Martín 30 44,8 67
Tacna 9 40,9 22
Tumbes 5 55,6 9
Callao 1 20,0 5
Ucayali 4 40,0 10
Total 597 36,8 1622
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Cuadro 3
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ĆĒĔĘĊĈĎēĔ
ĊĕĆėęĆĒĊēęĔĘ ĔęĆđėĔěĎēĈĎĆĘ
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Amazonas 2 28,6 7
Ancash 9 45,0 20
Apurímac 1 14,3 7
Arequipa 2 25,0 8
Ayacucho 10 90,9 11
Cajamarca 7 53,8 13
Cusco 4 30,8 13
Huancavelica 3 42,9 7
Huánuco 2 18,2 11
Ica 0 0,0 5
Junín 4 44,4 9
La Libertad 3 25,0 12
Lambayeque 2 66,7 3
Lima 4 40,0 10
Loreto 2 33,3 6
Madre de Dios 3 100,0 3
Moquegua 2 66,7 3
Pasco 3 100,0 3
Piura 3 37,5 8
Puno 1 7,7 13
San Martín 6 60,0 10
Tacna 1 25,0 4
Tumbes 0 0,0 3
Callao 0 0,0 1
Ucayali 2 50,0 4
Total 76 39,18 194
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16. Por eso sonaron tan extravagantes y fuera de lugar las propuestas de Macera de revitalizar
el movimiento sindical. Poco después, parece que decidió deglutir sus palabras y sumirse
en el silencio.
La construcción frustrada de un exoesqueleto 85
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Kitasono, antiguo secretario de organización de ese partido y luego asesor del gobierno
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Eyzaguirre ex Izquierda Unida.
18. Analistas y Consultores (29.12.98).
86 Carlos Iván Degregori
Para esa captura, que tenía como objetivo general la opinión pública
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D y E, el gobierno desarrolló varias
líneas de trabajo:
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un título de Umberto Eco, podríamos distinguir entre apocalípticos e integrados y
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apocalíptica o negativa de los medios no sólo para la democracia sino para el futuro de
la humanidad en general tiene una distinguida genealogía que se remonta a la Escuela
de Fráncfort e incluso a Ortega y Gasset. Marcuse sería su exponente más saltante; y
entre los más recientes, Giovanni Sartori (1998). De esta corriente se critica, entre otros
aspectos, su elitismo. En el otro extremo, “integrados” serían quienes subrayan los
aspectos positivos del desarrollo de los medios. Su genealogía se remonta a Marshall
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En el Perú, en cierta medida cabe en este lado del espectro Guillermo Nugent (1998). En
sus análisis, se critica —entre otras cosas— que subestiman la desigual distribución del
poder económico, político y simbólico.
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1. Para quienes no los escucharon, vale recordar que los discursos de Haya de la Torre
eran con frecuencia una versión multitudinaria de los cursos de “educación ciudadana”,
que hoy las ONG realizan trabajosamente. Haya inculcaba además la fe en “la nueva
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de que la juventud se preparara “para la lucha y no para el placer”. Ello incluía la higiene
y el ejercicio. Por la década de 1960 esto se convirtió en caricatura cuando en las
celebraciones por el Día de la Fraternidad aparecieron carros alegóricos con gimnastas y
pesistas. Sobre las dimensiones culturales y políticas del APRA véase Vega Centeno 1991.
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imaginariamente en sus discursos y terminó centrándose obsesivamente en la carretera
Marginal de la Selva, para regocijo de imitadores y caricaturistas. García, por último,
descubrió en algún momento el valor alimenticio de ciertas plantas andinas, y nos lo
recordó durante todo su quinquenio. Alguna vez, connotados líderes apristas fueron
invitados a un banquete en Palacio donde el bufé estaba compuesto de sopa de kiwicha,
picante de kiwicha, torreja de kiwicha, jugo de kiwicha, postre de kiwicha (hubo más
kiwicha pero solo esto recuerdo).
94 Carlos Iván Degregori
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raban idearios y programas; tenían locales donde se dictaban conferencias o
se desarrollaban “escuelas de cuadros”; realizaban eventos partidarios que
tomaban posición sobre temas de importancia nacional.
Estas dimensiones ciudadanas estuvieron, sin embargo, lastradas por el
caudillismo: el jefe tenía siempre la última palabra. Una delgada línea borrosa
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que se quiere defender lo falso. La “facilidad de palabra” permitía que el jefe
convenciera de demasiadas cosas a sus bases. Desde siempre, nuestros políticos
se movieron en esa frontera difusa entre la demagogia y la formación ciudadana.
¿Qué pasó en el espacio público para que la palabra se desgastara hasta
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palabra estalló por exceso retórico. Cuenta Carlos Reyna (2000: 16) que la
primera aparición importante de Alan García fue al lado de Haya de la Torre,
durante un mitin en la plaza San Martín. García, entonces de 29 años, fue una
revelación: pareció ser la reencarnación del Haya de los años 20. Esa fue su
principal arma para seducir, primero al APRA y luego a todo el país. En los
primeros meses de su gobierno alcanzó más del 90% de aprobación. Inventó
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que durante los primeros años fueron el escenario de un romance entre un
Romeo en el balcón y una Julieta colectiva en la entonces plaza de Armas.
Dicen que Haya fue todavía mejor orador y cometió tantos o mayores
excesos retóricos. Pero eran otros tiempos. Además, era más fácil ocultar la
distancia entre realidad y discurso estando en la oposición. La masacre de los
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la credibilidad de la palabra alanista. Tratando de mostrarse severo con los
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naba el lugar de los hechos, aparentemente conmovido: “o se van ellos o me
voy yo”. Nadie se fue.
Pero a Vargas Llosa, otro político de la palabra, también le fue mal a
pesar de su buen uso del idioma, su sinceridad descarnada, la ausencia to-
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otros tiempos, sino otros públicos, otras tecnologías de comunicación y otras
formas de generar identidades. Las masas urbanas de Haya cedían el paso a
multitudes compuestas mayoritariamente por migrantes, para muchos de los
cuales el castellano no era su lengua materna y que, si bien se deleitaban con
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joven criollo. Otros eran los ámbitos donde forjaban sus nuevas identidades:
el de sus antiguas lealtades regionales y locales, por un lado; el de los medios
de comunicación, por otro.
La palabra y la imagen 95
Yo trabajo así, silenciosamente. Ustedes querían una escuela para sus hijos, y acá
está ahora, para que sus hijos la disfruten. Yo no hago falsas promesas. Cuídense
de los que van a venir para ofrecerles cosas que después no cumplirán. Ya ustedes
los conocen y me conocen y saben bien que cumplo lo que ofrezco.4
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lenguaje, que no sea un comunicador político. Lo que sucede es que estamos
en tiempos de la política de la imagen, que “vale más que mil palabras”. El
Presidente no necesita discursos, hablados o leídos, porque ahora “hablan las
imágenes”. Usa un lenguaje de gestos, actos simbólicos, rituales, que manejó
muy bien hasta antes de la reciente campaña electoral en que, a su vez, pecó
por exceso y se convirtió en una caricatura de sí mismo danzando la tecno-
cumbia. Fujimori desarrolla así un “liderazgo mediático” (Protzel 1994) e
incluso produce desde muy temprano “eventos mediáticos” (Oliart 1999) como
por ejemplo el de las vírgenes que se echaron a llorar a inicios de su primer
gobierno. En algunos casos, la frontera entre estos eventos y los operativos
psicosociales resulta muy borrosa.
Por otro lado, Fujimori crea una sensación de cercanía sin palabras, a
partir de actos informales que rompen las convenciones previas sobre lo que
2. Por esos mismos años, Víctor Paz Estenssoro, líder histórico del MNR boliviano, primo
ideológico del APRA y conductor de la Revolución nacional popular de 1952 en ese
país, fue elegido Presidente en 1985 y, en las antípodas de su sobrino peruano, sea por
realismo u oportunismo encabezó a edad bastante avanzada el primer ajuste económico
neoliberal en democracia en la región andina.
3. Uso el título de un libro de Martha Hildebrandt.
4. Discurso en la inauguración de un colegio en Huaycán en octubre de 1994. Tomado de
Oliart (1999: 405).
96 Carlos Iván Degregori
era un presidente, yendo mucho más allá del “baño de masas” que solían darse
los políticos desde la época oligárquica: “puede jugar a tirarle agua a la gente,
montar bicicleta, burro o motocicleta, treparse a un tractor, o simplemente
decidir mojarse los pies en un riachuelo camino a algún pueblo alejado” (Oliart
1999: 406). La clave: sabe que ese gesto, que por ejemplo en la época en que
Belaúnde recorría el Perú a lomo de mula tenía que ser repetido mil veces en
mil sitios distintos para lograr una suerte de construcción molecular de ima-
gen, será visto ese mismo día por todo el país en los noticieros de televisión,
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El péndulo ha girado de un extremo a otro. Destruidos los partidos políti-
cos no existe contrapeso a esta nueva “forma de hacer política”, que depende
de la conexión mediática. En diez años, a pesar de la proliferación de nuevos
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par de hojas donde expongan su ideario, no pudieron presentar un programa
durante las últimas elecciones. Algunos voceros dijeron que su programa eran
las obras realizadas por el gobierno, otros que era la Constitución de 1993,
que ellos mismos comenzaron a violar a los pocos meses de aprobada. Salvo
los plenitos de parlamentarios en el Pentagonito, no han realizado ninguna
convención, congreso o reunión nacional. Ni siquiera para sellar las alianzas
entre Cambio 90 y Nueva Mayoría en 1992, o entre estos y Vamos Vecino y
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pesar de que fue candidato en 1995 en la lista de Cambio 90-Nueva Mayoría.
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rubor y gesticulando despectivamente: “el presidente Fujimori decidió la lista
completa” ( 16.3.00).
El cuerpo invertebrado no solo carece entonces de columna vertebral (po-
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apelar a lo que Adrianzén (2000) denomina “representación espejo”. Fujimori
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envuelve en cualquier cosa que le den, escoge sombreros, ponchos, cushmas,
tocados de plumas y hasta banderas. Sabe decirle a la gente que él es uno de
ellos” (Oliart 1999: 407).
Este uso ritual de los trajes es muy antiguo en nuestra historia. Está allí
desde los incas que hacían diplomacia, establecían jerarquías y anudaban
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dose una casaquilla nacional sudada después de una victoria de la selección
de fútbol. En general, la dimensión simbólica es inherente al poder y su ejer-
cicio. Coronaciones, juramentaciones, besamanos, son las formas rituales
que “señalan al centro como centro y le otorgan su aura” (Geertz 1994: 150).
La palabra y la imagen 97
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cañonazos, himnos, banderolas. Los ejemplos citados en párrafos anteriores
muestran la forma radical en que el actual mandatario transforma la simbo-
logía del poder, la “informaliza” y ubica este aspecto “informal” en el centro
del centro. Por un lado, vestir poncho o montar bicicleta son rituales de in-
clusión, que expresan una democratización en el plano de la imagen y de la
construcción del imaginario social y nacional. Pero en el plano político, este
capital simbólico es puesto al servicio de un proyecto cuya naturaleza autori-
taria se descubre por ejemplo en el reforzamiento simultáneo de los rituales
militares: izamientos de banderas y difusión generalizada y obsesiva de los
ϐǡǤ5 Entre rituales militares que se refuer-
zan y rituales políticos que se informalizan, quedan en sándwich los rituales
más estrictamente cívicos o republicanos. El ejemplo más dramático sería el
desplazamiento a un segundo plano del reconocimiento del nuevo Presidente
por el Congreso el 28 de julio, reemplazado por el reconocimiento guerrero
y altisonante que le otorgó la cúpula militar en el Pentagonito el 8 de junio.
Tal vez la política del logos, de la palabra y la escritura haya sido solo un
breve paréntesis en la historia del poder, vinculado a la ilustración y la moder-
nidad que hoy ceden paso, como diría Umberto Eco, a una nueva Edad Media
(virtual). En todo caso, en el Perú la desaparición de la política de la palabra
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sector es con el personaje metapolítico y mediático creado por el propio
Presidente. Por eso Fujimori no puede dar un discurso ǡ necesita
el
de El Baile del Chino, las bailarinas, el coro y el estribillo cada tan-
tas frases [¿alguien sacó el promedio?], lo cual convierte a Alberto Fujimori y
Francisco Tudela en los Milli Vanilli de la política peruana. El Presidente solo
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anunciar medidas (¡di-sol-ver!).
Si el régimen carece de ideología, entonces tampoco necesita lo que
Althusser llamaba “aparatos ideológicos de Estado”, es decir, instituciones
como la escuela o medios de comunicación que reproduzcan la “ideología
dominante”. Por eso la política educativa del gobierno enfatiza la construcción
de escuelas y el equipamiento con computadoras. Los maestros le importan
un bledo y la preocupación por los contenidos, cuando existe, se concentra en
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Ǥϐ y no le interesa el ,
usando una dicotomía expuesta por Alfredo Barnechea. Necesita, más bien,
operativos psicosociales y/o eventos mediáticos para generar empatía con el
ĊĘĉĊĚēĕėĎēĈĎĕĎĔǡ uno de los factores con los cuales contó Fujimori para
contrarrestar la inexistencia de un partido gobiernista fue el carácter mediá-
tico de su liderazgo. Así, el gobierno dependió desde un principio y en gran
medida de la buena voluntad de los medios, especialmente la televisión. Por
eso, si la buena voluntad escaseaba, la conquistaba. Desde muy temprano
usó el garrote y la zanahoria para inclinar a su favor los medios. Implantó un
sistema de canje perverso, que se plasmaba en la colocación selectiva de la
publicidad estatal, el acceso preferencial a conferencias de prensa, viajes en
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facilitadas por el SIN, especialmente sobre terrorismo, tema candente en la
primera mitad de la década pasada.1
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SUNAT para lograr la autocensura o la complacencia de las empresas, aprove-
chando sus deudas tributarias. Y para los insumisos, el Poder Judicial, cuyo
control se reveló decisivo para la superviviencia de un autoritarismo que
buscaba ocultar la corrupción y controlar los medios, moviéndose dentro
de los marcos del neoliberalismo periférico, respetuoso en apariencia de la
economía de mercado y la independencia de poderes.2 Así, como en una mala
1. Cabe recordar que hasta la ruptura de Baruch Ivcher con el gobierno,
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2. Para ciertos medios, la sumisión es una estrategia de supervivencia. En el reciente
proceso electoral, en los siete canales de TV de señal abierta prácticamente no hubo
debate político. El 3 de febrero embargaron la antena transmisora de ͷͷͼͶ, a
pocas horas del inicio de un programa dirigido por César Hildebrandt. Aparte de los
pasquines, sobre los que hablaremos más adelante, el gobierno llegó a controlar, a partir
de sus deudas, los diarios ± y , así como el canal noticioso de cable:
. El 3.12.99, Liberación informó que tenía deudas por más de $ 13 millones,
de los cuales $ 3.667.000 le pertenecen a la SUNAT, que tiene embargada sus cuentas
100 Carlos Iván Degregori
desde 1997. ϐ
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independiente y/u opositora —
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×, y dos diarios
especializados en economía,
× y À, así como Canal N, de cable— se dirigieron
principalmente a los sectores económicos A y B, mientras la TV abierta y los pasquines
del régimen fueron consumidos mayoritariamente por los sectores populares. Sobre la
prensa en el Perú, véase: Catherine Conaghan (1999)
3. Nombre con el que se conoció en la época a las instalaciones del SIN.
La insoportable levedad del ser político 101
Todo el PERÚ debe estar agradecido al Doctor Vladimiro Montesinos Torres, sobre
todo aquellas personas jóvenes como nosotros, ya que gracias al trabajo que rea-
liza como asesor principal de Inteligencia, permite que vivamos en un país libre
de aquel enemigo terrorista que sumía al país y a su pueblo en una situación de
extremo peligro, contra el cual era necesario luchar tenaz e implacablemente,
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el cambio total de su estructura política, social y económica, no precisamente
para mejorar lo que hoy tenemos sino todo lo contrario.7
Basta ver sus fotos para comprobar que Faisal está lejos de ser joven. Pero
lo más amenazante es la cita del Kaiser Guillermo II que cierra el mensaje:
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Con los Ǧ y los diarios amarillos como puntas de lanza, el go-
bierno desplegó su estrategia À
, que tenía tres ejes:
Cuadro 1
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(en nuevos soles)
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ĔĘęĔĘĉĊĕĚćđĎĈĎĉĆĉĉĊĔėČĆēĎĘĒĔĘĉĊđĘęĆĉĔ
(en nuevos soles)
aún, según Adrianzén, la reacción tan drástica del gobierno contra Ivcher y
Hildebrandt no fue solo porque sus misiles apuntaban al corazón militar del
poder, sino porque le abrían una brecha de credibilidad en los sectores popu-
lares, que el gobierno no podía permitir. Pero siempre hay acontecimientos
inesperados. El gobierno no calculó el impacto producido por la aparición de
de
, que a pesar de transmitir solo por cable, se convirtió
en el único baluarte de pluralismo y oposición por Ǧ.8
El periodismo internacional advirtió desde el principio la coartada, tanto
que en los tres últimos años Fujimori ha aparecido entre los diez mayores ene-
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Castro, Mohatir Muhamad y otros dictadores. En el Perú, la reacción tardó en
tomar cuerpo. Sin embargo, la desfachatez con la que el gobierno ejerció ese
control, cuyo clímax fue la transmisión en cadena de los mítines de cierre de
campaña de Alberto Fujimori, como si se tratara del
cubano,9
provocó la reacción furiosa de un amplio sector de ciudadanos, y es un factor
importante para entender el repudio a la Bozzo, las marchas y vigilias en las
puertas de ±
y
e incluso la agresión a reporteros
de esos medios en algunas manifestaciones.
Hace tiempo se han diluido las diferencias entre cultura culta y cultura popular
o de masas; se han adelgazado las líneas siempre borrosas que separaban la
política del espectáculo. Con el derrumbe institucional, el escenario político
quedó vacío y esas líneas prácticamente se borraron de modo que hoy en el
Perú hemos pasado en cierta medida de la política como espectáculo al es-
pectáculo como política y, en ciertos momentos claves, la farándula ha tomado
por asalto el escenario político vacío.
Entre política y espectáculo hubo siempre puntos de encuentro. El circo
romano es el ejemplo más manido. El poder tuvo siempre dimensiones rituales
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por Telefónica del Perú, la aparición de hizo saltar tremendamente hacia arriba
la demanda por cable en los meses previos a las elecciones. A pesar de las grandes
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encontrar lejanas semejanzas entre y la radioǦͿæ©Ǥ
mismo podría decirse de las múltiples radios provincianas de oposición.
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importantes, algo semejante solo se había visto en la TV nacional cuando Perú disputó la
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La insoportable levedad del ser político 105
10. Cabe recordar que Laura Bozzo se inició en la vida pública como regidora de la
Municipalidad de Lima, elegida en la lista que encabezaba Belmont, quien le dio un
programa en su canal de antena gélida, , desde donde
criticaba a Fujimori con la misma virulencia con la que hoy ataca a los opositores. Si bien
cambió de , su estilo altisonante siempre al borde del desmadre continúa siendo su
106 Carlos Iván Degregori
marca de fábrica. Sobre su época de opositora rabiosa del gobierno, véase una especie de
antología de Laura en:
×ǡ 30.3.00: 8.
11. El Alto surgió a raíz de las migraciones como una extensión popular de La Paz, pero creció
hasta tener casi tantos habitantes como esta y convertirse en ciudad independiente.
Sobre Palenque, que murió a los 50 años en 1998 y sobre CONDEPA, véase: Archondo
(1991), Saravia y Sandóval (1991).
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con razón por
(30.6.00) como el mejor noticiero de la televisión peruana
La insoportable levedad del ser político 107
pues tocaba los principales temas de actualidad de modo más pluralista, más audaz y más
crítico que los noticieros serios. Pero esta es una excepción muy reciente, impensable
por lo demás sin la masiva reacción ciudadana de los últimos meses en contra del lado
oscuro de esta confusión entre espectáculo y política.
13. Esta incursión arranca con Susana Díaz en 1995 y alcanza su clímax con la politización
de Laura Bozzo. En algunos casos tiene éxito, en otros no. Así, descartando periodistas
profesionales como Denis Vargas, tenemos desde personajes como el abogado Delgado
Aparicio, alias Saravá, conductor de un erudito programa radial de salsa y congresista
electo por NM-C90 en 1995; hasta Jimmy Santi y Fulvia Cellica, caracteres farsescos y
candidatos frustrados a la alcaldía de Jesús María en 1995; pasando por otros cómicos
como el Cholo Cirilo, Manolo Rojas, Adolfo Chuiman, Percy Arévalo —ex esposo de Susy
Díaz—, para mencionar algunos que no llegaron a alcanzar una curul en el Congreso.
108 Carlos Iván Degregori
14. Es interesante que este colapso de las fronteras entre realidad / imitación / disfraz se
reproduzca
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sólo travestis que la TV populariza, como Coco Marusix o Naamin Timoyco, ni personajes
como la Chola Chabuca; ni siquiera que los Cómicos Ambulantes casi no encuentren otra
manera de hacer reír que travistiéndose, al punto que pareciéramos de regreso en los
tiempos cuando las mujeres no podían actuar (lo que fue comedia se repite como farsa).
Ahora también los llamados ϔ, artistas que no pudieron sobresalir como galanes,
tienen que travestirse para sobrevivir, como en ÓǤϐ
modernidad y audacia, pero lo que los empuja es el mismo afán de no evaporarse en el
olvido.
15. “Es probable que el falso hermano celoso disfrute en denigrar el comportamiento de su
hermana inventada o una persona llamada a representar a un hijo llegue a amenazar o a
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una situación verdadera” (Grompone 1999: 132).
16. Dice Vargas Llosa: “La prensa sensacionalista no corrompe a nadie; nace corrompida,
vástago de una cultura que, en vez de rechazar las groseras intromisiones en la vida
privada de las gentes, las reclama, porque ese pasatiempo, olfatear la mugre ajena, hace
más llevadera la jornada del puntual empleado, del aburrido profesional y la cansada
ama de casa... [es] la frivolidad, reina y señora de la civilización posmoderna” (“Olfatear
la mugre ajena”, en: “El Dominical”, suplemento de
, 2.3.1999: 17).
La insoportable levedad del ser político 109
17. Véase el artículo sobre Magaly Medina en el capítulo 11 de este mismo volumen.
110 Carlos Iván Degregori
y domestica los cuerpos “desde dentro”,18 este tecnopoder los vigila desde
fuera. Los mil ojos y oídos de Sendero Luminoso, artesanal y arcaico, eran de
carne y hueso. Estos son cibernéticos.
Luego tiene lugar una suerte de “juicio popular”, que produce un empo-
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conductora. Especialmente en aquellos programas que presentan múltiples
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en la cual, en vez de sexo, los protagonistas intercambian puñetes y patadas
entre gritos de perra, jugadora, prostituta, para mencionar solo los adjetivos
más suaves. El público ruge mientras Laura hace pasar a los personajes, cada
uno portando nuevas revelaciones. “Tranquilízate” es la palabra más repetida
por la conductora, que pisa el acelerador y el freno al mismo tiempo, pues es
ella misma quien fomenta la intranquilidad.
Este doble discurso es el trasfondo de todo el fenómeno Laura. Su libro
se llama
(2000) y ella se presenta como defensora de
la mujer, ensañándose con los hombres a los cuales insulta y ridiculiza con
el beneplácito de las mujeres que conforman el público. Pero está lejos de
representar algún tipo de “liberación femenina”. Luego del gran desmadre que
producen las revelaciones, de la ruptura aparente de cadenas y convenciones,
lo que hace la conductora es increpar a los hombres en nombre de valores
convencionales. Desde un discurso patriarcal hegemónico o benévolo, que
tiene como paradigma a un varón monógamo, responsable y protector de su
familia, ella reprocha a los machos que practican un patriarcalismo subalterno,
abusivo, sacavueltero, irresponsable con la familia [“me da S/. 5 para la comi-
da”, “se va con la trampa”, “no reconoce a mi hija”]. La doble paradoja es que
al mismo tiempo, Laura se pone al servicio de un régimen cuya conducta, si
bien muestra rasgos de patriarcalismo benévolo (hace obras, se preocupa por
los pobres) corresponde predominantemente al patriarcalismo subalterno,
abusivo y sacavueltero, al punto que la yuca es su símbolo.19 Y, si como todo
indica sus casos son falsos, ella misma estaría lejos de practicar la seriedad
que predica. Su patriarcalismo benévolo, al igual que la democracia del go-
bierno al que apoya, se vuelven discursos vaciados de contenido, cáscaras en
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catarsis: la mujer golpeada vuelve con el marido que promete no golpearla;
“Verás que todo es mentira”, decía el famoso tango de Discépolo que preten-
ÀϐXX y ya podemos ir jalándolo hasta el XXI. Todos sabemos
que los reality show no son reales, pero igual los vemos. Incluso con un
guiño de complicidad,20 como leemos los horóscopos —anota agudamente
20. El género parece estar evolucionando y, conforme se abre paso la idea de que los casos
no son reales, los elementos farsescos se potencian como en esas películas de horror
, que uno ve para reírse. Ojalá, el género discurra en el futuro por esas vías irónicas,
“posmodernas”, pero durante la presente coyuntura, la exposición obscena de miserias
humanas y la complicidad con la dictadura han sido sus rasgos emblemáticos.
