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VIDA MODERNA
REVISTA MENSUAL
MONTEVIDEO
EDITORES LIBRERÍA DE LA UNIVERSIDAD
BERRO T REGULES
26 de Maro 2 »
1911
VIDA MODEENA
(I)
MEDITACIONES
IX OJ.YIDO DE DTOS.
habría sido el destino de las sociedades humanas, y cuan es dado violar impunemente sus eternas leyes. Ser moral
otro también fuera hoy el estado del mundo! Pero joh y libre, el hombre puede, por un efecto de su misma libertad,
fatalidad de las fatalidades! en todas las zonas, en todos apartarse de ellas y violarlas; pero lo que ni uno solo ni
los tiempos, y más acaso que en ninguno, en nuestro si- todos los hombres reunidos pueden, es eludir la sanción de
glo descreído, los_hombres parecen haber hecho vina es- esas leyes por la expiación ó castigo de sus infracciones.
pecie de galardón Gracias sean dadas á la Providencia que ha puesto asi en la
ó un título de ho- fatalidad de sus leyes un contrapeso al mal uso posible de
nor del ponerse en nuestra libertad, y en la perspectiva de una corrección
abierta pugna con ineludible el medio de alejar o retraer á muchos del pe- -
la ley natural, y cado.
como quien dice, de En estudiar bien las leyes naturales, para bien inter-
enmendarle la pla- pretarlas y bien aplicarlas á la conducta de la vida, en eso
na a Dios, p-retea- precisamente estriba todo el secreto de ser feliz y de hacer
diendo sustituir la felices á los pueblos.
ob'ra del Supremo No hay duda que el hombre sabe y puede macho,
Hacedor con otra y que es aún susceptible de creeer pn ciencia y ea po-
de su propia Ireeíra- der ; pero convénzase él que- su potencia progresiva tie-
ra, lo natural y di- ne límites insalvables como trazados p«r una voluntad
vino eon lo artifi- superior á todas las demás; y convénzase asi mismo que
cia} y lo humano, Dios, que sabe y puede mas que todos los hombres jun-
lo invariable eon lo tos, incluso los sabio3 más profundos y los más grandes
móvil, lo infalible genios, pasados, presentes ó futuros, le ha dejado "que
con ío falible. Y hacer ó inventar mucho menos de lo que quiere su vani-
lo peor de todo es, dad ó infatuación.
,
que el constante- Si esta convicción no logra al fin penetrar en las almas
espectáculo tfe la y en los espíritus; si el hombre, mareado por 1» embria-
PBDSO BIBTAMAXTB inutilidad de seme- guez de sus recientes y sucesivos triunfos, sigue obsti-
jante» tentaírras-, y nado en rehacer mal lo que de toda eternidad está ya he-
de los mieles desastres q«e se tos han seguMe, tte poco * cho por el que todo lo hace bien; en buscar la ley de so
nada les ha valido, pues que se les ve persistir en su qui- existencia y desarrollo y la regla de sua actos fue» de
mérico y temerario propósito. Por el contrario, no pane» la naturaleza; si sigue dando á la facilidad y refinamien-
sino que los tiempos alcanzado» en estes cinenenta «ti- to de costumbres, á la riqueza y loe placeres, y al espiri-
mos años por la ciencia y fa industria, sobre ía natar* ta de complacencia y de compañerismo, lo que Un solo
reza física, loa hnbiera ensoberbecido é inducido más j>tttf» debería dar 4 la jnstici», esta le; reguladora ¿el universo
a prometer* iguales ó semejantes resultados eu el ortea moral, mue&o tema que nuestro mundo moderno, eos
político. todo so sabe» y su ciencia, con todos ios inventen, sus pro-
Pero nó, no se rehace ni so corrige la obra de Dios, ni gresos materiales, sua pompas y su sociabilidad, ae»
8 VIDA MODERNA \ 1 U \ MOUE'ÍW 9
antes de mucho una nueva Babel. Cuidado que el que de la emancipación, unidad y libertad de su pais, la han
tres mil anos há rednjo á polvo con su1 solo soplo las obras hostiu>ado y retardado tanto como les ha sido dado hacer-
de los hombres, bien puede hacer eso mismo una vez más. lo manteniéndolo fraccionado y sometido al doble yujio
del Austria y de RUS propios tiianuelo? domésticos, a tal
SOBRE L i LIBERTAD punto que para libertarse del primara la Italia ha tenido
que empezar por desasirse del segundo.
Yo respeto todas las opiniones sinceras, por erróneas Si, el podar absoluto e3 radicalmente impotente para
que puedan ser, y duéleme destruir las ilusiones de otros, fundar la libertad, de los pueblos, y aun para iniciar la
porque sé lo que me lia costado siempre la pérdida de obra de esa misma libertad; y más ó menos, lo que digo
las mia3,- pero por mi parto he vivido j a demasiado en de los déspotas, eso mismo digo de los héroes y de los
política para tomar á lo serio esa quimera de gobiernos grandes hombres, que no son sabios ni dejan en pos de
redentores 6 que den 1» libertad á los pueblos, con que si ninguna obra durable sino en cuanta peisomficau en
desde siglos atrás se -liene mistificando á los crédulos. si la voluntad de todos ó responden á una necesidad por
i En dónde, preguntaré se ha visto la. muestra de se- todos sentida.
mejante tela ? Be dos cosas una, pues: ó la libertad por la acción co-
Cuanto más avanzo en aiíos y en experiencia, mas mún, por la ley _y por el gobierno institucional, ó el despo-
y más me afirmo en la convicción de que la libertad no tismo por los gobiernos personales.
puede venirle á una nación sino de sí misma, de su-propia Como todo instrumento ó medio, la libertad puede te-
inspiración y esfuerzo, jamás de la acción de un déspota ner serios inconvenientes si no se usa bien de ella; pero
ó de un hombre constituido en poder, por grandes que aun sus males, por grandes que sean, dojan siempre tras
puedan ser su talento y sus virtudes. La concepción de de sí algo bueno y fecundo para el bienestar de las nacio-
Maquiavelo: un déspota redentor ó libertador, para el
nes, en tanto que el despotismo, malo por esencia, no pue-
que sabe penetrar con su mirada mas allá de la superficie de por lo mismo producir uada buono.
de las cosas, no para de ser el sueño de un delirante ó l a Aplazar el advenimiento de las instituciones libres
concepción de im niño, y nada lo prueba mejor que el por temor de los inconvenientes inmediatos que pudie-
reciente ejemplo de la constitución de la unidad y libertad ra ofrecer su actual aplicación, tanto vale como prohibir
italianas. Ciertamente, ésta no ha sido ni podrá ser la obra al nifio que eohe á andar por temor de que tropiece y se
del Papado, porque ningún poder se suicida; pero por lo venga al suelo, y es también condenar á loa pueblos á eter-
mismo no ha sido ni podrá tampoco ser la obra de un dés- na menor edad, pues no es bajo el despotismo, por suave
pota, y mucho se engañaría el que viera en Victor Manuel, y paternal que fuera él, qne pueden aquellos adquirir
t-avour y Garibaldi, que sea dicho de paso, tampoco eran la educación y los hábitos de la libertad. No hay progreso
a p o t a s , otra cosa que los ejecutores testamentarios de sin dolor, no hay ensayo que, más ó menos, no ofrezca
as generación™ que les precedieran y los órganos articu- dificultades, ni beneficio cuya adquisición no tenga por
laaores de la voluntad de las presentes. De Maquiarelo condición ineludible el estuerzo ó un sacrificio cualquiera.
acá sin contar á Borgia y á ] „ jfédicis, no son por cierto EsaTes la ley; ciego el que sueñe con sustraer á -m imperio
déspotos lo que le ha faltado ft la Italia; pero ésto», muy el beneficio de la libertad, es decir el mayor de cuantos
lejos <(e haber favorecido y precipitado la grande obra M conocen. En definitiva, las leyes naturales no se eluden,
por que Dios puede más que los hombres.
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VIDA MODERNA
Renunciar á los beneficios de la libertad por que no Efectivamente, si como lo ha dicho hace siglos la sabi-
esté exento de todo mal, es el colmo de la demencia; supo- duría antigua por boca de Aristóteles, y lo ha repetida
ner la existencia de una libertad omnipotente para el Hontesavúett, y lo sientan con Aristóteles y JIonteequieu
bien f impotente para el mal, es incurrir en la más utópi- todos los publicistas de nuestros días, y lo convienen 1%
ca de todas las utopias, en la utopía de la perfección ó del razón y la experiencia, es una verdad que la edueacioiv
bien absoluto, que ciertamente no es de este mundo.
del pueblo debe adaptarse al principio del gobierno, ¿no
Si los abusos posibles fueran un argumento contra el
se sigue lógica y rigurosamente que no ea prudente ni ia-
buen uso de la? c.osas, fuerza seria renunciar á todas ellas;
aun a las mejores, por que ¡de cuál DO hau abusado y eionahnente posible prescindir de la enseñanza política
aburan los hombres! en la obra de la educación, pública?
Agregúese á todo esto que en los países democráticos de
No cabe duda que seríamos muy afoi tunados si pudié- «eif-gourcí nment, todo ciudadano está llamado á tomar
ramoí elegir siempre entre lo malo y lo absolutamente participación en la cosa publica, y se acabará al fin por
bueno; pero la Providencia lo ha dispuesto de otro modo, reconocer la imprescindible necesidad de difundir en todo
forzándonos A menudo A optar entre el mal y el bien rela- el país por la enseñanza de la escuela los principios polí-
tivo ó entre lo malo y lo meuos malo. Respetemos ticas que nos rigen, imitando así el saludable ejemplo d e '
sus augustos decretos, y aceptemos 4a libertad con to- la Eepíiblica modplo..
da? sns. imperfecciones é inconveniente?, que son nada
Suestra educación, pues, digase lo que se quiera, no pue-
comparados con los del despotismo, y confiemos en que
el tiempo, la experiencia y los progresos de la razón de dejar de ser política, y siendo, como romos, una repú-
- publica, nos d?n al fin, no la. libertad perfecta, pero «í blica democrática, tiene forzosamente que ser á la "vez
la libertad perfeccionada. Este seríí siempre el voto que" política, republicano-democrática.
del liberal de buena ley. No se trata dehaeer de eada educando un hombre de Esta-
do, j meuos toda\íaun político de profesión. Eso no seria
ni posible no conveniente. Trátase, sí, de hacer de las nue-
LA EDUCACIÓN POIÍTICA.
vas glaciaciones un elemento de orden y de libertad, de
dar á conocer á cada uno sus deberes y sus derechos cí-
Yo bien sé que la sola idea de una educación política vicos y de enseñarles á cumplir los primen» y á defender
6 cívica choca a nuestros hábitos y contrasta coa las
y sustentar los segundas. La enseñanza de la Constitueióu
ideas corrientes entre nosotros sobre la educación de I»
del Estado, esplicada y comentada por los profesores,
escuela; pero eso es un argumento contra esos habito»
é ideas y en manera alguna contra nuestra opinión. la geografía política y la adopcióa como texto ó manual
Víase, sino, lo que pasa en Estados Unidos. Allí se ha de lectura, de una obra como la Democracia a> América
comprendido que una democracia ignorante de los debe- de TotqutviUe ó lo qu* e a mi opinión seria todavía mejor
res y de los derechos políticos del ciudadano, asi como de el PiwU en ÁMérioi de Labuulaye, seria cuanto bastase
so ley f iiiidamental y de la organización ó coustitación de para llenar por entera el objeto y á cuanto reduciríamos
los poderes públicos, es una democracia podida sin reme- nuBotree la parte política de la enseñanza primaria in-
dio, y por eso se lia dado i la educación nn carácter polí- feran y aoperior.
tteo,preparando al hombre desde lo* baaeoa de la eacaeto Una doble lectura del precioso libro de Mr. de Labou-
para la vida activa del ciudadano. laye, t*at» para hacer uompteudsr y amar «I espíritu
13 VI1H MODEK.\'\
VIDA MODERNA
;
de libertad c independencia que reina en el pueblo ameri-
cano, para conocer e] moflo de ser de aquel, la sociedad ce de cada niño aquel grado de instrucción indispensable
sobre todo en lo que difiere del nuestro y lo corrige y aven- para Henar IOB deberes del ciudadano.» Hagamos también
taja, y para avergonzarse y desprenderse rte muchas nuestro ese primer artículo del credo político de los ya*-
de las preocupacioaes y malos resabios de los pueblos kees, teniendo á la vc¿ presente que para predisponer
de raza latina. ó preparar á un pueblo al gobierno de si mismo, es pre-
ciso ante todo, como lo ha dicho el aventajado educacio-
¿Queréis ostirpar la raza de los políticos de profesión ó
nista y moralista, Earnard, desarrollar en él el senti-
de los que hacen de lapolítira un objeto de explotación
miento moral, sin lo cual de nada valdría e] cultivo de
infame diría yo á los que no quieren ni oir hablar de
política?—Ketiradlos, rompedles la patente dé privi- la inteligencia.
legio exclusivo con que la indiferencia ó la falta de previ"
sión de nuestros gobiernos los ha munido hasta el pre- LA OBRA DEL MATEBTU.HUO.
sente, manteniendo al pueblo en la más crasa ignorancia
política; haced de la política un alimento común á todos El extravío de la.s ideas y la enervación de la voluntad
loa ciudadanos. Así habréis opuesto un contrapeso á las en política, la total subversión de los principios y de los
malas pasiones y á las ambiciones bastardas, habréis sentimientos en moral,—tales son los frutos que, aquí co-
hecho imposible la explotación de los más por los menos, mo en todas partes, han producido las doctrinas mate-
y habréis suprimido el elemento en que lo? ambiciosos rialistas de la época y la práctica de esas doctrinas.
y los revoltosos reclutan sus ejércitos. La ignorancia es Adonde pueda llevarnos !a persistencia en esas doctrinas
un peligro ó iin enemigo público. Cuando hayáis disipado y en esa* prácticas mil veces funestas y destructoras de
las tinieblas de la ignorancia, cuando cada ciudadano se- toda aspiración noble y generosa, nadie paede proveerlo;
pa lo que le es debido ó permitido y lo que nó, y esté pero B¡ puede decirse, sin riesgo de equivocarse, qne «i
habilitado á discernir en política el bien del mal, á distin- las sociedades modernas han de llegar a pnerto de salva-
guir entre las aspiraciones legítimas y -Jas ambiciones ción, no lia de ser seguramente por ese camino; camino
culpables, entre el interés público ó común y el interés que, de tortuosidad en tortuosidad, puede muy bien con-
egoísta y anti-patriótiro de uno solo ó de algunos, te- ducirnos á una barbarie de una especie particular y hasta
nedlo por cierto, habréis arrebatado su principal arma ahora desconocida.
