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LA AURORA "CARLOS CASTANEDA", EN LOS TIEMPOS MODERNOS

—Neo-Ancestralidad o Ancestralidad Moderna—

INTRODUCCIÓN
Se dice: “Todo tiempo pasado fue mejor…” (dicho popularizado), sin embargo decir esto
revela una visión parcializada o estrecha, pues las cualidades del futuro, sea este el de
nuestra conciencia o el de la conciencia de muchos como especie, descansan en el intento
del presente (injerencia mágica del acto de querer en el tiempo), y el pasado llega ser una
carga que o nos impulsa o nos encadena.
Cualquier hegemonía socio-cultural de civilizaciones, imperios, culturas, pueblos, y
demás, fue estructurada por algún sistema cognoscitivo, una impresión conjunta en el
modo de ver y contemplar sus necesidades a todo nivel psico-social, ya sea a propósito o
no, entablaron patrones de creencias y comportamientos que se asemejaban
paralelamente unas con otras, esto quiere decir por ejemplo si en una Era toda
manifestación humana debía ser la conquista, guerras y matanzas, fuerza física, agresión,
competencias, todo esto como aspectos generales más notorios, en otro tiempo debería
ser contrastadamente y como parte de doce ciclos definidos, la religión, el misticismo, la
espiritualidad, la oración y la fe, las características más marcadas de esa Era.
Ancestralidad no es cuestión de tiempo pasado, necesariamente; es por el contrario una
condición más que cuestión, que hace referencia al hombre que reconoce y vivencia su
ORIGEN, un hecho que implica ver más allá de su tiempo, tener una cualidad de Ser que
refleje la armonía y el propósito cósmico, en una comprensión profunda de la naturaleza
de las cosas y de los eventos que a su alrededor se abren paso en un contexto sin
precedentes, tener la capacidad de atestiguar los misterios y verificar el orden causal que
lo lleva a él a ser parte del universo, sin someterse completamente a la rueda del tiempo
del que forma parte por tener un comienzo, un nacimiento, pero que de igual forma
puede escapar por poseer “el secreto”.
Los Conocimientos Ancestrales son atemporales, no pertenecen a ningún tiempo,
pudiendo ser encarnados por cualquiera, sin importar su época, siendo lo más importante
la fortaleza de la unión, de la ligazón entre el buscador y el Espíritu Universal. Decir “Todo
tiempo pasado fue mejor…” es irrelevante.

Esta interpolación de conceptos nos lleva al punto referencial de que para la actualidad
(nuestro tiempo) definitivamente no hace falta vestirse con indumentarias típicas de tal o
cual cultura, no hace falta andar por ahí voceando el nombre de algún pueblo antiguo, o
hacer demostraciones pseudo-shamánicas de los rasgos culturales conservados como
meros folclorismos entretenidos, para poder verse uno mismo como Shamán. En
definitiva, actualmente en los tiempos que corren absolutamente todos los conceptos de
Shamanismo (con extraordinarias excepciones) en términos, significados y
demostraciones poseen una desmejorada conceptualización, ningún sistema vital de
regencia y menos de claridad, mantenida con demasiada terminología errónea llena de
abstractismo y confusión, con una nula organización esencial, que sea coherente y clara

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(hasta para la cara contemplativa de la objetividad biofísica): simplemente simplista y
alegórica.
Es evidente que el mundo del Shamanismo, como vía, talante o propósito está basado
en la piedra angular que es: VER ENERGÍA, como está dispuesta libremente en todo y por
todo lo que nos rodea, queda claro que ver energía implica tácitamente mover el punto de
encaje o aún desplazar el punto de encaje, y finalmente lograr una comprensión total de
aquello que hemos percibido para “utilizarlo” de la manera más perfecta.

Dado que la percepción de la energía como fluye por el universo no es arbitraria ni


idiosincrática, los videntes son testigos de formulaciones de energía que se producen
espontáneamente y no modeladas por la interferencia humana. Así, la percepción de esas
formulaciones es, en sí misma y por sí misma, la clave que libera el potencial humano
encerrado y que, normalmente, nunca entra en juego. A fin de generar la percepción de
esas formulaciones energéticas, deben ponerse en juego todas las capacidades de
percepción del ser humano. (Don Juan Matus)

VER se constituye como uno de los requisitos fundamentales para poder atisbar toda la
expresión de la palabra SHAMANISMO. A partir de ahí se construirán definiciones,
atributos o referencias más precisas en consecuencia con lo que se vaya descubriendo, es
sólo a partir de que un hombre aprende a ver que puede empezar a juzgar las cosas,
superando el marco de lo teórico o externo, lindero que lamentablemente no conocemos,
ni el que escribe ahora, ni cada uno de los que tan profusamente atiborran las
divulgaciones globales de conceptos ligeros al respecto de lo Shamánico.

El sistema cognitivo del hombre occidental nos fuerza a movernos a través de ideas
preconcebidas. Basamos nuestros juicios en algo que es siempre “a priori”, por ejemplo la
idea de “lo ortodoxo”. ¿Qué es la antropología ortodoxa? ¿La que se enseña en el aula? ¿Y,
cuál es la conducta de los shamanes? ¿Ponerse plumas en la cabeza y bailar a los
espíritus? (Carlos Castaneda)

Vestigios, excelentes exposiciones arqueológicas y antropológicas son lo único que


podemos conocer de Shamanismo. Un par de salas en un museo, con frases místico-
mágicas y restos arqueológicos, poca información cosmogónica y nada como un hecho
factible a ser, todo queda a un nivel Histórico. Atractivo de conocer para el que quiere
salir de la realidad suponiendo fantasías que al fin y al cabo le son y serán ajenas, por
nunca poder experimentarlas pero si pudiendo reconocerlas como un inventario razonado
de tal o cual civilización. Hasta aquí llegamos y nada más.
Las futuras generaciones, en especial los jóvenes, tan llenos de vitalidad y confianza
como para emprender las travesías del conocimiento más arduas, deben saber que lo
anterior mencionado ya no va más, no va en efecto debido al trabajo de Carlos Castaneda,
y para todos los que se sumen a las filas de la búsqueda experiencial del Saber, antes que
sucumbir al prejuicio y la flojedad del hombre corriente, sepan pues que si así lo
queremos, empezaremos un nuevo ciclo, de encarnación y auto-verificación, y de miras a
un futuro que nos reconocerán como vivificadores de una nueva Ancestralidad.

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En el saber humano aparentemente deslindado de lo Shamánico, lo denominado como
Cultura Iniciática es para referirse a un especial conocimiento de la naturaleza intrínseca
del Hombre, sus propósitos y funciones, así como los del Universo en general; se conoce
como Instructor, Maestro, Mago Ocultista o Iniciado, al ser que ha logrado la
extraordinaria tarea de reunir en sí todas las características integrales, de sabiduría y
conciencia, en un perfeccionamiento efectivo, con implicaciones en su forma de verse y
ver el mundo. Este individuo posee un conocimiento especial, aprendido al principio e
intuido después, en el que ha logrado una transmutación personal de muerte y
resurrección consciente conocida como iluminación, a la par en la búsqueda externa, ha
reunido conocimientos prácticos de las Ciencias Sagradas como la Astrología, la Qabbalah,
la Magia y la Alquimia. Un ser completo, sapiente de las analogías arqueométricas
naturales, capaz de operar en el mundo material con la misma resolución que en el
mundo vibratorio. ¿Quién no podría llamar a este individuo un SHAMÁN MODERNO? ¿No
son sus cualidades encarnadas, características místicas de un Hombre de Conocimiento?
¿No ha aprendido a penetrar en los mundos alternos con la misma efectividad que un
Shamán antiguo muy diestro en el asunto?

Finalmente, el Shamán utiliza las indicaciones superiores, ulteriores a las propias


decisiones personales que se supeditan a verdaderos designios, designios que provienen
de una Conciencia Universal tangible en un orden prescrito, visible para el que quiera
verlo y más aún, escrutable para el que pueda escrutarlo… quiere decirse que las Leyes o
Fuerzas Superiores al dominio humano se expresan continuamente de varias formas, una
de ellas, la que quiero recalcar es: la de las determinaciones del tiempo, ciclos cósmicos o
Eras Prececionales concretamente, como lo indica la Astrología racional, ciclos que el
Shamán sin hacer cálculo matemático alguno, ni inferencias Cosmobiológicas, puede
fácilmente aprehender o intuir con su conocimiento silencioso.
Pues bien, dicho tiempo ya ha llegado desde hace menos de setenta años, lo hemos
presenciado con la revolución cibernética y tecnológica, un tiempo de características
específicas: ciencia, objetividad, razón, altruismo, genialidad, fraternidad y paz (por
mencionar sólo lo positivo), cambios en la divulgación masiva de ideas, la perpetuación de
algún mensaje o ideología, ésta ya no será a través de linajes, las escuelas iniciáticas se
abrirán, etcétera. El ciclo anterior demandaba secreto, reserva, y los grupos humanos
dedicados a la preparación y conservación de cualquier conocimiento debieron cumplir
estos designios. Ahora ya no, todo es diferente y todo se ajusta a una imperativa de
características muy específicas y razones estrictas como por ejemplo: divulgación masiva,
expansión de cualquier tipo de Saber, globalización, apertura sin restricciones humanas,
sociedades fundidas en la diversidad de conocimientos comunales, hacia un tiempo de
prácticas colectivas y de SABER.

Todo Shamán, todo vidente, todo buscador ya está al tanto de esto, a sabiendas o no,
todos estamos inmersos. La Ancestralidad que en otrora fue estructurada por
conocimientos íntimos entre el Hombre y el Espíritu Universal, en lazos de poder y magia,
en visiones de alianzas naturales, en búsqueda perceptual de libertad, constituye para hoy

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un precedente de rigor, pero ¿Por qué no puede surgir una nueva Ancestralidad –que se
constituya en un Sistema Cognitivo completo– que sea de igual forma un precedente de
un futuro aún no llegado? Somos el pasado del futuro, y habremos de recapturar el brillo
de las civilizaciones pasadas, para ser reconocidos como una humanidad que se integra a
su tiempo, tomando la magia del pasado, y diseñando un presente aún más profundo, sin
las viejas añoranzas del que “no quiere dejar su pasado”, ya sea por un falso sentimiento
de pérdida, o un reconocimiento fanático de un pasado que tubo si bien es cierto la magia
y el conocimiento que hoy en día nos es tan ajeno y nos hace tanta falta, pero que de igual
forma no niega que pueda ser recapturado, experimentado en igual o más alto valor,
abrazando el presente y señalando a un futuro igual de portentoso. Cuentos de Poder que
hoy quizás vuelvan a ser reescritos, o aún mejor escribir los nuestros propios…

Una Neo-Ancestralidad o Ancestralidad Moderna. Un nuevo comienzo, un nuevo


principio. Nuestra civilización la civilización humana de hombres que miran al cielo, y
verifican su pequeñez, y fieles a su Saber engrandecen su Conciencia sin aspirar más que a
lo justo, sin tomar más que lo necesario, pero siempre con la mirada fija en las estrellas,
porque ya sea para el hombre corriente, como para el Shamán, el iniciado: El Universo es
un inmenso cuento de Poder y nosotros, seguimos actuando.

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LA NEO-ANCESTRALIDAD
La disyuntiva gramatical del término Neo-Ancestralidad o Ancestralidad Moderna es
aparente, simplemente se habla de un Oxímoron referida semánticamente como NUEVA
VEJEZ.

