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MODULO 1

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS:

ENFOQUES Y EVOLUCIÓN
MÓDULO 1

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS ENFOQUES Y EVOLUCIÓN

1. Introducción
2. ¿Qué son los movimientos migratorios?
2.1. Definición y tipología
2.2. Clasificaciones
2.3. Cómo medir los movimientos migratorios
3. Aproximaciones teóricas a los movimientos migratorios
3.1. Teoría neoclásica
3.1.1. Teorías del crecimiento económico
3.1.2. Las teorías del comercio internacional
3.2. Enfoque macroeconómico de la migración
3.2.1. Presión migratoria (o potencial migratorio)
3.2.2. Propensión a emigrar
3.2.3. El modelo de mercado de trabajo basado en la flujo de generaciones
3.3. El marco teórico no económico
3.3.1. Análisis de los procesos histórico-culturales
3.3.2. Teoría sociológica
3.4. Efectos económicos de la migración
3.4.1. Efectos sobre el país de acogida
3.4.2. Efectos sobre el país de origen
4. Aproximación histórica de las migraciones en la segunda mitad del siglo XX.
4.1. Las migraciones en la Antigüedad: los grandes imperios
4.2. Migraciones modernas (de 1850 a 1945).
4.3. Migraciones contemporáneas (desde 1973).
5. Síntesis.
6. Fuentes utilizadas

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OBJETIVOS

Al finalizar el estudio en profundidad del MÓDULO 1 MOVIMIENTOS MIGRATORIOS: EN-


FOQUES Y EVOLUCIÓN, podrás:

Comprender y utilizar adecuadamente los principales conceptos que definen los movimientos
migratorios.

Comprender básicamente cómo han evolucionado los flujos migratorios a lo largo de la histo-
ria.

Utilizar las principales explicaciones teóricas existentes sobre los flujos migratorios.

Ser capaz de situar las migraciones como fenómeno consustancial a la historia de los pueblos.

Comprender el momento actual de los movimientos migratorios en el mundo

Tener información acerca de la complejidad de los movimientos migratorios, así como de los
efectos que éstos tienen para los países emisores y receptores

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1. INTRODUCCIÓN

Las sociedades de nuestros días son sociedades complejas que exigen para su comprensión
de nuevos esfuerzos teóricos y conceptuales capaces de incorporar explicaciones multifacto-
riales; es decir, que tengan en consideración una amplia gama de causalidades y factores a la
hora de explicar los fenómenos sociales que se suceden, a menudo, a gran velocidad. Dentro
de este panorama social complejo, los movimientos migratorios, con los fenómenos que lleva
asociados (o se le asocian, según qué casos), constituyen uno de los aspectos más controver-
tidos de nuestro mundo actual.

Por una parte, los movimientos migratorios son fácilmente catalogables y asumibles de un
modo monocausal, simplista, deformador. Este modo de concebirlos tiene graves consecuen-
cias para gestionar la migración como fenómeno global y estructural, algo imprescindible para
entenderlo en toda su complejidad y para poner en práctica acciones (políticas, económicas,
educativas, sociales, etc.) que tengan un impacto positivo en la realidad.

Por otra parte, para aproximarnos al conocimiento de las migraciones, especialmente de la


inmigración tal y como se está dando en nuestro entorno, es necesario, también, llevar a ca-
bo una reflexión que incluya una crítica de nuestras propias prácticas y de la visión que tene-
mos que los Otros. No podemos intentar aproximarnos a la inmigración sin considerar aspec-
tos tan determinantes como los generados por el imaginario colectivo o por ideologías xenó-
fobas y racistas. Desde un posicionamiento ético, democrático e intercultural, es imprescindi-
ble no perder de vista aspectos como la discriminación y el duelo que suelen acompañar los
procesos migratorios; así, como nuestro modo de mirar al Otro, de acogerlo, ignorarlo o re-
chazarlo.

Las migraciones humanas son un fenómeno constante a lo largo de la historia de la humani-


dad. Los movimientos migratorios han ido configurando las sociedades en las que vivimos,
todas han sido, y/o son, en el algún momento, sociedades emisoras o receptoras de migran-
tes. La expansión del modo de producción capitalista (en sus diferentes etapas históricas) ha
motivado una movilización sin precedentes de la mano de obra. Actualmente, en la etapa que
de la globalización económica, las migraciones han cobrado un enorme protagonismo, no tan-
to por su aumento cuantitativo (en este sentido es, sobre todo destacable el aumento consi-
derable con respecto a otras etapas históricas de refugiados/as e irregulares), como por el
tratamiento y la consideración (amenaza, peligro, invasión,…) que se tiene de la inmigración
en nuestros días, a diferencia de su consideración y tratamiento en otros momentos históri-
cos.

Podemos considerar, también, la migración internacional como una consecuencia de la mun-


dialización o globalización, la cual puede ser definida como una ampliación, profundización y
aceleración de la interconexión mundial en todos los aspectos de la vida social contemporá-
nea. El principal indicador de la mundialización es el rápido aumento de los flujos transfronte-
rizos de todo tipo: finanzas, comercio, ideas, contaminación, productos mediáticos y perso-
nas. Por lo general, quienes poseen el poder económico y político acogen de buen grado los
flujos de capital y de mercancías, en cambio, la inmigración y la diferencia cultural se perci-
ben como amenazas potenciales a la soberanía e identidad nacionales, y muchos gobiernos y
movimientos políticos tratan de restringirlas. No obstante, la realidad es que la movilidad de
la población está inextricablemente unidad a los demás tipos de flujos transfronterizos
(Castles, 2000).

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Es este módulo vamos a aproximarnos al fenómeno de las migraciones. Para ello, revisare-
mos cómo se han ido configurando a lo largo de la historia y presentaremos las principales
teorías que han intentado explicarlos.

RECUERDA
Las sociedades actuales son sociedades complejas y sus fenómenos sociales son conse-
cuencia de múltiples factores.

Las migraciones son un fenómeno global y estructural complejo, no simplista.

La mirada que l@s autócton@s tenemos sobre la inmigración y las personas inmigrantes
incide en los procesos de convivencia multicultural.

Las migraciones humanas se han dado siempre a lo largo de la historia de la humanidad,


no es un fenómeno actual. España fue también país emisor de migrantes.

La migración internacional es una consecuencia de la expansión del modo de producción


capitalista y de la mundialización o globalización.

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2. ¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS?

2.1. DEFINICIÓN Y TIPOLOGÍA

Se denomina migración el desplazamiento humano de un lugar a otro durante un tiempo de-


terminado. Según la definición de la UNESCO, las migraciones son desplazamientos de la po-
blación de una delimitación geográfica a otra por un espacio de tiempo considerable o indefi-
nido.
Existe cierta indeterminación acerca de qué desplazamientos humanos pueden ser considera-
dos como movimientos migratorios y cuáles no. En este sentido, algunos autores han señala-
do que para que un traslado se considere como migración deben concurrir tres circunstan-
cias:

El desplazamiento se tiene que producir entre dos delimitaciones geo-


Espacial
gráficas significativas

Temporal El desplazamiento tiene que ser duradero, no esporádico

El desplazamiento tiene que suponer un cambio significativo de entor-


Social
no, tanto físico como social

Desde este punto de vista, se pueden considerar como migraciones los desplazamientos que
impliquen un cambio de entorno político-administrativo, social y/o cultural relativamente per-
manente en el tiempo; y que, consecuentemente, implique también la interrupción de activi-
dades vitales en un determinado lugar geográfico y su reorganización vital en otro.

El proceso migratorio se debe entender como una sucesión de etapas o fases que implican
una cierta complejidad:

El proceso se inicia con la emigración, que es el momento en el que la persona o el grupo


abandona el lugar de origen por un período de tiempo más o menos indefinido.
Da paso a la inmigración, que es el momento de establecimiento de la persona o del grupo en
la sociedad de destino o receptora.
El proceso migratorio puede cerrarse con el retorno a la sociedad de origen o con un nuevo
proceso de emigración a otro destino.

La persona que inicia el proceso migratorio pasa por distintos momentos: ser emigrante, ser
inmigrante, ser retornado.

El proceso migratorio, es un fenómeno complejo que implica a personas (los/as migrantes y


sus familias) y a sociedades (la de origen y la de recepción); y que tiene múltiples dimensio-
nes y consecuencias.

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2.2. CLASIFICACIÓN DE LAS MIGRACIONES Y DE LOS DESPLAZA-
MIENTOS

Vamos a emplear tres criterios básicos para clasificar las migraciones: el tiempo de duración,
el lugar al que se dirigen y las causas que las producen.

Diarias
Por el tiempo
Estacionales
de duración
Definitivas

Por el lugar Internas


al que se dirigen Externas o internacionales

Libres o espontáneas (trabajo, formación, etc.)


Por las causas
Forzosas (razones políticas, motivos religiosos, guerras,
que las producen
etc.)

Tomemos como punto de partida para profundizar en la clasificación, el eje “por el lugar al
que se dirigen”, en el que podemos distinguir dos tipos de migraciones: las migraciones inter-
nacionales y las migraciones interiores.

MIGRACIONES INTERNACIONALES

Por el tiempo de duración las migraciones internacionales pueden clasificarse en migraciones


definitivas y migraciones temporales.

Las migraciones definitivas son las que tienen como propósito asentarse definitivamente en el
nuevo destino. Suponen una ruptura con el país de origen y plantean graves problemas de
desarraigo en la población. Este desarraigo ocurre al tener que abandonar su país y suele ir
acompañado por la dificultad de la asimilación que se produce entre culturas muy distintas.

Las migraciones temporales son movimientos poblacionales que se plantean para un período
más o menos largo de tiempo, pero con el claro propósito de regresar al lugar de origen. Su
motivación es eminentemente económica y consiste en ahorrar la mayor cantidad de dinero
posible para volver al país de origen y establecerse allí o crear un negocio. En este caso la
asimilación no plantea problemas importantes, al no ser considerada, por los/as propios emi-
grantes, ni como un problema ni como una necesidad.

