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CUIDADOS DE ENFERMERÍA
El F.R.A. se utiliza como terminología médica. Cuando nos referimos a pacientes agudos en
Enfermería, citamos tanto a pacientes con fracaso renal agudo como a enfermos crónicos con una
complicación sobreañadida.
El término de Fracaso Renal Agudo, aunque hay casos descritos desde mucho antes, aparece
por primera vez en 1942 en Inglaterra a raíz de los pacientes politraumatizados por los bombardeos
de la II Guerra Mundial (Eric Bywaters).
Se puede definir el F.R.A. como un síndrome clínico de gravedad evidente, causado por
múltiples etiologías y que se caracteriza por un rápido deterioro de la función renal cuyo resultado es
el acúmulo de productos nitrogenados (urea, creatinina, ácido úrico, etc.) y alteraciones importantes
del agua y los electrolitos en el organismo del paciente. La I.R.C. es un proceso lento generalmente
de años mientras que F.R.A. lo es de días o semanas a lo sumo. Otra característica diferencial con la
I.R.C. es que el F.R.A. es potencialmente recuperable en muchas ocasiones.
Para el funcionamiento renal son necesarias una perfusión sanguínea adecuada, la integridad
del parénquima renal y la permeabilidad de las vías excretoras. La alteración súbita de cualquiera de
estos elementos origina la causa del F.R.A. Así lo podemos dividir por su causa en Pre-renal, si lo
que falla es la perfusión renal; como parenquimatoso o intrínseco si la alteración radica en las
estructuras renales y obstructivo o post-renal si el flujo urinario está interrumpido.
Así podemos decir que la Necrosis Tubular Aguda ocupa el 45% del F.R.A.; el Prerenal el 21%;
la I.R.C. Agudizada el 13% y el Obstructivo el 10%.
El F.R.A. es más frecuente en los varones: el 66% y aunque no tiene edad es más frecuente en
personas mayores de 60 años. ( estudio epidemiológico de Madrid. F. Liaño y J. Pascual).
Hasta ahora hemos visto las causas que llevan al fracaso agudo, pero cuáles serían las
complicaciones más frecuentes en los pacientes crónicos.
ARRITMIA
Hay muchas causas que justifican la presencia de arritmias en pacientes en diálisis, tales
como:
• La hipertrofia del ventrículo izquierdo
• La cardiopatía isquémica
• Cambios de concentración de iones que afectan a la conducción cardíaca ( Ca, Mg, H+)
• Miocardiopatías
Entre las arritmias las más frecuentes son la fibrilación auricular y la extrasistolia auricular o
ventricular. Es poco habitual encontrar algún paciente de edad que no hayan tenido algún episodio
de arritmia cardíaca o incluso estén con alguna de las muchas drogas que se usan como tratamiento
de la arritmia cardíaca (amiodarona, verapamilo, digoxina, etc...), incluso se puede decir que una de
las causas de muerte repentina de pacientes en diálisis está motivada por la presencia de arritmias.
CARDIOPATÍA ISQUÉMICA
Esta es la causa de mayor mortalidad de pacientes en diálisis y trasplante renal, por eso la
valoración del paciente con posible cardiopatía isquémica o diagnosticarla es muy importante. El
riesgo de cardiopatía isquémica severa es alto cuando se trata de varones mayores de 50 años con
niveles elevados de colesterol e historia de ángor antes de iniciar tratamiento con diálisis.
MIOCARDIOPATÍA
La miocardiopatía es otra causa importante de morbimortalidad en diálisis. Se manifiesta como:
• HVI concéntrica por sobrecarga de presión
• Dilatación del V.I. por sobrecarga de volumen con función sistólica conservada
• Disfunción sistólica por disminución de la contractilidad cardíaca.
