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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
FICHA TÉCNICA
SECCIÓN I - LLAMADO
1. La iglesia y el campo
2. Disciplina espiritual
SECCIÓN II - CAPACITACIÓN
1. Aprobación y financiación de estudios
2. Capacitación bíblica y misionológica
3. Especialistas de campo
4. Presupuesto y elección de campo y ministerio
SECCIÓN III - ENVÍO
1. Prestaciones
2. Preparativos de ingresos y emergencias
SECCIÓN IV - TRABAJO DE CAMPO
1. Adaptación al campo
2. Comunicación entre líderes de agencias y obreros
3. Relaciones entre obreros
4. Solteros en la misión
5. Género, estado civil y liderazgo
6. Trabajo y descanso
CONCLUSIONES
APÉNDICE - DATOS GENERALES
A-1. País de servicio Nacionalidad
A-2. Tiempo de servicio
A-3. Tipo de trabajo de campo
A-4. Género
A-5. Estado Civil
A-6. Megaesferas
A-7. Grupo Teológico
A-8. Edad
A-9. Nacionalidad
Investigación basada en una encuesta de 110 preguntas, entrevistas y estudios de caso divididos en 4 temas (llamado, capacitación,
envío y trabajo de campo). Universo: Misioneros evangélicos iberoamericanos actuando en todo el mundo. Número de encuestados:
428 (45,6% del total de los invitados) seleccionados de entre cada una de las megaesferas, ministerios, posiciones teológicas y opcio-
nes de envío representativos del movimiento. Fechas: Junio-Agosto 2006. Grado de confiabilidad: 95%. Margen de error: inferior
al 5%. Leyenda: N/S = no lo supo informar.
La tarea de investigación ha sido realizada por un equipo independiente de misioneros de campo compuesto por:
Dr. Levi DeCarvalho, Ninette Jiménez, Carlos González y Samuel Guerrero, originarios de Brasil, El Salvador, España y México
respectivamente.
Puede contactarles en la dirección: investigación@comibam.org y investigación@misiopedia.org
Tiene usted en sus manos una herramienta para ayudar al movimiento misionero iberoamericano en su tarea de reflexionar y discutir
sobre sus propias fortalezas y debilidades. Este documento es parte de un proceso de investigación con vistas a mejorar nuestra ac-
tuación transcultural en la misión cristiana a los no alcanzados. Es también una prueba de la valentía de un movimiento deseoso de
evaluarse a sí mismo y de hacerlo en comunidad, por medio de un diálogo que incluye a todos los participantes de la misión—
iglesias, agencias y juntas misioneras, centros de capacitación, movilizadores, intercesores, sostenedores, misioneros de campo, en-
viadores y enviados.
En esta primera fase de la investigación presentamos un informe sobre los misioneros en el campo como un intento de escuchar las
opiniones, experiencias y sentimientos de aquellos que están ocupados directamente con la comunicación transcultural del Evangelio.
Se ha cuidado de incluir diferentes tipos de ministerios (capacitación, establecimiento de iglesias, traducción bíblica, desarrollo co-
munitario y otros); megaesferas de servicio (continente americano, budistas, Europa, hindúes, musulmanes, tribales y otros), misio-
neros novatos y veteranos; posiciones teológicas (independientes, pentecostales, tradicionales, interdenominacionales y otros), así
como personas enviadas tanto por agencias como por iglesias o denominaciones.
La segunda fase—a realizar durante 2007—intentará analizar las fortalezas y debilidades de las llamadas “estructuras de envío”
(iglesias/ denominaciones, agencias/juntas misioneras y centros de capacitación). Al igual que la primera, es imprescindible el apoyo
de todos los involucrados en ello para que logremos alcanzar una mejor comprensión de quienes somos de este lado de la misión.
Para ello contamos con su colaboración y creemos que usted tiene interés en participar de ese diálogo.
La tercera fase, proyectada para 2008, quiere regresar al campo para analizar el fruto y los modelos de misión que estamos promo-
viendo. Será la fase más compleja de este esfuerzo y para ello contamos igualmente con sus oraciones y aporte.
Lo que usted tiene en sus manos es un primer avance de un reporte más completo que en breve estará disponible a través de las ofici-
nas de COMIBAM Internacional y de sus representantes nacionales y regionales.
La presente encuesta fue organizada en cuatro grandes secciones: llamado, capacitación, envío y trabajo de campo. Incluyó pregun-
tas relativas a opiniones, sentimientos y comportamiento de los encuestados. En cada sección se proveyó espacio para que la persona
pudiera expresarse libremente.