Sin tener la función de ser una de esas corrientes o “ismos” que buscan diferenciarse
sólo porque sí, dicho rótulo obedece al fiel propósito de ser un mensaje, una exhortación,
una idea de propósito; la dirección que tomará evidentemente dependerá del que lo cree
justo y necesario, ahora que si así debe ser, el tiempo y las circunstancias dictaminarán
cualquier desenlace, para bien del hombre.

En definitiva la valoración que se le da al Shamán que ve, cuyo ligazón con el intento o
espíritu demarcará la potestad veraz de tomar decisiones, establecer rumbos y avizorar
desenlaces, es significativa, puesto que por lo mismo de su condición de vidente puede
mejor que nadie ver todo indicio de voluntad del intento; éste es, y no el Shamán quien
determine las cosas.
Dentro de su legado escrito, Castaneda precisó muchos puntos importantes, en
consecuencia con las decisiones de don Juan Matus como líder de su partida de videntes,
y la capacidad del mismo Castaneda como último Nagual vidente y eslabón de un linaje de
verdaderos Shamanes.
El término “moderno” usado ahora para designar el acoplamiento de las prácticas
actuales de Shamanismo a un nuevo ciclo, no niega su valor pragmático puesto que se
trata de una real posibilidad humana que nada tiene que ver con el tiempo. Es pues que
sólo a un nivel superficial podríamos denominar al Shamanismo como moderno, si
aludimos a la imperativa cósmica, o designio del intento, de reajuste en su modo de
expresión, enseñanza o divulgación. El valor esencial intrínseco del Shamanismo nunca
cambiará.

Otro punto de suma importancia, que Castaneda deja claro, es el hecho de que en las
prácticas de Shamanismo, sea en éste o cualquier ciclo: NO EXISTE MEMBRESÍAS,
REPRESENTANTES ESPECÍFICOS, ESCUELAS QUE SE APROPIEN DEL SABER SHAMÁNICO,
siempre se deberá mantener los principios establecidos por los videntes del ciclo pasado,
los cuales son: El Shamán no es una persona que se presenta como tal, Es y debe Ser
siempre sólo una IDEA SOSTENIDA acerca de que nos es posible a todos los Seres
Humanos ampliar nuestra conciencia de ser y atisbar nuestra real esencia. Por tanto
queda claro que sólo alguien dispuesto a exhibiciones pseudo-shamánicas se acogería a
una exposición de su persona o de lo que hace.

Empero, muy aparte debemos anotar hoy, algunos aspectos que no son claros con
respecto a la “modalidad” de este nuevo ciclo (ciclo en curso para los nuevos guerreros,
estipulado por una nueva imperativa cósmica, como veremos más adelante) y no hay
modo de responderlos o especificarlos aún, sería necio tratar de hacerlo sabiendo que no
hay practicantes activos del Shamanismo que hayan logrado ver, como para reordenar lo

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dejado por Castaneda en razón de una Neo-Ancestralidad; o por lo menos no he sabido de
alguno con la autoridad de señalar algo al respecto o simplemente que se haya
pronunciado:

1) NO ES CLARO EL ROL DE LOS NUEVOS NAGUALES (“nuevo” no por diferente, sino por
actual) PARA EL CICLO EN CURSO; primeramente NO podemos hablar de Nagual sino hasta
cuando el individuo haya alcanzado la libertad de poder operar por sí mismo en relación al
manejo de su primera y segunda atención, salta la vista el hecho de que, efectivamente,
tenga que haber algún benefactor que lo haya empujado una y otra vez a la conciencia
acrecentada, brindándole las directrices pertinentes para que amplíe su conciencia de ser,
recuerde su otro yo y pueda obtener la fluidez de su punto de encaje.

Obviamente se tiene en cuenta el hecho de que en la actualidad, NO HAY BENEFACTOR


O NAGUAL que reeduque a algún posible individuo, por lo mismo de que la estructura
social para mantener dichos conocimientos: los LINAJES, ya no son vigentes, esto hace
más difícil la tarea. Entonces no existe la posibilidad de una enseñanza directa en aras de
mantener “algo”, derivada de un Nagual, así como no existe ya la función de linajes como
modo de llevarla a cabo.

Se plantea claramente el hecho plausible de que, en consecuencia, ya no haya un solo


Nagual, sino esta vez sean numerosos Naguales esparcidos en todo el mundo, que
trabajen cauta y anónimamente con su pequeño grupo de tres integrantes cuya búsqueda
de libertad seguirá siendo su mayor aspiración. Naguales que aunque no tengan el
esplendor (aún) de sus predecesores en el ciclo pasado, tengan el deber de tratar de
revivir o reencontrar lo señalado por Castaneda, para así algún día ser capaces de
encausar más precisa y funcionalmente su real tarea para este nuevo ciclo.
Castaneda señaló que el Nagual de tres puntas, por su configuración energética no está
capacitado para continuar ningún linaje, SÓLO PARA ESPARCIR IDEAS SHAMÁNICAS.

Aquí entra en consideración el hecho de que no puede haber “aprendices” como tal, o
miembros vigentes del conocimiento o visión del Shamán, más quizás, y pido perdón por
aventurarme a señalar un rumbo y no estar en posición de hacerlo, podría decir que sea
éste “grupo funcional” de cuatro integrantes, entre el hombre Nagual, la mujer Nagual el
individuo ensoñador y el individuo acechador, los que deban buscar su propia liberación a
través del manejo de su percepción, más no habría sucesión de ningún conocimiento, ni
guía directa por parte de algún benefactor, sólo quizás directrices aprendidas
indirectamente o por mérito propio. Sin duda algo socialmente práctico, pero muy
informal.

EL CAMINO DEL GUERRERO constituye el objetivo más cercano a nuestras posibilidades,


como proyección íntima y predilección más importante, es sólo con su encarnamiento
personal que se SIMENTARÁN y FORMARÁN LOS NUEVOS GUERREROS, sólo a partir de
esto se podrá hablar siquiera de una Neo-Ancestralidad; por el momento, para nosotros,
todos en general, el camino del guerrero LO ES TODO.

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Carlos Castaneda último heredero, perteneciente a un ciclo, de un linaje depositario de


Conocimientos Ancestrales que pudieron datar de más de 10 000 años de antigüedad, nos
trae una obra profusa de detalles, conceptos y prácticas de un incalculable valor. Dicha
obra presenta un completo Sistema o Esquema Cognitivo, conformado por diferentes
aspectos desarrollados a partir del ejercimiento de una videncia total por parte del
Shamán capacitado para ver el flujo de energía en el Universo. Se ha estructurado
tácitamente y organizado, a modo referencial, a continuación:

 El Águila le aparece al vidente como una inconmensurable fuerza que otorga la


conciencia de Ser. Cada ser consciente formado, como propósito final de su
existencia, deberá enriquecer su conciencia, para que finalmente sea la fuerza del
Águila la que la desintegre en su muerte.
 Las emanaciones del Águila, delineadas por lo conocido, lo desconocido —que están
al alcance de la percepción humana— y lo que no se puede conocer.
- Es debido a la presión que ejerce el flujo de emanaciones sobre los organismos,
que estos construyen su mundo perceptible.
- La agrupación de emanaciones en racimos forman lo que se denomina como
grandes bandas de emanaciones. Una banda o racimo inconmensurable produce
seres orgánicos.
- La tierra posee cuarenta y ocho de esas bandas, o sea cuarenta y ocho tipos de
organizaciones en la tierra, la vida orgánica es una de ellas, siete bandas producen
conciencia inorgánica y cuarenta bandas sólo generan organización.
- Los seres orgánicos son más abundantes que los inorgánicos, los inorgánicos se
diferencian más entre ellos.
- En la percepción común, el punto de encaje perceptual sólo alinea dos bandas de
las cuarenta y ocho en el mundo: la banda orgánica y una banda que sólo genera
estructura. Un Shamán puede alinear siete mundos, uno por cada banda de
conciencia; dos de esos mundos son fáciles de alinear, los otros cinco son algo casi
imposible.
 La manifestación tangible de los designios, a través de lo que se denomina como
Centros Abstractos, como patrones de sucesos sujetos a eventualidades diferentes,
en el que el individuo reconoce al Espíritu Universal como su única vía hacia la
libertad.
 Un grupo de trabajo de los videntes, una partida de guerreros, un grupo pequeño de
personas con características específicas que acompañan al individuo en el
cumplimiento de su misión personal y social.
 Tres formas de prácticas para diferentes aspectos de desenvolvimiento humano, las
cuales son el Acecho (manejo de la primera atención), el Ensueño (manejo de la
segunda atención) y el Intento.

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 Tres formas de resolución o niveles perceptuales denominados Primera, Segunda y
Tercera Atención.
 El Ser Humano conformado por varias capas estructurales, como ser viviente,
perceptibles. Una de ellas la de una esfera luminosa o capullo energético, un
conglomerado de campos energéticos aglutinados por una fuerza vibratoria que los
une en una luminosa bola de energía, precisamente por la minúscula porción de
emanaciones del Águila que están encerradas en éste, que a su vez presenta un
punto de anclaje perceptual denominado punto de encaje, clave de la
transformación de la energía en datos sensoriales y en su posterior interpretación
que condiciona lo que ve, siente y piensa el individuo.
 El camino del guerrero, un talante necesario, un propósito esclarecedor real como la
única herramienta del individuo conciente, ante lo inconmensurable del universo, en
la búsqueda de la ligazón entre su existencia y todo lo que esto conlleva y lo
externo. La forma más pulcra de Ser y vivir, para cualquier tiempo.

Como es sabido, las clasificaciones son un ardid intelectual para dar impresión de
control, queda claro que el legado transpuesto por Castaneda a través de su obra es más
rica y profunda que lo anterior mencionado.

Obviamente no hay manera de definir al espíritu, ciertamente muchas cosas nunca


podrán definirse, más si experimentarse. No hablamos del espíritu como una metáfora, no
aludimos a algún elemento doctrinario o religioso, y menos se refiere a algo personal,
imaginativo o de sugestión; hablamos de algo real, experimentado por el Shamán en su
viaje hacia la búsqueda de conocimiento. Si tuviéramos que hacer un esfuerzo por
esclarecer tal fenómeno y su implicancia en el hombre, diríamos que el espíritu es una
fuerza activa, siempre impersonal casi abstracta, inmanente a absolutamente todo; dicho
“sostén causal” pareciera estar presente en cualquier asunto sucedido en el espacio-
tiempo del mundo del Shamán, el cual es sin duda algo diferente y más rico a lo que se
comprende normalmente; el espíritu está presente en todo y por todo, y a pesar de su
condición activa no puede tener aprehensión más que a un nivel energético-vibracional,
es por ello que parece no existir.
En el caso de los animales y otros seres “inconscientes” o de “poca conciencia”
(entendemos conciencia como: la presión particular que ejercen las emanaciones
exteriores sobre las emanaciones interiores del capullo luminoso, y la calidad de
conciencia de cada ser individual dependiente del grado en que las emanaciones en
grande se amalgaman con las de adentro) el espíritu se expresa nítidamente, justo por su
naturaleza no compleja psicológicamente, o sea de inteligencia inferior. Sin embargo en el
caso del Ser Humano es que resulta ser posible acceder a él sólo poniéndose a su alcance,
o sea que el espíritu se le hace accesible al individuo, no de otra forma.
El Shamán al igual que cualquier hombre que ha podido alcanzar cierto nivel de
conciencia, poseyendo más energía vital redirigida a una mayor claridad y control de su
conciencia de ser, ha permitido una mayor fluidez en su punto de encaje, y esto conduce,
como ser luminoso, a un mayor grado de sincronicidad vibratoria con el espíritu, en otras
palabras se nitidifica la relación entre el individuo y esta fuerza activa denominada el

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espíritu. El Shamán es uno con el espíritu a través del intento, por su condición de ser
luminoso. El trabajo personal más relevante para el Shamán, es buscar esto, porque le
permite mover su punto de encaje.

