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CUBA

La medicina cubana goza de un prestigio extraordinario. Cuba fue el primer país en


erradicar la transmisión del VIH de madre a hijo; cuenta con una vacuna para prevenir el
cáncer de pulmón y desde el 2006 ofrece un tratamiento para úlceras diabéticas. Con el
reconocimiento que precede la medicina cubana, no es sorpresa que sea elogiada por
muchos: según Ban Ki-moon, ex Secretario General de las Naciones Unidas, el sistema
de salud pública de Cuba es un “modelo para otros países del mundo”.

Ese fenómeno conduce necesariamente a dos preguntas: ¿cómo ha logrado tantos hitos
médicos un país afectado por la pobreza y presiones políticas internacionales? Y ¿cuál es
el costo que los cubanos pagan por ese prestigio?

Aunque las respuestas requieren un análisis minucioso que no cabe en un blog, podemos
resumir diciendo que el prestigio médico se basa en tres razones: el diseño del sistema de
salud, la educación de sus médicos y un programa fuerte de prevención de
enfermedades.

1. 1. El diseño del sistema de salud


Una de las razones principales por la cual el sistema médico en Cuba ha sido
elogiado mundialmente es porque ofrece servicios gratuitos y de calidad para
todos los ciudadanos. El gobierno socialista de Cuba considera que el acceso a la
salud es un derecho humano y fundamental. Además, a diferencia de otros países
donde el sistema de salud incluye empresas privadas que monetizan la
enfermedad, en Cuba todo está cubierto por el Estado.

Con información de Modern Healthcare y en dólares americanos.


Sin embargo, así como hay clínicas de salud sin costo para los ciudadanos,
también hay clínicas reservadas para turistas, políticos y personas importantes. Es
más, según El País, Cuba reserva sus mejores médicos, clínicas y tratamientos
para los altos mandatarios; mientras el resto de la población a veces no
encuentra medicamentos básicos.

2. 2. La educación de médicos y profesionales de


la salud
Después de la Revolución de 1959, Cuba contaba con tan solo 6,000 médicos, de
los cuales varios emigraron en esos primeros años. La escasez de médicos causó
una crisis sanitaria y obligó al gobierno de Fidel Castro a invertir en la medicina y
educación de la misma. Se abrieron facultades de medicina, se incentivó el acceso
a estudiantes a esta carrera, y muchos de los doctores que quedaron se
convirtieron en profesores.

En 1999, Fidel Castro fundó la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), la


cual ofrece una educación completa y gratuita en medicina y sus
especializaciones. Desde su fundación, la ELAM ha atraído a muchos estudiantes,
no solo de Cuba, sino también de otros países. Aparte de los cursos clínicos, los
estudiantes también aprenden a identificar factores sociales que inciden en
enfermedades crónicas y ayudan a prevenirlas. Así mismo, una de las lecciones
principales de las escuelas de medicina en Cuba es que la carrera se estudia no
por el dinero –un médico en Cuba gana un salario de $60 dólares al mes–, sino
por vocación.

3. 3. La prevención
Si bien la educación y el modelo socialista explican una parte importante del éxito
de los médicos en Cuba, cabe recalcar que una de las razones más importantes
de las estadísticas tan buenas de salud es el enfoque en la prevención y
educación de la población. En Cuba existe lo que se llama un ‘consultorio familiar,’
que es, en esencia, una clínica médica. Sin embargo, el médico de cabecera no
solo es responsable de quienes lo visitan, sino también de aproximadamente 150
familias en la vecindad de su práctica. Su deber es ofrecerle a la población
tratamientos, información sobre salud, prevención, nutrición, etc. Al tener una
relación más personal con las familias, los médicos son capaces de conocer a
fondo los problemas socioeconómicos que los afectan y por ende, prevenir
enfermedades antes de que se requiera un procedimiento médico costoso.
El trabajo de los médicos familiares incluye atención pre y postnatal,
inmunizaciones, mamografías y apoyo nutricional, psicológico y emocional.

