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Continentes, países y economías (2)

África

El desarrollo de África está marcado tanto por el proceso de colonización europeo como por el de descolonización. El
primero generó crisis demográficas, especialmente por la trata europea de esclavos entre el siglo XVI y XIX, y consolidó
estructuras económicas dependientes de las potencias europeas. El proceso de descolonización, si bien derivó en la
formación de Estados independientes, profundizó en muchos lugares los enfrentamientos étnicos y no desarticuló la
dependencia económica africana de países más desarrollados. 
En África pueden distinguirse los siguientes agrupamientos de países: 
► En el norte se encuentra el África septentrional. Comprende los países con costa en el mar Mediterráneo y los que
forman parte del gran desierto del Sahara.  
La mayoría de la población es beréber (nativa) y árabe. • El Magreb, en el noroeste, está integrado por Marruecos, Argelia,
Túnez y Libia. Estos países generan la cuarta parte de la riqueza africana, basada en la explotación de petróleo y gas natural.
Una de las ventajas del Magreb es su ubicación a orillas del mar Mediterráneo, lo que permite exportar productos y
desarrollar un intenso comercio con Europa. 
• El Valle del Nilo, ubicado al nordeste, se extiende por Egipto y Sudán. Es una de las zonas de mayor concentración de
población en África. Allí se desarrollan la agricultura y la ganadería, principalmente de subsistencia, aplicando técnicas de
riego. 
• El Cuerno de África. Se encuentra al oriente del continente y la zona está formada por Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía.
Es una de las regiones más pobres del mundo. Allí se suman dependencia económica de las exportaciones y ayudas
internacionales, sequías e inundaciones y conflictos étnicos. 
El África septentrional también forma parte, junto con otros en Asia, del conjunto de países islámicos (es decir, donde
predomina la religión islámica o musulmana).
► El África subsahariana, también llamada África negra, abarca los países que se encuentran al sur del desierto del Sahara.
Desde el punto de vista físico, comprende un área central selvática y de sabanas, enmarcada al norte por el desierto del
Sahara y al sur por estepas y el desierto de Kalahari. La población se caracteriza por su gran diversidad étnica, incluso
dentro de un mismo país, lo que constituye una de las causas de los constantes conflictos armados en esta región. En
el África subsahariana se distinguen tres sectores geográficos: 
• El sur del Sahara, que está integrado por Mauritania, Mali, Níger, Chad y el Sahara occidental (en posesión de
Marruecos). Estos países son muy pobres y practican una agricultura de subsistencia. La mayor parte de la población vive
en aldeas. El principal problema de estos países (especialmente de Mali y Níger) es la presencia de áreas desérticas o
semidesérticas al norte de su territorio, las cuales los hacen inhabitables. • El África central, que está constituida por países
pequeños con abundantes recursos, como Senegal, Costa de Marfil o Ghana, que orientan sus exportaciones a Europa y la
India. También forman parte de la región algunos países con amplios territorios, como la República Democrática del Congo,
Angola y la República Centroafricana, los cuales -a pesar de poseer grandes reservas minerales- presentan un limitado
desarrollo debido a los constantes conflictos étnicos que tienen lugar en ellos. 
• En el extremo sur del continente se encuentra la República de Sudáfrica, un país con un mayor desarrollo económico
que los demás del continente. A pesar de haber una mayoría de población negra, el poder económico se encuentra en
manos de una minoría blanca. Este poder se sustentó en gran medida en el apartheid. un régimen político y proceso social
discriminatorio que identificó a Sudáfrica hasta 1994, y comenzó a cambiar cuando llegó al poder el líder negro Nelson
Mandela. 

Las economías africanas 


Las economías de los países africanos aportan, en conjunto, el 17% de la producción mundial. Entre sus productos se
destacan las materias primas para exportación provenientes de plantaciones tropicales y de actividades mineras y
petroleras. 
Mientras el África septentrional se especializa en la actividad petrolera y, en menor medida, en productos agrícolas
mediterráneos o producidos en oasis, en el África subsahariana predomina la agricultura; se distinguen dos tipos: 
► La agricultura comercial destinada especialmente a la exportación, está en manos de empresas (en general,
transnacionales) que producen café, cacao, té, maní, algodón, ananás, bananas, entre otros productos, en plantaciones de
grandes extensiones.
► La agricultura tradicional, de autoconsumo y de subsistencia (es la que ocupa la mayor superficie), es realizada por
familias que cultivan en pequeñas parcelas una variedad de productos (mandioca, ñame, mijo, maíz, entre otros). Este tipo
de agricultura ha ido retrocediendo debido a la falta de tierras aptas para cultivar o por sequías prolongadas. También, por
la necesidad de obtener ingresos, las familias han reemplazado los cultivos para autoconsumo por los de exportación
(venden lo cosechado a las grandes empresas). 
Gran parte de las familias africanas depende de las actividades agrícolas para subsistir. Sin embargo, se observa una
importante migración hacia las ciudades por hierro, diamantes, oro y uranio. La mayor parte de los recursos mineros es
manejada por compañías extranjeras transnacionales que no invierten los beneficios económicos que obtienen en los países
donde operan. La industria en África, en general, tiene un origen tardío respecto a otros continentes y su crecimiento es
lento. Se destacan las industrias vinculadas con la extracción de hidrocarburos y minerales, y en menor medida, la de
alimentos y textiles. Las fábricas se concentran en los puertos y en las ciudades de los países exportadores de petróleo y
minerales, como Nigeria, Libia y Argelia. 
Sudáfrica es el país con mayor desarrollo industrial, con rubros diversificados entre los que se destacan la siderúrgica y la
fabricación de automóviles. 

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