Carlos Castaneda indicó: Para un guerrero, el espíritu es abstracto sólo en el sentido de


que lo conoce sin palabras, incluso sin pensamientos. Es abstracto porque no puede
concebir qué es el espíritu. Y aun así, sin tener la menor oportunidad o deseo de
comprenderlo, un guerrero maneja el espíritu. Lo reconoce, lo llama, lo incita, se
familiariza con él y lo expresa con sus actos.
El espíritu únicamente escucha a quien le habla con gestos. Y los gestos no son señas o
movimientos del cuerpo, sino actos de verdadero abandono, actos de generosidad, de
humor. Como gesto al espíritu, los guerreros sacan lo mejor de sí mismos y sigilosamente
se lo ofrecen a lo abstracto.

La libertad es un don, habla de nuestra conciencia al reconocer su experiencia y medirla


en frugalidad y desprendimiento. Más allá de que no hay nada que nos ate, más que no
pedir pero siempre dar, en un sentido de sobriedad e impasibilidad, es poder someterse a
las leyes que nos rigen impecablemente, sin pesar ni orgullo alguno, como un esclavo que
se hace amigo de su amo y ya no intenta absurdamente escapar, y descubre al fin que era
su protector más que su regente. Libertad es saber moverse conducido, voluntariamente,
por el destino, cumpliendo su misión y propósito y disfrutando de ello. Eres libre cuando
haces lo que quieres cuando debes hacerlo y cumples tu deber porque así lo quieres;
cuando el pináculo de sabiduría te ha conducido inexorablemente a un dominio de tu
realidad y tu conciencia se ha expresado como una transfiguración de tu Ser en aras de ti y
de la humanidad.
Sólo en un sentido filosófico verídico y preciso, pero… libertad para nuestro Ser es más
que nada — como lo señala Castaneda— la posibilidad de CONSERVAR NUESTRA
CONCIENCIA, que inminentemente tenemos que entregar al morir, en una inflamación de
conocimiento donde cada célula se torna conciente de sí misma, y además, conciente de
la totalidad del cuerpo. No hay cabida para las palabras, pero el guerrero libre vive en
fulgor energético, porque ha aprendido a ver, y ha disipado con esto cualquier ilusión de
victoria, derrota o sufrimiento. Que maravilloso ha de ser percibir en realidad la infinitud
del Universo, nuestro mundo como es, “volar” en él y quererlo.
“La libertad es como un ave mágica, misteriosa, que detiene su vuelo un instante para
darle esperanza y propósito al guerrero y lo cobija bajo sus alas, alas de libertad y
conocimiento”.

Debe recalcarse el hecho de que el grupo de trabajo de los videntes con el que el
Shamán o instructor contó en un pasado, pertenece como estructura grupal, a una

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configuración dictaminada por el tiempo, o sea el de preservar su conocimiento por medio
de linajes. Entonces, el cambio para nuestro tiempo vigente, de recién comienzo, debe ser
otro. No alcanzo a ver cuál o cómo será la nueva forma estructural del grupo de trabajo de
un Shamán, lo que es claro es que deberá aparecer por sí misma, a través del ejercimiento
de una concienzuda videncia. Generaciones humanas ya están en marcha ahora en el Siglo
XXI y para los señalados, su trabajo será.

Carlos Castaneda a diferencia de sus antecesores, como nagual poseía una configuración
energética diferente, esto es una división tricameral o de tres sectores de su esfera
luminosa (nagual de tres puntas); sus predecesores tenían dividido su esfera luminosa o
energética en cuatro sectores, lo que implicaba efectivamente un paralelismo entre ellos y
el número de integrantes de su partida o grupo, entre ensoñadores, acechadores y

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propios. Además se observó que si se añadían más integrantes debía ser de cuatro en
cuatro. Para el caso de Carlos todo era diferente, lo que es, un grupo de tres integrantes
en su grupo (entre una contraparte femenina Nagual, el individuo ensoñador y el
individuo acechador) y deductivamente se entiende que cualquier añadido sería en
múltiplos de tres. Esto lo advirtió don Juan Matus (para los que conocen la historia que
hoy es una directriz relevante) justo al finalizar su estadía en la tierra, junto con otras
implicaciones. Nuevamente indico una posibilidad de que este hecho, el que Carlos tenga
una configuración tricameral en su esfera luminosa, presentada en el término de un ciclo
que da paso a otro, puede ser una INDICACIÓN o augurio, de que efectivamente esa será
la configuración energética y distribución de integrantes del grupo de trabajo del vidente,
para todos los naguales venidos en el nuevo ciclo; o sea un nuevo requerimiento para la
funcionalidad del Nagual y sus compañeros, para nuestro tiempo.

1) LAS URGENCIAS DE NUESTRO TIEMPO:


Una comprensión obligatoria del nuevo guerrero.

Si, en efecto, el linaje de Juan Matus y de los Naguales que le precedieron junto con cada
vidente de sus respectivas partidas TERMINARON CON CARLOS CASTANEDA; es claro a
qué se refería Castaneda cuando lo expresó en la entrevista que le realizaron en el año de
1997, es una decisión que atañe al mismo intento, al espíritu, no nos corresponde más que
para consentirla y efectuarla. Pero es que se refiere al cambio de expresión en el
aprendizaje y divulgación del Shamanismo, no al cambio en su práctica o peor al cese de la
misma. Sé que la grandiosidad del conocimiento del Shamán Ancestral, no desaparecerá
con Carlos Castaneda… quizás en un principio todo nos resulte extremadamente difícil y
volver a revivir en todo su esplendor y fulgor lo que don Carlos, don Juan y sus
antecesores lograron ser, hacer y vivir, va a ser muy difícil, extremadamente complicado,
pero no imposible, definitivamente mucho tiempo va a pasar hasta que alguien logre
siquiera acercarse a tan alta valla; pero sí sucederá. Él dijo: «No hay manera de poner un
límite a lo que uno puede lograr de un modo individual si el intento es un intento
impecable».

Lo que acabó, con la aparición de Carlos Castaneda, en el mundo de Naguales y videntes


Toltecas, fue lo que se conoce como LINAJES para la conservación de las sabidurías
ancestrales, o sea lo repito, ACABÓ EL MODO CÓMO SE CONSERVARÍAN DICHOS
CONOCIMIENTOS.
Lo ratificamos al develar la secuencia a la que se sujeta el intento como fuerza conciente
del universo, en un orden que lo marca todo y lo define dentro de parámetros exactos,
todo hombre Shamán o no se somete a esto; lo presento a continuación:

Castaneda expresó: Para los Shamanes, el tiempo y el espacio no son los mismos
fenómenos que forman parte de nuestras vidas en virtud de constituir parte integral de
nuestro sistema cognitivo normal. Para el hombre corriente, la definición clásica de tiempo
es «un continuo no espacial en el que los eventos se producen en una sucesión

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aparentemente irreversible que va desde el pasado hacia el futuro a través del presente».
Y el espacio se define como «la extensión infinita del campo tridimensional, dentro del cual
existen las estrellas y las galaxias: el universo». Para los Shamanes, el tiempo es algo así
como un pensamiento; un pensamiento pensado por algo de tal magnitud que rebasaba
toda comprensión. El hombre, siendo parte de ese pensamiento pensado por fuerzas
inconcebibles para su mente, todavía retiene un pequeño porcentaje de dicho
pensamiento; un porcentaje que puede ser redimido bajo determinadas circunstancias de
extraordinaria disciplina. El espacio es, para los Shamanes, un ámbito abstracto de
actividad. Lo llamamos el infinito y nos referimos a él como la suma total de los esfuerzos
de todas las criaturas vivas. El espacio es más accesible, algo casi práctico. Es como si se
mantuviera un mayor porcentaje en la formulación abstracta del espacio. Los Shamanes
nunca contemplan el tiempo y el espacio como oscuras abstracciones tal como lo hace el
hombre corriente. Tanto el tiempo como el espacio, si bien incomprensibles en sus
formulaciones, forman parte integral del hombre. (Adaptado)

Los seres humanos, por su cualidad inconsciente, viven atravesados por el influjo de uno
de los surcos de la rueda del tiempo, ésta fuerza hechizante comanda su desempeño al
igual que el de todas las criaturas que han sido absorbidas por él. La “historia de nuestra
especie” que hemos registrado tan ávidamente, corresponde al inexorable transcurrir de
este surco de la rueda del tiempo, que en una aparente linealidad demarca, para nuestra
comprensión corriente, un comienzo y un final. Pues sin ánimos de argüir aspectos tan
obscuros de nuestra existencia, que no llegamos a comprender, es que no lo referiremos
más; no obstante, para ésta “linealidad histórica” es que salta al escrutinio un hecho
pertinente: Nuestra civilización humana se ha desempeñado a través de la historia de una
manera u otra, y aunque concedemos a éste hecho la inapelable condición de
“deliberado”, al pensar aún a nivel personal como grupal que dichas acciones humanas
serían de dominio y control propio, sabemos que tal desempeño es dirigido por una fuerza
activa del Universo, impersonal como siempre, pero funcional y consecuente con todo y
entre todo, y no de otro modo. O sea que cada hecho histórico moldeado por los eventos
originados en decisiones, comportamientos, misiones, y visiones humanas son preescritos
por un orden causal, casi cósmico, si no olvidáramos pues de que nunca el Ser Humano se
ha desligado del Universo, por el contrario somos ambos, la pequeñez y la inmensidad,
uno parte del otro, nosotros parte integral del Universo.
Esta orientación sólo es atendible cuando la verificamos a una escala de milenios, y
encontramos efectivamente la sincronicidad conocida por algunos iniciados; se hace valer
entonces para los Seres Humanos un encause u orientación específica hacia una forma de
comportamiento general (en patrones deducibles para las ciencias cosmobiológicas), una
urgencia del tiempo para ser realizada, un propósito esencial que todo ser humano, sea
guerrero u hombre corriente, debe tener en cuenta, por su obligación superior de
búsqueda de sabiduría y verdad.
El término Shamánico es referido como EL TONAL DE LOS TIEMPOS. Un surco en la rueda
del tiempo que la humanidad debe afrontar cada cierto periodo de tiempo, debe vivirlo,
ser atrapado por él.