á los políticos de profesión y habréis cerrado el abismo iCómo conjurar ese peligro, se me preguntará, y qué
de las revoluciones que hoy amenaza tragarnos. Para remedio poner á los progresos del mal que nos devora?
esa graude obra de paz y de regeneración, para impedir A riesgo de decir una trivialidad ó una vulgaridad,
que nuestro país siga oscilando entre la anarquía y el contestaré que no veo otro qne la educación.
despotismo, es que indispensablemente necesitamos im- Puesto que de las generaciones hedías, nada absolu-
primir á la educación pública un carácter político, ó si tamente hay que esperar (tal es al menos mi convioción),
se quiere cívico. «El primer artículo del credo político de veamos de obrar sobre las nuevas, evitando por todos
los americanos, dice Emilio de Laveleye (LHiutruetion los medios á nuestro alcance que los leprosos incurable»
du peupU, pág. 338), es que el deber mas sagrado y el comuniquen su lepra a los sanos. Ko se trata de tentar
primordial interés de la nación estriba en poner al alean- la salvación 4 la regeneración de lo ya existente, sino de
evitar en tiempo 1» perdición de lo qne todavía no existe,
u VIDA MOOERN'A
VIDA MODERNA IB
estableciendo, por la educación, nn verdadero y severo
cordón sanitario entre e! presente y el porvenir, entre cación moral, para que tengamos hombres honrados, cre-
las generaciones que se van y ¡as generaciones qne vienen. yentes sinceros, bneno3 padres de familia; educación po-
El medio que' proponge requiere mncha paciencia y lítica, qno nos d<S buenos ciudadanos y magistrados dig-
perseverancia, y el concurso del tiempo; pero tíngase nos y capaces de hermanar en la práctica estas dos con-
presente que no á otro precio eá dado torcer el curso de diciones obligadas de la felicidad y de la verdadera gran-
Jns ideas y de los sentimientos dominantes en una socie- deva de los pueblos: el orden y la libertad.
dad, máxime cuando esas ideas y sentimientos se han í*ólo á ese precio y á esas condiciones, concibo posible
difundido tacto y arraigádose tan hondamente en la salvación del pais. Buscarla por otros caminos, es á mi
tada individuo. modo de ver, perder el tiempo en inútiles tentativas y ahon-
Lo que sobre todo importa hoy, es dar principio í la dar más el abismo que amenaza tragarnos.
obra cuanto ante*, pues cuanto más pronto empecemos,
mas pronto y mas fácilmente también lograremos lle- EDUCACIÓN É IHSTBUCCIÓN
varla á cabo. Una hora perdida pueda hacer imposible
.1 ineficaz la aplicación del remedio indicado, y por ram- Es preciso distinguir entre la educación y la instrucción,
signiente imposible también la salvación del paisj no lo cosas sin embargo que es muy común confundir ó asi-
•olviden aquellos que se interesen por &, y que aspiren milar.
á prepararles á sus hijos una suerte mejor que la que á Lo que sobre todo importa es aquello que más ataña
«líos mismos lea ha cabido. á la moralidad del hombre y al desarrollo progresivo de
Esa educación, para no ser estéril, para sustraer á ¡as los gérmenes de virtud y de fuerza que Dios ha puesto
naevas {floraciones á la influencia del materialismo, en su corazón; lo que ante todo necesitamos es tener
ha de ser eminentemente moral y eminentemente j>oli- Tambres, y como esto no lo da la instrucción, y sí la
tica, por que una democracia sin moralidad y sin espí- educación, digo que ésta merece de pleno derecho nues-
ritu publico es un verdadero Pandemónium; l a de for- tra preferencia. Sí, lo primero es educar, lo segundo ins-
mar hombres honrados y laboriosos y ciudadanos acti- truir, como es primero preparar la tierra qne sembrar el
vos y viriles, que conozcan y sepan practicar resueltamen- grano. El saber por si solo, la ciencia, el talento, cuando
te sus derechos y sus deberes, para lo cual le es indispensa- no van acompañados de la probidad, se resuelven en
ble apoderarse del hombre en su primera edad. mal, y son un presente griego, una verdadera calamidad
Pnr mucho que lo contrario digan ciertos liberales más pública. Una prueba acabada de esto, una prueba peren-
sinceros y entusiastas que avisados y provisores, el progre- toria de que la ciencia en si misma no es una fuerza
so intelectual y moral. Miando no va acompañado del moral, nos la da nuestro siglo, en que el progreso moral,
progreso político, no basta .1 formar ciudadAnoj y hombres dada su existencia, no se ha desarrollado, ni con mucho,
libres ni á atajar la decadencia de na pnebh. Así, te Pru- en la vasta escala que el progreso intelectual y cien-
ína es de todas las naciones de Europa la de mayor progfe- tífico.
80 intelectual; jes por eso la mas librey I» mejor goberMdaf Desarrollar los buenos instintos, fortificar la vohutad
Educación intelectual, par» prevenirnos contra h» ptSgns y el carácter, modelar en el corazón del hombre el sen-
de la ignorancia, que es nn enemigo público temible; edn- timiento de su propia dignidad, ese es «1 problema de
los problemas y la mas imperiosa y vital de nuestras
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VIDA MODERNA 17
necesidades. Pero eso no lo pidáis á la enseñanza de las
artes ni de las ciencias físicas y naturales, qup no podrían
dároslo; buscadlosi, en la enseñanza de las ciencias mo- <5 presupuesto en aquel, á saber, si el Cristianismo es
rales y políticas y en la influencia de los buenos ejem- una verdad ó si es una mentira. Por que, no nos equi-
plos, porque solo esto posee la -virtud de hacer hombres voquemos, los proyectiles disparados por el racionalismo
y ciudadanos. son igualmente amenazadores y ofensivos para todas las
ramas surgidas ya ó que en lo sucesivo puedan surgir del
Si; tengamos hombres y ciudadanos, los sabios, los gran árbol plantado á orillas del Gólgota. En otros tér-
filósofos, los naturalistas, los mecánicos y demás, ven- minos, el racionalismo puro es el enemigo común de
drán después. Maldito Ib que necesitamos de ellos, y todas las iglesias cristianas como de toda religión reve-
maldito lo que de ellos puede esperar el país para su
regeneración, mientras no tengamos hombres y ciuda- lada ; con más esto, que tiene una tendencia manifiesta
danos. á proscribir hasta la religión natural ó el deísmo.
I/a educación del mundo antiguo, sin el espíritu comu- LA OHJÍIÓJf PÚBLICA
nista que la animaba y dominaba; «í, la educación griega
cristianizada é individualizada, amollada á nuestras ins- Yo no tengo por sistema despreciar á la opinión pública
tituciones.
ni ponerme en pugna con ella, cosa que á mi modo de
ver es un signo de fatuidad como lo es de mediocridad
B.ACIONAI.JSMO Y CEISIIANISMO ó do bajeza el adularla: antes por el contrario, la res-
peto más que muchos de los que la adulan, y soy el
1S78 primero en reconocer hasta donde se extiende en ciertas
lejos <ie extrañar, como tantos otros el caior desple- materias su fuerza de intuición, por lo cual me es muy
gado en la controversia religiosa trabada en nuestros grato encontrarme de acuerdo con ella. Pero si no soy
días entre racionalistas y tradicionalistas, yo me la explico del número de sus detractores, repito que tampoco formé
perfectamente; y si algo hay que nos dé la medida casi nunca en las filas de sus cortesanos; y por que no se
exacta de nuestros progresos, es que la lucha no sea aún cortejarla, por eso tengo, cuando es preciso, el coraje de
mas encarnizada. hacerle frente.
(De qué se trata en efecto! Para no decir sino nna < En toda materia, mi suprema aspiración fue siempre
sola parte quizás de la verdad (y no la principal), h i - acertar con la verdad, y en mi pasión por ésta, no
tase de saber si en presencia de los progresos de la pocas veces me ba sucedido tener que abandonar mis
ciencia moderna, el catolicismo formará un mondo aparte, propias opiniones por las ajenas; pero al obrar asi, cedí
una especie de convento, como dice laboulaye, coa so siempre á la fuerza de la razón, jamás á la razón de la
lenguaje propio y con un método, una filosofía y un» fuerza ó del número.
critica particular, 6 si vivirá de la vida común, comba- {Ni por qué habría tampoco de ceder al número?
tiendo á la luz del medio día y disputando el imperio i Es él por ventura la medida, el criterio 6 el signo dis-
de las almas á cuantos quietan arrebatárselo, j H q r tintivo de la verdad f Por el oontrario, toda verdad, y
muchos problemas de tanta magnitud' Si, hay uno, las más simples como las más complejas, i no ha empe-
pero uno solo, y más magno aun, y que está implfoido zado por ser negada y repudiada ó despreciada por los
más como una paradoja, á veces como un escándalo 6
?f<Jt*»"<í}»^sJ«f»9-«-14r-»—l «.-» ^ J , ~
lí VIDA MODERNA
PRETÉRITO. . IMPERFECTO
respetó
preipJblí,d«oidrJr™dJ " poriumd» «a >u> p a p i u Miquliu i vapor t¿re« d« llr H«nun Tolaado Kbra el puenw de Bros
onr» L » b . r t m r „„ ¡ 9 t 0 ^ , r . / ' " ' " ' •«•"•ul,. vl>, o,L lr .1 p re mi, d»l » u - bojeando, nos brindan interesantes informes acerca de loa
.1 K » J. 8Ii., reri,a 9u « llT ^ P , ™"' «JS » »«l . «rtu „ cteborw,. „„ inciertos rudimentos de algunas manifestaciones del
«J» wrloduu™ H. ,¡ d 0 p '"*f I'""' • " I" ™n«¡«do br,!!.,,»»..»» « «I» «-
»« a. ob,«. r m ú , «I,™ 1 ";' 1 »' <; •" o.«"» v,CcP™ld«,,u! M aZ. c ^ humano ingenio, adn hoy no perfectamente definida*.
Por ejemplo: en el número del 1 de Abril de 1843,
so \IDK MODER.W
MODERNA 31
leemos nna cariosa descripción de la «máquina aérea á
vapor», ideada y construida por un inglés, Mr. Henson. podemos perder la esperanza de contemplamos en efigie
Erase un gran bastidor con su cola correspondiente, un cruzando los aires...
motor poderoso y ligero á la Tez, y un pescante desti- Es asi, en efecto: ante las ingenuas composiciones de
nado al transporte de viajeros y mercaderías, lo que quiere batallas, bailes, espectáculos teatrales, fiestas populares,
decir que el inventor concebía las cosas á lo grande. exposiciones, asuntos que ofrecían al dibujante amplio
DI principio fundamental del aparato Henson consistía en campo para el ejercicio de sus facultades, se experimenta
pedir prestada A la naturaleza la fuerza necesaria para un poco de aversión hacia la triunfante fotografía, toda
ponerse en movimiento y elevars •, debiendo al efecto ser frialdad y exactitud, que ha venido 6 dejar casi sin em-
pleo tanto ingenio imaginativo, tanta fantasía creadora,...
tanta benedictina paciencia!
I de Farf« de 1848
VIDA MODERNA
cortesía, madres cariñosas que satisfacen el inagotable
cuestionario de sus chicos, espectadores que aplauden que penetran por los ojos», según ya lo dijo Horacio en
con la solemnidad de un rito, y otras mil escenas n o ' tiempos muchísimo más remotos.
menos interesantes destacándose del fondo del cuadro Desde este punto de vista, nuestro amor patrio no se
que sugiere á reces el recuerdo del cielo de «Mefistófe- sentiría, en verdad, muy halagado, si alguno de aquellos
les», por el hacinamiento de cabecitas que van achicán- lectores atribuyera hoy á «Montevideo. Capitale de la
Bépublique Oriéntale de l'Uruguay», el desolado aspecto
con que aparece en L'TUustratwn del 27 de Mayo de 1843,
—y menos aún, si continuara dando crédito á las bizarras
consideraciones del artículo que acompaña al grabado:
«Montevideo eat une roche cosmopolite ou chacun ne
songe qu'a travailler et a s'ennchir le plus tot possible.»
La Guerra Grande había empezado tres meses antes.
BOCETOS
TL MiK.
patria próspera desvastada por el azote de la guerra!.... en los caballos hicieron resonar secamente el camino con
un amor grande y sublime deshecho por la traición ó la fragor de trueno—una nube de polvo envolvió á las pare-
falsía! en un hogar feliz que, cual la selra fecunda, jas, elevándose, esfumándose, por sobre los árboles ....luego
agrupa y cobija amorosamente la familia que, eu hora el ruido se alejó, el alegre murmullo se apagó poco á poco
aciaga, despedaza la muerte! ¡en un sereno mar azul y el bosque se adormeció de nuevo en su profundo sueño!
surcado de blancas velas y dorados esquifes, que el hura-
cán destruye! TERESA SATTIOS DE BOSCH
¡Oh, bellas esperanzas, visiones de ventura,dulces sue-
ños de amor! ¡Oh, alegres pajarillosde la seha! ¡cantad! Pocitos 1911.
¡cantad mientras la vida no os destroce las alas, mientras
brille en el cielo, claro y límpido, el fuego de la aurora!
LA CABALGATA.
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r 0 S Ia
" °° t r 0 S Ia " W d iindiferente eor-
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' " m b r í a P° r e I t u PM° ramaje, hubo como
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A B*a!ta**r Brun.
^ ^ t ^ V n i r A r ^ ? r g u o t¡ene
mente en su Historia de la n •x p r o b a d o «Aotonte-
Palabras m a s ó ^ 0 7 I a D o m m a 0 1 0 1 ' ^paflola, ea esta»
S ^ i ZSTZZel gobierao
**>
araníti
mandada por Don L t f^^ ^ <» «taba
gWbema<lor
de Monte4eo q u i S t ^ r M i ^ ^
destacamento de ^0 C b r ! "ominado Salto con
42 VIDA .MODERNfi
VID\ MODERNA 43
de que este entregara á los portugueses de los territorios
cedidos. portuguesas del 17 y las qu<) se le hayan atribuido a
Llegó Viana al indicado paraje á mediados de Noviem- Artigas ó cualquier otro de menos méritos.
bre, pero como no encontrase a nadie en el, resolvió El naturalista francés Augusto de Saint-Hílaire en su
acampar allí hasta la llegada del marqués; y á fin de no viaje del año 1821 á esta Kepública, entonces provincia
tener ociosos á sos soldados, y tratando de hacer algo -cisplatina, prolongación de Río Grande, no da noticias
útil, empezó á edificar grandes galpones y una peqnefia del pueblo, sino de un campamento portugués que allí
fortaleza, todo lo cual quedó muy pronto concluido, dada -existía. Dice así su diario:
la poca consistencia de los materiales empleados en su «Campo del Salto. 11 de Enero, 3 leguas (del Daimán
construcción y la sencillez de los planos de estas obras, •pues el sabio venía remontando el litoral á pie y á caba-
<[ne fueron abandonadas tan pronto como Viana prosi- llo). El termómetro á las i de la tarde marca 29.°
guió su interrumpida marcha hacia el norte. «El terreno continúa desigual, los campos ó pasturas
El Salto, habría sido fundado, pues, según la autoridad son excelentes y un poco menos secos. Marchamos siem-
de Bauza, y atenta su honradez histórica, el año 1756 pre á poca distancia del Uruguay, del cnal nos había-
por los espafiule3 y «por casualidad», á mediados de) mos alejado ayer bastante A la llegada al Daimán (pasó
mes de Noviembre. por el paso de las Piedras, acasot).
