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STAFF
Myr62
*Andreina F*
*Andreina F*
Carolina Shaw
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INDICE
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SINOPSIS
“ARTISTA ENOJADO”
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PROLOGO
Traducido por Myr62
Corregido por *Andreina F*
C
uando su auto se detuvo fuera de nuestro apartamento, mi
estómago se hundió. Sólo lo sabía. Las últimas semanas se
sintieron como si una tormenta se estuviera gestando
lentamente. No me preguntes cómo, pero por alguna razón, mi corazón
sentía que esta noche era la noche en que iba a ser destrozada en un millón
de piezas.
De todos modos, me había ido rompiendo lentamente.
Elec no fue el mismo desde que regresó del funeral de su padre en
Boston hace varias semanas. Algo en él cambió. Hizo cada excusa del libro
para no dormir conmigo. Está bien. Mi novio/amor de mi vida/ con voraz
apetito sexual, de repente dejó de quererme. Era como si un interruptor se
hubiera apagado dentro de él. Esa fue mi primera pista, pero existían varias
otras señales de que el chico que pensaba que era mi alma gemela, de alguna
manera, dejó de amarme.
Desde que volvió, pasaba sus noches escribiendo como un maniático
en vez de acostarse, cualquier cosa para evitarme. Sus besos, que solían
llenarse de pasión, ahora eran simplemente tiernos, a veces castos.
Mientras yo sabía lo que sucedía, no tenía la menor idea de cómo o
por qué sucedió. Creí que me amaba. Lo sentí durante tanto tiempo. Era
genuino. Entonces, ¿cómo podrían las cosas cambiar tan rápido?
La puerta se abrió lentamente. Mi cuerpo se puso rígido mientras me
sentaba en el borde de la cama, preparándome para lo peor.
Elec se quitó las gafas y las colocó sobre el escritorio. Luego, lenta y
nerviosamente, deslizó sus manos en los bolsillos. Dudaba que alguna vez
sentiría esas manos acariciar mi cuerpo otra vez. Tenía los ojos enrojecidos.
¿Estuvo llorando en el auto? Luego vinieron las palabras que comenzaron a
desmoronar cualquier confianza que tuve en mi propio juicio.
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—Chelsea, por favor, quiero que sepas que intenté todo lo posible
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Traducido por Myr62
Corregido por *Andreina F*
M
i hermana pequeña era una reina del drama. Literalmente.
Jade es una actriz en Broadway.
Palmeó sus manos juntas, aplaudiendo a los estudiantes que
valientemente se pusieron allí para probar a Joseph and The Amazing
Technicolor Dreamcoat. —¡Todos hicieron un gran trabajo hoy! Mañana
lanzamos los papeles y comenzamos nuestro primer ensayo. ¡Esto va a ser
épico!
Jade salió al área de la bahía para visitar a nuestra familia durante la
semana y se ofreció a ser voluntaria en el centro juvenil donde trabajaba.
Como no había suficiente tiempo para producir una obra entera, Jade
decidió dirigir a los niños en una escena clave del musical que se haría más
tarde en la semana.
Me encantaba mi trabajo como Directora de las Artes en el Centro
Juvenil de la Misión. Era casi lo único que iba bien en mi vida. El único
inconveniente era el hecho de que estas paredes me atormentaban con
recuerdos de mi ex, Elec, que solía ser consejero juvenil aquí. Así es como
nos conocimos. También le había encantado su trabajo hasta que renuncio
y se fue a Nueva York después de que nos separamos. Se mudó para estar
con ella. Sacudí la cabeza para ahuyentar los pensamientos de él con Greta.
Jade agarró su bolso. »Necesito volver a tu casa para usar el baño y
tomar un bocadillo rápido.
Me acababa de mudar a un nuevo apartamento que quedaba a sólo
unas pocas cuadras de mi trabajo. El contrato de arrendamiento finalmente
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actividades e intereses en áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos
estereotipias.
2Hace referencia a que muff en inglés significa “manguito” (Pieza pequeña y hueca en forma
de tubo que sirve para unir o empalmar dos objetos cilíndricos iguales).
3The Bachelorette es un reality de TV, que trata de un juego de citas en la cual “la soltera”
debe elegir un concursante de un grupo de 25 para iniciar un romance.
azules, que resplandecían y se destacaban realmente contra su bronceada
piel. Jade tenía razón; este tipo era realmente precioso.
—El de arándanos es mi favorito —dijo.
—¿Qué?
—Muffins.
—Oh.
Jade resopló, pero se quedó en silencio, dejándome tomar el peso de
esta humillación.
—Y no soy antisocial o un sabio. Sólo soy el clásico idiota... con
audición supersónica.
Sonrió y se alejó antes de que yo pudiera decir algo.
Cuando se encontraba seguramente fuera del alcance del oído, pero
esta vez de verdad, Jade suspiró. —Los chicos enojados son los mejores en
la cama.
—No puedes detenerte, ¿verdad? ¿No has hecho suficiente daño?
Siempre te he dicho que hablas fuerte cuando piensas que estás
susurrando. Ahora hay pruebas... a mi costa.
—Me estarás agradeciendo más tarde cuando estés gritando en el
orgasmo mientras el Artista Enojado esté Van Goh-nizando sobre ti.
—Estás loca.
—Por eso me amas.
—Es así.
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Traducido por Myr62
Corregido por Bella’
U
na semana después, Jade regresó a Nueva York. Ya la
extrañaba como loca. La única razón por la que no había ido a
visitarla era que ahora Elec vivía allí con Greta. Aunque era
extremadamente improbable que me encontrara con él, todavía no me sentía
lista para visitar su territorio.
Artista Enojado y yo no habíamos cruzado caminos desde el incidente
cuando Jade estuvo de visita. Aunque no lo había visto por ahí, sus perros
me despertaron casi todas las mañanas con sus ladridos enloquecidos. Ya
que trabajaba en el programa de la tarde en el centro juvenil, tenía mis
mañanas libres. A menudo tenía problemas para dormir por la noche y
necesitaba las mañanas para ponerme al día con alguna siesta.
Seriamente llegué al punto de que ya no podía soportar los ladridos.
Si un perro no ladraba, el otro lo hacía. La mayoría de las veces, era un coro
de aullidos al unísono. No me importaba lo intimidantemente guapo que era;
necesitaba hablar con mi vecino.
El martes por la mañana, salí de la cama y me puse un chándal. Me
apliqué un poco de corrector de ojos antes de caminar hacia su puerta y
llamar.
Abrió vistiendo una blanca camiseta ajustada. Tenía el cabello
despeinado por el sueño.
—¿Puedo ayudarte?
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—Tengo que hablarte de tus perros.
—¿Qué? ¿No hay canasta de muffins?
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mi trabajo.
4 Se refiere a que en inlgés “dick” puede ser usado para “idiota” o “gilipollas”.
5 Es una película de terror británica-estadounidense de 1976 dirigida por Richard Donner.
Mientras todos se concentraban en nuestros huéspedes, me di cuenta
de que una de las adolescentes, Ariel Sandoval, se escondía acurrucada en
una esquina con su teléfono. Los celulares iban en contra de las reglas del
centro, ya que se suponía que era un lugar para aprender. Los adolescentes
con teléfonos tenían que dejarlos en una caja en la recepción y recuperarlos
a la salida.
—Ariel, ¿está todo bien? Realmente deberías estar participando con
todos los demás.
Negó con la cabeza.
—Lo siento. Sé que no se supone que tenga mi teléfono. Pero lo
necesito. Y no, no estoy bien.
Me senté en el suelo junto a ella. El suelo se sentía frío contra mi
trasero.
—¿Qué sucede?
—Es Kai. Estoy siguiéndolo en Facebook ahora para ver si alguien lo
ha etiquetado.
Su novio, Kai, también era un regular aquí y jugaba en el equipo de
baloncesto del centro. Era el objeto de los afectos de más de una niña.
Cuando descubrí que Ariel y Kai salían, me preocupé no solo por su edad,
ambos tenían quince, sino por la popularidad de Kai.
Por lo tanto, no era una sorpresa cuando dijo—: Creo que está viendo
a alguien más.
—¿Cómo lo sabes?
—No ha estado viniendo aquí después de la escuela durante la semana
pasada, y mi hermano dijo que vio a Kai en el centro comercial con una
chica.
Mi corazón se hundió. Quería decirle que probablemente tenía razón
acerca de él, pero no estaba segura de que estuviera emocionalmente
dispuesta a oír eso.
—Bueno, no saltes a ninguna conclusión hasta que lo enfrentes, pero
definitivamente debes hablar con él. Mejor conocer estas cosas, que ser
sorprendida más tarde. No quieres perder el tiempo con alguien que no es
honesto
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Traducido por Myr62
Corregido por Bella’
—S
olo tengo un par de minutos antes de tener que hacer
mi maquillaje para el espectáculo, pero dime qué está
pasando —dijo Jade.
Le envié un mensaje a mi hermana más temprano. Nunca vas a creer
esto. Llámame.
Fue justo después de descubrir la identidad de mi casero.
—Así que, ¿te acuerdas de Artista Enojado?
—¿Lo golpeaste?
—¡No!
—Entonces, ¿qué es?
—Resultó que... él es dueño del edificio.
—¡De ninguna manera!
—Esto no está bien.
—¿Por qué no? ¡Creo que es genial! —dijo.
—¿En qué manera? Ahora, nunca haré que los perros se callen.
—No, quiero decir que, cuando empiecen a follarse, no tendrás que
pagar alquiler.
—No voy a follarlo. Porque es un idiota. E incluso si en algún universo
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extraño, estuviera haciendo eso... Nunca dejaría de pagar mi alquiler. Eso
me haría ver como una puta.
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Se echó a reír.
—Ummm.
—¿Qué?
—Sexo enojado es el mejor sexo, ya sabes.
—Sí, ya lo has dicho antes. No puedo decir que lo haya experimentado
jamás.
—Bueno, cuando lo tienes con... ¿cuál es su nombre?
—Damien. Ese es su nombre. No voy a tener sexo enojado con
Damien.
—¿Damien? ¿Como el de La Profecía?
—¡Eso es lo que le dije! Lo mencioné cuando me dijo su nombre. No
parecía muy feliz.
—¿Cuándo parece feliz por algo?
Resoplando, dije—: Cierto.
—Sin embargo, eso es caliente. Mierda... me están llamando. Tengo
que ir.
—¡Rómpete una pierna!
—¡Tírate al casero!
—Estás loca.
—Te amo.
—También te amo.
Las conversaciones con mi hermana siempre me ponían de buen
humor.
Con una hora antes de mi sesión de terapia telefónica, decidí ir por
comida para llevar. En mi camino abajo, me encontré con Murray, el
encargado del edificio. Se hallaba barriendo las escaleras y silbando
mientras el metal de las docenas de llaves que llevaba unidas a su cinturón
se golpeaban entre sí.
—¡Hola, Murray!
—Bueno, hola, hermosa dama.
—Normalmente no trabajas los martes.
—Estoy pasando por un momento difícil. El jefe me dejó tomar
algunas horas extra.
—¿Por jefe... quieres decir D.H. Hennessey?
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—Sí... Damien.
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Unicornio. Umm.
Mi cuerpo se detuvo ante el sonido de risa.
Al principio pensé que lo imaginaba.
Venía de detrás de mi cabecera.
Me levanté de un salto.
—Unicornio. ¡Qué mierda! —dijo en su voz profunda antes de cacarear
un poco más.
Damien.
¡Estuvo escuchando mi sesión de terapia!
Mi estómago cayó.
¿Cómo podía oír todo eso a través de la pared?
—¿Has estado escuchándome?
—No. Has estado interrumpiendo mi trabajo.
—No entiendo.
—Hay un agujero en la pared. No puedo dejar de escuchar tus
conversaciones telefónicas cuando estoy trabajando.
—¿Un agujero en la pared? ¿Sabías sobre el hoyo?
—Sí. No he llegado a arreglarlo. Debe haber estado allí antes de
comprar el edificio. Probablemente solía ser un agujero de gloria7 o alguna
otra mierda.
—¿Me has estado escuchando... a través de un agujero de gloria?
—No. Me has estado sometiendo a estúpidas conversaciones con gente
que te está estafando... a través de un agujero de gloria.
—Tú eres tan…
—¿Imbécil?
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l día siguiente en el trabajo, no pude evitar obsesionarme por el
hecho de que Damien estuvo escuchando mis conversaciones
privadas. ¿Siquiera era legal?
La noche anterior, detuve muy rápidamente nuestra comunicación a través
de la pared después de su revelación, retirándome a la sala de estar y
destapando una botella de vino Zinfandel con un poco de masa de galletas.
Afortunadamente hoy, me hallaba demasiado ocupada en el centro
juvenil como para dejar que me consumiera totalmente, ya que era la noche
de la función anual “desayuno por cena” del centro. Una vez al año, el
personal preparaba un desayuno gigante en la cocina de tamaño industrial
para todos los niños. Mi responsabilidad era freír kilos de tocino.
En la caminata a casa, literalmente apestaba a grasa de tocino,
reanudé mi obsesión por el agujero en la pared. Noté que la apertura
quedaba realmente justo detrás de mi cama. Mi único consuelo fue que si
mi habitación era contigua a su oficina, quizás él normalmente no pasaba
tanto tiempo allí por la noche como lo habría estado si fuera otra habitación.
Tal vez no oyó todas mis sesiones. O tal vez solo bromeaba.