ATEROESCLEROSIS
El enfermo con IRC en diálisis reúne un elevado número de factores de riesgo y de hecho la
arteriosclerosis en esta población es significativamente superior que la de la población sana de igual
edad y sexo.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
En la IRC es muy frecuente encontrar HTA. La HTA es una de las causas más importantes de
morbi-mortalidad en pacientes con IRC en diálisis. Antes de iniciar el tratamiento con diálisis, un 80%
de pacientes con IRC necesita tratamiento con hipotensores, una vez iniciado el tratamiento con
diálisis, un grupo importante de estos pacientes (50%) controla la HTA sin necesidad de hipotensores
tras un control del peso ( ultrafiltración y dieta adecuada). Si con esto no se consigue controlar la
HTA, está indicado el uso de hipotensores, de éstos los habitualmente usados son los bloqueadores
de los canales del Calcio, los betabloqueantes y los inhibidores de la E.C. Siempre que se instala un
tratamiento con hipotensores en diálisis, hay que tener presente que muchos de ellos son eliminados
por la diálisis, lo que por consiguiente es causa de HTA post-diálisis
HIPERVOLEMIA
En el paciente que se dializa la modificación de su peso produce cambios en la volemia y ello
modifica o altera la función cardíaca (el final de todo no es sólo la hipertrofia y la disfunción, sino la
fibrosis ventricular, falla la elasticidad).
ANEMIA
La anemia produce aumento de gasto cardíaco.
LA FÍSTULA ARTERIOVENOSA
Produce una sobrecarga cardíaca, y si el shunt de la FVA es muy importante puede ser causa
de I.Cardíaca ( indicación de catéter de Perm-cath o catéter permanente).
NORMALES
Los pacientes normales que ingresen en la Unidad lo harán por no disponer de cama en la
planta y se trasladarán a ella en cuanto haya una cama disponible. No son enfermos de vigilancia
intensiva. Por lo tanto, para su control se seguirán las mismas normas y gráficas utilizadas en la
planta: hoja de tratamiento, hoja de observaciones y gráfica Standard.
PACIENTES AGUDOS O DE VIGILANCIA INTENSIVA
Estos enfermos por sus características clínicas requieren una vigilancia estrecha y cuidados
extremos. Se utilizarán para ellos las gráficas de Vigilancia Intensiva existentes en el Servicio donde
se recogerá toda la información completa de la evolución del paciente. En una hoja adicional de
observaciones se consignará todas las incidencias presentadas por el paciente que no puedan
quedar reseñadas en la gráfica y serán firmadas por la enfermera responsable del paciente en cada
turno.
Medidas generales
• Limpieza y aseo diario. Se hará en cama para los enfermos que no puedan levantarse
prestando especial atención a los orificios (ojos, fosas nasales, boca y región genital)
• Cambio de ropa de cama y pijama a diario o con más frecuencia si fuera necesario.
• Movilización activa (en cama, sentados, paseos) o pasiva mediante cambios posturales
periódicos.
• Fisioterapia respiratoria: hacerles respirar profundo, toser y expectorar. Insistir sobre todo en
enfermos postoperados o con problemas pulmonares.
• Monitorización de constantes vitales: Tensión Arterial, Pulso, Temperatura, Frecuencia
respiratoria y Presión venosa si la hubiera. La periodicidad será indicada por el médico responsable y
modificada según los criterios de la enfermera responsable del enfermo.
Balance hidroelectrolítico
Para realizar un balance adecuado se pesará diariamente al enfermo siempre que sea posible
y se anotarán en la gráfica todos los aportes y pérdidas del paciente consignando el tipo y volumen.
Aportes líquidos
• Orales
• Parenterales
• Pérdidas
• Vómitos o aspirado gástrico
• Deposiciones
• Drenajes
• Sudor
• Orina (se medirá la diuresis de 24 horas a las 7 a.m. a no ser que se especifique
control horario o por turno )
Medicación
Toda la medicación administrada al enfermo debe quedar reseñada en la gráfica, indicando la
dosis y hora en que se administra. No hacer esquemas previos del tratamiento en la gráfica, ya que
cambios posteriores que se realicen en el tratamiento, muy frecuentes en este tipo de enfermo,
invalidarán la gráfica inicial.
Cuidados especiales
• Vías venosas: inspeccionar diariamente para descartar existencia de flebitis. Cambiar a diario
el apósito aplicando previamente solución yodada.