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Don Juan Matus, habla de tonal de los tiempos como: «El organizador del mundo,
organización que ordena y modula —lo que de otra forma pudiera ser un caos— todo
cuanto sabemos y hacemos como hombres, nos empuja a mantener de cierta forma
nuestras sensaciones y pensamientos, es todo lo que conocemos».
En efecto, como ya se dijo, el tonal de nuestro tiempo es la orquestación del
comportamiento general de todas las manifestaciones humanas, derivadas de: sus
acciones, creaciones, construcciones, organización, divulgación, invenciones y demás,
teñidas de una cierta manera totalmente específica y con características precisas, que
obedecen a una sucesión de, llamémoslo así, Psicología Global que se transforma de
tiempo en tiempo; se expresa por el gobierno de pensamientos masivos, que cambian
cada dos mil años aproximadamente.
Se comprueba, para dejar de ser una mera hipótesis, cuando volteamos la mirada al
registro histórico que nos precede y lo comprendemos objetivamente, para poner en
manifiesto que en verdad la civilización humana avanza por surcos precisos. Se ha
anotado así:

ERA DE: SIMBOLO MANIFESTACION CARACTERISTICAS


HISTORIA: LIBERALISMO ACTIVO
 El avance tecnológico con la Sabiduría - Fraternidad -
LA SABIDURIA APLICADA
ACTUAL

invención del televisor, el


Ciencia e inventiva -
1948 d.C. – 4000 d.C. Aprox. “El Hombre desarrollo electrónico, y la
Comprensión- Paz - Libertad.
(Era Activa) arquetípico” Internet.
PASIVO
 La llegada de la electricidad a las
ciudades. Luz - Nobleza - Verdad -
 La conquista del espacio. Sistema - Cooperación - Guía.
HISTORIA: SOCIALISMO ACTIVO
 Decadencia del Imperio romano. Creencia - Fe - Sacrificio -
PALESTINA
Mística - Abstractismo -
LA CREENCIA DEVOTA “El pescador  Nace el Cristianismo.
Reclusión.
1 d.C. – 1948 d.C. Aprox. ASIA CENTRAL
de Hombres”  Comienza a desarrollarse la PASIVO
(Era Negativa) religión budista mahayana. Detallismo - Minuciosidad -
 Se origina el monacato cristiano. Elaboración - Dedicación -
Entrega - Perfección.
HISTORIA: CONQUISTA ACTIVO
EGIPTO Fuerza - Voluntad -
 Decadencia del imperio Egipcio.
Conquista - Lucha -
 Los hicsos invaden Egipto.
LA LUCHA HEDÓNICA “El Guerrero- Insumisión - Actividad.
 El Carnero de Amon Rá.
2000 a.C. – 1 d.C. Aprox. CRETA Y MICENAS PASIVO
carnero” Sensualismo - Belleza - Placer
(Era Pasiva)  La guerra de Troya, Irrupción de los
dorios. - Ornamentación -
INDIA Hedonismo - Satisfacción.
 Irrupción de los arios védicos.
HISTORIA: CONSERVACIONISMO ACTIVO
EGIPTO Posesión - Naturalidad -
LA POSESIÓN  El Buey Apis, la vaca Athor.
Firmeza - Producción -
 Interés ocultista y esotérico: La
TRANSMUTADORA Constancia - Fijeza.
“El Toro alado” muerte, la otra vida, la
PASIVO
4000 a.C. – 2000 a.C. Aprox. momificación, etcétera.
 El Toro alado de Babilonia Ocultismo - Transformación -
(Era Negativa)  Culto al Toro en Cnosos, Creta Secreto -Efervescencia -
INDIA Esoterismo- Misterio.

13
 Veneración de la vaca.
HISTORIA: INVASIVA ACTIVO
 Mito de Adán y Eva. Razón - Comunicación -
EL PENSAMIENTO  Desarrollo de la escritura. Inteligencia - Colaboración -
 Pictogramas y escritura
EXPANSIVO Lenguaje - Interacción.
“Los Gemelos” cuneiforme en China.
PASIVO
6000 a.C. – 4000 a.C. Aprox.  La amplia difusión del uso de la
rueda como medio de movimiento Expansión - Jerarquía -
(Era Activa) humano. Multiplicación - Positivismo -
Proyección - Exploración.
HISTORIA: INMOVILIZACIÓN ACTIVO
 Abandono de cavernas y primeras Sensibilidad - Fecundidad -
viviendas en China, India, Egipto y
Ritualización - Introversión -
Mesopotamia, junto con el
EL SENTIMIENTO crecimiento de la agricultura.
Conexión.
ESTRUCTURANTE “La Madre de  Abundancia de los ritos de PASIVO
fertilidad y muchas esculturas de Estructuración - Silencio -
8000 a.C. – 6000 a.C. Aprox. piedra”
mujeres fecundadas. Las esculturas Construcción - Perpetuidad -
(Era Negativa) redondas como la Luna realizadas Solidez - Concretización.
por los hombres de Lepenski Vir,
Yugoslavia o la Venus de Ctala
Huyuk, Turquía.
HISTORIA: GOBERNAMIENTO ACTIVO
 La civilización de la Atlántida, con Claridad - Organización -
LA ACCIÓN los videntes u hombres de tres
Dominio - Prevalencia -
Ojos, hijos del Sol.
REVOLUCIONARIA Poder - Control.
“El Hombre-Sol”  Las pinturas de la cueva de Lascaux
10 000 a.C. – 8000 a.C. Aprox. como muestra de creatividad PASIVO
humana. Comprensión - Instrucción -
(Era Pasiva) Intuición - Pensamiento -
Lucidez - Excentricidad.


*Cuadro de las Eras Precesionales. Se presenta una referencia, más no un estudio científico-esotérico detallado,
consultar lar la obra del Dr. S. R. de la Ferrière.

¿Por qué es importante esto? Por el simple hecho de que —como nos enseñó don
Juan— un guerrero no deja nada al azar, no deja cabo suelto, es impecable porque no
tiene nada que perder, práctico y eficaz porque tiene todo que ganar, hay demasiado en
juego y conciente de esto atiende a todo, sobre todo a los procesos de su mundo, del que
es parte, atiende a los designios de su tiempo y se conduce con propósito, se entrega a
una misión, vive en función de ésta y se realiza por ésta. Muy poco del camino del
Shamanismo es claro, y con justa razón cualquier información relevante para el guerrero
vale oro, pudiendo clarificársele el camino, su proceso de búsqueda que sobrepasa su
persona y lo pone en frente de lo inconmensurable.
Que más puede destrozar nuestra importancia personal, que más para sacarnos de la
fijeza de nuestra imagen de sí, que posar nuestra vista en algo más grande, impersonal,
esencial o altruista, cualquier cosa que nos hable del espíritu, del infinito, del Universo, de
nuestro tiempo o nuestra tierra; sólo después todo toma su lugar y nos hallamos justo en
donde debemos: Seres luminosos, Seres Humanos que tiene una vida que vivir, una
función en el Universo, que le deja alegría y satisfacción en ese largo camino hacia su
evolución.

14
El guerrero ya está listo, sabe que debe saber, porque el tiempo lo señala, entonces cada
acto, pensamiento y decisión se conducen con claridad y sabiduría, ya no deja espacio
para suposiciones abstractas, conjeturas, o meras acciones mecánicas. Él ya estudia, se
informa, conoce, aprende y cuestiona, forma un “armazón de ideas” que le ayudan a
descubrir los aspectos más elaborados de su naturaleza. No quiere decir que “endurezca
su razón” haciéndola cada vez más frívola y calculadora, quiere decir que se expresa con
la conciencia volitiva que sólo el control de la primera atención o el tonal, puede otorgarle
a su persona, o sea que se maneja por el momento con absoluta resolución y se mantenga
cuerdo, apto para decidir, algo que a veces sólo el conocimiento y la inteligencia pueden
darte.
Es tiempo de SABER, para después poder actuar y ver. La erudición cumple la función de
base en el que la voluntad o proyección de nuestros actos nos permitan ser autónomos,
aun cuando todo parece tornarse vago e impreciso. Sin entender a priori que es lo que
hacemos correríamos el riesgo de fallar, y fallar por negligencia es ser un tonto, y no está
permitido.
El Shamanismo desde “Carlos Castaneda” ya no puede ser el mismo, ya está a nuestro
alcance el poder saber cómo funcionan los mecanismos que nos compelen a percibir, ya
podemos saber qué nos lleva a percibir, y sobre todo QUE HACER CON LO QUE
PERCIBIMOS.

El valor pragmático de percibir la energía directamente a medida que fluye en el universo


para el hombre del siglo XXI o del siglo I es el mismo. Le permite ampliar los límites de su
percepción y utilizar dentro de sus medios ambientales tal ampliación. Don Juan decía que
sería extraordinario “ver” directamente la maravilla del orden y del caos del universo.
(Castaneda)

En efecto, la visión de don Juan acerca del Shamanismo es terriblemente pragmática, es


en toda su expresión un MODO VIVO DE ACTUAR, es muy funcional, claro está, y debe ser
tomado en cuenta por todo buscador Shamánico, esto se debe interpolar a cualquier
elemento de nuestro sistema cognitivo común que falla por carecer de aspectos vivos en
los que basar nuestro actuar y nuestras decisiones, y no quedarse estancado con fútiles
ideas, conceptos literarios pseudo-poéticos que nos dan impresión de “saber algo” pero
que cuando más lo necesitamos nos falla, perdiendo un tiempo valioso.

Los Shamanes como don Juan son esencialmente prácticos. Para ellos sólo existe un
universo predatorio, donde la inteligencia o la conciencia de ser son el producto de
desafíos de vida o muerte. Él se consideraba un navegante del Infinito y decía que para
navegar en lo desconocido, como lo hace un chamán, uno necesita pragmatismo ilimitado,
cordura sin medida y “agallas de acero”, expresó Castaneda.

Este pragmatismo indispensable para penetrar en los conocimientos Shamánicos, y


transformarnos desde nuestros cimientos psico-energéticos más profundos van de la
mano, hoy más que nunca, de LA SABIDURÍA, EL CONOCIMIENTO y LA REFLEXIÓN (para el
tiempo actual, el nuevo ciclo); ésta condición para el nuevo guerrero de Saber y Actuar le
permitirá tal despliegue de sobriedad que clarificará de por sí su extenuante búsqueda,

15
liberándolo de cometer errores que en el pasado, como lo señala Castaneda, los antiguos
Shamanes cometieron.

Castaneda señaló también: El poder reside en el tipo de conocimiento que uno posee.
¿Qué sentido tiene conocer cosas inútiles? Eso no nos prepara para nuestro inevitable
encuentro con lo desconocido, un practicante de shamanismo tiene el deber, la obligación
de saturarse con toda la información disponible. El trabajo de un shamán es el de
informarse de una manera plena de todo lo posible relacionado con el tópico de su interés.
El acto shamanístico consiste en abandonar todo interés de dirigir el curso que tal
información tome. “Quien arregla las ideas que nacen de tal fuente de información no es el
shamán -decía don Juan-, sino el Intento. El shamán es simplemente un conducto
impecable”.

No queda más por decir al respecto, sólo que el nuevo guerrero está obligado a SABER
para luego ACTUAR, y buscando un pragmatismo activo en sus prácticas shamánicas,
podrá recién valorar su condición de PERCEPTOR DEL INFINITO.

La correspondencia energética de nuestro cuerpo físico es nuestro cuerpo luminoso,


capullo energético o esfera luminosa. Cuando hablamos de un individuo se le entiende, a
un nivel general, como la suma de su intelecto (capacidad de procesar los datos que su
sistema nervioso capta), sus emociones (determinada gradualidad de hormonas que el
sistema endocrino, por predisposición genética, segrega como una constante de vida que
nos lleva una y otra vez a reaccionar emocionalmente del mismo modo, pero que no
obstante pueden ser refinadas o dirigidas bajo el poder de la disciplina y voluntad
humana) y su energía cuyo conglomerado final se asienta en la esfera luminosas.
El intelecto o psique, el cuerpo físico-emocional y el cuerpo energético evidentemente
se encuentran enlazados o más preciso decir unificados en un individuo, son uno sólo por
cuanto cualquier rasgo evolutivo afecta a todo integralmente (debo agregar que en la
visión pragmática del Shamanismo, uno es a final de cunetas CUERPO y ENERGÍA, como
dicotomía final).