Dadas las limitaciones de tiempo del congreso en que se inserta, el presente reporte se ha limitado a algunos de los asuntos más rele-
vantes al diálogo que caracteriza el congreso, presentados de forma global. Nuestro propósito es ayudar a las mesas de trabajo y los
grupos nacionales presentes que producirán mejoramientos y sugerencias de cambios a las estrategias, programas y formas de actuar
de cada parte.
Entre fortalezas y debilidades detectadas por la presente investigación, el reporte ofrece material suficiente para una buena discusión
en cuanto a mejores estrategias, programas y servicios que podemos brindar a todas las partes involucradas en la misión cristiana
para que cumplamos con más efectividad la tarea que el Señor nos ha confiado.
Por tiempo de servicio, los índices son: 37% (menos de Sólo el 3% de los obreros consideran que sus iglesias de
dos años en el campo); 40% (de 2 a 5 años); 35% (5 a 10 origen son buenos modelos para su trabajo de campo.
años); y 31% (más de 10 años). Para los que reportan Otro 7% cree que algunas cosas de su iglesia se pueden
una disciplina espiritual deficiente, se suma un promedio reproducir en el campo.
de 5% de cada grupo. El 45% prefiere experimentar nuevos modelos de iglesia en
el campo.
Por tipo de trabajo: traducción (64%); desarrollo comu-
nitario (46%); ministerios no especificados (42%); esta-
blecimiento de iglesias (40%); y capacitación de líderes
(36%).
Fuerte desde
un principio
NC 20%
1% Aprendí a
mantenerla
70% Algunos obreros no se sienten muy a gusto cuando regresan a
su iglesia. La mayoría (52%) reporta que se siente bien, pero
está consciente de que ha cambiado profundamente. Eso exige
un esfuerzo de los dos lados para que la comunión sea placen-
No logré
tera y provechosa.
mantenerla
3%
Deficiente,
se preocupa
N/S por eso Problemas
1% 4% al inicio,
estan
superados
10%
Suele
mantenerla Altos y
49% bajos
36%
Sólo 23% reportan que sus agencias les han ofrecido cur-
sos de reciclaje.
El 12% recibió cursos de reciclaje por medio de otras
agencias.
Si sumamos todos los demás, un 65% no han recibido cur-
sos de reciclaje desde que llegaron al campo.
50% N/S
3.2 Prestaciones
Si a los que no poseen plan de jubilación se agrega los Plan de Jubilación Tiene buen
plan
que esperan tenerlo en un futuro, la realidad actualmente
10% Muy
es que un 47% no cuenta con ello. ► limitado
N/S
31% 12%
Por otra parte, 47% son casados y 45% solteros
De la misma manera, 44% de los obreros con mas de 10
años de servicio no cuentan con un plan de jubilación. No tiene,
Un alto índice eligió no contestar a esa pregunta: 31%. No tiene pero
Si al 45% de los que no tienen plan de salud se le agrega 29% crearan
el 25% que manifiestan tenerlo en su país de origen (para pronto
muchos no les es efectivo en el campo), la suma ascende- 18%
ría a un 70%.
ESTADO Y LIDERAZGO
Mayoría de
Todos los líderes
líderes solteros
casados 3%
14%
Mayoría de
Otros
líderes
26% N/S
casados
58% 25%
Un 22% ha tenido un choque cultural fuerte, o todavía se Todos los
siente incómodo en la cultura anfitriona. líderes
solteros
0%
Por lo que toca al liderazgo, los encuestados informan que: Un tercio de los obreros considera la comunicación estraté-
37% tienen entre ¼ y la mitad de líderes mujeres. gica inadecuada/inefectiva (sumados al grupo N/S).
En 4% de los casos más de la mitad de los líderes son muje- Otro tercio la considera irregular.
res.
4.5 Solteros
Algunos detalles:
Tiempo de servicio:
Entre los que tienen menos de 2 años y hasta 5 años de
servicio, el sentimiento mayor es el de soledad (42%). Para
los de 5 a 10 años, la mayor dificultad es la depresión oca-
sional (31%), seguida de la soledad (28%). Los que tienen
más de 10 años, la discriminación (39%), seguido de la so-
ledad (33%).
Observamos que:
denominacionales (3%) y en iguales proporciones, los pen- Sin vacaciones Vacaciones Total
tecostales y tradicionales (1%) infrecuentes
CANSANCIO O AGOTAMIENTO
Al inicio, lo No lo ha tenido
N/S
sentia, pero ha desde que llego
4%
aprendido a 7%
superarlo
Lo ha tenido
4.6 Trabajo y descanso 22%
frecuente, eso
le preocupa
20%
Algunas veces,
VACACIONES infrecuentes,
no le
Suelen tenerlas preocupan
pero no 47%
N/S
7% descansan lo
Suelen tomar
suficiente
un buen tiempo
21%
anual
29%
Dada la exigüidad del espacio, nos limitaremos a tejer comentarios sobre los asuntos relativos a este reporte breve, siguiendo los
temas propuestos (llamado, capacitación, envío y trabajo de campo).
