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CONCLUSIONES

Juan Manuel es un joven de 21 años que recuerda con dulzura sus primeros años, aquellos
donde vivió las experiencias más pequeñas de la manera más intensa y emocionante,
anhelando esos primeros pasos que dio cuando empezaba a aprender sobre la vida.

La figura de su abuelo, siempre presente, le daba fuerzas, entusiasmo y felicidad cada vez
más, motivándolo a que creciera como persona y consiguiera metas como estudiar y
disfrutar del arte de la música.

Más tarde, el estado emocional de Juan se ve afectado y marcado hasta la actualidad ya que
su abuelo muere.
Y no es sólo este trágico suceso en sí lo que desorienta a Juan, sino el que toda su familia
para una supuesta “sobreprotección” no le cuente nada hasta el último momento lo cual le
provoca una fuerte incomprensión y desconfianza.

Más adelante consigue orientar su tristeza hacia una meta: conseguir su felicidad siendo un
buen guitarrista para conseguir la paz y alegría de su abuelo ya fallecido.

Juan era tan feliz como cualquier otro niño pero en su vida cotidiana, en casa, vivía con
normalidad una situación que a posteriori le ha hecho ser como es y ver el mundo como lo
ve.

La madre, una figura digna de pedestal para cualquier persona dejó de ser idealizada por él
cuando tuvo que enfrentarse a situaciones en las que la relación del padre o hermanos con
ella no era buena.

Juan con poca edad tuvo que ejercer distintos papeles que no le tocaban por su gran
responsabilidad y repercusión, ya que tuvo que ser amigo, apoyo, hijo y reconciliador
entre familiares.

Veía a la madre llorar, encerrada en un baño. Una madre triste, preocupada, que no sabía
como reaccionar y él tenía que ir, pedirle que dejara de llorar e intentar que las personas
causantes del daño le pidieran perdón. Esto empezó a causar que esta persona normalizara
ver a la madre y la situación de casa de esa manera.
Además, comenzó a interiorizar lo que sentía para no derrumbarse y poder llevar la
situación  inexpresividad de emociones negativas

La vida de Juan seguía hacia delante de manera normal salvo por los acontecimientos
negativos que se le iban sumando.
Era un niño que le gustaba mucho jugar, siempre lo hacía con los niños de su plazita con
los que se divertía.

Con sus hermanos no jugaba, ya que ellos tenían una unión especial.
Además la diferencia de edad entre ellos y él era significativa.
Esto influye en Juan, en la relación que se forma con sus hermanos donde la demostración
de cariño no existe a pesar de la necesidad que tiene él, aunque no se de cuenta. Juan al
sentirse así comenzó una fuerte amistad con su primo, con el que se pasaba la mayoría del
tiempo jugando, conociendo, experimentando y hablando.

Comenzó a expresarse gracias a esta relación pero el problema fue que lo hizo de manera
negativa en lugar de positiva, pegando a su primo continuamente.

Esta reacción pudo estar causada quizás por encontrarse en una situación desconocida o
quizás y más probable, que al no encontrar la relación que quería tener con sus hermanos
de juego y felicidad, como la que tenían entre ellos, Juan se sintiera mal y la manera de
equilibrarlo fuera haciendo sentir a su primo mal pegándole.

Aunque más tarde, después de riñas, consejos y explicaciones, se dio cuenta de que su
primo era una persona a quien quería y no se merecía ese tipo de trato, así que dejó de
hacerlo.

Su vida seguía teniendo momentos amargos, imposibles de llevar por un niño tan pequeño,
causándole cambios y educándolo sin querer de una manera no del todo ideal.

Cerca de los doce años de su vida vivió con aspereza como la pareja de autoridad en casa;
sus padres, entraban en crisis.

La madre tenía una fuerte depresión y sin pensar en las consecuencias sentó a sus tres
hijos pequeños (12,16,18) y les dijo que necesitaba estar sola durante un tiempo así que los
dejó solos de dos a cuatro semanas.

Juan tuvo que intentar comprender la ida de su madre, intentando pensar que no sabía nada
a pesar de haber vivido un ambiente no muy bueno con la situación de sus padres.

La depresión de la madre, la salida de casa, su malestar, sus días y días en cama hizo que
Juan comenzara a verla de una manera más humana y desidolatrada en su infancia.

Su madre, al pasar momentos duros y depresión durante un año, tuvo una manera de
tratarlo y educarlo que quizás no fue la debida, ya que no estaba en situación de hacerlo,
con lo que Juan tiene una falta importante en su infancia que puede haberle producido
algún cambio para bien o para mal.

La vida de Juan sigue como la de cualquier niño y comienza a tener los primeros contactos
sexuales.

Entonces, vive una experiencia que hizo mella en él de manera muy negativa, ya que la
guarda sin contarla y sin entenderla hasta los veinte años.
Mantiene contacto sexual con su prima pequeña cuando el tenía 12 años y la niña 7.
El que ella sea familia y tan pequeña lo trastorna, y no puede soportar pensar que ella haya
sido afectada por esto más adelante.

La relación entre ellos es diferente más adelante ya que no se habla con confianza pero no
tiene porque ser necesariamente por ello.

Esto no se ve reflejado en Juan en ningún tipo de problema con la sexualidad, pero quizás,
sí se ha visto reflejado en su bajo ego, en su extraversión y sobre todo en su neuroticismo
ya que muestra alguna inestabilidad emocional e inexpresión de algunas emociones.

Más adelante todas estas historias se dejan de lado ya que él entra en una etapa más feliz en
la que consigue diferentes metas, elogios y premios, tanto en el ámbito musical, como en el
personal, viéndose recompensado su arduo trabajo..

Por último ya acercándose a su edad actual, entra en la universidad crece como persona
consiguiendo metas, conociendo gente y situaciones nuevas.

Una de las personas que entran en su vida es su actual novia, que según él forma parte
tanto de su experincia cumbre como en su punto de inflexión en la vida ya que ha sido
para él un cambio completo que le ha hecho crecer, aprender, madurar, conocerse a sí
mismo y ver el mundo con otro color.

Se puede decir que la vida de Juan tiene en general un tono emocional de romance donde
en un comienzo hay episodios con emociones bastante negativas pero que a medida que
pasa el tiempo se van sustituyendo por emociones positivas como la felicidad la ilusión y
ganas de tener un futuro alegre y con sueños cumplidos.

Es un chico joven, muy sensible, con ganas de aprender y con mucha bondad e inocencia
que ha pasado momentos difíciles y se adentra en la aventura de la vida con buenas
emociones y expectativas.

Sólo tiene que dejarse guiar e intentar expresar de alguna manera lo que siente para que
poco a poco pueda conocerse y ser cada vez más feliz.

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