Un vidente puede verificar rápidamente el “registro energético” o cualidad


psicobiológica de un individuo sólo viendo su esfera luminosa, de esto Castaneda nos lo
dio a conocer con toda claridad. Como el vidente puede aprehender con su percepción,
que es orgánica y energética a la vez, dicho capullo luminoso, puede en efecto determinar
con total rotundez que cualidades personales el individuo maneja como Ser.

En la actualidad nos atenemos, por la evidente falta de capacidad para ver energía, a
percibir la superficialidad de un individuo sujetándonos a arbitrariedades o subjetivismos
a la hora de juzgar; por cuanto poco podemos deducir del comportamiento de una
persona, al ser el hombre moderno tan “diestro” en enmascarar su real esencia y

16
maniobrar su psicobiología a favor de su conveniencia y provecho personal, o sea que
muestra algo diferente a lo que es, en un autoengaño nada útil para su propio aprendizaje
o para una convivencia social fructífera.
En este caso hay ciencias iniciáticas que vienen en nuestra ayuda, aquellas que hombres
sabios y muy capaces a lo largo de nuestra historia humana han podido develar, al captar
inteligentemente los secretos del universo, deduciendo patrones en ellos, que nos
afectan, que nos rigen, para más tarde verificarlos y sustentarlos con el bagaje de
conocimiento científicos que se poseen en la medida del tiempo al que pertenecen; para
nosotros un Shamán no debe ser alguien tonto, al que le importa poco o nada las
proyecciones de su saber, que podrían traerle luz a su vida personal y la capacidad de
desenvolverse con más eficiencia, más resolución.
Un Shamán antiguo nunca despreció el valor de la astronomía empírica, pues dentro de
su sabiduría intuitiva, supo reconocer dichos patrones y hechos en la naturaleza misma, el
universo y en todo su mundo en general. Un Shamán de los tiempos actuales consideraría
esto y lo ajustaría a sus necesidades con el propósito que su espíritu le indique, con el fin
de verificar él mismo el orden causal entre su entorno y él mismo.

Un hecho mágico, por ejemplo, es nuestro nacimiento.


El nacimiento, para la conciencia individual, constituye el ingreso desde EL NAGUAL hacia
EL TONAL, eso es indiscutible; la relevancia por tanto es clara, en ello, el tiempo y el
espacio son factores importantísimos; ya en las obras de Castaneda se ha explicado, que
en los viajes del guerrero, en el ida y vuelta entre ambos: el tonal y el nagual, el momento
de su regreso así como el lugar en el que aparece cobran una importancia descomunal,
para deshilvanar de la manera más perfecta su implicancia, como augurio o designio, en
su vida. Que sea el nacimiento tal hecho, nos trae consigo un sinfín de información que
será determinante para el nuevo Shamán.

Don Juan dijo: Los videntes vieron que la conciencia de ser crece desde el momento de la
concepción, se enriquece con el proceso de vivir. Lo empezamos a cuidar desde el
momento de nacer. En el momento en que tomamos la primera bocanada de aire, también
ese mismo aire es poder para el tonal. Así que, es muy apropiado decir que el tonal de un
ser humano está ligado íntimamente a su nacimiento.
Debes recordar este punto. Es de gran importancia para entender todo esto. El tonal
empieza en el nacimiento y acaba en la muerte.

Resulta claro que la complexión energética no sólo empieza a funcionar desde el


nacimiento, sino que ya se encuentra constituida o determinada en su totalidad, es decir
que el tonal del individuo en el momento de su nacimiento, con sus características
energéticas precisas, ya está estructurado de determinada forma. Cualquier arreglo
(energético) se realizará en la medida que el guerrero avance por su senda, y pueda
acceder a una reestructuración psicobiológica-energética.

El capullo luminoso representa la fidelidad del estado psicobiológica del Ser Humano,
que se consolida en el nacimiento devenido de la concepción en el que éste se crea; pero

17
es en el nacimiento más que en la concepción donde el tiempo y el lugar cobran
importancia.

Sólo un vidente, como dijimos, puede ver los aspectos energéticos que el capullo
luminoso posee, y que reflejan los estados psicobiológicos del individuo; como benefactor
éste reestructura la complexión energética de su sucesor por presión externa o por
hacerle comprender desde sí mismo la imperativa de cambiar, de tener que remodelar las
estructuras cognitivas con las que aprecia su vida y se entiende a sí mismo. Para nosotros
que NO contamos con el ver de un Shamán instructor ¿Qué podemos hacer?
Por eso, con anterioridad se mencionó cuán importante es conocer todo lo que se puede
al respecto de lo que nos interesa: el Ser Humano, en medio de la precariedad de
conocimientos, cualquier Saber puede venir a aclararnos el panorama. Es por tal motivo
que en consecuencia, me permito mencionar a la disciplina iniciática conocida como
Cosmobiología; aquí los conocimientos cosmobiológicos distinguen doce tipos de fuerzas,
cualidades energéticas o formas vibratorias que se originan de las interacciones físicas
entre el Sol, la Luna y nuestra Tierra. Los cuerpos celestes tienen sus campos de energía,
sus propios capullos inmensos que albergan todo lo existente sobre ellos. «Los antiguos
videntes vieron que la Tierra tiene un capullo. Vieron que hay una pelota que contiene a la
tierra, un capullo luminoso que encierra a las emanaciones del Águila. La tierra es un
gigantesco ser consciente sujeto a las mismas fuerzas que nosotros» expresó don Juan, y
es así que resulta totalmente cierto que del geodinamismo originado por el propio flujo
energético devenido del movimiento del complejo tierra-luna alrededor del sol, el
generador energético más intenso del sistema solar, es que se manifiestan estas doce
fuerzas, siendo la base energética estructural de absolutamente todo ser, todo organismo,
y plausiblemente de cualquier dominio material entre animales, vegetales y minerales;
aun llegando a manifestarse, estas tipología energéticas, también en sus correspondientes
armónicos de las analogías naturales entre el sonido, el color, los metales, los planetas, las
formas, las glándulas endocrinas, etcétera.

Como ya se dijo, en el momento del nacimiento de un individuo, dicha fuerzas se


compenetran con éste, por el hecho de que un Ser se ha formado con la independencia de
poder existir por sus propios medios; las cualidades energéticas de éstas fuerzas cósmicas
modelan, a través del sostén orgánico y energético, la base neuroendocrinológica del
cuerpo y la estructura energética del capullo luminoso que conformaran en sí la totalidad
del individuo como Ser Conciente; es aquí que se determina todo por cuanto el individuo
presentará de por vida, como una base preestablecida en la que trabajar para su
evolución. El modo como se conjugan las cualidades energéticas, como manifestaciones
del nagual, vale decir, en el momento y lugar de nacimiento en el que el individuo nace,
predispondrán tanto su complexión energética como psicobiológica, así, características
precisas le serán dotadas a su capullo luminoso, marcando inclinaciones energéticas que le
acompañarán el resto de su vida y la posición inicial de su punto de encaje. Hay que
aclarar que dichas inclinaciones energéticas se manejan en el plano de lo inalterable en el
individuo, ese “tonal que nunca cambiará” pero sí podrá ser purificado, reordenado,
sutilizado, es ahí donde el plano del determinismo desaparece cuando el guerrero inicia su

18
propia reestructuración energética, pero siempre teniendo como base la complexión
energética con la que empezó a existir.
Teniendo en cuenta cuál es el modo en que estas fuerzas se conjugan al momento de
nuestro nacimiento, ya sea por la capacidad de ver energía de un Shamán logrado o por el
escrutinio deductivo de las ciencias iniciáticas, el individuo tendrá a su alcance la visión de
su tipología energética, en donde uno encontrará que puede estar más predispuesto a ser
Acechador o Ensoñador, si se quiere abordar la vía del Shamanismo como forma de
realización; un individuo puede estar afectado en proporciones cualitativas y cuantitativas
indistintas de una o varias de estas fuerzas cósmicas a la vez, pero siempre preponderan
las formas energéticas de tal o cual característica, lo que le conferirá al individuo una
tendencia íntima de afinidad o con el arte del acecho: capacidad energética de tratarse o
tratar con el mundo (primera atención) o con el arte del ensueño: capacidad energética de
maniobrar en otro nivel de la realidad (segunda atención).
El tonal no sabe que las decisiones están en el terreno del nagual. Cuando creemos
decidir, no hacemos más que reconocer que algo más allá de nuestra comprensión ha
puesto el marco de nuestra dizque decisión, y todo lo que nosotros hacemos es consentir.
Dijo don Juan.
Al final todo queda en el plano de la predisposición para luego, y sólo no obviando esto,
saltar al de la transformación; se empieza siendo carbón y se deberá terminar como
diamante, se empieza siendo un hombre corriente y se deberá terminar como un hombre
de conocimiento, se empieza teniendo en nuestro capullo luminoso un resplandor ámbar
rosado y se deberá terminar teniendo un color ámbar más puro; eso es la libertad, el
poder elegir.

19
Esa ley de correspondencias existe entre todas las cosas; así, los símbolos pueden
explicarse mejor cuando se sabe que los reinos mineral, vegetal, animal, están
estrechamente ligados y que una misma tasa de vibraciones une tal metal a tal planta, a
tal animal, a tal parte del cuerpo humano, a tal astro en el cielo, etc.…
Esto nos lleva a hablar de la Arqueometría, ese antiguo sistema de medida. […] En
efecto, el sistema de leyes de analogía y concordancias permite encontrar la llave de una
lengua anciana casi desconocida, por el hecho de una “Clave” que da los elementos de
base. […] El paralelismo entre orgánico e inorgánico, entre macrocosmo y microcosmo,
encierra las bases cuyas aplicaciones pueden extenderse a los dominios más variados:
biología, química, física, ingeniería, artes, etimología, etnología, arqueología, historia,
moral, filosofía, religiones, astronomía, astrología, geometría, guametría, profecías… (Dr.
S. R. de la Ferrière)

Es por este conocimiento que resulta importante la aplicación de las analogías


denominadas arqueométricas en la MAGIA, donde el Shamán puede operar en el mundo
invisible sabiendo qué cualidades energéticas conforman la totalidad de su Ser y el
Universo, ya sea por medio de la acción simpática o la correspondencia armónica pueda
éste resolver mágicamente utilizando los elementos adecuados que resonaran al nivel que
desee, conociendo la finalidad del procedimiento, y la utilización adecuada de estas
fuerzas para su propósito. Los rituales dirigen la segunda atención del Shamán y cuando el
propósito es firme y se realiza en aras de limpiar su ligazón con el espíritu podrían tener
una razón de ser, pero nunca basado en morbosidades egocéntricas que lo único que
generan es un aumento de nuestra importancia personal. Hay que tener muchísimo
cuidado por cuanto el Shamanismo elucidado por Castaneda nos previene de separar
claramente las prácticas que ayudan a nuestro propósito y las que lo entorpecen.

Estas fuerzas cósmicas constituyen el sostén o armazón energético, tipológicamente,


que estructura toda existencia energética en el espacio y tiempo del Shamán,
literalmente; y es la Cosmobiología ahora quien nos revela eso.