112 Carlos Iván Degregori
El resultado, según Morse, es que “[…] si la vida es […] una serie de ‘proble-
mas’ a resolver y si hay ‘respuestas’ para todo, el individuo pierde capacidad de
experimentar su individualidad”. Y si logramos experimentarla y nos alarmamos
o enfurecemos, el psicólogo o los guardias de Foucault nos tranquilizan. Si las
fronteras entre política y farándula colapsan y si la segunda invade los fueros
de la primera, bien podemos leer las recientes elecciones como una edición
especial y de larga duración del Ǧ más popular de América.
—¡Tranquilízate!
—¡No seas radical!
—¡Te voy a dar ayuda psicológica!
—¡Te voy a formar una comisión democratizadora!
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rios de menos de un sol” sufrieron radicales transformaciones. En primer
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deportivos.2 Por otro lado, la mayoría se independizó de los “diarios serios”.
Algunos, como , por la desaparición de su diario padre. Pero los que iban
a marcar la década fueron fundados como empresas independientes. , por
ejemplo, también Ó y , aparecidos todos durante el primer
fujimorismo (véase cuadro 1).
Cuadro 1
ĊĈčĆĘĉĊĆĕĆėĎĈĎŘēĉĊĉĎĆėĎĔĘĉĊĒĊēĔĘĉĊĚēĘĔđ
ĈĆĕęĚėĆĉĔĘĔċĚēĉĆĉĔĘĕĔėĊđČĔćĎĊėēĔ
1. Fundada en 1912 por Clemente Palma. Al momento de entrar en prensa este volumen se
han publicado libros de Juan Gargurevich y Jackelin Fox sobre este tipo de prensa y su
participación en las recientes elecciones, que no hemos podido consultar.
2.
×ǡÀy, entre los más duraderos.
3. Algunos como
incluyen historietas eróticas bastante explícitas. À sale con
suplemento porno, , que se entrega envuelto en celofán.
El “doctor” y su escuadrón de la muerte 117
con los tonos más vivos. Una exhibiendo el trasero en gran formato
es el pan de cada día, a veces con su chicharrón de cuerpos chamuscados,
machucados o destripados completando la primera plana. La jerga se ha
actualizado, el lenguaje se ha vuelto mucho más explícito pero igualmente
ingenioso. En general, parecen los diarios populares de antes, pero con los
rasgos exacerbados en una suerte de versión hiper(i)rrealista.4
Una novedad de esta prensa, advertida por Grompone (1999), es el des-
pliegue de un estilo coloquial, de crónica familiar de la cual han desaparecido
no solo los personajes de la “alta sociedad” sino incluso los artistas de primera
línea. Copan sus páginas “casi exclusivamente las bailarinas o que apa-
recen como telón de fondo en los programas cómicos o actúan por su cuenta en
escenarios populares de Lima o de provincias” (1999: 134), exhibiendo “más
su fragilidad que su belleza” (1999: 141). Ellas se muestran atemorizadas por
perder el empleo, por ejemplo, o por las maledicencias de otras que
pugnan por hacerse un lugar en el mundo del espectáculo.
El estilo coloquial invade no solo las notas locales y sobre la farándula, sino
las crónicas policiales, las columnas editoriales y las noticias políticas. Esto
es tal vez un ejemplo del resquebrajamiento general de las barreras entre lo
público y lo privado. Los acontecimientos políticos son comentados a partir de
situaciones cotidianas y con lenguaje coloquial, por ejemplo, a través de diá-
logos entre personajes populares inventados por un editorialista.5 Grompone
advierte una cotidianización no solo de la política sino incluso de las crónicas
policiales, que son tratadas como crónica familiar más que como problema de
“seguridad ciudadana”. Más que las grandes bandas de asaltantes de bancos o
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todos lados acecha o ya ocurrió una relación sexual con el cuñado o la cuñada,
el compadre o la comadre, el vecino o la vecina” (Grompone 1999: 143).
Esta especialización en de segunda línea y en los llamados ϔǦ
ǡ así como esta concentración en el pequeño crimen pasional, podría
verse como una estrategia de para un mejor posicionamiento en
un mercado segmentado. Pero el éxito de los nuevos diarios populares tiene
4. Para referirnos a los “diarios de menos de un sol” aparecidos en la década de 1990, que
son objeto de este análisis, usaremos el nombre “prensa popular” hasta su captura por el
SIN y el de “prensa amarilla” o “prensa del SIN” a partir de esa captura. Salvo en el título
del capítulo, no usamos el adjetivo “chicha” porque consideramos —como Guillermo
Nugent— que, en muchos casos, dicho adjetivo se utiliza como una nueva forma de
“choleo”.
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página editorial de Ǥ
118 Carlos Iván Degregori
La nota sobre Ferrer y Célica comienza con la siguiente frase: “El trans-
formista Paco Ferrer le tiró barro a su colega Fulvia Célica...”. Barro parece ser
el único bien ilimitado en los diarios populares. Por otra parte, la igualdad
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Solo algunos ejemplos de ese mismo día:
“Bruno Cavassa... se cree el rico y todo porque estuvo con la ‘señito’ GISELA
VALCÁRCEL. ¡Qué tal raza! O sea que por estar con la tía se te suben los humos;
qué va papito, bájate de la nube porque tú a nadie le has ganado...” (Óǡ
“La Pezziduri”, p. 8).
“Uno que jura que sigue siendo el más rico de todos es el ‘Calígula’ JULIÁN
LEGASPIǡ
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120 Carlos Iván Degregori
que por haber sido protagonista por una vez de una cebollera eso quiere decir
que se es buen actor... Ay papito, lo mejor será que te ubiques bien y te dejes de
decir tontería y media...” (ibíd.).7
“Y hablando de roedores, nos preguntamos, qué autoridad puede tener el rosque-
tazo ese de CARLOS CACHO para salir a hablar si fue justa o no la reciente elección
del Miss Perú Universo. De cuando aquí un cabro con letras mayúsculas... puede
tomarse atribuciones que no le corresponde”. (, “Que viva el chongo”, p. 9).
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8. Resumimos, en parte con nuestras propias palabras, la historia presentada en Grompone
(1999: 139-141).
El “doctor” y su escuadrón de la muerte 121
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9. Véanse los trabajos de James Scott (1985, 1990). También Gilbert y Nugent (1994). Sobre
la construcción mutua entre culturas dominantes y subordinadas, Muratorio (1994).
Sobre hegemonía en este contexto: el trabajo ya citado de Gilbert y Nugent; también
Laclau y Mouffe (1988); o el propio Gramsci (1981).
122 Carlos Iván Degregori
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10. No entramos a discutir aquí detalladamente “de qué hablamos cuando hablamos de
cultura popular”. Cuando usamos el término, nos referimos a la cultura que comienza a
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profundas transformaciones en los últimos tres lustros. Es la que a veces peyorativamente
se denomina “cultura chicha”, a la cual consideramos un fenómeno complejo, que a estas
alturas no es sólo urbano y tampoco coincide exactamente con los llamados sectores C, D
y E.
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la resistencia de los subalternos se construyen apelando a símbolos e instituciones que
surgen de los mismos procesos que han subordinado a estos grupos. Están, por así
decirlo, “contaminados” por las estructuras simbólicas e institucionales de dominación.
El “doctor” y su escuadrón de la muerte 123
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12. Romeo Grompone (comunicación personal) hace una interesante distinción entre
“tomar en cuenta” y reconocer. ‘Tomar en cuenta’ cabe dentro de una relación
autoritaria, una suerte de paternalismo benévolo. El reconocimiento, por el contrario,
supone una relación vertical entre actores iguales. En el plano de la diversidad cultural,
reconocimiento tendría que ver con lengua, territorio, autonomía, que son puntos de
agenda en países como Ecuador, Bolivia, Colombia y el mismo Chile.
124 Carlos Iván Degregori
13. Así lo denunciaron los propios periodistas de algunos de esos diarios (véase anexo 1).
14. El adjetivo “estigmatizadas” es tomado de Grompone (1999).
El “doctor” y su escuadrón de la muerte 125
20. Hasta ese momento la campaña había sido muy intensa, pero disimulada en avisos del
Ministerio de la Presidencia y en viajes presidenciales para la inauguración de obras.
21. La opinión pública internacional critica con razón al presidente venezolano Hugo
Chávez, que tiene harta a la televisión privada porque la hace repetir sus rimbombantes
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a los pobres con un bate de beisbol, su deporte favorito. Pero Chávez, al menos en el
manejo de los medios, parece un niño de teta comparado con su homólogo peruano.
Por otro lado, en este tema Filipinas nos aventaja en el cine. En ese país, los represores
y violadores de derechos humanos durante la dictadura de Marcos, los mismos que
luego de la transición democrática se levantaron en armas contra Cory Aquino, fueron
amnistiados y luego se reinventaron como héroes de películas de acción que reventaron
taquillas en ese país asiático.
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Leyendo la prensa amarilla
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El capital político más sólido de Alberto Fujimori sigue siendo, aun hoy, el que
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pasado oprobioso, lastrado por la incapacidad y la corrupción encarnada en los
partidos tradicionales, especialmente el APRA, que nos mantenían atrapados
en el pasado y bloqueaban nuestra mágica transformación en otorongos, aptos
para sobrevivir y engordar en la jungla neoliberal. Frente a ellos se alza, cual
Santiago Mataindios, Alberto Fujimori, representante de un futuro luminoso y
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Pero tanto o más importante que los triunfos mismos fue la forma en que
los consiguió. Perú fue el único país donde no hubo negociaciones de paz,
acuerdos de paz, comisiones de la verdad, informes sobre la violencia ejercida
tanto por los grupos alzados en armas como por los agentes del Estado, ningu-
no de los cuales cumple hoy condena por violación de los derechos humanos.
Los triunfos se consiguieron, por tanto, sin conversaciones, acuerdos, pactos
o concesiones. En dialecto peruano: a lo macho.
130 Carlos Iván Degregori
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Diagrama 1
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FUJIMORI OPOSICIÓN
I Futuro I Pasado
Honradez Corrupción
Capacidad Ineptitud
Manejo económico sano Populismo
KLSHULQÁDFLyQ
Paz / seguridad Terrorismo
Verdad / "sí cumple" Engaño
II Macho II Feminizados
Cuerpos
Macho 1 (popular) Antipopulares Repulsivos
Popular Pitucos, abusivos,
prepotentes
Nacionalista Sometidos al
extranjero
Solo (con el pueblo) Hacen pactos
(diabólicos)
Diagrama 2
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Pasado Partidos
(1990) tradicionales Corrupción
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Terrorismo
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Engaño
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Vínculos ROJOS Mohme
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(Ricardo Uceda)
Defensoría del
Pueblo
Presente
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“Alan y la familia Andrade deciden lanzar a pitucón. Reo contumaz está regalón
y reparte billete a todo el mundo. Alcalde feliz con arreglo económico” (À
14.8.99).
“Reo contumaz ordena a pituco Andrade abandonar la alcaldía y postularse.
Alcalde negocia pago por sus servicios” ( 15.8.99).
“Andrade cierra el pico y esconde la panza, es la orden de Alan. El loco se le pone
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dzȋÀ 15.8.99).
“Con plan ‘cementerio’ cocho Silva Ruete ‘bocaza de Alan’ hunde a Andrade” (
21.8.99).
Una temporada en las alcantarillas 133
“Alan... Alan... tengo mucho miedo, dice Castañeda Lossio” ( 21.12.99).
“Castañeda Lossio un copión de Alan. No sabía qué decir... temblaba de nervios.
Reo contumaz le dio discurso feliz y contento” (À 21.12.99).
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“El lado negro de Castañeda Lossio: desastrosa y cuestionada gestión en Caja del
Pescador ( 4.8.99).
Miles de pescadores pierden pensiones por desastrosa gestión de Castañeda
Lossio en la caja” ( 5.8.99).
2. Esta campaña se inició con la denuncia contra el regidor de Lima por Somos Perú,
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en las calles de Lima.
134 Carlos Iván Degregori
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Fuera del mundo de los pasquines hay un Otro, que implícitamente se iden-
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porque hoy el poder lo tiene “un presidente como tú”. Ese Otro es el pituco
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tración en la recuperación del centro histórico, el cuidado de los jardines y su
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del “populorum”; que es enemigo de los trabajadores informales “chamberos”:
“Andrade amenaza despedir a miles si llega al poder, anuncia que barrerá con
ambulantes y microbuseros. Pituco tiene programa de acción en donde se le
prende a los pobres” (À6.9.99).
¡Quién decía que la lucha de clases había desaparecido! Más aún, sus viajes
como alcalde de la capital lo convirtieron para la prensa amarilla en “turista”:
“En el sillón de la alcaldía de Lima hay un ... Pituco Andrade hecho de yeso. El
verdadero está de turista, esta vez en Ica” (À 13.7.99).
“Pantaleón Andrade se arranca a Iquitos. Llegó de España y al toque se quitó. El
alcalde es misma visitadora ... Lima sigue en total caos” (À 30.10.99).
“Increíble: Virrey Andrade felicita a cascos azules. Dice que los desalojos son un
éxito. Perdieron chamba miles de trabajadores” (À 24.10.99).
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dor de los pleitos entre policía municipal y comerciantes informales, en los
casos de Castañeda Lossio y Alejandro Toledo esta construcción encontró su
momento cuando estos candidatos opinaron sobre el PRONAA y los comedores
populares. En febrero lo hizo Castañeda, Toledo en marzo, en una reunión de
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comedores: “en el corto plazo, hasta que los niveles de producción crezcan”. Y
luego añadió que era: “indigno que a la gente se le robe el orgullo y la autoesti-
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la política de subsidios “se presta para el manejo político”. Ese era el resbalón
que la jauría necesitaba para abalanzarse sobre sus víctimas:
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“Terrucos chilenos felices. Castañeda Lossio declara que hay que bajar la cabeza
frente a la tremenda corte” ( 28.09.99).
“Terrucos chilenos apoyaron a Castañeda Lossio. Les ha prometido someter al
país a sus demandas” ( 29.09.99).
“Ante rechazo a declaraciones pro terrucas de Castañeda Lossio, candidato no
quiere declarar y se va de paseo a Miami” ( 30.09.99).
“Apoyo de Castañeda Lossio a terrucos genera amplio rechazo. Indignación entre
víctimas del terrorismo” ( 1.10.99).
“Gracias a Castañeda Lossio cientos de terrucos piden indemnización, nuevo
juicio y hospedaje de lujo” ( 2.10.99).
“Castañeda Lossio respalda libertad de Polay. ‘Si lo manda la tremenda corte hay
que hacerlo’” ( 9.10.99).
“Castañeda Lossio insiste en darles nuevo juicio y diez mil dólares a terroristas
chilenos aunque sean asesinos” ( 11.10.99).
“Castañeda Lossio no cambia: ¡A la orden señores de la tremenda corte. Yo daré
10.000 dólares y juicio nuevo a sus terruquitos chilenos” ( 14.10.99).
“Para Castañeda Lossio los terrucos no son nuestros enemigos. Hay que darles
nuevo juicio, 10000 verdes y mucha comprensión” ( 15.10.99).
“Castañeda Lossio: los 10,000 dólares son poco para los tucos chilenos. Merecen
mucho más” ( 16.10.99).
Las voces autorizadas, los “formadores de opinión” que los diarios del
SIN invocan en su apoyo, no son los clásicos analistas o políticos destacados,
sino gente del espectáculo, con los cuales la empatía de los lectores podría
ser mayor. El tono se vuelve “vedettero”:
Una temporada en las alcantarillas 137
“Alan Wong indignado: ¡Me voy! ¡No acepto que Castañeda Lossio les dé 10,000
verdes a cada tuco chileno!” ( 23.10.99).
“Polay pide a terrucos que voten por Castañeda Lossio. Candidato es de los
nuestros” ( 28.10.99).
Se citan entre comillas frases suyas o de Víctor Polay,3 que nunca fueron di-
chas. Pero eso es lo de menos, pues la impunidad de la que gozan es total. Como
dijimos, tanto Andrade como Castañeda denunciaron a los diarios amarillos, y
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desprestigiada y triturada, el terrorismo discursivo da un salto hacia el escarnio:
Jimmy Santi y la cirugía plástica nos llevan al segundo gran tema: la femini-
zación de los opositores, a los que se les achacan todas las características que
el machismo tradicional atribuye a las mujeres.
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los terroristas. Le falta coraje” ( 25.1099).
“Alan Wong lo enfrenta: ¡Castañeda Lossio se hombre de una vez! No se puede
aceptar un nuevo juicio y 10,000 verdes para tucos chilenos” ( 26.10.99).
“Emocionado, el débil-lucho pide perdonen a tucos. Castañeda Lossio llora por
terrucos, repite que les dará nuevo juicio y bille gordo” ( 28.10.99).
3. Jefe del MRTA, preso de por vida en una cárcel de seguridad, donde apenas pueden
visitarlo mensualmente familiares directos.
138 Carlos Iván Degregori
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“Castañeda Lossio raja feo del Perú ante extranjeros. Nos tira barro con ventilador
y para colmo... pide apoyo para tucos extranjeros” ( 29.10.99).
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“Castañeda Lossio es recontra manso. Vecinos dicen que ladra todas las no-
ches de puro inestable. No usa collar ni cuando lo pasean por la calle” (À,
16.12.99).
“Castañeda Lossio se aloca y revienta focos de su barrio a punta de balazos y
pedradas. El candidato no soporta que lo vean nerviosón y sigue consejos de
Jimmy Santi” (, 16.12.99).
“Nervios y depre tienen locazo a Castañeda Lossio. No descansa, no come ni
piensa. Se le agudiza delirio de persecución” (
18.12.99).
Una temporada en las alcantarillas 139
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vesamos la farsa esquinera de la mano de Jimmy Santi, el antiguo cantante
convertido en caricatura de sí mismo a punta de cirugías faciales, para luego
descender al círculo de lo grotesco, donde nos espera Mario Poggi, el excén-
trico pseudopsicólogo que algún día asesinó a un preso:
“Loco Poggi asesora a Castañeda Lossio. ‘Con Lucho haremos cualquier cosa’.
Candidato perdió fe en Jimmy Santi y lo deja tirando cintura” (À 18.12.99).
“Loco Poggi asesor de Castañeda Lossio. ‘Yo le voy a enseñar a dominar sus ner-
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(À26.1.00).
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Pactos contranatura
4. Nótese que los dos últimos titulares son del mismo día. Con frecuencia, seis o siete
diarios repetían el mismo titular con ligeras variaciones.
5. Entre las principales: Perú Posible, Somos Perú, Solidaridad Nacional, AP, APRA, UPP.
140 Carlos Iván Degregori
“Andrade y Castañeda Lossio se amarran con APRA y rojos. Firman pacto de amor
secreto para que regrese Alan García libre al Perú” (À 26.11.99).
“‘Los chicos tienen mucho que aprender’, dijo Mohme. Comunistas y Apra in-
ventaron pacto para que jueguen Castañeda Lossio y Andrade. Candidatos están
como bobos” ( 26.11.99).
“Pacto de Castañeda Lossio con APRA y comunismo pide nuevo juicio para tucos
chilenos y 10 mil verdes de regalo por Navidad” ( 27.11.99).
“Castañeda Lossio, rojos y Andrade se rifan el Perú. Hacen pacto manejado por
el APRA para comerse la torta... Ahora sálvese quien pueda” (À 27.11.99).
“Fuji arrasa en todo el país. El Chino llena las plazas de todo el Perú y al ritmo
de su cumbia sigue barriendo a los otros candidatos. Trabajo seguro, mejores
sueldos y educación, son la base de su programa económico” (6.04.00).
“¡Fuji imparable al ritmo del chino! El candidato a la presidencia culminó su
campaña con un mitin de más de 100 mil personas que colmaron el paseo de
la República por primera vez en la historia. El populórum vibró al ‘ritmo del
chino’ y votará el 9 de abril por Fujimori porque combatirá la pobreza, creará
más puestos de trabajo, dotará de computadoras a los coles y mejorará pensión
a los jubilados” (7.4.00).
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×FONAHPU!” (8.04.00).
“Gas no subirá de precio. La economía está estabilizada y las madres felices por
la medida. Chino aumentará FONAHPU a más de 1,200 soles” (9.4.00).
“¡El Perú con el Chino! El populórum dio su respaldo total en las urnas a Fujimori.
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Salas, Ataucusi, AP, APRA y UPP desaparecen. Moisés al parlamento con Absalón,
Tudela, Martha y 36 más de Perú 2000” (10.04.00).
[Mientras tanto]
“‘Ridículo’ Alejandro celebró falso triunfo con resultado bamba”
“Llorones de la oposición no aceptan que el pueblo les dijo que NO”
“Populórum no suelta al Chino” (11.04.00).
[Mientras tanto]
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resultados de la ONPE y cuadra a Toledo por caldear ánimos” (11.04.00).
Y colorín colorado, solo faltaría escribir . Pero ese mismo miér-
coles que volvía a la normalidad, el Toledo picón y sus asociados
lograban que la ONPE diera marcha atrás en el más escandaloso conteo de
votos del último medio siglo y desistiera de proclamar ganador a Fujimori
en primera vuelta. Entonces, la prensa amarilla mostró su rostro oculto;
aunque tal vez sería mejor decir su poto oculto. El ingenio, el chongo y la
cachita con que recubrían las manoplas para no dejar huella visible de los
golpes, cedieron paso al odio desnudo y concentrado contra Toledo y Eliane
Karp.
, el más nuevo y más sucio de los pasquines, fue la abanderada
de esta nueva oleada de ataques a cuchillo descubierto. Pero detengámonos
por última vez un momento.
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×ǡǤLibro de la risa y el olvido,
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La risa pertenece originalmente al diablo. Hay en ella algo de malicia (las cosas
resultan diferentes de lo que pretendían ser), pero también algo de alivio bien-
hechor (las cosas son más ligeras de lo que parecen, nos permiten vivir más
libremente, dejan de oprimirnos con su austera severidad).
Cuando el ángel oyó por primera vez la risa del diablo, quedó estupefacto. Aquello
ocurrió durante algún festín, estaba lleno de gente y todos se fueron sumando,
uno tras otro, a la risa del diablo que era fantásticamente contagiosa. El ángel
comprendía con claridad que esa risa iba dirigida contra Dios y contra la dignidad
de su obra, porque los ángeles no son partidarios del bien, sino de la creación
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ción racional. El ángel sabía que debía reaccionar pronto, de una manera o de
otra, pero se sentía débil e indefenso. Como no era capaz de inventar nada por sí
mismo, imitó a su adversario. Abriendo la boca emitió un sonido entrecortado,
7. Los argumentos más extensos de Jorge de Burgos se encuentran en Eco (1985: 566-
580).
8. Los siguientes párrafos están tomados del capítulo “Las dos risas”, con algunos cortes y
alteraciones en el orden de las frases.
144 Carlos Iván Degregori
brusco, en un tono de voz muy alto, pero dándole un sentido contrario. Mientras
que la risa del diablo indicaba lo absurdo de las cosas, el grito del ángel, al revés,
aspiraba a regocijarse de que en el mundo todo estuviese tan sabiamente orde-
nado, tan bien pensado y fuese bello, bueno y pleno de sentido.
