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Tipologia de Las Formas Musicales y Form
Tipologia de Las Formas Musicales y Form
Y FORMAS CONVENCIONALES
1. FORMAS REPETITIVAS
1.1. Formas repetitivas puras
1.2. Formas repetitivas variadas
1.2.1 Variaciones
1.2.2. Forma bipartita repetitiva o bipartita de la suíte
2. FORMAS REEXPOSITIVAS
2.1. La fuga
2.2. El concierto
2.3. Forma bipartita reexpositiva o sonata monotemática bipartita
2.4. Forma sonata clásica
2.5. Forma tripartita reexpositiva o “forma lied”
3. FORMAS PROGRESIVAS
3.1. Formas vocales progresivas de la música antigua
3.1.1. Formas progresivas medievales
3.1.2. La forma polifónico-seccional del Renacimiento
(forma del motete renacentista)
3.2. Formas “libres” instrumentales en el Renacimiento y el Barroco
3.3. Formas progresivas a partir del Clasicismo
3.3.1. El drama wagneriano
4. LA MÚSICA PROGRAMÁTICA
Se han propuesto a veces unos pocos tipos básicos, muy generales, con la pretensión
de ser válidos para cualquier cultura musical (no necesariamente occidental):
Hemos de advertir que, al ser tan genéricos, no siempre son aplicables a la música de
Occidente de manera absoluta, sino que a veces se entremezclan o combinan en nuestras
formas.
1. FORMAS REPETITIVAS
1.2.1 Variaciones
Se repite continuamente un mismo material (un periodo, frase o tema), pero sometido
a continuas modificaciones. El esquema de la forma resultante es A-A’-A’’-A’’’… Se suele
distinguir entre variaciones continuas y tema con variaciones, cuyas diferencias corresponden,
en parte, con la evolución histórica de esta forma:
- Variaciones continuas: la versión más antigua de esta categoría formal, que data del s.
XVI. Se diferencia de lo que actualmente entendemos por variaciones (o “tema con
variaciones”) fundamentalmente en que no existe exposición inicial de un tema, ni las
sucesivas variaciones aparecen separadas en secciones o movimientos, pero sí se aprecia
la relación de semejanza entre los sucesivos periodos o frases. Históricamente ha
caracterizado muchos géneros: las “diferencias” del Renacimiento español o, en su
versión sobre bajo ostinato, las pasacaglias y chaconas barrocas, para alumbrar, al final de
este periodo, el moderno tema con variaciones (Bach: Variaciones Goldberg), que se
asentaría definitivamente en el Clasicismo.
2. FORMAS REEXPOSITIVAS
Aparecen en la Edad Media con los estribillos de las formas fijas, aporte decisivo de la
música profana a la evolución de la forma, pues con los estribillos aparece la referencialidad
(reconocimiento de un material ya oído, que implica sensación de vuelta). Tienen un papel
angular en la constitución de las formes fixes francesas, que, con algunas variantes, se
extenderán por otros países, y en mayor o menor medida evolucionarán hasta el final del
Renacimiento, dando lugar a nuevas formas como el villancico. De las originales francesas las
tres más usadas fueron1:
1
Las letras minúsculas representan la repetición de la música, y las mayúsculas la de música y texto.
2.2. El concierto
En su versión original (barroca) suele seguir el esquema de una forma rondó moderna
(A-B-A-C-A-x…-A), donde A serán los tutti (ritornelli) y el resto de secciones los sucesivos
solos. Como forma compuesta, adopta la secuencia tonal y de tempi de la obertura italiana
(rápido - lento en otro tono - rápido). A partir del Clasicismo adopta la forma sonata.
Deudora de la forma bipartita de la suite, consiste de igual modo en dos partes que se
repiten, pero mostrando importantes novedades con respecto a su antecesora: la segunda parte
comienza con una sección contrastante, basada en una profunda reelaboración
(fragmentación, modificaciones, secuencias…) a partir de material motívico de la primera, y
eventualmente en la aparición de nuevos motivos, que se complementa con una armonía
inestable que, partiendo aún de la dominante, transita rápidamente por distintas regiones antes
de volver a la tónica. En cierto momento (que en este estadio previo a la sonata clásica aún no
tiene por qué coincidir con la “vuelta tonal”) se produce una “vuelta motívica”, un momento a
2
Rosen, Charles (2004 – 1980): Formas de sonata. Madrid: Idea Books.
