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LOS CITE, UN INSTRUMENTO

FENOMENAL PARA FORMALIZAR


28 MAYO 2018

Escrito por Piero Ghezzi

La alta informalidad es una de las principales debilidades de nuestro país para lograr
el desarrollo. A pesar del alto crecimiento económico, se redujo muy poco en el
último cuarto de siglo. No se rompieron los círculos viciosos de baja productividad,
mala calidad, bajos ingresos e informalidad: productores de artículos de calidad
inadecuada les venden a consumidores de bajos recursos, quienes, a su vez obtienen
sus ingresos trabajando en empresas informales y de baja productividad.
Que la informalidad haya sido una constante no implica su inevitabilidad. Hay
maneras de romper los círculos viciosos. Una de ellas es ayudando a que las Mypes
logren estándares de calidad que les permitan insertarse en cadenas de valor
formales (locales o internacionales). Y los Centros de Innovación Productiva y
Transferencia Tecnológica (Cite) pueden jugar un rol importante en ese objetivo.
Veamos cómo.
Los Cite están adscritos al Instituto Tecnológico de la Producción (ITP), que depende
del Ministerio de la Producción. Un Cite tiene como objetivo solucionar un problema
específico de una empresa, normalmente una Mype, y ayudarle a mejorar sus
capacidades y capital humano. Para ello, articula a una serie de actores.
El caso de las certificaciones Global GAP (Good Agricultural Practices), que velan por
la inocuidad del producto y por la protección del trabajador y del medio ambiente,
es representativo. Las empresas con esta certificación pueden vender su producto a
un precio aproximadamente 15% mayor y, además, exportar. Es muy rentable
tenerla. Sin embargo, muchas empresas Mypes necesitan apoyo para obtenerla. El
Cite invita a empresas acreditadas internacionalmente a que dicten cursos y
otorguen estas certificaciones a los trabajadores de las Mypes. Esto ya es una
realidad. Varios de los Cite agroindustriales ayudan en esta tarea.
A nivel industrial de pequeña escala, los Cite pueden ayudar al desarrollo de nuevos
productos con valor comercial (para un mejor aprovechamiento de la merma, por
ejemplo), así como a la obtención de sus registros sanitarios otorgados por Digesa
(lo que garantiza la inocuidad del producto y es indispensable para vender
formalmente). También, pueden ayudarlas a obtener certificaciones HACCP (Hazaard
Analysis Critical Control Point), que determinan la trazabilidad del producto
(incluyendo insumos), procesos adecuados, equipos calibrados e inocuidad. Los Cite
Agroindustriales Chavimochic y Huallaga, por ejemplo, han ayudado a muchas
Mypes (que no sabrían ni cómo comenzar) a lograr esta certificaciones y registros.
Veamos dos casos de éxito. El primero es el trabajo realizado entre el Cite
Agropecuario CEDEPAS (privado), el Agroindustrial Chavimochic (público) y la
cooperativa CALEB (puedes ver un video ilustrativo de esta cooperativa dando
click aquí). Esta última tenía una merma de aproximadamente 10% en su producción
de banano orgánico, la cual tenía que rematar. El Cite CEDEPAS ayudó a la
cooperativa a lograr sus certificaciones (orgánica y Global GAP) y el Chavimochic
trabajó para desarrollar néctar y harina de banano (y panetón de banano). Ambos
generaron estudios de mercado, plan de marketing, ensayos de laboratorios y
desarrollo del producto.
Otro caso exitoso es APREMAC (puedes ver un video ilustrativo de esta
cooperativa dando click aquí): un grupo de productores de Laredo que decidieron
sembrar maracuyá en lugar de caña de azúcar y que habían conseguido una marca
colectiva. En las plantas del Cite Chavimochic, se ensayaron varios productos y se
encontró que la pulpa de maracuyá es la que generaba mayor rentabilidad. El Cite
los ayudó en los ensayos de inocuidad, en obtener el registro sanitario, en el diseño
de marca, en ponerlos en contacto con proveedores confiables, entre otros. En un
periodo inicial, la pulpa se está produciendo en el Cite. APREMAC ya está vendiendo
formalmente y se encuentra en camino en venderle a una de las más grandes
cadenas de supermercados del país y a exportar. Con el tiempo, tendrán sus propias
instalaciones.
Esto es crucial. Los Cite ayudan a minimizar el primer riesgo para el pequeño
productor. Montar una planta certificada es costoso y complicado. El Cite, al tener
plantas de escala piloto, permite que se puedan validar nuevas tecnologías
rápidamente. Cuando esto ya ocurrió, el pequeño productor puede usar el
equipamiento del Cite para producciones iniciales que le permitan insertarse en el
mercado. Luego, el Cite le ayuda con el diseño de la planta y con las capacidades
operativas ideales de cada equipo para que instale una planta propia.
En el caso del Pisco, el Cite Agroindustrial Ica (ex CITE VID) ha sido útil para formalizar
a pequeños productores. Estos, muchas veces, producen pisco sin denominación de
origen, sin buenas prácticas, de baja calidad y en la informalidad. El laboratorio del
Cite hace las pruebas de las 8 características del pisco, y ayuda a realizar las
correcciones cuando sea necesario. Después de que se mandan muestras a INACAL
para obtener denominación de origen y mejorar la calidad, los pequeños
productores pueden vender pisco formalmente.
Los Cite tienen que acercarse inicialmente al productor, “personalizando” el servicio.
Un pequeño y mediano productor requiere asistencia técnica, capacitaciones y
planes de negocios. Los medianos requieren capacitaciones más avanzadas y el
desarrollo de nuevos productos. Los grandes necesitan, fundamentalmente, trabajo
colaborativo para Investigación y Desarrollo.
Los Cite tienen que generar confianza y proyectar la imagen de un Estado que
acompaña al productor a dar el salto a la formalidad (no uno que solo fiscaliza y
castiga). Sin un acompañamiento continuo y durante todo el proceso, muchas Mypes
se quedarían en la informalidad.
A veces, tenemos frente a nosotros instrumentos cuyo real potencial no llegamos a
entender. Muchas veces, nuestros paradigmas nos impiden entenderlos. Otras veces
simplemente no queremos entenderlos. Los Cite se crearon cercanos a clústeres ya
existentes de Mype, en su mayoría en la informalidad y con bajos estándares de
calidad y productividad. Los Cite son una herramienta diseñada para fortalecer
dichos clústeres y ayudar a sus Mype a transitar hacia la formalidad. Hay todavía muy
pocos Cite operando. Ni siquiera 10 están funcionando plenamente en todo el país.
Se requiere mayor escala y apoyo. Afortunadamente, el ministro Pérez Reyes
entiende que son cruciales para la diversificación productiva. El reto no es menor,
pero tampoco es infranqueable. Es cuestión de perseverar.

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