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Capitulo I: Los grupos aborígenes del territorio.

Autor: Msc. Arnaldo Cepeda Enriquez.

A la llegada de los españoles a la isla de Cuba esta se encontraba habitada por tres
pueblos que aun se encontraban transitando la comunidad primitiva aunque en el último
grupo ya se presentaban los signos de descomposición en clases sociales. Estas eran:
La comunidad de los guanahatabeyes, siboney de Harrison, siboney guayabo blanco,
complejo I, paleontolítico tardío o recolectores-cazadores-pescador eran los más
atrasados. Estos solos se encontraban en la Península de Guanacabibes, en la punta más
occidental de la isla. Trabajaba la piedra y la concha de manera tosca elaborando
buriles, morteros, cuchillos y otros instrumentos. Viviendo en cuevas, solapas o
bajareques improvisados.
Los siboneyes, también conocidos como siboney de Harrison, siboney guayabo blanco,
complejo II, paleontolítico medio o tardío se encontraban habitando las costas y callos
de la isla. Procediendo de América del Sur habrían desplazado a los guanahatabeyes
hacia el occidente eran pescadores-cazadores-recolectores y empezaban a realizar toscas
obras de cerámica. Trabajaba la piedra y las costas pero es en esta donde alcanzaron de
la maestría elaborando biseles, platos, cuchillos, picos o garrotes y otros. Grandes
pescadores construían veloces canoas de madera ahuecada.
Los taínos, llamado también como Complejo III, siboneyes, subtaínos o neolítico
agroalfarero eran agricultores ceramistas. Trabajaba con gran maestría la piedra
puliendo sus piezas y elaborado numerosos objetos de barro. En estos ya había
comenzado la descomposición de la comunidad primitiva empezando a surgir los
embriones de las clases sociales dividiéndose en el cacique o jefe de la tribu, el behíque
que era el médico-brujo, los nitaínos o nobles que se subdividían en matunherí, baharí y
guaoxerí, los baquías o guerreros y los naborías o sirvientes. Vivían en aldeas donde
construían bohíos y caneyes alrededor de una plaza llamada batey. Los baquias o
guerreros en realidad eran cazadores que en caso de una agresión defendían la aldea. El
armamento consistía en macanas de madera dura de palma, hachas de piedras
petaloides, azagayas de punta endurecida por el fuego y en los cacicazgos orientales los
arcos simples con flecha de punta endurecidas por el fuego.

