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Este trastorno se inicia en los niños cuando tienen entre 3 y 5 años de edad. Se
trata de una afección de por vida que requiere de muchos cuidados.
Convulsiones tónicas:
Convulsiones atónicas:
Otros tipos:
¿Cómo se diagnostica?
Este síndrome lo diagnostican los neurólogos pediátricos (unos médicos
especializados en el cerebro, la columna vertebral y los problemas que afectan al
sistema nervioso). Las pruebas que suelen aplicar incluyen:
¿Cómo se trata?
Las convulsiones en el síndrome de Lennox-Gastaut no suelen responder bien a
los medicamentos. Otros tratamientos incluyen:
la neuroestimulatión (un dispositivo que estimula los nervios para frenar las
convulsiones)
la dieta cetogénica (una dieta estricta a base de grasas y baja en hidratos
de carbono).
la cirugía, como la callosotomía, donde se corta el “puente” que conecta
ambos hemisferios cerebrales. Esta operación funciona mejor en las
convulsiones tónicas y atónicas, y puede no ayudar en otros tipos de
convulsiones.
Diapo 4
Ausencias infantiles: Epilepsia Rolándica Beningna
Es una epilepsia focal de la infancia caracterizada por crisis consistentes en síntomas
sensitivo-motores faciales unilaterales, con un electroencefalograma (EEG) que muestra
ondas bifásicas agudas en la región rolándica.
Se trata de uno de los dos síndromes idiopáticos de epilepsia benigna de la infancia reconocidos
en la Clasificación Internacional. Es la epilepsia benigna de la infancia con puntas
centrotemporales, o EPILEPSIA ROLANDICA BENIGNA, a diferencia del síndrome con paroxismos
occipitales o epilepsia occipital benigna. La identificación y clasificación de las epilepsias parciales
benignas constituyen un importante desarrollo en las epilepsias pediátricas (Fejerman y Di Blasi,
1987), aunque su definición no es aún completa (Lerman y Kivity, 1991). Los criterios diagnósticos
incluyen la ausencia de déficits neurológicos o intelectuales, historia familiar de epilepsia, edad de
aparición después de los 2 años, crisis breves que son estereotipadas en su manifestación clínica,
con mayor ocurrencia durante el sueño y remisión espontánea en la adolescencia (Holmes, 1993>.
El principal criterio diagnóstico electroencefalográfico incluye actividad de fondo normal, picos con
una particular morfología y localización, activación de la actividad epileptiforme
En muchos casos, el diagnóstico suele retrasarse hasta los 3-4 años cuando el
retraso cognitivo es evidente y la dificultad para controlar las crisis es mayor.
Este retraso, implica la realización de pruebas innecesarias al niño y el uso de
determinados fármacos antiepilépticos que se han demostrado nocivos en los
niños con síndrome de Dravet.
Por otro lado, hay una serie de fármacos, como algunos antiepilépticos, que
pueden empeorar las crisis en estos pacientes.