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Imperio pagano y

cristianismo
Las persecuciones
Primer periodo: procesos individuales
Nerón (64)
“A pesar de todos los esfuerzos humanos, de la liberalidad del
emperador y de los sacrificios ofrecidos a los dioses, nada
bastaba para apartar las sospechas ni para destruir la
creencia de que el fuego había sido ordenado. Por lo tanto,
para destruir ese rumor, Nerón hizo aparecer como culpables
a los cristianos, una gente a quienes todos odian por sus
abominaciones, y los castigó con muy refinada crueldad. (…)
Por lo tanto, primero fueron arrestados los que confesaron
[ser cristianos], y sobre la base de las pruebas que ellos
dieron fue condenada una gran multitud, aunque no se les
condenó tanto por el incendio como por su odio a la raza
humana.”
Tácito, Anales, I S. 44
Rescripto de Trajano
De Trajano a Plinio el Joven.
“Querido Plinio, tú has actuado muy bien en los procesos
contra los cristianos. A este respecto no será posible
establecer normas fijas. Ellos no deberán ser perseguidos,
pero deberán ser castigados en caso de ser denunciados. En
cualquier caso, si el acusado declara que deja de ser cristiano
y lo prueba por la vía de los hechos, esto es, consiente en
adorar nuestros dioses, en ese caso debe ser perdonado. Por
lo que respecta a las denuncias anónimas, estas no deben ser
aceptadas por ningún motivo ya que ellas constituyen un
detestable ejemplo: son cosas que no corresponden a nuestro
siglo.”
Persecuciones del siglo II
• Principalmente por agitación popular.
• Animadversión motivada por:
• Montanismo
• Calamidades del Imperio
• Literatura contra cristianos
Segundo período: procesos en masa
• Siglo III: Emperadores desencadenan las persecuciones.
• Septimio Severo:
• Bautismo: acto delictivo
• Persecución a catecúmenos y neófitos.
Decio (249-251)
• Deseo de resguardar la tradición y renovar la disciplina militar.
• Combate directamente el cristianismo.

“Se requiere a todos los habitantes del imperio para que hagan
sacrificios ante los magistrados de su comunidad «por la seguridad
del imperio» (…) Cuando hagan el sacrificio podrán obtener un
certificado (libellus) documentando el hecho de que han cumplido
la orden.”
Edicto de Decio

Valeriano (257-260)
• Persigue a la Iglesia como institución.

Galieno
• Edicto de Tolerancia (260)
Martirio de Santa Perpetua y Santa Felicidad
Menologium de Basilio II
Diocleciano

Galerio
Edicto de
Tolerancia (311)
Fin de las persecuciones
Constantino:
• Edicto de Milán (313)
Confirma y amplía el edicto de Galerio.
Libertad religiosa para toda el Imperio.
Restitución de lugares de culto y bienes inmuebles.
Único emperador (325)
Cristianismo, religión
oficial del Imperio
• Teodosio: Edicto de Tesalónica (380)

“Es nuestra voluntad que todos los pueblos regidos por


la administración de nuestra clemencia practiquen esa
religión que el divino apóstol Pedro transmitió a los
romanos, en la medida en que la religión que introdujo
se ha abierto camino hasta este día. (…)
Ordenamos que aquellas personas que siguen esta
norma tomen el nombre de cristianos católicos. Sin
embargo, el resto, que consideramos dementes e
insensatos, asumirán la infamia de los dogmas
heréticos, sus lugares de reunión no obtendrán el
nombre de iglesias y serán castigados primeramente por
la divina venganza, y, después, también /por justo
castigo/ de nuestra propia iniciativa, que tomaremos en
consonancia con el juicio divino. (…)”
Influencia de las
persecuciones en la vida
de la Iglesia
• Impidió una difusión más
rápida.
• Aprende a hacerse
independiente del poder del
Estado.
• Ejemplo de heroísmo: nace el
tipo de santo cristiano.
El cristianismo en el Imperio
“Aunque la Iglesia condenó la crueldad y la opresión del débil, tan
generales durante el último Imperio, se mostró enteramente favorable
a los principios de autoridad y jerarquía en los que se basaba el orden
imperial. El ideal del estado mundial, que debería asegurar una paz
universal y el dominio de la ley, estaba en completa armonía con los
principios cristianos; en verdad, la unidad política del imperio mundial
parecía ser la consecuencia natural de la unidad espiritual de la Iglesia
católica.”
Christopher Dawson

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