Así, el ángel y el diablo, frente a frente, con la boca abierta producían más o menos
los mismos sonidos, expresando cada uno, en su clamor, cosas absolutamente
opuestas. Y el diablo, mirando reír al ángel, reía más aún, mejor y más franca-
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Una risa que hace reír es el desastre. Sin embargo, los ángeles lograron alcanzar
algunos resultados. Nos engañaron a todos con su impostura semántica. Solo hay
una palabra para designar su imitación de la risa y la risa original (la del diablo).
Hoy la gente ya no se da cuenta de que la misma manifestación exterior esconde
dentro de sí dos actitudes internas absolutamente contradictorias. Existen dos
risas y no tenemos palabras para distinguir la una de la otra.
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9. Énfasis nuestro.
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×ǤLa Última de Nicolás Yerovi La Repúblicaǡ
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* * *
coloca fuera del objeto aludido y se le opone, lo cual destruye la integridad del
aspecto cómico del mundo, mientras que la risa festiva está dirigida contra
toda concepción de superioridad.
Esta misma distinción fue advertida por Mariátegui cuando comparó
el humor de Felipe Pardo y Aliaga con el de Palma. Toda la inspiración de la
sátira de Pardo “[...] procede de su mal humor de corregidor o de ‘encomen-
dero’ a quien una revolución ha igualado, en la teoría si no en el hecho, con
los mestizos y los indígenas. Todas las raíces de su burla están en su instinto
de casta” (1975: 240). Por el contrario, “10 institución u hombre de
la República escapó a la mordedura tantas veces tan certera de la ironía, el
sarcasmo y siempre el ridículo de la jocosa crítica de Palma” (1975: 247).
La segunda y más decisiva señal es que, puesto a la defensiva, el poder no
se ríe de sí mismo y de sus predicamentos, sino que se le cae la careta. En el
ataque es retorcidamente creativo pero en la defensa es picón, no sabe mante-
ner el buen humor cuando juega con el marcador en contra. Entonces saca la
guadaña y es, literalmente, la muerte. La primera prueba la tuvimos a un mes
de las elecciones, cuando
y la Defensoría del Pueblo denunciaron
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Perú 2000. Allí se les congeló la risa y los pasquines salieron a morder con el
insulto puro y duro, como se ve en el cuadro 1.
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Otra careta cayó por esos mismos días cuando Toledo comenzó a subir en las
encuestas. Los pasquines no lo habían tomado en cuenta y cuando inició su
ascenso faltaba poco para terminar el partido. Entonces el candidato de Perú
Posible recibió el más concentrado chorro de lodo.
Entre la primera y la segunda vuelta, por la presión nacional e interna-
cional, y por el temor a que el exceso resultara contraproducente, el SIN se
vio impedido de lanzar sus grandes bombas de demolición transmitiendo
videos donde el candidato opositor aparecía en situaciones comprometedoras.
Quedaron los pasquines, que concentraron sus misiles más fétidos contra un
solo objetivo. Cada titular era a su vez un concentrado de todos los insultos
y discriminaciones, algunos de los cuales habían permanecido hasta enton-
ces apenas insinuados. Por ejemplo, la discriminación racial, el “choleo” en
diarios que tienen como público objetivo principalmente al sector denomi-
nado cholo. “Choledo”, el sobrenombre generalizado del candidato, asumido
incluso por él mismo cuando se declaraba cholo o indio, sobrenombre en el
Cuadro 1
đĉĊċĊēĘĔėĉĊđĕĚĊćđĔǡĊđĒĎđđŘēĉĊċĎėĒĆĘ
ĞđĔĒĊėĈĎĔĊēđĆĕėĊēĘĆĉĊđĘĎē
maligno al ritmo del Chino son dignas por sí solas de un estudio sobre la
risa y el poder como espectáculo.
La estrategia mediática del régimen tocó esos días sus límites, precisamente
cuando el monopolio de la TV de señal abierta llegaba al clímax con la trans-
misión en vivo y en cadena del mitin de cierre del presidente-candidato. El
balance de esa estrategia permite varias lecturas. Una de ellas diría que la
estrategia logró un éxito notable. En medio de una prolongada crisis econó-
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tipo PROFAM,±×
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netamente adversa gracias en buena parte a su política mediática. Al éxito
del gobierno contribuyó el carácter masivo e inédito de la guerra sucia, pero
también el tipo de adversarios que enfrentó.
La guerra sucia contra Andrade fue la más abrumadora, comenzó muy
temprano porque el alcalde fue el primero en lanzar su candidatura y siguió
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surgidos en la década fujimorista que trató de construirse como partido, con
programa, plan de gobierno y bases organizadas. Eso le permitió resistir la
guerra sucia, aunque cada vez más maltrecho, hasta que surgió Toledo.
El cuadro 2 le pone de alguna manera cifras y curvas al análisis que hemos
realizado en las páginas previas y permite visualizar mejor la masividad de
la campaña en la prensa amarilla y los blancos contra los cuales esta disparó
sus baterías entre el 11 de enero y el 10 de marzo de 2000.
Vemos que contra Andrade se desarrolló un clásico enfrentamiento clasista,
aprovechando los problemas de la alcaldía en su política respecto al centro
histórico,13 para construirle una imagen de pituco prepotente y enemigo de los
pobres (39% de menciones). El éxito de esa campaña se muestra en el cuadro 3.
Un mes antes de las elecciones presidenciales, más de la mitad de los li-
meños consideraba representante de los ricos y abusivo a quien había ganado
las elecciones municipales en 1995 y 1998. Más aún, con la excepción de Villa
el Salvador en 1995, Andrade había ganado fundamentalmente en distritos de
clase media, mientras en octubre de 1998 ganó también en Ate, Comas, San
Martín de Porres, Villa María del Triunfo y nuevamente en Villa el Salvador.14
13. Choques con vendedores ambulantes ante la pasividad policial, acoso de los trabajadores
del SITRAMUN, por ejemplo.
14. Somos Perú ganó también en San Juan de Lurigancho, pero luego “perdió en la mesa”
ante Vamos Vecino, a partir de dudosos forcejeos en el recuento de votos.
150 Carlos Iván Degregori
No se debe repetir el credo hasta la saciedad. Sobre todo no creer que la mejor
manera para servir al gobierno nacional sea hacer retumbar marchas noche tras
noche. La radiodifusión no debe ser descaradamente machacona pues se nota la
intención y uno se disgusta.16
15. La encuesta no incluye preguntas sobre la estabilidad emocional del candidato, por lo
cual no podemos saber en qué medida caló el mensaje que lo presentaba como “nervioso”.
16. Goebbels. Citado en: Carlos Bejarano, “Periodistas o pájaros”.
9.4.00:10.
Una temporada en las alcantarillas 151
Cuadro 2
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que solo un 27% pensaba que las campañas contra Andrade y Castañeda las
desarrollaban porque eran “simpatizantes del presidente Alberto Fujimori”.
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solo involucra a un emisor y a un receptor pasivo, parado frente a un kiosco
o sentado frente a su aparato de televisión. Se ha insistido en el carácter ac-
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sentimiento de indignación moral en un sector importante de la ciudadanía.
Más aún, no se trata solo de receptores activos pero atomizados y en el
aire, sino inmersos en un contexto socioeconómico en el cual se incubaban
muchos descontentos: crisis económica, falta de empleo, centralismo, que no
encontraban expresión en los medios ni representación en candidato alguno.
Finalmente, faltando un mes para la primera vuelta electoral, se reeditó un
fenómeno en cierta medida similar a otro que había tenido lugar diez años
antes: la irrupción de un candidato hasta ese entonces marginal. Otra vez, le-
vantándose contra el poder de los medios, los electores volvieron a fabricar su
propio candidato: Alejandro Toledo. Cuando la prensa gobiernista se abalanzó
sobre él, era muy tarde. No solo porque faltaba muy poco tiempo para el día
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sus descontentos y decidió no recepcionar mensajes en su contra.
Muchos no quisieron enterarse de la vida privada del candidato, o porque
estaban hartos de que la TV y los diarios hurgaran en sus intimidades, o por-
que no lo consideraban importante o porque simplemente ya habían decidido
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Óϐǡ IMASEN, apunta agudamente que cuando los
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tratan de cambiársela. En otras palabras: apagan la tele.17 De esta forma, en
una encuesta de Datum realizada después de la primera vuelta, pregunta-
dos por qué no habían votado por Perú Posible, solo el 2,9% del electorado
femenino, a escala nacional, respondió que no lo hizo por el caso de la hija
supuestamente abandonada por Toledo y un 3,2% por las declaraciones del
candidato sobre los comedores y el Vaso de Leche, exageradas por los medios
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Ǥ18
Cuadro 4
ěĔđĚĈĎŘēĉĊđēŮĒĊėĔĉĊęĎęĚđĆėĊĘĞĒĊēĈĎĔēĊĘĊēĕĔėęĆĉĆ
ĉĚėĆēęĊĊđđĆĕĘĔĔćĘĊėěĆĉĔ
FECHAS
CANDIDATOS 31 enero
11-20 21-30 10-19 20-29 01-10
– 09 Total
enero enero febrero febrero marzo
febrero
Alberto Andrade 19 23 18 34 21 8 123
Luis Castañeda 58 10 35 0 7 6 116
Alberto Fujimori 4 1 13 8 20 15 61
Alejandro Toledo 0 0 0 0 0 19 19
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ěĔđĚĈĎŘēĉĊđēŮĒĊėĔĉĊęĎęĚđĆėĊĘĞĒĊēĈĎĔēĊĘĊēĕĔėęĆĉĆ
su vida1 porque trabaja “día y noche, sin descanso”,2 “[el] Jardinero Andrade
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y solo come diez veces al día” (À 8.7.99).
Pero cuando la prensa amarilla hace escarnio y se ríe de quienes se
desvían del ideal corporal machista del guerrero, se ubica en las antípodas
de la risa popular carnavalesca, que se ríe de sí misma y subvierte el orden
celebrando, entre otras transgresiones, los excesos en la comida y la bebida.
La prensa amarilla ha internalizado el disciplinamiento y la domesticación
del cuerpo impuesta desde el poder, como parte de su sistema de vigilancia
y castigo, ejercido en este caso a través de la burla.3
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Estas líneas se las dedico a todas las mujeres que siguen esta columna y como lo
prometí para ellas un sano consejo que les puede servir...
Expongo lo que a mi concepto considero lo que no hacen bien, es por ello que no-
sotros los hombres muchas veces nos alejamos y buscamos ver en otras personas
lo que nuestras mujeres no muestran en casa. Ello es el descuido, la dejadez de
ánimo... y veo que mayormente las mujeres descuidan hasta sus atuendos, bajo
el pretexto que están dentro de casa.
No es así, y no debe ser así. No es posible que una persona descuide sus uñas
(todas despintadas), no se peine, no se lave y se acostumbre a las sayonaras. No
es aceptable para nosotros los hombres que, se supone debemos valorar a una
mujer, nos demos con la sorpresa que la nuestra, sea la esposa o conviviente, nos
espera al regresar del trabajo toda descuidada, inclusive sin lavarse.
Los hombres en realidad valoramos el esfuerzo de una buena mujer por más
hijos que ésta tenga y ello radica en la forma muy especial cuando no se descuida
para nada, su cara, sus pies, y manos, como repito no solo es lavarse la cara y
punto. Es saberse dar tiempo para tratar de verse más agradable ante su esposo,
o pareja. No descuidar el pintado de las uñas (son desagradables cuando están
despintadas) peinarse y ponerse una ropa cómoda y coqueta si es posible.
Todo el secreto está en saber estar a la altura de la coquetería y no dejarse llevar
por la dejadez. No podemos decir vagamente que se descuidan por culpa de los
hijos. La dejadez se convierte en hábito cuando se pierde el interés en verse
agradable. Es allí donde pecan de ingenuas y generarán que el hombre busque
en la calle lo que no encuentran en su casa.
Estas líneas pueden servir a las mujeres ya que en ellas se encierra la razón de los
cuernos y, por qué no decirlo, el rompimiento del vínculo en muchos hogares...
Si estás leyendo estas líneas, tan solo pon atención a tu cuerpo y si no tengo la
Salvo el fetichismo de Eddie con las uñas femeninas, la columna repite los
lugares más comunes del machismo tradicional, que sin embargo resultan muy
útiles para entender cómo la prensa amarilla puede encajar tan fácilmente
dentro del proyecto autoritario. Solo algunas anotaciones:
Según Eddie, “las mujeres que siguen esta columna” son amas de casa que
cuidan todo el día de los hijos, lejos de las mujeres populares que trabajan,
pero tal vez cerca de las que han perdido el empleo o subempleo y han vuelto
al hogar. En todo caso, el ama de casa sigue siendo su mujer ideal.
Si las mujeres trabajadoras cumplen “doble jornada”, laborando fuera de
casa y luego atendiendo las tareas del hogar, las de Eddie deben cumplir otra
doble jornada: atendiendo el hogar y cuidando su apariencia, especialmente
sus uñas. Es que sobre ellas pende como espada de Damocles la amenaza del
patriarca: el hombre buscará en la calle lo que no encuentra en su casa. A
ϐ-
que, porque ella es por naturaleza sedentaria y pertenece al ámbito privado.
Fuera están las mujeres de las primera planas, de uñas muy bien cuidadas,
con las cuales cualquier quisiera encontrarse al volver a casa. Misión
Imposible III: competir con ellas “por más hijos que tengas”. Por eso, tal vez
para reducir la angustia femenina, la postdata matiza con benevolencia con-
movedora el mandato patriarcal: “no necesariamente tienes que ser bella”.
Pero eso sí, arreglada... ¡y liberada!
Porque la clave está en el OTROSÍϐǡ
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negociada que está dispuesto a permitir el machismo de la prensa amarilla. “En
el sexo no debe existir ‘tabús’.” Ruptura con la moral victoriana, que prescribía la
pose del misionero y las mujeres en camisón con apertura. “Liberación” sexual
Género y política en el fujimorismo 161
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¿Tiene todo esto algo que ver con la política peruana? Sí, porque como hemos
visto la política no se desarrolla en un compartimiento estanco.
Una de las revoluciones más importantes y duraderas del siglo XX ha
sido el resquebrajamiento de las estructuras patriarcales de dominación y
el acceso de la mujer a una mayor equidad en el ámbito privado y un mayor
acceso al ámbito público.8 El poder patriarcal se bate en retirada pero no sin
oponer resistencia, negociando para adecuarse a las actuales circunstancias
en las que ya no es posible “la dominación total”.9
En el Perú, donde el acceso de la mujer al mercado de trabajo y a la vida
política ha sido notorio en las últimas décadas, los dos ejemplos más impac-
tantes de incorporación negociada de la mujer a la política y de reformulación
del imaginario social sobre lo femenino se encuentran en Sendero Luminoso
y el fujimorismo. Estos dos proyectos, por cierto muy distintos aunque empa-
rentados por el autoritarismo, han incorporado sorprendentemente mujeres
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políticos con un discurso democrático no han logrado traducir estos discursos
en una práctica que promueva de la equidad de género.10 Es que tal vez sea
más fácil la incorporación de mujeres a proyectos autoritarios, pues implica
compromisos negociados con el patriarcalismo tradicional y no una ruptura
fundamental con él.
De esta forma, a las mujeres audaces y liberadas pero subordinadas al
macho de la prensa amarilla, corresponderían las mujeres guerreras pero
subordinadas a los caudillos patriarcales de Sendero Luminoso y del fujimo-
rismo. SL llegó a extremos demenciales, convirtiendo a sus militantes muje-
res no solo en guerreras en sentido literal de la palabra sino en terroristas,
encargadas de dar el tiro de gracia en muchos asesinatos.
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jos, por cierto, de esos extremos, pero apuesta también a incorporar mujeres
en alcaldías, puestos públicos, Congreso, ministerios. Este año copan la mesa
8. Para un balance del movimiento de mujeres véase entre otros, Vargas (1992).
9. El término es tomado de Portocarrero (1993).
10. Esa es una de las causas más importantes de la obsolescencia de los partidos tradicionales
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162 Carlos Iván Degregori
directiva del Congreso. Son mujeres que juegan un papel activo y liberado,
pero masculinizadas. En ese sentido, y políticas se encuentran en
los dos extremos del patriarcalismo negociado. A las primeras se les exige
ser liberadas pero hiperfemeninas, literalmente objetos de placer (sin tabúes
sexuales). Las segundas se liberan pero para ayudar al patriarca a ejercer un
control,11 que ellas también disfrutan ejerciendo.
Son las enfermeras sádicas de , pero subordinadas
militantemente al macho que dirige el hospital. Martha Hildebrandt tiene
predilección por el control lingüístico, ¡guay del periodista que cometa erro-
res gramaticales!, y ahora se prepara a trasladar una disciplina todavía más
férrea al Congreso. Con el Presidente, sin embargo, a Hildebrandt le sale el
lado maternal: “yo le digo, duerma sr. Presidente”. Pero del resto, ninguna duda
en desenvainar la espada y convertirse en gladiadora. Laura Bozzo hubiera
estrangulado a Feliciano con sus propias manos.12 Si hubiera sido policía,
Martha Chávez se hubiera sentido con todo el derecho a disparar al cuerpo
de los manifestantes el 28 de julio.13 La ministra Cuculiza llamó “viejos decré-
pitos” a los miembros de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que
ordenaron revisar el proceso a los cuatro chilenos del MRTA: “se necesita no
ser peruano y no tener sangre en las venas para aceptar ese fallo. Bien hecho
que el Presidente es remacho y ha dicho aquí nomás”.14
Pero la ministra es una amazona tránsfuga, porque las originales no
reconocían autoridad de varón mientras ella es una soldado dispuesta a dar
batalla donde el remacho decida: “Yo no puedo caminar a paso ligero mientras
él no ha tomado una decisión. Él sabrá dónde lo voy a ayudar a trabajar”.15
Eliane Karp podría compartir ciertas características de las mujeres de
Fujimori, pero al no estar en el poder no es posible saberlo. En todo caso, al
margen de cómo se evalúe su actuación pública, Karp no aparece subordinada
a un Toledo “macho”.
Fueron y el diario , que a pesar de todo se ubican fuera del
universo de la prensa amarilla, quienes levantaron sistemáticamente lo que
11. “El partido tiene mil ojos y mil oídos” sin distinción de género, habría que añadir.
12. Véase “La captura de Feliciano y la batalla por la memoria”, capítulo 16, en la parte II de
este mismo volumen.
13. Declaraciones en “Beto a saber”, , 31.7.00: “A esos vándalos, si la policía hubiera
tenido el propósito de causar daño, con todo derecho les hubiera disparado a matar...
Para evitar que esos seis peruanos murieran quizá se habría tenido que matar a 50 con
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14. Mayoría de diarios, 25.6.99.
15. , “Agenda del Día”, 1.9.99. Comentando su posible participación en la plancha
presidencial gobiernista.
Género y política en el fujimorismo 163
16. Ella manejaba el dinero, él era un simple profesor universitario. Véase Jochamowitz
(1993).
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(Father of the Motherland)
El diario de un desconocido1
Hace mucho tiempo no hago una ecuación política; no se extrañen que estoy
adquiriendo experiencia y creo que así se aprende a ser “Analista Político”, como
muchos atorrantes se hacen llamar, verdad, Pedro Planas, Fernando Rospigliosi,
etc., etc.
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BASURA + ESTIÉRCOL = ALBERTO ANDRADE CARMONA.
—Sí, a ti te dedico esta columna, gordo mentiroso, tramposo, acosador, difamador,
calumnidador, ególatra, soberbio, creído y sobre todo, estúpido; ya que entre
todos los políticos tradicionales eres un TONTO ÚTIL, solo mira a tu alrededor y
te darás cuenta quiénes postulan en tu lista; no menciono nombres, ya me cansé
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ganador, triunfador, campeón; ¿de qué?
De haber salido dos veces de alcalde de Lima, de haberle mentido al pueblo que
no postularías a la Presidencia, cuando esa era verdaderamente tu intención
farsante; de haber traicionado a tu agrupación política el PPC, la misma que te
dio la oportunidad de ser conocido y crear tu propia agrupación “SOMOS NADA”,
sin lineamientos ni principios, ni ética ni planes de gobierno sino con una sola
consigna: hay que derrotar al chino. ¿Me equivoco?, pero quiero ir más lejos; por
qué no me demuestras y a todos los simpatizantes que crees tener; (ya que solo
te usarán como un “condón”, para luego tirarte al piso) que estoy equivocado, que
terminaste de estudiar Derecho, que egresaste como bachiller, que te recibiste
de abogado, que llevaste maestría y que culminaste doctorado.
Qué otro idioma hablas: pruébamelo, demuéstrame que sabes “another langua-
ge”, requisito indispensable para doctorarse, o crees que las frases salpicadas de
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que utilizas contra el gobierno es otro requisito de acuerdo a tu ignorancia para
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No vas a salir nunca presidente del Perú y ¿sabes por qué?, muy sencillo: no tienes
clase, cultura, modales, trato, profesión, lo poco que sabes de municipalidades
es porque siempre ha sido al guerrazo, dominando con el apoyo de tus miles de
cascos azules, mismo dictador; y si alguna vez te iba bien en la empresa “ALDA”
de tu señora esposa, quien me merece todo el respeto y admiro por (soportarte),
quien sinceramente es una dama y lo reconozco, se lo debes a ella ¿o no?. Me
olvidaba, ¿nunca acosaste a una empleada? ”OJO” es una pregunta, no soy como
la colega Magaly Medina, pero mi pregunta es directa.
Hoy por hoy te has atrevido a llamarnos prensa basura, mira TONTO ÚTIL recorre
Lima un poquito, ya que por tu campaña la tienes abandonada muchos meses
¿verdad? Y te darás cuenta con tu realidad. Lima hoy en día es una basura gracias
a tu dejadez, tu pretensión, ambición, mariconada, capricho y demás cojudeces
de querer ser presidente, basta ya infeliz y compórtate como un hombre, aunque
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CON AMOR.
EDDIE.
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pero en realidad eres una “BASURA DE MIERDA”. Pido mil disculpas a los amigos
que puedan simpatizar con esta columna por los excesos que puedo haber co-
metido, sé quién es Andrade, por eso así le escribo.
Yor are garbage, Mr. Wolfenson 167
OTROSÍ.- De cualquier forma, vota por Fujimori marcando PERÚ 2000 y escribien-
do el N.º 69 de Moisés Wolfenson, al Congreso.
1. Hay que acojudarlo. Una amiga psicóloga, nacida en los EE. UU. pero
radicada entre nosotros desde hace muchos años, dice que cuando los
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ubicarlo entre los segundos. Tiene la mariconada, capricho
de
querer ser Presidente. “Basta ya infeliz... te usarán como un ‘condón’ para
luego tirarte al piso”. No recuerdo haber leído en la prensa peruana una
imagen tan atroz y procaz.
2. Hay que ningunearlo. Su partido es “Somos Nada”. Nuevamente estamos
de regreso a Salazar Bondy, que criticaba el ninguneo, una práctica de la
sociedad criolla tradicional de . Hay que probar que no es
lo que parece y, por consiguiente, no puede llegar a ser lo que pretende.
Demuéstrame, reta Eddie: si terminaste Derecho, si egresaste como ba-
chiller, te graduaste de abogado, llevaste maestría y culminaste doctorado.
Esta obsesión se mantiene en ciertos círculos hasta hoy. Ahora “el doctor”
es Vladimiro Montesinos. Laura Bozzo, supuestamente tan cerca del “popu-
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cartón de periodista profesional: ella no es una improvisada. La inseguridad,
la incongruencia de estatus y/o la baja autoestima llevan a querer distinguirse
desesperadamente a través de títulos y conocimientos supuestamente presti-
giosos. Pruébame, espeta Eddie, qué otro idioma hablas. “”,
le dice, alardeando como nuevo rico de su inglés, que exhibe a lo largo de la
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A lo largo del siglo XX, en el Perú fuimos pasando de la discriminación
étnica y racial a la discriminación por grado de instrucción. O, menos bené-
vola y más exactamente, aprendimos a ocultar la discriminación étnica con
esta otra, que parecía una forma más moderna de trazar fronteras, marcar la
distinción, exhibir la superioridad y, por tanto, discriminar. Como ya no suena
bien decirle a alguien “indio”, ahora se le dice “ignorante”. Los usos de esta
palabra en el Perú son múltiples y poco estudiados.