Muchas migraciones internacionales comienzan siendo proyectos migratorios temporales (de


una media de 4-5 años), que se transforman con el paso del tiempo en migraciones definiti-
vas. Generalmente, salvo los casos de migraciones forzosas, los/as migrantes tienen siempre
intención de retornar a sus países de origen, siendo la realidad de los países de acogida la
que frustra, en muchos casos, las expectativas y los planteamientos de partida del proyecto
migratorio originario.

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Según el/los motivo/s principal/es que ha/n generado las migraciones, éstas pueden clasifi-
carse en migraciones forzosas y migraciones libres o espontáneas.

Las migraciones forzosas son las que se realizan involuntariamente. Pertenecen al tipo de mi-
graciones internacionales en función de su motivación. Las causas más comunes y frecuentes
de las migraciones forzosas son las guerras, las repatriaciones forzosas, las migraciones indu-
cidas por las descolonizaciones, y otras causadas por las persecuciones políticas, religiosas o
étnicas.

Las migraciones libres o espontáneas se producen por el impulso personal y por una motiva-
ción generalmente económica. Pero conviene que señalar que no existe la emigración total-
mente libres, a excepción de aquellas consideradas temporales o vacacionales, porque las
personas abandonan siempre con dificultad su lugar de origen y sus familias. Las causas más
frecuentes de este tipo de migraciones son dos: demográficas y económicas

Las Migraciones, además de poder ser internacionales, pueden tener lugar en el interior del
país. Son las llamadas Migraciones Interiores

Las migraciones interiores son traslados de ciudadanos/as dentro de su propio Estado, y


abarcan movimientos muy complejos y difíciles de precisar. A la hora de intentar clasificarlas
se suelen tener en cuenta los siguientes criterios:

Factor temporal:

Migraciones estacionales, son las que tienen un carácter de tiempo limitado y, a veces, un
carácter repetitivo; por ejemplo, cuando se vuelve al mismo lugar cada año por unos deter-
minados meses.

Migraciones definitivas, tienen una duración temporal indefinida o son para siempre.

Factor espacial:

Las migraciones estacionales son las que afectan a zonas agrarias: agricultores/as que van a
desempeñar tareas agrícolas en otras zonas.

Las migraciones definitivas también suelen ser protagonizadas por agricultores/as, pero con
la diferencia de que éstos/as, normalmente, se dirigen a las ciudades a desempeñar otro ofi-
cio diferente. De modo que se pueden producir entre campo-campo, ciudad-ciudad y ciudad-
campo.

Las migraciones rurales estacionales afectan, generalmente, a países poco desarrollados. Son
movimientos migratorios que han ido desapareciendo en Europa, salvo excepciones
(vendimiadores españoles al Midi francés). Tuvieron su momento más álgido durante el siglo
XIX y principios del XX. Se puede decir que es un movimiento envejecido en todos los países
del mundo. Las migraciones estacionales en los países subdesarrollados son más frecuentes
porque los desequilibrios económicos entre unas regiones y otras, dentro un mismo territorio
nacional, provocan tensiones y abundantes cambios de población.

Las migraciones urbanas tienen mayor protagonismo. Si el fenómeno urbano es uno de los
más importantes en el mundo actual, otro tanto se puede decir del fenómeno migratorio des-
encadenado por la atracción que ejerce la vida urbana sobre el mundo rural. Es un fenómeno
surgido en las sociedades con un mayor nivel de desarrollo y que está afectando a países me-
nos desarrollados desde mediados del siglo XX.

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Podríamos concluir que en los países desarrollados:

• Las migraciones campo-ciudad han ido desapareciendo por la progresiva disminución de


la población rural.

• Las migraciones ciudad-ciudad, son importantes y generan una movilidad muy acusada
entre trabajadores/as cualificados/as que cambian frecuentemente de empleo y de lugar
de residencia, siendo éste un fenómeno cada vez más extendido en el mundo desarro-
llado.

• Los movimientos poblacionales ciudad-campo constituyen un fenómeno que afecta a la


suburbanización. Las ciudades crecen convirtiéndose en grandes aglomeraciones que se
extienden como tentáculos a través de las vías de comunicación férrea o por carretera.
Esto hace que la expansión urbana afecta cada vez más a un mayor número de kilóme-
tros y de personas.

En cambio, en los países subdesarrollados:

• Los movimientos migratorios campo-ciudad son más recientes en el tiempo ya que el


fenómeno urbano se ha iniciado más tarde y, por tanto, el trasvase de población cam-
po-ciudad se encuentra actualmente en un momento mucho más álgido. Los numerosos
campesinos que abandonan su pueblo se hacinan en los extrarradios de las ciudades
formando arrabales y suburbios de miseria.

• Las migraciones ciudad-campo prácticamente no existen.

LAS OSCILACIONES

Las denominadas oscilaciones son movimientos


migratorios que se caracterizan por tener un rit-
mo repetitivo, ser de una corta duración y no pro-
vocar desarraigo profundo en la población a la
que afectan. Por el carácter repetitivo que po-
seen, se han denominado movimientos pendula-
res u oscilaciones de muy diversa tipología, difíci-
les de evaluar y clasificar.

Fotografía: C.I.S.M.I.

Consideradas como migraciones de trabajo hallamos:

• Las oscilaciones de larga duración

• Las oscilaciones estacionales (muy frecuentes en los países subdesarrollados y ligadas al


mundo agrario). La ganadería en muchos países subdesarrollados sigue produciendo
dos tipos de fenómenos: la trashumancia y el nomadismo

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• Los movimientos pendulares o vaivenes diarios, que son los que se producen desde la
periferia de las ciudades a las áreas centrales o zonas comerciales, o al revés. Todavía
son poco abundantes en el mundo subdesarrollado. Suelen producirse por causas de
carácter laboral, ya porque los/as empleados/as del sector terciario acudan al centro
para realizar su trabajo; ya por motivos residenciales, como el precio más asequible de
las viviendas del extrarradio, o por el deseo de vivir fuera de los problemas del casco
urbano. Es un fenómeno migratorio en pleno auge y expansión que afecta a un mayor
número de habitantes en las regiones más desarrolladas del globo.

Dentro de todos los intentos clasificatorios que se han dado a lo largo de la historia, podemos
destacar la tipología de W. Petersen, ya que intenta recoger la multidimensionalidad del fenó-
meno migratorio a partir de distintos criterios clasificatorios

TIPO DE MIGRACIÓN

Clase de
Relación Fuerza
migra- Conservadora Innovadora
Migratoria
ción

Huida de la
Impulso
Hombre-Naturaleza Primitiva Nomadismo tierra
ecológico

Política Tráfico de
Hombre-Institución Impelida Huida
migratoria trabajadores

Tráfico de
Forzada Desplazamiento
esclavos

Hombre-Normas Aspiraciones Libre De grupo Pionera

Comportamiento
Social De masas Asentamiento Urbanización
Colectivo

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2.3. CÓMO MEDIR LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

El modelo evolutivo de Zelinsky relaciona las distintas fórmulas migratorias con el grado de
desarrollo y con la etapa de evolución demográfica del país.
Según este modelo:

En las sociedades preindustriales apenas se producen movimientos.


En las sociedades que han iniciado su transición se producen grandes movimientos de todo
tipo: interiores (campo-ciudad), de colonización de nuevas tierras, y exteriores.
En las sociedades que finalizan su transición se paralizan todos los tipos anteriores y se ini-
cian más intensos movimientos pendulares.
Por último, en las sociedades que ya han terminado su transición demográfica, se agudiza la
movilidad pendular, se acaban los desplazamientos de éxodo rural y se inicia un nuevo movi-
miento que afecta a trabajadores muy cualificados.

La fórmula que propone para hallar la tasa de los saldos de los movimientos migratorios, es la
siguiente:

(Nº Inmigrantes – Nº Emigrantes) x 1000


Saldo Migratorio Anual =
Población Total

También se puede hallar comparando crecimiento real y crecimiento vegetativo; es decir, el


crecimiento total de una zona, menos el saldo de natalidad y mortalidad.

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RECUERDA
Las migraciones son los desplazamientos que implican, de una parte, un cambio de entor-
no político-administrativo, social y/o cultural relativamente permanente en el tiempo y,
de otra parte, la interrupción de actividades vitales en un determinado lugar geográfico y
su reorganización vital en otro.

El proceso migratorio comprende tres etapas: la emigración, la inmigración y el retorno.

Para clasificar las migraciones podemos tener en cuenta tres criterios básicos: el tiempo
de duración, el lugar al que las personas se dirigen y las causas que han originado las mi-
graciones.

Dependiendo del lugar al que las personas se dirigen, las migraciones pueden ser interna-
cionales o interiores.

Las migraciones internacionales, dependiendo del tiempo de duración, pueden ser definiti-
vas o temporales y, según el motivo que las ha generado, pueden ser forzosas o libres.

Las migraciones interiores pueden ser estacionales o definitivas, afectar a zonas agrarias
de países subdesarrollados o, como segunda posibilidad, tener lugar en contextos urba-
nos.

En los países desarrollados las migraciones interiores tipo “ciudad-ciudad”, son las más
significativas, mientras que en los países subdesarrollados las más importantes son las
migraciones tipo “campo-ciudad”.

Las oscilaciones son movimientos migratorios que se caracterizan por tener un ritmo re-
petitivo, ser de una corta duración y no provocar desarraigo profundo en la población a la
que afectan. Se consideran migraciones de trabajo. Pueden ser de larga duración, esta-
cionales o de desplazamientos diarios.

El modelo evolutivo de Zelinsky nos permite reconocer los movimientos migratorios de un


país, relacionándolos con el grado de desarrollo de éste y con su evolución demográfica.

3. APROXIMACIONES TEÓRICAS A LOS MOVIMIENTOS MI-


GRATORIOS

El fenómeno migratorio está asociado al comportamiento del hombre desde los orígenes de la
humanidad. Las migraciones han sido objeto de reflexión teórica para distintas corrientes de
pensamiento vinculadas estrechamente con las formas en que este fenómeno se ha presenta-
do en diferentes momentos históricos. Las explicaciones teóricas nos han mostrado que en la
raíz de las migraciones se encuentran tanto factores de toma de decisiones individuales como
procesos de interacción social, enmarcados ambos en un determinado estadio de la historia
de las sociedades. Básicamente, existen tres modelos teóricos:

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Es el que más ha influido, el más antiguo y con mayor número
Modelo Neoclásico: de adeptos/as. Se relaciona con los modelos de equilibrio del
Teoría de la funcionalismo y de la teoría de la modernización. Las migracio-
Modernización nes son el resultado de la desigual distribución espacial del ca-
pital y el trabajo. Entra en declive por su dificultad para explicar
1950-1960 las migraciones desde los años 70, que han dado complejidad y
heterogeneidad al fenómeno.