• Heridas quirúrgicas: de no existir indicación contraria las heridas se limpiarán diariamente con
suero salino y solución yodada. Si existe exudado se tomará muestra para cultivo antes de la
aplicación de antisépticos. De igual manera se procederá con los drenajes y colostomías y se
cambiará a diario la bolsa.
• Sonda vesical: restringir su uso al mínimo. Lavado diario y cuidadoso del área genital para
prevenir infecciones urinarias. Cambio diario de la bolsa de orina utilizando técnica aséptica. Cambiar
la sonda vesical cada semana.
• Sonda nasogástrica: en los pacientes que requieren sonda nasogástrica para alimentación
exclusivamente, ésta se mantendrá pinzada en los momentos en que no se utilice para este fin.
Durante el periodo en que se administre la alimentación por la sonda mantener al enfermo
ligeramente incorporado (cama a 45 grados) para evitar aspiración bronquial. En las demás
situaciones se indicará la pauta a seguir en cada caso concreto. En cualquier caso la sonda
nasogástrica se deberá cambiar cada 15 días.
• Oxigenoterapia: utilizar en caso que el enfermo precise oxígeno la mascarilla y el flujo en
litros/min adecuado y humidificado (agua desionizada de la columna). En caso de solicitar
gasometrías indicar el % de oxígeno que está recibiendo el enfermo.
• Enfermos comatosos. Vigilar nivel de conciencia y estado de las pupilas. Atención especial en
estos enfermos al estado de las córneas, manteniendo los ojos cerrados y cubiertos con gasas
estériles y fisiológico. Aspirar secreciones siempre que el enfermo precise, lavando posteriormente la
sonda con salino con Hibitane (1 c.c. de Hibitane 5% en 500 c.c. de suero salino). Movilizaciones
periódicas para evitar escaras.
Extracciones analíticas
A fin de evitar las punciones venosas repetidas con el consiguiente traumatismo para el
enfermo y deterioro de su capital venoso, siempre que sea posible las extracciones para analítica se
harán coincidir con la sesión de diálisis.
DURANTE LA DIÁLISIS
• Conectar al paciente evitando que entre aire en el sistema.
• Utilizar Heparina sódica 10 mgrs. de entrada.
• Mantener flujos de sangre > 250 ml/min y presiones venosas bajas.
• Mantener el dializador con la entrada arterial abajo.
• Mantener la cámara venosa llena para evitar el contacto de la sangre con el aire.
• Pasar 100 c.c. de suero fisiológico por hora para limpiar el dializador, ajustando la
ultrafiltración teniendo en cuenta esta administración extra de suero.
• Si la presión venosa es > 100 mmHg, administrar 5 mgr/hora de heparina.
CONSIDERACIONES GENERALES
Cuando hablábamos de las arritmias vimos la importancia de los electrolitos. Por tanto,
modificaremos los líquidos en función de las necesidades del paciente añadiendo potasio o calcio en
la medida que nos interese.
La hipotensión es una de las complicaciones más importantes de la hemodiálisis en estos
pacientes y la causa más importante de stress del personal que atiende al paciente. Cuando hay una
hipotensión se produce una vasoconstricción, aumento de la frecuencia cardíaca y de la contractilidad
miocárdica. Todo esto hace que la hipotensión pueda convertirse en algo más si no actuamos con
presteza en esta complicación.
La diálisis en estos pacientes debe estar individualizada cuando existan posibilidades de elegir
una u otra opción. Es claro que los dializadores más biocompatibles serían los aconsejados en esta
situación. No existe un perfil de diálisis estándar sino que cada paciente requerirá una manera
diferente. Los flujos a veces tendrán que ser bajos (complicaciones cardíacas), otras veces altos para
evitar coagulaciones (hemorragias digestivas). La temperatura de la máquina en una posición por
debajo de 37ºC parece ser que contribuye a una mayor tolerancia.
HEMODIÁLISIS DE URGENCIAS
Tres son las causas que nos van a llevar a efectuar una diálisis de urgencia
• F.R.A. ó I.R.C. no identificado previamente que aparece con cifras alarmantes
(Creatinina, Potasio, Acidosis, etc...)