El costo del éxito


Cuba es una eminencia mundial cuando se habla de medicina. En el 2015 gastó 11% de
su PIB en el sistema de salud y aproximadamente un 0.4% en investigación y desarrollo
médico: uno de los índices más altos en Latinoamérica. Sus estadísticas de mortalidad
infantil, desnutrición y esperanza de vida siguen siendo de las mejores en la región; y
ahora que ha retomado relaciones con Estados Unidos, ambos países planean trabajar
juntos para seguir innovando en el campo médico. Todo esto ha dado frutos: la
exportación de servicios de salud es la principal fuente de ingresos económicos de la isla.
La pregunta que queda, sin embargo, es el costo personal que su modelo tiene para
médicos y pacientes dentro de Cuba. ¿Puede conservarse la innovación y la calidad de la
medicina con un modelo en el que médicos como Alioski –protagonista de nuestro
episodio de esta semana– se sientan bien recompensados económicamente y los
pacientes dentro de Cuba tengan acceso a los mismos medicamentos que su país
exporta?
Alioski, como miles de médicos cubanos, cumplió su sueño de salir a ejercer la profesión
en el extranjero, pero nunca pensó que la buena medicina y su prestigio podrían venir con
un costo personal tan grande. Si quieren conocer los muchos tonos de gris que hay en
este tema, les recomendamos empezar escuchando su historia

