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: VD aie Taya H) - aT WU) (m Una propuesta metodologica Peet ener al Marta Dell'Aglio £ ) S 7 cs a bi a = PoC MUCH EC Umea ace) profesional una discusién que permita interpelar lo juridico para encarar la tarea de Pere mentee mt Mar MC Cnet Meee rd CL aretha ere MRS io MCS Cd Peeece ascii som tenuate YETI ETC ee tee Dae Pareto une MCR CaM Res LLCO responsabilidad ética profesional que supere las Pee estat ceed eee oe Rescatar la esencia del ser humano: persona, ciudadano, sujeto de derecho, para con! que se haga justicia. Vay W ama Til) LULU ener Ue Una propuesta metodolégica CCRT ea el eC erra | w BHP Siierew seis imine o ota o ‘mTVRsTDD HEGUL De CRS iii LA PRACTICA DEL PERITO | La Practica del Perito Trabajador Social Una propuesta metodoldgica de intervencidn social COLECCION CIENCIAS SOCIALES NOVEDADES Las Metamorfosis del Clientelismo Politico Contribucién para el Andlisis institucional Miguel E. V. Trotta Los Vinculos Familiares Reflexiones desde la Practica Profesional Liliana Barg Desde el Imaginario Social del Siglo XX! Repensar el Trabajo Social Susana L. Malacaiza Abuso Sexual Infantil Intratamiliar Un Abordaje desde el Trabajo Social Marta del Carmen Podesta - Ofelia Laura Rovea Trabajo Social con Adultos Mayores Intervencion Profesional desde una Perspectiva Clinica Liliana Cordero - Silvia Cabanillas - Gladys Lerchundi Construyendo el Trabajo Social con Adultos Mayores Realidad y Analisis de los Centros de Dia Jorge P. Paola - Liliana Penas - Maria del Pilar Fernndez Ofelia Pérez - Laura Martinez - Ménica Demarco Politicas y Problemas Sociales en la Sociedad Neoliberal La Otra Década Infame (1) Estela Grassi Formacion Académica en Trabajo Social Una Apuesta Politica para Repensar la Profesién Varios Autores Trabajo Social y las Nuevas Contiguraciones de lo Social Maestria en Trabajo Social Varios Autores Ensayos sobre Cludadanta Reflexiones desde el Trabajo Social Nora Aquin (compiladora) La Practica del Perito Trabajador Social Una Propuesta Metodolégica de Intervencién Social Marta Dell’Aglio So Condae a C5 Sim Mom Ciffrs tA. Nnbg S.945- Marta Dell’Aglio Soy La Practica del Perito Trabajador Social Una propuesta metodolégica de intervencién social 0000/0745 EspaciO EDITORIAL Buenos Aires DellAglio, Marta La prdctica del perite trabajador social: una propuesta metodolégica de intervencién social. ~ 1¥ ed, — Buenos Aires Espacio, 2004. 4136 p. ; 20x14 em, ~ (Ciencias sociales) ISBN 960-802-176-4 4, Trabajo Social, | Titulo COD 361.3 EspaciO EDITORIAL editora - distribuidora importadora - exportadora Simén Bolivar 547 - 3° of. 1 (C1066AAK) Ciudad Auténoma de Buenos Aires ‘Tel. 4331-1945 E-Mail: espacioedit@ciudad.com.ar www.espacioeditorial.com.ar Disefio de tapa: Claudia Solari Correccién: Ernesto Gutiérrez Composicién y srmade tipografico: Osmar Luis Bondoni Coordination y ProducciGn Euiteial; Osvaldo Dubin La eproducci total 0 parial de esto tro, en cualquier forma que sea, idénien o modiicads, opera a maquina, por ol sitoma "muligraph, mmime6grao, impreso por ftocopi,fotoduphoacién, etcétera, no autriza- da polos edtores, viola derechos reservados. Cualquer utizacion debe sec previamente solctada, 1? edcién, 2004 Impreso en a Argentina - Printed in Argentina Queda hecho el depSsito que previene la ly 11.723 {© 2004 Espacio Edtorial tapas ISBN: 950-802-176-4 MRA ate Ure eo terminé de impeimis en ARTES GRAFICAS en febrero dol 2004 ota, de Buonce Ano - Aegontina Tel: 18-4086-4050 ‘Ema: omartoograioas@heumal.com. el LA AUTORA Marta Dell’Aglio. Protesora Municipal de Recreacién. Master en Trabajo Social de la PUC, SP (Pontificia Uni- versidad Catdlica de San Pablo, Brasil Perito del Poder Judicial de la Nacién y Consuttor Técni- co en temas de familia, nifios y adolescentes. Trabajadora Social de los programas del Consejo Nacio- nal de Ninez, Adolescencia y Familia (CONNAF), y operado- ra del proyecto "Vuelta al Barrio” para nifios y jévenes en contlicto con la ley penal. A modo de prélogo zCuanto tiempo ha transcurrido desde que, timidamente y con tropiezos, y aprovechando la sancién de la ley 10.903, se comenzé a incorporar a la tarea cotidiana de los juzga- dos argentinos una figura que no era de formacién juridica, ‘il tampoco un perito en sentido procesal clasico? ‘A aquellos primeros “inspectores de libertad vigilada’, del grupo de Nelson, en la década de 1920, debemos, con sus mas y con sus menos, la revolucionaria innovacién de pen- sar que no todo se lograba por sentencias y resoluciones judiciales, y que la omnipotencia ds la ley y de! legislador tiene su limite en las conductas reales de la gente, que son lo que interesa al Derecho. Aun antes de la existencia misma de asistentes sociales y de trabajadores sociales licenciados en ‘nuestros institutos superiores y después en nuestras univer- sidades, la tarea estaba incoada en un esfuerzo, insuficien- te, pero que debe ser valorado en su dimensién histérica {Cuénto tiempo y cudintas distancias ideolégicas e inte- riores han corrido desde que la reflexién doctrinaria y juris- prudencial dejé de lado la vieja concepcién del perito asis- tente social como mero informante, como “ojos y oidos del juez”, que a modo de inspectores