¿Cuánto sabía Damien? Me metí en algo muy privado con la Dra.
Little. Repasando todo durante el camino a casa casi golpeé un puesto de
frutas.
Sintiéndome encendida, cuando llegué a mi edificio, impulsivamente
pasé por mi puerta y me dirigí al departamento de Damien. Los perros, que
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normalmente estaban tranquilos por las tardes, ladraban una barbaridad
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una ofrenda de paz. ¿Estaba siendo una perra y sobre exagerada sobre todo,
desde el agujero en la pared hasta el ataque del tocino? Sinceramente, no lo
sabía. Todo lo que sabía era que realmente no me gustaba la persona
demasiado sensible en que me convertí en el último año.
Después de hacerme una cena rápida de espagueti y salsa marinera,
volví a mi habitación a leer. Cada vez que me sentaba en la cama, no podía
evitar preguntarme si Damien se encontraba al otro lado de la pared.
Cuando creí oír un ruido detrás de mí, le pregunté—: ¿Estás ahí?
Después de una breve pausa, llegó el sonido profundo de su voz.
—Sí. Estoy trabajando en mi oficina. No te estoy escuchando.
Realmente no esperaba una respuesta, mi corazón empezó a golpear.
Después de un minuto, rompí el hielo.
—Gracias por la camiseta.
—Bueno, te debía una camiseta... y una disculpa.
—Sé que realmente no te di una oportunidad de disculparte. Lo siento.
—No dijo nada, así que continué—: ¿Cuáles son sus nombres? Los perros.
—Dudley y Drewfus.
—Lindo. ¿De dónde sacaste eso?
—No lo hice.
—¿Quién lo hizo?
—Mi ex.
Interesante.
—Ya veo.
»¿Por qué son tan tranquilos por la noche... como ahora... pero tan
ruidosos por la mañana?
—No están aquí.
—¿Dónde están?
—Están con ella. Compartimos la custodia. Los deja aquí de camino
a trabajar por la mañana, y los devuelvo por la noche.
—Guau. Me preguntaba por qué nunca los escuchaba por las tardes.
Ahora, tiene sentido. —Tenía que saberlo—. ¿Entonces, estuviste casado?
—No. Ex novia.
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—¿Vivía aquí contigo y los perros?
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Traducido por Myr62
Corregido por Bella’
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i casero siguió con su promesa. Al día siguiente, Murray
enyesó el agujero, matando así cualquier posibilidad de
futuras sesiones improvisadas de terapia con el Dr. Damien.
De hecho, una semana entera pasó sin un altercado entre D.H.
Hennessey y yo.
Los perros seguían ladrando cada mañana, pero no me atrevía a
acercarme a ellos lo suficiente como para quejarme. Ahora que sabía que su
ex los dejaba, si por una casualidad estuviera despierta, miraría desde la
ventana para ver si podía vislumbrarla.
Un día, me las arreglé para mirar en el momento adecuado, viendo a
una chica de mi edad con cabello castaño corto corriendo hacia el edificio
de departamentos con los dos rottweiler. Entonces corrí hacia mi puerta,
abriéndola un poco para espiar mientras pasaba por el pasillo. Pasó tan
rápido que realmente no conseguí una muy buena mirada, excepto para ver
que ella tenía más curvas que yo.
Después de cinco minutos, pude oír sus pasos mientras salía del
departamento. Observando desde la ventana mientras corría por el patio,
me pregunté qué tipo de relación tenían ahora, si era amable, si todavía
tenían relaciones sexuales. Me pregunté quién habrá terminado. También
me pregunté por qué pensaba en algo que no era de mi incumbencia, porque
últimamente pensaba constantemente en Damien. Una cosa era segura: era
mucho mejor que pensar constantemente en Elec.
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Esa misma tarde en la caminata al trabajo, me di cuenta de que
Página
¡Mierda!
Ya era demasiado tarde. Ya había cogido mi Kindle del suelo. Mi
corazón latía más rápido de lo que probablemente hubiese hecho.
Después de echar un vistazo al título y pasar unas cuantas páginas,
se volvió hacia mí y se rio incrédulo.
»Lindo. Realmente lindo. El departamento estuvo a punto de
quemarse mientras te encontrabas aquí leyendo acerca de dos chicos
perforando a una chica en cada orificio —dijo antes de arrojar el Kindle a
un lado. Medio sonreía cuando dijo—: Pequeña pervertida.
Mortificada ni siquiera podía comenzar a describir cómo me sentía.
Quería llorar, pero me sentía demasiado congelada en shock como para
formar lágrimas.
—Me quedé dormida. Lo siento. No quise que esto sucediera.
—¿Qué habría pasado si no estuviera en casa?
—No lo sé. No quiero ni siquiera pensar en ello. —El shock debió de
haber desaparecido un poco, porque la primera lágrima cayó de mis ojos.
Damien dejó escapar un profundo suspiro cuando me vio llorando.
—Mierda. No llores.
—Realmente lo siento por esto.
Damien salió del baño y comenzó a dar la vuelta y abrir todas las
ventanas. Todavía vestida con una toalla, lo seguí como una idiota.
—El departamento necesita ventilarse. No es bueno respirar esta
mierda —dijo.
—Bien.
—¿Comes pizza? —preguntó.
Esa fue una pregunta aleatoria. Era tan impredecible.
—Sí.
—Vístete y ve a la puerta de al lado. Dale al humo la oportunidad de
disiparse.
Damien cogió el extintor y salió del departamento tan rápido como
entró.
¿Acababa de invitarme a cenar después de casi quemar su edificio?
Tosiendo, corrí a mi habitación y me cambié, escogiendo un pequeño
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vestido negro. Me sentí estúpida por siquiera intentar enamorarme, cuando
Damien me ofrecía refugio y comida después de mí casi desastre. Pero por
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Mis palmas se sentían sudorosas mientras me encontraba frente a su
puerta.
Contrólate, Chelsea.
Golpeando ligeramente, tomé una respiración profunda.
La puerta se abrió antes de que estuviera lista.
—Bueno, si no es Incendiaria —dijo arrastrando las palabras—.
Entra.
—Incendiaria9 y el chico de La Profecía... entre nosotros dos, hacemos
un par de aterradoras películas antiguas. ¿Por cierto, me has invitado para
burlarte de mí?
Damien levantó su ceja.
—¿Esperabas algo menos? Sin embargo... todavía viniste.
Se había cambiado a un jersey gris ajustado y pantalones vaqueros
oscuros y olía como si acabara de rociarse con una nueva capa de colonia.
—Te cambiaste —dije tontamente.
—Bueno, olía a chimenea. Así que tuve que hacerlo.
—Cierto.
Ya no llevaba el gorro, y por primera vez noté que su cabello oscuro
tenía un ligero rizo. También tenía una especie de polvo blanco en la mejilla.
—¿Qué tienes en la cara?
Se limpió la mejilla y dijo—: Es harina.
—Pensé que pedirías pizza. —Miré a su encimera de la cocina y vi
algunos vegetales picados y un frasco de salsa—. Espera... ¿estás...
haciéndola?
—Sí. Hecho en casa es mejor y más saludable. Yo uso masa de grano
entero y queso bajo en grasa.
—Así que, ¿eres como un fanático de la salud o algo así? Haces mucho
ejercicio. Eso lo sé.
—Trato de cuidarme bien, sí.
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beber?
—Cualquier cosa que tengas está bien.
—¿Concentrado de Jugo de Ruibarbo, entonces? —bromeó.
—Ugh... no.
—¿Qué te gusta?
—Vino.
—¿Qué tipo?
—Cualquier clase está bien.
—¿Tienes algún problema para decir lo que quieres o algo así?
—En serio, cualquier tipo está bien... excepto Moscato.
—Ves... ahora, ¿y si hubiera abierto Moscato? Lo habrías bebido y
serías miserable.
—Probablemente.
—No tengas miedo de decir lo que quieres. La vida es demasiado corta.
—Está bien, entonces. ¿Tienes Chardonnay?
—No.
—¿Zinfandel blanco?
—No.
Me reí.
—¿Qué tienes?
—Cerveza.
—Cerveza…
—No siempre puedes conseguir lo que quieres. Pero no tengas miedo
de preguntar.
—Agua está bien.
Dios, necesitaba una copa de vino.
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Corregido por Bella’
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l vapor llenó la cocina mientras Damien sacaba las dos pizzas
del horno. No pude evitar admirar la curvatura de su culo
mientras se inclinaba.
Cavando mis dientes en mi labio inferior, dije—: Eso se ve muy bien.
—Espera a que lo pruebes.
Lo apuesto.
Detén a dónde va tu mente, Chelsea.
Me aclaré la garganta.
—¿Con bastante confianza en tus habilidades culinarias, eh?
—La pizza es como el sexo. Es difícil joderlo.
Riendo entre dientes, dije en voz baja—: Realmente no lo recuerdo.
—¿Tanto tiempo, eh?
Calor impregnó mis mejillas.
—Ni siquiera me di cuenta de que lo dije en voz alta.
Señaló sus orejas.
—Audición supersónica, ¿recuerdas?
—Cierto.
—Entonces, ¿ha pasado un tiempo?
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Me reí.
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Traducido por Myr62
Corregido por Bella’
U
n par de semanas más tarde, era Noche de Arte en el centro
juvenil, y me encontré en un gran desastre.
El evento era nuestra mayor función de tema de arte del año y
el único que llevaba a cabo y que soy plenamente responsable de la
organización.
Muchos de los patrocinadores del centro estarán apareciendo para ver
algunas actuaciones realizadas por los niños. También había varios talleres
que contaban con algunas celebridades locales. Había citado a un músico
de jazz, una actriz de un grupo de teatro del área de la Bahía y un pintor de
petróleo. La idea era tener una persona de cada categoría: música, teatro y
artes visuales.
En el último momento, el pintor, Marcus Dubois, llamó para decir que
su vuelo de regreso a casa desde Londres fue cancelado y que no sería capaz
de hacerlo. Aunque el evento aún tendría que continuar sin él, sabía que
esto no iba a quedar bien delante de los donantes y no sería un buen augurio
para la gerencia del centro o para mí.
Sintiéndome desesperada, me devané el cerebro por una solución e
inmediatamente pensé en Damien. Me preguntaba si estaría dispuesto a ser
mi relleno, si estuviera dispuesto a demostrar algo de su talento. También
incluiría hablar con los niños, de lo que no estaba segura si se sentiría
cómodo.
Damien y yo solo habíamos salido un par de veces más desde la noche
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en que me hizo pizza. En ambas ocasiones yo lo inicié, golpeando a su puerta
e invitándome. En ningún momento había hablado realmente de su arte, así
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miradas mientras vestía su máscara y pintaba con spray el lienzo que montó
en un caballete.
Finalmente capaz de separarme, me metí en su taller en progreso. Me
encontraba de pie detrás de él y no podía ver lo que había pintado en
realidad, ya que el caballete ahora miraba hacia su audiencia durante la
parte de preguntas y respuestas.
—¿Cómo se metió en esto? —preguntó uno de los muchachos.
—Bueno, cuando era un adolescente, pasaba por un momento
particularmente difícil después de que mi padre murió. Comenzó como un
graffiti en una propiedad que no era mía. —Extendió sus palmas—. No
apruebo eso ni nada. —Todos rieron mientras continuaba—. Descubrí
accidentalmente que tenía un verdadero don para ello y encontré nuevos
lugares para practicar, con la esperanza de no meterme en problemas. Lo
usé como un escape entonces. Pero con el paso de los años, se ha convertido
en mucho más que eso. Ahora vivo para crear imágenes y llevarlas a la vida.
Uno de los adultos levantó la mano y luego preguntó—: ¿Qué le dices
a los jóvenes que quieren convertirse en artistas?
Damien dirigió su respuesta a los niños.
—Tienen que encontrar un equilibrio. La mayoría de la gente no tiene
la suerte de ganarse la vida haciendo lo que ama. Por lo tanto, ustedes tienen
que permanecer en la escuela, encontrar una carrera práctica al principio,
obtener algunas habilidades para echar mano, pero siempre seguir haciendo
lo que te apasiona. Tomé algunas decisiones inteligentes desde el principio
que ahora me permiten pasar mis días creando arte, pero eso es solo porque
trabajé duro en la escuela. Ahora, estoy cosechando los beneficios.
Uno de los adolescentes, Lucas, levantó la mano y dijo—: Yo dibujo,
pero no lo muestro a nadie. Supongo que tengo miedo porque una vez mi
hermano encontró mis dibujos y se rió de ellos. Por lo tanto, siento que
ahora no puedo compartir esa parte de mí.
—Si te dices que no puedes hacer algo, cambia la historia en tu
cabeza. Visualiza un resultado diferente. Cambia la historia. También esa
es la belleza del arte. Puedes crear tu propia interpretación de cualquier
cosa. Toma un recuerdo triste o incómodo, por ejemplo, y vuelve a escribir
el final. Realmente lo hice con esta pintura. La verdadera historia detrás no
fue tan fácil.
Como me perdí su segmento de pintura, no tenía idea de lo que
hablaba. Entonces, escuché a uno de los adolescentes preguntar—:
Entonces, ¿a Chelsea realmente no le gustan tus perros?
¿Qué?
Él continuó—: De hecho, cuando la conocí por primera vez, tuvimos
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un comienzo difícil. Ella me dio un poco de actitud, así que se la devolví.