Y como hay que fijar una fecha exacta para la digna «Tomé yo la delantera con Matías, y llegado al campo
conmemoración del fausto suceso, adoptemos el criterio presente1 al coronel que mandaba el regimiento de dra-
del b.rasilero, para quien veintitantos eran «veintinove» y gones del Eío Grande, las cartas de Teoomendación que
fallemos definitivamente fijando el día de mediadas de traía para é!, una del general SaldaBa, otra del teniente
Noviembre, en 13 de Noviembre, que es, á mi fe, el coronel Ignacio José Vicente Fonseea. Me recibieron
verdadero día mediado de un mes de 30. muy bien.
Eobustece la opinión de Bauza, la de don Félix de «El campo (ó campamento) del Salto ha sido hecho en
Azara, (citada por Araújo en su Historia Compendiada la costa del Uruguay, sobre un terreno muy elevado, pero
de la Civilización uruguaya) según la cual, por los fines «n una posición infinitamente menos agradable que el de
del siglo xvur, se habían reunido en la población cuyos San José (citado con este nombre un poco antes del
cimientos echó el gobernador Viana con 760 habi- arroyo Quebracho i» qué aludiría!).
tantes. «En éste nada quita la vista y de todos lados se ve el
Las noticias de Azara no llegaron á más, pero en rio que corre majestuosamente; aqui (en el Salto) al con-
cambio, nos hace saber qup, «no poseyendo una buena trario, los bosques que bordean el rio cubren todo y sola-
carta del Uruguay desde su salto ó catarata hMta 'el mente volviendo los ojos á la derecha se le puede ver,
Bio de la Plata, para completar sus trabajos Mío levan- describiendo largas y elegantes sinuosidades entre doi
tar una á su costa por dos de sus oficiales». líneas de bosques tupidos.
Fueron estos oficiales Cerrifio y Oyarbide tegin la Las barracas ((galpones ó Tstnchosi) de loa roldados
nota de B. B. Schuller, á la Geografía Física y Bsterica loo heehaB de paja y dispuestas eon simetría».
de Paraguay, del citado viajero. Nada más agrega sobre el plantel del pueblo existente
Deben luego quedar como fantásticas las fundaciones entono*.
Bl It <fe Entro, (día que hubo 29 grados de calor 4
44 VIDA MODERNA
\ iü\ MODERNA «
mente acogidos. Loa dueños eran unos pobres canarios. Desde el Arapey hasta la frontera no se andan tres
El 2 de Noviembre llegaron al Grande y tuvieron leguas sin encontrar una aldea ó por lo menos algunas
mucho que hacer para franquearlo. cabanas que fueron pobladas por indios Guaraníes de
Aquella misma tarde, después de tomar leche en las Misiones; pero desgraciadamente aquéllos indios sin
guampa y cuando el asado estaba marchando el patrón industrias, é inclinados naturalmente á la pereza, fueron
del barco vino á darles la voz de marcha y pasaron en demasiado abandonados á sí mismos. Hostigados por los
seguida y á duras penas, agarrándose de los sarandíes, brasileños se convirtieron en enemigos de los orientales.
los rápidos del Salto Chico. El año- pasado una parte de ellos regresó á las Misiones
Mientras no lo hicieron, penaron 3 días en la costa de y la otra fue conducida cautiva á la capital, en donde
Entre Bíos. Sus tripulantes, dos indios guaraníes, levan- las mi jeres y los niños fneron distribuidos entre las
taron unos cuantos dorados. Y ellos tiraron á las ban- casas particulares, mientras que los hombrps fueron des-
dadas de biguaes (Zamaragullones de Azara), que baja- tinado.1 al ejército. <"
ban el rio en bandadas. El 6, visitaron la arruinada aldea de Belén, donde se
El río estaba tan extraordinariamente crecido que detuvieron para comer. Situada en una eminencia, como
pasaron sóbrelas piedras, por lo mismo que necesitaron á una milla del rio la creciente la. había colocado á ni-
un verdadero temporal «de abajo» y buenos remos y vel del agua. Visitaron los ranchos arruinados: eran 22,
vigorosos brazos para prenderse de las ramas. incluida la iglesia.
Durante 6 millas más ó menos, aguas arriba, sentían El 9 pasaron delante de la población abandonada de
aún la excesiva rapidez de la comente. BeUa-Unién ó Sznta-Rosa. Solo quedaban unos veinte
Avistaron después la islas del Herrero ó del Puerto. ranchos, pero al aüo anterior contaba con más de dos-
El 3 pasaron delante del Puerto (lugar donde está hoy cientos y era más poblada y más comercial que el Salto:
Constitución): nada vieron que mereciera ese nombre, con su oficina de aduana, comandante de puerto y jefe
como nu fuera una playa baja, barrosa, un camino poco militar. W
frecuentado que conducía al Salto y un rancho desierto, Esta es la última población de la Banda Oriental, por
sobre el que hacía .poco había caido un rayo matando la parte de las Misiones brasileñas cuyas fronteras están
una chinita de 12 años... á dos leguas de distancia.
A doce leguas del Salto llegaron frente á la barra del El Salto se encontraba ya á 40 leguas por la costa.
Arapey, que les llamó la atención por su belleza y tran- Y hasta aquí Isabelle.
quilidad. Vendrían ahora siguiendo el curso de los años lo* da-
Dos ranchos, un corral, un homo, una enramada, al- tos que debió aportar don Manuel ferrando, llegado á
gunas huertas de buen cultivo estaban completamente playas salt«ñas en 1838, «n la goleta de don Agustín Cal-
abandonados. cagno.
Los habitantes del sitio les dijeron tratarse de pro-
(1) Dato «te último inexacto. Expedición*» de B Í T « 1S3MSM.
piedades de los indios de las Misiones i. quienes el go- (2) I * ooloni» agrícola militar de Bell» Unida mblends el 19
bierno habla obligado á alejarse, hacia poco, á cansa de de Marzo del 1832, fue tonuda i vira faena por el eoronel Bernabé
sns depredaciones. Rivera, el 11 de Junio del miimo año, quedando ¿«poblada da
Frente á este paraje, sobre la rivera derecha, se reta hecho.
l
•Ja capilla de San Gregorio.
50 VIDA MODERNA VIDA MODERNA
Pero en las curiosas memorias de este mi finado amigo Evocar ante nuestros ojos de ahora, desierto y lleno
viejo—que tengo á la vista—nada hay que se relacione de zanjas, el corazón actual de la ciudad próspera, tu-
con tan interesante materia. pido monte de ñapindá los alrededores de la plaza 33 y
Don Manuel, más impresionista que descriptor, dio la esquina de Botto como límite del suburbio frecuen-
preferencia á los temas bélicos ó espeluznantes: al saqueo table sin mayores riesgos!
del pueblo por Servando Gómez, v. gr. ó al degüello de Más era así, y de ello diera té, de vivir, D. Víctor
Francisco Ferrer por orden de Oribe... Gomeza, el que, por guapear, llevado par el ardor ae no
T las noticias que hubiera traído don Manuel hubie- sé qué aventura, por donde hoy es lo más céntrico de
ran valido, pues don Manuel sabía mirar... la calle Sarandí, se encontró un anochecer con las pier-
Se va llegando con todoálos tiempos históricos, en que nas boleadas, sin que haya sabido nunca de donde le vino
los datos son abundantes y suficientemente fijos para «1 tiro.
dar una idea cabal de aquello. Se hace cuesta arriba, ciertamente, pensar que una
Pero trabajo cuesta imaginarse, ahora., el centro del pue- carreta vacía necesitaba 4 yuntas de bueyes para sal-
blo, donde lo conoció mi padre en 1858 en Ja esquina var el abrupto trecho de la calla Gaaviyú (hoy Larra-
de Catalán (Colón) y Uruguay y las casas de mate- naga) á la pulpería de Padin (esquina del comercio de
rial reducidas á la azotea de Fialho, — que aún exis- Olarreaga; y que ¡a manzana de Quiroga y Macía fuera una
te—la de doña Eugenia Mujica de Farías, la de laguna profunda y abundante en patos, donde un día
Morel, (esquina de Sarandi y Uruguay), la de don Anto- pereció ahogado D. Pedro Ipar, padre de D. Bartolomé
nio Silvano y la de Llovet, que ya estaba hecha cuan- y bisabuelo por lo tanto, de mi amigo el Dr. Leónidas
do Garibaldi vino al pueblo el afio 40, pues vivió Pigurina; no es fácil hacerse idea de que el perímetro'-Sa-
en ella, y en la reja de una ventana alcancé yo á ver la randí, Uruguay, Arapey y Valentín fuera una ciénaga,
señal de una bala de cañón tirada por fuerzas de Urquiza que, antes de ser cega'la por los postes que hizo clavar el
desde la plaza num-a, y que dio casualmente en la pieza comandante Manuel Bica, daba a don Cristian Siemens,
en que dormía Anzam. juncos para sus bastos de cuero crudo y á todos los vecinos
Cítanse además, entre las casas de entonces, unas techa- de aquellos tiempos idílicos, largas anguilas escurridizas
das de teja portuguesa camino de la Aduana, que la para atemperar los rigores de la carne en el almuerzo
civilización eolgó al nivelarla calle y las que creo que, toda- del lunes.
vía, refaccionadas, solevantan en las esquinas de Arapey y Pero era así, el pueblo tranquilo en 1» gestación
Palomas (hoy Garay) y en Palomas entre Arapey y Ta- de su progreso: las calles meramente marcadas,
jado (hoy Purificación). las casas raras, escasos los peatones, el invierno todo
Frente i. las cagas actuales de la sucesión de Castro barrial y manantiales, el verano polvoriento en el bostezo
l'L.) en la calle Uruguay, fue la Aduana y desde »llí de las siestas interminables, interrumpidas v lejos-lejos,
hasta el arroyo, los huesos apilados de las carnicerías y por el atronador cascabeleo de las diligencias de Isidro
mataderos contónos, dieron al barrio la denominneién ÍTin ó Pedro Pacheira, que volvían á toda carrera, de Bella-
<ie «La grosería i. Unión y de Uruguayana...
De veras resulta un poco trabajoso eato de imaginarse el J. M. FERNÁNDEZ SALDASA.
Salto, tal como era entonces, en una visión de retroceso.
VIDA MODERN'A
I»»
VIDA. MODERNA. 55
56 VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 57
ACTO 2."
Sala en casa de Don Jaime, amueblada con bastante gusto- de un lodo de la taplh
hafrfacicn TCntanas con halcón del Otro puerta», lo mismo que en el fondo do h gnu
portada que deja entrever un corredor pcqueüo v luego el enniador do la casa bien nlun -
brado Lamparas de pié, mesitas, sofái, sillas, mesas grabados en los paredes en fin
lodos los objetos elegantes que so ven eu los salónos do La alta burguesía Es día do re-
cibo las cinco de la tarde eu la estación de innenio,? hiitro el primer 7 el segundo aeio
so supone baja pasado un mes j medio A medida que avanza Inucciín va oscureciendo,
asi que á mitad del acto se encienden loa lámparas j - arañas
ESCBKA I
SIRVIENTE, GABK1EL
.. {P*!iqnii se emociona tiiiblemente. Un reloj dá las cinto son los hermanos, á, faei de que estos son' los parientes.
y ello, se asoma á lartntana. Towerspana) Aislarse es oí único remedio...
J.—{Pispándolo) Hablando de Boma el rey se asoma. P.—Más ahora eres feliz: tu mamá le permite visitar;
P.—¡Qué simpático es! ¡Tan entretenido! ¡Ideas tan •él ha cambiado de carácter y posición... podrán casar-
elevadas! ¡Hay algo tan profundo y bellu eu su mirada!... se i y yoí
En fin... (Se rveben 4 sen'ar las amigas) J.—Tovier» dijo á Paco que al encontrarte á ti le parc-
J.—Lo he adivinado todo: tú lo amas. Tú has vislum- eia haber iie.seubierto un mundo y que no conocería más
brado la fisonomía de la ideal belleza. Si querida: para la felicidad si no fueras suya. Insistió en que tú eras, para
nosotras las mujeres no alcanzamos todo el sentido do la él, cuestión de Y'da ó muerte.
vida sino cuando encontramos al ser amado. Entonces P.—¡Qué horror! Y yo que me he manifestado más
empieza la •u'da con sus sutiles pesares y maravillosas bien indiferente. ;Papá, papá!
alearías. Tu estás triste, tristeza propia de quien, está J.—Si tú le amas devoras, olvida á tus padres. Todos
próximo A un infinito bien, pero tú sonreirás por que tú han sido lo mismo al principio, mJs al fin tienen que con-
amas con todo tu ser. ceder que un extraño, en un dia, modifique BU obra lenta.
P-—Pues si, no debo, no puedo ocultártelo, pero temo El amor es un vértigo; es la racha imperiosa que todo lo
dárselo á comprender á papá: rué quiere tanto el po- arrasa del corazón, de la mente, para dejar el sitio al ídolo.
bre \iejo! ¡Losé contrario! Se disgustó muchísimo cuan- - P.—En él caben, lo be !eido en nn libro suyo, la supre-
do Jorge se lo dijo. Lucho y lucho entre dos corazones ma crueldad y la infinita ternura... >"o me precipites
que adoro con la misma intensidad. Papá por un lado: Julia; piensa en lo que me aconsejas, pues estoy sintiendo
él es mi padre, mi rey, mi todo; romo hija tengo para con idpas extrañas. Kosotros los sumisos, lo& tíimdos. los hu-
él una inmensa deuda de gratitud; el otro es un descono- mildes somos terrible? cuando nos quitamos la máscara.
cido, pero 4 pesar de todo su alma es tan transparente J.—(Aturdida) Consulta á tu confesor, ( ¿ m t a callan
que veo al través de ella como en la mia... porque se oyen panos de risitas que van á entrar).
(Sollozando y echándose en los braaw de Julia). Lo quiero
y no puedo hacérselo saber... ¡Soy tan desgraciada!...