El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, día en que, en 1948, la
Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH). La Declaración Universal de Derechos Humanos es un documento
histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser
humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Está disponible en más de 500 lenguas y es el documento que más se ha traducido en todo el
mundo.
Derechos Humanos en Cuba
Cuba se enorgullece de estar entre los países cuyos gobiernos han hecho mucho, para lograr el
disfrute más amplio posible de todos los derechos humanos para todos sus ciudadanos, y ha
contribuido a que otros países del mundo en desarrollo alcancen esas metas.
Nos sentimos orgullosos de la obra de la Revolución Cubana que permitió, por primera vez en
la historia de la nación, que los cubanos y las cubanas disfrutaran plenamente de sus derechos
humanos.
Al mismo tiempo, estamos empeñados en seguir perfeccionando aún más nuestra sociedad en
beneficio del pleno disfrute de los derechos humanos por todo el pueblo cubano. Reiteramos
nuestro firme compromiso con la causa de los derechos humanos en todas partes del mundo.
La Constitución de la República está inspirada en la máxima martiana: "Yo quiero que la ley
primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre".
El país continúa avanzando en su empeño por alcanzar el más amplio disfrute de todos los
derechos humanos y las libertades fundamentales para todos sus ciudadanos.
Se garantiza el cumplimiento del derecho a la salud y educación gratuitas y universales, así
como el acceso a la cultura y recreación sanas.
Cuba ha obtenido significativos avances en la realización de los derechos económicos, sociales
y culturales.
El texto constitucional en su artículo 73 establece el carácter y la función pública de la
enseñanza, gratuita y de calidad; función que es ejercida como deber intransferible y derecho de
todos los cubanos, sin distinciones ni privilegios, desde la primera infancia hasta la enseñanza
universitaria de postgrado.
La educación alcanza cobertura universal y es gratuita en todos los niveles de enseñanza.
El Estado cubano garantiza, a través de sus diversos programas, que cada niña, niño y
adolescente tenga la posibilidad y el derecho de estudiar en el Sistema Nacional de Educación y
llegar en su formación, con igualdad de oportunidades, hasta donde sus capacidades y esfuerzos
le permitan.
El derecho a la educación se asegura a todo niño y joven con cualquier discapacidad mental o
física a través de la Educación Especial, cuando no es posible la integración plena de la persona
con capacidad diferente en las instituciones de enseñanza general.
Pese a las restricciones, el Presupuesto cubano para el 2020 mantiene una naturaleza
eminentemente social. El 23.6% se dedica a la Educación; 27.4% a la Salud Pública y
Asistencia Social; y el 16.2 % a la Seguridad Social.
Con una tasa de mortalidad infantil de 5,0 por cada mil nacidos vivos (2019), Cuba continúa
dentro de los 35 países con la tasa más baja de mortalidad infantil y dentro de los primeros en la
región de las Américas.
La atención al adulto mayor es una prioridad y para ello se realiza un trabajo multidisciplinario
e intersectorial, que garantiza la calidad de vida de este creciente sector poblacional.
Cuba se destaca por su desarrollo cultural, el pleno acceso de la población al arte, la
preservación y defensa de nuestra cultura y el enriquecimiento de nuestros valores espirituales.
Cuba es un paradigma de cuánto se puede hacer por la inclusión laboral de las personas con
discapacidad
La política de Cuba contra cualquier tipo de discriminación y a favor de la igualdad tiene rango
constitucional.
Se ha creado un marco jurídico-institucional que garantiza la plena igualdad de todos los
ciudadanos con independencia de su género, color de la piel, origen nacional, creencias
religiosas, condición social o cualquier otra motivación lesiva a la dignidad humana.
Se han ejecutado amplios programas encaminados a la integración social y al desarrollo de
capacidades de sectores de la población históricamente desfavorecidos.
Cuba erradicó el racismo institucional, brinda amplias posibilidades de superación y beneficios
reales a los sectores más desfavorecidos y lucha por asegurar una completa y efectiva igualdad
de oportunidades a sectores históricamente desfavorecidos o familias disfuncionales.
Se creó la Comisión Nacional para la eliminación de la discriminación racial. Se trabaja para
superar los prejuicios y estereotipos raciales que sobreviven del pasado colonial de la esclavitud
y un régimen neocolonial que entronizó el racismo y la segregación racial.
En Cuba se fomenta el respeto a la libre orientación sexual y la identidad de género.
Se avanza de modo sostenido en la lucha contra la discriminación por motivo de la orientación
sexual.
El Programa Nacional de Educación Sexual ha incorporado una estrategia educativa
permanente por el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género, estableciéndose
múltiples espacios de intercambio sobre la base de los principios de igualdad y no
discriminación.
El gobierno cubano sigue aplicando múltiples leyes, políticas y programas dirigidos al respeto
de la orientación sexual, identidad de género y contra la discriminación racial.
Existe un elevado nivel de sindicalización y convenios colectivos de trabajo, incluidos los de
pequeños negocios privados.
Hay representación sindical en el Consejo de Ministros y en los órganos ministeriales y
corporativos.
Desde 1938, el movimiento obrero cubano logró una central obrera unitaria en la que hoy
participan 17 sindicatos y miles de organizaciones de bases.
La Constitución cubana reconoce los derechos de opinión, de expresión, de información y de
prensa a todos los ciudadanos.
Cuba defiende el derecho de los pueblos a la información como premisa para ejercer el derecho
a la expresión.
En Cuba las condiciones básicas para el ejercicio de la libertad de opinión, de expresión y de
prensa están dadas por un elevado nivel educacional y cultural.
Cuba reconoce, garantiza y respeta la libertad religiosa, la que se expresa tanto en documentos
legales, como en la existencia, desarrollo y vitalidad del amplio y diverso universo de entidades
de ese carácter, en el que cubanas y cubanos practican y organizan sus creencias.
La libertad de cultos está plenamente reconocida y protegida en Cuba. La Constitución, en sus
artículos 15 y 57, consagra que el Estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa; que
las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración; y que todo ciudadano es libre
de cambiar de creencias religiosas o de no tener ninguna
Las garantías a la libertad de cultos en Cuba incluyen la protección penal.
Como parte de la realización del derecho de asociación en Cuba, nuestro modelo democrático
promueve una amplia participación de las organizaciones de la sociedad civil.
El Estado cubano reconoce y estimula a las organizaciones de masas y sociales, surgidas en el
proceso histórico de las luchas populares, que agrupan en su seno a los más variados y amplios
sectores de la población, representan sus intereses específicos y los incorporan a las tareas de la
edificación, consolidación y defensa de la sociedad.
Derecho a la Salud es un derecho humano esencial en Cuba.
Cuba cuenta con un sistema de salud único, público, gratuito y accesible, basado en la atención
primaria de salud, que asegura cobertura y acceso universal a la totalidad de los cubanos sin
discriminación de ningún tipo por sexo, situación económica, color de la piel, creencia religiosa
o filiación política.
La salud de todos los pueblos es una condición fundamental para lograr el desarrollo, y a su vez
depende de la más amplia voluntad política y cooperación entre los Estados.
Cuba mantiene el compromiso político de ofrecer una salud de calidad, pública, accesible y
gratuita a todo su pueblo. También reconoce el liderazgo de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) en este tema.
El injusto bloqueo impuesto por los Estados Unidos a nuestro país, es la única limitante para
alcanzar resultados aún más efectivos en el campo de la salud.
Embacuba Grecia (fotos Oriol Marrero y Cubaminrex)

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