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Tenía la impresión de que yo era una persona tan mala. Ella vino un día
oliendo a tocino...
Cuando todos empezaron a reírse, Damien dijo—: Lo sé. ¿Quién hace
eso, verdad? De todos modos, los perros se vuelven absolutamente locos por
ese olor. Se emocionaron y la pisotearon. A ella no le gustó. Son inofensivos,
pero son bastante grandes. Por lo tanto, no podía culparla. —Nuestros ojos
se encontraron, y él sonrió cuando se dio cuenta de que escuchaba cada
palabra—. De todos modos, ella no se dio cuenta, pero ese día me mortificó.
Mi corazón se apretó. ¿Lo hizo?
Volvió a mirar a su público.
»De todas formas, en un mundo perfecto, tal vez se habría estado
riendo, como en la imagen, en lugar de casi llorar.
Cuando finalmente conseguí una buena mirada al lienzo, me tapé la
boca, sin saber si quería reírme o llorar.
Era mi viva imagen.
Mi cabello rubio ondulado se extendía por todo el piso mientras
Dudley y Drewfus yacían encima de mí lamiéndome la cara. Era muy
parecido a lo que realmente sucedió, excepto que él me representó con la
sonrisa más grande, como si estuviera riendo histéricamente, incapaz de
obtener suficiente de los grandes animales torpes.
Cambió la historia.
No podía apartar mis ojos de ella, y ahora llevaba una sonrisa similar
a la de la pintura.
Los niños estuvieron acudiendo a Damien durante la mayor parte de
una hora después de que terminó la presentación, haciendo más preguntas
y probando con sus manos pulverizar algunos lienzos en blanco que trajo.
Damien los invitó a todos al edificio a mirar su mural en progreso cuando
quisieran. Nunca soñé que su reemplazo de último minuto dejaría una
impresión en ellos, pero sus palabras fueron verdaderamente inspiradoras.
Cuando la multitud se disipó, Damien estaba empacando sus cosas
cuando me acerqué a él.
—Eso fue increíble.
—No fue nada.
—No. No fue nada. —Toqué su hombro mientras él miraba brevemente
hacia abajo a mi mano en su brazo. Lo miré a los ojos—. Eres increíble.
No sabía por qué me sentía tan emocional en ese momento. Acababa
de despertar una parte de mí que se daba cuenta de que ansiaba mucho
más de la vida.
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dos años más joven que yo. Vive en San Francisco, a un par de millas de
aquí.
—¿Cuál es su nombre?
—Tyler.
—Es un lindo nombre. Tu madre tiene buen gusto... Damien y Tyler.
¿De qué nacionalidad eres?
—Mi madre es mitad griega, mitad italiana. Mi padre era irlandés.
—Entonces, Hennessey.
—Sí. —Sonrió.
—Tu padre... muriendo tan joven. Me imagino que ha tenido un gran
impacto en las decisiones de tu vida.
—¿Quieres decir porque vivo como un jubilado a los casi veintisiete?
—Un poco, sí. Quiero decir, eso no quiere decir que no lo ganaste.
—No estás fuera de base. La muerte de mi padre definitivamente me
motivó muchísimo. Él era un caballo de batalla, nunca llegó a disfrutar de
su vida, nunca tuvo los medios financieros para hacerlo. Solo vivía la rutina
diaria, y luego murió. Así que sí, por eso, quiero disfrutar de mi vida sin
arrepentimientos, y no tomar nada por sentado.
Nos sentamos en su auto durante más de una hora hablando de
cualquier cosa y todo. Me preguntó por mi familia y cómo llegué a trabajar
al centro juvenil. También habló de los cuatro años que vivió en
Massachusetts antes de volver a trabajar en Silicon Valley. Quería quedarme
en esa camioneta hablando para siempre. Era una sensación extraña
porque mi mente estaba tan ocupada, sin embargo, mi cuerpo se sentía
nervioso, incapaz de ignorar la atracción física que sentía hacia él.
Honestamente, no me sentía así antes con ningún otro hombre, ni siquiera
con Elec.
—Tengo que irme —dijo finalmente.
—Bien.
Caminamos juntos de regreso a nuestros departamentos del segundo
piso.
—Si no te vuelvo a ver, ten cuidado mañana por la noche.
—¿Qué quieres decir?
—En tu cita.
Casi me olvidé de mi cita en el café con un tipo llamado Brian.
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—Oh. Bien. Bueno, todavía te debo una cena.
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—Bien.
—Ten una buena noche, Damien.
—Tú también.
Mientras lo observaba abrir la puerta de su departamento, me sentí
ruborizada. Empezaba a desarrollar un gran enamoramiento por este
hombre. Aunque sentía que debería haber habido una alarma de
advertencia saliendo al mismo tiempo. Me dijo que no tenía ningún interés
en un futuro con cualquiera que quisiera casarse o tener hijos. Su última
relación terminó debido a esa cuestión. Todavía no podía entender la raíz de
por qué se sentía de esa manera. Fue tan bueno con los niños hoy en el
centro y era tan naturalmente protector.
Dentro, me acerqué a la pared y reemplacé mi obra de arte con el
lienzo que Damien pintó de mí y de los perros. Con una gran sonrisa en mi
cara, permanecí allí mirándola durante un rato.
Cambia la historia.
No había pensado en Elec ni una vez esta noche. Y eso se sentía muy
bien.
Inquieta por el resto de la tarde, quería hacer algo que estuve
planeando durante un tiempo. Tomando una caja de mezcla para hornear
del armario, decidí hacer esos muffins de arándanos que comentamos una
vez en broma. Me pareció el gesto perfecto para darle las gracias por su
ayuda.
Mi departamento olía tan bien cuando tomé los muffins calientes del
horno. Después de que se enfriaron, desenterré una cesta de mi habitación
que había sido utilizada para guardar las revistas. Coloqué una tela en el
medio y acomodé los muffins antes de cubrirlos.
Originalmente planeaba llevárselos en la mañana, cuando oí lo que
asumí era su puerta cerrándose poco antes de la medianoche, decidí
caminar con la cesta encima mientras que los muffins seguían frescos.
Tomé una respiración profunda y llamé tres veces. Cuando abrió la
puerta, noté que su cabello lucia despeinado.
Damien ciertamente no parecía feliz de verme, y su expresión era
torpe.
—¿Qué sucede?
Mi corazón cayó cuando miré más allá de sus hombros para encontrar
a una mujer con largo cabello castaño, sentada en el sofá y enderezando su
blusa
Las palabras no llegarían a mí. Todavía sosteniendo en la cesta de
56
muffins, solo me quedé allí, sintiendo cómo mis tímpanos golpeaban. No
tenía derecho a sentirme celosa, pero Dios, lo estaba.
Página
A
la mañana siguiente, el sonido de los perros ladrando era
extrañamente reconfortante. Significaba que estaban
interrumpiendo todo lo que ocurría entre Damien y su pequeña
aventura. Me preguntaba si tuvo uno de mis muffins.
Perra.
Ni siquiera pensé en tomar uno para mí antes de dejar la cesta en sus
manos.
¿Estaba siendo ridícula? Después de todo, ¡yo tenía una cita esta
noche! La realidad era que me obligaba a ir a esa cita.
Un golpe en la puerta interrumpió mis pensamientos. No esperaba a
nadie tan temprano, ni siquiera me hallaba vestida. Mi cabello se
encontraba anudado, y estaba segura de que había bolsas bajo mis ojos.
Damien no se veía mucho mejor cuando abrí la puerta.
Todavía llevaba la misma ropa de ayer, levantó la mano.
—Hola.
—Oye.
—¿Puedo entrar?
—Seguro.
Se puso tenso y se metió lentamente las manos en los bolsillos
mientras me miraba.
58
—Es sólo que sé con seguridad que nunca podré ser lo que alguien
como tú necesita en un novio, en una pareja. No es que no nos divertiríamos
o seríamos geniales juntos al principio. No soy bueno para ti a largo plazo,
no para el matrimonio. Y las razones son demasiado complejas para entrar,
excepto para decir que no tiene nada que ver contigo y todo que ver conmigo.
No puedo, con la conciencia tranquila, empezar algo con una chica como tú.
—Una chica como yo…
—Sí. No eres el tipo de chica que un chico lleva a casa para una mierda
rápida. Eres la chica que mantienes.
Bien. Al igual que Elec.
—No tenías que explicar todo esto. No me debes una explicación.
—Bueno, si no hubieras estado claramente disgustada, tal vez no
hubiera dicho nada. Simplemente no creo en andarse con rodeos con la
gente o engañarlos. No soy como tu ex. Pero también necesito que entiendas
que hay una diferencia entre no querer estar con alguien y no ser capaz de
hacerlo. Sé más que nada, que tienes miedo a ser herida de nuevo. Y aunque
sé que me encantaría cruzar la línea contigo, si lo hiciera, acabaría
perjudicándote. No voy a ser ese tipo.
Sintiendo un peso en mi pecho, dije—: Bueno, aprecio tu honestidad.
Esta conversación es un poco más profunda de lo que esperaba tan
temprano.
—Lo sé. Lo siento. Lo sentí como algo necesario para ser dicho
después de la forma en que te fuiste. No pude dormir toda la noche,
pensando que te sentías molesta.
Tragué, sintiendo una mezcla entumecida de tristeza y decepción.
Insegura de qué decir, sonreí.
—¿También está ser amigos fuera de los límites?
—Por supuesto que no. Me siento mejor como amigos ahora que me
expliqué. No quiero que las cosas sean incómodas entre nosotros, ya sabes,
si…
—Si estás con una chica... —le interrumpí.
Asintió.
—O si estás con un chico.
Damien dijo que se sentía mejor, pero no lo parecía. No parecía
aliviado. Parecía triste y tenso.
Y yo me sentía más confundida que nunca. 60
***
Página
***
64
—Toc. Toc.
Después de dejarlo entrar, Damien miró mi atuendo.
»Todavía estás vestida.
Se puso unos pantalones grises de chándal que se aferraban a sus
genitales de una manera que ahora descartaba absolutamente cualquier
posibilidad de que no estuviera bendecido en ese departamento. La escritura
en la parte superior de sus calzoncillos bóxer sobresalía un poco.
Maldita sea.
Alzando los ojos, dije—: No me di cuenta de que era una fiesta de
pijamas.
Se movió más allá de mí, dejándome con su excitante aroma.
—Bueno, estamos viendo una película. Pensé que me pondría cómodo.
Pero siéntete libre de quedarte en un vestido. Sí, eso tiene mucho sentido.
Después de nuestra charla, ¿por qué me molesto por lucir bien a su
alrededor?
Tenía razón.
—Bien, listillo, voy a cambiarme a la ropa de dormir.
Levantó un paquete de microondas que trajo y lo sacudió.
—Haré palomitas de maíz y pondré el reproductor de DVD. —Miró a
su alrededor—. ¿En dónde están los tazones?
Señalé uno de los armarios.
—Ahí.
—Dulce.
—Tendrás que cambiar el modo de TV a compuesto dos. Es el mando
a distancia de Sony —dije mientras caminaba hacia el dormitorio.
—Lo tengo —gritó detrás de mí.
Aunque en mi mente sabía que Damien cerró la puerta a la posibilidad
de que algo romántico sucediera entre nosotros, mis nervios ciertamente no
habían recibido el mensaje. Quitándome el vestido, todavía me sentía como
una tonta aturdida. Mi corazón latía un poco más rápido de lo normal,
mientras me ponía unos leggings negros junto con la vieja camisa de los
Bruins de Elec con la que a menudo dormía. Sintiendo un leve ruido en mi
estómago, decidí que probablemente debería aprovechar esta oportunidad
para usar el baño.
65
Cágate en más de una manera, ¿eh, Chelsea?
Página
segundos.
Risitas
—Quizás podamos intentarlo más tarde en casa, señor Cámaraman.
—En serio, sin embargo, la cámara te quiere. Yo también.
—¿Lo haces, eh?
—Lo hago, Chels. De verdad que sí.
—¿Cuánto?
—Deja que te enseñe.
Elec dejó caer la cámara.
Sonido de besos.
Risas.
»Es verdad, nena, me haces tan feliz. Soy el tipo más afortunado del
mundo.
Cuando Damien finalmente se dio la vuelta y me vio junto a él, apagó
el video y me miró.
Silencio.
La expresión de su rostro era una mezcla de simpatía, enojo y
comprensión. Creo que finalmente se dio cuenta de por qué estaba tan
jodida.
Cuando una lágrima empezó a caer, él la atrapó a mitad de mi mejilla
y dijo—: Es un maldito idiota. No es digno de la forma en que lo mirabas en
ese video, y ciertamente no es digno de estas lágrimas. —Me frotó el pulgar
con la mejilla—. Nadie lo es.
—No puedo evitarlo.
—Pero, ya sabes... Ahora lo entiendo. Viendo eso. Escuchando eso.
Entiendo por qué es tan difícil para ti. Sé que bromeo sobre que estés loca
y todo eso... pero tienes todo el derecho a estar enojada y confundida. Las
cosas que te dijo... la forma en que las dijo... Yo también lo habría creído. Y
soy un hijo de puta perspicaz. Simplemente no le hagas eso a alguien. Más
que eso... te mereces algo mucho mejor.
—Eso fue sólo tres semanas antes de que él se fuera a Boston y
volviera a conectar con ella, cuando todo cambió. Cuando se hallaba fuera,
encontré un anillo en su cajón. Iba a pedirme que me casara con él.