Llamada así por ser la típica forma de canción desde el XVIII al XX, teniendo como
precursora a la forma del aria da capo (A - B - A da capo) de la ópera del Barroco medio y
tardío. El esquema es un sencillo A-B-A, con dos temas bien definidos y contrastados
caracterizando cada sección. En el romanticismo se extiende con frecuencia a las formas
simples (en un solo movimiento) de instrumento solista (piano sobre todo).
A una escala mayor que la de las formas individuales o “simples” (aunque sin poder
hablar tampoco de formas compuestas, propiamente dichas), encontramos desde el siglo XIX
algunas canciones (sean o no tripartitas) agrupadas en ciclos en torno al elemento textual (una
misma temática, un ciclo de poemas) de naturaleza más bien progresiva pero con
excepciones: ciclos donde el último número acaba reexponiendo el material del primero,
como en Frauenliebe und Leben (Amor y vida de mujer) de Schumann. El precedente se ha
visto a veces en la “comedia de madrigal” de principios del XVII, ciclos de madrigales con un
tema (textual) común.
3. FORMAS PROGRESIVAS
Las formas basadas en el continuo fluir de ideas nuevas han sido propias sobre todo de
la Edad Media y el Renacimiento, en los que a menudo monopolizaron la “gran música”
(música religiosa, polifonía vocal), mientras que la música profana optaba cada vez más por
fórmulas de repetición (variada o no) y contraste, algunas de las cuales ya hemos visto. Desde
el Barroco, serían estas últimas las que asumieran un protagonismo casi absoluto, pero en
ningún momento se puede hablar de una desaparición total de las formas progresivas, que, al
contrario, llegaran incluso a cobrar un nuevo impulso en los siglos XIX y XX.
En esta categoría surgen géneros como la fantasía, tocata, preludio… Sin un plan
formal preestablecido, y muy vinculadas a la improvisación, discurren en libre alternancia de
secciones de exploración de las posibilidades técnicas del instrumento (escalas, arpegios,
etc.), secciones de tratamiento contrapuntístico sobre algún motivo y pasajes de homofonía.
Por otra parte, algunas danzas pueden presentar una forma binaria de contraste (A-B) Es la
música instrumental (además de cierta polifonía vocal sacra, arcaizante, que seguirá modelos
palestrinianos) la que ofrecerá cierto refugio a las formas progresivas durante el Barroco,
igualmente en los preludios, invenciones, tocatas, fantasías… Aunque muchos de estos se irán
volviendo cada vez más reexpositivos (vuelta del material inicial antes de la conclusión).
Además de que algunas arias puedan acogerse a una forma binaria de contraste (A-B),
con cambio de tempo y de ritmo (binario-ternario o viceversa), el nuevo impulso de las
formas progresivas llegará en el Romanticismo con el drama musical wagneriano.
5.1. La misa
5.2. La ópera
Como gran forma, el elemento unificador es el argumento textual, pues el tratamiento
musical de cada número será esencialmente independiente hasta la irrupción del drama
wagneriano. Lo más característico de la forma operística antes del Romanticismo es su
división en recitativos y “arias” en sentido amplio (incluyendo en esta categoría no solo arias,
propiamente dichas, sino también dúos, pequeños conjuntos y números corales) además de
eventuales ballets (no olvidemos que la ópera se mantuvo durante más de dos siglos como el
“espectáculo total” por antonomasia), interludios instrumentales, además de un número
inicial instrumental de obertura, que desde Gluck (mediados del XVIII) adelanta los temas
principales del conjunto de la acción. Gluck suprimió por primera vez los recitativos. La única
dimensión formal intermedia entre los números aislados y la gran forma es la agrupación en
actos, al final de los cuales suele haber un gran número conclusivo de carácter apoteósico.
La ópera romántica convierte en norma la supresión de los recitativos que había
adelantado Gluck, para fundirlos con las arias en una textura continuada de canto sostenido
por la orquesta y partes instrumentales, pero pudiendo aún distinguirse perfectamente los
números o arias de los momentos de transición. Como dijimos, hasta Wagner no se
materializará la disolución de las arias o números más o menos cerrados en un continuo fluir
melódico y argumental, que tendrá su continuación en algunas óperas posrománticas de corte
pre-expresionista (Salomé de R.Strauss) y propiamente expresionistas (Wozzeck de A.Berg).