Pero la pepa aparece entera cuando Eddie sentencia: “No vas a salir nunca
presidente del Perú y ¿sabes por qué?, muy sencillo: no tienes clase, cultura,
modales, trato, profesión”. Al columnista se le salió la tía limeña. Andrade sería
el tipo de hombre que una abuela de antaño jamás hubiera querido para su
nieta. No ha seguido los cursos de etiqueta de Déborah de Souza. Todo indica
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fracaso de los últimos 20 años en construir un país más moderno, incluso en
sus formas de discriminar. Este fracaso desembocó en un callejón sin salida
durante el segundo fujimorismo, que en vez de retirarse nos embarca en un
túnel del tiempo donde se vuelven a fortalecer los prejuicios del pasado, que
aunque retrocedieron en las décadas previas, nunca desaparecieron.
Así, el discurso de Eddie tiene resonancias con el de la élite cusqueña
de la década de 1920,2 que se alejó de las nociones biológicas de raza como
una forma de limpiar sus culpas racistas, pero reemplazó la discriminación
abiertamente racial por la educativa. En las décadas siguientes ese discurso se
generaliza por todo el país. Como dice una de las protagonistas del libro de Ma-
risol de la Cadena en 1992: “En nuestro país la raza ya no manda, ahora manda
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progresista, pero también su lado oscuro cuando, al mismo tiempo, la educa-
ción formal es usada para seguir discriminando y ninguneando como parte
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y de género que, por lo visto, sigue gozando de buena salud en nuestro país.
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“CON AMOR, EDDIE”Ǥ
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viene una posdata en la que el autor parece asustarse de tanto odio y termina
disculpándose ante sus lectores. Pero no hace sino enredarse, porque uno es
el lenguaje de las primeras planas, las provocativas o repulsivas imágenes,
los titulares cachosos, terreno en el que los escribidores de parecen
experimentados y curtidos; otro es el lenguaje de la columna de opinión. Tal
vez Eddie siente que tiene que pedir disculpas porque cuando incursiona en
ese tipo de discurso escrito el odio aparece en toda su obscenidad; se advierte
más claramente que no sabe dónde poner sus odios y sus amores, o más bien,
que que escribió en la columna es en realidad el amor/odio para la prensa
amarilla, y quizá en algún nivel sea cierto que Eddie ama a su manera a Alberto
Andrade. Tal vez sea esa la forma que adopta el amor en el universo perverso
que han construido los diarios del SIN, en cuyas páginas coexisten el insulto
y la calumnia política con los traseros y las crónicas de amores traicionados.
Tal vez ese CON AMOR×
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qué hablamos cuando hablamos de amor?
Estos diarios recogen y reproducen, distorsionadas y exageradas, ciertas
pulsiones tanáticas de los peruanos, las naturalizan y cada mañana, cual baja
policía al revés, las depositan en todos los kioscos, como cargamentos de
basura dirigidos fundamentalmente a los sectores populares.
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donde después de su descarga de odio el columnista llama con toda natura-
lidad a votar por Fujimori y por Wolfenson, que en la mitad superior de la
página siguiente aparece haciendo campaña en favor de la niñez. Dice el titular:
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máxima seguridad. El genio de la violencia ha regresado a la botella. Un suspiro
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Sin embargo, como en ciertas películas de terror, nadie advirtió ese día
que en el momento en que partía rumbo a su última morada, la violencia
concentrada en Guzmán salía de él, se escurría por entre los barrotes y se
encarnaba en otras partes del tejido social y en el gobierno. En realidad, el
genio sigue suelto y, ocho años después, nos sigue castigando multiplicado
y multiforme, de manera más sutil pero quién sabe si igualmente nociva.2
Crecen la violencia social, la violencia delincuencial, las pandillas juveniles.
Cierto que este es un rasgo común a toda América Latina. Pero hay un tipo de
violencia simbólica, cuya exacerbación en el Perú de hoy es herencia de los
“Tome, profe, para que se entretenga”. El chofer que me trae del aeropuerto
me ofrece un ejemplar de À. Flanqueada por alabanzas al chino Fujimori
y ataques homofóbicos al candidato Castañeda Lossio, una foto enorme de
Yesabella y un titular machista sobre el escándalo de las “prostivedettes”.3
Esa noche, viendo “Magaly TV”, sentí cuán atrapados estamos por el pasado
violentista; pude constatar las sorprendentes semejanzas entre los nuevos
medios y el viejo Sendero Luminoso. También, por cierto, comprobé las dife-
rencias, pero comencemos por los parecidos.
Àȋ × Ȍ
Uno de los lemas más atemorizantes de SL era el foucaultiano: “el partido tiene
mil ojos y mil oídos”. El canal también los tiene: electrónicos. La colocación de
cámaras ocultas en los lugares menos pensados y la impunidad de quien tiene
el poder y los recursos, en este caso la conductora del programa, naturalizan la
intromisión en la vida íntima de los ciudadanos y borran de manera perversa
la separación entre lo privado y lo público.4
Si hace algunos años se discutió ardorosamente el atropello del Servicio
de Inteligencia Nacional (SIN) que “chuponeaba” los teléfonos de políticos y
Presas fáciles
Castigo ejemplarizador
5. Sigue circulando por ejemplo, hasta hoy sólo como parte del folclor político, el rumor
ϐSIN en un burdel limeño.
6. Carlos Germán Belli. “Segregación N.°1”, en:
, Montevideo: Editorial
Alfa, 1967, pp. 15-16.
Magaly, las vedettes... y el Presidente Gonzalo 175
× Ǥ ϐ×ǡ ~āǣ Dz
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Sin embargo, también hay diferencias notables entre la violencia del viejo SL
y la de los actuales medios masivos, que explican en buena parte la derrota
del primero y el éxito de los segundos. No solo la distinción obvia entre la
violencia simbólica pero al mismo tiempo contundentemente letal de SL, y la
estrictamente simbólica, discursiva, de los medios.
Tanto o más importante es la
× de la violencia mediática.
Los “juicios” senderistas tenían lugar en la plaza del pueblo o algún otro
espacio público. Los juicios mediáticos pueden verse en el último rincón del
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social; borran los límites entre lo público y lo privado. Como el dolor de Vallejo,
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7 hasta volverse
sentido común y cae como una lluvia ácida. Y sabemos que, cuando llueve
(ácido) todos se corroen.8
Sin embargo, tal vez la diferencia clave sea el lugar desde el cual ambos
ejercen su violencia. Guzmán y SL se ubicaban por encima de todos y repar-
tían premios y castigos cual divinidades sanguinarias. Magaly no se pone por
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también soy morbosa. Yo gozo con esto, no tengo problemas con mi concien-
cia, me gusta el rating”.9 En otras oportunidades ha reconocido en su propio
programa ser “una basura”.
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juzgaba desde la razón o la verdad histórica. Constituía en ese sentido una
perversión, no la única pero sí una de las más extremas, del hegelianismo y
del marxismo. Magaly “juzga” desde una moral extremadamente pragmática,
×ϐ×ϐ
individuales cuya agregación produce supuestamente el bien común. Es en
ese sentido una perversión del liberalismo, muy a tono con la versión extre-
ma de neoliberalismo hoy hegemónico
ǡ más que en la práctica
paternalista del régimen. Así, si bien las diferencias entre la vieja y la nueva
violencia son abismales, los extremos se tocan. Para ambas, todo vale. “Salvo
ǡ×dzǡϐ
ǤDz, todo es ilusión”,
podemos parafrasear a Magaly, Laura y compañía.
Otra impactante diferencia. Las víctimas del juicio mediático no “mue-
ren” simbólicamente. No es que se retiran avergonzadas de la vida pública o
se encierran en un convento. A los pocos días, después de haber llorado en
otros programas defendiendo su condición de artistas y de madres y de haber
amenazado con enjuiciar a quien violó su intimidad, regresan a una farándula
en la cual, al parecer, el escándalo ha subido sus bonos (“No importa si hablan
bien o mal de ti, con tal que hablen...”). El ser objeto de voyeurismo ilegal acaba
convirtiéndose en una forma torcida de acceder a la celebridad, o de incre-
mentarla. Así, del 15 de febrero titulaba: “Potoncita [Adaro] se forra
de plata por video de sexo. Le subieron los bonos cuando apareció en pleno
chuculún. Ahora le llueven chambas, se hace de rogar y cobra como gringa”.
Ante semejante desenlace podríamos cerrar este artículo con la música
de fondo de
Ǥ Pero aclarando que el verdadero carnaval
tiene una vena cuestionadora del poder, una carga de inversión del mundo
y quiebre de las jerarquías. Por tanto, frente a la carnavalización bamba se-
cuestrada y digitada desde el poder es necesario resistir de mil formas, sin
olvidar la carcajada carnavalesca que proclame que el rey y sus ayayeros hace
rato están desnudos.
Sección III
EN LA SALA DE IMPLANTES
DE MEMORIA*
Fin de la historia, envilecimiento
del presente y aprendizaje de la limpieza
a. 1992.
b. 1997.
c. 1933 en Weimar, después del incendio del Reichstag.
d. El tiempo es circular y hemos regresado a 1992.
e. El tiempo ha sido abolido. El Perú sufrió una experiencia traumática en la
década pasada y no ha podido elaborarla, por lo cual gira sobre sí mismo,
condenado a repetir eternamente esa experiencia.
f. Ninguna de las anteriores.
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Ǥ ϐ
FF. AA.,
FF. PP. y el SIN el día 29 de julio de 2000 (30.7.00). Las cacofonías y faltas de
concordancia son fallas de origen.
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Dinosaurios discursivos y shamanes mediáticos
ĔĉĔėĊĎēĔ tiene su Edad de Oro, todo linaje sus héroes culturales, toda nación
mitos de origen, toda república próceres, héroes y heroínas alrededor de los
cuales se tejen narrativas y se elaboran rituales que dan sentido al tiempo y
permiten ubicarse en un espacio, en este caso nacional.
Y, sin embargo, henos aquí como suspendidos fuera del tiempo, o más bien
atrapados en un momento, el de la guerra interna, sin poder reemprender
nuestra marcha hacia el futuro. Al principio del libro advertimos la paradoja
de la montaña rusa: un país políticamente imprevisible a pesar de más de
una década de fujimorismo en apariencia sólido como granito. He aquí otra
paradoja, la del perpetuo presente de un régimen que promete un país con
futuro.1 El tiempo transcurre más rápido que nunca, pero el régimen se em-
peña en embalsarlo.
UNDERGROUND: en el sótano
fue una película del bosnio Emir Kusturica, que tuvo bastante
éxito en el circuito alternativo. La trama comienza en la II Guerra Mundial,
cuando un partisano yugoeslavo da refugio en su casa a un grupo de familias
que, ocultas en el sótano, comienzan a fabricar armas para la resistencia. No
recuerdo si eran comunistas, judíos, gitanos o simples patriotas perseguidos.
Lo cierto es que todos contribuyen a la victoria, pero cuando los nazis son
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sótano, que se vuelven sus cautivos, no se enteren de que la guerra ha termi-
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1. Una idea similar, de presente continuo, es desarrollada para el caso chileno por Lechner
(1995) y para el caso de los jóvenes limeños por Grompone (1991).
182 Carlos Iván Degregori
De rituales...
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como Turner (1980) o Douglas (1966).
13. En la religión católica, por ejemplo, la Iglesia ha sido la institución intérprete y guardiana
de la tradición por dos mil años.
14. Incluyendo su transformación revolucionaria. Las narrativas revolucionarias del siglo XX
han sido las más “históricas” en el sentido hegeliano y marxista: “lo nuevo surge de lo
viejo”.
15. Como la que desarrolla Martha Hildebrandt a través de sus charlas y publicaciones en el
Congreso de la República.
16. La caída del general Hermoza los deja algo disminuidos en las elaboraciones sobre este
último acontecimiento.
186 Carlos Iván Degregori
... Doctores...
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del siglo XIX, que se apresuraban a elaborar constituciones y montar algún andamiaje
representativo para legitimarse. Véase Aljovín (2000). Nuestro caudillo actual solo habla
de “verdadera democracia” cuando lo acorralan. La Constituyente de 1993 le fue exigida
por la comunidad internacional porque el autogolpe tuvo lugar luego de la declaración
de Santiago de la OEA (1991) y de la caída del muro de Berlín. En otro contexto, Fujimori
hubiera gobernado por decretos, como Velasco, con quien, en este plano como en otros,
se advierten continuidades.
21. El término “nacionalismo banal” no tiene intención peyorativa. Billig lo usa para
contrastarlo con los “nacionalismos vehementes”, que aparecen como los únicos
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como EE. UU., donde la bandera y otros símbolos son parte del paisaje cotidiano. Billig
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la ciudadanía acepte pasivamente, por ejemplo, gastos en armamentos o agresiones a
los “nacionalismos vehementes”, que son presentados como los malos de la película. En
nuestro caso, el nacionalismo banal es utilizado directamente para la militarización de
la vida cotidiana.
22. A diferencia de las dictaduras sangrientas del Cono Sur, en el Perú el proyecto militar
no estuvo tan vinculado a las doctrinas de seguridad nacional sino a una de seguridad
188 Carlos Iván Degregori
... Y Shamanes
brujo que permiten la catálisis de la comunidad siendo el vínculo con el más allá
de su orden, con lo moderno, con la globalización, con el poder del Estado... [Fu-
jimori se] muestra como un gran catalizador de imágenes y referentes más que
como un vehemente emisor de ellas, tal como pretendió Alan García o Velasco.
No crea nuevos referentes, sino que los fusiona en un nuevo orden, “¡un chino
con poncho!”, redistribuyendo la atención y las identidades mediante el nuevo
código. (2000: 219-220)
23. Sobre el tema, véase Oliart (1999), Degregori, Coronel y del Pino (1997).
24. Según el diccionario, ligereza es “prontitud, agilidad”, pero también puede ser
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25. Así lo imaginaba Francis Fukuyama (1992).
190 Carlos Iván Degregori
Desde entonces, emanan del poder dos mensajes contradictorios. Se anuncia por
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estuviera inseguro de poder conquistar limpiamente ese futuro, nos advierte al
mismo tiempo que la violencia política continúa o que su reinicio es una amena-
za siempre inminente. Otra forma de decirnos que sigue siendo indispensable.
192 Carlos Iván Degregori
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con Chile sobre el Tratado de 1929 con la victoria sobre el terrorismo,
presentándose como un gobierno conquistador de la paz externa e inter-
na. Las otras líneas resultaron decididamente cuestionables. Por ejemplo:
b. Sobredimensionar acontecimientos como la captura de Feliciano, líder de
Sendero Rojo, que continuaba operando con muy reducida fuerza militar
y nulo impacto político.3
c. Tergiversar la decisión de la CIDH, que exigió un nuevo juicio a cuatro eme-
rretistas chilenos acusados de traición a la patria por tribunales militares.
d. Construir al Estado como víctima central de la violencia política, desa-
rrollando campañas masivas en las que los 25 mil muertos de esos años
se convertían en 25 mil víctimas del terrorismo, eximiendo así de toda
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de los DD. HH. Este intento de reescribir la historia e implantarnos un
con otra memoria de los años de violencia incluyó varios especiales
televisivos de Laura Bozzo, convertida en la principal comunicadora del
régimen, y culminó el 9 de diciembre, día del Ejército, con un minuto de
silencio en todo el país por los 25 mil muertos.
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para mantener viva la memoria del miedo, se aprovechó la crisis en el país
vecino. No fue la larga guerra en Colombia sino el inicio de conversaciones
de paz en ese país lo que despertó el interés del gobierno peruano, que
desencadenó una agresiva campaña contra las negociaciones, jugando
en pared con sectores del gobierno norteamericano4 y de las FF. AA. co-
lombianas, como el general Harold Bedoya, entrevistado por diferentes
medios gobiernistas. El mensaje insistente era que “con los terroristas
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×FARC en
territorio peruano. Al margen de la evaluación sobre las negociaciones de
paz en Colombia y de cuán grave era el peligro en nuestra frontera norte,
el objetivo de la campaña era crear el clima de un país en peligro.
6. En 1995, Fujimori cerró su campaña el domingo previo a las elecciones con entrevistas
en “La Revista Dominical” (±
) y ï. Días antes, el 28 de
marzo, había visitado los avances de la Central Hidroeléctrica de San Gabán (Puno). Más
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en provincias: Pérez de Cuéllar en Cusco y Mercedes Cabanillas del APRA en Arequipa. El
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AP,
realizado en San Juan de Lurigancho.
Miedo al futuro y memoria salvadora 195
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196 Carlos Iván Degregori
8. Si por momentos casi parecía estar en Ruanda en 1993. Allí, la radio
predicó durante meses el odio contra los tutsis, hasta que una chispa encendió el
genocidio. Felizmente, aquí el contexto era radicalmente distinto. Pero no nos libramos
del “discurso del odio”, que esos días alcanzó cuotas mucho más altas que durante la
campaña electoral.
9. Nos concentramos en la dimensión simbólica y es por eso que no destacamos otros
hechos igualmente importantes, como la represión sistemática a manifestantes y
organizadores, especialmente provincianos, antes y después de la marcha.
10. A partir de materiales editados por ±
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Miedo al futuro y memoria salvadora 197
A la manera de tiro de gracia, los tránsfugas acusaron sin pruebas al hijo del
congresista Waisman de ser uno de los vándalos.11
El remate con sello de oro, al igual que los de su antecesor senderista, tenía
por objetivo inocular temor. Pero acorde con los tiempos, no fue un remate
violento sino mediático, y estuvo acompañado de acciones complementarias
destinadas a prolongar el efecto atemorizante en el mediano plazo. Después
del
del 28 de julio era necesaria una suerte de dosis de mantenimiento
para lograr que el miedo se difundiera por todas las células del cuerpo social,
produciendo una sensación vaga e inasible que indujera a la desmovilización.
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es necesario un lavado de cerebro. El nuevo autoritarismo no indoctrina ni moviliza
como el fascismo. Su penetración es subcutánea; le basta trabajar los miedos. Esto
es, demonizar los peligros percibidos de modo tal que sean inasibles. (1995: 95)
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se desató en Ayacucho una oleada de pánico por el regreso de los
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seres míticos andinos cuyo antecedente más antiguo es el degollador, la di-
vinidad que aparece representada en templos, mantos y vasijas prehispáni-
cas. La oleada de pánico llegó a Lima, donde los
se transformaron
en sacaojos; ya no buscaban la grasa de sus víctimas, sino sus órganos para
venderlos a los expertos en trasplantes. Cuando la ola de rumores llegó a su
paroxismo, las clases debieron ser suspendidas en varios colegios donde los
padres de familia se agolpaban para recoger a sus hijos, temerosos de que
fueran raptados y enceguecidos (Ansión 1989).
Una década más tarde, junto a la campaña para estigmatizar a Toledo y
los marchantes como terroristas, los operadores psicosociales lanzaron varios
brulotes. Algunos de ellos, ultramodernos, navegaban por Internet, avanzaban
por las líneas telefónicas o, más modestamente, eran introducidos por debajo
de la puerta de estudiantes, profesionales, intelectuales y políticos opositores,
amenazándolos de muerte.12 Otros, en cambio, a pesar de la modernidad del
medio, se emparentaban en su contenido y objetivos con pishtacos y sacaojos.
11. El hijo de David Waisman, candidato a la segunda vicepresidencia por Perú Posible y
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y los tránsfugas Alberto Kouri y Jorge Polack. Tres semanas después, los Waisman
presentaron descargos contundentes, pero los acusadores quedaron impunes.
12. Véase: “Muerte.com.pe”, en la quinta parte este mismo volumen, capítulo 23.
198 Carlos Iván Degregori
13. Paralelamente, “Panorama” inauguró una línea de reportajes con cámaras ocultas sobre
la inseguridad ciudadana: robos entre las avenidas Colmena y Tacna del centro de
Lima, en grandes almacenes y en supermercados, robos de autopartes en la populosa
avenida México. Cualquiera podía ser el ladrón: el padre de familia cleptómano con sus
hijos ladronzuelos, el ama de casa, la joven universitaria, cualquier vecino o amigo de
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Ǩ, Carlos Germán Belli).
Miedo al futuro y memoria salvadora 199
1. El 1 de junio de 1993 el general Salazar Monroe, entonces jefe del SIN, compareció ante
la comisión del Congreso que investigaba la desaparición de nueve estudiantes y un
profesor de la Universidad de Educación La Cantuta. Transcribimos parte del diálogo
que allí sostuvo con los miembros de dicha comisión. RC es el congresista Róger Cáceres,
GH es Gloria Helfer y SM, por cierto, Salazar Monroe (tomado de Rua 1996).
202 Carlos Iván Degregori
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social organizado. Es un núcleo que se constituye desde un poder que en 1990 cae en sus
manos sin que hubieran construido un referente político previo. Sin el poder del Estado
no eran nada y, en tanto nada construyeron en toda la década, es posible que vuelvan a
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a Montesinos y vinculándose estrechamente con las FF. AA., convertidas en la prótesis
partidaria del régimen.
Montesinos o el envilecimiento 203
3. Inteligencia es, por otro lado, una palabra cargada de prestigio para muchos migrantes
de primera generación sin recursos económicos, que se abrieron paso contando
con su inteligencia y su capacidad de trabajo. Fujimori es un ejemplo de ello y tal vez
sobredimensionó el término, intuyendo su poder simbólico en un país de migrantes.
4. En el mejor de los casos, se admite que hubo excesos inevitables. Sin embargo, entre
1988 y 1991 el Perú fue el país con el mayor número de detenidos-desaparecidos en
todo el mundo.
5. Declaraciones en la entrevista conjunta con Alberto Fujimori, concedida en el local del
SIN y transmitida por ±
[25.4.99].
204 Carlos Iván Degregori
De Vidal no quedó ni el quepí. Solo así fue posible que se abriera paso la
siguiente falacia gubernamental: si la derrota de SL fue producto de un ope-
rativo de inteligencia y Montesinos es sinónimo de inteligencia, entonces la
derrota de SL fue obra de Montesinos.
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Coda comparativa
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de campesinos en Lucanamarca como una acción destinada a que las FF. AA. com-
prendieran que los senderistas estaban “dispuestos a todo, todo sin excepción”.
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vale. Todo se compra, todo se vende. Títulos de telenovelas exitosas que nos
hablan de un contexto que favorece la aparición de estas personas. Lo que las
vincula es el envilecimiento al que arrastran al televidente (inducido a ver y
hacer suya la lógica del igualamiento hacia abajo); al ciudadano (obligado a
aceptar como natural el soplonaje y el miedo al poder oculto); al militante
(obligado a asesinar con saña, y a morir) y a la “masa”, (obligada a aceptar
como natural la vigilancia de “los mil ojos y mil oídos” del partido). Todo en
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208 Carlos Iván Degregori
Si mucho los vincula, algo importante los separa. A pesar de ser agentes
del terror, los senderistas creían que tenían “un mundo por ganar”. No busco
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monstruosas como las que se detectaron en otros países como Cambodia, por
ejemplo. Quiero solo enfatizar la diferencia con la situación actual en la que,
según Santuc, “la despolitización generalizada y la sumisión generalizada a la
economía” provocan un pesimismo que favorece una tendencia a “la atracción
sublime por la crueldad” (1996: 101). Esa atracción alimenta “una visión di-
sociante del dolor del mundo”, que el pesimismo tranquiliza “destruyendo el
valor propio de la realidad, cuyo carácter evanescente y engañoso se ha hecho
evidente” (1996: 101). Según Simmel, citado por Santuc, en ese desprecio se
encuentra la fuente de una exaltación destructora: “El destructor siente que
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aquel que posee”. En ese placer de destruir, el Yo goza pues extiende su poder.
El placer de ver sufrir o de hacer sufrir a los demás puede llegar a ser un me-
dio para aumentar la propia conciencia de existir (1996: 101). Esta situación
favorece el surgimiento de los que Santuc llama “funcionarios del mal”.
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3. Así también, los bizcochos que adornaban el anda de la Virgen del Rosario, patrona del
pueblo, serían reemplazados por “adornos más honestos y decentes” (Degregori y Golte
1973: 12). Un siglo después, banderas, bizcochos, reliquias coloniales y ornamentos
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Aprendizaje de la limpieza 211
asombro y/o la burla de los poderes locales “civilizados”, que la tomaban como
extravagancia de un pagano peculiar.4
En las siguientes décadas, el poder adoptó una posición menos excluyente.