Llamado
La mayoría de los encuestados ha sentido su “llamado” por una inquietud de Dios en su corazón. Por tanto, la iglesia juega un papel
preponderante en alimentar a sus miembros con una visión misionera de las Escrituras. Por otro lado, hay necesidad de fortalecer la
experiencia del obrero en el ministerio de su iglesia local como preparación para una buena actuación en el campo.
Asimismo, la mayoría de los encuestados ha demostrado su preocupación con el hecho de que sus iglesias, aunque han aprendido
mucho a través de los años, todavía necesitan mejorar en su manera de acoger a los que se sienten llamados a la misión. Para algunos
de ellos, esa reacción es todavía negativa y necesita cambiar para que puedan conducir a esas personas en su preparación, envío y
trabajo de campo.
Las personas solteras cada día tienen mayor protagonismo en la obra misionera. Gran número de los solteros encuestados han repor-
tado que sus iglesias apoyaron su llamado misionero sin ningún problema. La mayoría dijo haber tenido la seguridad de ir al campo
en su estado de soltería; sólo una minoría resintió haberlo hecho en ese estado.
En general, los solteros seleccionaron su campo misionero sin preocuparse con su estado civil. Un bajo porcentaje manifestó no estar
en el campo donde sintió el llamado por ser soltero.
Capacitación
Es evidente el desequilibrio entre el tiempo que se invierte en la preparación bíblico-teológica y la preparación misionológica del
obrero. La gran mayoría de ellos invierte de 3 a 4 veces más tiempo en el primero que en el segundo. Para personas que se proponen
a cruzar fronteras, más o menos distantes culturalmente, es fundamental considerar el equilibrio y relevancia que le damos a cada
parte.
La preparación debe incluir una concienciación de las diferencias culturales que se van a enfrentar en el campo, aun que no sea espe-
cífica para el grupo con el cual se planea trabajar. El currículo de las escuelas bíblicas y seminarios, por lo general, no contempla
cuestiones transculturales. Urge reconsiderar los currículos mínimos y específicos que queremos proveer a nuestros obreros. De esta
manera podremos proveer una enseñanza de calidad y enfocada a las necesidades del campo.
Envío
El delicado balance entre el “sentirse llamado” y la elección del campo, tipo de trabajo, agencia de envío y los cálculos de presupues-
tos personales y ministeriales necesita ser reconsiderado por todos. Si el liderazgo ejerciera un papel más preponderante en esas deci-
siones, quizás la relación obrero-líder sería más estrecha.
Hay que reconocer y alabar el espíritu de sacrificio de miles de hombres y mujeres que salen al campo sin un respaldo financiero
mínimo, confiando en que Dios les va a suplir cada una de sus necesidades. La mayoría no cuenta con un plan de salud o un plan de
retiro adecuados. Anticipar emergencias debería ser un asunto más común en los preparativos de envío.
Sería recomendable que reflexionáramos juntos sobre los requisitos mínimos/básicos exigidos para el trabajo de campo considerando
los diferentes contextos de ministerios y la formación espiritual y ministerial que deseamos promover. Hay muchas personas que se
ven en la contingencia de desarrollar actividades en el campo para las cuales no están preparadas.
La carga de buscar los fondos necesarios para el trabajo recae mayoritariamente sobre los obreros encuestados. Creemos que un diá-
logo entre enviados y enviadores es fundamental para dinamizar ese proceso y minimizar los conflictos que surgen a partir de ese
desequilibrio.
En nuestras conferencias y congresos misioneros hablamos frecuentemente de los no alcanzados, pero para la mayoría de los encues-
tados las necesidades de esos grupos no han sido un factor preponderante en la elección de su campo de trabajo. Urge repensar nues-
tra estrategia de movilización en cuanto a este asunto.
Trabajo de campo
La definición de objetivos y estrategias por parte de los líderes de las agencias/juntas misioneras y la buena comunicación de esas
ideas es fundamental para que los que están en el campo tengan claro en su mente qué se espera de su actividad. La debilidad que
hemos detectado en la “comunicación estratégica” entre líderes y liderados incide en la evaluación de su efectividad en el campo. Por
otro lado, el llamado “cuidado integral” del obrero no es un ente separado de su actuación evangelística/misionológica. Hay necesi-
dad de unir las dos cosas por medio de personas con reconocida experiencia de campo que puedan ayudar a los misioneros en sus
necesidades específicas de ministerio así como en sus necesidades espirituales.
