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(TEXTO DE APROBACION FINAL POR LA CAMARA)

(1 DE JUNIO DE 2021)

ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

19na Asamblea 1ra Sesión


Legislativa Ordinaria

CÁMARA DE REPRESENTANTES

R. Conc. de la C. 26
10 DE MAYO DE 2021

Presentada por los representantes Nogales Molinelli y Márquez Reyes


Y suscrito por el representante Varela Fernández

Referida a la Comisión de Asuntos Internos

RESOLUCIÓN CONCURRENTE

Para expresar el apoyo de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, a la legislación


presentada en el Congreso de los Estados Unidos, que promueve la abolición de la
pena de muerte a nivel federal, H.R. 262- Congreso 117mo (2021-2022) y S. 582
Congreso 117mo (2021-2022), que disponen para una nueva vista de sentencia a
quienes están en el corredor de la muerte a nivel federal, por ser un mecanismo
fallido de aplacar la criminalidad, porque la propia naturaleza de la pena hace que
se implemente de manera arbitraria y discriminatoria, porque son muchas las
personas inocentes que han resultado exoneradas de su ejecución luego de haberse
encontrado culpables en procesos judiciales cuando no lo eran y porque la pena de
muerte es irreversible una vez aplicada.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Desde el siglo XIX y principios del siglo XX, Puerto Rico tuvo adelantos importantes
en temas de derechos humanos y civiles, que le llevaron a la abolición de la pena de
muerte como castigo un 26 de abril de 1929, impulsada por las luchas abolicionistas
latinoamericanas. Luego, en 1952, Puerto Rico expresó, en el Artículo II, Sección 7 de su
Constitución que “[n]o existirá la pena de muerte”.1 La Constitución de Puerto Rico por
1
Artículo II, sección 7, dispone: “Se reconoce como derecho fundamental del ser humano el derecho a la vida, a la
libertad y al disfrute de la propiedad. No existirá la pena de muerte. Ninguna persona será privada de su libertad o
2

la condición colonial que subsiste, tuvo que ser previamente aceptada por el Presidente
de Estados Unidos de América y aprobada por el Congreso, con algunas enmiendas. Es
decir, aún sin representación congresional ni poder votar por el Presidente(a) de
Estados Unidos, el Congreso avaló que no existiera la pena de muerte en Puerto Rico.

Dicho aval no ha sido óbice para que el Departamento de Justicia de Estados Unidos
intente, con insistencia, obtener una sentencia de muerte en Puerto Rico. Entre los años
2012 y 2014, en Puerto Rico se llevó a cabo el veinte por ciento (20%) de todos los juicios
de pena de muerte en la jurisdicción federal, aunque comparativamente, Puerto Rico,
apenas cuenta para el equivalente del uno por ciento (1%) de la población de Estados
Unidos de América.2 Esa desproporción resulta alarmante; y aunque pudiera deberse
en parte a las altas tasas de criminalidad, lo cierto es que la pena de muerte no ha
ayudado a disminuir la tasa de homicidios en ninguna parte del mundo.

El gobierno de Estados Unidos, sin embargo, no ha conseguido en Puerto Rico un


jurado dispuesto a aplicar la pena de muerte, a pesar de haber obtenido múltiples
sentencias unánimes de culpabilidad por parte de ese mismo jurado.3 Para poder
formar parte del jurado federal en casos de pena de muerte, la persona tiene que
entender inglés lo suficiente como para seguir el proceso jurídico y además, estar
dispuesta a aplicar la pena de muerte a otro ser humano; lo cual descarta, en ambos
casos, a la mayoría de nuestro pueblo. Se cuestiona, pues, que en los procesos de pena
de muerte en Puerto Rico se obtenga un jurado de los pares del acusado, porque no es
representativo de la población.