• Hiperpotasemia
• Hipervolemia (paciente indisciplinado, paciente crónico complicado con problemas
cardiorrespiratorios).
LA DIÁLISIS EN LA UCI
La mayoría de los pacientes ingresados en UCI que se complican con Fracaso Renal lo son por
Necrosis Tubular Aguda. Mientras persista esta situación recurriremos a un tratamiento sustitutivo de
la función de depuración del riñón. Para ello tenemos varias opciones, aunque las más comunes y a
las que se recurre fundamentalmente son:
La Hemofiltración
La Hemodiálisis
La Hemofiltración es el tratamiento más frecuente y mejor tolerado por este tipo de pacientes.
Es una técnica de 24 horas sobre 24 que permite una situación estable y continuada sin cambios
hemodinámicos bruscos, dejándonos hacer balances negativos o neutros según queramos.
La Hemodiálisis conlleva manejar el paciente durante 4 horas solamente y es en estas horas
en las que tenemos que poner al paciente en cifras de normalidad, lo que va a conllevar una peor
tolerancia, sobre todo a la ultrafiltración.
Bibliografía
Revista Nefrología. Vol. 12 suplemento 4.1992 Diversos autores
Tratado de Nefrología. Fracaso Renal Agudo. Dr. Sánchez Sicilia.
Nefrología clínica. Fracaso Renal Agudo. F. Liaño J. Pascual
Protocolos Servicio de Nefrología. Hospital Carlos Haya de Málaga.
Cada paciente debe tener una historia detallada con puesta al día de cada una de las
complicaciones que presente el enfermo. A su ingreso para trasplante se actualizará la historia
clínica.
• Especificar los datos siguientes: Fecha de la última diálisis, peso seco, talla, TA y FC.
• Enviar sangre a Inmunología para prueba cruzada.
• Análisis de urgencia: Hemograma, estudio de coagulación, glucemia, iones,
gasometría, amilasa, calcio y muestra de sangre para cruzar (pedir 4 unidades de
concentrado de hematíes con filtro para leucocitos).
• Muestra de sangre para Péptido C y hemoglobina glicosilada.
• Si el paciente mantiene diuresis recoger orina para analítica elemental y cultivo.
• Dejar al paciente a dieta absoluta y asegurarse de que el consentimiento informado
esté firmado.
• ECG y Rx de tórax y simple de abdomen.
• Preparación intestinal. Preparación mecánica del colon con Solución evacuante de
BOHM (Golytely): un total de 3 litros a la proporción de un sobre por cada 250 ml de
agua. Administrar un vaso cada 10 minutos hasta que la deposición sea clara.
Alternativamente se puede usar fosfosoda un envase de 45 ml disuelto en ½ vaso de
agua, por boca o por SNG si es necesari. Descontaminación intestinal con Neomicina
(1gr) y Eritromicina (1 gr). Alternativamente se puede usar Norfloxacino (400 mg) y
Nistatina (5000 unidades).
• Preparación del área quirúrgica. Rasurado y ducha como en el trasplante renal.
Lavado de la zona con Betadine.
• Coger vía venosa y mantenerla con suero salino isotónico con insulina según
algoritmo A, para mantener una glucemia entre 100-120 mg/dl hasta enviar al
paciente a quirofano, donde se le cogerá una vez anestesiado, una vía central de
doble luz.
• Conseguir un inspirometro e instruir al paciente en su uso, explicándole la
importancia que tiene en el post-operatorio.
ALGORITMO A
Glucemia (mg/dl) Volumen infusión (ml/h) Insulina (U/h)
>400 40 4
250-399 30 3
200-249 25 2.5
150-199 20 2
120-149 15 1.5
100-119 10 1
70-90 5 0.5
<70 2 0.2
MEDICACIÓN PRE-CIRUGÍA
Bibliografía
Trasplante Renal. Protocolo e Inmunosupresión. Servicio de Nefrología. Sección Trasplante
Renal. Hospital Regional Carlos Haya de Málaga
Protocolo de Trasplante Riñón-Pancreas Hospital Carlos Haya. Málaga (pág. 18-19-26).