Desde una perspectiva histórico-estructural marxista, explica


las relaciones capitalistas de desequilibrio, dependencia y asi-
Teoría de la
metría, entre los países industrializados y los países periféricos
Dependencia
dedicados a la agricultura. El desarrollo de los primeros perpe-
túa y origina el subdesarrollo de los otros. Como vemos tiene
1960-1970
relación con el anterior modelo, pero rompe con la visión de
equilibrio ya que analiza los procesos sociales desde el conflicto.

Concibe las migraciones como procesos complejos de configura-


ción de vínculos, conexiones y redes de relaciones entre origen
Teoría de la
y destino. Por ello combina las visiones micro y macro en las
Articulación
explicaciones de las migraciones. Se vincula con la teoría del
trasnacionalismo que se centra en las realidades familiares, co-
1970-1980
merciales, políticas e identitarias, cuya dinámica y naturaleza
van más allá de los Estados-nación.

3.1. TEORÍA NEOCLÁSICA

Nos interesan dos enfoques que parten de esta concepción teórica: las teorías del crecimiento
económico y el estudio del movimiento de factores en el marco de la teoría del comercio in-
ternacional.

3.1.1. TEORÍAS DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO

Para las teorías llamadas clásicas, el punto de partida en sus formulaciones es el conocido
principio de población de Malthus, el cual se resume en la idea de que en toda sociedad exis-

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tiría una gran clase trabajadora cuyos salarios estarían al borde de la subsistencia. Partiendo
de esta idea, los teóricos clásicos diseñan una aproximación teórica que considera los aspec-
tos meramente económicos a la hora de explicar los fenómenos migratorios; para ellos, la
variable población es endógena y depende del ritmo de acumulación del capital. Es decir, el
aumento del capital conlleva un aumento salarial que incide en un bienestar que genera in-
crementos demográficos hasta que los salarios bajan, como al principio, hasta un nivel de
subsistencia.

El modelo neoclásico de crecimiento, que es el que nos interesa, concibe la población como
una variable exógena (no endógena como en modelo clásico). Esta posición frente a la varia-
ble población se debe a un reconocimiento de la intervención de un amplio conjunto de facto-
res, incluidos muchos de carácter no económico, en la caracterización de la de los movimien-
tos poblaciones y migratorios. Hay, por tanto, una concepción de estos movimientos mucho
más compleja que en modelo anterior.

El modelo neoclásico de crecimiento pretende estudiar cómo afectan los cambios


que se producen en el crecimiento de la población, al resto del sistema económico.
En un estado estacionario, la producción crece al mismo ritmo que la población, por lo que la
renta per cápita permanece constante. La inmigración se entiende como un aumento de la
tasa de crecimiento de la población que nos saca del estado estacionario. Si todo lo demás
permanece constante, el mayor ritmo de crecimiento de la población implicará que el creci-
miento del capital no será suficiente y, como consecuencia, el capital por habitante y la renta
per cápita, con la que guarda una relación directa, tenderán a disminuir. Para esta teoría neo-
clásica, el pleno empleo se puede garantizar gracias a la flexibilidad de salarios reales; de ahí
que la entrada de inmigrantes en el país no afecte al empleo de los nacionales pero sí al nivel
de salarios reales, que bajará por la mayor oferta de trabajo.

Es un modelo demasiado estático que deja mucho sin explicar o que simplifica en exceso. No
es cierto que el modelo de la tasa de crecimiento de la población debida a la entrada de nue-
vos inmigrantes conduzca inevitablemente a una menor renta per cápita; de hecho, no ha su-
cedido esto en nuestro país con la entrada de inmigrantes. Puede ocurrir que la inmigración
incorpore los aumentos de inversión necesarios para equiparar a la mayor población activa.

3.1.2. LAS TEORÍAS DEL COMERCIO INTERNACIONAL

Parte de la idea de que en un mundo abierto a la competencia perfecta, la emigración del tra-
bajo puede servir para eliminar los desequilibrios económicos entre los distintos países. La
premisa fundamental es que los factores productivos, el trabajo en nuestro caso, se emplea-
rán en aquellos lugares donde estén mejor remunerados. El modelo también supone la flexi-
bilidad de salarios para garantizar el pleno empleo. En estas condiciones, un mayor nivel de
salarios extranjeros respecto al salario nacional empujaría al trabajo nacional a emigrar en
busca de empleo en el extranjero. La emigración eleva la oferta de trabajo en el extranjero y
la disminuye en el país de origen, por lo que los salarios extranjeros tienden a bajar y los na-
cionales a subir.

Lo interesante de este modelo teórico es que plantea que la movilidad del trabajo y el capital
no son necesarios para la eficiencia del sistema porque el libre comercio de bienes y servicios
por sí solo garantiza que todos los factores sean igualmente remunerados independientemen-
te del país donde se empleen. Su principal limitación es que simplifica en demasía la decisión
de emigrar, ya que no considera todas aquellas migraciones que se expliquen por algún moti-
vo distinto a la obtención de una mayor renta en el país de acogida, como la emigración por
motivos políticos o la reunificación familiar.

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3.2. ENFOQUE MACROECONÓMICO DE LA MIGRACIÓN

El análisis macroeconómico de los movimientos migratorios toma como base de estudio las
características de los flujos humanos y no los procesos de decisión individual propios del enfo-
que microeconómico. Normalmente, estos modelos interpretan la migración como respuesta a
un juego de fuerzas atracción-expulsión. Esta manera de entender los procesos migratorios
nos aporta dos importantes conceptos: la presión migratoria y la propensión a emi-
grar.

3.2.1. PRESIÓN MIGRATORIA (O POTENCIAL MIGRATORIO)

Se define como la situación en la que un país no es capaz de absorber un determinado volu-


men de recursos humanos, y éstos tienden a encaminarse hacia países o zonas más aliviadas
demográficamente. Los factores que la caracterizan la presión migratoria son:

1. Un crecimiento demográfico elevado, sobre todo un exceso de población activa.


2. Diferencias de niveles de vida entre países, tanto respecto a ingresos per cápita, como
al nivel de protección social.
3. Un acortamiento de distancias por el desarrollo de los transportes

El concepto considera la desigualdad de riqueza y de oportunidades existentes entre países.


Las personas originarias de países empobrecidos, con exceso de mano de obra y bajos niveles
de vida, optan por migrar hacia zonas más ricas. Aunque la conceptualización tiene un gran
poder explicativo, sigue dejando sin considerar situaciones como la de los grandes movimien-
tos de población de la historia que han partido de los países desarrollados. En este sentido
podría concluirse que el potencial migratorio (o la presión migratoria) es una condición nece-
saria, aunque no suficiente, para que se produzca un flujo migratorio.

3.2.2. PROPENSIÓN A EMIGRAR

La propensión a emigrar se aplica al comportamiento de los individuos e intenta explicar por


qué bajo unas condiciones las personas emigran y bajo otras no. Los factores que influyen en
la propensión a emigrar:

1. Las diferencias salariales entre países.


2. El nivel de ingresos per cápita.
3. La probabilidad de encontrar empleo en el país de inmigración.
4. La distancia física y/o cultural entre países.
5. El número de inmigrantes de la misma nacionalidad en el país de destino, o, en térmi-
nos sociológicos, la existencia o no de redes sociales.
6. La importancia de las relaciones económicas, políticas, culturales, entre los países de
emisión y de recepción.
7. El grado de aceptación social del inmigrante en el país de destino, representado por
ejemplo por las barreras legales a la inmigración.

El potencial migratorio, como hemos visto, se produce básicamente cuando la población acti-
va es mayor que la demanda de trabajo y los niveles de vida no son elevados. Este potencial
se convertirá en flujo migratorio únicamente si existe una propensión a emigrar en función de
los factores mencionados.

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3.2.3. EL MODELO DE MERCADO DE TRABAJO BASADO EN EL FLUJO DE GENERACIO-
NES.

Este enfoque entiende que la emigración-inmigración se explica a partir de situaciones de


desequilibrio; por ejemplo, cuando la población que se incorpora al mercado de trabajo es
mayor o menor que aquella que lo abandona será necesario, para restaurar el equilibrio, que
trabajadores nacionales salgan al extranjero o que trabajadores foráneos se incorporen a la
fuerza laboral nacional.

El hecho de que un determinado país tenga un potencial migratorio positivo que lo convierta
en un país emisor o de emigración, puede deberse, básicamente a dos factores o a una com-
binación de éstos:

A un cambio en las condiciones socio-demográficas. Es decir, un aumento de la natalidad pro-


vocará la incorporación de nuevos efectivos a la población activa; si la creación de empleo
permanece constante o no crece al mismo ritmo que la población, habrá un desajuste entre
los flujos de oferta y demanda de mano de obra, una de las causas por la que se constituye
un potencial migratorio positivo.

A causas económicas. Es decir, ante una recesión económica continuada, la demanda de em-
pleo adicional caerá y, con ella, el flujo de demanda de mano de obra. Esto implicará, si los
parámetros demográficos se mantienen constantes, que el flujo de oferta será superior al de
demanda y, por tanto, se generará un potencial migratorio positivo.

La explicación, a la inversa, es aplicable a los países receptores. La necesidad de mano de


obra extranjera (potencial migratorio negativo), está motivada por dos causas:

Sus condiciones económicas constantes, el descenso de la natalidad y el consecuente proceso


de envejecimiento, traerá consigo la disminución de población nacional en edad de trabajar
(población activa); y, por tanto, la necesidad de nuevos efectivos.

El mantenimiento de un nivel de crecimiento económico al alza provoca el aumento del núme-


ro de puestos de trabajo y, por ello, el flujo de demanda de mano de obra superará al de la
oferta.