Damien cerró momentáneamente los ojos y soltó una serie de
blasfemias en voz baja.
67
—Será mejor que no ponga los pies en nuestro edificio. Juro por Dios
Página
de no acercarme demasiado.
Página
F
rotando mis ojos, dije—: ¿En serio? Están extra ruidosos el día
de hoy.
La voz de Damien era demasiado brillante y alegre para tan
temprano en la mañana.
—¿Por qué no vienes a desayunar con nosotros? Si no puedes
vencerlos, únete a ellos.
—Así que, ¿la única manera de conseguir que los Doble D dejen de
ladrar es ir allá? En serio, tiene que haber una mejor solución.
—¿Qué podría ser mejor que el desayuno con nosotros? Ellos te
extrañan.
—Lo dudo seriamente.
Durante las últimas semanas, Damien y yo empezamos a darnos
cuenta de que, por alguna razón, los perros dejaban de ladrar cada vez que
venía a quejarme por la mañana. Tan pronto como regresaba a mi
apartamento, los ladridos empezaban nuevamente. Era casi como si
estuvieran jugando conmigo.
—Vamos, te haré un poco de café y huevos. Si quieres pan tostado,
tendrás que traer el tostador.
—Voy a tostar unas rodajas y las llevaré —dije, arrojándome algunas
ropas con una sonrisa en el rostro.
72
—Vamos a saltar el tocino. —Rió.
—Um... sí. Sin tocino, por favor.
Página
***
Damien me dijo que siempre alimentaba a los perros tan pronto como
Página
los dejaban y luego los llevaba a caminar una hora o dos más tarde. Me
imaginé que podría tratar de dormir entre su desayuno y la caminata y luego
sacarlos antes de ir a trabajar. Por las noches, les daba una comida más y
los paseaba por última vez antes de que ella los recogiera.
Me había dado la llave de su apartamento, así que me preparé un café
mientras esperaba a que llegaran los perros.
La puerta se abrió y me obligué a enderezarme en mi asiento. Dudley
y Drewfus entraron en la habitación delante de ella.
Limpiando mis manos en los pantalones, dije—: Hola, soy Chelsea.
—Sí. Lo sé.
Damien me dijo que Jenna trabajaba como estilista en el centro de la
ciudad. Usaba pantalones negros que abrazaban sus amplias caderas y una
camisa negra con el nombre del salón escrito en lentejuelas. Su físico me
hizo preguntarme si Damien prefería cuerpos más curvos a figuras más
atléticas como la mía. Llevaba su cabello marrón recto en un corte Bob corto.
Ella era definitivamente atractiva, aunque no alguien que caracterizaría
como una bomba. Jenna era naturalmente bonita con grandes ojos
marrones y un estilo moderno según lo exhibido por sus uñas multicolor y
una chaqueta entallada de cuero retro.
—Es un placer conocerte —dije.
—¿Lo es?
—Sí.
—Lo siento. Puedo ser un poco sarcástica. Me dijo que fuera amable
contigo.
—¿Lo hizo?
—Sí. Tal vez no quería que te asustara. —Me dio un vistazo rápido que
me hizo desear haberme vestido un poco mejor—. Probablemente te gusta
él, eso no sucederá, ¿bien?
Estupendo.
—Damien y yo... somos solo amigos.
—Oh, estoy segura de que es la etiqueta oficial. Pero probablemente
te guste, ¿verdad?
—¿Por qué dices eso?
—Porque he estado allí y lo sé por tu rostro. Te estás sonrojando.
—Todo me hace ruborizar. Eso no significa nada —mentí—. Bien, lo
79
que sea, no importa. Él ya ha cerrado la puerta a eso.
Página
***
Para el segundo día, estaba claro que solo existía una manera de
dormir después del desayuno de los perros. Agarré mi teléfono y le envié un
mensaje a Damien.
80
***
Las cosas fueron bien sin incidentes hasta el jueves. Fue entonces
Página
***
De vuelta en mi apartamento, la culpabilidad pronto fue reemplazada
por el más dulce tipo de tortura. La visión del culo de Damien, los sonidos
profundos y guturales de su placer quedaron grabados en mi cerebro,
repitiéndose una y otra vez mientras me llevaba al clímax varias veces esa
noche.
Había sustituido todos los recuerdos de la mujer en el video conmigo
misma, imaginando lo que él sentiría cuando me llenara, esa ronca voz en
mi oído diciéndome lo bien que iba a follarme mientras inhalaba su olor
sobre todo mi cuerpo desnudo.
Este fue mi castigo por husmear, y me hizo comprender aún más
claramente lo que me perdía.
Más tarde esa noche, le confesé todo a Jade en una llamada telefónica
después de su actuación.
—Bloquéalo de tu mente. Seriamente. Intenta fingir que nunca lo
viste.
—Cuanto más trato de no pensar en ello, peor es. Algo así como toda
mi experiencia con el tipo.
—Aquí hay una pregunta interesante —dijo—. ¿Preferirías tener la
amistad que tienes ahora con él o una relación puramente sexual que
sabrías que nunca se convertiría en más? En cualquier escenario, no hay
compromiso.
—Depende de mi estado de ánimo cuando me preguntes. A principios
de esta noche, podría haber dicho que me gustaría el sexo.
—Pero no eres tú, Chelsea. No soy yo tampoco. No creo que sepamos
cómo no apegarnos. Algunas personas son realmente buenas en separar las
cosas, pero nosotras apestamos en eso.
—Tienes razón. Siempre querría más con él. Y porque él y yo tenemos
esta amistad, ya me he enamorado de él como persona. Si pudiera ser solo
sexo sin conexión emocional, entonces tal vez eso sería diferente. Pero es
demasiado tarde para eso. Ya hay una conexión.
—Sabes, solía bromear acerca de que lo deshuesaras y todo eso, pero
ahora casi lo siento por eso, porque nunca supe que esto se convertiría en
84
un serio dilema para ti.
Página
***
y me giré para encontrarme con los ojos azules más hermosos que jamás vi.
—¡Damien! ¿Qué haces aquí?
Colocó su mano en mi cadera y me empujó juguetonamente.
—Esta es mi cama.
Dios, me encantaba cuando me tocaba. Rara vez lo hacía.
Dolorosamente consciente de su mano todavía descansando en mi
cadera, aclaré mi garganta y dije—: Lo sé, pero ¿qué haces aquí tan
temprano?
Deslizó su mano de mi cadera, haciéndome doler por su regreso.
—Conducimos toda la noche.
¿Nosotros?
Mi estómago se hundió.
—¿Quiénes son nosotros?
—Tyler y yo.
—¿Tu hermano fue contigo a L.A?
—Sí.
—¿Hace cuánto tiempo has vuelto, y dónde están los perros?
—Llegué a casa a eso de las cinco de la mañana. Cuando me vieron,
se dirigieron a la sala de estar.
—¿Por qué?
—Saben que no se les permite entrar en mi cama.
Me quedé boquiabierta.
—¿No lo están?
—No. Tomaban ventaja de ti. Saben que deben permanecer fuera de
mi cama cuando yo estoy en ella.
Los perros se hallaban de pie afuera de la puerta, viéndose culpables
cuando los miré. Era un poco lindo.
—No tenía ni idea.
—No es tu culpa. Nunca lo especifiqué. Supongo que confiaba en que
seguirían las reglas. Deben haberte estado amando.
—En realidad, me gustaba dormir junto a ellos. Supongo que podrías
decir que nos vinculamos.
Parecía divertido, Damien apoyó la cabeza en su mano mientras
86
seguía acostado frente a mí.
Página
Él sonrió.
Página
—Sí.
—No tiene nada contra ti.
Demasiado nerviosa para apreciar esas palabras, dije—: No quiero que
me vea.
—Entonces probablemente no debería decirte que está mirando en
esta dirección.
—¿Crees que sabe que soy yo?
—No lo sé. ¿Quieres salir?
—Sí. Pero tampoco quiero dar la vuelta.
—¿Crees que dirá algo?
—No lo sé. Pero te garantizo que su madre lo hará. Ella me ama.
Damien volvió a mirar en su dirección antes de poner sus manos sobre
mis hombros.
—Bueno. No te asustes, pero definitivamente está mirando hacía aquí.
—Mierda.
Damien parecía que consideraba algo.
—¿Confías en mí?
—Sí.
—Solo tienes que ir con ello, ¿de acuerdo?
Al no tener ni idea de lo que quería decir, asentí.
—De acuerdo.
Antes de que pudiera preguntar algo más, las manos de Damien se
hallaban en mi rostro, atrayéndome hacia él. Apretó sus labios contra los
míos y comenzó a besarme más fuerte de lo que jamás me habían besado
en toda mi vida.
Mi corazón palpitaba tan rápido, y no sabía si era porque sabía que
Elec nos observaba o por la pura sorpresa de todo o simplemente porque
sabía que esto iba a arruinarme.
Es todo para el espectáculo.
A pesar de que seguía diciéndome que no era real, estoy segura como
el infierno de que no se sentía falso cuando Damien empujó su lengua dentro
y fuera de mi boca. Sus labios calientes y húmedos en los míos eran, sin
duda, los mejores que jamás sentí.
Al reconocer su gusto, todos mis sentidos se debilitaron. Mis piernas
93
***
de la razón por la que quería volver. No había podido volver aquí desde
entonces. Sentí que ya era hora. Volver aquí se encontraba en mi lista de
deseos, pero no quería hacerlo solo. Te quería conmigo, porque me
reconfortas, Chelsea. —Señaló la montaña gigante—. Abordar esa cosa hoy
es una especie de paso final. Realmente no quiero ir allí sin ti a mi lado. Así
que, verás... yo podría necesitarte para sostener mi mano tanto como tú lo
necesitas.
¿Cómo iba a decir que no a eso?
Al borde de las lágrimas, le dije—: Está bien.
Estaba radiante.
—¿Sí?
—Sí. Vamos antes de que cambie de opinión.
Al igual que muchas cosas en la vida, la anticipación fue mucho peor
que la caída real. Elegí no tomar la mano de Damien, en su lugar optando
por tomarme fuertemente con las mías. La ansiedad que se intensificó en el
camino se desvaneció cuando nos sumergimos por primera vez. Resultó ser
emocionante, y me alegré mucho de haberlo experimentado. Supongo que
la atracción era algo así como Damien: sabía que probablemente iba a
terminar, que en realidad no iba a ninguna parte, pero seguía disfrutando
de los altibajos de conocerlo.
Un poco mareada cuando salimos, dije—: Guau. Eso fue muy
divertido.
—Gracias por ir conmigo.
—Supongo que estamos a mano. Nos ayudamos mutuamente de
diferentes maneras.
Él apartó un mechón de cabello de mi rostro.
—El sol se está poniendo. Solía amar ver todas estas luces desde una
distancia en la playa. ¿Quieres dar un paseo antes de regresar a casa?
Un paseo por la playa con Damien sonaba exactamente como yo
quería terminar el día.
—Por supuesto.
Agarramos un poco de algodón de azúcar y nos dirigimos a la playa
que se había vaciado. Era una noche fría. Damien se quitó la chaqueta y la
tiró sobre mis hombros. El viento soplaba mi cabello en mi rostro y en el
algodón acaramelado. Me sorprendió cuando también se quitó el gorro y lo
puso sobre mi cabeza.
98
—Eso debería retenerlo para que puedas comer.
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100
Página
11
Traducido por Myr62
Corregido por Taywong
L
as cosas cambiaron después de la noche en Santa Cruz.
Damien trató de fingir que no sucedió, pero yo simplemente no
podía.
Enojada conmigo misma por mi incapacidad para controlar mis
sentimientos, decidí que evitarlo sería mejor que tratar de lidiar con las
cosas. No quería que fuera testigo de mi debilidad.
Cuando me llamara para desayunar, me inventaría una excusa.
Cuando él pasara, actuaria fría hasta que se diera por vencido y se fuera.
Los perros ladraban más que nunca. Sabía que trataban de hacerme
ir, y me dolía porque los extrañaba. Y lo extrañaba. Simplemente no sabía
cómo estar a su alrededor sin sentir la tristeza de su rechazo.
Seguir siendo su amiga parecía imposible porque estaba bastante
segura de que me estaba enamorando de él.
Mi teléfono sonó una mañana.
Damien: Los perros te extrañan.
Chelsea: Los extraño también.
Damien: No es justo para ellos lo que estás haciendo. ¿No puedes venir
a verlos por cinco minutos?
Chelsea: No puedo.
101
Damien: No son solo ellos. Yo también te extraño.
Chelsea: Lo siento.
Página
—Lo sé.
—Entonces, ¿cómo lo viste? —Cuando no respondí, él simplemente
dijo—: Chelsea...
Habiéndome apoyado en un rincón tanto literal como figurativamente,
no tuve más remedio que decir la verdad.
—Bueno. Así que ya sabes que estuve cuidando a los perros. Bien,
Drewfus fue debajo de tu cama. Estaba tratando de sacarlo. Había esta caja.
—Tragando, dije—: La abrí. Solo quería saber más sobre ti. Estuvo mal. No
debería haber estado husmeando, pero tenía curiosidad. Este disco decía
“Jamaica” sobre él. Nunca soñé que fuera una cinta sexual. Vi un poco de
ella. Lo siento. Fue un error.
Un silencio largo, muy incómodo siguió. Me miró seriamente
sorprendido, y me hizo sentir mucho peor.
