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1.

JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

En el año 2008 la República del Ecuador da un gran salto en lo que


refiere a la identidad ecuatoriana, desde la conquista, la etnia indígena fue
rechazada y el país se consideró un país mestizo, por ende, su lógica giraría en
torno a una hegemonía, irrespetando y dejando de lado a la minoría indígena,
pero al reconocer el gobierno a esta minoría su lógica empieza a cambiar,
según el Art. Primero de la constitución nos dice que “El Ecuador es un estado
social de derecho, soberano, unitario, independiente, democrático, pluricultural
y multiétnico. Su gobierno es republicano, presidencial, electivo, representativo,
responsable, alternativo, participativo y de administración
descentralizada”[CITATION Asa08 \l 12298 ].
Al reconocer al país como un estado pluricultural y multiétnico, se está
reconociendo esta minoría indígena con todo lo que esta conlleva, y al fin lo
que una vez fue rechazado empieza a tener renombre, y se vuelve sujeto de
derecho, por ende, su cultura, su cosmovisión sus prácticas ahora son
respetadas.
Pero uno de los problemas que para llevar a cabo este fin es el
desconocimiento y la malinterpretación de los mismos llevando acabo un
irrespeto y una mala utilización de este saber, hace dos meses en un congreso
en Venezuela se realizó una entrevista a Keyrineth Fernández, directora
general de Salud indígena, Intercultural y Terapias Complementarias del
Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), en la cual comento que “la
mercantilización de la salud “discrepa” e influye negativamente en la
preservación de los saberes ancestrales de los pueblos originarios”[ CITATION
Fer16 \l 12298 ].
Como se observa esta mercantilización del saber de los pueblos
ancestrales provoca que este último sea rechazado e incluso echo de menos
frente a la propia comunidad, algo curioso que ocurre en estos casos es que
este saber se vuelve comercial y pierde su autenticidad como una solución a
los problemas de salud.
Ahora bien ¿Qué es salud? Y específicamente ¿Qué es salud mental?,
¿Quién atiende estos problemas en la comunidad? según la OMS el concepto
de Salud Mental es definido como “un estado de bienestar en el cual el
individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las
tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y
es capaz de hacer una contribución a su comunidad”[ CITATION OMS13 \l
12298 ].
Muchas veces este grupo étnico minoritario aún se encuentra en la parte
más alejada de la ciudad, en el área rural y no en la urbana por ende se juegan
diferentes lógicas como es el caso de la salud, mientras en lo urbano la salud
se encuentra atravesado por un discurso capitalista, occidentalizado, en el que
el médico es ese sujeto en el cual se deposita ese saber de la salud, este
muchas veces trabaja con un psicólogo en el que ambos tienen como lugar de
trabajo un consultorio en lo rural se maneja otra lógica en el que tanto el
médico como el psicólogo muchas veces no se encuentran por ende sale una
figura distinta que trabaja con la noción de salud, este es el caso del Yachak, a
este figura se le puede conocer como taita o mama, partera, y no puede ser
alguien en sí, sino un familiar, que conozca esta sabiduría que ha sido pasada
de generación en generación.
El propósito de esta investigación es reconocer la figura de este Yachak
como el depositario de este saber ancestral y cuál es su influencia en la
comunidad, ya que tal como lo dice la OMS la salud mental no es un concepto
aislado, sino que trabaja con la noción de comunidad y su relación con el
entorno.

2. DESCRIPCION DEL PROBLEMA

3.1 Formulación del problema


Uno de los mayores problemas que ahora enfrenta el país es la
unificación de una sola medicina, aunque el gobierno ha respetado la medicina
ancestral de las comunidades indígenas y es más pertenece al macro proyecto
del régimen el Sumack Kawsay, la realidad es otra, por un lado nos
encontramos a esta medicina occidental que separa, determina y clasifica al
ser humano, y por otra esta manera integral que la cosmovisión de los pueblos
andinos dan al hombre y su relación con la naturaleza, como se observa hay un
choque cultural entre estos dos saberes que lamentablemente en lugar de
buscar un acuerdo la medicina occidental ha empezado a ganar una batalla
frente a algo que se ha perdido con el mestizaje, y esto es la medina ancestral
que no solo se practicaba en comunidades, si no en plena ciudad, no hace falta
ir tan lejos, ya que nuestros propios abuelos, conocían estas prácticas.