3.3. EL MARCO TEÓRICO NO ECONÓMICO

Este nuevo modo de entender las migraciones va a considerar no sólo aspectos económicos o
niveles de desarrollo; desde otro punto de vista, va a conceptuar la migración como un fenó-
meno que se explica, sobre todo, por el comportamiento de los individuos y por la dinámica
de las sociedades.

3.3.1. ANÁLISIS DE LOS PROCESOS HISTÓRICO-CULTURALES

Bajo este enfoque de Análisis de los Procesos Histórico-Culturales se estudian las transforma-
ciones históricas de los sistemas culturales. Se entiende que los sistemas culturales son siste-
mas orgánicos formados por representaciones religiosas, mitológicas, teóricas, valores éticos,
actitudes, valores estéticos, lengua (o lenguas), sistemas de organización familiar y suprafa-
miliar, complejos normativos e instituciones, costumbres, etc.

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Se parte de la idea de que la concepción general acerca del mundo es lo distintivo de la con-
dición humana, y dicha concepción general está impregnada, en su estructura y contenido,
por la cultura donde los individuos son socializados primariamente. Desde este punto de vis-
ta, la persona inmigrante y la persona autóctona, se distinguen por las diferentes concepcio-
nes del mundo propias de sus diferentes culturas de origen. En la medida en que los sistemas
culturales que se ponen en contacto con la migración sean incompatibles, la persona inmi-
grante no podrá llevar a cabo sus planes de acción. Es decir, la emigración sólo tendrá éxito
si consigue adoptar las pautas culturales de la sociedad de acogida.

La idea fundamental, en este enfoque, es que la asimilación del inmigrante en la sociedad re-
ceptora es un elemento fundamental para la permanencia de los flujos migratorios; tanto pa-
ra la estabilidad social del país de acogida como para que la persona inmigrante pueda llevar
a cabo su proyecto, es preciso que los sistemas culturales enfrentados (que en esencia pue-
den ser incompatibles) se adapten dinámicamente consiguiendo así que la convivencia no sea
conflictiva.

3.3.2. TEORÍA SOCIOLÓGICA

La Teoría Sociológica analiza las condiciones sociales en las que se produce la emigración,
tanto en el país de origen como en el país de destino.

Un factor muy importante y previo a los desplazamientos de población, es la penetración o


incursión del país de destino en el país de origen. A lo largo de la historia se han producido
varios modos de incursión que han influido en movimientos migratorios posteriores. Cabe dis-
tinguir tres:

• Una incursión coercitiva que dio origen a la emigración forzosa (esclavitud).


• Una penetración activa. Es el caso de los países centroeuropeos después de la Segunda
Guerra Mundial que incentivaban la inmigración por la escasez de mano de obra y las
necesidades de reconstrucción.
• Una incursión consolidada que da lugar a la emigración espontánea (no incentivada) y
que se produce entre Estados sin relaciones políticas de dominación.

Este modelo tiene en consideración las redes sociales de inmigrantes. Estas redes son, a la
vez, causa y consecuencia de los movimientos migratorios estables. Es decir, es más fácil
emigrar a un país donde existe una red de compatriotas que informa, ayuda, organiza y apo-
ya, que hacerlo a un país donde no existen estas redes.

Las redes sociales, en forma de comunidades (institucionalizadas o no), proveen del marco
más favorable para el asentamiento de nuevos/as inmigrantes y de las reagrupaciones fami-
liares. Su función reside en transmitir información hacia su país de origen, a la vez que dismi-
nuyen los costes de asentamiento y búsqueda de empleo de los compatriotas que deciden
emigrar. Ello explica por qué hay una especialización de la inmigración, fundamentalmente en
función del territorio y del origen cultural. Es decir, por qué ciudadanos/as de determinados
países o regiones siempre emigran hacia el mismo destino.

3.4. EFECTOS ECONÓMICOS DE LA MIGRACIÓN

Estamos constatando que para aproximarse con un mínimo de rigurosidad al estudio y/o la
comprensión de las migraciones tenemos que entrar a considerar una amplia variedad de fac-

17
tores. Sólo por citar algunos de los que afectan tanto a los países de acogida como a los paí-
ses de origen:

• Los aspectos demográficos.


• Los niveles educativos.
• La participación laboral.
• La movilidad social.
• Los costes y beneficios de los distintos impactos de la inmigración (en origen y en
destino, a nivel macro y microsocial, entre otros).
• El efecto sobre las Haciendas públicas.
• La repercusión en los desplazamientos de puestos de trabajo.
• Las consecuencias sobre la tecnología, la productividad y el capital humano.
• Los efectos socioculturales.

Si lo que queremos valorar son los efectos económicos de la emigración, es útil reducir toda
esta amalgama de matices a un modelo en donde intervengan únicamente tres agentes: el
país de origen, el país de acogida y la persona inmigrante; reduciendo el estudio del impacto
de la emigración en el bienestar de cada uno de estos agentes.

Con respecto al impacto de la inmigración en la


persona que migra, parece lógico suponer que
se debe valorar como positivo, ya que en caso
contrario siempre pueden regresar a su país de
origen. La realidad nos dice que las cosas no
son así de sencillas y que existe, también aquí,
una gama de aspectos que pueden impedir el
regreso aunque no se cumplan las expectativas
de las personas migrantes; y esto, por no men-
cionar situaciones en las que el regreso es im-
posible o peligroso, como en los casos de refu-
gio y asilo, violación de derechos humanos, ca-
tástrofes naturales, etc.

Fotografía: C.I.S.M.I

3.4.1. EFECTOS SOBRE EL PAÍS DE ACOGIDA

Los efectos de la inmigración en los países receptores que más suelen señalarse son:

• El impacto sobre los ingresos y los gastos públicos.

Es decir, si los inmigrantes son una carga para el sistema público o son contribuyentes.
A mayor porcentaje de inmigrantes regularizados en edad de trabajar y a mayor tasa de
actividad de éstos, mayor será el volumen de ingresos relativo que generen en forma de
impuestos.

• El efecto de la disolución del capital existente.

Si suponemos fijo el stock de capital en un momento del tiempo, la entrada de nuevos

18
inmigrantes hace caer la tasa de capital por habitante del país (de ahí la disolución), de-
rivándose consecuencias negativas sobre la productividad, los salarios y la calidad del
capital social. Se puede profundizar más sobre el anterior razonamiento del modelo neo-
clásico si hacemos la distinción entre el capital usado con fines productivos y el capital
social. En el caso del capital usado con fines meramente productivos, los propietarios
(del capital) se ven beneficiados por la entrada de inmigrantes ya que el capital se vuel-
ve relativamente más escaso que el trabajo. El problema es, más bien, de tipo distribu-
tivo: unos mejoran su posición (los propietarios, por el mayor rendimiento de su capital:
menos capital pero más productividad); y otros salen perjudicados (los trabajadores por
el descenso de los salarios ante una mayor oferta de trabajo). En cuanto al capital so-
cial, en la medida que se comporte como un bien público, el consumo que hagan los in-
migrantes no representa ningún coste de oportunidad, no se produce ninguna disolu-
ción. Cuando no se cumpla lo anterior, deberá incrementarse en la medida necesaria
para mantener su calidad.

• Desplazamientos en el puesto de trabajo.

Es uno de los aspectos más polémicos y sirve como argumento cuando se exigen medi-
das restrictivas contra la inmigración. El argumento afirma que la entrada de inmigran-
tes supone un desplazamiento del trabajo de los nacionales así como una precarización
del empleo para el resto de trabajadores. El supuesto implícito es de nuevo de carácter
estático: la demanda de trabajo es fija, con lo que los inmigrantes, al emplearse en al-
gunos trabajos, reducen los puestos disponibles para los nacionales. Se puede contra-
argumentar que los inmigrantes no sólo incrementan la oferta de trabajo, sino que tam-
bién suponen un incremento de la demanda de bienes y servicios desde el momento de
su entrada, con lo que se produce un aumento paralelo de la demanda de trabajo del
que se podrían aprovechar los nacionales. Otro posible contra-argumento considera que
los mercados de trabajo para inmigrantes y autóctonos son homogéneos, compitiendo
ambos por puestos de trabajo de la misma naturaleza y en igualdad de condiciones,
afirmación que no se sustenta en absoluto. La legislación española considera a la pobla-
ción inmigrante como mano de obra complementaria, lo que implica que únicamente
podrá insertarse en aquellos puestos de trabajo de difícil cobertura, o lo que es lo mis-
mo, en aquellos puestos rechazados por los trabajadores nacionales. De hecho, los sec-
tores de ocupación con mayor número de trabajadores inmigrantes suelen ser la agri-
cultura, el servicio doméstico, la hostelería y la construcción, entre otros.

• Tecnología adicional, mejoras de la productividad e incrementos del stock de capital


humano.

Muchos autores destacan los efectos beneficiosos a largo plazo que tienen las migracio-
nes sobre la productividad y el capital humano. Los inmigrantes, acostumbrados a otra
cultura y otros modos de producir, pueden aplicar éstos para introducir cambios que
hagan más eficiente la labor que realizan; son estos efectos a largo plazo que relativizan
las posibles pérdidas de eficiencia que aparecen a corto plazo durante el proceso de
aprendizaje y familiarización del inmigrante con los nuevos modos de trabajo de la so-
ciedad de acogida.

• Los efectos sobre la estructura de edad de la población.

Generalmente, las sociedades de acogida suelen ser sociedades envejecidas para las
que la emigración implica juventud y fertilidad y, consecuentemente, una tendencia al
rejuvenecimiento de la población, con las consiguientes repercusiones positivas en el
sistema de pensiones y fiscal de la sociedad receptora.

19
3.4.2. EFECTOS SOBRE EL PAÍS DE ORIGEN

• Remesas y balanzas de pago.

Las divisas son los ahorros de las personas inmigrantes que repercuten, de un modo u
otro, en sus países de origen y que contribuyen a paliar las dificultades de sus balanzas
de pagos. Hay, sin embargo, autores que sostienen que las remesas generan procesos
inflacionistas, ya que suelen utilizarse en gastos consuntivos o debilitadores más que
productivos, generando un círculo vicioso que desemboca nuevamente en la aparición
del déficit económico.