del Gran Rey traian a re- solucién los detalles de lo que pasaba en los confines mas remotos, 0 mas intimos, del imperio del expediente judicial? La idea estatica del informe pericial como fotografia fija de una realidad que es de suyo dinamica y mutable por na- turaleza, dio paso —o lo va dando paulatinamente— a una visién interdisciplinaria que atiende mas a lo operativo y trans- formador que a lo meramente descriptivo, mas al proceso personal, familiar y social, que al “informe” en si mismo. %Cuanto tiempo ha pasado desde que la Camara Nacio- nal en lo Civil de la Capital Federal dicté aquella acordada que en 1981 permitié instalar un centro de practica de ta carrera de Servicio Social (primero de la UBA, luego de la LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Universidad J. F. Kennedy) en la entonces Asesoria de Me- nores N? 2, no para peritar casos, sino para acompafiar los procesos judiciales desde la realidad de la gente? No han sido tiempos en vano. La plena incorporacién del trabajador social a la tarea de los juzgados y tribunales especializados de todo el pais, y a los organismos del Ministerio Pablico, permite sostener que el siglo XX gest6 una transformacién que deberd dar sus fru- tos, para bien de la gente, en la década en curso. Encarar la resolucién de un problema de familia no es aplicar silogisticamente el articulado de una ley a una situa- cién dada y acabada, como ocurre en buena parte de los procesos judiciales. Es, por el contrario, buscar la mejor so- lucién para el presente inestable de esa familia, y para un futuro previsible pero siempre sujeto a los avatares de los cambios, y sobre todo del profundo y maravilloso misterio de la libertad de las personas en cuanto a sus conductas y res- Puestas. Porque de personas se trata, y de plenos sujetos de sus vidas —y no s6lo sujetos de derecho, como a menu- do se los quiere reducir, sobre todo a los ninos—; los opera- dores juridicos y sociales, con todos los instrumentos de andlisis, solamente podremos hacer un juicio de probabilidad sobre su futuro. Y nos equivocaremos a menudo. Nada mas alejado de lo asertérico que el razonamiento l6gico sobre el futurible: {qué serd hoy lo mejor para este nifio, pensando en su manana? Es imposible que, en ese abordaje tépico, la ley y su silogistica aplicacién puedan re- solver por si los contlictos traidos a la intervencién judicial Serd todo el bagaje de las ciencias de la conducta el que dard contenido a la resolucién judicial, y esta misma resolu- cién aportard al conjunto de intervenciones no solamente la certeza de la determinacién de facultades y obligaciones sino la fuerza ejecutiva, es decir, la autoridad de Ia ley, tan au- sente a veces en las vidas de los protagonistas, que como marco de orden permitira el juego de la propia libertad de aquéllos en la construccién de su presente y de su futuro. La década en curso verd el debate —ciertamente en el 8 ‘A MODO DE PROLOGO ‘campo del derecho de menores antes que en el de familia propiamente tal— entre las tendencias de quienes estamos dispuestos a profundizar el camino de la interdisciplina, es- bozado impertectamente en el siglo XX, y aquellos que —con ropaje de pseudoprogresismo— propugnan el regreso al reduccionismo juridico del siglo XIX. El riesgo de un *salto atrés” en lo social alos tiempos de Dickens 0 de Los miserables, aunque con computadoras y telétonos celulares a mano de algunos, es permanente, y realmente factible y amenazador para quienes nos hemos liberado hace tiempo en nuestra América de la ceguera inte- lectual que nos imponia el mito del progreso indefinido, 0 de la vision ingenua de paradigmas forzosamente superadores por el solo hecho de ser recientemente difundidos por el marketing del Norte En el fondo chocaran ante nuestros ojos, en nosotros y con nosotros, dos concepciones del mundo y de la vida, trasuntas en dos visiones profundamente politicas. Una, heredera del individualismo y el subjetivismo de las formas culturales materialmente triunfantes en el Occidente ‘moderno, vera al nifio, y a cada uno de sus padre por sepa- Fado, s6lo como “sujetos de derecho" relacionados en una “familia, que solo consideran una mera construccién social, artificial y accidental a ellos mismos. La relacidn del indivi- duo con el Estado no admite mediatizacion alguna, y en esta visi6n neoliberal cada una de las personas, lejos de ganar en reconocimiento de su dignidad, queda desnuda y aislada frente al Leviatan. Para esta concepci6n, donde paradojal- mente se vinculan los totalitarismos y los individualismos, el trabajador social puede perfectamente reducirse a un inspec- tor. Con su informe, el juez dird el derecho de cada sujeto Otra concepcién, heredera en cambio del realismo y de las visiones mas “sociales” de la historia completa de la hu: ‘manidad, entiende a la familia como "elemento natural y fun- damental de la sociedad’, como textualmente sostienen cua- tro tratados de Derechos Humanos con rango constitucional en la Argentina, Aqui, ni el nifio, ni la madre, ni el padre, ni 9 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL. ‘sus hermanos, son meros sujetos aislados, sino que su vin- culacién y pertenencia al grupo familiar y social —previo al Estado— son