Di algo.
Finalmente, acercó su rostro al mío y susurró—: Pequeña maldita
pervertida.
Seguí esperando que dijera algo más. Mi respiración era errática
mientras me quedaba apoyada contra la pared con su rostro sobre el mío.
Después de varios segundos de silencio, simplemente retrocedió y se
fue, cerrando la puerta detrás de él.
***
Eso era difícil de oír, y realmente no tenía respuesta. Las cosas del
corazón no siempre eran lógicas o fáciles de explicar.
Esa tarde, después de que Jade y yo dejáramos el teléfono, hice un
poco de café y me senté en mi ventana. Damien pintaba en el patio. Sabía
que esta era la hora del día en que el sol daba justo cuando él trabajaba en
su arte. Yo no me hallaba normalmente en casa en ese momento, pero había
tomado un día personal.
Me senté y lo observé durante casi dos horas mientras pintaba una
montaña con una puesta de sol detrás. Era increíble cómo algo que comenzó
como una serie de líneas rociadas podría ser transformado en una imagen
tan realista con la mezcla correcta de colores.
Me preguntaba en qué pensaba y qué le hizo decidir dibujar una
montaña y una puesta de sol. Los perros se encontraban sentados
observándolo con sus lenguas colgando, y eso me hizo sonreír. Me tomó todo
lo que había en mí para evitar salir y unirme a ellos, pero no quería
interrumpirlo o, peor aún… molestarlo.
Mi teléfono sonó, interrumpiendo la sesión de acecho. Era Ariel del
centro juvenil.
—Hola, Ariel. ¿Qué pasa?
—Te estaba buscando, pero no estás aquí hoy. Dijiste que podría
llamarte en cualquier momento si te necesitaba, ¿no?
—Sí. Por supuesto. ¿Qué pasa?
—¿Me prometes que no te enojarás conmigo?
—Lo prometo.
—Tuve sexo con Kai.
Mierda.
—Guau. Bien. ¿Estás bien?
—Creo que sí. Quiero decir, no fue tan genial.
Reí interiormente.
—Sí, las primeras veces no lo son.
—Ahora lo veo.
—¿Qué te hizo decidir dar ese paso?
—Me daba curiosidad. Quería ver si nos acercaba más. Y lo amo.
—Bien, siempre y cuando estés bien con eso y no te sientas obligada
107
a hacer algo por lo que no estás lista.
—De todos modos, ahora es demasiado tarde, ¿no?
Página
***
108
Todos los días me decía que hoy era el día en que iría a Damien y me
disculparía, y cada día dejaba pasar la oportunidad. Nunca se sentía como
Página
el momento adecuado.
A veces, la vida no espera el momento adecuado. A veces, una
situación repentina reúne a la gente si está lista para ello o no.
Un miércoles, al llegar a casa del trabajo, el conserje del edificio se
hallaba de pie afuera con uno de los perros —pero no los dos— y entonces
me pareció extraño. Al verlo más de cerca, me di cuenta de que estaba con
Dudley.
—Hola, Murray. ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Damien?
La expresión de su rostro me preocupó.
—Drewfus fue atropellado por un auto hoy.
Mi estómago se hundió.
—¿Qué? ¿Está bien?
—No estoy seguro. Lo llevó al hospital de animales. El jefe parecía muy
nervioso.
Dudley normalmente estaría saltando arriba y abajo a mí alrededor,
pero en su lugar, se encontraba tranquilo y no parecía él mismo.
—¿Dudley lo vio pasar?
—Creo que sí. Yo no estaba aquí. Supongo que Drewfus solo despegó
de repente, y todo sucedió tan rápido.
Mi corazón dolía por Damien. Los perros eran su vida. Llena de temor,
saqué mi teléfono y le envié un texto.
Chelsea: ¿Drewfus está bien?
Pasaron varios minutos antes de que él respondiera.
Damien: Está en cirugía. Algunos miembros rotos y daños internos. No
sabré más hasta que salga.
Exhalando un suspiro de alivio de que el perro estuviera vivo, escribí.
Chelsea: Estoy con Murray. ¿Puedo llevar a Dudley a tu apartamento?
¿Qué puedo hacer?
Damien: Eso sería genial.
Chelsea: De acuerdo. Todavía tengo mi llave de la última vez.
Damien: Gracias.
Chelsea: Por supuesto.
Una vez dentro del apartamento de Damien, me rompió el corazón al
109
ver cómo Dudley parecía nervioso mientras buscaba frenéticamente por
todas las habitaciones a su mejor amigo. Los Doble D eran como brazos
derechos el uno del otro. Si vió ocurrir el accidente, eso tenía que haber sido
Página
traumático.
También se negó a comer, lo cual era muy diferente a él. No sabía qué
más hacer. Cuando me senté en el sofá, él saltó para unirse a mí y apoyó su
barbilla en mi estómago. Comencé a masajear lentamente su suave cuero
cabelludo para calmarlo. No podía pensar en ningún propósito mejor para
mí hoy que estar consolando a este animal. Mis dedos continuaron
acariciando su frente hasta que sus pálidos párpados se cerraron. Se quedó
dormido.
Como no había orinado desde que volví del trabajo, cuidadosamente
deslicé mi cuerpo de debajo de Dudley para usar el baño de Damien.
Al regresar, me di cuenta de un bloc de notas en el mostrador de la
cocina que parecía tener un número de cosas diferentes garabateado en ella,
desde números de teléfono a artículos comestibles y garabatos. Pero fue la
palabra escrita al azar en la esquina del bloc de notas en una elaborada
fuente de graffiti que realmente se destacaba: Chelsea.
En medio de un día tan triste, eso me hizo sonreír y me llenó de
esperanza. Prometí no leer en él y solo apreciarlo por lo que era: la
verificación de que estuvo pensando en mí, ya sea como un amigo o de otra
manera.
Aunque me moría por una actualización de Drewfus, opté por no
molestar a Damien. Me contactaría cuando estuviera listo. Así que, regresé
a mi lugar en el sofá al lado de Dudley. Ahora se había despertado, pero
lucía hosco y letárgico.
La puerta se abrió poco después de las once de la noche. Dudley
comenzó a jadear mientras corría hacia ella en busca de su mejor amigo.
Damien llegaba solo y se arrodilló, frotando sus dedos a lo largo de la cabeza
de Dudley.
Hablando en voz baja, dijo—: Está bien, amigo. Está bien. No está
aquí, pero va a estar bien. Va a estar bien.
Con mi mano en mi palpitante corazón, solté el aliento que había
sostenido. Todavía arrodillado, Damien me sonrió, y de repente todo parecía
estar bien en el mundo. Había deseado ver esa sonrisa dirigida hacia mí de
nuevo.
Permaneció agachado durante un rato, tratando lo mejor que pudo
para tranquilizar a Dudley.
Damien finalmente se levantó y caminó hacia mí mientras Dudley
permanecía junto a la puerta esperando con la esperanza de que Drewfus
llegara en cualquier momento.
110
Sin saber qué decir o hacer, mi cuerpo se puso rígido. Damien me
sorprendió cuando me atrajo hacia él y me abrazó fuertemente mientras
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Página
12
Traducido por Myr62
Corregido por Taywong
—N
o puedo creer que realmente estás pasando por esto
—dijo Jade.
Estaba reuniendo las cosas que no estaría guardando
en una bolsa de basura mientras conversaba con mi hermana antes de una
de sus actuaciones.
—Una gran parte de mí no quiere. Me siento muy segura aquí. Pero,
para mí cordura, es necesario.
—¿Te dejará salir de tu arriendo?
—Lo está.
—Eso es bueno, porque podría haber sido totalmente un idiota al
respecto.
—Sabe por qué me voy. En estas circunstancias no sería un idiota.
Hemos sido cordiales desde la noche en su cama cuando lo perdí con el
pobre perro durmiendo junto a mí. Damien no está contento con esto, pero
creo que entiende. Sabe que no puede detenerme.
—Por cierto, ¿cómo está el perro lesionado?
—Drewfus está bien. He estado yendo allí a visitarlo. Todavía se está
recuperando, cojeando. Pero, gracias a Dios, él estará bien.
—Bueno. ¿Cuándo te mudas? 119
—En un par de semanas. El nuevo lugar no está vacante todavía.
Estoy empacando lentamente todas mis cosas pequeñas. Mamá y papá
vienen a ayudarme con las cosas grandes el día de la mudanza.
Página
cambio de ritmo.
—Damien no lo mencionó.
Damien seguía mirándome cuando dijo—: No tuve la oportunidad.
—Bueno, entonces definitivamente tienes que cenar con nosotros si te
mudas pronto.
Me sentía curiosa.
Quería cenar con ellos.
—Sabes... ha sido un largo día de limpiar y empacar. No tuve tiempo
de pensar en la cena, así que quizá tal vez te tome la palabra.
Ty encendió juguetonamente el encendedor.
—Genial. Puedo hacer una mazorca de maíz a la brasa.
—Le gusta comerlo a lo largo —dijo sarcásticamente Damien.
Sacudiendo la cabeza ante su cómica pelea, pregunté—: ¿Puedo traer
algo?
—Solo a ti, pequeña belleza —respondió Ty antes de añadir—: Te estás
sonrojando de nuevo.
—En realidad, creo que voy a traer algo de alcohol. —Definitivamente
iba a necesitarlo.
Después de parar en mi apartamento por la botella de vino y de
cambiarme por otra cosa que mi ropa de andar en casa, encontré a Damien
y a Ty afuera.
Seguí las columnas de humo a la parte trasera del edificio donde
habían instalado una chimenea y tres sillas Adirondack de plástico. Era la
noche perfecta para una hoguera; fresca y seca con la puesta del sol.
Añadir “caballerosidad” a la lista de atractivas cualidades de Tyler.
—Oye, Chelsea. Déjame tomar esa botella y abrirla para ti. —Él era
súper encantador. No era de extrañar que Damien tuviera dagas en los ojos
mientras miraba a su hermano abriendo mi vino y echando algo en el vaso
que traje.
»¿Por qué no te sientas aquí para que el humo no sople en tu rostro?
—Ty me dirigió a la silla en la que había estado sentado.
—Gracias. —Sonreí y miré a Damien en un intento de conversar—.
Perdiste una oportunidad de hacer una broma sobre mí y el humo, Damien.
Estás aflojando.
Todavía parecía enfadado cuando levantó la vista de la parrilla.
122
—¿Qué es eso?
—No importa.
Página
—¿Es inamovible?
—Sí. El otro ocupante en el nuevo lugar se supone que ya está fuera.
Alquilé un camión de mudanzas, y mis padres vienen a ayudar.
Damien abrió una cerveza y dijo—: Diles que cancelen.
—¿Por qué?
—Te ayudaré a mudarte.
—Eso no es necesario.
Ty interrumpió—: Podemos ayudar. Tus padres no deberían tener que
hacerlo.
Damien le dirigió una sucia mirada que implicaba que se sentía
molesto con Tyler por ofrecer sus servicios.
—Bueno, realmente aprecio eso. Seguramente mis padres todavía
vendrán, pero podríamos usar la mano de obra para el trabajo pesado.
—¿Por qué te mudas nuevamente? —preguntó Ty.
Simplemente no respondí. No existía manera de que me avergonzara
delante de él.
Percibió mi aprehensión.
—Está bien. No tienes que explicar. No es asunto mío.
—No, no lo es —dijo Damien antes de levantarse de repente—. Creo
que la comida podría estar lista.
Podrías cortar la tensión en el aire con un cuchillo de carne.
—Asegúrate de darle algo de cada tipo de carne —gritó Ty.
Damien arregló la mezcla de las puntas de carne, el filete en rodajas,
el maíz a la parrilla y las verduras asadas en tres platos de cartoncillo.
Me levanté para recuperar el mío.
—Huele increíble. No puedo creer que nunca hayamos asado aquí
antes.
—Bueno, técnicamente, yo no permito barbacoas en las instalaciones.
—Oh, es cierto. Bueno, afortunadamente, tengo un contacto con el
propietario. —Sonreí—. Esto es bonito. Gracias por incluirme.
La expresión de su rostro se iluminó y finalmente se transformó en
una sonrisa llena.
—Bueno, no dejaste que mi mal humor te asustara. Me alegra que
124
estés aquí.
—Yo también.
Página
Los tres comimos en silencio durante un rato hasta que Tyler me puso
en un aprieto.
—Bueno, ¿cuál de las carnes sabía mejor para ti? ¿Las puntas o el
bistec?
Mirando entre los dos hermosos hermanos de cabello oscuro con las
sonrisas que se correspondían, no pude evitar reírme de su pequeña
competencia. Tomando un sorbo de mí vino, crucé mis piernas y me recliné
en la silla, fingiendo meditar como si fuera una difícil decisión.
Sinceramente, el sabor del bistec era fenomenal comparado con las puntas.
—El bistec gana. El sabor era increíble.
La mirada presuntuosa en el rostro de Damien reveló cuál era la receta
del condimento. Ty sacudió la cabeza y tomó el resto de su cerveza, mientras
Damien estallaba en carcajadas. Solo pensé que mis papilas gustativas
gravitaban hacia su mezcla. Cada parte de mí aparentemente se sentía
atraída por este hombre.
Escuché durante un rato mientras Damien y Tyler me contaban
algunas historias sobre crecer en San José.