• Efectos sobre el empleo.

Puede hablarse de efectos primarios y secundarios sobre el empleo. Los primeros re-
caen sobre los propios emigrantes al encontrar un trabajo en el extranjero. Los efectos
secundarios se derivan de los incrementos en los niveles de renta y demanda nacionales
debidos a las remesas de los que encuentran trabajo en el extranjero. También es pre-
visible un aumento del nivel de salarios. Uno de los efectos claramente negativos es la
pérdida de capital humano conocida como la fuga de cerebros. Parece demostrado que
las personas que emigran son, generalmente, las más preparadas y las que cuentan con
mayores recursos formativos.

• Los regresos en masa.

El retorno masivo de inmigrantes a sus países de origen puede tener repercusiones des-
astrosas a nivel macroeconómico: aumento del desempleo, aparición de bolsas de po-
breza y problemas de vivienda, subidas vertiginosas de la inflación por el incremento de
la demanda interna debido al incremento de población, etc.

20
Los principales EFECTOS DE LA INMIGRACIÓN EN EL PAÍS DE ACOGIDA son:

• el impacto sobre los ingresos y los gastos públicos (aumenta el volumen de ingresos re-
lativo que generan los inmigrantes en forma de impuestos);

• los propietarios se ven beneficiados por la entrada de inmigrantes ya que el capital usa-
do con fines meramente productivos se vuelve relativamente más escaso que el trabajo
y su capital tiene mayor rendimiento;

• se incrementa la oferta de trabajo y la demanda de bienes y servicios, aumentando la


demanda de trabajo de la que se podrían aprovechar los nacionales;

• efecTos beneficiosos a largo plazo de las migraciones sobre la productividad y el capital


humano;

• tendencia al rejuvenecimiento de la población de acogida, repercusiones positivas en el


sistema de pensiones y fiscal de la sociedad receptora.

Algunos de los EFECTOS DE LA INMIGRACIÓN SOBRE EL PAÍS DE ORIGEN son :

• los ahorros de las personas inmigrantes contribuyen a paliar las dificultades en sus ba-
lanzas de pagos;

• efectos sobre el empleo, tanto en el incremento de los niveles de renta y demanda na-
cionales debido a las remesas de los que encuentran trabajo en el extranjero y un au-
mento del nivel de los salarios;

• como efectos negativos, la fuga de cerebros y el retorno masivo de inmigrantes a los


países de origen que puede generar desestabilidades macroeconómicas.

21
RECUERDA
El fenómeno migratorio está asociado al comportamiento del hombre desde los orígenes
de la humanidad.

Existen tres modelos teóricos para explicar las migraciones:

1. el modelo neoclásico: teoría de la modernización (1950-1960). Defiende que las mi-


graciones son el resultado de la desigual distribución espacial del capital y el traba-
j o .

2. la teoría de la dependencia (1960-1970). Toma como eje de análisis el conflicto, no


el equilibrio. El desarrollo de los países industrializados origina y perpetúa el sub-
desarrollo de los países periféricos dedicados a la agricultura.

3. la teoría de la articulación (1970-1980). Las migraciones son procesos complejos en


los que hay que tener en cuenta las realidades familiares, comerciales, políticas e
identitarias, cuya dinámica y naturaleza van más allá de los Estados-nación.

EL MARCO TEÓRICO NO ECONÓMICO explica la migración a través del comportamiento


de los individuos y a través de la dinámica de las sociedades.

Comprende dos enfoques:

a. el enfoque de Análisis de los procesos Histórico-Culturales (estudia las transforma-


ciones históricas de los sistemas culturales). Parte de la idea de que lo que otorga
condición humana al hombre y a la mujer, es precisamente la concepción general
que tienen acerca del mundo. Inmigrantes y autóctonos tienen diferentes concepcio-
nes del mundo. Defiende la asimilación del inmigrante en la sociedad receptora co-
mo el proceso que hará posible la convivencia pacífica.

b. La teoría Sociológica analiza las condiciones sociales en las que se produce la inmi-
gración tanto en el país de origen como en el país receptor. Los modos de incursión
que el país de destino de los inmigrantes ha tenido en su país de origen, son muy
importantes, así como las redes sociales de los inmigrantes.

Para aproximarnos con un mínimo de rigurosidad al estudio y a la comprensión de las mi-


graciones, hemos de tener en cuenta una amplia gama de factores que afectan tanto al
país de acogida como al país de origen.

Para valorar los EFECTOS ECONÓMICOS DE LA MIGRACIÓN, vamos a considerar a tres


agentes: el país de origen, el país de acogida y la persona inmigrante.

22
4. APROXIMACIÓN HISTÓRICA A LOS MOVIMIENTOS MI-
GRATORIOS

4.1. LAS MIGRACIONES EN LA ANTIGÜEDAD: LOS GRANDES IMPE-


RIOS.

Antes de la industrialización, los desplazamientos forzados fueron los predominantes, gene-


ralmente, como resultado de condiciones ambientales adversas o por causa de invasiones,
conquistas, colonizaciones y expulsiones colectivas. Tras estos desplazamientos encontramos
a los grandes imperios expansionistas de la Antigüedad: Asiria, Persia, Egipto, Grecia clásica
y, sobre todo, el Imperio Romano.
También tuvieron grandes efectos en el desplazamiento de las poblaciones las conquistas reli-
giosas. Las más importantes fueron dos: la expansión del Islam entre los siglos VII y X
(desplazamientos poblacionales desde África a Europa); y las cruzadas cristianas entre los
siglo XI y XIV (desplazamientos desde Europa a Oriente: Bizancio, Siria, Palestina)

4.2. MIGRACIONES PREMODERNAS (DESDE EL SIGLO XVI HASTA ME-


DIADOS DEL XIX): ESCLAVISMO Y COLONIALISMO.

La “era de los descubrimientos” va a abrir un período histórico expansionista en lo político, lo


militar y lo mercantil. Esta expansión va a estar protagonizada por las grandes potencias eu-
ropeas del momento (España, Francia, Reino Unido, Países Bajos), hacia los nuevos territorios
de América, Asia y África. Es el momento de las grandes colonizaciones, las cuales han estado
indisolublemente unidas a desplazamientos masivos de personas.
Podemos distinguir tres grandes modalidades:

a. Los desplazamientos europeos hacia el resto de los continentes

Son las migraciones de soldados, comerciantes, marinos, clérigos, administradores polí-


ticos y mano de obra en general, desde los países colonizadores (Reino Unido, España,
Portugal, Francia, Holanda,...), hacia las colinas de América, Oceanía y África. Cada me-
trópoli imperial desarrolló modalidades específicas de gestión política, cultural, económi-
ca y demográfica en el territorio colonial; pero, en general, estos desplazamientos supu-
sieron grandes cambios económicos y culturales en las sociedades de destino, y estable-
cieron rutas y redes sociales que sirvieron de base a nuevas corrientes migratorias a
partir de la era industrial y del proceso de descolonización.

b. El tráfico de esclavos desde África hacia las nuevas colonias

El objetivo de estos desplazamiento era el de asegurar mano de obra para la minería y


las grandes plantaciones agrícolas. Fue un factor determinante en el fortalecimiento del
poder económico y político de las grandes potencias. El lucrativo negocio de la “trata de
negros” se estableció como parte del intercambio mercantil internacional. Hasta la
prohibición formal del tráfico, alrededor de 1850, fueron transportados entre 10 y 15
millones de esclavos.

23
c. Los trabajadores “aprendices” bajo contratos de servidumbre (sistema de coolies o inde-
tured workers)

Es una nueva modalidad de “esclavitud” que surge tras la prohibición de la esclavitud


como tal, y que intenta dar salida a las necesidades de mano de obra que demandaba la
expansión capitalista de América. Se contrataba masivamente a personas (o se reclu-
taba, en muchos casos, por la fuerza o el engaño) y se les imponían condiciones labora-
les muy severas de explotación. Fue un esclavismo encubierto.
Los datos sobre estas importantes migraciones laborales oscilan; algunos autores sos-
tienen que entre 1834 y 1941 se desplazaron entre 12 y 37 millones de personas, mien-
tras que otros afirman que los británicos desplazaron, sólo ellos, a más de 30 millones
de hindúes.
Estos flujos migratorios dieron lugar al progresivo establecimiento de comunidades asiá-
ticas a partir de los indentured liberados de sus compromisos iniciales y sirvieron, pos-
teriormente, de puente a nuevos flujos migratorios.

PRINCIPALES CORRIENTES MIGRATORIAS


Nomadismo, desplazamientos transoceánicos de la
Ecológicas
prehistoria
Expansión de imperios y gran-
Grecia, Roma, Egipto, Persia,....
des civilizaciones
Islam (s. VII-X)
Expansiones religiosas
Cruzadas (s. XI-XIV)
Egipto à israelitas (Antigüedad)
Expansiones y huidas España à moriscos y judíos (s. XV-XVII)
Religiosas Francia à hogonotes (s. XVII)
Inglaterra à puritanos (s. XVII)
Europa à América y Oceanía (s. XVI-XIX)
Colonizaciones
Europa à África, Asia y Sudamérica (s. XVII-XX)
Tráfico de esclavos África à América (s.XVII-XIX)
Tráfico de trabajadores Asia à colonias europeas (s. XIX-XX)

4.2. MIGRACIONES MODERNAS (DE 1850 A 1945): SURGIMIENTO DE


UN MERCADO INTERNACIONAL DE MANO DE OBRA Y LA APARICIÓN
DEL DRAMA DE LAS PERSONAS “DESPLAZADAS”

En este período se produce la industrialización y la consolidación del desarrollo de una parte


del planeta.
Podemos hablar de dos períodos diferenciados:

a. La industrialización del mundo occidental (1850-1920)

Las nuevas migraciones internacionales de trabajadores constituyeron un elemento cla-


ve en la constitución del mercado capitalista mundial.