factores esenciales de su identidad. No hay res- puesta posible a sus problemas sin estudio y accién respec- to de esos vinculos, porque la consideracién aislada de es- tas personas, desgajadas de su contexto, las destruye como sujetos mismos del derecho que se aduce Y es por eso que tanto el arcaico “inspector”, concebido como ojos y ofdos de un juez inquisidor, como el crudamente procesal "perito” de parte o de oficio, deberdn dejar paso —si se comparte la cosmovisién antedicha— a un operador de lo social que interviene, con sumo respeto a la persona pero sin prescindencia respecto de los valores en juego, en pro de los miembros més débiles, a favor de la salud de los vinculos familiares y en apertura dinamica hacia un proyecto de vida mejor. Que de eso se trata la intervencién del Esta~ do —Poder Judicial y Ministerio Pablico— en la vida familiar. Que el libro que hoy se nos ofrece, basado en ciencia y experiencia, sea también ocasién de reflexién y de toma de postura en estos campos. ATILIO ALVAREZ Defensor Pubico de Menores 10 Introduccién Este trabajo es el resultado de la investigacién de maes- ‘ria realizada por el convenio entre la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, y la Pontificia Universidad Catélica de San Pablo, Brasil, que finaliz6 con la investigacién sobre La Practica del Perito de Oficio, Trabajador Social, en los Tribu- nales de Familia de Capital Federal, Argentina, La misma requirié de la aprobacién previa de once semi- narios con trabajos monogréticos, un examen de idioma y una pasantia de investigacién que realicé en la Fundacién Eco- sistemas Humanos, con la salida a campo aprobada por la PUG, SP, en 1997, previo examen de cualificacién en Brasil. El producto final fue la Disertacién de Maestria en la PUC, SP, Brasil, el 18/9/2000, aprobada por la banca examina- dora: Dra. Maria Lucia Martinelli, Dra. Myriam Veras Baptista y Dra. Odaria Batti. De la publicacién original para la biblioteca de aquella universidad se hicieron las correspondientes modificaciones para darle forma de libro y se introdujeron algunas actara- ciones por el tiempo transcurrido al presente (2000-2004). De tal modo que en esas revisions debo sefialar que no se desconoce que en el transcurso hayan aparecido siste- matizaciones de algunos colegas del area de la justicia ‘Aun asi, el trabajo es inédito dado que Ia investigacién permitié hacer un avance en el desarrollo de una propuesta metodolégica, desde su conceptualizacién como tal en rela- cién a la intervencién del Trabajo Social, y no sélo inmersa o confundida en el proceso metodolégico, hasta su concreto accionar para intentar romper con viejos e impropios mode- los de intervencién que distan de “lo social” en tanto no se construyen desde estas disciplinas. Por otra parte, acerca un avance en la explicacién de las légicas de pensamiento y {uncionamiento de ambas profesio- nes: el Trabajo Social y el Derecho, a fin de abrir un debate " LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL que permita un didlogo entre ambos campos, sin duda so- ciales. Las motivaciones que guiaron este emprendimiento tue- ron precisamente la ausencia de bibliogratia especifica so- bre el tema que contribuya a la orientacién y retlexidn en la tarea, la falta de precisiones teérico-metodolégicas con que se aborda la actividad del perito, la soledad en que se tran- sita este camino, y la responsabilidad ético-politica que sig- nitica hacer “el informe al juez", ya que con 6! muchas veces se decide el futuro de una familia... de un nifo. Surge asi la necesidad de interpelar el espacio de lo juri- dico desde lo social. No hay desde el Trabajo Social una pro- puesta que aborde los peritajes con una concepoién que tras- cienda la mirada para-juridica y psicologista con que actual mente se lleva a cabo la intervencién. El quehacer profesio- nal en este Ambito instalé dos modalidades de intervencién subordinadas a un accionar orientado por la Teor'a Sistémica y la Ley de Mediacién. De tal modo, podemos hablar de formas de intervencién en Trabajo Social en este escenario, pero no de ruptura con un modelo conservador, normativ, alienante, rutinario e in- quisitivo. Un modelo que no sélo no da respuestas a las demandas del nuevo milenio, sino que tampoco ha puesto en cuestidn las nociones ce derecho, justicia y equidad camo si lo esta haciendo la sociedad en su conjunto. Tanto el Derecho como el Trabajo Social han sido determinados en su origen, proceso y desarrollo por la influencia del conser- vadurismo. En el Derecho esa influencia impregné a la protesién de un fuerte razonamiento inolinado al ejercicio del derecho for- mal, donde la ley y la norma priman sobre la realidad de los hechos. Asi, el Derecho transforma la profesién en un que- hacer logico-formal donde frente a un hecho “delictivo” se busca “la ley" que corresponde y se aplica “la sancién’. El ejercicio de poder es tan auténomo que ocupa un lugar pri- vilegiado entre las otras disciptinas que acompafian la tarea judicial 12 INTRODUCCION Dado que aquellos hechos, tal como lo plantea el modelo conservador, son vistos como “cosas”, lo social queda ocu- pando un lugar de subordinacién. El poder de la palabra es tan significativo que cobra relevancia al