El conocimiento al que el Shamán se enfrenta se va perfilando con el tiempo, es ahí


donde su hambre por sondear los misterios le otorga una ventaja por sobre el hombre
corriente, él considera cualquier tipo de Saber cómo un obsequio en su camino, diseñado
para ser una herramienta en sus manos, en su búsqueda de libertad. Saber cuál es la
imperativa del tonal de nuestro tiempo, saber qué tipos de fuerzas del nagual disponen
las posibilidades energéticas y psicobiológicas del Shamán, saber que el Universo resuena
a través de doce formas distintas de energía, nos apertura una puerta donde el
Shamanismo pragmático se funde con el conocimiento y la sabiduría necesaria para
afrontar lo desconocido, optar por la ruta más corta hacia la libertad perceptual, o sea la
completa redefinición del propósito del Shamanismo ¿Para qué el Shamanismo se hace
accesible al hombre? ¿A dónde nos conduce la realización de la primera y segunda

20
atención? ¿Cuál es el sentido último del Shamanismo y cuál debe ser la noción última del
Shamán?

2) PROFUNDIZACIÓN PROGRESIVA EN LOS CONOCIMIENTOS ANCESTRALES LEGADOS POR


CASTANEDA: Retomando las “enseñanzas de don Juan”.

Antes de venir a esta tierra, cuando no teníamos estructura orgánica, no teníamos modo
de ser o sentidos, desde la oscuridad infinita del águila, desaparecidos en el Nagual
esperando nacer…
Ahora nos hallamos acá y habitamos un cuerpo, poseemos conciencia de ser y
percibimos, presenciamos… para el guerrero la fortuna más grande es el poder estar
conciente, conciente de que este mundo, por ejemplo, es su protector, su hogar, el don de
poder presenciar cada organismo que la causalidad de la evolución originó, los detalle
colores y mecanismos, ver lo portentoso de la manifestación inteligente y sus criaturas, la
vegetación, el clima, y el universo en la bóveda celeste sobre nuestras cabezas. Caer en
cuenta de la gracia que es poder retener en nuestras retinas cada reflejo de luz que
reconoce formas y presencias, después de no haber estado aquí antes y lo que implica la
inmensa fortuna de haber nacido.
Si hemos venido hemos de irnos, es un hecho, es por eso que la predilección de un
guerrero es la vida, sea como sea ésta, alborotada con un sinfín de historias y sucesos que
de ninguna manera empañan la magia del momento, el presente; la predilección del
guerrero de acercarse cada vez más a su partida y sonreír gratamente al ver el sol, su piel
caliente que se estremece nerviosamente, la respiración que inunda su pecho y cómo él se
reconoce vivo, despierto, atento; ese es la fuente de su querer más grande y por él es que
emprende su interminable lucha, por ser él mismo el milagro mágico que tanto añora
encontrar, y su vida un motivo, y su pensamiento una proyección, y su cuerpo un medio…
Para luego, de nuevo volver a la oscuridad, al infinito.

El modo como se expresa un Maestro Shamán es siempre en función del espíritu, él


como conducto impecable no se permite imponer su voluntad más que para algún
propósito revelado como parte de los planes superiores de las fuerzas impersonales del
universo que dirigen a los hombres; él no va por ahí otorgando funciones o actuando para
su propio beneficio, o sea que la actitud “pasiva” como hombre sabio es la base inspirativa
de su actividad, para serle fiel al movimiento natural del tiempo, y el flujo de los sucesos
que se expresan por eventualidades, circunstancias y motivos.
Un Shamán no elije nada o a nadie para cualquier cosa; y sin embargo siempre hay algo
que hacer, aunque sea por ejemplo esperar, y alguien con quien estar, aunque sea por
ejemplo para no estar desolado en el infinito. Entender esto nos exime de la idea
autosuficiente de que podemos armar nuestro mundo o elegir quienes lo conforman.

21
«Aunque parece que los shamanes no hacen nada, más que tomar decisiones, en
realidad no toman ninguna decisión. Lo único que tienen son sus descubrimientos». (Don
Juan Matus)

Está claro la importancia vital de sincronizarse con el espíritu o intento universal, cuando
el Shamán sutiliza su energía interna y se permite resonar con el orden causal del
universo, ese estado donde impera el silencio interno, una unidad funcional de su cuerpo
y su energía que le conlleva a mover su punto de encaje y pone a su alcance la posibilidad
de intuir directivas o captar planes de acción, pues siendo lo suficientemente sagaz y
flexible es que logra atender el panorama que se apertura ante él que lo invita a ser
desarrollado. Este conocimiento silencioso es el filtro a través del cual el Shamán actúa,
motor de sus decisiones y acciones y preludio para desarrollar su capacidad de Ver.

Carlos Castaneda dijo: Los Shamanes del México antiguo pusieron un enorme énfasis en
la destreza física y el bienestar mental y este mismo énfasis prevalece en los Shamanes de
hoy en día. La sensatez y la habilidad física eran las dos cosas más importantes en la vida
de esos hombres y mujeres. La sobriedad y el pragmatismo son los dos únicos requisitos
indispensables para alcanzar el conocimiento silencioso para entrar en otros reinos de
percepción. Para navegar de manera genuina en lo desconocido se necesita una actitud de
osadía, pero no de descuido. Para establecer un balance entre la audacia y el descuido, un
Shamán tiene que ser extremadamente sobrio, cauteloso, hábil y estar en una soberbia
condición física.
Hace falta tener un cuerpo flexible y dúctil si buscas destreza y sensatez. Estas son las
dos características más importantes en la vida de un Shamán, porque generan sobriedad y
pragmatismo, o sea, los únicos requisitos indispensables para ingresar en otros ámbitos de
percepción. Para navegar en forma genuina en lo desconocido se requiere de una actitud
audaz, pero no imprudente. A fin de establecer un equilibrio entre audacia e imprudencia,
es preciso que un brujo sea sumamente mesurado, cauto, hábil, y que, además, goce de un
excelente estado físico.
¿Y por qué un excelente estado físico? ¿No bastan acaso el deseo o la voluntad de viajar
hacia lo desconocido?
¡Decisivamente, no! El solo hecho de hacerse a la idea de enfrentar un ámbito
desconocido -y ni hablemos de ingresar en él- exige nervios de acero y un cuerpo capaz de
contener esos nervios. ¿De qué te valdría ser audaz si no dispones de gran lucidez mental,
destreza física y la musculatura adecuada? (Adaptado)

La importancia que se le da al cuerpo físico, en sus aspectos operativos, es algo que se


ha visto sólo en el Shamanismo descrito por Castaneda, al igual que en el verdadero
conocimiento iniciático la forma como se preserva la salud física constituye el eje de toda
actividad shamánica, evidentemente el equilibrio físico, mental, la agilidad, la elasticidad,
un cuerpo fuerte, entre otros valores son la forma como se podrá tener la posibilidad de
una REDISTRIBUCIÓN ENERGÉTICA, se sabe que la flexibilidad de la columna vertebral está
relacionada con el nivel de energía en el individuo, y es que el cuidado alimentario, el
ejercicio, el mantener el cuerpo dúctil y flexible son aspectos que terminan siendo

22
preámbulos a la actividad energética, en fin, todos éstos importantísimos para preparar al
Ser, unificarlo, como organismo perceptor.
Carlos Castaneda señaló con especial atención, en la divulgación de los PASES MÁGICOS
ANCESTRALES denominados hoy como TENSEGRIDAD, el hecho de establecer
movimientos corporales que al ejecutarlos pudiesen redistribuir nuestra energía, energía
que normalmente está apelmazada y que se liberaría e ingresaría a los vórtices vitales del
cuerpo.

Así lo explica Castaneda, textualmente:


La Tensegridad es la versión moderna de los pases mágicos de los Shamanes del antiguo
México. La palabra misma constituye una definición sumamente apta, dado que es una
combinación de dos términos, tensión e integridad, que denotan las dos fuerzas impulsoras
de los pases mágicos. La actividad creada por la contracción y la distensión de los
tendones y músculos del cuerpo es la tensión. La integridad es el acto de considerar el
cuerpo como una unidad sana, compacta y perfecta.
La Tensegridad se enseña como un sistema de movimientos, dado que, en un entorno
moderno, es la única forma en que resulta posible abordar el vasto y misterioso tema de
los pases mágicos. En la actualidad, quienes practican la Tensegridad no son Shamanes en
busca de alternativas shamánicas que impliquen disciplina rigurosa, esfuerzos y penurias.
Por lo tanto, el énfasis de los pases mágicos deberá ponerse en su valor como movimientos
y en todas consecuencias que esos movimientos ofrecen al practicante. La opinión personal
de don Juan era que el beneficio de practicar los grupos extensos resultaba obvio; ese tipo
de ejercitación obligaba a los shamanes iniciados a utilizar su memoria cinestésica.
Consideraba que el uso de la memoria cinestésica aportaba un beneficio concreto, que
aquellos Shamanes habían descubierto accidentalmente y que tenía el maravilloso efecto
de anular el ruido de la mente: el diálogo interior.

Un tema muy importante que ha de tenerse en cuenta al practicar la Tensegridad es que


los movimientos deben ser ejecutados con la idea de que el beneficio de los pases mágicos
llega por sí mismo. Es preciso hacer hincapié especial en esto. Al principio resulta muy
difícil comprender que la Tensegridad no es un común sistema de movimientos para el
desarrollo físico. Si bien desarrolla el cuerpo, ese desarrollo no es sino un efecto secundario
de otro, más trascendental. Al redistribuir energía que ha quedado inutilizada, los pases
mágicos pueden conducir al practicante a niveles de conciencia en los cuales los
parámetros de la percepción normal y tradicional son suprimidos por el hecho de ser
incrementados. Así, el practicante puede lograr, incluso, ingresar en mundos
inimaginables.
-Pero ¿por qué habría yo de querer ingresar en esos mundos? -le pregunté a don Juan
cuando me describió esa consecuencia de los pases mágicos.
-Porque eres una criatura de conciencia, un percibidor, como todos nosotros -me
contestó-. El hombre se encuentra en un viaje de conciencia, momentáneamente
interrumpido por fuerzas extrañas. Tienes que creerme: los hombres somos criaturas de
conciencia. Si no tenemos esa convicción, no tenemos nada.

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Siguió explicando que el ser humano, desde el momento en que su viaje de la conciencia
se vio interrumpido, ha quedado atrapado en un remolino y da vueltas y más vueltas con
la sensación de moverse con la corriente, pero lo cierto es que permanece quieto.
-Hazme caso -prosiguió don Juan-, porque las mías no son afirmaciones arbitrarias. Mi
palabra es el resultado de comprobar personalmente lo que los brujos del antiguo México
habían descubierto: que los seres humanos somos seres mágicos.

Realmente que la Vía Shamánica hacia la realización, con cada aspecto del conocimiento
y las prácticas que desarrollaron los videntes del ciclo de Carlos Castaneda, comprende un
camino sumamente arduo, que CONSUME TODA LA ANENERGÍA, al ir avanzando por dicho
camino de conocimiento; es por eso que si bien, como se dijo antes, otros Saberes son
fundamentales para el nuevo Shamán, es sólo al principio que su importancia se revela,
más tarde el Shamanismo descrito por Castaneda, como estructura cognitiva de hechos
energéticos y esquema pragmático de evolución perceptual, se hace suficiente por sí
mismo, y en esto también estamos de acuerdo.