24
En este período se produce una diversificación de las tipologías de los flujos migratorios.
Las corrientes migratorias fundamentales en este período son:
• desde Europa hacia las colonias del Nuevo Mundo (espontáneas).
• desde las colonias europeas asiáticas hacia otras colonias europeas
(trabajadores forzados).
• desde la Europa menos desarrollada hacia la Europa en proceso de industriali-
zación (migraciones dirigidas).

Las regiones receptoras más importante serán, en este período de incipiente industriali-
zación, Estados Unidos y la Europa más desarrollada.
Estados Unidos recibe entre 1800 y 1930 una inmigración europea de más de 40 millo-
nes de personas que, básicamente, querían evitar su proletarización: no querían con-
vertirse en trabajadores industriales.
En Europa son receptores de inmigración, sobre todo, Gran Bretaña, Alemania y Fran-
cia. La cuna de la revolución industrial, Gran Bretaña, recibe, masivamente a irlandeses
y a judíos rusos refugiados; es una inmigración que se caracterizó por asimilarse fácil-
mente y tomar carácter definitivo. Alemania (Prusia), optó por sistemas de reclutamien-
to forzado de carácter transitorio; recibió, sobre todo, a polacos y ucranianos, a los que
se les obligaba a volver a sus países de destino. En Francia, el flujo migratorio tuvo un
carácter eminentemente espontáneo; tenía un déficit demográfico porque las familias
francesas habían optado por el control de la natalidad para evitar caer en la proletariza-
ción y, ante las demandas de la nueva industrial, surgió la necesidad de una mano de
obra dispuesta a cubrir los trabajos que los franceses se resistían a asumir.

El período de la industrialización finalizará con un receso de las migraciones durante los


años 1914 y 1945 marcados por las dos grandes guerras europeas.

b. La consolidación del mundo occidental tras la Segunda Guerra Mundial (1945-1973)

Tras la Segunda Guerra Mundial se inicia un nuevo período histórico caracterizado por la
hegemonía de los Estados Unidos en el mundo occidental, la aparición del “bloque socia-
lista” bajo la influencia de la URSS y la aceleración de los procesos de descolonización y
de liberación nacional en los países del “tercer mundo”.

En este período:
• desparecen los movimientos de trabajadores/as asiáticos/as reclutados forzosamen-
te hacia las colonias europeas del Nuevo Mundo;
• desciende la inmigración a Estados Unidos;
• aparecen redes intracontinentales en Sudamérica, África y Oriente Medio, con la con-
siguiente incorporación de nuevos países de emisión y de recepción de migración;
• se intensifica la emigración europea periférica y la de las antiguas colonias;
• toman un nuevo rumbo las migraciones intercontinentales entre Sudamérica y Euro-
pa.

Hay, básicamente, tres corrientes migratorias determinantes:


1. La de trabajadores/as de la Europa menos desarrollada hacia la Europa más rica.
2. La de trabajadores/as de las ex colonias hacia las ex metrópolis.
3. Las migraciones permanentes hacia Norteamérica y Australia (primero desde Eu-
ropa –tras la Segunda Guerra Mundial-, y luego desde Asia y Sudamérica).

Lo más novedoso de este período es la incorporación de países del Tercer Mundo a las redes
migratorias internacionales, como emisores y como receptores (el caso de migraciones de ca-
rácter intracontinental hacia Argentina, Sudáfrica, Nigeria o Mauritaria).

25
El tránsito de trabajadores/as hacia Europa se intensifica enormemente. En un primer mo-
mento captados/as por los propios países europeos como mano de obra transitoria, las per-
sonas acabaron por asentarse definitivamente conformando importantes minorías étnicas en
Holanda (indonesios y caribeños), Gran Bretaña (irlandeses, pakistaníes, hindúes, etc.), Ale-
mania (turcos, españoles, italianos) o Francia (portugueses, marroquíes, argelinos, etc.).
Eran los antiguos “trabajadores invitados” de la Europa meridional y las provenientes de los
antiguos imperios coloniales.

Es importante señalar que, aunque los flujos migratorios predominantes son de naturaleza
laboral, en este período surge un nuevo tipo de que irá cobrando protagonismo y entidad de
manera inusitada hasta nuestros días; nos referimos a los movimientos de refugiados y des-
plazados. Los movimientos migratorios de refugiados y desplazados tienen su origen en las
primeras décadas de siglo XX a raíz del fraccionamiento de los imperios y los Estados, del na-
cionalismo violento y de los regímenes nazi y fascistas europeos. Sólo la Segunda Guerra
Mundial produjo el desplazamiento de 40 millones de personas. Son de destacar también los/
as refugiados/as que produjeron entre las décadas de los cuarenta y los cincuentas, las esci-
siones de Estados como India, Corea o Vietnam; así como el drama palestino tras la guerra
árabo-israelí, siendo ya la cuarta generación la que vive instalada en capos de refugiados. En-
tre los sesenta y los setenta, son relevantes los desplazamientos provocados por la descoloni-
zación de numerosos países africanos (Argelia, Angola, Ruanda, Zaire); o por los efectos de la
“guerra fría” en países como Afganistán, Camboya, Angola o Mozambique.

4.3. MIGRACIONES CONTEMPORÁNEAS (DESDE 1973): LOS EFECTOS


DE LA GLOBALIZACIÓN.

A principio de la década de los setenta se produjo una gran crisis económica que anunciaba la
necesidad de reformular el modelo económico que había garantizado, hasta entonces, el cre-
cimiento de los países capitalistas. Esta crisis dio lugar a las políticas de ajuste estructural
que, en su traducción a escala nacional, pondría las bases del actual modelo de globalización.
Esta refundación del sistema capitalista de producción ha tenido grandes efectos en todos los
ámbitos de la vida del planeta, también en el modo de funcionamiento de los movimientos
migratorios.
Los flujos migratorios han cobrado un gran protagonismo y se han incrementado considera-
blemente, ampliándose las redes migratorias, diversificándose las tipologías, los modos de
migrar, etc. La característica o seña de identidad de las actuales migraciones internacional es
su carácter global. Cabe destacar que tampoco antes, como hasta ahora, se había percibido la
migración internacional como un problema que afectase a la seguridad nacional.
Básicamente, podemos destacar tres dimensiones:

• El incremento del volumen de migrantes: no podemos hablar sólo de emigración a los


países ricos, sino de flujos entre las zonas menos desarrolladas.

• La ampliación de las redes migratorias: se han intensificado las redes que ya existían y
han aparecido consolidándose múltiples redes intrarregionales.

• La diversificación de los tipos migratorios: al predominante carácter económico de las


migraciones hay que añadir otras motivaciones como la búsqueda de mejores condicio-
nes de vida, de mejores salarios, de mejor promoción personal; así como el problema
de los/as refugiados/as y desplazados/as.

26
Principales tendencias migratorias:

1. Disminución de las migraciones laborales a Europa occidental e incremento de la re-


agrupación familiar de trabajadores extranjeros y coloniales. Formación de minorías ét-
nicas.

A partir de la crisis de 1973 comienzan las políticas restrictivas hacia la inmigración en


países como Francia, Alemania, etc.. Se acaban los reclutamientos de “trabajadores in-
vitados” y se fomenta el retorno de los extranjeros a sus países de origen. Estas medi-
das provocan un cambio en los flujos: éstos pasan a ser flujos de reagrupación familiar.
Este hecho puso de manifiesto claramente que la inmigración no era un fenómeno co-
yuntural. Los trabajadores inmigrantes se habían establecido en los países de recepción
y querían traer con ellos a sus familias. Así se fueron creando importantes minorías ét-
nicas en los países de destino. Todo esto a pesar del “cierre de fronteras”.

2. Conversión de los países del sur de Europa en receptores de inmigración.

Países que habían sido emisores de migración como España, Portugal, Italia y Grecia,
pasan paulatinamente a ser países de recepción a partir de la década de los ochenta.
Este cambio se debe, sobre todo, a dos factores: a las restricciones que ya existen en
países como Francia, Alemania, Bélgica y Holanda; y al proceso de modernización y cre-
cimiento económico que empieza a darse en estos países europeos meridionales.

3. Continuación de los flujos hacia Norteamérica y Australia modificándose las áreas de


origen y las formas de migración.

Las entradas de inmigrantes europeos en Estados Unidos fueron cesando y creciendo las
de sudamericanos y asiáticos, destacando el flujo de trabajadores irregulares a través
de la frontera mexicana.
En Australia, se acaban las restricciones de entrada para los no-blancos y empiezan a
entrar refugiados/as libaneses y vietnamitas, trabajadores del sudeste asiático y del
subcontinente indio.
En Canadá también va cesando la inmigración europea y creciendo, sobre todo, la asiá-
tica y, en menor medida, la latinoamericana y la africana.

4. Nuevos movimientos (internos y transnacionales) en el sudeste asiático.

El sudeste asiático es una de las regiones del planeta que ha experimento mayor creci-
miento económico en las últimas décadas. Este hecho la propiciado los flujos migrato-
rios hasta las crisis de finales de los noventa.
Japón ha intentado controlar los flujos de inmigración por su alta densidad de población,
aunque tienen una presencia importante, colectivos como el coreano, el chino o el filipi-
no.
Hay mucha inmigración hacia Singapur desde Malasia, Tailandia y Filipinas. La política
consiste en favorecer la inmigración cualificada que viene de Hong-Kong e intentar que
el resto de inmigración no se establezca.

5. Migraciones de trabajadores de países no desarrollados hacia los países del Golfo expor-
tadores de petróleo.

La evolución de los precios del petróleo en los setenta produjo un gran crecimiento en
las economías de los países productores. La inmigración hacia los países del Golfo es
muy significativa y está protagonizada por egipcios, yemeníes, palestinos, jordanos, li

27
baneses y sudaneses. Se ha potenciado la inmigración de asiáticos, sobre todo mujeres
filipinas y de Sri Lanka para el servicio doméstico. A pesar de las restricciones que se
dieron a finales de los ochenta, la mano de obra extranjera en un componente estructu-
ral insustituible en estos países del Golfo.

6. Desarrollo y diversificación de otros flujos laborales Sur-Sur.

Aunque los grandes polos de recepción son el sudeste asiático y los países del Golfo,
también han surgido nuevos países receptores en África subsahariana (Costa de Marfil,
Suráfrica, Ghana, Togo y Senegal) y Latinoamérica (Argentina, Venezuela, República
Dominicana y México), con flujos migratorios intrarregionales.