momento de la reso- lucién judicial. Al decir de M. Foucault, la pelea no la gana el que tiene la verdad o el més justo, sino el que habla mejor, el que puede convencer al juez, el mas fuerte En el Trabajo Social la influencia conservadora permitié el desarrollo de la profesién sobre la base de priorizar el tra- bajo con familias ¢ individuos para la solucién de problemas estructurales, donde los mismos no eran sociales sino indivi- duales. La fuerte influencia del conservadurismo hace que la profesién adquiera un profundo sentido vocacional y de voluntariado. Se desarrollé asi una practica moralizadora, normativa y tutelar, ejerciendo una funcién esencialmente de control social para aliviar las tensiones y “atenuar el contlic- to”, para evitar el estallido social y mantener el statu quo. Este analisis quedaria incompleto si no hiciéramos mencién a la reconceptualizacién, que plantea una propuesta diferente. A esar de ello, no hay en el colectivo profesional una concien- cla colectiva, al menos en el campo del peritaje, que permita superar aquellas contradicciones para encontrar caminos altemativos de ruptura con la herencia conservadora. La misma reflexidn cabe para el Derecho. No son posiciones absolutistas, pero resulta dificil separarse de ellas y romper con aquella herencia al momento de la intervencién. Para repensar la misma, en el Trabajo Social hay que fi- jar posicién respecto de las nociones de justicia y derecho con que los trabajadores sociales llevamos adelante la tarea pericial La trayectoria histérica de la Argentina mostré la perma- rnente oposicién entre derecho formal y derecho real, entre justicia formal y justicia social. Por un lado, la nocién liberal de justicia y de derecho, apegada al funcionamiento de la norma y el derecho para mantener vigentes la profundizacién de las desigualdades sociales; por otro, la nocién sustenta- da en valores democréticos de justicia social y equidad, cuya 13 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL concepcién doctrinaria y filoséfica est basada en los princi- pios de la dignidad humana, esto es, en el pleno reconoci- miento y ampliacién de los derechos sociales, civiles, eco- némicos y politicos, garantizados sélo en un Estado de De- recho. Sin embargo sabemos que no puede haber Estado de Derecho con gobiernos que gobieman por decreto, ni con una Justicia dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, 0 con el poder politico subordinado al econémico 0 aquél instalado en el judicial. En la Argentina de los uitimos afios el poder poli- tico se ha instalado de tal modo en el judicial que resulta dificil que la sociedad deposite su credibilidad en la administracién de la justia. Y aqui tampoco se puede desconocer el papel fundamental que juegan los medios de comunicacién masi- vos, como la televisién, para sacar a luz la verdad de los hechos. Al fijar posicién en el Trabajo Social, entendemos que la mirada debe estar centrada en estos aspectos y considerar al ciudadano como una persona sujeto de derechos; que el que llega a la Justicia lo hace para reclamar por un derecho cercenado y/o violado 0 por un deber no cumplido. Por titimo, habré que considerar también algunos aspec- tos reteridos a los procesos identitarios de nuestra profesién. Enun articulo de Raquel Gentil, "La practica cotidiana como definidora de la identidad profesional del servicio social’, la autora dice: ‘La efectividad y la eficacia del proceso de tra- bajo profesional se realiza por la capacidad de garantizar los derechos constitucionales y/o transformar esos derechos en derechos efectivos de los usuarios...” (1996, pag. 129). Entendemos que en este espacio profesional es donde deberia ejercerse con mayor eficacia la tarea de garantizar dicho cumplimiento. El tema es: ,cémo? Estamos hablando aqui de poder superar la mirada juricico-procesal y la fun- cién de control y vigilancia en que es colocada la profesién. ‘Ademas, estamos hablando de visualizar la alienacién a que se somete la tarea por exceso de demandas, la impos! dad de atenderlas y la dificultad de superar plazos procesa- les que hace que las demandas esperen entre 3 y 5 aflos 4 wTRODUCCION —por lo menos— para su resolucién. En este sentido, es ha- bitual que quien esta dentro del circuito institucional quede atrapado por la rutina laboral y ocupe un lugar de subordina- cién a lo juridico que le impide o dificulta romper con estos modelos. Por lo general, cuando se cuestiona algo no se cuestiona ni interpela lo juridico, sino que se interpela lo social; por ejemplo, {por qué se judicializa? Esto no lo hace la Justicia, esto lo hacen las otras instituciones que llevan las demandas a ese Ambito de resolucién de contlictos, como si éste fuera el Unico posible. Otra consideracién de la autora se refiere a “la concien- ia profesional". Esta puede ser identiticada por medio de las instituciones de aglutinamiento de las profesiones donde se exponen ideologias y valoraciones que se entrecruzan con las representaciones sociales sobre la actividad profesional. En el Ambito juridico es donde quedan mas expuestas las, ideologias, valores y marcos de referencia para llevar ade- lante nuestra tarea. Por ello, en esta propuesta, habra que posicionarse, como