Los tiempos cambian, aunque sólo en las bases externas que conforman la forma de su
expresión, su esencia es una sola y por ello el Shamanismo también es uno solo.
Simplemente hay restructuración, perfilamiento.
Aquí entra a colación un tema importante para el buscador de conocimiento, aquel que
vive una existencia en función de conciencia y verdad: el haber nacido ahora o hace 10
000 años lo pone, en igual proporción, ante un mismo hecho, el de la imagen de sí, su
importancia personal, el modo como SE VALORA CIRCUNSTANCIALMENTE; todos nos
vemos sometidos a la “irrefrenable” tendencia de vivir de nuestros triunfos, de nuestro
“saber”, de aquello que hemos conquistado, sea una conquista en este mundo o en otros,
conquistas perceptuales que nos llevan a pensar repetitivamente que somos lo que
hacemos. Una absurdidad.
Don Juan Matus, en el Shamanismo Ancestral, concretizó este punto y lo enmarcó, el
vencer a la importancia personal, como la principal función del Shamanismo y el más útil
propósito de un Shamán; porque con justa razón, esto apertura el ingreso a un mundo de
posibilidades cada vez más grandes.
No hay treta posible en la vía del Shamán, aun cuando nos vemos conmocionados por el
hecho de “adquirir facultades”, “obtener poder” o “romper los parámetros de nuestra
percepción”, si comprendemos que nada de esto tiene relevancia si lo sobrevaloramos
situándolo por encima del descernimiento, si nos da pie para sentirnos de tal o cual
manera, y deteriorar nuestro espíritu con arrogancia, morbidez, y nos transformamos en
personas taciturnas, soberbias, sedientas de “violar” más o con mayor intensidad los
misterios por engrandecer nuestras capacidades y velarlos con provecho personal.
Queda claro que el Shamanismo ulterior a todo aspecto descrito, viene a liberarnos más
que a aprisionarnos, nos otorga una posibilidad de fundirnos con todo, sin ser más que, o
menos que, y finalmente, seguir transcurriendo por nuestro viaje de conciencia; la
frugalidad ayer, hoy y siempre será la puerta última que el Shamán deberá transitar, en su
paso de hombre de poder hacia hombre de conocimiento.

24
Don Juan enseñó:
Los brujos, al usar su voluntad, han logrado ampliar sus visiones del mundo. Mi maestro
y mi benefactor eran claros ejemplos de esto. Eran hombres de gran poder, pero no eran
hombres de conocimiento. Jamás rompieron las barreras de sus enormes visiones y por eso
jamás llegaron a la totalidad de sí mismos, aunque sabían que existía. No era que viviesen
vidas aberradas, tratando de agarrar cosas más allá de su alcance; sabían que habían
perdido la ocasión y que sólo a la hora de su muerte se les revelaría el misterio total. La
brujería les había permitido echar sólo un vistazo, pero nunca les dio el verdadero medio
de llegar a esa esquiva totalidad de uno mismo.
Di lo suficiente de la visión de los brujos sin querer que se engancharan. Dije que si uno
hace encarar a dos visiones, la una contra la otra, puede escurrirse entre ambas para
llegar al mundo real. Me refiero que sólo puede llegarse a la totalidad de uno mismo
cuando uno tiene bien entendido que el mundo es simplemente una visión, sin importar
que esa visión pertenezca a un hombre común o a un brujo.
Aquí es donde me he apartado de la tradición. Tras una lucha de toda la vida, sé que lo
importante no es aprender una nueva descripción sino llegar a la totalidad de uno mismo.

Ante la elección de morir en el mundo de los asuntos cotidianos o morir en mundos


desconocidos, los hombres de espíritu aventurero elegían inevitablemente lo segundo, y
que, dándose cuenta de que sus predecesores simplemente eligieron cambiar el lugar de su
muerte, los nuevos videntes comprenden la inutilidad de todo lo que los antiguos videntes
hicieron; la inutilidad de luchar por controlar a sus semejantes, la inutilidad de alinear
otros mundos y, sobre todo, la inutilidad de la importancia personal.
Una de las decisiones más afortunadas de los nuevos videntes es el nunca permitir que
sus puntos de encaje se movieran de manera permanente a cualquier posición que no sea
la conciencia acrecentada. Desde esa posición, se resuelve de hecho el dilema de la
inutilidad y uno se da cuenta de que la solución no consiste en escoger un mundo
alternativo en el cual morir, sino en elegir la conciencia total, la libertad total. (Adaptado)

Se ha dicho, la única función de éste escrito, el único propósito de lo planteado como


Neo-Ancestralidad es el de IMPELER A LA ACCIÓN, A LA ORGANIZACIÓN DE NUEVOS
GUERREROS PARA RETOMAR UNA RAZÓN DE SER, UN SHAMANISMO DE HECHOS
ENERGÉTICOS. El mensaje es uno sólo y es claro: ATIENDAN EMPEÑOSAMENTE LO
DICTADO POR CASTANEDA, PRACTÍQUENLO Y MUEVAN SUS PUNTOS DE ENCAJE, EN
ARAS DE UN NUEVO TIEMPO MÁGICO.
El Shamanismo se ha transformado, revolucionado, se ha esclarecido y enrumbado, los
secretos ancestrales han sido revelados.

NUESTRO TIEMPO MÁGICO


”Somos exactamente como somos, para hacer precisamente lo que venimos a hacer”.
No podríamos pretender saber porque él, un antropólogo con dotes de escritor, sería el
puente o nexo entre un mundo donde prevalece el Poder, la magia y la percepción,

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rigiendo de manera contundente las vidas de un grupo de personas, sobrevivientes de
civilizaciones milenarias, que buscan activamente algo tan evasivo e inigualable como es la
libertad; no podríamos pensarlo porque es innecesario, el personaje o medio por el cual
se transmite algo no debe ser punto de atención, más el mensaje en sí y por sí debe ser
asimilado en cada dimensión que nuestra conciencia nos permita.

Carlos Castaneda, don Juan y su grupo de videntes serán recordados con gratitud, al
igual que muchos otros, por el hecho de hacernos evidente la información que sería
decisiva para el moldeado de un futuro diferente. Ellos comprendieron todas las
implicaciones de esto, porque intuyeron de la manera más directa el hecho de que así
debe ser. Carlos Castaneda abrió la puerta hacia las prácticas de un Neo-Ancestralismo, de
proyecciones sólidas, sin necesidad de especular, con un pragmático sistema de prácticas
y descripciones que nos enrumban hacia una nueva dimensión: la de la PERCEPCIÓN
CONSCIENTE.

Carlos Castaneda, cumplió con su misión, un destino atribuido por fuerzas que escapan
a nuestra comprensión, y que dejarán huella en la travesía humana hacia la evolución de
la conciencia de nuestra especie.

Hoy por hoy sin decir al respecto más, gracias a un linaje preservado por verdaderos
guerreros Toltecas, nuestras generaciones podrán abrirse paso hacia grandes
posibilidades: y como una flecha lanzada al viento por el puro impulso de la voluntad de
aquellos Shamanes- videntes, sin más guía que la luz de la luna y las estrellas, y con
posibilidad de perderse o fallar, se conducirá hacia su objetivo, traspasando el tiempo
para tocar a cualquiera que quiera recibir su intento, un intento inflexible de magia,
misterio y poder, en la rueda del tiempo para los nuevos Shamanes.

26
Toda instrucción, se valora como tal, cuando despierta en un individuo el anhelo de
búsqueda y reencuentro trascendental, logrando un cambio real a un nivel profundo y
mantenido. El individuo ejemplifica a la instrucción, la encarna en pensamiento y acción.
La instrucción sólo es una vía de muchas, no pertenece a nadie, pero puede valerse de
cualquiera. Su naturaleza te muestra el camino y te apertura a que camines por él; la
reconoces porque al transcurrirla te haces más libre, más fluido, más desprendido y a la
vez más quieto, más silencioso.
El Shamanismo es una vía, una senda interminable; nos habla de un reencuentro, una
alianza con nosotros mismos, con la naturaleza: nuestra tierra y el Universo; pero cuidado,
porque en dicho proceso el Shamán vive batallas internas interminables, y busca
diligentemente saber los mecanismos que rigen y disponen su mundo. Él opera con igual
eficiencia en su vida de todos los días como en sus viajes al infinito. El infinito cuenta para
nosotros tanto como el haber nacido, son parte de una rueda que eludimos por estar tras
asuntos insignificantes, no es pues necesariamente el espacio abierto a nuestro alrededor,
es más una proyección de nuestra atención a sondear y vivir los misterios, traer orden y
belleza, propósito y evolución, y luego quién sabe... aspirar a algo más; y por supuesto
mucho disfrute, el placer de existir en un tiempo maravilloso.

En efecto, el Shamán maniobra en el mundo invisible, conoce las leyes que rigen nuestro
mundo, sabe de analogías, recolecta Poder y vive en razón de éste; y ahora más que
nunca, debe buscar explayar su percepción, revivir los misterios del cuerpo energético, de
la ensoñación, del punto de encaje y conducirse fielmente a la búsqueda de un periodo de
paz y libertad.

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La instrucción a la que hemos sido presentados todos, por Carlos Castaneda, se valora
por su efectividad como Sistema Cognitivo (si se le puede llamar así) en su aplicación
práctica de los elementos que impelen a la acción (acecho) y a las que tratan temas más
obscuros (ensueño e intento), son por tanto propiamente una vía, de reestructuración
energética y de estimación de nuestro potencial humano.
Siempre van a existir tergiversaciones, detrimentos orales de lo que al principio se quiso
que fuera un esquema preciso de algo, esencial, de proyecciones filosóficas y prácticas, y
que más tarde terminan siendo desviaciones razonadas por adeptos o practicantes que, y
debido al paso del tiempo también, nunca prosperan, o si lo hacen llegan a ser una versión
acomodada y mundana. Pero, no obstante, al final siempre imperará la luz, eso es seguro.
Y se debe empezar a trabajarla desde los aspectos más ordinarios; como por ejemplo la
actual divulgación de los “temas shamánicos” por parte de pocos escritores que persisten
en repetir los aspectos más superficiales del tema, siempre con cierto velo pseudo-mágico
y de aparentes estados alternos, otros mundos, y visiones extrañas. No es que este mal,
lamentablemente eso es todo lo que tenemos registrado del paso de muchas civilizaciones
y nuestra realidad o tan racional o tan fanática. ¿De qué sirve pues hablar de animales de
poder, otros mundos, estadios de conciencia alterada, misticismo, espiritualidad
shamánica, o vuelos de trance guiados por alucinógenos, si no comprendemos cómo
funcionan, si son viables o no a nuestra naturaleza oculta, si todo esto posee estructura,
esquema, razón de ser, causa en un sistema tangible de aprehensión? En otras palabras,
si es que dejan de ser meras teorías, y se proyectan a ser algo más. Evidentemente el
propósito no es racionalizar, pero tampoco es bosquejar tan someramente el asunto sin
hacer uso de una base contundente de referencia y propósito; dejando de lado tanta
tautología y expresarse a través de formas que se conduzcan con sabiduría real que nos
salve de ir a tientas, de especular o de ser redundantes y frívolos cuando abordamos el
tema. Si, ahora poseemos lo transmitido por Carlos Castaneda, ya contamos con una
consistente y muy valiosa “pauta” con la cual exponer, reescribir nuestras teorías,
reorientar nuestras explicaciones y poder describir al fin lo que es Shamanismo y
absolutamente todas sus intrincadas implicaciones. Ya podemos responder a preguntas
que nos han abrumado por milenios, y ni siquiera nos hemos dado cuenta.
En fin, pido una revalorización de lo que sabemos y hemos escrito o describido, y se
vuelva a hacer a partir de lo legado por Castaneda a partir sólo de lo que nos transmitió
en sus obras, bosquejo suficiente para poder uniformizar, unificar, construir y diseñar lo
que sabemos hasta ahora de Shamanismo, en conceptos, explicaciones y procedimientos.
Trabajar bajo “el filtro” del conocimiento que expuso tan magistralmente; en este inicio
del nuevo tiempo, un prólogo bien definido para poder continuar después lo que será
nuestro CAPITULO ORO, en la historia humana, la Era del Saber.
Y poder vivir social y personalmente esa libertad tan añorada.