La cooperación entre colegas es en parte un reflejo de la comunicación entre líderes y liderados. Los que tienen una asistencia defi-
ciente para sus necesidades de campo, ya sean personales, familiares y/o ministeriales, seguramente evidenciarán problemas relacio-
nales a mediano y largo plazo. Cuando a esto agregamos el agotamiento de la mayoría de los obreros, el cuadro se torna aún más
preocupante.
Necesitamos capacitar a más especialistas para atender a las necesidades de los obreros. La inversión que se está haciendo para esto
es todavía muy incipiente para atender a la creciente demanda de ese tipo de “cuidado integral”.
A pesar de que a la mayoría de las personas encuestadas les faltan los recursos mínimos para desarrollar sus ministerios, ellas siguen
firmes en sus puestos. Si hay algo que alabar en nuestros misioneros es su espíritu de sacrificio en pro de la obra que el Señor ha
confiado en sus manos. Mujeres y hombres asalariados del mundo de los negocios ya habrían desistido de sus asignaciones y vuelto
atrás, pero no así nuestros obreros. La mano del Señor les empuja adelante y Su Espíritu les ha usado para cumplir con la tarea que
les ha dado. De eso podemos enorgullecernos como movimiento.
En el campo, muchos obreros, tanto solteros como casados, experimentan sentimientos de soledad. En cuanto a la aceptación, algu-
nos de los solteros dijeron que no tuvieron ninguna dificultad para ser aceptados por los nacionales mientras que otros tienen algunas
limitaciones en ocasiones especiales. Asimismo informan que la mayoría de sus agencias prefieren que sus líderes estén casados.
La Biblia dice que el trabajador es “digno de su salario”. El mismo Jesús sacaba sus a discípulos a un lugar aparte para que descansa-
ran del trabajo que les había encomendado. Asimismo nuestros obreros necesitan, de tiempo en tiempo, ser sacados a un lugar aparte
para renovar sus fuerzas, recibir consejería, pasar por cursos que sean relevantes para sus ministerios y reanudar sus relaciones con la
familia de la fe que ha reconocido su llamado y ha invertido en ellos, sea en finanzas sea en intercesión. Debemos reconsiderar nues-
tra manera de asistirlos en el campo, no para consentirlos, porque de eso no se trata, sino para cuidar el tesoro en vasos de barro que
el Señor ha puesto en nuestras manos como movimiento.
Queremos aprovechar esta oportunidad para agradecer a todos cuantos nos han ayudado en conducir esta investigación, en especial a
las personas que nos han permitido hacerles tantas preguntas, analizar las respuestas recibidas, sus entrevistas y los estudios de caso.
Esa investigación no consiste únicamente de números fríos en una hoja de papel. Representa vidas preciosas y ministerios estratégi-
cos que el Señor ha usado para hacer llegar la buena noticia de Cristo a los que tienen hambre y sed de Él. Los próximos pasos en
este proyecto se destinan a profundizar nuestra percepción del cuadro entero—desde la iglesia, la agencia y el centro de capacitación,
hasta llegar al obrero y a sus frutos en el campo. Contamos con su ayuda para hacer un buen trabajo.
Este proyecto no termina aquí, sino que aquí comienza. La gran pregunta es, ¿qué vamos a hacer con toda esta información? ¿Por qué
nos hemos dado cita en este lugar y por qué nos hemos reunido alrededor de las mesas de discusión, con la presencia en vivo de obre-
ros de campo, quienes nos dieron el honor de su presencia?
Hay fortalezas en nuestro movimiento que hay que reconocer, pero también hay debilidades que hay que enfrentar y resolver. Que
Dios nos dé la humildad y el valor de acometer una cosa y la otra para que Su nombre sea aún más glorificado entre las naciones.
El equipo de investigación
60
País de servicio:
50
10
PRIMEROS
40
30
20
10
0
*
*
na
y
a
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M
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A
a
M
si
A
TIEMPO DE SERVICIO
140
120
100
80
60
40
20
0
< de 2 años De 2 a 5 años De 5 a 10 > de 10 años
años
Tradicional
21%
Americas
14% Pentecostal
Europa
24%
14%
A.8 Edades
250 Edad
200
150
100
50
0
> 25 años 26 a 35 años 36 a 45 años 46 a 55 años < 55 años
A.9 Nacionalidad
Costa Rica
Venezuela Guatemala Nacionalidad
3% 3%
4%
España
Uruguay 3% Puerto Rico Nicaragua
5% 3% 2%
Ecuador
Colombia Chile
3%
5% 3%
El Salvador USA
Paraguay
7% 3%Perú
1%
2%
Honduras
Otros 1%
7% República
México
Dominicana
13%
1% Bolivia
1%
Portugal
0%
Argentina Canadá
20% 0%
Brasil
18% Panamá
0%