La “magia del Estado”, materializada en héroes y símbolos patrios se expandió
por todo el territorio nacional a través de la ampliación del aparato estatal y
su red de prefectos, subprefectos, gobernadores y agentes municipales, sus
ceremonias y conmemoraciones, pero sobre todo a través del Servicio Militar
Obligatorio y la escuela, puntas de lanza de la misión civilizatoria, homoge-
neizante y disciplinadora del Estado.
En ese nuevo contexto, los movimientos campesinos y urbanos de las
décadas de 1950-1970 resignificaron también los símbolos nacionales de
manera más beligerante. Ya no buscaban solo la inclusión en el plano festivo
o religioso sino también social e implícitamente ciudadano, movilizándo-
se por tierra, vivienda, salarios.5 Las hileras de campesinos avanzando
con banderas peruanas al viento sobre los grandes latifundios andinos
e incorporándose al mismo tiempo a la gran narrativa de construcción
nacional popular, forman parte de la épica peruana del siglo XX. También
las masas compactas de migrantes invadiendo el desierto que rodea Lima
y otras ciudades costeñas.
Las banderas tuvieron allí, entre otros usos, uno similar al de esos
amuletos religiosos llamados , que hacen retroceder al demonio.
A diferencia del caso de Jum, esta vez funcionaron, frenando en buena
medida, no al demonio sino a la represión policial.6 De esta forma, sea asu-
miendo más consecuentemente que los dominantes el “mito del progreso”,
sea reclamando derechos o estirando los bordes de la identidad peruana,
a lo largo de todos esos años los excluidos complejizaron el simbolismo
de la bandera más allá de la dimensión homogeneizante y disciplinadora
del poder, practicando una “política del reconocimiento” antes de que el
concepto se acuñara.
Hoy que la inclusión de los subalternos ha sido en buena medida impues-
ta/conquistada; que los dominantes no requieren tanto del discurso histórico
y que el izamiento de la bandera se vuelve una rutina de disciplinamiento y
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IZAMIENTO LAVADO
LAVADO
Asistencia obligatoria
Asistencia obligatoria / / Asistencia voluntaria/ /
Asistencia voluntaria
institucional
institucional individual
individual
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paso de ganso)
paso de ganso) (caos creativo)
(caos creativo)
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el robo de la espada de Simón Bolívar de un museo de Bogotá en enero de 1974. Fue la
primera acción de guerra del M-19, como se ve, más simbólica que armada. Por contraste,
a partir de visiones más utilitaristas el Partido Comunista no pudo visualizar el potencial
simbólico del acto, considerando que la espada no era sino un ”artefacto de museo”.
214 Carlos Iván Degregori
fue esta combinación, que iba más allá de la mera elección, la que desbordó los
marcos hegemónicos del fujimorismo, los quebró y han hecho de este tercer
gobierno un fujimorismo post-mórtem.
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fundamental del telón de fondo de recesión, pobreza y desempleo, ni el papel
decisivo de la presión internacional, especialmente de la OEA y los EE. UU. en
la coyuntura del año 2000.11 Menos aún pensar que los movimientos sociales
pueden traerse abajo una dictadura y posibilitar una transición democrática
sin la presencia en primer plano de organizaciones políticas (véase al respecto,
Garreton 2000). Solo quiere ayudar a repensar la política y a explicar cómo ese
año el régimen perdió la batalla por imprimirle sentido a los acontecimientos
a través de las declaraciones y acciones del Presidente, sus voceros políticos,
la prensa y la TV amarillas. Por eso el voto fujimorista del año 2000 fue en
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11. Estos actores jugaron en pared con los actores internos en una dinámica muy compleja
en la cual, es preciso reconocerlo, los golpes decisivos están llegando principalmente de
los actores externos.
216 Carlos Iván Degregori
En las Fiestas Patrias del año 2000, lo que vivimos fue una radical disyun-
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y no institucional, que se aferraba al poder a cualquier costo. Las manifesta-
ciones de los días previos, de una multitud que en su abrumadora mayoría
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terminaron en la tragedia del 28 de julio. Esta vez, quienes no solo no creen
sino que han pervertido las formas democráticas están dentro del local de
un Congreso enlodado por tránsfugas salidos de elecciones fraudulentas.
Esa disyunción, ese divorcio radical entre el Estado y un sector decisivo de
la sociedad movilizada se hizo visible en la pantalla dividida de , una
de cuyas mitades registraba los enfrentamientos callejeros, mientras la otra
transmitía las ceremonias en el local del Congreso; o cuando los comentaris-
tas invitados por el canal opinaban sobre el fondo de una ciudad en llamas.
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Nunca pensamos que veríamos, como transportados por una máquina del
tiempo, una versión peruana del incendio del Reichstag. Si hubieran sido solo
efectos especiales de una película de Spielberg, hubiera sido grandioso, pero
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basta recordar que la emboscada es la marca de fábrica del régimen;13 o la
yuca, si se elige ser grosero, para aceptar que es la hipótesis más fuerte.
El objetivo del gobierno era claro: necesitaba construir una oposición
violenta para revivir el fantasma terrorista, atemorizar al centro u “oposición
moderada”, neutralizar las movilizaciones y así encapsular el debate sobre
las reformas democráticas exigidas por la OEA dentro de un Parlamento ya
13. Si bien ciertos acontecimientos sorprendieron al gobierno, hay que reconocer que los
contragolpes los planeó con todo detalle. De la captura de Guzmán mientras Fujimori
pescaba en lo más recóndito de la Amazonía y Vladimiro sabe Dios qué hacía, a las cartas
del Presidente Gonzalo pidiendo conversaciones de paz; de la toma de la residencia del
Embajador japonés a la recaptura y aniquilamiento de los últimos emerretistas; del
desconcierto por la irrupción de Toledo en marzo de 2000 a la emboscada de 28 de julio,
hay un hilo conductor en el estilo del régimen. Sin embargo, también hay diferencias.
Los anteriores fueron enfrentamientos contra grupos terroristas, este fue contra el
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de Guzmán el gobierno casi pierde el referéndum para aprobar su Constitución; a los
pocos meses de la Operación Chavín de Huántar se iniciaba una caída sostenida en la
aprobación presidencial, que no se detuvo hasta enero de 1999. Esta vez la victoria
parecía todavía más pírrica.
218 Carlos Iván Degregori
copado con los tránsfugas, abriendo al mismo tiempo otros escenarios en los
cuales el régimen se sentía todavía más confortable, como la economía14 o la
seguridad.15
¿Por qué entonces cayó la oposición en la emboscada? Esta pregunta des-
cubre sus límites y lleva a otra: ¿se pudo evitar la emboscada si el movimiento
opositor era todavía un magma? Recordemos que hasta febrero de 2000,
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nal un heterogéneo movimiento opositor y, por segunda vez en una década,
los votantes construyeron de la nada su propio candidato. Pero la oposición
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representaciones políticas sólidas.
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signas de insinuación xenófoba como “Toledo al sillón, el Chino al Japón”, o
en referencias a los “peruanos auténticos” y a los candidatos “nacidos en el
Perú”. Mensajes peligrosos en un país con techo de vidrio por su diversidad
racial. Y en el momento culminante, al conglomerado opositor le faltó un
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marcha hacia el Congreso y los objetivos de la movilización del 28. Contra ese
liderazgo conspiraron la falta de experiencia de los nuevos protagonistas y la
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Algunos parecían todavía parcialmente atrapados en los viejos discursos.
Así, en medio de la violencia Ricardo Letts citaba en abstracto un derecho a
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turba democrática”.17
Por otro lado, la pobreza y la marginalidad de sectores desestructurados
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los marginales que se confundieron con la multitud, algunos azuzados posible-
mente por los propios servicios de inteligencia, como aquellos que encendían
el fuego en el Palacio de Justicia a vista y paciencia de la TV y en ausencia de
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Todo movimiento social comporta una cara luminosa, la que construye el por-
tador de un proyecto, el actor positivo que impugna en nombre de su propio
aporte la acción de aquellos que dirigen la sociedad. Pero todo movimiento social
acarrea también una cara sombría, defensiva, impedida más que desposeída,
excluida más que dominada, alienada más que dirigida, colérica antes que guiada
por un proyecto. Estos dos aspectos pueden muy bien aparecer en la práctica
como disociados.18
18. Wieviorka pone como ejemplo el movimiento obrero: “[... ] durante mucho tiempo
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una destreza y, por otro lado, por la conciencia proletaria de peones y operarios... La
conciencia orgullosa sabe negociar, es incluso corporativa: la conciencia proletaria está
más tentada por la ruptura y por la revuelta. La conciencia orgullosa ataca directamente
a los amos del trabajo, que son también los que controlan el mercado; la conciencia
proletaria tiene una imagen más difusa de su adversario, la de un orden lejano del que
únicamente conoce a los agentes que le son más próximos, los capataces, los jefecillos...
[Sin embargo] cuando falta la conciencia proletaria, preñada de rabia y cólera, este último
pierde su carga de ruptura y se encamina hacia prácticas autónomas [comunitaristas
o corporativas, nota mía] que le impiden hablar en nombre de una liberación social
general” (1993: 31).
19. Raúl Chanamé en y Ǥ
220 Carlos Iván Degregori
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Por otro lado, entre 1992 y 1996 predominó una voluntad de olvido, no
solo por la esperanza que despertaron el modelo económico y la derrota de
SL, sino por la forma en que esta última se produjo. En el imaginario nacional,
la película de terror terminó con SL como el actor más desenfrenadamente
violento. Frente a Tarata, los paros armados y el asesinato de dirigentes popu-
lares, la captura incruenta de Guzmán no solo prestigió a la DINCOTE, sino que
limpió al Estado y las FF. AA., que terminaron altamente legitimados. La mayo-
ría se mostró dispuesta a aceptar que las violaciones de los DD. HH. durante la
guerra no fueron sistemáticas y que los “lamentables excesos” eran un costo
necesario y podían perdonarse. El estruendo de Tarata y la euforia producida
por la captura de Gonzalo acallaron los gritos de La Cantuta y Barrios Altos,
o los hicieron aparecer como males menores.
Por último, la población es joven. Los nuevos votantes del año 2000 aca-
baban de nacer cuando el Ejército se hizo cargo de la lucha antisubversiva en
Ayacucho en diciembre de 1982. Más de la mitad de los nuevos votantes eran
menores de edad en los tiempos de Noel. Si bien los organismos de DD. HH. y
núcleos opositores mantenían viva la memoria de las violaciones de la década
previa y las masacres del grupo Colina,25 los jóvenes comienzan a recordar
masivamente en un contexto muy especial: las denuncias de
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sobre Leonor La Rosa y Mariela Barreto son el detonador mediático que
produce un primer estallido de memorias.
Son, inicialmente, memorias de la posguerra, que cobran fuerza a partir
de una ubicación ética con respecto , más que como una reparación
por las violaciones del pasado. En efecto, las denuncias sobre las atrocidades
sufridas por estas dos agentes del SIN se producen en el preciso momento
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corrupción del régimen y sobre todo se incrementaban las arbitrariedades a
partir de la segunda reelección: ley de interpretación auténtica, destitución
de miembros del TGC, entre otras.
El estallido muestra el peso que han adquirido los medios en la vida
nacional. La Cantuta se recuerda más que Barrios Altos, a pesar de que allí
murieron quince personas, incluyendo un niño de 8 años, porque alrededor
de La Cantuta se fue elaborando una historia, un discurso a partir de la in-
vestigación de la revista Àǡϐ
propias FF. AA., hasta llegar al encuentro de los cuerpos en un desolado pe-
dregal en los alrededores de Lima. Pero luego de la Ley de Amnistía de 1995
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Estallido de memorias
27. Por su parte, la Defensoría del Pueblo prepara por primera vez un informe sobre los más
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noventa.
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LA CAPTURA DE FELICIANO
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La batalla de la memoria
Para imponer ese nuevo sentido común, el gobierno desarrolla una intensa
lucha por la memoria de lo que fueron los años de violencia política, en algo
semejante a la que lucha que tuvo lugar por la memoria de lo que fueron el
Estado populista y especialmente el desastroso gobierno de Alan García. En
esa lucha, las fuerzas neoliberales resultaron ampliamente victoriosas y crea-
ron un nuevo sentido común en el plano económico: el actual modelo sería
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modelo, no existiría ninguna posibilidad alternativa. Por lo menos en
esa dimensión, dice el discurso hegemónico, habríamos llegado efectivamente
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El actual proyecto de manipulación histórica tiene como objetivos, por
un lado, construir al Estado como À
de la violencia terrorista, ante el
CIDH y la comunidad internacional que no lo comprenderían, pero sobre todo
ante la opinión pública nacional.2 Por otro, construir una memoria en la cual el
país es salvado por dos actores principales —un Presidente y su asesor— con
las Fuerzas Armadas y Policiales como actores bastante secundarios. Del resto
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por lo general en papeles de malvados,3 mientras la casi totalidad del país es
reducida a la condición de espectadora pasiva, necesariamente agradecida a
la pareja de superhéroes.
Para conquistar este doble objetivo, de construirse como víctima y de
implantar la memoria del presidente salvador, el Estado necesita atomizar y
fagocitar la sociedad, ocultar su propia violencia y legitimar su lado oscuro,
volviéndolo “decente”.
se expresa, por ejemplo, en el sobredi-
mensionamiento del Ministerio de la Presidencia, en dar preferencia a los
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colegio de Zarumilla, recibidos como héroes a su regreso, al punto que el entusiasta
alcalde les llegó a ofrecer un terreno a cada uno. En todo caso, la localidad ganadora,
escenario de una de las principales acciones militares de la guerra con el Ecuador de
1941 parece haber sido escogida con cuidado y con criterios estratégicos muy precisos,
un poco como se escogía a la Miss Universo en los tiempos de la Guerra Fría.
230 Carlos Iván Degregori
Operación Vladimiro
volvería sentido común, que la única solución para el Perú es un caudillo me-
siánico a la cabeza de un gobierno cívico-militar, con servicios de inteligencia
sobredimensionados y sin control.
El objetivo inmediato de esta batalla por la memoria sí tiene que ver con
el 2000 y consiste en desmoralizar al 60% de peruanos que no quiere votar
por Fujimori, convenciéndolos que, aun cuando sepan que todo es mentira,
nada pueden hacer porque así es la vida, la política, el Perú.
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su necesidad de seguridad y el privilegio que otorgan al modelo económico
por sobre la democracia, los gremios empresariales parecerían estar entre
los más dispuestos a aceptar este argumento. Podrán decir de un gobierno
que no necesariamente es de su agrado, lo que los EE. UU. decían de ciertos
dictadores latinoamericanos en la época de la Guerra Fría: será un hijo de
puta, pero es hijo de puta.
El objetivo de mediano y largo plazo es la construcción de un modelo que
adopta diferentes nombres: democracias liberales, delegativas, defectuosas.
Así las llaman quienes no viven en estos países y no conocen nuestra realidad,
diré imitando al Presidente y a todos los voceros gobiernistas. En realidad,
con todas las salvedades y matices del caso, se trata de la versión chicha del
modelo asiático: economía de mercado sin democracia, con gobiernos auto-
cráticos o abiertamente dictatoriales que se eternizan en el poder y terminan
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esa combinación nos convertirá en tigres, otorongos o pumas económicos o
acabaremos más bien cual gatos medio famélicos y además domesticados.
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FIESTAS PATRIAS1
Hasta donde conozco, en ninguno se vive este frenesí de bandas, pasos milita-
res e izamientos de bandera hasta en el último rincón del país. El Estado y las
FF. AA. tienen otros medios para legitimarse y ganarse el indispensable respeto
ciudadano. Porque en el país de las pandillas, las barras bravas, el desempleo
juvenil y el cinismo político, ¿somos más patriotas, practicamos más virtudes
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Sección IV
EN EL PARQUE TEMÁTICO
Jurasic Park o el regreso al pasado
con Tudela y Trazegnies*
1. Torres y Torres Lara se refería al acuerdo de Tudela y Trazegnies con la resolución del
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de Fujimori.
2. A menos que se consideren las
À de Carlos Boloña como el ideario
económico del régimen.
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BELLE ÉPOQUE
DE FRANCISCO TUDELA
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del ciudadano que en ningún otro momento de la historia moderna [...] Cuando
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puerto, habrá allí una pantalla de computadora; y el policía que la consulta puede
ser que sepa, en ese momento, más sobre nosotros de lo que entonces hay en
nuestra memoria. (4)
4. El texto, publicado el año 2000 por el Fondo Editorial del Congreso del Perú, es una
versión bastante corregida de una conferencia que Tudela ofreció en el Congreso en
agosto de 1999. Todas las citas del presente capítulo son de ese texto, por lo cual nos
limitamos a consignar el número de página entre paréntesis.
El nacionalismo belle époque de Francisco Tudela 243
celo y furor doctrinal” (31). ¿Cómo hemos llegado a situación tan tremebunda?
Para responder a esta pregunta, Tudela se pasea por la historia de Occidente,
desde la Edad Media hasta nuestros días.
En el principio era la ecúmene medieval, la “república cristiana” cuya ca-
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y su corrección política alrededor del catolicismo, que era en ese entonces lo
“políticamente correcto” (16). La reforma protestante fracturó la ecúmene. En
medio de grandes conmociones, después de las guerras de religión y la Guerra
de los Treinta Años, el monismo católico medieval desaparece y: “el pensamiento
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trado alrededor del concepto de ‘razón de Estado’, gana la mano sobre cualquier
consideración sentimental o religiosa del mundo medieval” (16-17).
El cardenal Richelieu aparece como el mejor ejemplo de esa moderna
razón de Estado, instrumental por excelencia. Príncipe de la Iglesia, se alió
con Gustavo Adolfo de Suecia, protestante, para liquidar lo que quedaba del
antiguo Imperio Romano Germánico, encarnación de la ecúmene medieval:
“un claro ejemplo de realismo político en la prosecución de la independencia
conceptual respecto a los restos de lo ‘políticamente correcto’ de la herencia
medieval” (17-18).
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era la religión del Estado. Nació así el Estado moderno, “libre de pretensiones
ideológicas, ecuménicas y universales” (18).5 De esta forma, en el siglo XVII
el mundo “pasa formalmente del monismo medieval al dualismo de la Edad
Moderna”, que diferencia: “entre las normas de conducta internacionales... y las
normas de cada actor individual, de cada Estado, que sí dependen de las ideas
y las decisiones propias de cada comunidad política o de su soberano” (18).
Este dualismo rigió los tres grandes sistemas internacionales bajo
los cuales se produjo el desarrollo del Estado nacional. Ȍ El denominado
Balance de Poderes, que se originó en la Paz de Westphalia y duró hasta
la Revolución francesa. Esta marcó: “el inicio de la irrupción de las masas
homogeneizadas en la historia. La soberanía, hasta entonces depositada en
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ciudadana...” (20). ȌDerrotada la Revolución francesa, el Congreso de Viena
de 1815 estableció el segundo sistema internacional moderno, el Concierto
de Europa, un sistema permanente de consultas entre las principales poten-
cias, que duró hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
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5. Para una versión bastante más compleja del surgimiento del Estado moderno como
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desarrollo de un nuevo sentido del tiempo, así como de la consolidación de las lenguas
nacionales y el capitalismo de la imprenta, véase: Anderson (1993).
244 Carlos Iván Degregori
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existentes;6 2) no asumen ninguna responsabilidad política ante los ciudada-
nos. Si se equivocan, el problema no es de ellos. La opinión, correcta o equi-
vocada, se lanza al espacio informático y allí termina toda responsabilidad,
pues: “no han sido elegidos por sufragio universal, ni son nombrados por
autoridad pública nacional o internacional ninguna” (8-9). De esta forma, las
ONG socavan: “la legitimidad real y exclusiva de los representantes elegidos,
mediante sufragio universal, para proteger y representar los derechos de la
sociedad” (11). “¿Si las ONG representan a la sociedad civil, entonces a quién
representan las autoridades elegidas?”, se pregunta Tudela,7 que imagina a las
ONG promoviendo: “una confrontación permanente, dialéctica, entre el poder
político y la sociedad civil” (12), para que el primero aparezca siempre como
enemigo de la segunda.
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ONG tendría el rigor y la inten-
sidad de una religión organizada, no teológica, sino antropológica. “Una especie
de pasión por el hombre divinizado en sus derechos... Quien no profesa la orto-
doxia humanitaria es excluido y marginado” (13). Lo peor es que ese monismo
es “compartido por el mundo universitario occidental y aceptado dócilmente
por los políticos”. Por eso: “nos preguntamos si en el futuro habrán cruzadas o
Santa Inquisición del humanitarismo de los derechos humanos” (14).
El idiota ilustrado
6. Según Tudela, las ONG ×
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al corporativismo fascista, a los soviets comunistas y en general a todo lo que no sea
estrictamente liberal, porque “estamos frente a una extraña combinación del ejercicio
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ninguna de las responsabilidades y funciones típicas de la democracia representativa”
(11).
7. En el Perú de hoy, retrucaríamos, ¿a quién representan los congresistas tránsfugas?
246 Carlos Iván Degregori
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en la política internacional y, por consiguiente, la soberanía nacional prácti-
camente irrestricta. Se siente más cómodo en el periodo que va de la Paz de
Westphalia a la 2, cuando predominaba la libertad del Estado “tal
como fue concebida por Hobbes en su ” (6). Anclado en ese periodo
de la historia, apenas le dedica algunas líneas a casi medio siglo de Guerra Fría,
etapa tan importante y tan intensa desde el punto de vista de las relaciones
internacionales, pues fue entonces cuando surgieron los embriones de un
sistema mundial más bien kantiano con las Naciones Unidas y la multitud de
tratados y alianzas regionales, desde la OTAN y la Unión Europea hasta la OEA
y nuestra modesta Comunidad Andina.
Tal vez por eso no toca la Guerra Fría, porque quiebra su argumento de
una soberanía estatal que se prolonga irrestricta hasta el surgimiento de las
ONG.8 Además, porque es la época de irrupción del Tercer Mundo y los países
no alineados, que no encajan dentro de su visión eurocéntrica de las relaciones
internacionales. Si descentrara mínimamente su análisis, emergería una ima-
gen menos idílica y más real de la época de oro del Concierto de Europa. Esa fue
la época del auge imperialista, cuando las potencias europeas se repartieron
África en el Congreso de Berlín; época de Bwanas y Sahibs, del rey Leopoldo
y las tropelías de la colonización belga en el Congo, de la guerra del opio y la
humillación de China por el concierto europeo, para mencionar solo algunos
ejemplos. Y en América Latina, época de la diplomacia de las cañoneras, de
las invasiones de EE. UU. a México y América Central.
¿Alguna vez funcionó la libertad irrestricta de los Estados nacionales en
nuestra región?, ¿en nuestro país? Tudela añora un bien perdido que nunca
tuvimos. Pero su posición no es fruto de la ignorancia. Tudela conoce esa
historia pero habla desde Europa y opta por la razón de Estado, instrumental
por excelencia. Repetidas veces a lo largo del texto, en nombre del realismo
se alza contra toda utopía (15). No es de extrañar que se sienta cómodamen-
te instalado en nuestro presente envilecido, dispuesto también él a todo: a
fundamentar la Ley de Amnistía en 1995, a bailar la tecnocumbia en el año
2000, o a intentar darle sustento teórico al nacionalismo coyuntural del
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de agentes no gubernamentales.
El nacionalismo belle époque de Francisco Tudela 247
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cedentes de lo que hoy se denomina “corrección política” están en los grandes
movimientos sociales por derechos civiles, contra la discriminación racial,
étnica y/o cultural, por los derechos de la mujer y otros de los denominados
“nuevos movimientos sociales”. Los logros de estos movimientos son innega-
bles y se encuentran entre los avances más importantes de la humanidad en
la segunda mitad del siglo XX.
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bre esos movimientos y en muchos casos los acompañaron, se academizan, se
concentran en la pureza del lenguaje hasta llegar a un barroquismo extremo10
y se vuelven en muchos casos intolerantes. Pero pensar que la “corrección
política” se está apoderando del mundo pues sus planteamientos son “acep-
tados dócilmente” por políticos que estarían a punto de iniciar sangrientas
cruzadas es una exageración tan reaccionaria, que ubica a Tudela junto a esos
extremistas de Montana que piensan que las mujeres deben quedarse en
sus casas a servir al marido y entienden al mundo a través de la teoría de la
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la ONU está conspirando para apoderarse de los EE. UU., por ejemplo. Por algo
la teoría de la conspiración fue una de las pocas líneas de defensa del régimen
para explicar el aislamiento internacional peruano: conspiración de las ONG,
de la prensa internacional, etc.11
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defensivo, que pinta de cuerpo entero al autor como representante de los
que podríamos llamar “poderes locales” derrotados por la globalización, que
manejaron a su antojo los Estados latinoamericanos aprovechando la “libertad
de acción internacional de los Estados”, muchas veces en complicidad con el
poder imperial, especialmente durante la Guerra Fría. De ellos, los más conse-
cuentes fueron los regímenes populistas, que dentro de los viejos parámetros
internacionales trataron de conquistar soberanía nacional sobre la base de la
creación de un mercado interno, es decir, a partir de la soberanía económica.