El estado de ánimo se oscureció un poco cuando Tyler preguntó—:
¿Has hablado con mamá últimamente?
—No en unos días, ¿por qué?
—El doctor le dio en un nuevo medicamento. Ella dice que eso la
enferma. —Vaciló—. ¿Está bien si hablo de esto delante de Chelsea?
—Sí. Ella sabe que mamá tiene depresión. —Damien frotó sus ojos y
exhaló—. Realmente necesito recogerla y traerla aquí le guste o no. Tal vez
este fin de semana. —Me miró—. Mi madre no conduce.
—No me había dado cuenta de eso.
—Ella solía hacerlo, pero luego empezó a sentir pánico cuando
conducía en la autopista. Uno de nosotros va a buscarla cuando va a
visitarla.
—Nuestra madre nunca fue la misma después de que murió nuestro
padre —agregó Tyler.
—Lo sé. Damien me ha hablado mucho de eso.
Damien cambió de tema.
—¿Qué hay de esos cigarros?
Tyler sacó la bolsa de plástico transparente.
125
—¿Vas a fumar uno, Chelsea?
Página
Me encogí de hombros.
—Por supuesto.
Cortó los largos y firmemente enrollados puros y le entregó uno a
Damien y a mí. Lo froté entre mis dedos, lo llevé a mi nariz y respiré el aroma
picante pero terroso. Él entonces vino alrededor con el encendedor de la
barbacoa y lo encendió para mí.
Succionando el humo, inmediatamente tosí.
—No lo inhalaste, ¿verdad?
—Lo hice un poco.
—No lo hagas. —Ty lo tomó de mí y lo trajo a su boca, dibujando en
el humo, soplándolo lentamente en mi rostro—. Solo prueba por unos
segundos y luego déjalo ir.
De repente, me sentía masivamente ruborizada. Había algo en esas
palabras que parecían sexuales. Cuando miré a Damien, vi que la mirada
de muerte de antes regresó con toda su fuerza.
»Sabes, cuanto más largo y ancho es el cigarro, más intenso es —dijo
Ty.
—Eso va para muchas cosas, lo cual es lamentable para ti, hermano
pequeño —dijo Damien antes de tomar una larga bocanada de su propio
cigarro.
Ty habló a través de su risa.
—Cierra la boca.
Cuando empecé a captar el truco del cigarro, me incliné hacia atrás y
miré hacia el cielo nocturno mientras practicaba soplando anillos de humo
en el aire.
Estaba tranquilo, y podía sentir ambos ojos en mí.
Ty fue el primero en romper el silencio cuando dijo—: Hay algo tan
malditamente sexy sobre una mujer fumando un cigarro.
—¿En serio? ¿Una mujer? ¿O esa mujer? —soltó Damien.
—Tienes razón. Depende de la chica.
Un silencio incómodo permaneció en el aire.
La siguiente pregunta de Ty me lanzó una curva.
—¿Tienes planes para el resto de la noche, Chelsea? 126
—Umm no.
—¿Quieres dirigirte a Diamondback?
Página
Sabía que era un bar y un club no muy lejos de nuestro edificio que a
menudo ofrecía música en vivo y baile.
Inmediatamente miré a Damien para que me guiara. ¿Su hermano me
pedía que saliera con él solo? ¿Trataba de sacarme en una improvisada cita?
¿Damien iba a dejarlo? ¿Le importaba realmente, o era su cólera esta noche
solo una cuestión de su naturaleza competitiva?
Supongo que una parte de mí quería saber cuándo dije—: Eso suena
divertido. Sí.
—Genial.
Damien no pronunció una palabra. Él solo continuó mirándome
mientras soplaba anillos de humo.
Me levanté, enderezando mi camisa y le di mi cigarro a Ty.
—Entonces me ducharé y me cambiaré.
—Suena bien. —Sonrió.
Temor me siguió todo el camino de vuelta a mi apartamento. ¿Qué
estaba haciendo? Ni siquiera iba a mentir; me dolió que Damien no dijera
nada cuando Ty me pidió que saliera. Sin saber exactamente lo que había
acordado, me quedé con una sensación de inquietud.
Tomé una ducha y me puse un minivestido azul. Solté mi cabello
normalmente ondulado y llené mi rostro de maquille.
Dejando escapar un lento aliento nervioso, golpeé la puerta de
Damien.
Ty abrió e iba vestido con los mismos vaqueros y la camisa negra que
había tenido en el exterior. Él mojó su cabello y debía de haberse rociado
una nueva capa de colonia, porque era picante.
El aire se sentía lleno de tensión y testosterona.
Damien se hallaba apoyado en la encimera de la cocina. Llevaba los
mismos vaqueros oscuros, pero se había puesto una camisa gris que
abrazaba su musculoso pecho. También llevaba su gorro. Me encantaba
cuando usaba ese sombrero de una manera que su cabello se asomaba por
el frente. Sus mangas estaban enrolladas, mostrando su tatuaje en el
antebrazo. Su mirada enfadada realmente trabajaba en mí. Me hizo pensar
en su amenaza de follarme enojado contra la pared, la noche de mi mensaje
borracho. Se veía tan bien en este momento, y me sorprendí olvidando por
qué me hallaba aquí, mientras seguía mirándolo fijamente. 127
Ty vino detrás de mí.
—¿Lista para ir?
Página
—Sí.
Justo cuando pensé que Damien iba a dejarnos ir, comenzó a
seguirnos por la puerta.
Me di la vuelta.
»No creí que vinieras.
—No iba a hacerlo, pero cambié de opinión.
Los tres de nosotros caminamos en silencio a Diamondback's, que
quedaba a unas tres cuadras de distancia.
Era noche de música de los años ochenta y noventa. No había banda
de servicio esta noche, solo un DJ. “2 Become 1” de las Spice Girls sonaba,
y totalmente me trajo de vuelta a los recuerdos de cantar esa canción en
frente del espejo del baño con mis hermanas.
Ty se inclinó.
—¿Qué estás tomando?
—Ya sabes que le gusta el vino blanco. —Damien resopló.
—Quizá tiene ganas de algo más.
¿Hablaban en serio?
—Un vaso de Chardonnay sería fantástico.
Ty fue a buscar las bebidas, dejándome a solas con Damien. Fueron
unos largos y torpes tres minutos hasta que el DJ comenzó a tocar “Burning
Down the House” de The Talking Heads.
—Damien, si no estuvieras aquí, pensaría que le dijiste que tocara esa
canción.
—Solo una coincidencia divertida.
Juguetonamente empujé su camisa.
—Me alegra que hayas decidido venir con nosotros. No sabía si ibas a
venir.
—Bueno, alguien tiene que vigilarlo.
—¿Vigilarlo a él o vigilarme a mí? —Cuando no dijo cualquier cosa,
agregué—: Tu hermano es un tipo realmente agradable. Ustedes dos son
casi iguales.
—Ninguno de nosotros es tan agradable. Ty es mi hermano y yo lo
amo, pero confío en él contigo tanto como confío en mí. Y eso es mucho
decir.
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Ty regresó con nuestras bebidas y me entregó mi vino antes de dar a
Damien su cerveza.
Página
—¿Oí mi nombre?
—Solo decía lo similares que son ustedes dos.
Después de unos minutos, sonó “Diamonds and Pearls” de Prince. Ty
tomó la copa de vino de mi mano.
—Me encanta esta maldita canción. Baila conmigo, Chelsea. —
Cuando no me moví, él dijo—: Vamos.
¡Qué demonios! ¿Por qué no?
Dejé que me llevara a la plataforma. Tenía la mano en la parte baja de
mi espalda. Las luces de la pista de baile destellaron a nuestro alrededor.
Envolvió sus brazos alrededor de mí, y yo coloqué las mías en su cuello.
Mientras nos inclinábamos hacia la música, se hizo claro como el día:
a pesar de que esta versión más joven, cuestionablemente más caliente de
Damien, expresaba interés en mí, no estaba sintiendo nada más que la
emoción corriente de su cuerpo presionado contra el mío. Resultó una vez
más que mi obsesión por Damien era mucho más que física. En esencia
tenía un clon que en realidad mostraba interés romántico en mí, y todo lo
que quería era estar con el tipo gruñón y malhumorado en la esquina, el que
repetidamente me rechazaba. De alguna manera me hallaba conectada con
Damien de una manera que ni siquiera entendía, conectada con la forma en
que él me hacía sentir, la forma en que sabía que me entendía, la forma en
que su corazón latía por mí.
La danza llegaba a ser demasiado. Cuando la canción finalmente
terminó, me excusé y me dirigí al baño para respirar. Me estaba solo secando
las manos cuando la puerta se abrió detrás de mí. Mi cuerpo se congeló
cuando sentí su voz baja y penetrante vibrando contra la nuca de mi cuello.
—¿Quieres follar con él?
Girándome lentamente para encontrar la mirada incendiaria de
Damien, susurré—: Desearía hacerlo.
—No estás actuando como si no lo hicieras. ¿O tal vez estás viviendo
una fantasía de trío retorcido?
Ahora, me hacía enfadar.
—¿Estás celoso?
—Sí. Estoy malditamente celoso —dijo a través de sus dientes
apretados.
—Supéralo.
—Mira quién habla. No estás superándome.
129
Mi voz era tensa.
Página
L
a vista a través de la mirilla reveló una versión distorsionada de
Tyler.
¿Qué hacía aquí en medio de la noche?
Mi estómago estaba hecho nudos. Los chicos me dejaron en mi puerta
hace media hora. Me cambié el pijama y me lavé el maquillaje. Sabía que
estaba aquí, así que no era como si pudiera fingir que no me hallaba en
casa. Suspirando profundamente, abrí la puerta.
—Tyler. ¿Qué haces aquí?
—¿Puedo entrar?
—Um, seguro.
Mientras me rozaba, dijo—: Damien saltó a la ducha, así que pensé
que era seguro llamar a tu puerta sin que él me oyera. Él jodidamente lo oye
todo.
—Sí. —Me reí nerviosamente—. Audición supersónica.
—De verdad.
Sus ojos aterrizaron en el gran chupetón en la base de mi cuello. —
Jesucristo. ¿Es eso lo que creo que es?
No tenía sentido negarlo. —Sí.
Damien chupando mi cuello en el baño del club me dejó un hematoma
131
gigantesco.
Página
—Lo está.
—¿Por qué dirías eso? Ni siquiera quiere salir conmigo.
Apoyó sus brazos en sus piernas mientras me miraba. —Está loco por
ti. Lo he sabido por un tiempo, pero realmente esta noche lo vi con mis
propios ojos.
Mi corazón seguía golpeando, deseando tanto que tuviera razón. —Si
realmente crees eso, entonces, ¿por qué lo hiciste?, ya sabes...
Alzó la frente. —¿Coquetear como un demonio contigo toda la noche?
—Sí.
—Era una actuación. Trataba de probar un punto. No me
malinterpretes. Eres una chica hermosa. Pero nunca iría detrás de alguien
por quien mi hermano tiene verdaderos sentimientos. Nunca. En el fondo, él
también lo sabe.
—¿Por qué parecía tan amenazado por ti?
—Él sabía lo que hacía. Lo que lo molestaba era que tenía miedo de
que pudiera realmente gustarte y que tendría que presenciarlo.
Devanándome los sesos para darle sentido a esta conversación,
necesitaba que él retrocediera. —Dijiste que tratabas de probar un punto.
Lo siento, pero no lo entiendo. ¿Puedes explicármelo por favor?
—Trataba de demostrarle que él realmente no es capaz de soportar
dejarte ir. Ha estado tratando de alejarte. Eso no es lo que realmente él
quiere.
—¿Por qué? —grité—. ¿Por qué está tratando de alejarme?
—Damien piensa que estarías mejor sin él.
—No entiendo.
Tyler hizo una pausa y alzó la vista hacia el techo durante un rato
para intentar recoger sus pensamientos. —Hay algo que no sabes, Chelsea.
Pero no puedo ser el que te lo diga. No me corresponde. El necesita
explicártelo. Todo lo que puedo decirte es que no hay nada que temer, y no
es nada que te hará verlo bajo una luz negativa. No estarías poniéndote en
peligro de estar con él. No es nada de eso. Simplemente siente que no puede
involucrarse contigo, aunque eso le duela.
Las ruedas giraban en mi cabeza. ¿Qué podría ser?
—Estoy confundida.
—Lo sé. Todavía hay mucho que se desconoce, incluso para nosotros.
Pero ten paciencia con él. Te lo dirá cuando esté listo. Sé que lo hará. No te
133
des por vencida. Espera por él si es que puedes. Eso es... si realmente
quieres estar con él.
Página
—He querido estar con él casi desde el principio, desde la noche del
incendio del horno eléctrico sentí una conexión más fuerte que cualquier
cosa que había sentido antes.
La boca de Ty se curvó en una sonrisa. —Esa fue la noche en la que
él envió tu propuesta a ese sitio de citas, ¿verdad?
—Sí. ¿Te dijo eso?
—Voy a ir al infierno por esto.
—¿Qué?
Tomó su teléfono. —Voy a enseñarte un texto que me envió esa noche.
Dame un minuto porque tengo que pasar por mis mensajes. En ese
momento, recuerdo haber pensado que era divertido como el demonio y tan
propio de él para estar diciendo la mierda que era. Déjame encontrarlo.
Mientras Ty se deslizaba por su teléfono, mi corazón palpitaba. Esto
parecía una invasión de la privacidad de Damien, pero el Señor sabe que yo
no era una novata en esa arena. Me moría de ganas de saber lo que dijo de
mí.