ESCENA VI
Xnnca be sabido insinnarme con voluntad... Siempre he
iegnido los consejos de papá, de mamita.... ¡Oh papá, DICHOS T MARÍA ASTOXIETA QUINTANA ALVi Y STT HIJA;
papA, niu saberlo, me está matando!...
J-—(Llorando también) Cálmate: cuando se quiere apa- ANTUCA; (mujeres hermosas, vistotamente ataviadas)
sionadamente es forzoso sufrir. El amor, el dolor y la muei-
te son las tres gracias de la vida; tas tros batallan por man- SI. A. — (Adelantándose cariñosa) ¡Querida, cnanto
tenernos en la existencia de las cosas... Papá toé crue- tiempo hace que no te vemoa! ¡Que pálida estás; no com-
lísimo conmigo... Ks cierto que en parte tenia ratón por- prendo como no te hayan ya robado á tos padre*, encan-
que Paco era trn rebelde, un muchacho travieso... Mien- tadora!
tras él vivió no entró á casa y aún una de sai últimas vo- A.—(Tocando el restide de Pryf«ú) ,-Qué bien te ilfo-
luntades fue que nunca se me dejaría easw con él. Quien, ta el azul! jy tn mamá y los demást
dice, enamorada dice contarriada: si no son loa padreí P.—Todas estamos bien, gracia». Vamos á sentarno»
íSff.íf TQ&mV:« í » w « «
68 VIDA MODERNA
VIDA. MODERNA
cerca de la estafa; Tds. tendrán frío. Voy á avisarle á ma-
má que Vds. están aqui. (Snte)
ESCENA Til
31. A.—(« tu hija en ro: baja) Todavía queda á ebta
gente algo de su rusticidad primitiva. ¿'Viste con qué DICHOS, LA SHA. r i Z A l ' R D U T PSTQUI5!
frialdad nos han recibido? ¡Ya me lo paeaián!
A.—(ICn tono burlón) Fíjate en los cuadros: pensar que 3f.A.—Señora, estábamos por irnos; creíamos que Vd.
no tienen grandes firmas con tanto dinero. estímese enferma.
31. A.—Te apuesto á que no le dicen nada á Gabriel. I>." i!.—Discúlpeme: estaba atendiendo á los prepa-
Vamos á ver si consigo hablar con el Tiejo Blzanrdia. rativos para la mesa; hoy comen con nosotros todos
Era buen mozo y arrogante de jóien, pero rudo y nuestros hijos; es el santo de Jaime.
malhumorado como él solo; testarudo hasta decir basta. A.—(liaciendo irrupción en la eonvenaeirín). ¡Qué felices
Era enamoradísimo: Gabriel en pinta, pero este es m,U deben de «er Vds.! %on patriarcales. Los envidio deve-
bonachón y no hereda ni la ambición ni la zorrería de su ras. En casa estamos más á la moderna.
padre. Con todos sus defectos es un buen paitIJo y tene- 31. A.—(Como repicndicndolu) ¡Antuca! Esta chica tie-
mos que casarlo contigo cueste lo que cueste. ne vida por tres. La quiere mucho á Psyquis; tal es así
A.—Conversemos con la señorita Vaherde, acaso ella que figúrese, señora, la ha tomado por modelo. Imagí-
pueda adelantarnos algo, (dirigiéndose d Julia que ha estado nese á Antuca, olla que pone en revolución á toda la mo-
absorbida en su labor) Parece que tíen»? Vd. pasión por el zada, haciéndose la monjita.
bordado. ¿So le paiece qne algo extraordinario pasa D.a JI.—Se equivoca Vd. nmy mncho. señora, lli hija
yq es. alegre pe'o su alegría no e$ género de importación
J.—lince tiempo que no nos veíamos; el invierno no francesa.
)o siente; luego la ruptura con Juan... 31. A.—(medio tortada) Vd. no ha comprendido mi
A.—Comprendo, pero Gabriel dejó escapar una in- observación; Psyquis es una monada. I<e he querido decir
discreción. que Antuca era en el fondo tan seria como su hija. Ea la
M. A.—;2Tiña! chica más ingenua que puede darse. Tiene caprichos
-V—(Continúa nn imparhlcz) líos dijo que ese soña- de mimosa nada más. >"unca lee novelas francesas, ni
dor de I.ionel Towers !a asediaba con postales, cartas va al teatro cuando se dan piezas Ubres. Consultamos
y poesías que le dedicaba. Gabriel está furioso contra (i. siempre á este respecto al crítico Suplente, os decir, que
W.A.—¿Gusta ella de élí nunca vamos á las obras que él juzga buenas. Confieso
J.—Eso mismo le estaba preguntando cuando ustedes que creo tenga razón en el fondo, pero Vd. sabe que hay
entraron. que aparentar, por lo menos seguir U corriente. Digan lo
W. A.—{en ros baja) Se !e ha contagiado la guarangne- que quieran, pero las ciudades modernas son grandes
ría de los Elzaurdía.' Estoy por irme. cuarteles... Él arte, Doña liarla, hay qne convenir; ea la
A.—¡Por Dios, mamá! Estamos en lo mejor: estoy despreocupación, caai el abandono de las regias y leve»;
divertidísima; aqui viene la vieja. la moral es la geometría.
&..—{Vohiien(U> á meterte en la emnenaeión) Eíta ma-
má se ha vuelto tan pedante desde que entró en la liga
-de señoras contra la inmoralidad artística! Yo, macha-
70 VIDA MODERNA VIDA MODERNA 71
chas, al arte y á los artistas; serán unos inmorales, pero d timbre; sale sirvienta, en esto Antuca ha ido al piano;
saben rodear de tales encantos lo que llamamos vicio, una vez instalada en él dice para si):
mal que pierden su aguijón. iY es la uda toda virtud A.—Entre ciegos el tuerto es rey. Toquemos este vals
para que el artista solo pueda ocuparse de ella? Reprodu- tan tuerte como pueda aunque despedace el piaso : vere-
cir la vida tal como es constituye la misión del autor- mos si baja Gabriel. Los hombres son locos por el
dramático; si se ha observado \m hogar vicioso, su obra baile y ¿1, no digo nada. (Al empezar todas se dan vuelta
reflejará el mal, la enfermedad, toda la senda de muirte á mirarla y luego surgen miradüas significativas).
que tiene la humanidad embrutecida... P.—(n Julia) ¡Estoy volada!
A eso se oponen esas damas, jno es ridículo! Y eso que D. 5 JI.— (á Elina) Dígale & Don Jaime que la Sra.
mamá es de las más inteligentes por ser de las más tole- Quintana Aira desea hablarle dos palabras.
rantes y de criterio más positivo. (Todos se miran ttmt E.—Corro á decírselo.
á otras como qukn oye á una persona, del otro munio).
D. a M.—(después de ««o pauta oilif/tida por d asombio) ESOEXA M i l
Su hija me parece demasiado n«r\iosa, tiene demasiada
vida. ¿Es hija de María? DICHOS V G Mlliir.l.
Sí. A.—(Cohibida) Si y 110: el padre es tan liberal que
he tenido que sacarlas de la Congregación. Dwpuís co- G.—(Prcapitándose e» ¿I 'cuarto tomo «n loco) Antuca
mo Antuca vive sofocada adora el deseóte y Vd. sabrá aquí. ¡Y decir que no me han mandado decir nada! Nun-
que el reglamento.... ca te lo perdonan» rubia mala! ¡á Psfqnú). (A Antum)
D.a 11.— Siento de veras por ella. Las calma tanto. ¡Qué encantadora estás*. $Y tu mamá! (A Mana Anlo-
A.—(ímjHHsieiite d Psijquts) ¡Y qué es de la vida de nieta) Seiora tanto gusto, tanto placer en verla por aquí.
Gabriel? Me extraña no \erlo por aquí. Hoy cumple años papá y va á tener que dejar á Antuca
P.—(bah á Juba) Qué tupé (4 Antuca) So habrá llega- con nosotros.(Doña María mira á *u Aiw).
do de sus quehaceres afín. (Mientras las muchachas for- A.—Si. mamá, luego me haro acompañar por Psyquis
man- «« aparte María Antón teta nerviosa trata <íf decir y Gabriel.
á don» Mafia algo que le cuesta mwJhn. D.» M.—(Interrumpiendo Us planes)Hoyes un día de
Jí. A.—.-Queremos tanto á Gabriel! jEs un excelente expansiones sumamente íntimas en casa y creo que su
mozo, un ideal! hija no m divertirá entre nosotros.
(Ctmiiantfo tubitameníe de teína) i Y don Jaime? necesi- Jí. A.—(picado) La amistad qu« existe entre nuestro»
taría tanto hablar «los palabras con él, pues como es hijos no es para que se estraSe Antuca de ten tiestas in-
Senador podría ayudar lancho & un hermano mió. timas. Así es que si Vd. me lo permite, consentiré en qne
D." M.— No le prometo que venga i 1» sala. Vd. s»b» se quede.
demasiado (o que son los hombre»; si Vd. quiere puedo A.—(corríexio 4 ie»«r 4 Doia Jf«rí«) Quiero quedar-
participarle su pedido é influir oon él. me señora. Yo la uniere mucho á Vd: pregúnteselo i Ga-
M. A.—{totcmeertada) lie «MTeadria mas hablar briel. Siempre hablamos de Vd. Quixá la hayan imiú-
coa él direetunwte poesto eonti» mi. ¡Hay teta beateria en nuestra socie-
D,» M.—(Pamrí ) ¡So be visto gente mieandw! (Toe» dad! Ho les oieaae&ora... Ho por leer novela* franee#a» soy
72
VIDA MODER.NA
VIDA MODERNA 73
peor que las que se pasan de ern lectura y prat tican la á cuchichear) conversan sobre María Antonieta y su hija;
vida de aquella tierra. Xo soy hija de Jlaría sino de im3
espían todos sus movimientos. Gabriel y Antuca en actitud
padres: soy unaseñon'ta alegre, muy aleare, eso es todo,,..
Vd. me querrá jilo es cierto? {Gabriel se acerca suplicante. <le enamoradísimos).
Desconcierto general. Encada de Don Jaime con g'sto de G.—(Jtfrii/ cfic« cíe dio) Jtira el papá suegro. Sn os tan
mal humor y cño Ilumino). fiero como lo púitan; tu psdre es angelical: todo lo prevee;
(cambiando de humor). Estoy celoso, bailaste una polca
con el alemán: no te !o permito más Te quiero siempre
ESCESA IX á mi lado, máí aun (?c ra acercando).
A.—Bobito, nene grande: tengo que ser cortés
DICHOS, DOX JADIÉ y afable con todos; tu eres mi predilecto pero hasta que
(Saludo general 4 las eiiila\,) tu papaíto no consienta formalmente, hijito, poy libre,
libre como el genero chico fiace ademanes de nlai).
D. .1.—(.! Mana Antonicta). Señora, ¡Vd. por aqní!
3Iueho placer! cuanto ten¿ra que pedirme, está concedido! G.—¡Seductora! No se puede contigo. {>To es ciorto
D. a >!.—(A ¡>ai te) Ksta quiere hablarle d solas, ente- que me quieres?
rémosnos. (Salí' Doña Marta). A.—Zon/o: si quieres que te lo e«tó repitiendo para
siempre, compra un fonógrafo, imprimiremos la lia-e.
D. J.—(á María Antonkta) • Sentémosnos... (se acerca Quieres oiría, le daTás cnerda y abur
al sofd dando pequeños suspiros de alegría).
G.—(ComjiKniulA Sé sena, por Dios, eres incorregible
31. A.—Cuánto siento tenerlo que incomodar. Se trata Y cuando seas mía, para mi sólito todos esos encantos,
de un cosa intima, por eso no quise hablarle delante de
su esposa. Las mujeres no tenemos hábitos de con- e«oa ojos que no cesan un instante «le ptraerme
fesores. A.—Para entonces vercínus. So sé hablar en tiempo fu-
íuro; el presente es infinitamente mas h»rmoso, mas nues-
D. J.—(para sus adentros). ¡Qué caro me va á costar tro. Solo lo que está pioximo, solo lo inmediato uiteiesa
esto! Gabriel me precipita á ¡a ruina. María, ven ligero. 4 los que como jo tomamos la Mrta como lasmanposas
(i Ma,ía). Comprendo, adelante, sin temor. ó como las abejas que solo liban el m'riar de las llores....
M. A.—Vd. conoce i mí hermano Carlos; el pobre está, (Mientras (iabr'-el y Antuca continúan (onversando en voz
cargado de hijos; casi so muere el menorcito días pasados; baja, Don Jaime y María Antanieta vutlcen á continuar
es empicado del Banco de la Sacien.., un desfalco ... *n diálago)
Se sospecha, sea é l . . . Vd. me comprederá... tNo podría
desviar la sospecha* Vd. es miembro inf/uyentfsimo del M. A.—(Mirándolo tiernamente) ¡una señora se lo pi-
Directorio. de.», ..(suplicante) Hágalo en honor de nuestros hijos
los muchachos se aman acuérdese de su primer pasión..
D. J.—(Atorado cama si le quitasen algunos peso» del bol- So recuerda las salidas de misa de una por el ailo 7f>
¿tüo). Señora: no me aguardaba estas revelaciones... Fran- «1 baile en la bolsa1...El pasado es como el champagne:
camente Vd. me ha tomado de sorpresa. (Casi sin aliento. nos marea, nos trastorna ¡Cuando pienso que ambos
Siguen conversando animada y tiernamente, mientras Ga- tenemos canas!.....Podríamos habar sido casados!
briel y Antuca sostienen en el otro extremo del escenario D. .T.—(Mirándola lángui&amenle y COVM queriéndola
este diálogo-, Psyquis g Julia se han retirado al tofaoito abra;ar).TSo me ofrezca champagne Señora María
74 VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 75
Antonieta, no sea cruel JTo se burle Vd. do mi, de este
viejo... viejo nol... toilavia eé amary mientras se tiene san- (á Gabriel). |Y tú bandido no me abrazasi (¡o abraia) jres
gre ardiente en las ve¡ia3, uno es juren... (He tudvecañaxti qno buen abogado es tu sangro? (DonjKimt ío acompaña
ntá» tierno, »/ en el preríso momento gve le ré 4 asir tm& basta la puerta cnavdo se encuentran alli con nuevas visita*
mano María Antouieta le diee~. Dona María Antonieta la solutía y pasa adelante, mientras
M. Á.—Si no viviera Jnlio quizá, pero soy casada Don Jaime rvelre á entrar con ellas al salón)
(Con ademán trágico) Pensemos eu ellus, en Gabriel, en
ella; e3as eabecitss que sueñan en todas las belleeas de ESCENA X
1» vida y de la juventud, han sido hechas para juntarse
DICHOS, EXCEPTO MARÍA ANTOStETA, IIBtiOB KAMIREZ,
[Mírelos!.