7. Movimientos masivos de refugiados/as y solicitantes de asilo en direcciones Sur-Norte y


Este-Oeste.

El drama de los/as refugiados/as no ha hecho sino incrementarse, permaneciendo la


inmensa mayoría en los países del Sur. La procedencia son los conflictos armados y los
regímenes dictatoriales; desde la guerra Vietnam, los conflictos del Líbano, las dictadu-
ras del Cono Sur latinoamericano, la guerra de Irán, la de Afganistán, las crisis de
Uganda, Zaire, Namibia, las guerras de la ex Yugoslavia, de Burundi o de Ruanda.

8. Incorporación de los países de Europa del Este a los flujos migratorios tras la caída del
muro de Berlín.

La inmigración de países del Este hacia Europa y Estados Unidos no ha sido tan numero-
sa como se preveía, seguramente por falta de redes de apoyo y por las medidas restric-
tivas; sin embargo, es una inmigración muy importante que no sólo afecta a los países
de destino, sino a los países limítrofes antes las dificultades de accedes a los primeros.
Es, por poner un ejemplo, el caso de Alemania, que ha generado una inmigración irre-
gular importante en Polonia, República Checa y Eslovaquia. Destacan como emisores,
Ucrania, Bielorrusia, Rumania y Bulgaria.

9. Incremento de los flujos de personal altamente cualificado, temporales y permanentes.

Hay que señalar también como característico de este momento histórico, la inmigración
de profesionales altamente cualificados (ejecutivos/as) de empresas transnacionales,
como efectos de los negocios de la empresa global. Quizás esta migración tiene en el
tiempo poca duración pero un gran impacto cultural. Son emisores, en este caso, Esta-
dos Unidos, Japón y la Unión Europea, y los receptores los países del Sur. Es también
importante la captación de trabajadores cualificados (“fuga de cerebros”) del Sur hacia
el Norte (Australia, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos) y hacia el Sur (Singapur,
Taiwán y Corea del Sur). Por último, cabe destacar a los/as cooperantes y a aquellas
personas que desempeñan trabajos en organizaciones humanitarias, así como las mi-
graciones de personal altamente cualificado.

10. Desarrollo de políticas migratorias restrictivas.

Se han ido desarrollando desde 1973 teniendo como objetivo controlar los flujos migra-
torios, seleccionarlos, impedir el crecimiento de las minorías étnicas dentro de los países
de recepción, poner freno a la reagrupación familiar. Sus más notables efectos se han
producido en la generación de la llamada “inmigración clandestina” o irregular; son me-
didas que no han conseguido los resultados que perseguían y que han provocado situa-
ciones graves de precariedad y exclusión para las personas extranjeras.

28
RECUERDA
Para comprender el presente de los movimientos migratorios es necesario conocer el pasado
de los mismos.

Dividimos las migraciones en la historia en los siguientes períodos:


• las Migraciones en la Antigüedad: los grandes Imperios.
• Las Migraciones Premodernas (desde el siglo XVI hasta mediados del XIX): esclavismo y
colonialismo.
• Migraciones Modernas (desde 1850 hasta 1945): surge el mercado internacional de mano
de obra y aparece el drama de las personas “desplazadas”.
• Migraciones Contemporáneas (desde 1973 hasta la actualidad): la globalización.

Las principales corrientes migratorias son:


• Las ecológicas (nomadismo y desplazamientos transoceánicos de la prehistoria).
• La expansión de imperios y grandes civilizaciones.
• Las expansiones religiosas (Islam (s. VII-X) y Cruzadas (s. XI-XIV).
• Las expansiones y huidas religiosas:
◊ Egipto à israelitas (Antigüedad);
◊ España à moriscos y judíos (s. XV-XVII);
◊ Francia à hogonotes (s. XVII);
◊ Inglaterra à puritanos (s. XVII);
◊ Europa à América y Oceanía (s. XVI-XIX);
◊ Europa à África, Asia y Sudamérica (s. XVII-XX).
• Tráfico de esclavos: África à América (s.XVII-XIX);
• Tráfico de trabajadores: Asia à colonias europeas (s. XIX-XX).

LAS MIGRACIONES EN LA ANTIGÜEDAD estuvieron protagonizadas por grandes imperios


expansionistas: Asiria, Persia, Egipto, Grecia clásica y, sobre todo, el Imperio Romano.

Las más importantes conquistas religiosas fueron: la expansión del Islam entre los siglos VII
y X (desplazamientos poblacionales desde África a Europa); y las cruzadas cristianas entre
los siglo XI y XIV (desplazamientos desde Europa a Oriente: Bizancio, Siria, Palestina)

LAS MIGRACIONES PREMODERNAS (desde el siglo XVI hasta mediados del XIX): esclavismo
y colonialismo. Se producen grandes colonizaciones protagonizadas por las grandes poten-
cias europeas del momento: España, Francia, Reino Unido y Países Bajos, hacia territorios
de América, Asia y Asia.

En LAS MIGRACIONES MODERNAS distinguimos dos períodos:


a. La industrialización del mundo occidental (1850-1920). Se trata de nuevas migracio-
nes internacionales claves en la constitución del mercado capitalista mundial.

b. La consolidación del mundo occidental tras la Segunda Guerra Mundial (1945-1973):


◊ Hegemonia de los EEUU.
◊ Aparición del bloque socialista y aceleración de los procesos de descolonización y
de liberación nacional en los países del tercer mundo.
◊ Se incorporan paises del Tercer Mundo a las redes migratorias internacionales,
como países emisores y receptores.
Predominan los flujos migratorios de naturaleza laboral aunque surgen otros nuevos como
los movimientos de refugiados y desplazados.

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LAS MIGRACIONES CONTEMPORÁNEAS. Gran crisis económica en la decada
de los setenta, que da lugar a políticas de ajuste estructural que sienta las
bases del actual modelo de globalización. Las actuales migraciones son glo-
bales. Se incrementa el volúmen de migrantes; se amplían las redes migra-
torias; se diversifican los tipos migratorios, existiendo múltiples motivacio-
nes para emigrar.

Las principales tendencias son:

1. Disminuyen las migraciones laborales a Europa occidental y se incre-


menta la reagrupación familiar de trabajadores extranjeros y coloniales. Se
forman minorías étnicas.

2. Los países del sur de Europa se convierten en receptores de inmigra-


ción.

3. Continúan los flujos hacia Norteamérica y Australia modificándose las


áreas de origen y las formas de migración.

4. Surgen nuevos movimientos (internos y transnacionales) en el sudeste


asiático.

5. Se producen migraciones de trabajadores de países no desarrollados


hacia los países del Golfo exportadores de petróleo.

6. Se desarrollan y diversifican otros flujos laborales Sur-Sur.

7. Se producen movimientos masivos de refugiados/as y solicitantes de


asilo en direcciones Sur-Norte y Este-Oeste.

8. Se incorporan los países de Europa del Este a los flujos migratorios tras
la caída del muro de Berlín.

9. Se incrementan los flujos de personal altamente cualificado, temporales


y permanentes.

10. Se desarrollan políticas migratorias restrictivas.

30
5. SÍNTESIS

INTRODUCCIÓN

Las sociedades actuales son sociedades complejas y sus fenómenos sociales son conse-
cuencia de múltiples factores.

Las migraciones son un fenómeno global y estructural complejo, no simplista.

La mirada que l@s autócton@s tenemos sobre la inmigración y las personas inmigrantes
incide en los procesos de convivencia multicultural.

Las migraciones humanas se han dado siempre a lo largo de la historia de la humanidad,


no es un fenómeno actual. España fue también país emisor de migrantes.

La migración internacional es una consecuencia de la expansión del modo de producción


capitalista y de la mundialización o globalización.

¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS?

Las migraciones son los desplazamientos que implican, de una parte, un cambio de entor-
no político-administrativo, social y/o cultural relativamente permanente en el tiempo y, de
otra parte, la interrupción de actividades vitales en un determinado lugar geográfico y su
reorganización vital en otro.

El proceso migratorio comprende tres etapas: la emigración, la inmigración y el retorno.

Para clasificar las migraciones podemos tener en cuenta tres criterios básicos: el tiempo de
duración, el lugar al que las personas se dirigen y las causas que han originado las migra-
ciones.

Dependiendo del lugar al que las personas se dirigen, las migraciones pueden ser interna-
cionales o interiores.

Las migraciones internacionales, dependiendo del tiempo de duración, pueden ser definiti-
vas o temporales y, según el motivo que las ha generado, pueden ser forzosas o libres.

Las migraciones interiores pueden ser estacionales o definitivas, afectar a zonas agrarias
de países subdesarrollados o, como segunda posibilidad, tener lugar en contextos urbanos.

En los países desarrollados las migraciones interiores tipo “ciudad-ciudad”, son las más
significativas, mientras que en los países subdesarrollados las más importantes son las mi-
graciones tipo “campo-ciudad”.

Las oscilaciones son movimientos migratorios que se caracterizan por tener un ritmo repe-
titivo, ser de una corta duración y no provocar desarraigo profundo en la población a la
que afectan. Se consideran migraciones de trabajo. Pueden ser de larga duración, estacio-
nales o de desplazamientos diarios.

El modelo evolutivo de Zelinsky nos permite reconocer los movimientos migratorios de un


país, relacionándolos con el grado de desarrollo de éste y con su evolución demográfica.

31
APROXIMACIONES TEÓRICAS A LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

El fenómeno migratorio está asociado al comportamiento del hombre desde los orígenes de
la humanidad.

Existen tres modelos teóricos para explicar las migraciones:


1. el modelo neoclásico: teoría de la modernización (1950-1960). Defiende que las mi-
graciones son el resultado de la desigual distribución espacial del capital y el trabajo.

2. la teoría de la dependencia (1960-1970). Toma como eje de análisis el conflicto, no


el equilibrio. El desarrollo de los países industrializados origina y perpetúa el subdes-
arrollo de los países periféricos dedicados a la agricultura.