—Está bien. —Dirigió la pantalla hacia mí—. Aquí. Mira.
Tomé el teléfono de él y leí su intercambio.
Damien: Estoy muy jodido.
Ty: ¿Qué pasa?
Damien: Estoy tan jodido.
Ty: ¿Qué demonios está pasando?
Damien: La rubia que te dije de la puerta de al lado.
Ty: ¿Dormiste con ella?
Damien: No.
Ty: ¿Qué pasó?
Damien: TAN jodido.
Ty: ¿Malo? ¿O bueno?
Damien: TAN jodido.
Ty: Sí, tengo eso.
Damien: Casi quemó el edificio.
Ty: ¿Qué demonios?
Damien: Horno eléctrico en llamas. Lo apagué. Todo está bien. Ella vino
134
a verme después.
Ty: ¿Y ahora hay un incendio en tus pantalones? LMAO12.
Página
12 Iniciales del inglés laughing my ass off. Literalmente: “Riéndome hasta partirme el culo”.
Damien: Básicamente. Sí. Ella es maravillosa. Pero no es sólo eso. Es
alucinante. Dulce como el infierno. Honesta. Ninguna mierda. Lo que ves, es
lo que tienes.
Ty: ¡Así que esto es bueno!
Damien: No. No puedo jugar con ella.
Ty: ¿Por qué no?
Damien: Ella es una buena chica, ya tuvo el corazón roto una vez por
un idiota.
Ty: ¿Por qué no puedes salir con ella?
Damien: ¿Cuántas veces hemos hablado de esto?
Ty: Es una mierda.
Damien: La puse en un sitio de citas.
Ty: Eso es jodido. ¿Estás loca por ella y la pusiste al día con otros
hombres?
Damien: Tenía que hacer algo. Me asustó como la mierda.
Ty: Nunca te he oído decir eso antes.
Damien: Probablemente nunca lo diga de nuevo.
Ty: Bueno, maldita sea.
Ese fue el final del intercambio.
Mi mano temblaba mientras sostenía su teléfono. Mientras me sentía
un poco culpable por entrometerme en sus mensajes personales, sentía que
mi corazón iba a estallar. Me abrumó saber que Damien experimentó todas
las mismas cosas que sentí esa noche. Nuestra química había estado por
las nubes. Eso confirmaba que no era mi imaginación. Aunque me dejó
sentir tan rechazada en ese momento, aparentemente hubo más que un
simple desinterés.
Ty me quitó el teléfono. —Nunca lo viste, ¿de acuerdo? Y nunca
tuvimos esta conversación, tampoco. Es que... cuando descubrí que te
mudarías, sabía que realmente necesitaba decirte algo. Amo a mi hermano
más que a nada. No me gusta ir detrás de su espalda así, pero en última
135
instancia, siento que es por su propio bien.
—¿Qué sugieres que haga?
Página
***
Perros de Damien.
Riendo, le dije—: También aseas perros, ¿eh?
—Somos un establecimiento de servicio completo.
—¿Qué otros servicios ofrecen?
Dios, eso sonaba sugestivo.
—¿Para ti? Puedo negociar
Me aclaré la garganta. —¿Cómo están los Doble D?
—Están bien. Acabo de darles un baño, por lo tanto, los perros están
aseados. Juro que estos perros tienen los culos más limpios en la faz de la
Tierra.
—No lo dudo.
—¿Cómo estás?
—Estoy bien... un poco triste, mirando alrededor de todas estas cajas.
El lugar está tan vacío, puedo oír un eco.
—Deberías gritar un montón de obscenidades. Apuesto a que se
sentiría bien. Simplemente no las dirijas hacia mí.
—A mi casero no le gusta cuando perturbo la paz
—No creo que le importe hoy. Está un poco triste porque está
perdiendo a su inquilina favorita.
—Bueno, me está subiendo el alquiler. Tengo que irme.
—El maldito deseo es la razón por la que te marchas.
Pasaron varios segundos de incómodo silencio antes de hablar de
nuevo.
—¿Crees que el propietario desearía salir conmigo en mi última
noche? ¿A menos que tengas otros planes?
—Si fuera así, los rompería.
Eso me hizo sentir mariposas.
—De acuerdo. Eso es algo bueno, porque todo está repleto, así que, si
no me aceptaba, me moriría de hambre y miraría la pared.
—Irónico. ¿No es así como comenzó nuestra amistad? ¿Por una pared?
—Sí, más o menos. Desde el punto de vista técnico, empezó con que
me espiasen.
—Tienes razón. Lo hice.
137
—Ah, ¿lo admites ahora?
Página
—Tengo que decirte algo, porque no creo que tengamos mucho tiempo
a solas mañana, y sólo quiero poner las cosas claras. Y te lo juro, Damien,
esta es la última vez que vas a oírme hablar de ello.
Se apartó un poco de mí. —Bien.
—Dices que te olvidaré una vez que me vaya, pero puedo asegurarte
de que eso no será cierto. Podría seguir adelante, sí, porque no me has
dejado otra opción. Pero eso no cambia lo que siento por ti. Estás en mi
corazón, y no puedo sacarte. No sé si quiero hacerlo. Estar contigo es lo
único que se siente bien. Sería una cosa si simplemente no tuvieras
sentimientos por mí, pero si te estás diciendo que estoy mejor sin ti,
entonces te equivocas. Si el vacío que siento esta noche es una indicación,
definitivamente no estoy mejor.
—Chel…
—Déjame terminar. Cuando te conocí, me hallaba en el peor lugar. El
peor. Lo irónico es que, aunque elijas desaparecer de mi vida después de
mañana, tú eres la razón por la que ahora tengo fuerzas para manejarlo,
para manejar cualquier cosa. Siempre estaré en deuda contigo por sacarme
de esa mierda, por mostrarme que me merecía algo mejor, por ser un amigo
y por ser honesto conmigo incluso cuando dolía. Soy más fuerte ahora que
antes, y soy más fuerte de lo que piensas. Cualquier cosa que tengas que
decir... Puedo manejar la verdad, Damien. Eso es. He dicho mi verdad.
Mi declaración fue un poco arriesgada. Eso implicaba que sabía que
ocultaba algo cuando técnicamente, esa conversación con Tyler "nunca
sucedió", pero tenía que decirlo.
—Te escuché —dijo simplemente.
—En ese sentido, yo debería tratar de dormir un poco. —Salté del
sofá—. Mañana será un gran día.
Me siguió detrás mientras caminaba hacia la puerta. Parecía como si
no quisiese que me fuera o que estuviera a punto de decir algo. Nunca lo
hizo. Sólo se paró en la puerta con una mirada en sus ojos que parecía llevar
el peso de mil palabras no dichas. No sabía si alguna vez se permitiría
liberarlas. Mientras tanto, necesitaba seguir adelante con mi vida.
Supongo que podría decir que tiraba la toalla. Pero en cierto sentido,
se sentía más como si se la diera, con la esperanza de que la devolviera
algún día.
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Página
14
Traducido por Mave
Corregido por Vickyra
E
l sueño era imposible esa noche.
De alguna manera, ahora que el día de la mudanza llegó,
parecía cada vez más como si irme fuera la decisión equivocada.
No había vuelta atrás. Mis pertenencias se hallaban en cajas, y trataba de
empacar mentalmente mis sentimientos junto con mis pertenencias. Tuve
que seguir recordándome que, en última instancia, Damien no luchaba
porque me quedara. Una parte de él quería este escenario también, porque
de alguna manera hacia su vida más fácil si me iba.
El horno eléctrico que me dio se encontraba desconectado en el
mostrador. Decidí llevarlo al lado para devolverlo.
Con el cabello despeinado y los ojos rojos, Damien parecía que
también tuvo una noche áspera. Sus músculos se revolvían a través de una
camiseta azul ajustada. —¿Qué haces? —preguntó con voz ronca por el
sueño.
—Devolver esto.
—¿Bromeas?
—No, es tuyo.
—Quédatelo, Chelsea.
—¿Y si necesitas tostar algo? Ya no estará en la puerta de al lado. 144
—Viviré.
—Realmente preferiría devolvértelo.
Página
***
151
Página
15
Traducido por Mave
Corregido por Vickyra
A
mi hermana le gustaba llamarme durante su comida entre
actuaciones.
Jade habló con la boca llena—: ¿No has oído nada de él en dos
semanas?
—No. Y te lo digo, después de ese discurso delante de mamá y papá,
sólo sabía que esto iba a suceder. Era como si estuviera preparándome
perfectamente para la vida sin él, disculpándose con mis padres, poniendo
esas cerraduras en la puerta. Y su estado de ánimo era realmente extraño y
guardó todo eso para el último día. Estar fuera de su vista, fuera de su
mente, ahora parece ser lo que le conviene.
—Entonces, ¿no piensas visitarlo o llamar?
—No voy a ser la primera en hacer eso, no. Es como lo que me dijiste
hace un tiempo. No entendiste por qué no escuchaba todas las advertencias
que me daba. Sólo seguí esperando. Pero el hecho de que no se haya puesto
en contacto conmigo desde esa noche es realmente decepcionante. Tengo la
sensación de que nunca volveré a oír hablar de él. —Me dolió decir esas
palabras.
—Puedo decir que tratas de ser fuerte sobre esto, pero en el fondo, sé
que estás herida, y sé que no es fácil para ti el no llamarle.
—Simplemente no puedo creer que no haya llamado o enviado
mensajes de texto.
152
—Probablemente sea lo mejor ¿sabes? Sé que querías seguir siendo
amiga del tipo. Pero en realidad... no creo que fueras capaz de mantener tus
Página
sentimientos bajo control. Necesitabas este espacio que te está dando ahora.
En cierto nivel, creo que sabe que eso es lo mejor para ti también.
—Entonces, ¿cuál es mi próximo paso?
—Tienes que volver a ese sitio de citas.
A pesar de que la idea me hizo temblar sabía que tenía que obligarme
a mantener mi mente fuera de Damien. —En realidad, está este chico Mark.
Se suponía que debía haber salido con él semanas atrás. Solo seguí
postergándolo.
—Entonces ponte en contacto con él. Sin duda necesitas salir, pero
más que eso, necesitas una distracción.
—Bueno. Tienes razón, aunque sea sólo para salir del apartamento.
—Sabes, no vas a superarlo de la noche a la mañana.
—No sé si alguna vez lo superaré. Sólo tengo que aceptar eso.
—Aceptar las cosas que no puedes cambiar... ahora hay una idea
novedosa.
—Le predico eso a los niños todo el tiempo. Es hora de que comience
a tomar mi propio consejo.
***
Chelsea: De acuerdo.
—Vuelvo enseguida —susurré justo cuando comenzaba el tráiler—.
Voy al baño.
Ver a Damien parado allí, apoyado en una pared, mientras esperaba
por mí, casi me quitó el aliento. Me hizo darme cuenta de que mis
sentimientos por él no habían disminuido ni un poco a lo largo de este
tiempo separados. Cada pequeño anhelo regresó instantáneamente, y eso
realmente apestaba. Mi corazón quería saltar a sus brazos y pedirle que me
llevara a casa, pero mi cerebro impedía que mis piernas se movieran más
allá de un pie de distancia de él.
Llevaba su gorro de lana, me miró y olía tan bien. Llevaba una camisa
de cuello blanco debajo de un suéter negro ajustado, que era un estilo
diferente para él. El suéter se aferraba a su pecho musculoso, y tenía las
mangas enrolladas, mostrando un reloj de metal grueso que nunca había
visto antes. Los pantalones vaqueros negros y las grandes botas negras de
carga finalizaban el estilo.
¿Se vistió para acecharme?
—Hola —dijo finalmente. Su voz emitiendo escalofríos por todo mi
cuerpo. Que tanto extrañé escuchar.
—¿Qué haces?
—Nunca me diste su información para comprobarlo.
—Ni siquiera me di cuenta de que seguíamos hablando. ¿Cómo
supiste que me hallaba aquí y planeaba ver la película de James Bond? —
Chasqueé los dedos—. Oh, es cierto. Te metes en mi cuenta.
—Nunca cambiaste tu contraseña.
—No tendría por qué hacerlo. Eso no te da el derecho de hacer esto.
—Sólo me aseguro de que estés a salvo.
—Eres un acosador.
—Me importa un carajo si eso es lo que piensas. Ya te dije que tenía
un mal presentimiento sobre ese tipo. Si necesito tragarme el orgullo y hacer
un tonto para asegurarme de que llegues a casa a salvo, lo haré.
—¿Por qué te involucras en mi vida? Desapareciste de la faz de la
tierra, ni una palabra desde que me mudé.
—Eso no significa que dejé de preocuparme por ti. Permanecer lejos
de ti estas últimas semanas ha sido la cosa más dura que he hecho nunca.
—¿Por qué no pasas la noche del viernes recogiendo a una de tus
155
putas y te quedas fuera de ms asuntos?
—Si eligieras a hombres que no fueran espeluznantes, tal vez no
Página
***
T
yler me llevó a un área cubierta de hierba, justo fuera de las
puertas del hospital. El sol de la tarde comenzaba a ponerse, y
la fresca brisa secaba un poco mis lágrimas.
Él estaba vivo.
Me recordé que lo que Tyler estuviera a punto de decirme no podía ser
tan malo porque Damien estaba vivo. Se hallaba hablando con sus médicos,
¿verdad?