D. J.—(TiernUimo) Ei muchacho se casará dentro de MARUJA, XOBKIZA y SEM: en FALDAS
un mes, se lo aseguro; en cuanto á lo otro, volveremos
á haMaf sobre el asuntu otro rlia, (Aporree Doña María H.—(Hombre iórtn de «nos ,12 años; tipo clásico del
por el fondo. Don Jaime y .Varia Antonieta *e separa* y se eipiritu conxertaéor vnido n la, fatuidad y una inteligencia
ponen de pie tomo movidos por «« resorte). mediocre que solo cuenta con nn apo'jo : el <?me/o.);8uegTO
JI. A.—(atUlantiíivlose) Sefiora: creia á Don Jaime na querido...qne los cumpla VS. muy felices! (Tomando al
hombre adusto; es todo an caballero de salón ¡Ojalá. nene de los hratm de la nndrka) Aquí lo tiene al monono;
igual al abuelo: mofletudo, sonrosado, una usina de sa-
Julio fuera tan complaciente y tan sociable! La felicito
lud y tan picaro como fi. (£o pincha con el dedo) Hazle
Doña María. (Mirando d reloj) Es ya tarde: Gabriel haz-
una sonrisa á pap¡V viejo... Una, dos, tres: un beso.
me llamar ei coche. Adiós seíiora.í Besoteo general) Los [Entrega solemne del mgtaAo áepmio infantil al viejo
espero eJ lunes en la quinta á comer; tenemos nn gran Do» Jaime.)
acontecimiento que festejar. (Mirando A Antuca) Don
Jaime ha consentido el compromiso de Gabriel. M.—(fímiiií fht»ir«m<!»te al padre) ¡Papil querido
D.» M.—(Asombrada) (Jaime? {desconcierto fenenfc hoy es t« gran día! ¡Qué bifn llevas tus cuarenta y pico"
los novios aprovechan la ocasión para darse «» beso). de años! Kres todavía bueno y fuerte, ¡oh tan bneuo!...
Observa al nenes parece que quiere decirte algo, pero no
D.« M.—(á Don Jaime) {Era esa te sorpresa de t» santo!
pasa de un cunato como sucede con las señoritas del telé-
Tengo que hablar seriamente contigo; estas reblandecido. fono. Sonríen, pero contentar nunca!
(Don Jaime toma ceremoniosamente el brazo <te Mari» (Don Jaime a>* disimulo Je va entregando el nene como
quien no quiere la cosa, pero Maruja se lo deewíf* ce» i*
M. A.—(abraiando tiernamente á Antutn) Cuánto me mitm» Hnwn).Vns., dos, tres: ahí va el rico, ftl picaro,
afcgro que esté próximo el día en que ser* Vd. mi parien- el que el llanto ignora!
títa muy querida. ¡Kncantoí ¡oh! que felices vamos » ha- (línntj* r¿ i juntarse ora n hermano y Julin)
cer! Corro á participárselo á Jubo. £1 quiere tanto i Gabriel
(a Bm Jainte): Ahora puede «amorto Jaime. (A Don* D.o M.—(acercándote) ¡Qué tierno cuadro! ;Es un pri-
vilegio el ser abuelo! (<í Don Jaime que Aao» «n gata
María): ün abrazo señora. (4 Da* Jim*) 0» tita» otm* que no ere* en tal afirmación)
Jaime. \Uomo diriffieindm <f fe owwwremiw) ¡Por fin » -
«MBOS parientes; nosotros que nos qtMtomm ta«te! D. J.—(gm yo w> p*tdt nw» m la crMvra, « iirift
picaresemmaHe n la jwrfrií») una, dos,tre8¡ a la wna, i la»
76 VID* MODERNA VIDA MODERNA 77
dos, á las t ' c ; (deposita en loi biazos del ama el nene) To por el contrario con tanto disgusto, tanta contra-
(Don Jaime reton¡orinado) Ya me he olvidado de cargar riedad y sobre todo, tanta ingratitud!
estos pequeños bultitos de carne coa voz y ojos. (A sus P. J.—(algo altanero, conhortando con la manera ¡ran-
hijos, alegremente) Vamos á tener una tenida magna' ea '! sincera dü T>r.) ¿Qué te trae por acá! Tantos años
Hijos querido?, besen á María, su buena y abnegada que no nos vemos.
madre, mi dulce y snfrina campanera, (erpansimus se- Dr. T.— Compañero viejo: en tanto que yo como la
guidas ffr i'imilin) mayoría de los intelectuales de nuctro país sembrábamos
ideas y nos dábamos á la buena %ida, tú y contigo otros
ES0E5TA XI más prácticos hnn levantado iumeinsas fortunas. La in-
CRIAD 4, voy j vivir, luego el Dr. TOWEES. telectualidad ha sido un fracaso : haciéndose muy ra-
udal se ha hecho imposible. Hoy ya nosotros no consti-
S.—TTn señor desea conversarlo con urgencia. tuimos la clase dirigente. Yds, el dinero, gobiernan el mun-
D. J.—A los diablos con <?I: no son momentos de ver do, hasta el genio solo se le considera como tal cuando
á nadie. se transforma en un imán para los dóllars.
S.—Tiene aire muy contrariado. Como parece ser un D. J.—¡con aire triunfante): "So te lo decía j o cuando
gran personaje por su traje elegante y manera de señor, tú to exaltabas con los libros de Julío-Simont El espí-
rico, muy lico, le dije que Yd. estaba.... ¿Hice malf ritu está aún lejos de dominar el mundo.
D. .7.—¿Donde pstíi su tarjeta? Dr. T.—Pero un día llegará, querido, en que la pxeesiv a
S.—Hela aquí. materialidad er que está sumida la sociedad producirá una
D. -T.—;E1 Dr. Toñera! Esa gente me persigue como estupenda reacción en fa^or de los inmensos horizontes
una peladilla... Qué demonio^ querrá de mi! (paseándose del alma; el día del triunfo licitará; no morirí sin asis-
• pensaiiro.,.) Hazlo pasar, animal, y para otra vez, apren- tir á la victoria"de la sabiduría: la Iridiólos místicos
de á mentir, infeliz. (Ptyquis sigue con interés todo volcarán sobre el mundo el tesoro de los superiores.
este dvílogo. Biuqiéniose á sn lamilla) María, mucha- D. .T.—T¡eeono-!CO en tí al pequeño filosofo de antaño;
chos, señoritas, tengan á bien pasar al estudio; espero á al enamorado soñador que escribía & su novia cartas
una visita y quiero hablarle aquí á solas. (Salida proce- á lo Lamartine. Pero todos estos recuerdos de los tempi
sional de todos ¿n amena «causen», l'syqui» ¡tace, lo propio Jeliri nos alejan del objeto que te ha traído á esta tu caía.
pero luego vuelve y se colora detrás de vn biombo para es- Dr. T.—Re trata de mi lujo, el pobreeito está loco por
cueliar la conversación). tu rubia, toda su vida está concentrada en ella; ella ha
J">. J.—(Con las manos crispadas) Que querrá ese ca- sido para él una revelación de un inmenso campo do ac-
nalla de mi; siento no haber sido más grosero con ellos; ción.
(IMra el Dr. Toureri, Anciano lleno de juventud y noble D. .1.—(mol humorado) lT á mí quét
energía: ademán y traje elegante: hombre demi'ndo, inteli- Dr. T.—El muchacho procedió mal; no debió escri-
gente y Uno). birle con tanta libertad, pero el amor, el grande, el verda-
D. Tobera—Hola, viejo amigo: hora inoportuna, mo- dero amor todo lo disculpa. tQuién no ha sentido esa
mento aún mas; he sabido que cumples aflos noy... qué sed intensa, inexplicable, fetal de amar» tNo te acere*
hombre de suerte...tu., no envejeces con un año.. tn ardiente juventud á esa fuente do lateBcidadtDis-
78 VIDA MODERNA
VID*. MODERNA 79
cúlpalo al pobre y dame el permiso para presentarlo en anheloso con la mirada llena de ira j maldad Muta el pre-
tu casa.
etí» mstnnte en que Fsyqvis se da menta cabal de la pre-
D. .1.—(Fmihvndo) Yo nada entiendo de todo esto, senria ¿e «« progenitor.)
ee lo diré & mi rrjujer; ella resolverá como le pareroa... V.—(Dominando s« sorpresa y tratando de mostrarte
Dr. T.—(Leianlándose como para inte) Creí poder en- la hita buena y sumisa) Estoy muy tranquila de espíritu.
'contrar un amigo pero hallo otra co«a. El dinero te ha ¡Papi! gozo de roncha felicidad.... [cerciorándose de que
cegado. No tengo nada mds que agregar. Adiós! (solé) su padre se Tía dado cuenta del contenido ¿e la misiva)
D. .T.—(se /rueda mirándolo salir ;/ cespueí se pasea Un rnrbes mi paz....Estoy enferma: estoy triste...A to
muy aUeíado) ;Y es para e=ro que me prive yo de momen- chlqmtita le parece qne se va....
tos agradables! Para qué sirven las buenas maneras, D. J.—Dame esa carta...Tengo derecho á íerla...
la educación, jno me hubiera \alido cortar las relaciones Soy tu padre.
con una buena grosería? (sale) P.—Violar la correspondencia agena es un delito...
P.—(Sale de su escondite mxuj emocionada) ¡Por qué la Papá. t« lo suplico : déjame en paz.
inteligencia no se unirá al poder! iPor qué la bondad, la D.J.—Basta de gestos anarquistas! ¡Cómo se ha pose-
nobleza, son, serán soberanas? (Entra sin tente por vrm sionarlo (te tu alma ese pillo!... hi lo tuviera entre mis
puerta lateral con vna carta, se la (14 á Psyqitis y sale por manos b mataría... (Enterneciéndote.) ;Bobanne el cari-
la puerta piincipal.) ño de mí adorada Psyquis!
P.—¡Es suya! Una partícula de m espíritu armonioso. P.—jQné erimeu ha cometido contra tí! Piensa, bus-
(Al»e y lee). «Querida amiga: Cada día que ae desvane- ca, analiza so conducta. Xo prejuzgue*, papacho Tío
ce encuentro mi ser, mi cerebro,.mi corazón más lleno, fé qne tú me idolatras; te opones porque me qnieivi, pero
de tí. El hombre que por su lucha con la naturaleza ha- si yo te dijera que ei todo iiiñtil: que lo amo. que lo aetrai-
se vuelto un ser más vigoroso y fuerte que la ninjex, don- . ré á donde quiera.
de permanece así como el primer día todo el esplendor del D. J.—{Tmnnniol* la mano bnixeameitíe) lE*t4* en
espíritu. Ustodes están más cerca de él, del único; por tu sano juicio, infeliz! ¿ f'abes quién es tn padre! i Couo-
ello el hombre os necesita como un mediador... Como el ces las leyes! Tú rae pertenece* nauta la mayoría de edad
plateado hilo del teléfono tú fuiste para mí un rovelador, (C<m ternura forzada) dame la carta; yo basco tu bien,
un proíeta; intuitivamente tu sola presencia dio más Psyqais Dámela, sino
belleza á las páginas de mis libros futuros, más faego P.—Sanca, junas profanaré la confianza que depo-
sagrado á mis pasiones nobles del porvenir.... sita ta mi un amigo, n» hombre leal y noble cual poeo*.
¡Porqnó te agitas asi! Kl no me escribe nada qae yo, ni
tino podamo* leer.....Yo le di permiso p s » qne k» hiciera.
ESCENA XII Por ser eteñtor, poeta, por ser un alma para no entr»
ra la cuenta óe e»oj joven*» que eatamM acottumbradu
[Don Jaime entra por el fondo y telnmtr» 4 $* *tf* a ver pueane por plazae y calle» en bout» é» aventura»
leyendo una carta, que 4 juzgar par la aleprí* tebren**»- 7 aemAnw. 5o, papA, no eouluud»iiio«í»nn hombre, a »n
ral que se dibuja en tu fisonomía, et «*• <mrf i* MHT. afana. BeonzAo de un verdadero kombre pned« rerttor-
Mitttrat eüa ñaue descifrando a tummerito, ü Ut tigu* H í m jmrra como jo qne cono» ta* dHere&efa* man
80 \ IDA MODERNA VIDA MODERNA 81
fl y los otro? Yo he ganado con conocerle Soy más ijres que sí! (Haciendo ademán de besarse los dedoi en
digna: me conozco mejor A ti iambié'n, papacito, (acer- enn) Te lo juro Anda, hija pumisa, joven modelo ....
cándote con ternura hacia el) te quiero más, más cons- religiosa catoüquísima Dile al Padre Ibáfieü que quie-
cientemente... res á Towers, á un liberalote, peor que los del Centro Gior-
D. J.—Todo esto os griego para mí, música celestial. dano Bruno. Anda, apóstata de las profundas conviccio-
Dame esa carta: yo quiero llevar á los tribunales á ese nes de tus padres. Loca, insensata, piénsalo bien ¿ es po-
bribón que perturba la felicidad de mi hogar, que me roba sible un matrimonio más disparatado1 ¡Nosotros tan ca-
á tí que eres mi encanto, mi tesoro. Piensa Psyqnis que tólicos, tan conservadores! Pensar que la fortuna que
l> por ti, sólo por ti me despojo algunas vece' de mi rudeza,
de mis hábitos de hombre de trabajo que ha pasado su
he acumulado cun tanta pena pueda contribuir algiín dia
al malestar social, la sostenedora de los neos, de la.gerar-
vida y ha formado sn fortuna detrás de un mostrador, quia, la guartliana de todas las delicias á que podemos en-
entre ignorantes, egoístas y aprovcchadores Tú no sa- tregarnos los adinerados. ÍTo, tú no te casarás sino con un
bes, no, por que nunca te lo he dicho: yo no he nacido para lico comerciante, respetuoso de la sociedad, de ideas tran-
hacer fra«es elocuentes: soy un pobre desgraciado coa quilas y de hábitos burgueses. !So, y no y basta! Asi....
suerte y eso "es todo. ¡Cuanto emprendo me, suDrie! t Por \Enciende «na cerilla y quema la carta.) asi será de tus de-
qué no lo se yo! Tu madre quizas, mi tenacidad animal laneos amorqsos.
en fin, hija mift. Tú sabes inspirarme los buenos sentimien- P.—Es mi felicidad que arde, pero al mismo tiempo es
tos cérea de tí, sé posith amenté que tengo corazón h tuya, la de esta casa que peligra. ¡Ya verás! Humilde-
(llora) mente te imploro como cuando era pequeña Sé razo-
P_—(Cmmoride) Continúa así más más por qué nable...?. "Yo te perdono tus palabras crueles; te quie-
asi te pareces á él, á Lionel .... ro y te comprendo. Consiente en que venga aquí
D. J. — (Volviendo en si de su ternura) ¡Quiere es- lionelj conociínflolo, le estimarás, estoy segura. El no
to decir que ni mis lágrimas, ni mi humildad te confirmen en! es rencoroso: por mi, por su propia elevada idea del
¿Le quieres aíin, desgraciada! perdón de las ofeusa? hará de cuenta qn,e todo esto
P.—(Aterroriiada) Sí, sí, hasta la muerte. (Don. Jaime t"»n injusto, tan cruel que está pasando ha sido un mal suo*
le toma ambas manos para quitarte la carta: lucha silen- fio. (Cambiando de tono) Papacito: no guardas en un rin-
ciosa de la cual vence el viejo; léela carta y mudo de rabia cón mminoso de tu memoria los recuerdos de la primera
va á cerrar las puertos, una á una, con llave. Psyquis con pasión, no tienes, no tienes presente las primeras pala-
expresión de terror se apoya contra una mesa, la respira- bras cambiadas, la primer relaciónt So empezaste
ción ayitada.) tú también tu vida, pobre y rico de ilusionest Compadé-
P.—¡Me quieres matar! (Don Jaime sin cuidarse de ceme, papa! i$o es de tu vida de la que te hablo! Ella
Pstiquis lee la carta ; al tteyar al final la relee dos reces.) es la que deseo imitar; quiero yo también seguir con paso
I). 3.— «Tu serás mía, cueste lo quo cueste » trémulo la ascensión á todas las cosas buenas de la vida.