Tudela retoma más bien la tradición liberal del siglo XIX y principios del
siglo XX, anterior al ciclo populista. Y la retoma en su variante autoritaria,
antigua en el continente. Varios de los dictadores más sombríos de América
Latina fueron liberales. El guatemalteco Ubico, por ejemplo, inspirador de
Ó de Miguel Ángel Asturias. Lo que distingue a los nuevos de
los viejos liberales es, precisamente, que combinan liberalismo económico con
democracia política. Por eso el liberalismo en el Perú, después de la desapari-
ción de , está por construirse, por fuera y en oposición al fujimorismo.
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Debe ser paradójico para este admirador de Richelieu que su gobierno, incapaz
de desplegar una política exterior como la del Cardenal, esté muriendo como
El nacionalismo belle époque de Francisco Tudela 251
él. Richelieu, quien en vida fue un ser autoritario como pocos, tanto así que
la sola mención de su nombre despertaba pavor, tuvo una muerte horrenda:
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al ano y estaba obligado así a vivir en la fétida atmósfera de sus propias supu-
raciones. El almizcle y el ámbar podían disimular mas no anular ese hedor a
carroña y a ruina. Richelieu nunca pudo evitar el humillante conocimiento de
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el cuerpo podrido del hombre real y la gloria de la persona, el abismo era insal-
vable [...] Ese espontáneo hedor, esos gusanos que se cebaban en un cadáver vivo
parecían poéticamente justos y apropiados. En las últimas horas del cardenal,
cuando los médicos lo hubieron desahuciado, se llamó a una anciana curandera.
Pronunciando convenientes conjuros, la mujer administró su panacea: cuatro
onzas de estiércol de caballo maceradas en una pinta de vino blanco; de suerte
que fue sintiendo el gusto de excrementos como el árbitro de los destinos de
Europa rindió su alma.15
15. Tomado de: Alberto Servat, “Los últimos días de Richelieu”, en:
, 6.1.00.
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FERNANDO DE TRAZEGNIES O
EL BUEN SALVAJE BLANCO
Sueño con una Bolivia, con un continente americano y con un mundo donde haya
respeto entre pueblos y culturas diferentes y también reconocimiento entre dife-
rentes. Podemos y debemos cambiar profundamente, pero este cambio será sin
dejar de ser lo que somos, sin perder nuestras identidades históricas y culturales.
Asia” (47). Pero: “una cosa es plantear una crítica moralmente legítima y otra
es pretender sancionar a todos los que no piensan como nosotros, pasando
por encima de las convicciones y de las decisiones de los pueblos... La voluntad
de sanción ejercida desde fuera... puede ser una manifestación de arrogancia
moral y cultural” (47). Porque para Trazegnies “la declaración de los Derechos
Humanos, aun cuando tiene el carácter de norma internacional, es antes la
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función es más pedagógica que legal” (46).
El Canciller parece levantarse contra el derecho positivo o, en todo
caso, contra la concreción de la declaración de los DD. HH. en normas le-
gales, porque: “El derecho no funciona en el vacío sino que es parte del
proceso político de la sociedad [y]... los procesos políticos pertenecen a
los pueblos que los llevan a cabo; son, en verdad, una expresión de ese
valor sagrado en una democracia que es la libre determinación de los
pueblos” (47). No se podría entonces imponer un derecho supranacional
porque habría que respetar algo así como el espacio-tiempo histórico de
cada Estado nacional:
Es cierto que los derechos humanos fueron una elaboración del liberalis-
mo occidental. Pero los occidentales no son extraterrestres abismalmente
separados del resto del mundo. Por un lado, la elaboración conceptual de
los DD. HH. expresa en muchos casos principios o conductas presentes en di-
ferentes culturas, que en temas fundamentales habían llegado, a veces antes y
por caminos distintos al de la racionalidad cartesiana, a las mismas premisas:
el respeto a la vida, por ejemplo. Por otro lado, esa sistematización occidental
256 Carlos Iván Degregori
5. Como señala
( 117: 61), EE. UU. empezó a desmantelar su esquema
de segregación racial apenas en 1954; Francia dio el voto a la mujeres en 1944 y Suiza
recién en 1971, bastante más tarde que el Perú.
Fernando de Trazegnies o el buen salvaje blanco 257
Los luchadores por los DD. HH. árabes o iraníes son tan parte de la cultura is-
lámica como sus gobernantes o como los fundamentalistas en sus países. Por
tanto, ¿quién es más representativo de los valores asiáticos: Mahatir Mohamad,
el Primer Ministro malasio que ha encarcelado... a su más cercano colaborador
por disentir de él, o Aung San Suu Kyan, Premio Nobel de la Paz que lidera la
asediada oposición en Myanmar? (“The Economist”, enǣ 1999).
La clave es, entonces, al igual que en el caso de Tudela, precisar desde qué
ubicación Trazegnies reivindica el relativismo cultural y la soberanía estatal.
¿Desde las culturas discriminadas y excluidas para incorporarlas y construir
ese país pluricultural y multilingüe al que se refería Víctor Hugo Cárdenas?
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los que he llamado “poderes locales” (nacionales) amenazados por los aspec-
tos más progresivos de la globalización. Poderes acostumbrados a violar los
6. Los estudios de género precisamente nos han hecho ver que ni siquiera la familia,
mencionada por Trazegnies como ámbito de libertad, es la célula idílica que toma
decisiones consensuales y es bastión del libre albedrío. Si no, que lo digan las mujeres de
la India o Afganistán. Casos extremos sin duda pero no únicos, si no ¿para qué existe la
DEMUNA en el Perú?
258 Carlos Iván Degregori
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patrón. Por él pasaban todas las decisiones, especialmente las relaciones con
el mundo más allá de la hacienda. Y él y sus ayayeros —autoridades locales,
jueces, tinterillos, policías, muchas veces también curas y maestros— se las
arreglaban para bloquear o destruir cualquier asociación política entre los
siervos. Por eso en la hacienda clásica no entraban por lo general comerciantes
ni maestros, ambos mensajeros del mundo exterior, portadores de ideas que
amenazaban el monopolio económico e ideológico del gamonal: “indio leído,
indio perdido”, solían decir.
Por su actuación en los últimos meses, Francisco Tudela parece compartir
un sueño semejante. Primero la emprendió contra las ONG que, cual modernos
corsarios, lanzaban sus misiles contra Estados nacionales con la complicidad
del neocolonialismo occidental. Luego, cuando el gobierno se vio obligado a
retroceder y enfrentar una segunda ronda electoral, comenzaron sus quejas
contra la prensa internacional.
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Tudela perdió la compostura con las misiones internacionales que observaban
el proceso electoral. Eso fue antes de subirse al carromato presidencial a hacer
números de baile. Hablaba en serio y se cuidaba de distinguir entre la OEA y
los observadores no gubernamentales. Estos últimos: “son un neocolonialismo
ideológico... ahora la cañonera se ha vuelto ideológica, el barco de su majestad
ONG llega y apunta sus cañones hacia las costas y naturalmente nos fulmina
ideológicamente” (ï
20.3.2000) “No tienen nada que hacer aquí”
(La Hora , 27.3.2000).
No fueron exabruptos. Esa apelación a un viejo nacionalismo en boca del
vocero de un régimen que, para usar antiguas palabras de Macera, “se abre de pier-
nas” ante el capital transnacional, forma parte de una posición consistentemente
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(DD. HH.). En junio de 1999, en una exposición ante el Congreso de la República,3
Tudela sustentó ampliamente esa posición. Según él, la doctrina de los DD. HH. fue:
3. Las citas son tomadas de: Congreso de la República, Ciclo de Conferencias “Globalización
y políticas nacionales”, Lima, 16 de junio de 1999. Transcripción magnetofónica. Esta
Agorafobia: Francisco Tudela y la comunidad internacional 263
[...] esgrimida como el arma esencial de las democracias occidentales contra el so-
cialismo marxista de la Unión Soviética y sus aliados [...]. Sin embargo, la revolución
tecnológica e informática que se produce en los últimos años de la Guerra Fría [...]
hace que estas premisas ideológicas, que durante la Guerra Fría fueron controla-
das por los Estados nacionales que la libraban, desbordara la política estatal de
los propios países occidentales y pasara a ser controlada por grupos de opinión
que actúan fuera del Estado, dentro de sus sociedades y a escala internacional
simultáneamente; y estos grupos son los que conocemos hoy como las ONGs. (5)
¿Cuál es el problema con las ONG? No solo que, según Tudela, ellas serían
como los salones franceses anteriores a la Revolución, sino que para imponer
su verdad, estos monistas de la democracia y los DD. HH. podrían volverse
cruzados, inquisidores (7). “Y un fanático indignado de los derechos humanos,
no es muy diferente de un fundamentalista islámico, un cátaro o un bogomilo”
(11).4 Este monismo potencialmente fanático habría comenzado a reemplazar
al dualismo que rigió las relaciones internacionales desde la paz de Westphalia
(1648) hasta la guerra de Kósovo (1998).
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una nueva conciencia sobre el valor de la democracia y los DD. HH. Sumergidos en
el túnel del tiempo, voceros gobiernistas acusaron a los organismos de DD. HH. y
a la Defensoría del Pueblo de “aprocomunistas” y a algunas ONG de “marxistas-
leninistas”.8 Sin embargo, vale mencionar que esa toma de conciencia incluyó
a buena parte de la izquierda del continente. En el Perú, la violencia política
vivida durante la década de 1980 produjo un efecto similar.
Hasta que, durante el gobierno de Jimmy Carter, los EE. UU. recogen esa
demanda y comienzan a exigir ciertos estándares, bastante razonables y nada
fundamentalistas, en materia de democracia. En parte porque recién parecen
descubrir, con ayuda de los 77, entre otros, que la democracia y los DD. HH. prac-
ticados y no solo predicados podían ser un arma en la Guerra Fría. La política
de Carter se vuelve política de Estado, bipartidista, de modo que los gobiernos
republicanos de la década de 1980 continuaron, aun cuando atenuados, los
lineamientos de Carter. Por eso hoy el autoritarismo peruano tiene en contra
no solo al ala radical del Partido Demócrata, sino a casi todo el Congreso nor-
teamericano, incluyendo a republicanos conservadores como Jesse Helms.
Y en medio de la esperanza que despiertan las transiciones democráticas
en la América Latina de los años ochenta, la nueva política logra consenso en
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donde se acuerda desconocer a cualquier gobierno que no fuera elegido de-
mocráticamente en elecciones libres, justas y equitativas. ¿Qué habría pasado
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Declaración de Santiago? Fujimori no hubiera tenido que correr a la reunión de
la OEA en las Bahamas a prometer elecciones para un Congreso Constituyente
y posiblemente no hubiéramos tenido elecciones desde entonces.
Por tanto, es recién desde la década pasada que “las premisas ideológicas”
que sustentan la democracia y los DD. HH. son “controladas por los estados
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ONG persisten para su tormento. ¿Por qué lo hacen?
Porque solo en la imaginación de Tudela existe esa ecuación perfecta
en la cual los Estados tienen responsabilidad política (supongo que ante sus
ciudadanos), mientras que fuera del Estado campea la irresponsabilidad y no
se le rinde cuenta a nadie. El régimen fujimorista prueba lo contrario. Sobran
los ejemplos de violaciones constitucionales, quiebras de las reglas de juego
y falta de mecanismos de
(responsabilidad política).
Por algo de eso renunció Tudela en 1997,9 pero la carne es débil. El año
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8. Véanse por ejemplo, entre muchas otras, las declaraciones de Richard Amiel ().
9. Tudela renuncia a la Cancillería en 1997 cuando al ciudadano Baruch Ivcher le quitan
la nacionalidad peruana y su canal de TV. A continuación una reseña de Sally Bowen:
266 Carlos Iván Degregori
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micos o tamaño del Estado (“La Hora N”, 27.3.00), cuando de lo que se trata,
si hablamos de democracia representativa, es de respeto a las reglas de juego.
Jospin y Chirac en Francia, o los Demócratas y los Republicanos en los EE. UU.,
pueden discrepar en política económica y muchos otros temas,
. Y en ese plano, al gobierno del cual
Tudela es vocero podríamos espetarle una variante de su propia frase: “¡que
nos digan a quién diablos rinde cuentas!”.
En realidad, la sociedad civil, los ciudadanos en general y también
las ONGǡ
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leyes y tratados. Los propios Estados lo admiten y reconocen la necesidad
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cumplimiento de esos tratados y la razón de Estado. Lo vemos en el caso de
los EE. UU., que mide con distinto rasero a diferentes violadores de derechos
humanos, China y Cuba por ejemplo. Zanahoria para la primera, con sus
bombas atómicas y su mercado de más de mil millones de habitantes, palo
para la segunda desde hace 40 años. Lo vemos en las relaciones “narcotiza-
das” de los propios EE. UU. con los países andinos. Como la lucha contra las
drogas es para ellos más importante que la lucha por la democracia en nuestra
región, toleraron largo tiempo a un personaje como Montesinos con tal que
fuera el hombre del zar McCaffrey en el Perú. Aunque a diferencia de procesos
electorales anteriores, los pronunciamientos de la misión de la OEA han sido
tanto o más duros que los de las ONG que Tudela critica.10 No solo porque la
democracia como valor sea hoy más preciada en la región, sino por lo inso-
lentes e indignantes que resultaron las irregularidades del proceso electoral.
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“Posteriormente explicó (Tudela) que, mientras que la ley de amnistía y los actos del
Congreso contra el TC eran, desde su punto de vista. ‘discutibles pero legales’, la movida
contra Ivcher era ‘más que un ataque a la libertad de expresión’. ‘Perjudicaba los derechos
fundamentales’ y constituía una amenaza para la propiedad privada. Su renuncia se
debía a razones de principio: ‘El mundo interconectado de hoy requiere de un marco de
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10. Interesante que por los mismos días en que Tudela se esforzaba en separar a las ONG
“irresponsables” de la misión de la OEA, esta lanzara su tercer comunicado con críticas
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amenazando con declarar su nulidad.
Agorafobia: Francisco Tudela y la comunidad internacional 267
También en este campo nos quisieron regresar por el túnel del tiempo, tal
vez a la época de Richelieu, el Cardenal que abrazó el dualismo y la razón de
Estado como eje de la política exterior francesa y uno de los ídolos de Tudela.
Que recuerde que Richelieu se pudrió en vida. No vaya a terminar también así.
Aunque viéndolo en el carromato electoral de Fujimori, pagando el precio de
la vicepresidencia que incluye dejarse tratar como Ferrando a su elenco,12 me
pregunto si él y Macera no están ya en ese proceso y habría que repetirles los
versos de González Prada: “para verme con los muertos, ya no voy al cementerio”.
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El tribunal de ética es inviable porque el actual proceso está globalizado y, por ello,
si uno de los candidatos siente que un medio de comunicación que le es adverso
ha hecho una observación sobre su vida personal, “se ira a una plaza pública y
dirá que se ha roto el código de conducta y a los cinco minutos todas las agencias
internacionales dirán: Perú 2000 rompe código de conducta” [...] El impacto me-
diático es “tremendo”, provocaría pronunciamientos de cancillerías extranjeras
y una “verdadera lluvia de plomo derretido de la prensa internacional”. (21.4: 2)
Se informaría sobre ello, las agencias lanzarían esto fuera [del país], se produci-
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por ejemplo, buscarían pronunciamientos de las cancillerías para que esto regrese
mediáticamente al Perú, y para cuando se reúna el tribunal, ya el juicio estará
hecho, y de repente la acusación ha sido falsa. (23.4: 5)
a raíz de meses de acusaciones falsas, que demolieron por lo menos dos can-
didaturas. Tres: por el tono lloroso parece un pastorcillo de las églogas de
Garcilaso, Salicio o Nemoroso incapaz de moverse en un mundo globalizado
y agresivo. La prensa amarilla no hubiera sido tan amable. Por mucho menos
le hubieran dicho de “nerviosón” para arriba. Y si hubiera sido consecuente,
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Lo más conmovedor, siempre desde el punto de vista de un extraterrestre,
pero cínico para cualquier mortal, viene cuando el candidato a la vicepresi-
dencia declara que: “Ambos aspectos, el de la globalización de la elección y el
de la prensa extranjera... introducen un factor que es ajeno a la simetría que
está pensada simplemente en términos nacionales” (23.4: 5).
Exige simetría luego del proceso electoral más asimétrico de la historia
del Perú contemporáneo. Después de haber hecho lo que quisieron con la TV
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mori y hasta el día mismo de las elecciones. Ahora comienzan a darse cuenta
que eso no bastaba, que el control en realidad no era total. Los ciudadanos
peruanos no estaban solos y el Perú no era una nave espacial, ni una “hacienda
informática en la aldea global” como apuntó genialmente Willy Nugent.
Mas no quieren darse cuenta de las razones por las cuales la prensa ex-
tranjera les lanza lluvia de plomo: “El ardor de la primera vuelta y tal vez
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ha llevado a la adopción en la
prensa internacional de una serie de tesis que, a priori, son adversas a Perú
2000” (23.4: 5. Itálicas mías).
Tuvieron hasta millonario en Washington D. C., tuvieron asesor de
imagen español y muy famoso que cobró cinco mil dólares diarios. Tuvieron
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que perdieron la batalla con la prensa internacional por un problema de “falta
de comunicación”. No fue por la ley de interpretación auténtica, la anulación
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dalosas irregularidades de la ONPE. No. Solo fue cuestión de comunicación.
¡Pero si dicen que el ex Canciller habla siete idiomas!
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discursos bonitos había que mirarle las manos, decía. En el caso de Tudela ni
siquiera es necesario, basta escuchar con atención el contenido y no solo la
forma, amablemente cínica de sus discursos.14
14. P.D. Averiguamos quiénes eran los bogomilos. Una secta fundada por el sacerdote
búlgaro Bogomilo (927-969) en el siglo X. “Creo recordar que en eslavo Bohu es Dios”,
me dice mi informante, que también es muy culta. Pasaron a Bizancio cuando estaban en
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albigenses del siglo XII (Rogier 1964: III, 313 ss.).
Sección IV
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ĎēĆĚėēĊė2
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sobre Palacio de Gobierno, nunca el Perú pasó tanta vergüenza. Desde que
Mariano Ignacio Prado fugó del país con el dinero de los ciudadanos, nunca
un Presidente había vuelto a huir en medio de una guerra, en este caso, la
guerra que el propio Alberto Fujimori desató contra la mayoría de peruanos
cuando decidió postular por tercera vez a la Presidencia.
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primera transición democrática (1977-1980). Primero, los proyectos populis-
tas y socialistas que hegemonizaban la escena política3 resultaron desborda-
dos por la ultraizquierda terrorista de Sendero Luminoso. Luego, el proyecto
liberal liderado por Mario Vargas Llosa y , fue a su vez desbordado
por el autoritarismo neoliberal a partir del 5 de abril de 1992.
Paradoja. Socialistas y populistas corrían contra el tiempo, pues en Amé-
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reales colapsaban en todo el mundo. Se les pudo acusar de corrupción en el
caso del APRA, o de haber zanjado demasiado tarde con SL en el caso de un sec-
tor de la izquierda, pero siendo ideológicamente lejanos o inclusive opuestos
a ella, se mantuvieron dentro de los marcos de la democracia representativa
y de la Constitución de 1979. Resultaron más democráticos que buena parte
de los liberales que, a pesar de correr con el viento mundial a su favor, se
pasaron con camas y petacas al bando autoritario luego del autogolpe. En el
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su opuesto marxista-leninista y creyeron que cambiando la base económica
(es decir, llevando adelante las reformas económicas), lo demás se daría por
añadidura, incluyendo la democracia.4 Vargas Llosa se convirtió en blanco de
ácidas críticas de muchos de sus antiguos partidarios.
Pero lo que nadie imaginó fue que este segundo desborde resultaría tanto
o más nocivo para el país. ¡Qué ingenuo aparece hoy el denominado presidente
Gonzalo en su solemnidad megalómana, diseñando una estrategia para tomar
el poder a través de una guerra prolongada! Montesinos tocó de frente la
puerta de Palacio en el momento preciso, entró y el resto es historia conocida.
Guzmán creyó que manejaba las leyes de la historia y que serían necesarios
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proletariado. Montesinos supo manejar los hilos del poder, redujo pragmática-
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más bien ríos de coca y dólares para implantar su narcodictadura.
La secta fundamentalista ideologizó jóvenes, en su mayoría provincia-
nos y populares, los convirtió en fanáticos dispuestos a matar y morir por la
revolución, hundió al país en el miedo y causó 25 mil muertos.5ϐ
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pió a las más altas esferas del poder, comenzando por Palacio de Gobierno,6
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Secta ϐǡ
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unos meses nos prometía “un país con futuro”, nos regresó a los tiempos de
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de los hermanos Humala. Lo que calló fue su activa y danzarina contribución
a ese regreso al siglo XIXǡ
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benefactor aparece escindida. Pablo Escobar comandaba sicarios que sem-
braban la muerte en Medellín y al mismo tiempo hacía obras de bien en su
pueblo natal. Aquí Montesinos era el señor del mundo de abajo, de los escua-
drones de la muerte: reales, virtuales y morales. Por su parte, en el mundo
de arriba, Fujimori recorriendo incansable el país era el patrón recolectando
clientes que consciente o inadvertidamente se convertían en sus cómplices.
Los personajes más (ser)viles conectaban los dos mundos, encargados del tra-
bajo sucio: Blanca Nélida Colán, Rodríguez Medrano, los sicarios mediáticos,
Crousillat, Wolfenson, Winter. El o el celular reemplazaron la marca
de los antiguos esclavos. Porque hoy no solo es claro que los dos mundos en
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sombras era el que detentaba una cuota abrumadora del poder.
El mundo al revés
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ĆđĉĊėŘēĉĊđĆĆėĈĆ
Si Marx puso a Hegel sobre sus pies, Montesinos puso a Platón de cabeza. Para
el griego este mundo era una ilusión, vivíamos en una caverna desde donde
de la supervivencia. Ambos viven del Estado, que salva a los de muy arriba con
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con políticas sociales manipuladas. (Esta idea ha sido expuesta por Sinesio López en
diferentes artículos.)
7. Como para recordar el poema de González Prada: Dz
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278 Carlos Iván Degregori
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que han pasado y las comunicaciones permanentes que han tenido con sus res-
pectivos comandos y con quien habla. He sido testigo del profesionalismo, de la
calidad de todos ustedes. Por eso solicité a los ministros del Interior y de Defen-
sa, al presidente del Comando Conjunto, a los señores comandantes generales
y al director de la PNP para tener la gran oportunidad de recibirlos [...] aquí, en
nuestra casa [...] para decirles gracias y sigamos adelante unidos, que es la única
garantía de que nuestro país podrá prosperar y lograr los objetivos y metas que
nos hemos propuesto.11
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sandinistas de Nicaragua, a los del Farabundo Martí salvadoreños por haber entablado
negociaciones y llegado a acuerdos de paz. Según él, la Guerra Popular se prolongaría
entre 50 y 100 años hasta triunfar no solo en el Perú sino en el mundo entero.
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sobre todo al auge del “neopopulismo” como categoría para entender el régimen de
Fujimori, así como a la teoría de la elección racional, que tendía a volver unidimensional
un fenómeno tan complejo como el fujimorismo.
La última batalla de Alberto Fujimori 281
con las criolladas, con quienes no son “caídos del palto”, se vio reforzada por
el pragmatismo sin límites del neoliberalismo periférico, que posiblemente
enseña en las aulas de algunas universidades exclusivas el texto de Fukuyama
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en su versión criolla. Todo en un contexto en el cual los peruanos queríamos
olvidar, después del trauma de la violencia y la crisis económica, cerrar los ojos
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nos resolverían los problemas.