Recientemente, se ha revivido la discusión de la aplicación de la pena de muerte


federal en Puerto Rico debido a la elegibilidad de los delitos relacionados al feminicidio
de Keishla Rodríguez Ortiz. Si bien repudiamos el acto barbárico de este y otros delitos

propiedad sin debido proceso de ley, ni se negará a persona alguna en Puerto Rico la igual protección de las leyes.
No se aprobarán leyes que menoscaben las obligaciones contractuales. Las leyes determinarán un mínimo de
propiedad y pertenencias no sujetas a embargo...” (Énfasis nuestro) Para que se aplique la pena de muerte en la
jurisdicción del Estado Libre Asociado de Puerto Rico se requiere una enmienda constitucional a su Carta de
Derechos. Véase, además, la Ley de Relaciones Federales, sección 9, Ley 81-600 aprobada el 3 de julio de 1950, 64
Stat. 319, 48 U.S.C. 734.
2
Información tomada de datos del Federal Death Penalty Resource Counsel,
http://www.capdefnet.org/FDPRC/pubmenu.aspx?menu_id=803&folder_id=5633.
3
Desde el 2003 se han efectuado siete juicios en los que los acusados se expusieron a pena capital: U.S. v. Acosta
Martínez, 106 F. Supp. 2d 311; 2000 U.S. Dist. LEXIS 10370 (núm. caso a nivel Tribunal de Distrito Federal) y 252
F.3d 13 (2001); U.S. v. Hernando Medina Villegas y Lorenzo Vladimir Catalán Román, 3:02-cr-00117-PG-3; U.S.
v. Carlos Ayala López, 3:03-cr-00055-JAG-JA-1; U.S. v. Edison Burgos, 06-cr-009 (JAG); U.S v. Lashaun Cassey,
05-cr-277 (ADC); U.S. v. Candelario-Santana, 09-cr-427 (JAF) y U.S. v. Jiménez-Benceví, et al, 12-cr-221- (JAF).
La sentencia contra Candelario-Santana fue revocada por el Tribunal de Apelaciones para el Primer Circuito; la
fiscalía federal en Puerto Rico trató de que fuera nuevamente juzgado como un caso de pena de muerte, y el juez de
Distrito Besosa le dio la razón, pero nuevamente el Tribunal de Apelaciones revocó la determinación del Tribunal de
Distrito y determinó que a Candelario no se le podía exponer nuevamente a semejante castigo, por lo que el nuevo
juicio se verá de forma ordinaria. Existe un caso activo certificado como de pena de muerte y pendiente de juicio,
U.S. v. Pedro-Vidal, 16—cr-0778 (GAG).
3

que involucran la violencia de género, no dejamos de oponernos a que se intente


nuevamente aplicar en Puerto Rico una ejecución por el Estado, como parte de un
proceso judicial. Justicia no es venganza.

Anteriormente, en el año 2019, el juez presidente del Tribunal Federal para el


Distrito de Puerto Rico, Gustavo A. Gelpí, determinó que el Federal Death Penalty Act
de 1994 era aplicable a Puerto Rico. Lo anterior, a pesar de que los residentes de Puerto
Rico no están representados en el Congreso que aprobó dicha Ley ni pueden votar por
el Presidente, quien a su vez, nombra al Secretario de Justicia Federal, que decide si
certifica o no un caso para pena de muerte. Puerto Rico tampoco elige representación
senatorial federal para participar de la confirmación de quien la presidencia nomine
como Secretario de Justicia Federal.

Reconocemos que, por primera vez, un presidente de los Estados Unidos durante su
mandato rechaza la pena de muerte. Reclamamos que haga buena su promesa de
campaña para abolir la pena de muerte a nivel federal y anime a los 27 estados que aún
la retienen a que también la eliminen de sus leyes.

Ciertamente, los casos de pena de muerte despilfarran una serie de recursos que
bien podrían ser utilizados en la prevención, investigación y esclarecimiento de los
crímenes. En ocasiones, el gasto es tan significativo que ha merecido que el propio
Tribunal Federal en Puerto Rico se haya expresado en términos de que la pena de
muerte es “una pérdida de tiempo”.4

La relación territorial que mantiene Puerto Rico con el gobierno de los Estados
Unidos, hace probable, que al igual que en los estados de la Unión, se imponga la pena
de muerte en casos locales que exista jurisdicción federal, a pesar del firme rechazo de
nuestro pueblo a este cruel castigo. Existe un amplio consenso en Puerto Rico, tanto
político, de la academia, y de la sociedad civil, en oposición a la pena capital.