F.—Si, seré de él Yo llevaré ese evangelio á Lionel, aprendido de tí. Papa,
D. J.—T tú hasta hace poco tan humilde, tan sumisa papacito, contesta te escucho!
To soy el cupable, pero de ftqnl en adelanto tomare' mi» D. J.—Hom Psyquis 3to puede ser¡ esto no sera
precauciones. Lo olvidaras; te lo garantizo por mis pa- ímpecinado) lo exijo; Tamos á la me*»: ni una palabra
82 VIDA MODERNA
bían nacido. Pero poeta de laa flores y de la nueva y Sus composiciones se resienten al principio de un tinte
hermosa Canción Nacional, cuyas estrofas habían de ser demasiado triste y amargo, pero luego se armoniza un
vaticinios comprobados de gloria y progreso, no quiere poco más con lo normal y publica un libro, del cual ha
cifrar su renombre tan sólo en esas poesías que para dicho nuestro erudito maestro señor Enrique líercasseau
ello bastarían, sino que nos regala después con sus cantos Koran, que, sin agravio de muertos ni vivos, es el de
Al imperial, Recuerdos del Proscripto, El Ángel y El Poeta, mayor importancia que haya aparecido en Chile. Para
El Picaflor y la Libertad y sobre todo con sus delica- juzgar el libro Poesías (1854) hay que transportarse con
dísimas estrofas Seseos, que corren impresas en la mente el pensamiento á esa época de más de medio siglo atrás,
de la juventud chilena y americana, sin que antes, ni en que la atmósfera era muy distinta en la cultura de
después de ellas se hayan conocido otras en su género lo que es hoy; sólo así es posible apreciar en su debido
que la superen ó igualen siquiere en sentimiento y na- valor el esfuerzo de esa musa poderosa y soñadora que
turalidad, porque, es preciso decirlo de una vez, Lillo logra dar á este país una obra reproducida luego con
es, sin duda, el poeta chileno más llano y de mayor trans- encomio en los grandes y adelantados pueblos europeos.
parencia en el concepto. Sus composiciones El Primer Beso, El Ruiseñor, ¡Oh
Al lado de él, Guillermo Matta canta á la Patria, á la Juventud!, La Flcr de la Soledad, ¡Adiós! y algunas me-
Libertad, al Progreso y á la Belleza, empapándolo todo lopeas, melodías y ditirambos que corrreír en su libro
de un tinte apasionado especial, que recuerda á Lord Harmonías (1881), empapados en una melancolía vaga,
Byron, independizándose un tanto de Chile y de esa profundamente delicada y atrayente por la sinceridad
influencia romántica de Hugo y Zorrilla, íí la que los que respiran, siempre serán orgullo de nuestra poesía.
ingenios chilenos y americanos pagaban á la sazón ine- Demingo Arteaga Alemparte posee el carácter de pe-
vitable tributo. Sus leyendas, Un Cuento Endemoniado riodista y de poeta. Se formó en una doble batalla que
y La Mujer Misteriosa, con que se inicia, le acarrean, habla de durar hasta los postreros instantes de su vida:
es cierto, muchos enemigos, pero al frente de éstos tam- la del pan en el día, y la de las letras en la noche. Y
bién muchos admiradores. Más tarde imprime otro [rum- este minero de la idea, como decía Jacob Edén, en ambas
bo á sus cantos: los hace servir á'sus propósitos doctri- supo vencer con brillo. Unido á su hermano don Justo,
narios, filosóficos, políticos y religiosos, principalmente funda el periódico literario La Semana (1858) y fui el
en sus Nueva» Poesías, que respiran algo asi como una creador en nuestra prensa y la literatura nacional
didáctica panteista que sonara con nobles ideales de pa- del folletín político, social y literario.
triotismo y fraternidad. La fecundidad del vate copia- Una de sos primeras predaciones poéticas es la traduc-
p no, que acaso sea la máxima alcanzada por poeta al- ción de la Eneida. Como historiador, produjo Los Cent-
guno en América,—á quien tanto alentó con sus mas tituyentt* ChiUnos. Como poeta, canta con pureza y co-
vigorosas estrofas—sabe obtener brillante partido en el rrección » ia Patria, 6 8* Madre, Al Dolor, y La Mtfe-
Panteón Universal y en tantas otras poesía» que «llevan raiKa, y en todas nu estrofas revela no sólo nn «olido
meollo del más sustancioso, y i veees tuétano de Jeow estadio de b lengua, sino una honda inspiración «o»
como dijo en una ocasión Amttnátegui logra h a i t «1 sentimiento.
Á Guillermo Blest Gama corresponde una gran •<>***- Annqa» Hermogene» ét Irisani no nos na legado ma-
cjón en el movimiento poético deque venttno» h M d chas poeaias, hay que admirar en « a ndnefda prodw-
s« VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 8T
cien composiciones impregnadas de un sabor exquisito j
des una corrección notable. Sadie como él tiene más fa- Tócanos ahora hablar del poeta José A. Soffía, que
cilidad para pasar de un tono á otro: ríe, se enternece, canta á la patria en su laureado poema Michimalonco, y
contempla y se extasía y hasta da á luz poesías del gé- que conmueve las más delicadas fibras del alma con sus
nexo crítico, bipn que la nota dominante de sus escritos Cortas Se mi Madre, poesia en que la sinceridad del sen-
es la festiva, como lo demuestra desde el comienzo con timiento, la nobleza del concepto, el colorido y la ele-
la publicación de la La Charla (1848), especie de juguete gancia en la expresión se dan la mano. Aconcagua com-
crítico en verso, en que fustiga á los poetas y periodistas pone un canto en octavas reales lleno de vigor y en que
de esa época. De entre sus poesías más celebrada?, Pen- la exuberancia de e*a rica provincia parece palpitar ea
f samientos merece especial mención. Esos sáficos,—para
: no citar más que una—llenos de exquisita suavidad y que
sonoras y bien cortadas estrofas. Laz ios Urna»,
tradición aconcagüina data do esa ípoca. Kl poeta por-
teño actúa también en la carrera pública, luego en la
0 dejaa traslucir el alma eminentemente contemplativa del
diplomacia. En Colombia, junto con desempeñar el más
a autor, perdurarán en nuestro Parnaso.
simpático y conciliador papel entre los elementos literarios
Eduaido de la Barra ocupa un lugar prominente entre de aquel país amigo, produce Las dos Eermatas, y una
1 Líos buenos poetas chilenos. Empieza & lucir la flexibili- íerie de composiciones que unidas á las anteriores forman
cxlad do su talento con su obra premiada Al Abate Molina, tTe3 ^ olúmenes preciosos: Poesías Líricas, Hojas de Otoño
cenando leeién se gradúa do ingeniero. Más tarde se coloca á y Poema» y Poesías.
uuna gran altura con sns poesías Objetivas y Suljeticas, y una
• ggraa cantidad de fábulas, en que demuestra su facilidad En La Semana, de los Arteaga, hizo su estreno un
poasmosa de vesif/cador, puesta al servicio de un tempe- joven poeta que más tarde, en 1868, entregaba á luz publica
rs*sm«»iito de artista y de miarte la más altas ilustraciones mi tomo áe Poesías, que" le han valido una gloria bien ci-
runacicmales. El ingeniero-poeta no se contenta con estos mentada y cunfinuada después con otras composiciones
tnnuQfos y con damos á conocer en fáciles versos casfce- patriótica* de verdadero fuste. Se llama Luis Rodrígnez
Itelanos á Horacio Manaoni, Sully Prudhomme, Shakes- Te!a3CÍ3. E-te se deja influenciar en un principio por esas
p e a r e y otro1!, sino que se distingue como el polemista nebulosas fantásticas del romanticismo, y hasta bara un»
mraás liabil ton si,s Saludables advertencias al deio cMeno, hermosa traducción del Ruy Blas de Hago, pero mi»
líl bro que lanza anónimamente y provoca una verdadera tarde se desentiende y canta Al Amor, á La Patria, y Al
tucjrincnta periodística en que tiene ocasión de lucir su Bogar, con tanta ternura, sinceridad y delicadeza qo«
bUien cortsula pluma. se conquista ana fama bien merecida denfo y fuera de
Chile, pnes sos poesías l'ansído traducida* en Italia y en
Entre sus poesías, la mayor parte amatorias, no faltan el Bragfl. P ú a no recordar sino algunas, nombraremo*
alglguaos cantos vigorosos, modelos de poesía heroica, como Los Héroe* de Iquigue, El 21 de Mago, El Beto id Pf
su ( Orii á la Independecia de América, Quena á Españ*, ni*>, Tititaé I* Cata Patenta, Lo* Do$ Sntpiro*, jtm-
Á Cuba, etc. lian llamado también la atención, dentro tre I M feftíva», Vimletttím de Piano. Sorpre*»drMnatíe*»
y fue» del país, sns estudios en castellano arcaico, L* P¿- Por Amor jr for Dinero, que fue representad» con gnm
jirsm perdida del Poema del Cid, y el JIj/tterio de fe* éxito (IM9) en Talpnaiio f Santiago, pote* facnaotM
itocjMa Magos, I'éiuiat dri Arcipreste de Bit» y otras res- « M M y pode mr considerad» como mu de nMtfnf
taeM "
88 VIDA MODERNA VIDA MODERN.» 89
(I) El sefloc don EMKiQrx BAVCHS bu conquistado fin pocos arlos el rrlowr poeto w ~
tre los poetas frenos argentinos Su libro -El cascabel del 'hMbaat n ua» n i * Jora de
poesln cuteUnna. Es autor, aótmjs, de (Luí tarcas» j .B! libro dd loé dntfoi» r "dac-
tor de U revista argentina iKosoIru»
vim MODERN-V 96
.."'•*.
VIDA MODERNA
VIDA MODERNA . 99
las costumbres había hecho grandes estragos en las altas
clases; los privilegios eran batidos en brecha por todas par- misa del Espíritu Santo, una arenga en la cual ofrecía al
tes; una inmensa necesidad de reformas 66 hacia sentir. Pa- Rey, «los homenages del clero, los respetos de la nobleza,
ra poder remediar los males crecientes, el gobierno resol- las muy humildes suplicaciones del tercer estado». Esta
vió convocar los Estados Generales. frase no agradó al tercer estado; pero, lo que lo descontentó
.Entonces una cuestión se presentó: ¡las órdenes serian más, fue que se designó á cada orden un local separado pa-
mantenidas? Una obra resonante había aparecido: ¿Qué eg ra la verificación de los poderes da sus miembros; él recla-
el Tercer Estadal Emanaba de Siéyés y encaraba la abo- mó, y demandó la verificación en común. La nobleza lo
lición de las órdenes. Bajo la influencia de este empuje rehusó y proclamó el 28 de Mayo la distinción de las órde-
se decidió que el tercer estado tendría una representación nes como ley fundamental de la monarquía. El clero se
igual á la de las otras dos órdenes reunidas. Pero por otra demostró menos resuelto; se pronunció inmediatamente,
parte, {cómo organizar la representación del clerof Se pero en una débi! mayoría, por la verificación separada;
acordó al bajo clero una representación cuádruple de la pero el teráer estado insistió; Farget le dirigió abjuracio-
del alto clero; él se encontró asi dueño en las asambleas, nes «en nombre del Dios de la paz y en nombre de la nación»;
encargadas de nombrar los delegados eclesiásticos; no hu- los espedientes fueron propuestos sin éxito. Finalmente,
bo necesidad de hacerle sentir su preponderancia y de in- lo que era de preverse, algunos curas se unieron al tercer
vitarlo á servirse de ella; él la usó con moderación en los estado en la sala de deliberaciones; fueron acojidos con
expedientes que formó, limitándose á recomendar algu- aplausos. No contento con esta primera victoria, el tercer
nas reformas de detalles, tales como la supresión de los estado procedió, los días 12 y 13 de Junio, al llamado de
derechos casuales y la obligación de la residencia para to- todo loa miembros de las tres órdenes, dándose así la ven-
dos los beneficiarios; era sin embargo de preverse que, aún taja aparente de una verificación general de los poderes.
cuando favorables al principio como el episcopado al man- Después, á proposición de Siéyés, se constituyó el 17 de
tenimiento de su orden como primera orden del Estado, Mayo en Asamblea Nacional indicando con ello, sin ex-
los curas, colocados frente al tercer estado, no tardarían cluir á los miembros del clero y de la nobleza, que la na-
en pasarse á su lado. ción debía tener una representación única. A los pocos días
el clero, volviendo sobre su voto anterior, adhirió ¿la verifi-
Varios obispos lo previeron; formularon reservas con cación en común; los eclesiásticos quelababian adoptado se
motivo de ciertos votos emitidos y se lamentaron de la dirigieron á la sala del tercer estado cuyo presidente Baüly
representación insuficiente que se les había acordado. loa felicitó, llamándolos «dignos pastores cuyos nombres
Se apercibió bien pronto que sus lamentos no eran sin serán inscritos en los fastos de la patria.»
fundamento; sobre 296 miembros eclesiásticos elejidos,
no hubo más que 47 obispos al lado de 203 curas. Es justo Se habla dispuesto una Besión real para el 23 de Junio.
agregar, en alabanza del clero entero, que, en sus expe- El Bey anunció un programa de reformas y ordenó i las
dientes testimonió una gran solicitud por la fé, deplorando tres ordenes reanudar sus sesiones en sos salas respecti-
el debilitamiento de la religión, la deprav»ción de las eos- , vas. Hubo algunas tergiversaciones; después, los caras en
tambres y el olvido de las fiestas religiMM. gran número y ate los obispos no tardarían en hacer escisión.