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del senderismo. En medio de la indignación y la vergüenza, estalla también la
alegría y renace la esperanza. Porque durante la primera transición, los gran-
des movimientos sociales que contribuyeron a arrinconar a la dictadura militar
enarbolaban principalmente reclamos económicos. La democracia no estaba
en un lugar central de su agenda. Esta vez, por el contrario, las multitudes
que en las calles hirieron de muerte al régimen entre marzo y septiembre, si
bien no olvidan reclamos por empleo y descentralización, tienen un inédito
contenido ciudadano: exigen el respeto al voto, la independencia de poderes,
el fortalecimiento de instituciones, la refundación de un sistema de partidos
y sobre todo ética, honestidad de los gobernantes. Una nueva oportunidad,
quién sabe la última, se abre hoy para el país. Nos espera un largo aprendizaje
de la limpieza, la ciudadanía y la equidad.
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V A1
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Nos han dicho durante diez años que a diferencia de los partidos tradicionales,
ellos son apolíticos, técnicos, en realidad gerentes de una empresa en proceso
de privatización llamada Perú S.A.
Bueno, valga. Pero, ¿qué empresa moderna se alía o se fusiona con otra
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estar seguras que no se están juntando con narcos que tratan de lavar dinero o
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Quizás, en vez de recurrir al JNE o a la Fiscalía habría que dirigirse a INDECOPI
para que los retire del mercado por caídos del palto... a menos que los otros
socios (C90-NM-VV) sean también empresas no muy santas.
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Nos han dicho hasta el cansancio que ellos son los únicos que tienen plan
de gobierno, tanto que ni necesitan presentarlo; que saben gobernar el país
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salió a la cancha y no tiene la menor idea de dónde está el arquero, quiénes
son los delanteros, si el volante de contención está dopado o el jugador de al
lado es un paquete o tiene una punta en el chimpún? Así, ¿cómo pretender
jugar en primera división, alcanzar a Chile, ser los otorongos del siglo XXI?
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Con gente del Opus Dei salpicada en la lista gobiernista; con monseñor Ci-
priani “sacándose la careta” (son sus palabras) y bajando de las tribunas para
meterse en la cancha a defender a sus muchachos, vale la pena recordar que
existe lo que se llama ignorancia culpable y pecado por omisión. En ciertas
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deber enterarte y tenías los medios para hacerlo, la ignorancia no es excusa.
El Papa acaba de pedir perdón por los católicos que “no se enteraron”, por
ejemplo, del Holocausto.
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“El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra”, dijo Cristo defendien-
do a la mujer adúltera. A este argumento se han acogido con entusiasmo
los voceros gobiernistas, entre ellos Torres Lara ( 18.3) o Jorge
El millón de firmas y los caídos del palto 285
Trelles (, 17.3). Pero también la Fiscalía, que ha recogido los planillones
de TODOS
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tadas por el conjunto de partidos inscritos supera al total de electores en casi
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Esta acción de la Fiscalía implica un reconocimiento implícito de culpa y
el retroceso hacia una nueva línea de defensa. Hace acordar a la defensa legal
de Pinochet, que cuando ya no pudo negar la participación del dictador en
violaciones atroces a los derechos humanos, se atrincheró en aducir razones
humanitarias y fabricó la imagen de un Pinochet achacoso y senil.
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pueden tener algo de razón. En efecto, es posible que varios o todos los par-
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tan descaradamente los resortes del poder. Sería como poner en un mismo
saco al chofer que se pasó una luz roja con aquel que conduciendo borracho
atropelló a algún transeúnte y fugó creyendo que nadie lo veía.
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organismo del Estado, el JNEϐ
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mire, ésta es entonces una defensa débil. Como dice el refrán: mal de muchos,
consuelo de tontos... o de caídos del palto.
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Se daban el lujo de tener tres (3) siglas políticas reconocidas ante el JNE.
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× ϐ ǫ3 Se
han mencionado pugnas internas en el bloque fujimorista; los diez años de
poder prácticamente incontestado que les da una sensación de impunidad
y omnipotencia, como si hubieran querido poner a prueba esa frase popu-
ǣDzǡdzǤ
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de su estilo de hacer política. Por algo estas son las elecciones más sucias
desde 1950.
Estamos atrapados en el túnel del tiempo con un régimen que, si bien
en sus primeros años tuvo éxitos reconocidos, hoy se encuentra atollado: en
un ajuste económico interminable, sin lograr pasar a las denominadas “re-
formas de segunda generación”; una emergencia política o, más duramente,
un autogolpe interminable, sin poder ingresar a una etapa de consolidación
democrática y más bien adentrándose por los caminos del autoritarismo; y
Cicatrices de guerra
Yo soy amigo del Presidente y como amigo del Presidente, tengo que ser leal a
él. Hay entre 1000 y 2000 precandidatos dispuestos a trabajar con el presidente
Fujimori si se presenta a la reelección, a postular en las listas parlamentarias.
Pero todo depende del presidente Fujimori. A quién elegirá, de él depende decidir.
Nosotros estamos sujetos a lo que diga el presidente Fujimori.
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lista parlamentaria gobiernista (, diciembre de 1999).
Estamos, pues, atrapados en el túnel del tiempo del que habló Tudela pro-
yectando en otros partidos sus propios defectos, que son los defectos del
neoliberalismo, agudizados hasta lo grotesco en esta periferia que habitamos.
Como decía Bourdieu en la conversación con Günter Grass, que reprodujo
“Domingo” de ï
(12.3.00): “[...] la revolución neoliberal es una
revolución conservadora. Y una revolución así es algo extraño: restaura el
pasado, pero disfrazándose de progresismo. Transforma la regresión en “pro-
greso”... ese es el gran fraude de las revoluciones conservadoras”. Peor cuando
se corrompen, añadiríamos.
ĆĕŃęĚđĔʹ͵
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DzĚĊėĊdz era el título del mensaje electrónico. Lo abrí y el contenido era tajan-
temente lacónico: “Muere bastardo”. El remitente se ocultaba bajo las siglas
“mgfu”, escribía desde una cabina pública y lanzaba su mensaje a una “lista
de destinatarios oculta”. Eso fue el viernes 4. El lunes 7 lo volvió a enviar. Ese
día supe que una colega había recibido también dos veces el mismo mensaje.
¿Un loco suelto en estos días de polarización política? Nuestra hipótesis
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alguien deslizó bajo su puerta un papel que decía: “¿Has leído de
hoy?” No era el diario de su preferencia, pero ante tan misteriosa misiva fue
a comprarlo, intrigado. Encontró la previsible combinación de sangre, sexo
y chismes, pero nada que llamara especialmente su atención. Hasta que al
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de una multitudinaria manifestación servía de fondo a un estridente titular
contra Toledo. La foto era antigua, cientos de jóvenes en veraniegos polos o
en mangas de camisa miraban a la cámara. Luego de observarla un buen rato
se descubrió, minúsculo, entre los manifestantes.
¿Un ejército de locos? Esta hipótesis se vuelve más plausible conforme
nos enteramos de innumerables misivas repartidas estos días a domicilio
o electrónicamente.2 En otros casos, las amenazas de muerte se reparten
insistentemente por teléfono. Nuestro Hermano Mayor parece establecer
jerarquías. A dos amigos les llegó un correo cuyo título no era “Muerte” sino
solamente “Aviso”.
de ellos han escrito contra el gobierno y se han movilizado. Han salido en fotos
en los periódicos, “cobrarán”, por eso. Ustedes manténganse al margen. Están a
tiempo. todos los comunistas de San Marcos serán revisados así como ustedes.
Primer aviso.
Como se ve, el remitente era más locuaz y, digamos, didáctico pero en clave
senderista. Sin embargo, su dirección electrónica era mucho más ominosa:
“Colina 2000”. ¿Tétrico homenaje al grupo asesino del mismo nombre, o el
mismísimo grupo redivivo?
Más que la indignación o el miedo, predominan en nosotros la pena y la
vergüenza por nuestro país, porque si bien no tenemos pruebas concluyentes,
existen indicios razonables para sospechar que esto es parte de una estrategia
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Se agolpan en nuestras mentes innumerables preguntas. ¿Qué raciona-
lidad tiene esto, Sr. Ministro de Economía? ¿Por qué tenemos que pagar con
nuestros impuestos un ejército patético de paniaguados que dedican sus días a
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telefónicas y el ciberespacio con mensajes de odio? ¿Se trata, ing. Fujimori, de
un rubro semejante al turismo en el cual, por cada dos manifestantes se crea un
puesto de trabajo? No les trasladamos nuestras preguntas sobre democracia y
derechos humanos, pues todo indica que son temas que los tienen sin cuidado
pero, ¿qué tiene esto que ver con la reforma del Estado, Sr. Primer Ministro?
Por otro lado, ¿por qué ningún ciudadano agraviado denuncia estos aco-
sos y parecen asumirlos resignadamente como parte de un
que, según Martha Hildebrandt, es “absolutamente distinto” del europeo
o norteamericano.
Dese cuenta, quienquiera que sea el responsable de esta campaña, que
está entrando en un callejón sin salida. Tal vez logre atemorizar y desmoralizar
a algunos por un tiempo. ¿Cuánto? ¿Un año, dos, cinco, diez? Cuanto más éxito
tengan, más sufrirá el Perú, porque un país con la columna vertebral quebrada,
con los opositores comprados o amedrentados no tiene porvenir. ¿Qué mentes
pueden imaginar que de esta forma puede construirse un país con futuro?
Exigimos a quien corresponda que cese esta campaña inútil que envilece
al Perú. Porque si persiste, solo quedan dos alternativas. O las amenazas no
se cumplen, y entonces todo no pasa de ser un ejercicio ridículo y costoso. O
se cumplen, y entonces los perpetradores se habrían convertido en la imagen
invertida de Sendero Luminoso.
Por uno u otro camino, corremos el peligro de que, parafraseando versos
de Brecht, entre los pueblos de la tierra despertemos solo la risa o el espanto.
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Fusión genética
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de la película es tan repugnante como el que hoy vivimos. Pero en el caso de
Fujimori, la fusión genética no fue casual sino absolutamente consciente. Por
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del ingeniero de acortar su mandato, es necesario hacer historia.
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propiciar una ordalía contra nadie”,5 requerirá acuerdos y transacciones que
posiblemente incluyan a Alberto Fujimori y la cúpula militar, no es cierto que
el gesto presidencial de acortar su mandato haya sido grande y noble. En el
mejor de los casos, fue sensato. Todavía cuatro días después, Fujimori reite-
raba que Montesinos era: “una persona que contribuyó considerablemente
a derrotar el terrorismo... que ha cometido errores como todo ser humano,
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Su gesto es, pues, el de un gobernante acorralado, que no tiene la fuerza
para amputarse una parte de sí mismo destituyendo al asesor y que gana tiem-
po para librar su última batalla por el control de la transición y la imposición
de un sucesor que garantice un fujimorismo sin Fujimori. Debido a la simbiosis
existente entre ambos, controlar la transición no le será posible si se destitu-
ye y juzga al asesor. Por tanto, es indispensable que la ciudadanía concentre
esfuerzos en exigir fundamentalmente destitución efectiva, detención y juicio
a Montesinos. Los pedidos de renovación de la cúpula militar, el Congreso y
la renuncia del presidente Fujimori dependen de este primer punto central.
5.
21.9.00: a17.
6. Conferencia de Prensa en Palacio de Gobierno, transmitida por TV el 20.9.00. Habrá
momento para ponderar serenamente esa contribución y ver cuánto tiene de mito. La
derrota de SL ϐ Ó
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campesinas y el cambio de estrategia de las FF. AA. premontesinistas; y alcanza su mo-
mento culminante con la captura de Guzmán por la DINCOTE. Montesinos entra pues a la
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patadas a propios y extraños, sin que nadie se atreva a sacarle siquiera tarjeta amarilla.
Su contribución fundamental, para el régimen, mas no para el país, ha sido más bien el
control de la población en la época post-senderista.
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HUAYCO VSǤ1
Diez años después, el sorpresivo Dr. Toledo
ĆćŃĆĚēĆěĊğ un rey que tenía tres hijas y vivía feliz en su pequeño país
montañoso, hasta que un imperio en expansión, con un ejército de sucios
gladiadores, comenzó a presionar sobre sus fronteras. El rey, alarmado, ur-
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un bosque de lanzas; los arqueros con sus dardos envenenados; la caballería
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minaba, porque el ejército daba la vuelta por detrás de una colina —¿o era
un Campo de Marte?, el tiempo torna borrosos mis recuerdos— y volvía a
marchar delante del emperador, que asombrado de la formidable máquina de
guerra de su próxima víctima, canceló la invasión. Y el rey y sus hijas vivieron
felices comiendo perdices.
Ese rey de mi infancia resuena en mi memoria cuando escucho a Toledo
amenazar con sus ocho sabios de Harvard, sus tres reyes magos y su ejército
de funcionarios internacionales que dejarán las comodidades de la capital
imperial para volver a servir al Perú. Tenemos equipo, dice, nos hemos venido
preparando cinco años, insiste. Y sabemos que es , que necesita bluffear
porque a veces, hasta cierto punto, se superponen las estrategias de la guerra,
la política y el póquer. Especialmente si eres el más reciente en una sucesión
de que han monopolizado el escenario político peruano en la última
década. Pero solo hasta cierto punto. No solo por razones éticas sino porque el
emperador del cuento debe haber sido muy miope y su Gran Visir debe haber
estado pensando en hacer el amor con las princesas y no la guerra; mientras
el nuestro es trejo, también él fue alguna vez reyezuelo y sabe de , tanto
que la yuca se convirtió en su emblema; y su visir tiene mil ojos y mil oídos.
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1. Este capítulo se enlaza con el capítulo 21, profundizando algunas de sus intuiciones.
2. En 1994, Joaquín Balaguer fue electo por séptima vez Presidente de la República
Dominicana en elecciones fuertemente cuestionadas dentro y fuera del país. La OEA
promovió un acuerdo entre el nuevo gobierno y la oposición, por el cual Balaguer aceptó
la reducción de su mandato y la celebración de elecciones anticipadas supervisadas por
la OEA en 1996.
3. Véase cronograma del colapso del régimen en el Anexo 4. Sobre los últimos días del
fujimorismo, véase también Cotler 2000 (capítulo 5).
302 Carlos Iván Degregori
Defensa y el jefe nominal del SIN permanecían todo el tiempo mudos y con las
cabezas gachas, nadie sabe si en señal de humildad, vergüenza, sujeción o todo
a la vez. La inversión del mundo desbordaba los sótanos del SIN.
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jante se les hacía a los alemanes sobre los campos de concentración. Tal vez
no todos lo ignorábamos. Tal vez no del todo. Recordemos el monopolio de
la TV de señal abierta, el control de los diarios llamados
ǡ la “memoria
salvadora” que el régimen había construido alrededor de la lucha contra el
terrorismo. Todo eso desenfocaba las imágenes de la corrupción o les sobre-
ponía otras que atenuaban su impacto. Según Lauer, lo que más impacta en
el informe Waisman12 es “[…] cuánto de lo descubierto ya se sabía, e incluso
se decía [...] Lo sorprendente es que el gobierno siguiera tan en su sitio tanto
tiempo con tantas de esas evidencias ventiladas en la prensa no corrupta” (La
ï
15.6.01: 6).
Muchos no quisieron saberlo, o no querían afrontar las consecuencias
de su saber. En todo caso, todas nuestras fantasías fueron superadas por la
realidad de los videos, que acabó por silenciar incluso las voces que in-
ϐ
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ǤYa es lugar común decir que una de ellas vale más que mil palabras.
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y las transcripciones en la prensa escrita eran tediosas, entrecortadas, llenas
de paréntesis. Pero también se hacía añicos.
En un sugerente artículo, Deborah Poole (2000) constata que el video
Kouri-Montesinos no fue la primera evidencia del transfuguismo. Más aún, hoy
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que fotos y videos comienzan a ser fuertemente cuestionados como pruebas
judiciales. Además, a esas alturas el gobierno tenía en apariencia el pellejo
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¿Por qué el video tuvo entonces un efecto tan devastador?
Para responder a esta pregunta, Poole propone una lectura antropológi-
ca del concepto de Estado. La lectura predominante de la ciencia política lo
considera fundamentalmente como un conjunto de instituciones y prácticas
administrativas. Pero habría que ver además al Estado como un
cuya legitimidad y modo de dominación depende no solo de la estabi-
lidad institucional y la racionalidad burocrática, sino también de las creencias
y representaciones colectivas que sobre él existen. Según diversos autores,13
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presidida por el congresista David Waisman, que entregó su informe en junio de 2001.
13. Corrigan y Sayer (1985), Gilbert y Nugent (1994), Alonso (1994), entre otros.
Vladivideos: el poder de la imagen y la imagen del poder 305
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asistido no solo a la crisis del Estado como sistema de instituciones, sino del
Estado como idea y como administrador de conocimiento y de imágenes. Esas
imágenes utilizadas contra el APRA en la segunda ronda electoral de 2001
—caos, explosiones, muertes, carestía— muestran que hacia 1990 el Estado
no solo no administraba la visión. No administraba (casi) nada.
Por consiguiente, a principios de la década pasada, tanto o más que el
Estado como sistema de instituciones y prácticas, se recompuso también la
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se recompuso, asimismo, la capacidad de administrar lo que podía y no podía
verse: Guzmán enjaulado y con traje a rayas en septiembre de 1992; Guzmán
en TV rodeado por sus íntimos compañeros de armas pidiendo un acuerdo de
paz en 1993, formaron parte de esa recuperación en la que el SIN llegó a jugar
un papel clave. Es por ese rol del servicio de inteligencia que el fujimorismo
terminó mimetizándose en ciertos aspectos con Sendero Luminoso. Así, a
través del chuponeo y las cámaras ocultas, el SIN le puso tecnología audiovi-
sual a los “mil ojos y mil oídos” a través de los cuales SL “cimentó la idea, si
no la realidad, de constituir una fuerza omnipresente y omnisciente” (Poole
2000). Según Bobbio, ver sin ser visto es uno de los rasgos más perversos del
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La propuesta de Poole puede ser enriquecida incorporándole ciertas pre-
cisiones. Sí, el Estado dicta los términos del conocimiento y regula la visión.
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en “complicidad” con la sociedad o, más precisamente, con ciertos sectores
sociales; y 3) nunca tienen un éxito total; el Estado, que no es solo la realidad
que se encuentra detrás de la máscara sino la máscara misma (Abrams citado en
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306 Carlos Iván Degregori
Por otro lado, que el Estado logre controlar los daños cuando algún aspec-
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qué ubicación. Así, el Estado pudo asimilar el impacto de los cadáveres des-
enterrados de La Cantuta en 1993 porque en esos años el modelo neoliberal
seducía a los empresarios, la esperanza en que el modelo “chorree” adormilaba
a las clases medias y el asistencialismo inducía a taparse ojos nariz y boca
a los más pobres. No fue lo mismo ver las imágenes de los asesinados de La
Cantuta, en pleno auge de la popularidad del régimen, que ver el cuerpo des-
cuartizado de Mariella Barreto en 1997, cuando su popularidad comenzaba a
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conforme se fue desgastando esa popularidad y saliendo a luz la corrupción,
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Esto ayuda a entender también la estrategia de asalto a los canales de señal
abierta y la apropiación / creación de la prensa denominada
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no era igual atisbar el “lado obsceno” del régimen desde la esperanza en el
despegue económico que desde la desesperanza de la crisis. Tampoco fue lo
mismo ver el video Kouri-Montesinos. Para entonces, si bien en agosto del
2000 el 53% de ciudadanos aprobaba la gestión de Fujimori, por primera
vez en toda la década los sectores más informados y politizados del país se
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Entre los yagua de la amazonía, el saber () en relación con el po-
der () es aprehendido primero por la visión. Para conocer las
cosas primero hay que “verlas” en sueños o durante un trance a través del cual
el chamán yagua logra ingresar al mundo de los espíritus para consultarles
sobre el caso que atiende (Calderón 2000).14 El título de un libro de Chaumeil
(1998), ǡϐ
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los yagua y puede contribuir tal vez a comprender el poder de la imagen en
una sociedad como la nuestra, que ha pasado en poco tiempo de preletrada
a posletrada. La diferencia: no es ya a través de los sueños o del trance que
se accede al saber y se conserva o se contesta el poder, sino a través de las
“fábricas de sueños” que son los medios audiovisuales.15
14. A partir de esta concepción, los yagua perciben la vida cotidiana como una apariencia,
detrás de la cual se puede descubrir el verdadero sentido de las cosas (Calderón 2000:
250). Esto es en algo semejante a la sensación de irrealidad que producen los vladivideos,
comentada al principio de este capítulo.
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ȋͳͻͻȌ
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en el contexto de una sociedad letrada y apela fundamentalmente a la razón. Por el
contrario, un saber que surge del ver descentra la aproximación logocéntrica y apela a
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Vladivideos: el poder de la imagen y la imagen del poder 307
Así podrían leerse dos acontecimientos centrales del año 2000, de signo
radicalmente distinto. Uno, el incendio del Banco de la Nación, provocado
desde el poder para inocular miedo al ser en vivo y en directo por la
ciudadanía. El siniestro montaje, apuntalado en los días siguientes por el bom-
bardeo de los medios escritos y audiovisuales contra la Marcha de los 4 Suyos,
tuvo relativo éxito. En un país todavía traumado por la violencia, el miedo llevó
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saber fue utilizado para aferrarse al poder, con el video del 14 de septiembre
la relación se invirtió. La ciudadanía vio, y , ya sin lugar a dudas, lo que
para entonces era un secreto a voces: la corrupción generalizada del régimen.
Esta es otra razón que queríamos mencionar. A diferencia de La Cantuta,
que era un caso de violación brutal de DD. HH., lo que “visionamos” el 14 de
septiembre fue un delito de corrupción, que atentaba contra el pacto funda-
cional del régimen.
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16. Neira (2001: 205). En otras partes de su libro, Neira recuerda las críticas de Héctor
Velarde y Carlos Delgado al lado oscuro de la cultura criolla tradicional. La sorpresa de
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prometiendo un país con futuro, el régimen acabó conduciéndonos por el túnel del
tiempo a épocas que creíamos superadas.
17. Para una crítica al uso del concepto “neopopulismo” para referirse al régimen fujimorista
y una revisión de autores que utilizan el término, véase Lynch (1999).
308 Carlos Iván Degregori
18. Patricia Oliart (1999: 410) relata una anécdota de esos años. Una señora de clase
media se indigna cuando su hijo menciona los atropellos del gobierno a los DD. HH., y
emotivamente le responde: “No me cuentes, yo no quiero saber, yo solamente sé que
ahora no tengo miedo de salir, ni sufro cuando mis hijos tardan en llegar a casa pensando
que murieron cerca de un coche bomba”. Lo interesante es que en más de una ocasión
esa señora le había dado su voto a la izquierda en elecciones pasadas, apunta Oliart.
Vladivideos: el poder de la imagen y la imagen del poder 309
privatización del poder”. Porque: “las instituciones políticas, aun las más de-
leznables ayudan a que quienes ejercen el poder se ordenen, su falta introduce
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de la década en el Perú. No es que antes no hubiera habido niveles graves de
corrupción. Pero en la última década pasamos de la corrupción institucio-
nalizada a la desinstitucionalizadora, hasta que la corrupción se convirtió
en institución. El resto de instituciones se fue convirtiendo en fachadas,
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se consolidaran como un país paralelo; el país real si aceptamos que salvo el
poder, en este caso económico, todo es ilusión. Según Lauer:
La corrupción del fujimorismo empieza a entrar en foco como una sola corrupción
[...] una estructura totalizadora de la acción individual y colectiva del gobierno.
ϐ
×
manipular la masa de dinero producida por una gigantesca presión tributaria.
×ȏǤǤǤȐ ϐ
ϐ
PBI, y a la real se le declaró secreto de Estado. Una suma de secretos —el PBI, las
privatizaciones, el gasto militar, entre otros— permitió establecer lo que en los
hechos fue un sistema de doble contabilidad. El rostro último del crimen descu-
bierto viene a ser el del establecimiento de una suerte de Presupuesto General
alternativo. Algo así como un país propio. (ï
3.3.01: 6)
Ǥ ȋ± Ȍ
24. Es el caso de Pablo Macera o Juan Ossio. Para una revisión de la fascinación con el
milenarismo en la explicación de SL, véase Degregori (1992).