decia antes, en la consideracién de las personas como sujetos de derecho y asi poder llevarlas a la escena del contlicto como tales, sacandolas de los papeles, de los expedientes, de las causas, para poder verlas en su cotidianidad, en un espacio mas dinamico y de interrelacién con otros, Para ello se requiere de una intervencién que pri- vilegie “lo social", que permita conocer el cotidiano asumien- do que tenemos adjudicada la funcién de control social para detectarla en su contradiccién y superarla. Asi llegariamos al cotidiano de las personas para que los papeles del expediente cobren “vida’. Nosotros tenemos un valioso instrumento de la interven- cién: el informe. Muchas veces se decide a partir de él. Pen- samos que la palabra escrita significa “sacar a luz la ver- dad” de los hechos. Aqui muchas veces se habla de “objeti- vidad’, lo que paraliza al momento de la intervencién si no hay una clara conviccién de que debemos tomar posicién frente a la intervencién, lo que no significa tomar part una u otra parte en el ltigio judicial. 15 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, El tercer elemento que permite identificar la disciplina de Trabajo Social es el "sentimiento de identidad para con la pro- fesidn’., Esto se vincula con la poblacién atendida y se refie- re a los deseos de realizar cambios en la vida social, deseos de que sean respetados los derechos del ciudadano, deseos de justicia, de libertad... en fin... deseos de justicia social Todo esto lleva implicito que nuestro marco teérico para la intervencién no puede devenir del Derecho. Estas cuestiones contribuirén a cuestionar, preguntar, in- terpelar y llamar la atencién a lo juridico, fundamentalmente para analizar y considerar nuestras practicas parajuridicas y dar un salto que nos conduzca a la construccién de una iden- tidad propia con un modelo de abordaje altemativo que aqui daremos en llamar ‘social. Este trabajo esta organizado en dos partes. La primera intenta sistematizar los principales aspectos metodolégicos de la practica de intervencién del Perito Trabajador Social de Oficio La segunda parte busca explicar y comprender a través del andlisis de las entrevistas a jueces, defensores de me- nores y trabajadores sociales, por un lado, la légica de pen- samiento del Poder Jucicial y cémo mira éste al Trabajo Social. Por otro, cOmo piensa y hace el Trabajo Social con- siderando las funciones y la metodologia implementada. Se encontrara en muchas paginas explicitado lo obvio; es una de mis caracteristicas para comunicarme con el otro. Por ello este libro tiene la particularidad de ser introductorio para quien se inicia en este camino de las pericias en Trabajo Social. Pero por otro lado es una invitacién, a los que tienen Una trayectoria profesional, a revisar y profundizar aquellas obviedades. Asi, estos aportes contribuiran a allanar el ca- mino de quienes se inician y a debatir con el resto hasta dénde la explicitacion de lo obvio se ir aproximando a una profunda interpelacién de lo social a lo juridico. Algunas ve- ‘ces, cuando lo obvio no es explicitado, queda vaoio de con- tenido... La mayoria de las veces. De modo tal que queda definida una propuesta metodo- 16 INTRODUCCION l6gica donde el Marco de Reterencia y el Marco Tedrico se tunen para cuestionar lo social e interpelar lo juridico, que por otra parte requiere repensarse desde el Derecho, en el con- texto de la profunda crisis filoséfica y cultural por la que atra- vViesa nuestro pais. Al momento de transciibir estas paginas nee gopea la Tercera Guerra Mural. objetivo final del presente trabajo es encont prpuesta metal cantor social ure aus lente en Ie constuctn de fs process ideitaros oe a Quiero agradecer aqui la posibidad que me diera Mar- garita Rozas, quien propulsé esta iniciatva; a mi orientadora Myriam Veras Baptista, por sus ensefianzas y contribuciones, y Por ser alguien por quien guardo gran estima y respoto; a Maria Lucfa Martineli, por su calidad para transmitir ol cono- cimiento y su amor a la profesién; al protesor Dr. Evaldo Vie- a, por sus aportes profesionales y por su calidad humana; a mi amiga Graciela Gramajo, por su estimulo permanente para la conerecién de este trabajo: a mis padres, porque sembra- fon la semilla que diera este fruto; a mi esposo, “El Negro Mela’, y amis hitos, Cristian y Angy, por entender y apoyar esta tarea; a mi hermano Tito, quien me recuerda todos los dias la sed y el hambre de justicia de mi pueblo, 7 Primers Pante LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL EL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Indagando fo que dicen la doctrina, la legislacién y la ju- risprudencia pude encontrar algunas aproximaciones concep- tuales que transcribo a continuacién, a fin de visualizar algu- nas semejanzas y diferencias entre las definiciones seleccio- Nadas, que nos permiten fundamentaimente ir pensando con cual de ellas nos identiticamos los trabajadores sociales en la tarea, ‘Personas calificadas en raz6n de su ciencia, téo- Trica 0 conocimiento especializado en arte... Persona técnica especializada en ciencia o arte sea por el es- tudio o la préctica. En el émbito juridico se considera erito al experto que es introducido en el proceso para roducir