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Puntos de vista sobre

la Fraternidad Blanca Universal

Svezda “… (en la fraternidad blanca universal), la fraternidad se realiza


Vida y enseñanza en entre las distintas nacionalidades, las culturas, las religiones, los
Francia del Maestro rangos sociales y ello sin ningún esfuerzo, sin que ni siquiera se
Omraam Mikhaël planteen cuestiones de diferenciaciones. Todos son considerados y
Aïvanhov se consideran como seres humanos, sin más, y reconocen así
Editorial Prosveta espontáneamente que son hermanos y hermanas, salidos de un
mismo planeta, que comparten la misma suerte frente a la vida y a
la muerte. Todas las diversidades se funden en una unidad
constructiva, como las voces se unen en una coral para realizar una
única ejecución.”

Agnès Lejbowicz “La fraternidad no es un eslogan ideológico de proclama política o


Omraam Mikhaël religiosa, una palabra hueca destinada a adular a algunos para
Aïvanhov, el Maestro luego abusar mejor de su confianza. Tampoco es un agradable
de la gran ensueño sentimental de gente perezosa que, huyendo de todos los
Fraternidad Blanca problemas, se imaginan que deben ser mimados, halagados por
Universal muchos amigos a su servicio. La fraternidad sólo existe en la
Editorial Prosveta práctica de la vida fraternal: empieza cuando hay hombres que, sin
verse forzados a reunirse, como en el trabajo social, para responder
a las necesidades económicas de una sociedad, se reúnen para
rezar juntos, meditar juntos, cantar juntos y comer juntos. Esta
vida colectiva con un fin desinteresado les obliga a hacer esfuerzos,
a desarrollar su fuerza de carácter, pero sobre todo a ensanchar su
consciencia hasta el punto de sentir que lo que le ocurre a uno, lo
sufre el conjunto, y si hieren a alguien, se hacen daño a sí mismos.

“La fraternidad no destruye las familias, ni las Iglesias, ni los


partidos políticos, ni los países, las naciones o las razas. Son las
familias las que se destruyen unas a otras, las Iglesias, los partidos
políticos, los países y las razas los que intentan siempre prevalecer
unos sobre otros hasta la exterminación. La fraternidad tiene por
objetivo unirlos, conectando a todos a un ideal más elevado. La
fraternidad aporta los métodos para superar el espíritu sectario
extendido por todos sitios. Resultado de una consciencia personal
hipertrofiada, el espíritu sectario deniega la verdad a los demás, les
niega el amor, pone en duda su inteligencia y les priva de libertad;
como patrimonio de un Estado, priva de los bienes de primera
necesidad; como patrimonio de une religión, cree poder confiscar la
Divinidad. Por medio de una violencia más o menos disfrazada, el
espíritu sectario intenta convencer que es el único que
legítimamente posee estos bienes y puede otorgarlos. El espíritu
sectario, intolerante y siempre acusador, calumniador, fragmenta
indefinidamente la comunidad humana, la debilita, la mortifica, la
mata. La fraternidad, por el contrario, hace estallar todas las
divisiones con un movimiento interior de superación de sí hacia lo
universal. El espíritu de la fraternidad instaura por todos sitios lazos
que consolidan la comunidad humana. El espíritu fraternal no limita,
sino que libera y dilata, no acusa, sino que ayuda a transformar el
mal. No divide, sino que une; no daña, sino que cura; no mata, sino
que vivifica.”

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Georg Feuerstein “Cuando Aïvanhov empezó a enseñar en Francia hace más de


El Misterio de la luz medio siglo, llamó a su escuela la Escuela divina y siempre pensó
Editorial Prosveta en ella en estos términos. Consideraba la Escuela divina como parte
de la Fraternidad Blanca Universal, esta comunidad invisible de
seres superiores que quieren la evolución espiritual de la
humanidad. Cuando el número de miembros aumentó
suficientemente para formar una asociación legal, se escogió el
nombre de Fraternidad Blanca Universal.

En Europa occidental, y particularmente en América, este nombre


provocó ocasionalmente consternación y malentendidos, pues la
apelación «blanca» tiene connotaciones raciales en estos países.
Sin embargo, para Aïvanhov y su fraternidad, que por otra parte
cuenta con personas «no blancas», el nombre tiene un sentido
totalmente diferente. Al igual que el color blanco representa la
síntesis de todos los colores, aquí «Blanca» representa el conjunto
de las virtudes que inspira una vida justa, iluminada por el
esplendor de la Realidad transpersonal. Aïvanhov lamentaba que
algunas personas se privasen de las ventajas de su fraternidad
solamente a causa de su nombre.