Vladivideos: el poder de la imagen y la imagen del poder 313
ͳǤϐ
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un cuerpo cívico republicano y hace que en lugar de considerar que todos
tenemos iguales deberes y derechos, nos dividamos entre los que están por
encima y los que están por debajo de la ley. Hace poco, Jorge Paredes (2001a:
4-5) contó en
un episodio de la vida de Montesinos, que es un
excelente ejemplo de esta situación:
ʹͻǤ
ϐ
Ǥ±
Montesinos joven. En realidad, la mayoría de peruanos nos hemos visto en situaciones
parecidas, en uno y/u otro rol.
30. El caso de Luis Bedoya Reyes, fundador del Partido Popular Cristiano (PPC), respetable
À
ϐ
ǡ
resulta emblemático. Según él, su hijo, que apareció en un video recibiendo dinero de
Ó
ÀϐǡÀǡÀ
pecado. Según esta aproximación, delinquen los auquénidos, aunque sean de Harvard,
para usar palabras del padre de la candidata Flores, también del PPC; delinquen los
Vladivideos: el poder de la imagen y la imagen del poder 315
cholos, que están por debajo de la ley, o la ignoran, al menos en sus meandros más
complicados. Por tanto, necesitan padrinos. Son el último eslabón de la cadena arbo-
rescente de dominación/corrupción.
31. Divulgado subliminalmente por
y sus escalofriantes y sanguinarias
descripciones del reino animal.
316 Carlos Iván Degregori
Alrededor de toda manada hay animales de presa que se alimentan de los desca-
rriados, de los heridos, de los más débiles. Detrás van los carroñeros, las hienas o
los buitres, que engordan con los restos putrefactos que dejan los cazadores. En
ϐ
ǡ
de carroña se convierte en animal de presa con la colaboración voluntaria o in-
voluntaria de algunos animales de la propia manada que terminan también con-
±
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Ó
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×ǤǤǤ
para convertirse en un animal de presa, en un cazador, en un líder, como si la hiena
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×
Ǥ32
[...] los reyes no mantenían una única capital, sino que trasladaban nerviosamente
la corte entre las llamadas ciudades imperiales —Fez, Marrakech, Meknes y Rabat
[...]. El movimiento fue la forma, y no la excepción; y aunque un rey no podía,
como Dios, estar en todas partes, al menos podía dar la impresión de que sí lo
estaba [...] “Desplázate y confundirás a tus adversarios”, anunciaba un proverbio
marroquí, “siéntate, y serán ellos los que te confundan”. La movilidad del rey era
así un elemento central de su poder... (Geertz 1994: 161-162)
[…] las vendettas se resolvían con la mediación del jefe piel de leopardo,
, cuyos poderes eran fundamentalmente rituales y que, al no pertenecer a
los linajes predominantes, era el más adecuado para hacer de mediador entre
ellos. Su mediación surtía efecto exclusivamente porque ambas partes reconocían
ciertos vínculos de comunidad y porque deseaban evitar mayores hostilidades,
al menos de momento. Solo en el caso de que ambas partes desearan zanjar la
cuestión el jefe podía intervenir con éxito.
1. Sobre “
”, que hemos traducido como “vigilancia” y sobre sus diferentes
estrategias, véase Peruzzotti y Smulovitz (2002).
Apostillas 319
Un país escindido
ʹǤ
×
ͳͻͺͻ ϐÀ
imaginar aún hoy en ese país.
͵Ǥ × ϐ
×
fujimorismo, véase el artículo “Fiestas Patrias”, en la sección III.
4. Sobre política y medios de comunicación durante el fujimorismo, los Ǧ y la
ϐǡ±
×II, especialmente el capítulo 6.
320 Carlos Iván Degregori
6. Sobre la vinculación de los presidentes con la historia, véase especialmente el capítulo 10.
ēĊĝĔͳ
ͷǤ À ǣ
—
ȋͷͿͿ;ȌǤ Cierre del programa “En Persona” conducido por César Hilde-
brandt en
.
— ȋͷͿͿͿȌǤ Renuncia Nicolás Lúcar, director del programa “La Revista
Dominical”, de ±
, una semana después de propalarse una entrevista sin
su consentimiento al presidente Fujimori y a Vladimiro Montesinos. El programa
sale del aire.
— ͷǤ Muere minutos antes de nacer un programa periodístico de
,
con periodistas renunciantes del clausurado “La Revista Dominical”. En el primer
programa se iba a propalar un informe sobre los vínculos del SIN con Héctor Faisal,
director de APRODEV, además de otro informe sobre los Ǧ, sobre todo
“Laura en América”, probando que los casos eran fabricados a cambio de dinero.
— ͽǤ Eduardo Guzmán, director periodístico de “Panorama” (
Ǧ
), renunció por la censura a un reportaje sobre los vaivenes políticos de
Laura Bozzo. Luego de negociaciones con los directivos del canal, reconsideró
su renuncia. Sin embargo, “Panorama” se convierte fundamentalmente en un
magazine.
— ͷͼ
Ǥ Jaime de Althaus, director de prensa, y otros dos periodistas
renuncian por incompatibilidad con la línea periodística asumida por Ǧ
ȋȌ, tras la venta de la mayoría de sus acciones a un personaje
ligado al gobierno.
Ǥ Ǧǣ
Ǥ ×ǣ
— ͺǤ El juez del 20.º Juzgado Penal de Lima, Arturo Vílchez, anula la re-
solución emitida por la magistrada Minaya contra Héctor Faisal.
— ;Ǥ La Relatoría para la libertad de prensa de la OEA presenta su informe
anual en la XXIX Asamblea General de la OEA. Panamá, Perú y Cuba son los países
con más restricciones a la libertad de expresión en América Latina.
— ͽǤ El Consejo Supremo de Justicia Militar (CSJM) denuncia ante el
Jurado Nacional de Elecciones a periodistas de la Asociación Prensa Libre por
ϐ
telefónico al Servicio de Inteligencia del Ejército. La denuncia fue derivada al
Ministerio Público.
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ͺǣ
— “Toledo: ‘Si no hay muertos la marcha será un fracaso’” ȋȌǤ
— “Toledo quiere regar sangre de jóvenes por Lima”ȋȌǤ
— “Crece temor del pueblo por Marcha violenta de Toledo. ‘Cholo de Harvard’ con-
voca a todos a romper la paz y la tranquilidad” ȋÓȌǤ
ͻǣ
— “Toledo: ‘Si no hay muertos fracasamos’. Marcha de ‘Los 4 gatos’ quiere regar
sangre en todo el país. Comunistas y apristas insisten en realizar violenta movi-
lización” ȋȌǤ
— “Toledo recluta terrucos para su marcha” ȋȌ.
±
ͼǣ
Ȅ DzǩϐǨdzȋȌ.
— “Ultras dirigen marcha violenta de Toledo. Cholo agitador tendrá apoyo de terro-
ristas, búfalos y delincuentes para destruir la paz en el país. ¡Sangre y horror!”
ȋÓȌǤ
— “Marcha de Toledo será con armas y dinamita” ȋȌ.
— “Toledo prepara saqueo en Lima. Se juntan terrucos, malandros y búfalos. Marcha
de los 4 Suyos solo traerá violencia y destrucción” ȋȌ.
ͽǣ
— “Toledo deprimido: ‘No logro muerto’” ȋȌǤ
— “Toledo pide más armas para sus agitadores. Revoltosos tienen palos, piedras y
ϐÀdzȋÓȌǤ
;ǣ
— “Toledo deprimido: ‘La marcha fue torreja’’” ȋȌǤ
328 Carlos Iván Degregori
Ϳǣ
— “¡Lo dijimos! Toledo quería sangre, violencia y muerte. 6 muertos en marcha
asesina. Fuji dará chamba, combo y jatos” ȋȌǤ
— “Toledo como Nerón ¡Quiso incendiar centro de Lima! Y mató 6 trabajadores. Sal-
vajes dirigidos por el ‘Cholo’ prendieron fuego en entidades del Estado. Vigilantes
del Banco de la Nación murieron carbonizados por culpa de vándalos asesinos.
Más de 100 heridos y miles de destrozos en casas, carros y tiendas comerciales”
ȋÓȌǤ
— “MARCHA DE LA MUERTE. Toledo lanzó las masas a la violencia. Seis muertos, cien-
tos de heridos y varios desaparecidos. Toledistas atacaron ͺ. Quemaron el
Banco de la Nación, el JNE y el Poder Judicial” ȋȌǤ
— “Loco Toledo incendia Banco de la Nación y mueren 6. Marcha sangrienta de
cholo revoltoso destruyó medio limonta” ȋȌǤ
— “‘Comando Karp de Toledo’ incendió Banco de la Nación y mató 6. Matones a
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×Ǥ ͵ͲͲ
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Palacio de Justicia, ex Ministerio de Educación y la Sunat” ȋȌǤ
— “Fujimori dará más trabajo y desarrollo. Democráticamente juramentó para
nuevo mandato. Construirá 3 mil colegios y entregará cada año seis millones de
textos escolares. Lotes de Profam siguen adelante y reactivará la industria.”
Ͷǣ
— “Toledo tiene seis muertos en su haber” ȋȌǤ
— “Populórum lo acusa: ¡Toledo culpable! Marcha sangrienta y salvajes ataques
fueron dignos de terrucos” ȋȌǤ
— “El pueblo pide a gritos ¡Juicio a Toledo! Viuda de víctima anuncia que lo deman-
dará penalmente” ȋ±ȌǤ
— “Sangre derramada es por ambición de Toledo. ¡Quiso desatar baño de violencia...
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Ǥ
denunciarán penalmente a líder de Perú Posible. Fujimori denuncia: tenían
ǤϐǤ
Agitadores profesionales fueron convocados por organizadores de la marcha”
ȋȌǤ
— “¡Falso Toledo! ‘Muertos del Banco fue por error!’ En el colmo del cinismo cholo
conchán se lavó las manos y dijo que no tiene nada que ver con tragedia en Banco
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dzȋÓȌǤ
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AÑO 1996
— ͷͼ [Denuncia]: Demetrio Chávez Peñaherrera “Vaticano” acusa a Mon-
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Ǥ
— [Defensa]: La Fiscal de la Nación, Blanca Nélida Colán, adelanta opinión
ϐ
por encima de toda sospecha como Montesinos. Voceros gobiernistas le hacen
Ǥ
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ϐ
Chávez... no tienen ningún fundamento y forman parte de una confabulación y
campaña antipatriótica”.
— Ȁ[Denuncia]: A raíz de las declaraciones de “Vaticano”
Ǧ
y otros medios investigan los ingresos del supuesto asesor ad-honórem.
— ͷͺ ȏȐǣ
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×ϐ
“Vaticano”.
— ͼ [Defensa]: Para responder a un pliego interpelatorio de 17
preguntas elaboradas por la oposición, el presidente del Consejo de Ministros,
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Briones, acudieron al Congreso de la República, donde se extendieron en re-
saltar la labor del asesor del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro
Montesinos. (Entre las denuncias que se le hicieron a Montesinos están las de su
1. Los datos han sido extraídos fundamentalmente de ï
ǡ ǡ
(DESCO) y .
330 Carlos Iván Degregori
×
ϐ
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estudiantes y un docente de la Universidad La Cantuta y la masacre en Barrios
ȌǤ À
ϐ
×
contra el asesor.
—
[Aparición]: Zar Barry McCaffrey visita el Perú. Montesinos elige
ese momento para aparecer por primera vez en público en una reunión en Palacio
de Gobierno, a la que asisten el presidente Fujimori, el general Hermoza Ríos y
el jefe del SIN, general Salazar Monroe. (Es la primera participación del asesor,
en una reunión de este tipo, que es divulgada a la prensa.)
— ͷ;
[Descuido]: Un comando del MRTA toma por asalto la residencia
del embajador de Japón en el Perú.
AÑO 1997
— Ͷ [Denuncia]: Fue hallado el sábado 30, a la altura del kilómetro 25
de la carretera a Canta, el cuerpo descuartizado de la agente del SIE, Mariella
Barreto Riofano.
— ͼ [Denuncia]: La agente del SIE, Leonor La Rosa, quien fue brutalmente
torturada, denuncia en el semanario televisivo “Contrapunto”, su tortura por
parte de otros agentes de inteligencia y el asesinato de Mariella Barreto.
— ͷͶ [Defensa]: Congresista Martha Chávez sugiere que Leonor la Rosa
podría haberse “autotorturado”.
— [Aparición]: Montesinos aparece por segunda vez en público. Esta
vez lo hace en papel protagónico junto a Alberto Fujimori, dando un paseíllo por
entre los cadáveres de emerretistas desparramados en la retomada residencia
del embajador de Japón. Darth Vader y el Emperador.
— ͽȀͷȏȐǣϐ
denuncias sobre su implicancia directa en el chuponeo telefónico y los casos de
secuestros, torturas y asesinatos achacados al grupo Colina.
— [Defensa]: Luego de que el programa “Contrapunto” revelara los tribu-
tos de Montesinos (con ingresos que ascendían a un millón seiscientos mil soles
en 1996), el Fiscal de la Nación respondió “no ha lugar”.
— ͷͻ [Contraataque]: Baruch Ivcher es despojado de
Ǥ
— ͺ [Elogio]: En el discurso por el día de las FF. AA., el Cdte. del
Comando Conjunto, general Hermoza Ríos elogia a Montesinos.
— Ϳ
[Elogio]: En el día de la Marina de Guerra del Perú, celebrando la
inmolación del almirante Miguel Grau, el Cdte. Gral. de la Marina, Antonio Ibár-
cena Amico, elogia a Montesinos.
— ͷͷ [Defensa]: Congresista Martha Chávez, presidenta de la Comisión de
Defensa, Orden Interno e Inteligencia del Congreso, asume la defensa de Montesinos
al evitar que asista al Parlamento (arguye “que puede peligrar su vida”, si se expone)
para responder sobre el espionaje telefónico y sobre el caso de Leonor La Rosa.
Anexo 3 331
AÑO 1998
— [Signos ominosos]: Se inicia la proliferación
× de los denomi-
nados “diarios chicha”.
— [Signos ominosos]: Francisco Crousillat de ±
“jala” a Laura
Bozzo, que conducía un programa en
. Se inicia “Laura en América”Ǥ
— ͷ [Aparición]: Nueva visita de Barry McCaffrey al Perú. Montesinos
participó en reunión conjunta.
— ͺ [Elogio]: En relación con el exitoso operativo Chavín de Huántar contra
el MRTA, el presidente Fujimori declara: “El general Hermoza tuvo una participa-
×ϐ
×ÀǤ
×
un rol fundamental en el diseño de la estrategia...”.
— ͷͺ [Denuncia]: McCaffrey declara desde Washington que Montesinos
ϐ
ǡDz
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ϐ
×DzÀdz×ʹͳ
donde estuvo presente el asesor Montesinos, a quien acusó de haber editado dos
momentos de la referida reunión para hacer parecer que era él quien presidía el
encuentro.
— ͷͼ [Defensa fulminante]: Al día siguiente Martha Chávez responde a
ϐ
DzdzǤ
— ͷͻ [Aparición]: Primera declaración de Montesinos a los periodistas
ϐ
DININCRI. Como si fuera titular del Ministerio del Interior,
anuncia la dotación de mejores medios logísticos a la policía.
— ͷͿ[Signos ominosos / denuncia]: En el programa “Enlace Global”
que dirige César Hildebrandt se propala una conversación entre Montesinos y
el vicepresidente del directorio de ±
×, José Francisco Crousillat
sobre un reportaje que apareció en el noticiero de ±
×, donde el
Doctor le dicta contenidos al directivo del canal.
—
[Signos ominosos / contraataque]: Sale del aire el último programa
político de la televisión abierta: “En Persona”, dirigido por César HildebrandtǤ
AÑO 1999
— [Signos ominosos]:
“jala” a Magaly Medina que conducía
un programa en . Se inicia el programa “Magaly TV”Ǥ
— ͻ [Aparición]: Fujimori y Montesinos aparecen entrevistados en un
programa especial emitido por ±
×. Visten como gemelos.
— Ϳ [Signos ominosos]: Dispuesta a “todo por el rating” Magaly Medina
muestra unos senos de látex simulando los suyos, en
.
— ͽ [Signos ominosos]: Dispuestos a “todo por dinero”, participantes
de “Laura en América” comen gusanos, lamen axilas sudadas y extremidades.
— ͷͻ
[Denuncia]:
× descubre declaración jurada de Monte-
ǡϐǤ
332 Carlos Iván Degregori
AÑO 2000
— ͺ [Defensa]: El Fiscal de la Nación, Miguel Aljovín Swayne, en su última
disposición antes de dejar el cargo, decide archivar la investigación sobre los
ingresos de Montesinos.
— [Signos ominosos]: Laura Bozzo comienza a coquetear con Montesinos.
ϐ
ǡǤ
se rumorea un romance entre Doctora y Doctor.
— ; [Reconocimiento]: En la ceremonia inconstitucional de reconocimien-
to como comandante en jefe, que le hicieron las FF. AA. y FF. PP. a Fujimori en el
Pentagonito, Vladimiro Montesinos está presente junto a la plana mayor de la
prensa gobiernista: Eduardo Calmell del Solar, director de , Jorge Morelli
y Patricio Ricketts Rey de Castro de , Guillermo Thorndike de
Ǧ
; José Enrique y José Francisco Crousillat directivos de ±
; Enrique
Escardó e hijo, director y subdirector de
y Ernesto Schütz, presidente de
.
— ; [Reconocimiento]: En su mensaje a la nación, Alberto Fujimori recono-
ce de facto al SIN como quinta arma: “[...] las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional
y el Servicio de Inteligencia [deben] adecuar su estructura y funcionamiento a
los nuevos tiempos de paz y estabilidad que caracterizan ahora a nuestra Repú-
blica, sin dejar de lado las luchas contra las nuevas amenazas provenientes de
la delincuencia internacional”.
— Ϳ [Apoteosis]: En el almuerzo que ofrecen las FF. AA. en honor al Presi-
ϐǡǤ
ǤFF. AA. incluye en sus saludos
protocolares al primer mandatario, los comandantes de las FF. AA. y al asesor del
SIN. A los únicos que menciona por su nombre son Fujimori y Montesinos. Luego,
en varios pasajes de su discurso el ingeniero Fujimori vuelve a incluir al SIN como
quinta arma de facto: “[...] las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el Servicio
de Inteligencia Nacional, además de cumplir con las funciones que les ordena
la Constitución, son ahora, tras la consolidación de nuestras fronteras, fuerzas
de paz y de desarrollo. No podemos desperdiciar su capacidad, su logística, su
experiencia”.
— ͷȏǬ
ϐǫȐǣ
ÓÀ ǡ
anuncia que el SINϐ
FARC colom-
bianas. En los días siguientes, la denuncia regresa como un búmeran cuando
los gobiernos de Colombia, Jordania, España y EE. UU. ponen en duda la versión
Ǥǡ±ϐ
FF. AA. parecerían estar
involucrados en el escándalo.
334 Carlos Iván Degregori
ϐ
À
Àǡ
causa del escándalo del video.
ǣ
— El Primer Ministro gestiona asilo político en Panamá para Montesinos. Esa noche,
ÀǤ
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±
À
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ͺǣ
— Renuncia Presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Alipio Montes de Oca.
Congreso sanciona a Alberto Kouri con 120 días de suspensión sin goce de haber.
ͷ
ǣ
— Congreso rechaza la moción de censura de la Mesa Directiva.
ǣ
Ȅ
ϐ×
×
peruano después de hacer una escala técnica en Ecuador. La avioneta decoló en el
aeropuerto internacional de Pisco, después de que se le negara el aterrizaje en el
aeropuerto Jorge Chávez. Francisco Tudela renuncia a la primera vicepresidencia
de la República y a la bancada de Perú 2000.
ͺ
ǣ
Ȅ
±
ϐ
él evitó el fusilamiento del líder senderista Abimael Guzmán ordenado por Fujimori.
ͻ
ǣ
— Fujimori sigue la supuesta búsqueda de su ex asesor y luego se reúne con César
Gaviria (OEA)ϐ
Ǥ
ͽ
ǣ
— Mesa de Diálogo acuerda devolver nacionalidad peruana a Baruch Ivcher y la
administración de ͷ a Genaro Delgado Parker. Además, acuerda restituir
las facilidades al Consejo Nacional de la Magistratura.
;
ǣ
— Fujimori se reúne con comandantes generales de las FF. AA. y acepta sus renuncias
obligadas, además del cambio del jefe de la Segunda Región Militar, Luis Cubas
Portal (cuñado de Montesinos).
ēĊĝĔͶ
;ǣ
— Día principal de la Marcha de los 4 Suyos. Incendio provocado por el SIN en las
instalaciones del Banco de la Nación causa la muerte de seis vigilantes.
ͷǣ
— En el Salón Grau de Palacio de Gobierno el presidente Fujimori, junto con el
ministro de Defensa, Interior, el Jefe del SIN y el asesor Montesinos, realiza una
ϐ
armas a las guerrillas colombianas de las FARC.
— Se instala la Mesa de Diálogo de la OEA presidida por el primer ministro Alberto
Bustamante.
ͷͺǣ
— Los congresistas del FIM Fernando Olivera y Luis Iberico presentan ante la opinión
pública un video donde aparecen el ex asesor Vladimiro Montesinos entregando
quince mil dólares al congresista electo Alberto Kouri, a cambio de su pase a las
ϐïʹͲͲͲǤ
ͷͼǣ
— En sorpresivo mensaje a la Nación, el presidente Alberto Fujimori convoca a
nuevas elecciones. Habla también de la desactivación inmediata del SIN.
ͷͽǣ
— Montesinos desaparece del mapa. El jefe del gabinete anuncia el inicio de la
desactivación del SIN.
Ͷǣ
Ȅ
×ϐ
À
-
activación del SIN y el adelanto de las elecciones. Empieza el desmoronamiento
Anexo 4 335
Ϳ
ǣ
— Vladimiro Montesinos fuga secretamente desde el Yacht Club de la Punta hacia
Costa Rica y Panamá a bordo del velero “Karisma”.
Ͷ
ǣ
— Mesa de Diálogo aprueba cese de comisiones ejecutivas del Poder Judicial y
Ministerio Público.
ǣ
— El ministro de Justicia Alberto Bustamante revela la existencia de tres cuentas
bancarias por 48 millones de dólares, en bancos de Suiza, pertenecientes a Vla-
dimiro Montesinos.
ͼǣ
— Nelly Calderón Vargas juramenta como nueva Fiscal de la Nación.
ͽǣ
— El juez provisional Jorge Vargas Infante ordena la captura nacional e internacio-
×
ǡϐ
ϐ
ǡ
×ǡǤ
ͷǣ
— Presentan video donde se aprecia al ex asesor presidencial acompañado de los
comandantes generales de las FF. AA. y ministros en una cena después de la se-
gunda vuelta electoral, en las instalaciones del SIN.
— El presidente Fujimori parte al país asiático de Brunei a las 11:30 a.m. a participar
×
×
Àϐ
(APEC).
ͷͼǣ
— Valentín Paniagua Corazao juramenta como nuevo Presidente del Congreso. En sesión
histórica el Congreso aprueba restituir en sus funciones a los tres magistrados del
Tribunal Constitucional, quienes fueron destituidos el pasado 28 de mayo de 1997.
336 Carlos Iván Degregori
ͷͽǣ
— El presidente Fujimori viaja de Brunei a Japón.
Ͷǣ
— Por intermedio del vicepresidente Márquez, Alberto Fujimori anuncia que pre-
sentaría su carta de renuncia, lo cual formaliza el lunes 20 de noviembre a través
de un fax de la agencia France Press de Lima.
ͷǣ
— El presidente Fujimori es destituido del cargo por el Congreso de la República
por incapacidad moral, no aceptando su renuncia.
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A diferencia de otros trabajos suyos, en
este segundo volumen de sus Obras
Escogidas, el autor nos lleva de la mano
durante uno de los periodos más oscuros
de la historia del Perú. A contrapelo de la
falta de transparencia que caracterizó la
acción política, económica y social de la
década de 1990, en este libro Carlos Iván
Degregori da luces sobre la manera cómo
sectores sociales importantes —y por
varios momentos también mayoritarios—
acompañaron con la aprobación, el
silencio o la inacción, un régimen que
negó una parte importante de la esencia
de la política, es decir, el logro de
acuerdos, para privilegiar las otras partes
asociadas al ejercicio déspota del poder.