un aetamen sobre cuestiones concretas de su especialidad... para que dictamine con veracidad imparcialidad. Carlos M. Schaitfino. Diccionario Pericial, La Rocca, Buenos Aires, 1992, pag. 392. “Es el tercero técnicamente idéneo, designado por 1 juz para dar su opinién fundada y con ello contr- buir a formar convicciones del juez, acerca de hechos cuyo esclarecimiento requiere de conocimientos espe- cializados sobre dicha verdad." Carlos J. Colombo. La prueba pericial, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1975, T. 1., p. 704. “EI perito es un técnico que auxila al juez en la constatacién de los hechos y en la determinacién de sus causas y efectos... la funcién... también pueden desempefaria ciertas corporaciones, especialmente las academias.” Hugo Alsina. Tratado de Derecho Procesal, Ediar, Buenos Aires, 1961, pag. 476. 21 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL “El perito es un asesor 0 consultor que les brinda a los jueces el aporte de su cultura especializada distin- ta a la general y juridica de éstos." Camara Nacional Civil, Sala C., La Ley, 1975. “El perito no es més que un testigo que ha visto los resultados y examinado los rastros materiales de un hecho delictuoso; es la mirada del juez en esos ras- tros que requieren algén conocimiento especial propio de su ciencia, arte, profesion u oficio." Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires. La Ley, Repertorio XXXLX, pag. 1.688, sum. 2. “Los jueces carecen de ciertos conocimientos téc- nicos especiales; por eso, para lograr una mejor y més pronta administracién de la justicia deben necesaria- ‘mente echar mano al asesoramiento de idéneos.” Camara Penal, Rafaela. Zeus, 6° R. 25, sum. 13.940. “"Perito 0 experto... es la persona versada en algu- na ciencia, arte o industria. El informe que ellos pre- sentan al juez que lo ha ordenado se designa con el nombre de parecer, opinién o dictamen, de aqui que a esta prueba nuestro Cédigo le da el nombre de dicta- men pericial.” ‘Alberto Paody (h.). Comentarios al Cddigo de Pro- cedimientos en lo Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe, Lajouane & Cia., Buenos Aires, 1912, T. 1, pag. 294. *...Siguiendo una corriente que es tradicional en e! Derecho Argentino se insiste en considerarla como prueba... No obstante no parece desencaminado con- siderar al perito como un asesor 0 consultor del juez, al que le aporta una cultura especializada distinta a la cultura general juridica. Esa consulta tiende a darle al juez un conocimiento mas cabal de los hechos que sélo 22 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL pueden penetrarse a través de una cultura especiali- zada. El peritaje es una declaracion de ciencia, porque e! perito expone fo que sabe por percepcién, deductiva 0 Inductiva, de los hechos sobre los cuales versa su dictamen; pero la pericia contiene ademds una opera- cién valorativa, porque es, esencialmente, una mani- festacién técnica y no una simple narracién de las percepciones.” Santiago Fassi, jurista Ahora bien, tomando estas definiciones y haciendo una sintesis de las mismas, podriamos pensar en una definicién de perito como: “La persona, 0 corporacién, especializada y calificada en razén de su conocimiento, legalmente autorizada por el juez (quien carece de ciertos conocimientos técnicos especiales) ara introducirse en el proceso del dictamen sobre cuestio- nes conoretas de su especialidad. Con veracidad imparcia- lidad, constatadas en la determinacion de sus causas y efec- tos, vistos los resultados y examinados los rastros materia- les de un hecho delictuoso. Con el fin de asesorar y contri- buir a la conviccién del juez sobre aquellos hechos para la mejor administracién de justicia “La pericia contiene ademés una operacién valorativa, por- que es esencialmente una manitestacién técnica y no una simple narracién do las percepciones. Esta se presenta a manera de informe, como el parecer, opinién profesional dictamen que en nuestro Cédigo tiene el nombre de dicta- men pericial’. Cabe aqui hacer una reflexién para llamar la atencién del lector respecto de que algunos opinan que el perito “es el ojo del juez” ante la familia. Esto tiene una fuerte impronta jurl- dica, legal, pues el control, la vigilancia y el disciplinamiento tienen un destacado justificativo en dicha frase. De modo tal que podemos entender que el juez tiene “sus ojos” y el pe- tito trabajador social tiene “los suyos”. Este va a mirar a la 23 CC LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL familia con “sus ojos”, tiene una mirada propia porque tiene su propia ciencia, su especialidad. Decir “el ojo del juez" tiene connotaciones que se relacio- ‘nan con la investidura del magistrado, y con todo lo que en su figura se deposita: “el poder del juez"... También puede suceder que interese ocupar ese lugar de poder y control. Todo esto es parte del tema a indagar y se relaciona con las distintas modalidades de intervencion. Al respecto sabemos que ser perito del Poder Judicial nos adjudica esa cuota de poder y la gente nos identifica con aquella funcién de control y vigilancia de la que habla M. Foucault, quien bien la des- cribe en el pandptico, No tener presente estas consideracio- nes seria negar parte de