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GOIZEKO OTOITZAK

LA NIEVE

El tercer domingo de enero se celebra el Día Mundial de la Nieve (World Snow


Day) con el objetivo de promocionar los deportes blancos y el disfrute de la
naturaleza, pero también para recordarnos su enorme importancia.

La nieve es muy beneficiosa para el medio ambiente, ya que forma parte del
ciclo del agua. No hablamos tanto de la nieve que cae de forma puntual, sino la
que acumula en las zonas de montaña lo largo del invierno, que funciona como
un “almacén de agua”. El deshielo se produce en primavera, ayudando al estado
de los embalses. Se trata de un proceso lento y, por tanto, podemos aprovechar
muy bien el agua guardada. Es una forma mucho más eficaz de recoger
precipitaciones que cuando se producen tormentas dejando mucha agua en muy
poco tiempo. En definitiva, las precipitaciones en forma de nieve ayudan a paliar
la sequía.

Por otra parte, la nieve es un factor importantísimo en el clima del planeta y el


estudio de su evolución se usa para predecir el futuro climático.

Tal es su importancia que se dice que el deshielo de los polos supone la


modificación del eje de rotación de la Tierra.
Asimismo, el manto de nieve que cubre la tierra refleja gran parte de la luz
solar, aproximadamente entre un 80 y un 90 %.

Se calcula que si, en vez de nieve, todas las precipitaciones en el mundo fueran
en forma de agua líquida, la temperatura media de los polos aumentaría entre 5
y 10 grados centígrados.

Por último, no debemos olvidar que la nieve sirve como hábitat para diversas
especies animales y vegetales que, sin ella, perderían su lugar de nacimiento y
desarrollo.

Así que, la próxima vez que tengas la suerte de ver nevar, agradece que suceda,
asume con paciencia los inconvenientes que eventualmente pueda causarte y
recuerda que todos podemos aportar nuestro granito de arena para cuidar el
medio ambiente.

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