3. la teoría de la articulación (1970-1980). Las migraciones son procesos complejos en


los que hay que tener en cuenta las realidades familiares, comerciales, políticas e
identitarias, cuya dinámica y naturaleza van más allá de los Estados-nación.

EL MODELO NEOCLASICO contiene dos enfoques:

a. Las teorías del crecimiento económico. Los movimientos migratorios no se explican


únicamente por factores económicos sino que intervienen otros muchos de carácter
no económico. Se interesa por cómo afectan los cambios en el crecimiento de la po-
blación al sistema económico.

b. La teoría del comercio internacional. Defiende que la emigración del trabajo puede
servir para eliminar los desequilibrios económicos entre los distintos países.

EL ENFOQUE MACROECONÓMICO de los movimientos migratorios pone el acento en las


características de los flujos de personas.
Cuando un país no es capaz de absorver un determinado volumen de recursos humanos,
porque la población activa es mayor que la demanda de trabajo y los niveles de vida no
son elevados, se produce una presión migratoria que, junto con la propensión a emigrar de
esas personas, convierte a las mismas en flujos migratorios que se dirigen a zonas menos
pobladas y más ricas.

Un país puede tener un potencial migratorio positivo que lo convierta en un país de emi-
gración debido a cambios en las condiciones sociodemográficas y a causas económicas.

Los países receptores, en cambio, tienen un potencial migratorio negativo debido a la dis-
minución de la población nacional en edad de trabajar y a un crecimiento económico al al-
za.

Por tanto, la emigración-inmigración se explica a partir de situaciones de desequilibrio.

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EL MARCO TEÓRICO NO ECONÓMICO explica la migración a través del comportamiento de
los individuos y a través de la dinámica de las sociedades.

Comprende a su vez dos enfoques:

a. el enfoque de Análisis de los procesos Histórico-Culturales (estudia las transformacio-


nes históricas de los sistemas culturales). Parte de la idea de que lo que otorga con-
dición humana al hombre y a la mujer, es precisamente la concepción general que
tienen acerca del mundo. Inmigrantes y autóctonos tienen diferentes concepciones
del mundo. Defiende la asimilación del inmigrante en la sociedad receptora como el
proceso que hará posible la convivencia pacífica.

b. La teoría Sociológica analiza las condiciones sociales en las que se produce la inmi-
gración tanto en el país de origen como en el país receptor. Los modos de incursión
que el país de destino de los inmigrantes ha tenido en su país de origen, son muy
importantes, así como las redes sociales de los inmigrantes.

Para aproximarnos con un mínimo de rigurosidad al estudio y a la comprensión de las mi-


graciones, hemos de tener en cuenta una amplia gama de factores que afectan tanto al
país de acogida como al país de origen.

Para valorar los EFECTOS ECONÓMICOS DE LA MIGRACIÓN, vamos a considerar a tres


agentes: el país de origen, el país de acogida y la persona inmigrante.

Los principales EFECTOS DE LA INMIGRACIÓN EN EL PAÍS DE ACOGIDA son:

• el impacto sobre los ingresos y los gastos públicos (aumenta el volúmen de ingresos re-
lativo que generan los inmigrantes en forma de impuestos);

• los propietarios se ven beneficiados por la entrada de inmigrantes ya que el capital usa-
do con fines meramente productivos se vuelve relativamente más escaso que el trabajo
y su capital tiene mayor rendimiento;

• se incrementa la oferta de trabajo y la demanda de bienes y servicios, aumentando la


demanda de trabajo de la que se podrían aprovechar los nacionales;

• efecTos beneficiosos a largo plazo de las migraciones sobre la productividad y el capital


humano;

• tendencia al rejuvenecimiento de la población de acogida, repercusiones positivas en el


sistema de pensiones y fiscal de la sociedad receptora.

Algunos de los EFECTOS DE LA INMIGRACIÓN SOBRE EL PAÍS DE ORIGEN son :

• los ahorros de las personas inmigrantes contribuyen a paliar las dificultades en sus
balanzas de pagos;

• efectos sobre el empleo, tanto en el incremento de los niveles de renta y demanda


nacionales debido a las remesas de los que encuentran trabajo en el extranjero y un
aumento del nivel de los salarios;

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• como efectos negativos, la fuga de cerebros y el retorno masivo de inmigrantes a los
paises de origen que puede generar desestabilidades macroeconómicas.

APROXIMACIÓN HISTÓRICA A LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

Para comprender el presente de los movimientos migratorios es necesario conocer el pasa-


do de los mismos.

Dividimos las migraciones en la historia en los siguientes períodos:


• las Migraciones en la Antigüedad: los grandes Imperios.
• Las Migraciones Premodernas (desde el siglo XVI hasta mediados del XIX): esclavismo y
colonialismo.
• Migraciones Modernas (desde 1850 hasta 1945): surge el mercado internacional de ma-
no de obra y aparece el drama de las personas “desplazadas”.
• Migraciones Contemporáneas (desde 1973 hasta la actualidad): la globalización.

Las principales corrientes migratorias son:

• Las ecológicas (nomadismo y desplazamientos transoceánicos de la prehistoria).


• La expansión de imperios y grandes civilizaciones.
• Las expansiones religiosas (Islam (s. VII-X) y Cruzadas (s. XI-XIV).
• Las expansiones y huidas religiosas:
◊ Egipto à israelitas (Antigüedad);
◊ España à moriscos y judíos (s. XV-XVII);
◊ Francia à hogonotes (s. XVII);
◊ Inglaterra à puritanos (s. XVII);
◊ Europa à América y Oceanía (s. XVI-XIX);
◊ Europa à África, Asia y Sudamérica (s. XVII-XX).
• Tráfico de esclavos: África à América (s.XVII-XIX);
• Tráfico de trabajadores: Asia à colonias europeas (s. XIX-XX).

LAS MIGRACIONES EN LA ANTIGÜEDAD estuvieron protagonizadas por grandes imperios


expansionistas: Asiria, Persia, Egipto, Grecia clásica y, sobre todo, el Imperio Romano.

Las más importantes conquistas religiosas fueron: la expansión del Islam entre los siglos
VII y X (desplazamientos poblacionales desde África a Europa); y las cruzadas cristianas
entre los siglo XI y XIV (desplazamientos desde Europa a Oriente: Bizancio, Siria, Palesti-
na)

LAS MIGRACIONES PREMODERNAS (desde el siglo XVI hasta mediados del XIX): esclavis-
mo y colonialismo. Se producen grandes colonizaciones protagonizadas por las grandes
potencias europeas del momento: España, Francia, Reino Unido y Países Bajos, hacia terri-
torios de América, Asia y Asia.

En LAS MIGRACIONES MODERNAS distinguimos dos períodos:


c. La industrialización del mundo occidental (1850-1920). Se trata de nuevas migracio-
nes internacionales claves en la constitución del mercado capitalista mundial.

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d. d) La consolidación del mundo occidental tras la Segunda Guerra Mundial (1945-
1973):
◊ Hegemonía de los EEUU.
◊ Aparición del bloque socialista y aceleración de los procesos de descolonización
y de liberación nacional en los países del tercer mundo.
◊ Se incorporan países del Tercer Mundo a las redes migratorias internacionales,
como países emisores y receptores.
◊ Predominan los flujos migratorios de naturaleza laboral aunque surgen otros
nuevos como los movimientos de refugiados y desplazados.

LAS MIGRACIONES CONTEMPORÁNEAS. Gran crisis económica en la década de los setenta,


que da lugar a políticas de ajuste estructural que sienta las bases del actual modelo de glo-
balización. Las actuales migraciones son globales. Se incrementa el volumen de migrantes;
se amplían las redes migratorias; se diversifican los tipos migratorios, existiendo múltiples
motivaciones para emigrar.

Las principales tendencias son:

1. Disminuyen las migraciones laborales a Europa occidental y se incrementa la reagrupa-


ción familiar de trabajadores extranjeros y coloniales. Se forman minorías étnicas.

2. Los países del sur de Europa se convierten en receptores de inmigración.

3. Continúan los flujos hacia Norteamérica y Australia modificándose las áreas de origen y
las formas de migración.

4. Surgen nuevos movimientos (internos y transnacionales) en el sudeste asiático.

5. Se producen migraciones de trabajadores de países no desarrollados hacia los países


del Golfo exportadores de petróleo.

6. Se desarrollan y diversifican otros flujos laborales Sur-Sur.

7. Se producen movimientos masivos de refugiados/as y solicitantes de asilo en direccio-


nes Sur-Norte y Este-Oeste.

8. Se incorporan los países de Europa del Este a los flujos migratorios tras la caída del
muro de Berlín.

9. Se incrementan los flujos de personal altamente cualificado, temporales y permanen-


tes.

10. Se desarrollan políticas migratorias restrictivas.

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6. FUENTES UTILIZADAS

ARANGO, J. (2002): “Globalización e inmigración”, en VV.AA.: El sindicalismo ante una eco-


nomía globalizada. Valencia: Germania, p. 281-294

BADE K. J. (2003): Europa en movimiento : las migraciones desde finales del siglo XVIII has-
ta nuestros días. Barcelona : Crítica.

BLANCO, C. (2000): Las migraciones contemporáneas. Madrid: Alianza.

BRUNI, M. Y VENTURINI, A. (1995): “Presión migratoria y propensión a emigrar en la cuenca


mediterránea”, Revista Internacional del Trabajo, 114, 3, 427-453

CASTLES, S. (2000): “La migración internacional a comienzos del siglo XXI: tendencias y pro-
blemas mundiales”, Internacional Social Science Journal, 65.

COLECTIVO IOÉ (1999): Inmigrantes, trabajadores, ciudadanos: una visión de las migracio-
nes desde España. Valencia: Universidad de Valencia / Patronat Sud-Nord

FERNÁNDEZ DÉBORA, C. (1991): La población mundial. Madrid: Ediciones Granada (44-46)

FERNÁNDEZ-RUFETE J. Y GARCÍA JIMÉNEZ M. (eds.) (2005):Movimientos migratorios con-


temporáneos. Murcia.

LORCA, A.; ALONSO, M. y LOZANO, J. A. (1997): Inmigración en las fronteras de la Unión


Europea. Madrid: Encuentro.

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