El dia de la apertura de las Estáte» garandes, A i *» El 27, el Bey, eedieadoa Ja faenada las COMÍ, jpreieriMi
Maye de 1789, el obispo de Nancy jamancio dunurt* 1» a la aohlee» y al otero fusionara coa el tercer Mtekt. AJÍ
dosapawderon hw ordene»; no w pneJt Bagar qae «1 ole-
100
VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 101
ro había largamente contribuido á esta solución; él debia-
ser bien mal compensado por ellos. Se habría hecho e » en la iglesia privilegiada.
Jío tardaron en precipitarse los acontecimientos, inquie- Sin duda, dada su influencia bienhechora, se concibe
tantes: el 14 de Julio la Bastilla fue tomada, y esa manifes- que la religión hubiera estado largo .tiempo rodeada de
tación del poder popular tuvo • una inmensa resonancia; honores y de ventajas excepcionales. Pero la sociedad se
en las provincias, los incendios destruyen castillos y aba- había dividido, y luego los abusos hablan nacido de los
días. Todo eso se llevaba á cabo por odio á los vestigios favores sucesivamente obtenidos. Solo que no debía de-
feudales, y era indudable que su desaparición era cues- tenerse ahí; dejándose dominar por la fiebre de reformas
tión de dias. Se comprendió que valía más suprimirlos que la agitaban, la asamblea llegaría á despojar á la igle-
que dejárselos arrancar. En la noche del i de Agosto, los sia de lo que le era necesario para su asistencia y regen-
miembros de la nobleza, apoyados por los obispos, propu- tearla en su organización y disciplina; poco tiempo después,
sieron su abolición. Hubo entonces una anulación de sa- la convención deoía sustituir la irreligión del Estado á la
crificios: privilegios individuales, privilegios de provin- religión de Estado. Esas fueron las etapas de la regula-
cias, privilegios de ciudades, todo fue suprimido. Era el rización. .
fin del antiguo régimen.
En esa misma sesión se habla votado que loa diezmos III
serian restablecidos. El 10 de Agosto, la cuestión fue tra-
tada de nuevo. Mirabeau preconizó la abolición pura y sim- Las riquezas del clero habían excitado en todos los tiem-
ple; Siéyés, al contrario, opinó por el rechazo: «queréis ser pos las codicias délos principes. AHÍ donde la reforma ha-
libres, exclamó, no sabéis ser justos!» Pero-la nobleza, que bía prevalecido, había debido en gran parte su éxito á ese
acababa de perder sus privilegios, no estaba disgustada incentivo ofrecido á los deseos desordenados de los seño-
de ser librada del diezmo; la gran mayoría del clero, por res. Además, como en Francia los legistas habían tratado
su parte, prefirió el despojo voluntario a la espoliación. de inculcar esta doble idea, de que la iglesia no tenía sobre
Sin embargo, convenia evitar las transiciones, y la asam- sus bienes sino un goce revocable, y de que, para toda
blea decidió que el diezmo continuaría siendo precibido adquisición á titulo oneroso ó gratuito, era necesaria una
del modo acostumbrado hasta que se hubiera encontrad? autorización civil, los filósofos y los economistas ha-
otro medio de subvenir al mantenimiento del clero. El bían agregado que el gobierno estaba en el derecho de su-
medio debia ser fijado en el mes de Noviembre. Después primir todas las fundaciones. Es asi qué, aún cuando el
de la sesión, Mirabeau abord<í á Siéyéa y le dijo: «qué que- pueblo conservaba en general, ciertas costumbres de pie-
réis, mi querido abate.' habéis desencadenado el toro; {po- dad, el espíritu público se había poco á poco penetrado de
déis sorprenderos de que os cornéef» la posibilidad de una empresa cuyos gastos estarían á cargo
Quedaba un privilegio á la Iglesia: era la supremacía de la propiedad eclesiástica. >~ada podía favorecerlo mejor
civil; ésta no resistió al torrente desencadenado. que el apuro financiero; las rentas imaginadas por ÍTeeker
£1 22 de Agosto, se discutía la declaración de loa dere- DO hablan dado resultado y se decía que era inútil recu-
ehot de los hombre»: la Asamblea insertó en ella «que na- rrir a esa fuente, y que se podía «tomar». Y como después
die puede ser inquietado por sus opiniones, aún religio- del atentado del 5 y 6 de Octubre de 178» las señales de
sas»; el 28 de Agosto, rehusó insertar en 1» Oonítítucióo hostilidad religiosa se habían acentuado, la hora de la
que la religión católica era la del Estado. confiscación parada haber llegado.
102
VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 103
ranza reposa sobre el amor de Su Majestad por la religión, condición de que la ejecución de ella sería suspendida
sobre su adhesión á la Santa Sede, sobre sn sabia política.» mientras las negociaciones con Roma se prosiguieran:
Pero como ei por esta parte él no estuviera completa- era eite un pobre expediente, que atestiguaba que la debili-
mente tranquilo, escribía á Luis XVT en el mes de Sep- dad prevalecía y que la asamblea no tendría más que exigir
tiembre de 1780 una carta confidencial, exortándolo «á para ser obedecida. Era por otra parte seguro que el Sobe-
vigilar sobre el depósito de la fé y á no permitir que el rano Pontífice no cedería. El 10 de Julio, habla escrito
error se amparase de los santuarios.» Pronto se suce- al Rey :
dieron las malas noticias; á pesar de su carácter alarmante «Xosotros declaramos de la manera más expresa que
el cardenal Eernís continuó dando fiestas; pero, cuando si aprobáis los decretos relativos al clero, arrojáis por eso
en líarzo de 1790 fue votada la ley contra las órdenes reli- mismo á vuestro nación entera en el cisma. Habéis hecho
giosas, la emoción fue grande. El cardenal vio á Pió VI grandes sacrificios en bien de vuestro pueblo; pero no te-
y lo obligó á contemporizar. Pero el Papa creyó deber néis el derecho de alienar en nada ni abandonar lo que es
formular una protesta en el consistorio del 13 de Mayo de debido á Dios y á la Iglesia de la cual sois el hijo mayor.»
1790; sin embargo, para no envenenar las cosas, la protes-
ta no füé hecha pública. A pesar de esta gran advertencia, el Eey se atuvo al
consejo de los arzobispos y los encargó de redactar las
Las comunicaciones del ministerio francés eran raras instrucciones al cardenal de Bernis, quien, reconociendo
y cortas; no tendían sino á una cosa: impedir todo paso que convenía ante todo recurrir «a la sabiduría y á las
de parte de la Santa Sede; tal era el espíritu de las instruc luces do la Santa Sede», le demostraba que «la ejecución
ciones de M. de Montmoriu, ministro de relaciones exte- de los decretos sobre la religión no podía sufnr demora.s
riores. Las informaciones que recibía el nuncio en París Las instrucciones agregaban que no era «sino una apro-
" tenfan el mismo"carácter; M. de Moutmoriu le decía que bación provisoria hasta que las cosas pudieran ser mode-
él había recomendado en vano al comité eclesiástico un<t ramente tratadas á satisfacción de todos.» Al enviarlos,
ententr con el Santo Padre; pero al mismo tiempo insistía M. de Montmoriu recomendaba que se esperara. Por su
sobre la necesidad de ceder mnebo; habiendo el Papa orde- parte, el Rey, protestando sus sentimientos, manifestó
nado plegarias, el ministro se enceló más. Las cosas es- en una carta que «su intención perfectamente declarada
taban en esto estado cuando la Constitución civil del era tomar las medidas necesarias para la ejecución de la ley*.
clero, presagio de un cisma, fue votada. El cardenal de.Bernis quedó aterrado. El Papa no lo que-
Hasta este momento nada permitió afirmar que el dó menos. Pero ,no queriendo precipitar cada manifestó
Bey hubiera intervenido de cualquier manera para dete- la intención de consultar á los cardenales. Al mismo tiem-
ner á la Asamblea constituyente en la pendiente por la po, le escribió al Rey para reivindicar «la inalterable sobe-
cual rodaba. Pero había llegado para ¿1 la hora de pronun- ranía de la Iglesia en las materias espirituales.» Pero, como
ciarse, hora dolorosa, porque su piedad era sincera y las en París, la asamblea se impacientaba y exigía la promul-
medidas antireligiosas alarmaban su conciencia. Consultó gación, Luis XVI cedió sin esperar la respuesta de Roma:
á los dos prelados que ae sentaban en eus consejos, los el 24 de Agosto, la ley fue promulgada; el Rey mandó al
arzobispos de Viena, Lefranc de Pompignan, y de Burdeos, Papa la resolución que él habla tomado, invocando da
Champion de Cícé.Los dos, preocupados de llegar a un «cner- necesidad ineludible en que ne habla encontrado.»
do, insinuaron que la ley podría ser promulgada bajo la Ciertamente la posición (Jel monarca era difícil. Ocurre
110 VIDA MODERNA VIDA MODERNA 111
siempre lo mismo en las épocas de turbación, sobre todo lamayor parte, no estaban mal compuestos y suponía una
desde que bajo diversos puntos de vista las reformas son vigilancia incesante y extensa. También las medidas fue-
necesarias y las concesiones inevitables. Francia había ron desde luego aisladas y parciales: aquí y alia, frente á la
llegado á uno de esos momentos-de la historia en que hu- (mala voluntad de los obispos», se interdictaba un manda-
biera sido & la ve¿ peligroso y poco racional oponerse de miento. Se suprimía un tratamiento, aún se cerraba una ca-
una manera absoluta á las reformas y á las concesiones. tedral; pero he aquí que de pronto la silla de Quimper
Solamente que ¿dónde debía detenerse en esta vía! y una- quedó vacante; los electores se reunieron y nombraron
larga experiencia no prueba que las reformas y las conce- obispo al abate Expilly, cura de Morlaix. M. de ilontmo-
siones legitimas engendran á menudo exigencias que no rin lo comunicó al cardenal de Bernís, agregando: «M.
lo son? Expilly es moderado; pero hará valer sus derechos.» Entre
Es por eso que á menos de resignarse á una cobardía ge- tanto la resistencia se multiplicaba; un gran número de
neral, llega un momento en que la resistencia se impone cnras del Oeste declararon que no se separarían de sus
y reclama, para eontrarestarla, una extrema energía. obispos. La asamblea, en lugar de escuchar los consejos de
Esta energía Luis XVI no la tenia y podía preverse desde la moderación y la prudencia, se empecinó y se ocupó de
entonces que cediendo siempre, sería llevado á los últimos esforzar á los eclesiásticos de todos los grados á pronun-
extremos. ciarse en favor ó en contra de la ley. Un diputado obscuro,
El 2i de Septiempre, los cardenales se reunieron y, pene- Voidel, propuso una ley nueva haciendo obligatorio el
trados como el Papa del temor del cisma, le aconsejaron juramento délos obispos, los vicarios episcopales, los curas
dos breves, una dirigido al Bey, resumiendo la doctrina de y sus vicarioa, los superiores y directores de seminarios,
la Iglesia en materia de las cuestiones provocadas por la los profesores de seminarios ó de colegios y todos los de-
asamblea constituyente, y el otro exortando á los obispos más eclesiásticos: ese juramento debía ser prestado por
franceses á proponer las vías más propias para tranquilizar los sacerdotes miembros de la asamblea constituyente en
las conciencias y evitar nuevas inquietudes. El Papa se la tribuna de esta asamblea y por los otros dentro de los
mostró dispuesto á seguir las instrucciones del Sacro ocho días de la publicación de la ley; todos serian invitados
Colegio. Pero ya, bajo diversos puntos, la constitución ci- & jurar «ser rieles á la nación y al Bey y mantener la cons-
vil del clero se ejercitaba; publicada en los departamentos titución del estado por la asamblea nacional y aceptada
durante los meses de Septiembre y Octubre, ella obligaba por él Eeyj
á los obispos á pronunciarse; un gran número protestó; la El debate toé apasionado; los miembros del clero pro-
mayor parte deseaba un plazo para permitir un acuerdo testaron; Mirabeao, que en ese momento negociaba con
con la Santa Sede; finalmente, se pusieron todos de acuerdo, la Corte, había anunciado que debía «comprar por cierta
de una parte para publicar una refutación completa de violencia el derecho de ser razonable»; violento lo fue en
la ley bajo el titulo de «Exposición de los principios de la efecto, y su proyecto diferia del de Voidel en que
Constitución civil del clero»; de otra parte, para baeer oofflo no fijaba ningún placo para la prestación del juramento.
si la ley no existiera y abstenerse de participar «n su eje- Hauñ recogió et guante: BU diácono tai acerado, elo-
cución. cuente; pero el criterio de b Amable» estaba formado; el
Esta última parte no era cómoda, porque reclamaba el pwyecto VotfdfBé potito a votación el primer» y adopta-
consenso de las admtnistracis«w departamental*» qoe, do «I 3T fe IToTJembw, «e^net que 1a derecha, por un»
na VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 113
falta de táctica nueva, hubo declarado que ella no parti-
ciparía 011 la rotación.
y destruían las cartas pastorales. Por otra parte, 27 curas,
La ley de 27 de Xoviembre «cortó todos los puentes), miembros de la Asamblea, adherían á un escrito de Camus
según la expresión de M. de JIontlosier. El Bey quedó favorable á la reforma decretada y de ahí se deducía que el
.consternado. De los dos prelados que habían formado «Iero se sometería con pocas excepciones.
parte en sus consejos y á quienes habla consultado ante- En las Tullerías la turbación era inmensa. Faltaban
riormente, el uno, Champion de Cicé, había salido del mi- los puntos de apoyo; no se encontraban ni en la voluntad
nisterio; el otro, Lefranc de Pompignan, estaba grave- del monarca, cuvá natural debilidad se había agravado
mente enfermo. El soberano se dirigió al arzobispo de Ají, por Ia3 sucesivas concesiones, ni entre los ministros que no
JI. de Boisgclin. La respuesta de éste denotaba el estupor «ran hombres de primera linea, que temblaban ante la
que reinaba en las filas del alto clero; en el fondo, él creía Asamblea y algunos de los cuales encaraban como acepta-
que en presencia de las dificultades del momento, era nece- ble la constitución civil del clero. Fuera de alU, dos hom-
sario ceder, y manifestaba el deseo, si et Bey consentía en bres, Mirabeau y Lafayette, gozaban todavía de cierto
ello, de ir á Boma para demostrar allí la necesidad de las prestigio; pero incrédulos los dos, no se hallaban dispuestos
concesiones. Su memoria fue enviada &. la Santa Sede con ú comprometerse en un conflicto reliscioso; en cuanto á los
un despacho de M. de Montmonn, atestiguando que ¡a obispos, por bien dispuestos que estuviesen eran presa de la
Asamblea no volvería sobre sus pasos; por su parte el Eey indecisión, asi como el Pontífice, en la esperanza de prevenir
on carta al Santo Padre declaraba que «el silencio ó el re- el cisma, no había definido públicamente todavía su acti-
di azo de Su Santidad determinarla infaliblemente el cisma». tud.