Es el sentir de esta Asamblea Legislativa, que la pena capital es una violación del
derecho fundamental a la vida y a la dignidad humana; que está en contra de las
expresiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
y de la Organización de los Estados Americanos (OEA) contra la tortura; en contra de
los principios del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, del cual Estados Unidos es
Estado Parte; y en contra de las exigencias y recomendaciones de múltiples organismos
internacionales.

4
Mariana Cobián, “Juez Fusté expresa que casos de pena de muerte son "una pérdida de tiempo"”, Primera Hora, 17
de abril de 2013,
www.primerahora.com/noticias/policiatribunales/nota/juezfusteexpresaquecasosdepenademuertesonunaperdidadetie
mpo-912885/
4

Por lo anteriormente esbozado, expresamos nuestro firme rechazo a la pena de


muerte por ser un mecanismo fallido de aplacar la criminalidad, pues está comprobado
que no tiene efecto disuasorio sobre quien comete el delito. La rechazamos también,
porque la propia naturaleza de la pena hace que se implemente de manera arbitraria y
discriminatoria.5 Sin olvidar que son muchas las personas inocentes que han resultado
exoneradas de su ejecución luego de haberse encontrado culpables en procesos
judiciales, cuando no lo eran. La pena de muerte es irreversible una vez aplicada; no
hay manera de corregir el error luego de ejecutar a una persona.

Apoyamos la legislación presentada en la Cámara de Representantes de los Estados


Unidos, H.R. 262 (2021-2022) y en el Senado de los Estados Unidos, S. 582 (2021-2022),
para abolir la pena de muerte a nivel federal. Reconocemos el espíritu abolicionista de
Puerto Rico y las aportaciones que desde aquí se han realizado para abolir la pena
capital en el entorno caribeño, en jurisdicciones estatales de los Estados Unidos y a nivel
internacional.

RESUÉLVESE POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO RICO:

1 Sección 1.-Para expresar el apoyo de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, a la

2 legislación presentada en el Congreso de los Estados Unidos, que promueve la abolición

3 de la pena de muerte a nivel federal, H.R. 262- Congreso 117mo (2021-2022) y S. 582

4 Congreso 117mo (2021-2022), que disponen para una nueva vista de sentencia a quienes

5 están en el corredor de la muerte a nivel federal, por ser un mecanismo fallido de

6 aplacar la criminalidad, porque la propia naturaleza de la pena hace que se implemente

7 de manera arbitraria y discriminatoria, porque son muchas las personas inocentes que

8 han resultado exoneradas de su ejecución luego de haberse encontrado culpables en

9 procesos judiciales cuando no lo eran y porque la pena de muerte es irreversible una

10 vez aplicada.

11 Sección 2.-Copias de esta Resolución serán entregadas a la prensa escrita, televisiva,

12 radial y de internet, para su conocimiento y divulgación; así como enviada, en el idioma


5
State v. Gregory (2018), Supreme Court of the State of Washington, No. 88086-7,
https://www.courts.wa.gov/opinions/pdf/880867.pdf.
5

1 inglés, a la Comisionada Residente de Puerto Rico en Washington, Hon. Jenniffer

2 González-Colón; a la Congresista Hon. Ayanna Presley, autora del H.R. 262; al Senador

3 Hon. Richard Durbin, autor del S. 582; a la Congresista Nydia M. Velázquez; a la

4 Congresista Alexandria Ocasio-Cortez; a la Coalición Puertorriqueña contra la Pena de

5 Muerte y al Lcdo. Kevin Miguel Rivera-Medina, presidente de la Coalición Mundial

6 contra la Pena de Muerte.

7 Sección 3.-Esta Resolución comenzará a regir inmediatamente después de su

8 aprobación.

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