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Para demandar democracia, libertad, justicia y mejoras para los pueblos indígenas y campesinos de
Chiapas y todo México, hace 24 años el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hizo su
primera aparición pública un 1 de enero de 1994.
La batalla fue implacable. La ocupación de los diversos municipios fue respondida con el envío de
tropas federales, cuyo número y brutal arremetida hizo que el objetivo de los zapatistas no se
cumpliera en su totalidad y tuvieron que replegarse a la selva.
Los combates, que duraron 12 días, se cobraron decenas de muertos, la gran mayoría zapatistas.
Sin embargo, la batalla sirvió para que se abriera un proceso de diálogo sobre las reivindicaciones
de la insurgencia que reclamaba el derecho a la tierra, vivienda, educación, salud y empleo.
El 16 de febrero inician las primeras conversaciones entre el EZLN y el gobierno federal, que
terminaron con la firma en 1996 de los acuerdos de San Andrés sobre el “Derecho y Cultura
Indígena”, que comprometían al Estado a reconocer a los pueblos indígenas constitucionalmente y
que éstos gozaran de autonomía.
Los diálogos también dieron pie a la fundación del Congreso Nacional Indígena (CNI) en octubre de
1996.
Pese a la disposición del Ejército Zapatista a dialogar y dejar las armas, el Estado mexicano nunca
dejó de asediarlos. Prueba de esto fue la masacre en 1997 de la comunidad de Acteal de la
etnia Tzotzil, en Chiapas, por parte de paramilitares militantes del Partido Revolucionario Institucional
(PRI), que asesinaron a 45 personas y tres nonatos.
Los funcionarios de los gobiernos local y federal acusados por el EZLN y organizaciones civiles de
propiciar la masacre, jamás fueron inculpados.
Marcha del Color de la Tierra, 2001
Como una movilización sin precedentes en la historia de México es recordada la Marcha del Color de
la Tierra, realizada en diciembre de 2001, liderada por el Ejército Zapatista.
“37 días caminamos. 6000 kilómetros. En ese camino pasamos por 13 estados de la república mexicana y ya
luego entramos a la tierra que se crece para arriba, la ciudad de México”, así la describió
el Subcomandante Marcos.
Un millón de personas les dieron la bienvenida a los zapatistas a su llegada a Ciudad de
México, entre ellos el escritor José Saramago; la activista francesa, Danielle Miterrand; el portavoz
de la organización internacional Vía Campesina, José Bové; así como otras personalidades.
Aún cuando los Acuerdos de San Andrés no han sido cumplidos en su totalidad, en el 2001 se
hicieron las reformas constitucionales para darle pleno reconocimiento a los pueblos indígenas.
En el Artículo 2 de la Constitución política de los Estados Unidos mexicanos "se les reconoce la
libre autodeterminación, y garantiza el derecho a la libre determinación y autonomía para decidir
formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural..."
“El derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco
constitucional de autonomía que asegure la unidad nacional. el reconocimiento de los
pueblos y comunidades indígenas se hará en las constituciones y leyes de las entidades
federativas”.
Creación de Los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno, 2003
Tras la traición del gobierno al no cumplir los Acuerdos de San Andrés, el EZLN decidió ejercerla
unilateralmente mediante la creación en 2003 de Los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno, que
reforzaron el principio del “mandar obedeciendo”.
En 2006, durante las elecciones presidenciales de México, los zapatistas se embarcaron en una gira
de seis meses por 32 estados, una iniciativa llamada "La Otra Campaña". El propósito era decirle
partidos políticos que para construir un nuevo país no era necesario apoyar a sus candidatos, sino
que emprenderían una lucha propia.
La intención de "La Otra Campaña" era escuchar al pueblo mexicano que quería una sociedad
democrática y acabar con el capitalismo y el racismo.
En la elecciones presidenciales de 2006 resultó ganador el candidato del derechista Partido Acción
Nacional, Felipe Calderón Hinojosa, recordado por militarizar la guerra contra narcotraficantes y general una
ola de violencia que azota a México hasta la actualidad.
El subcomandante Marcos “desaparece” de la escena pública, 2014
La madrugada del 25 de mayo de 2014 el Subcomandate Marcos, legendario líder del Ejército
Zapatista, anunció su "desaparición". Lo hizo desde el Caracol de La Realidad, sede del gobierno
autónomo zapatista en la profundidad de la Selva Lacandona. Su reemplazo sería el
Subcomandante Moisés.
Marcos no fue uno de sus fundadores, pues su llegada al grupo fue nueve meses después de la creación del
mismo. Su verdadero nombre era Rafael Sebastián Guillén Vicente y era un profesor de comunicación de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), antes ser un vocero del EZLN.
El Subcomandante Marcos anunció la desaparición -más no su retirada total- del personaje. La
argumentó como el fin de una etapa y comienzo de otra nueva dentro de la lucha zapatista. Muestra
de esto, es su apoyo a los jóvenes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Pese a la invisibilización de los medios, el legendario Ejército Zapatista de Liberación
Nacional sigue cambiando la historia de México a 21 años de su primera aparición pública.