Cuando el cardenal de Bernis recibió el 14 de Diciembre
La Asamblea, sintiendo que su fuerza no ten!a contrape-
esas comunicaciones, se encontró embarazado para darles
so, renovó sus exigencias y el 23 de Diciembre, reclamó la
curso. El vio sin embargo al Papa y recomendó las conce-
sanción. El Bey hizo protestas de sus buenas disposiciones
siones, exigiendo las circunstancias sacrificios extraordi-
6 invocó las dificultades de ejecución; en realidad, contaba
narios. Pío VI se conmovió grandemente, y, apesár de la
con una respuesta favorable de Boma. Pero la Asamblea no
gravedad de la situación, declaró que si él ratificaba la
se detuvo ante ese medio dilatorio, y en una sesión nocturna
obra de la Asamblea constituyente, «oiría la desaprobaeión
exigió una repuesta firmada por el soberano y refrendaua
de la Iglesia universal». Solo que, consciente de la responsa-
por el secretario de Estado. El arzobispo de Ais, nueva-
bilidad que le incumbía, convocó á los cardenales; estos
mente consultado, pareció aconsejar la sanción, desde el
estimaron que en todo caso eran necesarias explicaciones
momento que ella no sería más que el fruto de la coacción;
sobre la Constitución civil del clero, y, en concecuencia, se
él aspiraba á que pudiera «arrancársele ál Papa un consen-
decidió á escribir al Bey j al arzobispo de Áix, á, fin de que
timiento forzado.» En la noche del 25 al 26 de Diciembre,
los obispos propusieran ellos mismos los artículos que juz-
una manifestación popular fue i lanzar sus gritos bajo
garan indispensables admitir. Pero se habla perdido toda
las ventanas de las Tullerías; de todos partes se exigía al
esperanza de arreglo; la Asamblea se mostraba intratable;
Rey que cediese. Cedió, en efecto, y en un mensaje á la
la Constitución civil del clero se ejecutaba de más en más;
Asamblea, declaró «que habla deseado que la ejecución del
nombraban obispos por medio del nuevo procedimiento!
decreto fuese resultado de un acuerdo entre ella y él, pero,
se imponían los tratamientos y se sometían á la censura
que, puesto que se hablan levantado dadas acerca de sus
intenciones, su confianza en los representantes de la na-
11* VIDA MODERXA
CH. WOESIE.
(Concluirá). LA SEÑAL
CUESTO BTJSO
120
VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 121
las iiiás remotas fuentes sus fundamentos—la energía de Por lo que hace á Pedrell asi debe deducirse del tema
la nuera escuela, decía, se deínuestra en este heeho cu- elegido y de las impresiones de los críticos bonaerenses.
rioso de que en el Jtío de la Plata y en dos naciones En cuanto á Brocqua debo emplear la palabra «nacio-
distintas florezcan rigorosamente sus frutos. nalismo • para denominar este vizoroso sentimiento local,
Verdad que los dos compositores que han introducido esta enérgica indiridualización de la visión física y mo-
aqni la influencia de la «Scho'a», son discípulos y ami- ral de sus temas.
go? del autor de «Ferral»; per» es justo reconocer que Claro que esto debe sorprender un poco, ya que desda
ya hace algún tiempo que la joren escuela francesa in- que se habla de un discípulo de la «Seholat, se piensa
teresa á nuestro público. César Franck, el precursor y en un compositor extravagante y erudito, un curioso de
padre de este interesante morimiento, no ea aquí tam- temas exóticos, un quintaesecnte .1 lo Loti; ó un hur-
poco desconocido. Eecuerdo que cuando Saint-Saens gador de «primitivos» saturado del simplismo de las
risitó el Eío de la Plata, turo oportunidad de escribir partituras del siglo XVII.
algunas notas acerca de las nueras orientaciones inspi- Brocqua puede ser todo esto por su formación com-
radas por «le pére Franík», como ese místico D'Inrty pleta, su cultura intensa, su sensibilidad refinada, su
llama al gran compositor de las «Beatitudes». hermoso talento y hasta por las penetrantes excursiones
Por lo demás, los críticos y profesionales en dirersas literarias en que- suele complacerse.
ocasiones, y muy especialmente con motivo del estreno Hombre de letras y hombre de arte, ha estudiado á
de «Louise», de Charpeatier, escribieron acerca de los fondo, y sobre una noble formación clásica ha edificado
nueroa maestros franceses, cuyas composiciones figuran su cultura de-hombre moderno, y bien de su siglo, por
á menudo en ios programas de concierto. cierto.
Agreguemos al respecto que la Sociedad de Música de Pero por sobre todo impulso sentimental ó inclinación
Cámara, un grupo d8 nobles artistas, por cierto, ejecuta romántica, puesto que es falso decir que ha muerto el
en sus conciertos, desde las páginas de Franck hasta las romanticismo, Brocqua ha puesto un propósito artístico
de Debussy, D'Indy ó Bruneau. superior, un ideal permanente y noble, bien distinto por
Todo esto quiere decir que no estamos tan ayunos cierto de'las inconsistentes y pasajeras extravagancias.
para dejar de sentir estas formas musicales, un poco Por eso, si bien su música obedece en su estructura
bizarras, y que si la influencia perdura- y llega á limitar al ambiente en que se formó el compositor y si éste
la acción del ítalianismo, hemos de formar aquí nuestro construye con los elementos que le son familiares y se
público sin gran esfuerzo y prepararlo para nuevas espe- apoya para sus especulaciones en la doctrina de sus
culaciones líricas. maestros, esto es solamente forma externa, arquitectura
samaría, mecánica científica, destinadas a envolver el
Podría señalarse, respecto á la facultad comprensiva
del público del Biu de la Plata, la rápida adaptación al poderoso sentimiento de originalidad y el irrefrenable
teatro wagneriano operada en brevísimos años, i pesar impulso de independencia que hay en este joven maestro.
de las mediocres y deficientes ejecuciones de las oompa- La primera composición de Brocqna revela el empuje
nías líricas. de este temperamento. La escribió en París, mientras
Pero todo este comentario huelga ante el intenso W escuchaba las lecciones de D'Indy y asistía á los grande*
gionalismo con que n inician los discípulo» de D'Indy conciertos Lamoanux. Estaba saturado de gran arte
e» Buenos Aires y Montevideo.
134 VIDA MODERNA VIDA MODERNA 135
y fácil habría sido para un espíritu menos fuerte caer La precisión, la lógica y la seguridad con que el com-
en un tema impersonal, una página pastoril, ó un motivo positor ha ajustado los complejos resortes de la masa
trascendente cualquiera. Sin embargo, Brocqua volvió la
orquestal suponen un dominio técnico no menos firme
vista ¡í Ámírica y halló en el poema «Tabaré» el motivo
do su inspiración. Interpretó musicalmente las estrofas por ser audaz.
del poema y realizó algunas páginas hermosísimas de No he de entrar en el análisis de esta técnica que na-
música sinfónica y dramatizada que por su sabor ame- turalmente deriva de la escuela neowagneriana francesa,
ricano y su color local no van en ^aga á la epupeja pero vale la pena meditar la filosofía de esta música que
indígena. constituye toda una doctrina, lío es ésta música mera-
mente inspirada, frases que nacieron al azar de la fan-
Con motivo de la primera audición dad» en el Solis, tasía, producción inconsciente é impersonal. Todo obe-
se escribió extensamente acerca del espíritu, carácter y dece aquí á un sistema constructivo del que son elementos
filiación art'stiea de esta preciosa partitnra que acaba de primarios la lógica y la sinceridad.
ser ejecutada cou gran éxito en Barcelona. La música debe expresar estados de alma, ideas, pen-
Aparte del color local, de la .fuerza descriptiva y de samientos, sentimientos, debe pintar ó describir pero
la forma original de esta música, hay en ol comen- siempre consciente y sobre todo sinceramente. Ha de
tario de la letra del poema una novedad de concepción expresar antes que nada la esencia de los seres y las
y ejecución, que constituye un verdadero descubrimiento. cosas é interesar á la inteligencia tanto como al senti-
Brocqua estudió á fondo la fonética castellana y espe- miento.
cialmente la que podríamos llamar americana, se empapó
De ahí que «La cruz del Sur» no sea mera fantasía.
en el espíritu y la filosofía de la lengua, y su música
ni una composición sinfónica capaz de adaptarse á cual-
no Fue otra cosa que la idealización de la palabra del
poema, cuya traducción musical, ca«i literal, reprodujo quier título. El nocturno de Brocqua es el penetrante
las cadencias, los acentos, las inflexiones del lenguaje desarrollo de un precioso argumento que constituye por
americano. cierto una delicada página literaria.
El compositor uruguayo, que es también un excelente
No he de insistir sobre esta composición que es hoy literato, ha escrito el argumento de BU composición. Es
bien conocida, á fin de volver sobre el pretexto de esta éste un cuadro de ambiente; una noche estival en la
nota, que es la ejecución del nocturno sinfónico «lia campiña, rasgueos de guitarra, aires de la tierra, ecos
cruz del Sur», última producción de Brocqua. nocturnos, jinetes que pasan, sombras y sonidos que
El título indica que se trata de un tema regional tam- andan por las lomas, un dúo de amor arrullado por la
bién. La cruz del Sur es la constelación de nuestra Amé- noche bajo la cruz del Sur qne brilla en el cielo.
rica, y para nosotros tiene, sin duda, algo de simbólico La pagina sinfónica describe con vigor el cuadro. Hay
esta cruz de estrellas oculta A los ojos de Europa. en ella visión del paisaje, sensación del ambiente, senti-
Brocqua ha desentrañado la intensa poesía que hay en miento del instante escogido para ser interpretado.
ese símbolo de nuestro cielo, para escribir una hermosa * El paisaje load ha sido sentido oon toda su crudas*
página sinfónica en qne hace derroche la ciencia musical y surge de las gama» musicales, M anima con las bMM,
constructiva. Sil sinfonista triunfa sin esfuerzo; su obra
te colorea oon los motivos, se hace elocuente é intento
tiene la solides!, las proporciones y la expresión de lo
definitivamente realizado. y adquiere verdadera plasticidad psicológica, por mi
decirlo.
138 VIDA MODERNA
VIDA MODERNA 137
No es esto paradoja. El breve poema de Brocqua, todo
61, está lleno de esta enérgica fuerza evoeativa y plástica dos los orientases en xm gran partido de progreso y concor-
Fi que solamente es patrimonio de la inspiración.
La composición se inicia con un preludio imitativo,
dia que él llamó «partido de la fraternidad uruguaya* cons-
tituye un raro ejemplar de virtud cívica, de temple riurta-
sobre el cual se desprende, desde el principio, una frase dauo. de fé en el ideal, y de perseverancia en la acción.
fundamental que destacada por las maderas, se modela En sus largas y pacientes campañas llegó A mover la opi-
en las cuerdas y es atacada luego por Jos -cobres, para nión pública y aún sonó para él la hora del triunfo en que
ser repetídasaqnl y allá como el «leit motiv» del poema. su doctrina social prevaleció y dio la fórmula capaz de do-
Las frases y los motivos se suceden para fundirse en el minar una grave crisis política. Solamente que aquel en-
conjunto armónico y concretar el pasaje culminante del sayo fue transitorio, y que la impaciencia de los hombres
idilio, coronado por un momento sinfónico frenético en malogró la obra.
que una racha épica pasa por la orquesta. Este procer tuvo, además, la virtud de no contaminarse
_ , So he de seguir señalando las bellezas de esta com- con el ambiente oficial. No alcanzó más credenciales en su
posición que he tenido ocasión de oir entre una deliciosa carrera pública que las que ól mismo se dio con los auste-
página de Bameau, llena de frágiles y galantes comen- ros ejemplos de su vida ciudadana,
tarios, y «El Trino del Diablo» de Tartini, pero tal es Fui. un escritor ático formado en vastas lecturas clási-
el autor y la obra cuya ejecución constituye el aconte- cas. Escribía pajinas delicadas y se complacía en difíciles
cimiento artístico del momento y ha conseguido inte- agilidades de pluma. Era elegante é ingenioso y la lectura
resar vivamente á los críticos de Montevideo. — Raúl constante do Horacio, á quien citaba á menudo, habíale
Montero Bustamante. dado cierta transparencia de estilo que hizo de su prosa
literatura de altos quilates.
MONUMENTO ALJJOCTOR ABAMBUBÚ Sabía leer a fondo y comentaba con verdadera penetra-
ción y oportunidad; sus artículos reflejaban sil amplia
El domingo 2 de Abril se inauguró el monumento eri- cultura que él traducía en forma de apólogos y de elegan-
gido á un gentilhombre de las letras que ha dejado un re- tes referencias. *
cuerdo amable y delicado, contra el que nada han podido Porque este escritor practicó invariablemente el culto
los largos ocho años de ausencia, ausencia ¡ay! que no de la elegancia, del buen gusto, del aticismo. Poreso dije al
tendrá ya término. principio que fue éste un gentilhombre de las letras. Y lo
Pero no tué solamente un gentilhombre de las letras el fue en toda la amplitud de la palabra.
que perdimos con el doctor don Domingo Aramburú; con 8u monumento, que ha tardado un poco, llega, sin em-
él también se fue mi sabio jurisconsulto, un noble y seve- bargo, & buena hora y cuando aún está vivo el recuerdo
ro carácter, un generoso apóstol que predicó sin cesar del noble escritor á quien el bronce ha de defender en ade-
su evangelio político, un poco utópico, pero no por eso lante contra el olvido de los hombres. — B. M. B.
menos simpático.
FBUTA DE LA ÉPOCA
Este hombre que consagró gran parte de su vida á 1»
solución de nuestro problema partidario, y que aspiró á la «Sicalipsis» es una palabra rara, guardapolvo recién he-
desaparición de blancos y colorados para confundir i to- cho para cierta vulgaridad muy conocida en todas las ca-
pas sociales. Modernismo de una enfermedad de todos los
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