La salud y desarrollo de las mujeres es importante para el progreso de nuestro
país. La disminución de la mortalidad materna es un indicador de desarrollo social. La mortalidad materna puede prevenirse, abordándolo desde el enfoque de las 4 demoras*. La principal causa de muerte es la hemorragia, le siguen la infección, preeclampsia, eclampsia y los abortos. La mortalidad materna generalmente se acompaña de la muerte de la o el recién nacida(o). Al morir la madre se destruye el núcleo familiar, perdiéndose un eslabón importante en el desarrollo de las comunidades, lo cual tiene implicaciones sociales y económicas. Es importante la atención integral de las niñas, adolescentes, y futuras madres así como de las mujeres en condición de embarazo, parto y puerperio, para garantizar la salud de la mujer. Es necesario promover el control prenatal temprano, un parto limpio y seguro, así como cuidados del puerperio, para identificar tempranamente factores de riesgo, signos y síntomas de peligro y atender las complicaciones de manera oportuna, involucrando a la mujer, su familia y la comunidad para lograr condiciones de salud adecuadas para la madre y el neonato. Se debe considerar en la atención prenatal que “todo embarazo conlleva RIESGO” debiendo informar de signos y señales de peligro a la embarazada y su familia para contribuir a la toma de decisiones y su traslado oportuno. El propósito de esta normativa es orientar a los proveedores en intervenciones básicas en la atención de la mujer adolescente y adulta en condiciones de embarazo, parto y puerperio.