la realidad que atraviesa al pert. Si a esto le sumamos la apropiacién de aquella frase, lo mas probable es que desarrollemos nuestra intervencién en conse- cuencia, Podemos decir que este es el principio de una discusién mas profunda que nos llevard inevitablemente al eje central de nuestra intervencién en el area. Se trata de que el pro- ducto de la misma se vera plasmado en el informe... “el dictamen pericial’. De todos modos, era necesario comenzar a instalar la discusién aqui para que quede explicitada mi posici6n al respecto: el perito trabajador social no es “el ojo del juez”, porque tiene su propio ojo, que es el que le permi- te ver lo social. Desde Io cotidiano y en su acontecer histi- tico-social y politico. Todo lo cual se reflejard en el informe al juez, que dejard de ser un mero relato descriptive y asu- mird su funci6n: dar elementos al juez y colaborar a que se haga justicia Quise llamar la atencién al respecto, en este desarrollo, Porque entre las muchas conceptualizaciones que trae la Jurisprudencia es de destacar que una de las pocas, sino la Unica, que toma esta idea es precisamente la de la Corte Suprema de Buenos Aires anteriormente citada. Es més, si Nos detenemos en el concepto que desarrolla, podriamos hablar de cierta descalificacién 0 minimizacién hacia nuestra tarea, cuando la define como... "no es mas que. 24 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Queda en evidencia el lugar de subordinacién en que el Poder Judicial coloca al perito trabajador social. Ahora hay una deuda pendiente, y es la construccién colectiva de una definicién propia por parte de los peritos trabajadores socia- les que los identifique en dicha funcién, ya que aqui habla- mos de los peritos en general. LA PRUEBA PERICIAL Siguiendo el mismo procedimiento de! punto anterior, y recurriendo otra vez a la legislacién, la doctrina y la jurispru- dencia, vamos a hablar ahora de la prueba pericial, para lo cual tomaremos algunas definiciones. Aquella que es suministrada por terceros, a ralz de un encargo judicial y fundado en los conocimientos, cientificos, artisticos 0 précticos que poseen, comuni- can al juez las comprobaciones, opiniones 0 deduccio- nes extraidas de los hechos sometidos a su dictamen.” Lino Enrique Palacio, Derecho Procesal Civil, Abe- ledo Perrot, Buenos Aires, 1972, T.1, IV, pag. 674. *...£s 6! medio por al cual personas que poseen co- nocimientos especiales... designados en un proceso determinado, perciben, verifican hechos y los ponen en conocimiento del juez, y dan su opinién fundada so- ‘bre fa interpretacion y apreciacién de los mismos, a fin de informar la conviccion de! magistrado...” Folan Arazi. La prueba en el proceso pericial, La Rocca, Buenos Aires, 1986, pag. 265. "Si a cuestién controvertida exige experiencia y co- nocimientos técnicos que sélo puede tener un exper- fo, la prueba pericial se toma de rigor, no pudiendo el perito ser sustituido por el juez que, ala postre, en las ‘motivaciones de su pronunciamiento, terminard reali- 5 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, zando la prueba ausente. Ello no desestima la cultura ‘general que pueda tener el magistrado, en cuanto al ‘suministro de elementos de juicio que convengan en la certeza de su decisién." Camara Civil y Comercial, Santa Fe, Sala 1, Zeus 20, R. 34, sum. 1.227. *Se puede afirmar que en uitima instancia acuair a la asistencia de un perito es una consecuencia de los ‘grados de conocimiento, que tipficados por la filosofia trascienden a la vida toda. Hay un correlato entre gra- do de conocimiento y pericia.” Néstor Amilear Cipriano. “Prueba pericial en los jui- cios por responsabilidad medida. (Finalidad de la prue- ba pericial)", La Ley, 1995, C. 624. “La prueba de peritos se produce en los casos en que controvierten hechos... cuyo examen y apreciacién requieren conocimientos técnicos especiales. “Los jueces son técnicos en materia juridica pero las regias del derecho son formuladas por los legisla- dores mediante la contemplacidn de los fendmenos so- ciales. "Por eso es que la ley escrita esté un poco atrs de las necesidades reales y efectivas de la sociedad, dado que a los multiples y cambiantes fenémenos sociales, que se suceden cada dia, se impone el esta- blecimiento de nuevas formas juridicas." Maximo Castro. Curso de Procedimientos Civiles, Biblioteca Juridica Argentina, Buenos Aires, 1972, T. 1, 1, pag. 37. “El dictamen pericial seré debidamente fundado, conteniendo el andlisis pormenorizado de los puntos de pericia, la explicacion de las apreciaciones técnicas llevadas a cabo y las conclusiones sustentadas en los 26 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PEHIITO TRABAJADOR SOCIAL principios cientificos computados al respecto, porque de Io contrario careceria de aptitud para generar la conviccién judicial." Palacio y Velloso. Cédigo de Derecho Procesal, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1994, T. Vill, pag. 516. “La extralimitacion del perito en su dictamen no acarrea necesariamente la anulacién de la pericia, porque traténdose de este tipo de prueba la nulidad sdlo procede en los casos de violacién de las formali- dades prescriptas para su realizacién, pero no en cuan- to a su