Siempre insistió en el hecho de que la Fraternidad Blanca Universal


no es un círculo exclusivamente reservado a algunos privilegiados.
Es más bien una comunidad de pensamiento, abierta a todos los
que comparten la misma forma de vivir y que están en armonía
entre ellos porque tienen los mismos ideales espirituales. Y esta
comunidad supera ampliamente en número a los que se consideran
sus únicos discípulos en la Tierra. Según las explicaciones de
Aïvanhov:

« La Fraternidad Blanca Universal es un poder que se extiende por


todo el sistema planetario, y más allá. No hay que juzgar a la
Fraternidad Blanca Universal por lo que es aquí sobre la Tierra, un
puñado de hombres que no siempre son sensatos ni instruidos. La
verdadera Fraternidad Blanca Universal, que está arriba, incluye a
todos los seres más evolucionados; aquí, somos obreros que
intentamos beneficiarnos de la luz y del apoyo de estos seres para
realizar sus proyectos. Pero la Fraternidad Blanca Universal que
está abajo debe convertirse en el reflejo fiel de la que está arriba, y
para ello es necesario que sus miembros sean cada vez más
conscientes del privilegio de pertenecer a esta entidad sublime.»

En otra conferencia, Aïvanhov declara: «El ideal de la Fraternidad


Blanca Universal es enseñar a los humanos a no trabajar más sólo
para ellos mismos, sino para el mundo entero.»

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Agnès Lejbowicz “Justicia, libertad, igualdad, estas tres nociones están fundadas
Omraam Mikhaël necesariamente en la idea de fraternidad para conservar su
Aïvanhov, el Maestro significado ideal. Sin la fraternidad, estas tres nociones se
de la gran destruyen.
Fraternidad Blanca
Universal La justicia, invocada en todas las revoluciones, está basada en la
Editorial Prosveta reciprocidad y en la igualdad de derechos. Pero en la reivindicación
de los derechos nunca obtenidos o siempre inciertos si se
reconocen, la justicia clama venganza y conduce a la lucha. Frente
a la justicia, existe ciertamente la injusticia. Pero de hecho existen
dos injusticias, precisa el Maestro. Una es privativa: frustra ciertos
bienes y prerrogativas a los que tienen derecho a ello. La otra es
sinónimo de amor: da a los que no tienen derecho simplemente
porque lo necesitan. La fraternidad se impone, pues, como la
injusticia por excelencia, en la cual está contenido el criterio de lo
justo: es puro desinterés que distribuye a los que lo necesitan
porque respeta su dignidad. Es la injusticia justa que agrupa y une
a los hombres, mientras que la justicia, a pesar de su espíritu justo,
los divide y los lleva a la masacre por medio de interminables
ajustes de cuentas. La idea de fraternidad es la que ha hecho
avanzar las sociedades a través de los siglos hacia un derecho más
imparcial y menos cruel. La justicia sin la fraternidad es imposible.

La libertad rechaza la igualdad y viceversa: deseando manifestarse


tanto como yo, el otro me estorbará siempre en el ejercicio de mi
libertad. Así, sin el criterio de lo fraternal, la libertad expresará
siempre su grandeza y su decadencia con la libre competencia y la
ley de la jungla, tanto en el ámbito económico como en el sexual,
en el afectivo como en el intelectual.

La igualdad sin la fraternidad conduce al inmovilismo y a la


mediocridad. En una sociedad igualitaria, ¿por qué hacer esfuerzos?
Se os reprochará querer superar a los demás. Mientras que en la
fraternidad se os pide que os superéis a vosotros mismos para
sostener a los demás, iluminarlos y unirlos. En consecuencia la
igualdad sólo se obtiene cuando los hombres se ayudan
mutuamente con un espíritu fraternal, cuando intercambian
libremente sus riquezas materiales y espirituales, haciendo cada
uno que los demás se beneficien de sus propias fuerzas y
cualidades. Sólo la fraternidad transforma las desigualdades,
asegurando vida y dinamismo a la sociedad gracias a los diferentes
intercambios, fundados en el compartir y en la solidaridad.

El criterio de lo justo en la justicia, de lo libre en la libertad, de lo


igual en la igualdad, del cambio radical en la revolución, lo aporta la
idea de fraternidad.

Georg Feuerstein “Aïvanhov, como Deunov, era un portavoz incansable del ideal de
El Misterio de la luz fraternidad entre todos los hombres, sea cual sea su raza, su
Editorial Prosveta nacionalidad, sus creencias, su nivel de educación o su situación en
la vida… Siempre incitó a sus discípulos a cultivar una actitud de
amor fraternal, no sólo unos con otros, sino también en su relación
con el mundo en general. Reconocía que la paz y la armonía
individual y universal sólo pueden manifestarse cuando el amor
funde las barreras que la gente tiende a levantar a su alrededor.
«En la armonía todo alcanza su plenitud»…

Aïvanhov consagraba incansablemente sus energías al bien de su


escuela… Fiel al ideal de equilibrio y de armonía, dedicaba una parte
de su tiempo al trabajo interior, y la otra parte la pasaba en
compañía de sus discípulos y visitantes. Cuando estaba solo,
trabajaba, rezaba, meditaba y se ocupaba de su maravilloso jardín.
Explica por qué actuaba así:

«Si ustedes están siempre solos y no dan nada de ustedes mismos,


se sienten desgraciados, deprimidos, les falta algo. Y si están
siempre con los demás, lo pierden todo, el depósito se vacía, y no
les queda nada ni siquiera para ustedes mismos.»

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