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( ) Como mero razonamiento considero a la física el campo científico más cercano al
hecho de reconocer que aún hay indescifrables efectos de las interacciones provenientes
entre el universo y nosotros, un universo que se torna más complejo cada vez que
sobrepasamos un límite por los mismos descubrimientos que irrefrenablemente veremos
o hemos visto venir; la comprensión siempre fue asunto humano, la búsqueda de
patrones, explicaciones que faciliten o mejoren nuestra calidad de vida, la proyección del
saber para tocar lo más esencial y provechoso de cada aspecto conocido, la búsqueda de
la conclusión correcta, más neutral y profunda cada vez, sin el deterioro del misterio
natural inmanente a la bastedad del Universo. «La ciencia en el sentido ilimitado del
saber» (S. R. de la Ferrière) es simplemente el buscar el porqué, preguntarnos ¿Por qué el
Shamanismo como vía de realización? ¿Por qué he de acrecentar mi percepción de Ser? La
respuesta es Luz, Conciencia, un control no violento que permita concienzudamente
comprender y elegir, elegir al final vivir libre, libre porque SÉ que puedo serlo.
Cambiando nuestra óptica, optamos por considerar a la ciencia como un encause del
Saber, y poder explorar y conocer mejor nuestro mundo, desde las posibilidades de
funcionamiento del ojo humano, hasta la existencia de energía vital, la ciencia deberá
conciliar la certeza inminente de que efectivamente “hay cosas que existen y que aún no
podemos probar” y que este hecho no significa de ningún modo que el límite para lo que
“Es” sean pues los decretos científicos, cada vez se estrechan más las diferencias entre la
espiritualidad mística y el saber científico, aspecto sinérgico que seguro verá venir un
futuro de complementaciones entre ambas, pues las ciencias de lo externo y las ciencias
de lo interno son dos aspectos de un mismo propósito: entendimiento. Y aunque
lamentablemente en ambas partes hay tendencias a incurrir en extremismos pueriles que
no hacen más que estancar nuestro avance, se puede observar que la objetividad racional
del científico termina por corroborar lo absurdo de la racionalidad cuando acepta

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premeditadamente que no puede razonarlo todo con el simple uso de su intelecto,
cuando cesa su hostilidad y bajando las defensas de su pretensión y autosuficiencia se
abre a cualquier posibilidad; lo que él místico, por su parte, tendría que reconocer es el
hecho de que el Saber es requisito imprescindible para Creer, y que el materialismo, la
evolución y lo esotérico (incognoscible) son parte de Dios, de las “leyes naturales de
regencia” o del “Plan Conciente del Universo”, bien dijo Faraday «Nada es demasiado
maravilloso para ser verdad, si es consistente con las Leyes de la Naturaleza».
Ciencias como la biofísica, la cibernética son el puente seguro a un futuro más
prometedor en los límites del saber para nuestro tiempo, demarcarán también un terreno
de investigación fértil en topo tipo de estudios, como en la neuroendocrinología,
bioquímica, genética, etcétera. En fin, el enfoque último de la ciencia siempre deberá ser
la propia naturaleza íntima del ser humano, como epicentro de sus esfuerzos.
No hay que olvidarse de las ciencias ocultas, ya mencionadas, en oriente y en varias
partes del mundo se han explorado muchas de las capacidades humanas, generando
“puertas efectivas” para la realización personal. Como sea, la imperativa intelectual debe
aspirar a su punto más sutil que es la sabiduría, y moldearse a las expectativas siempre
misteriosas de nuestra naturaleza más oculta, porque no se puede aspirar a la libertad sin
un atisbo de sabiduría, conocimiento y sobriedad.

El Shamanismo, si bien no conoce de espiritualidad o materialismo, por ser más práctico,


sí integra lo abstracto y lo concreto, por no hallar fronteras que los signifiquen, o sea que
para el Shamán el mundo no se divide entre interno o externo necesariamente, para ellos
todo esta unificado, inmerso y solamente reconocen que hay: Misterios.
Hay que observar, que teniendo en cuenta el conocimiento simbólico de las eras
prececionales, la humanidad deberá pasar por un periodo de globalización extrema, del
auge científico y objetivo y de la complejidad de los sistemas electrónicos, informática y
demás; siempre habrá el peligro de la extravagancia, la anarquía y el libertinaje para la
aún “en proceso de maduración” de nuestra especie. Lo rescatable de las civilizaciones
antiguas transmitidas hoy como posibilidades de poder, magia y libertad perceptual
plausibles, se hacen discordantes “aparentemente” con la futura realidad, sin embargo el
reto radicará en la búsqueda de la prevalencia de lo esencial y altruista a un nivel
ideológico y de conducta, intención que clarificará el modo como entendemos la presente
Neo-Ancestralidad, en otras palabras dicho conocimiento inevitablemente deberá
moldearse en razón de las nuevas referencias de nuestra época; que no obstante nunca
dejarán de poseer su real valor como la más antigua ruta hacia la liberta de nuestra
conciencia.
Hoy en día en aras del nuevo ciclo, debemos si o si, retomar estas antiguas prácticas —
preparadas a través del esquema traspasado por Castaneda, a las nuevas generaciones—
para poder solicitar al universo la posibilidad de una libertad real, en pensamiento social y
conciencia individual.

( )
Cuan bello es el mar de noche,
ya casi nunca lo veo,

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me he olvidado de aquellas estrellas,
como he olvidado su reflejo.

He sentido demasiado frío, mi alma quebrada como hielo,


se ha perdido del todo ya, en los fantasmas del tiempo,
todo he olvidado y en la oscuridad me encuentro.

En un mar de luces, luces en el espejo,


la brisa en mis rodillas, y el silencio, puro silencio,
blanda es la arena, miles como mis pensamientos,
no tengo tiempo para penas, ni tristes empeños.

Muerto tres veces reencontrándome de nuevo,


me he absorbido en el susurro del viento,
fundido en los cangrejos y la playa, en la espuma y el cielo.
No quiero morir sólo ni con miedos,
quiero ver y tocar algo del firmamento,
vislumbrar el todo y concederme al intento.

¡Acógeme misterios! ¡ímpetu de guerrero!


hacia el Águila voy, mi último sendero,
callado y satisfecho, sin rencores ni celos,
he ganado al fin, al dejarlo todo y a propósito perderlo.

Que bello es el mar de noche, y el horizonte eterno,


tengo alas para volar, alas de mi intento,
mi último suspiro para ir a su encuentro,
ya nada hay… y nuevamente en soledad me encuentro.
Sólo dejarte en palabras mi gratitud
y decirte, que ya me acuerdo,
vine tan sólo para presenciarte, reír y nunca olvidarme,
de que los misterios del Ser, son como aquel destello
de la vieja estrella en el cielo,
aún después de desaparecida,
sigue dándole su luz al tiempo.

El conocimiento nos hará libres. Podemos abordarlo desde la orilla que queramos,
realizarnos podemos hasta por medio del arte, pero sin embargo, sólo una transformación
personal en la vía correcta, de trato directo con la conciencia, puede en efecto
asegurarnos un triunfo espiritual. Nuevamente recalco, hoy el Shamanismo sugerido por
Castaneda es como un camino funcional, de trato directo con nuestra conciencia de ser,
con un esquema psicológico como es el camino del guerrero, que nos pone en la mejor

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posición para afrontar los embates del mundo de todos los días, y los aspectos más
misteriosos de nuestra naturaleza.
Existen tantos otros conocimientos, las prácticas de magia occidental (cultura esotérica-
iniciática) son oro en polvo, la verdadera piedra filosofal de los alquimistas ya encontrada
cuando el mago encarna los misterios por su conocimiento de los mismos; pero existe ese
otro, un mapa de retorno al espíritu, naturaleza primigenia, nuestro lado más puro como
seres luminosos en el borde del abismo histórico hacia lo incognoscible: SHAMANISMO.

No hay voluntarios a este conocimiento, personas movidas por la curiosidad de un


empeño a medias e interesados a conveniencia; pero comprensivamente a falta de
benefactores o maestros, sólo podemos esperar estar a la altura y caminar con un sincero
y riguroso talante, nuestro tiempo no nos dejará caer en la imprecisión y la derrota, estoy
seguro de que los recursos del espíritu para que vengan a este mundo nuevos guerreros,
se harán valer.

( ) Si tienes el valor, la fuerza, si tienes energía no desperdicies ningún momento,


pueden pasar años hasta que te des cuenta que camino quieres seguir; si acaso crees que
puedes asumir el reto que significa ser un Guerrero, hazlo. Tienes que ser hábil, perfecto,
el indicado; tú mismo eres pues tu Maestro, y para empezar a transitar por el largo
camino del Shamanismo, ya has debido de ser eficaz, de haber avanzado algo y salvado
mucho de ti, no obstante nunca es tarde… Don Juan recalcó que lo que cuenta, lo
principal, es mover el punto de encaje, ¡Preocúpate por mover tu punto de encaje ahora!
y luego años más tarde, después de haber consolidado su nueva posición, recién ten la
comprensión emocional. La verdadera comprensión es pues cuando hay un cambio
sustancial en la posición del punto de encaje y por ende en nuestro modo de ver el
mundo, y que nada tiene que ver con cualquier arranque emocional producto de arengas
para darse ánimo.
Debe recalcarse que hay la posibilidad de trabajar el movimiento del punto de encaje
desde el efecto (o sea sin recurrir a la causa), desde “la sensación de ser”, una sensación
que puede ser o pesimista o altruista o bien acerca de considerarse un “guerrero en
lucha, pero en paz” y que se mantiene inflexiblemente. El hecho obedece usualmente a
una descontrolada e involuntaria expresión de nuestra personalidad habitual y ordinaria,
que ejercemos todos los días porque “así somos”, pero debería regirse como una
orientación sabia y conciente que puede uno ejercer a propósito, en un re-hacer diario de
aquellos rasgos que consideráramos imprescindibles para nuestro avance interno.
Mantener inflexiblemente una sensación de ser, manifestada por lo que pienso y siento, y
dirigiéndola premeditada, precisa y sostenidamente conllevará ineluctablemente a un
movimiento del punto de encaje. Y comienza tan sólo con un acto.

Para terminar cito textualmente lo que expresa CASTANEDA: El problema del hombre es
que intuye sus recursos ocultos pero no se atreve a utilizarlos. Por eso dicen los guerreros
que el problema del hombre es el contrapunto que crean su estupidez y su ignorancia. El
hombre necesita ahora, más que nunca, que le enseñen nuevas ideas que tengan que ver
exclusivamente con su mundo interior; ideas de Shamanes, no ideas sociales; ideas

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relativas al enfrentamiento del hombre con lo desconocido, con su muerte personal.
Ahora, más que nunca, necesita que le enseñen los secretos del punto de encaje.
Considera lo expuesto aquí, y quizás sólo quizás seremos parte de algo valioso,
encomiable.

S. Narayam

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