contenido.” ‘A. Mauricio. "Nulidad de la prueba", Cuadernos de Derecho Procesal N® 2, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1983, pag. 124. “Es requisito de toda pericia que el perito establez- ca los principios que ha tomado por punto de partida, las leyes cientificas a que ha sometido los hechos ob- servados, las deducciones motivadas con cuyo auxilio establece su opinién, la concordancia con los datos resultantes de las piezas del proceso.” Tribunal Colegiado de Familia, Rosario, Santa Fe, Jurisprudencia 1985. “El perito debe emitir su dictamen imparcialmente como mejor pueda seguir su ciencia y conciencia; cuan- do viola culpablemente este deber, responde a las partes por el dafio causado.” Leo Rosenberg. Tratado de Derecho Procesal Ci- vil, traduccién de Angela Romero. Egea, Buenos Aires, 1995, T.1, 1, pag. 268. Ahora, siguiendo el mismo procedimiento para la elabo- racién de una posible definicidn de la prueba pericial, pode- Mos pensar en la siguiente: 27 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, “La prueba pericial es el medio de prueba por el cual Personas con conocimientos especiales, designadas en un proceso, a raiz de un encargo judicial (no pudiendo ser sus- tituidos por el juez, porque ellos son técnicos en materia ju- ridica), elaboran y transmiten al tribunal informacién especial y de manera ordenada. Presentando su dictamen imparcial- ‘mente y por escrito con copia a las partes. Conteniendo ex- plicacién detallada de las operaciones técnicas realizadas y de os principios cientiicos en que se funda. Y las conclusio- nes, sustentadas también en principios cientificos, pues de lo contrario carecerian de aptitud para generar la conviccién judicial. Se considera que la extralimitacién no acarrea ne- cesariamente la anulaci6n de la pericia, porque ésta sdlo se produce en casos de violacién de las formalidades prescriptas ara su realizacién.” Ahora podemos decir que cabe al perito asistente social epensar dicha prueba pericial en el contexto del avance de nuestra profesion y de nuestra identidad profesional, y fun- damentalmente en la elaboracién de esa prueba; es decir, la elaboracién y construccién de nuestro informe al juez: “el dictamen’. Tiene lugar aqui considerar lo que la jurisprudencia dice al respecto: las comprobaciones que tenemos de los hechos que se nos pide peritar. Nuestras opiniones o deducciones fundadas sobre los mismos y sobre el dictamen u opinién ordenada de la informacién especial que permita conocer los hechos y circunstancias relevantes del proceso. Hay aqui una primera reflexién general en cuanto a la ela- boracién de dichos informes. Si bien esto no constituye juris- prudencia voy a citar textualmente partes de las conclusio- nes de un informe pericial de mi autoria. Dado que la situa- cién procesal del expediente en que me tocé intervenir era bastante complicado y particular, cabe agregar que yo era la ‘octava perito interviniente en el caso, que el mismo se trata- ba de un Régimen de Visitas en el contexto de una denun- cia de “abuso” del progenitor hacia su hija de 4 afios de edad, 28 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL. y donde los informes sociales hasta alli presentados sdlo hacfan referencia a la descripcién de situaciones anecdéticas, con una evidente falta de analisis de los hechos. En el infor- me que presento, "extemporaneo”, pues se me pide luego de una resolucién de “remocién sin causa por el articulo 3 de la Convencién Internacional de los Derechos del Nifio”, a los, efectos de sentar precedente para quien me sucediera en el cargo, y para aclarar al juzgado algunos aspectos especi cos de la materia, digo: “Esta perito no puede elevar a V. S. conclusiones, ya que éstas se desprenden de un andlisis minucioso y siste- mitico de los hechos cronolégica y descriptivamente relata- dos (refiriéndome al informe previo presentado con un estilo intencionalmente descriptivo para que conste en el expediente que tanto éste como los otros informes parciales no pueden arrojar conclusiones de un experto) “Para ello debe haber un caudal de informacién acumula- a y relacionada siempre con el cometido, en este caso ‘Ré- gimen de Visitas’, a fin de seleccionar cuidadosa y rigurosa- mente los datos que son factibles de ser analizados cientit: camente. Sélo asi éstos pueden aportar a V. S. a cultura espectfica de esta materia y en consecuencia de la experta interviniente. "Por es0 el paso previo y fundamental es la descriocién de los hechos observados sin seleccionar la informacion, de- biendo ir, en todo caso, todo Io observado, pues para el posterior andlisis no se puede inferir o suponer io que no esta escrito (para la ley lo que no estd escrito nunca sucedié) “Entonces, s6lo a partir de esta metodologia de interven- cién de un perito asistente social se esté en condiciones de operacionalizar las variables de andlisis con sus respectivos indicadores y dimensiones posibles de ser traducidos en da- tos y resultados tanto cuali como cuantitativos, contr-buyendo as/ a aportar datos vélidos a los fines solicitados por V. S. “Toda vez que esto no se desprende de una sola obser- vacion, pues arrojaria datos parciales, es decir, de aquel mo- 29

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