El rescate de la identidad de un pueblo muchas veces puede llevar a la


pérdida en sí de la misma esto se observa en la novedad causada por la
medicina ancestral y el uso de ciertas sustancias que en muchos aspectos bajo
la cosmovisión de un pueblo pueden ser sagradas, pero bajo la mirada
occidental solo son alucinógenos, es por esto que una cantidad moderable de
personas han ido a supuestos Taytas y Mamas quienes ofrecen servicios con
estás plantas, pero en realidad no es en sí un ritual, sino una manera de
consumir estas sustancias, por tal motivo este tipo de ritos, tradiciones han
empezado a cosificarse, entendido de otra manera la medicina ancestral, ha
perdido esa cualidad de ancestral, para volverse mercantil, puede llamarse a la
misma una atracción para el turismo dejando de lado su cosmovisión.
Por mucho tiempo el ente regente en el mundo occidental fue la visión
positivista que dejo de lado muchos saberes de pequeños pueblos, que por ser
pequeños no son menos importantes, con una nueva visión del mundo estos
saberes empiezan a develarse a nivel político como filosófico, un claro ejemplo
de esto es el Convenio 169 propuesto por la Organización Internacional del
Trabajo, en el cual vela por la autodeterminación de los pueblos indígenas.
Los pueblos indígenas en el mundo tienen como derecho básico su
autodeterminación, a esto se suman los criterios contenidos en el Convenio
169 de la Organización Internacional del Trabajo: estilos tradicionales de vida;
cultura y modo de vida diferentes a los de los otros segmentos de la población
nacional; organización social e instituciones políticas propias; y vivir en
continuidad histórica en un área determinada, o antes de que otros “invadieron”
o vinieron al área (OIT 1989, C169), así mismo la aprobación histórica de la
Organización de Estados Americanos (OEA) a la Declaración Americana sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas, ratifica que tienen derecho a la libre
determinación.

En América Latina, según la CEPAL (2014), es posible contabilizar 826 pueblos


indígenas, en 2006 el número era de 642 pueblos, mostrando un aumento
importante, que para el organismo se debe a la mejora de la información
estadística en años recientes y a la incidencia de los propios pueblos en la
lucha por su reconocimiento; teniendo así que los pueblos indígenas
representan el 8,3 % del total de la población de la región y alrededor de 200
pueblos indígenas en aislamiento voluntario (ocultos) en Bolivia, Brasil,
Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela, que debido a la presión
sobre los recursos naturales en sus territorios o zonas cercanas se encuentran
en una situación de extrema vulnerabilidad (NU. CEPAL. CELADE 2014, 44-
45).

En el Ecuador la población indígena es de un millón de personas, equivalente


al 7% según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), agrupada
en 14 nacionalidades y 18 pueblos; es necesario recordar que la Constitución
ecuatoriana señala en su primer artículo que “El Ecuador es un Estado
constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico” (CRE 2008),
incorporando las luchas indígenas que buscaban el reconocimiento como
nacionalidades y no etnias.

Esta misma constitución determina que el territorio ecuatoriano “…constituye


una unidad geográfica e histórica de dimensiones naturales, sociales y
culturales, legado de nuestros antepasados y pueblos ancestrales…” (CRE
2008, ART 4); en cuanto a territorios indígenas, éstos son indivisibles y son
espacios para conservar y desarrollar formas de convivencia y organización
social propia, por lo que sus habitantes no pueden ser desplazados. En el
artículo 57, numeral 12 se establece la necesidad de:

Mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos; sus ciencias,


tecnologías y saberes ancestrales; los recursos genéticos que contienen la
diversidad biológica y la agrobiodiversidad; sus medicinas y prácticas de
medicina tradicional, con inclusión del derecho a recuperar, promover y
proteger los lugares rituales y sagrados, así como plantas, animales, minerales
y ecosistemas dentro de sus territorios; y el conocimiento de los recursos y
propiedades de la fauna y la flora (CRE 2008, Art 57).

Con la llegada al poder de un gobierno progresista en el 2007, el Ecuador, da


un giro importante al otorgarle derechos a la naturaleza, reconocer a las etnias
como nacionalidades, creando un modelo de relación Estado – empresa –
comunidad, destinando recursos a la Amazonia, creando leyes de
redistribución de los beneficios de la explotación de recursos naturales no
renovables; promoviendo un plan de medidas cautelares para la protección de
pueblos indígenas en aislamiento voluntario, se decreta una moratoria petrolera
para no explotar la zona intangible del Parque Nacional Yasuni. Por primera
vez en la historia waorani, un presidente ingresa a su territorio, el actor
invisibilizado en la historia, aparece a reconocer su papel y competencias.

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