Está en la página 1de 1

Audacia y fervor nn.

129-139

Con parresía = con valentía, con entusiasmo y confianza inquebrantable en la fidelidad del
Testigo fiel. hay que anunciar a cristo sin miedo, porque El esta allí para acompañarnos.
Porque la falta de fervor viene de dentro. Hay de mi si no anuncio…

Miremos la compasión entrañable de Jesús, una compasión que lo movía a salir de sí con
fuerza para anunciar, para enviar en misión, para enviar a sanar y a liberar.
Reconozcamos nuestra fragilidad pero dejemos que Jesús la tome con sus manos y nos
lance a la misión.

Necesitamos el empuje del Espíritu para no ser paralizados por el miedo y el cálculo, para
no acostumbrarnos a caminar solo dentro de confines seguros. Como los apostoles en
pentecostes, necesitaron la presencia del Espíritu para proclamar la resurrección con
valentia y fortaleza.

Evitar la tentación del individualismo como Jonas y abrirnos a la ternura y al amor de Dios
para que nos renueve

Dios es novedad y nos empuja a lo desconocido, porque Dios esta en la periferia, Por
eso, si nos atrevemos a llegar a las periferias, allí lo encontraremos, a él. Salgamos de
nuestro confort al encuentro de cristo con el otro.

Hay que abrir la puerta del corazon a Jesús, porque el golpea y llama, dejemoslo salir,
esa es la dinamica del encuentro.

Las costumbres nos hacen permisistas, atontan. Desafiemos la costumbre, abramos bien
los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón al grito de la Palabra viva y eficaz del
Resucitado.

Dejarnos motivar por los que se dedican a anunciar y a servir con gran fidelidad,
arriesgando sus vidas y ciertamente a costa de su comodidad. Su testimonio nos recuerda
que la Iglesia no necesita tantos burócratas y funcionarios, sino misioneros apasionados,
devorados por el entusiasmo de comunicar la verdadera vida.

Dejemos que el Espíritu Santo nos haga contemplar la historia en la clave de Jesús
resucitado. Y anunciemos el evangelio

También podría gustarte