Dividida la isla en cacicazgos o provincias aborígenes estas en realidad eran


independientes unas de otras e interiormente lo mismo sucedía con las aldeas taínas.
Dentro de la antigua Sabaneque se encuentra el territorio de lo que hoy es el pueblo de
Zulueta y sus alrededores.
Se ha escrito mucho sobre la llegada del conquistador español Pánfilo de Narváez, su
segundo Juan de Grijalba y el padre Fray Bartolomé de las Casas a la aldea taína de
Sabana en 1513 y la conquista de la provincia entre 1514-1516 por el encomendero
Vasco Porcallo de Figueroa haciéndola su feudo personal y creando el poblado Santa
Cruz de la Sabana del Cayo, futuro San Juan de los Remedios. Pero muy poco sobre el
resto del territorio.
Una leyenda local ya casi olvidada nos cuenta del aura blanca que fue inicialmente una
aborigen taína hija del behíque de la aldea de Guanijibes que por una maldición de
Mabuya se convirtió en esa ave. La imaginación popular fue cambiándole el carácter de
esta pero si señalaron dos aspectos a tener en cuenta. El origen arahuaco del vocablo
Guanijibes que significa lugar de zunzunes y el posible poblamiento pre-colombino de
la zona.
Aunque escasos y no sistemáticos si se han realizado varios trabajos de prospección
arqueológica en el territorio durante las décadas de los años 70 y 80. Aunque a partir de
esas fechas no se han retomado estos además de desconocerse donde están las piezas
extraídas y el estado de estas.
En el territorio no se ha encontrado ninguna evidencia de los guanahatabeyes o
paleolíticos aunque esto no es extraño. Como se dijo anteriormente este es el grupo más
atrasado siendo recolectores, pescadores y cazadores prefiriendo las costas y orillas de
ríos de gran caudal.
Muy distinto es con los siboneyes a los que nos vemos obligados a dividir en tres etapas
como lo sugieren los especialistas del Museo de Historia de Remedios. Los siboneyes o
mesolíticos tempranos
tampoco llegaron al
territorio pero si los
mesolíticos medios con una
antigüedad de unos 1000
años. Su principales
residuarios encontrados es a
la orilla del río Manacas
cerca del lugar conocido
como Lagunita y en la
Guacacoa alrededor del
nacimiento del río
Camajuaní. En este último
las piezas consistieron en
pequeños fragmentos de
tallas de sílex.
Con cinco lugares
arqueológicos encontramos
a los mesolíticos tardíos o
siboneyes tardíos que muchos confunden con sub-taínos al ya poseer una cerámica
rustica tosca y comenzar a plantar algunas plantas aunque no la yuca. Estos se
encuentran en y cerca de la Loma de los 30 mil en la zona de Guanijibes. Es el territorio
de la hoy casi desecada y desforestada ciénaga del Charco Maja en la época pre-
hispánica pudo haber brindado una abundante alimentación como lo demuestra los
residuarios de su dieta encontrada en una cueva encontrándose restos de jutía conga
(Capromys pilorides pilorides), majá de Santa María (Chilabothrus angulifer), jicotea
(Trachemys scripta) y de numerosas especies de aves.
En una de las cuevas de esta elevación se encontraban pictografías, ya hoy muy dañadas
por curiosos, objetos de piedras talladas como cuchillos, majaderos y otros,
instrumentos de conchas y piezas rotas de tosca cerámicas. Un posible enterramiento
aborigen fue irreparablemente destruido cuando se creyó que era de finales de siglo XX
y la Policía Nacional Revolucionaria trabajo allí con sus peritos comprobando que era
indígena pero el sustrato arqueológico ya estaba alterado y el cuerpo se llevo hacia
Santa Clara.
Este lugar aun tiene mucho potencial por descubrir encontrando el autor a simple vista,
en un campo recién arado, en la década del 90 una gubia elaborada con la concha de un
cobo (Strombus gigas L.) que donaría posteriormente al Museo de Historia de
Remedios. Seria muy fantasioso asegurar la presencia en el lugar de una aldea siboney
pero la presencia de tantos elementos en un espacio tan pequeño sugiere una
investigación más profunda en la zona.
La única presencia demostrada de la cultura neolítica o taína en la zona es el hallazgo de
un hacha petaloide en una cueva de la Loma del Indio, en la Finca Caturla. Un presunto
hallazgo de un cemí taíno cerca de Guadalupe nunca ha podido ser comprobado por
especialistas al ser en su momento objeto de culto por los pobladores que lo pintaron
inclusivamente borrandole así cualquier evidencia de interés. En épocas más recientes
no se ha vuelto hablar de él.
Hasta estos momentos esta confirmada la presencia en el territorio zulueteño de forma
permanente a la comunidad mesolítica o siboney que al parecer mantenía intercambios
con la costa o llegaba a ella como lo demuestran las conchas marinas. También era zona
de paso de los taínos o realizaban algún tipo de trueque ambas comunidades.
Aun hay muchas mas preguntas que respuestas por lo que se debiera continuar
investigando los sitios arqueológicos ya descubiertos y ampliar a otros por especialistas
del CITMA y arqueólogos de experiencia.

Bibliografía
- Aguirre, Sergio. Historia de Cuba.1492-1790. Tomo I. Editora Pedagógica. La
Habana. 1966.
- Cepeda Enriquez, Msc. Arnaldo. Leyendas Indocubanas. Inédito.
- Colectivo de Autores. Sociedad Científica “Auraba”. Inédito.
- Colectivo de Autores del Museo Municipal. Breve Historia de Remedios. pdf.
- Martínez Fortún y Foyo, José A. Anales y Efemérides de San Juan de los
Remedios y su Jurisdicción, tomo I. Imprenta Pérez Sierra, La Habana, 1934.
- Tabío, Doctor Ernesto E. y Rey, Doctora Estrella. Prehistoria de Cuba. Editorial
de Ciencias Sociales. Ciudad de La Habana. 1985.
- Torres-Cuevas, Eduardo y Loyola Vega, Oscar. Historia de Cuba 1492-1898.
Formación y liberación de la nación. Editorial Pueblo y Educación. 2001.

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