—Va a estar bien —dijo.
—¿Qué sucede, Tyler? Deja de andarte por las ramas. No puedo
soportarlo.
—Ven a sentarte. —Me condujo a un banco—. Esta es una
conversación que se supone debías tener con él. Pero si lo hiciéramos a su
manera, nunca habría sucedido. No me importa si me mata. Necesitas
saber.
—¿Qué? ¿Necesito saber qué?
—Damien se desmayó. Su presión arterial cayó de repente.
Probablemente se encontraba bajo mucho estrés últimamente y no cuidaba
bien de sí mismo. Eso es lo que lo trajo aquí hoy. 161
—De acuerdo... eso no es tan malo.
—Ha ocurrido antes. En los últimos años, ha estado recibiendo más
Página
hacerlo por ti porque piensa que sabe lo que es mejor para ti.
—Él es lo mejor para mí. —Me levanté del banco y comencé a
caminar—. Necesito verlo. ¿Puedo decirle que me lo contaste todo?
—Sí. Me ocuparé de su ira. Ya era hora, especialmente después de lo
que pasó hoy. Si lo tuviera a su manera, todavía estarías en la oscuridad.
Nunca tuvo la intención de decirte que se encontraba aquí.
—Ya lo creo.
—Es muy terco.
—No lo sé.
—Deberíamos volver a entrar —dijo.
—Bien.
Cuando volvimos al piso donde se hallaba Damien, Ty dijo—: Te dejaré
tener algo de tiempo con él. Lo necesitarás. Voy a tomar algo de café en la
cafetería.
—Vale. Gracias, Ty.
Lentamente me acerqué a la habitación de Damien. A través de una
pequeña ventana estrecha en la puerta, pude ver que se encontraba
completamente vestido y sentado al borde de la cama. Golpeando tres veces,
inhalé profundamente y luego exhalé antes de entrar.
Sus ojos casi se salieron de sus órbitas cuando me vio allí. No dijo
nada. No me preguntó qué hacía allí. Me miró fijamente durante el tiempo
más largo, mirando directamente a mis ojos brillantes que entregaban todo
lo que poseía sin necesidad de tener que decir cualquier cosa.
—Ya lo sabes —dijo.
—Sí.
—Ty te lo contó.
—Sí.
Bajó la cabeza. —Mierda.
Después de permitirle casi un minuto completo para procesar,
finalmente hablé—: Entiendo.
—No, no lo haces. Simplemente piensas que sí.
—Lo hago. 164
—Esto no cambia nada, Chelsea. El resultado final es el mismo.
Mi instinto era discutir con él, pero la parte más inteligente de mí
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Traducido por Myr62
Corregido por Vickyra
R
ealmente fue un sueño hecho realidad ver a Jade actuar. Ella
tenía un papel principal en un nuevo musical fuera de
Broadway llamado The Siren and The Suit. La burla entre su
personaje, Eloise, y el principal personaje masculino, Tom, era para morirse
de risa. Tom era interpretado por un hermoso actor llamado Jeremy Bright.
Más tarde supe que Jeremy estaba muy casado en la vida real. Hasta ese
momento, pensé que quizá algo se gestaba entre Jade y él, pero supongo
que son actores realmente convincentes con una gran química.
Después del espectáculo, Jade me llevó a cenar con el reparto. Fuimos
a un restaurante y bar japonés llamado Sake Sake. Entre las bebidas y las
ruidosas conversaciones, casi me olvidé de Damien durante un par de horas.
Casi.
Cuando regresamos al pequeño apartamento de Jade, los
pensamientos sobre él regresaron con toda su fuerza. Era la primera vez que
tenía la oportunidad de contarle a Jade la noticia de que descubrí su
condición cardíaca. Desde que sabía que iba a venir a Manhattan, había
esperado para hablar sobre él con ella en persona.
Jade se sentó en el suelo con las piernas cruzadas. Su rostro seguía
completamente maquillado. —Guau. Sólo... estoy sin palabras.
—Lo sé
—Es como si todo lo que pensaba que sabía de esta situación saliera
169
por la ventana.
—¿Qué cambió?
Página
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quiero estar contigo por mucho tiempo que pueda ser. Pero no puedo forzarte
a ver las cosas como yo.
Cuando golpeé enviar, me di cuenta de que el mensaje se desvaneció
y no decía entregado. No tenía idea de si pasó o no. Tal vez era un presagio
que significaba que cometí un terrible error.
Sin saber si era mi teléfono o un problema externo, decidí llamarle.
Realmente necesitaba sacar todo de mi pecho de una forma u otra mientras
las palabras se encontraban frescas en mi mente.
La línea de Damien sonó, y mi corazón casi se detuvo cuando una
somnolienta voz femenina contestó—: Teléfono de Damien.
El shock me paralizó, así que no dije nada durante varios segundos.
Ella repitió—: ¿Hola?
Tragando, le dije—: ¿Quién eres?
—Soy Jenna. ¿Quién eres?
—Jenna... —Hice una pausa, atónita—. Soy Chelsea.
—Oh. Bueno, Damien está en la ducha ahora mismo.
—¿Qué haces ahí?
—¿Qué crees que estoy haciendo aquí?
Rápidamente colgué.
Echando chispas, agarré mi abrigo y salí corriendo del apartamento
de Jade para tomar aire. Zigzagueando a través de multitudes de gente en
las calles ocupadas de Times Square, me sentía demasiado preocupada con
mis pensamientos para darme cuenta hasta dónde había llegado. Ni siquiera
sabía dónde estaba, tanto literal como figurativamente.
Mientras me hallaba aquí en Nueva York, todavía lamentándome
sobre él, ¿él estaba aparentemente follando a su exnovia?
Después de aproximadamente una hora de vagar alrededor en un
aturdimiento, tomé el teléfono de mi bolso y le envié un mensaje.
Chelsea: Eres un idiota.
Seguí esperando que respondiera. Pasaron los minutos y nada vino de
él.
Ya lo había hecho.
El hecho de que no hubiera respondido era prueba de su culpabilidad.
No entendía si él estaba en alguna borrachera autodestructiva o si
171
realmente quería estar con ella. Sabía que ya no quería hacer nada con él y
juré no volver a contactarlo.
Página
***
***
Al día siguiente, por la tarde, salía del centro juvenil. Tuvimos una
función que se hizo tarde. Terminé dirigiéndome en dirección opuesta a mi
apartamento, y en su lugar me aventuré hacia el edificio de Damien.
Un sentimiento enfermo se me pegó todo el camino porque no sabía
lo que iba a encontrar. Sabía que necesitaba verlo una última vez. Mi
hermana tenía razón; sólo me iba a consumir si no lo enfrentaba. 172
Los nervios me siguieron por las escaleras hacia mi viejo apartamento.
Para mi sorpresa, la puerta se encontraba abierta. Miré dentro para
encontrar que seguía vacío. Asumí que Damien lo había alquilado hace una
Página
eternidad.
Lentamente arrastrándome dentro de la puerta, dije—: ¿Hola? —Mi
voz resonó.
Damien salió de mi viejo dormitorio. El sudor brillaba en su pecho. La
pintura salpicaba varias secciones de su cuerpo. Parecía aún más grande
de lo que recordaba. Sus vaqueros estaban ligeramente abiertos en la parte
superior, y su cabello rebelde. Tenía los pies desnudos. Parecía más caliente
de lo que lo había visto. Su embriagador olor era una mezcla de colonia y
sudor.
Me dolía por él.
Tragando, le pregunté—: ¿Qué haces?
—Recibí tu mensaje. Tu texto me jodió. Así que estoy haciendo un
poco de pintura.
—Bueno, lo dije en serio. Eres un idiota.
—Ese no es el mensaje al que me refiero.
Me di cuenta de que hablaba del texto que mandé justo antes de
llamar y descubrir a Jenna en su apartamento, el texto en el que derramé
mi corazón. Debe haberse enviado después de todo.
Mierda.
—No creí que pasara. Esperaba que no lo hiciera. Fue un error.
—No, no lo fue.
—¿Cómo está Jenna?
Su tono era insistente. —No pasó nada entre Jenna y yo. Usó la llave
para entrar en el apartamento cuando me encontraba en la ducha. Ni
siquiera sabía que llamaste hasta más tarde.
—Ella respondió al teléfono sonando como si acabara de salir de la
cama. Cuando le pregunté qué hacía allí, me dijo que debía saberlo.
—Está llena de mierda, Chelsea.
—¿Por qué mentiría?
—Porque puede ser una perra cuando quiere serlo. Jugó contigo,
quería hacerte daño. Si la llamas y le preguntas ahora, te dirá la verdad.
—Entonces, ¿por qué no respondiste a mi texto?
—Porque durante un corto período de tiempo, ligeramente insano esa
noche, una vez que descubrí lo que pasó, tuve una idea brillante. Lo usé
como una oportunidad. En realidad, quería que lo creyeras. Quería que lo
173
creyeras, así correrías para otro lado de una vez por todas. Porque en ese
momento, todavía pensaba que era lo mejor para ti.
Página
—Eres tú.
—¿Qué?
Su boca se curvó en una sonrisa. —Eres mi unicornio...
Parpadeé repetidamente. —Esto es una locura.
Lentamente se acercó a mí. —Míticamente hermosa. Incapturable.
¿Recuerdas lo que dijo tu terapeuta? En ese momento, pensé que era
ridículo. Pero cuanto más lo pienso, más tiene sentido para mí. Eras una
fantasía que nunca pensé que se haría realidad. Eso es lo que siempre has
sido para mí. Entonces, no lo entendí. Pero tú eres mi unicornio. —Puso sus
manos firmemente alrededor de mis mejillas—. Eres mi jodido unicornio,
Chelsea.
—¿Lo soy?
—Sí. Y hay algo más que necesito decirte. —Piel de gallina me salpicó
a su contacto cuando se acercó y colocó su frente en la mía—. Cuando
desperté por primera vez en esa ambulancia, por una fracción de segundo,
no sabía si había muerto. Dicen que tu vida destella ante tus ojos, ¿cierto?
Bueno, fuiste lo único que destelló ante mí. Solo tú.
Simplemente me miraba a los ojos. Por primera vez, pude sentir que
se rendía a sus sentimientos. Literalmente, podía sentir la liberación que
emanaba a través de sus huesos. Podía sentirlo de la manera posesiva en
que me sostenía el rostro, en la forma en que su mano temblaba ligeramente.
Me entregaba la necesidad dentro de él, dentro de nosotros. Había aflojado
las riendas, ya no detenía el tirón invisible. Siempre había estado allí y sólo
se fortaleció.
»La forma en que me miras, Chelsea. Nadie me ha mirado nunca de
esa manera. Cuando veía ese video de ti con él, el que rompí, le estabas
dando esa misma mirada. Me mató. Esa fue la razón principal por lo que
quise romperlo.
—No hay comparación, Damien.
—Nunca fuiste capaz de entender cómo pudo hacerte lo que te hizo,
por qué las cosas sucedieron de esa manera. Me lo imaginé. ¿Sabes por qué
no funcionó con él?
—¿Por qué?
—Porque Dios te hizo para mí.
Ni siquiera “te amo” podría haber superado esas palabras.
—Entonces eso lo explica. —Sonreí. Mis dedos recorrieron su ya
desordenado cabello—. Desde el principio, incluso cuando me empujabas
175
lejos, sentía que te pertenecía. —Incapaz de esperar un segundo más para
devorar sus labios, me acerqué para besarlo. Esta vez, lo disfruté
Página
completamente, porque sabía que esos labios eran míos. Su gusto era todo
mío. Él era mío. Finalmente.
Él rompió el beso y habló sobre mis labios hinchados—: Eres perfecta
para mí, cariño. Siempre lo supe, nunca lo dudé.
Alzándome, él envolvió mis piernas alrededor de su torso. Lo hizo tan
sin esfuerzo como si lo hubiera hecho cientos de veces antes. En sus fuertes
brazos, me sentía ingrávida. Existía tanto que quería decir, pero me sentía
demasiado nerviosa para hablar. Las cosas se movían rápida y
furiosamente.
Apretando mi clítoris contra él mientras me besaba, giré mi lengua
más rápidamente a su alrededor mientras él gemía en mi boca.
»¿Todavía estás tomando la píldora?
Asentí. —Sí.
No me molesté en preguntarle cómo sabía de mi situación de control
de natalidad. Damien sabía todo sobre mí.
—Dijiste que querías sentirme dentro de ti. ¿Lo decías en serio?
—Sí.
Desabrochó sus jeans y ajustó mi cuerpo sobre él mientras colocaba
la cabeza de su eje en mi abertura. Observé sus ojos cerrarse en éxtasis
mientras se hundía en mí lentamente. La circunferencia de su polla era
seriamente un shock. Era tan gruesa. Mi abertura se estiró para ajustarse
a él hasta que se hallaba completamente dentro de mí.
—Oh... mi... joder..., Chelsea. Eres tan apretada. —Me llenó tan
completamente como entró y salió lentamente—. ¿Sientes eso?
—Sí.
Empezó a follarme más fuerte. —¿Me sientes ahora?
—Joder. Sí. —Sacudí mis caderas—. Te siento. Te siento.
—No puedo creer que estoy dentro de ti. Nunca pensé que llegaría a
sentir esto. Estás tan mojada para mí. Es jodidamente increíble.
Las lágrimas brotaban de mis ojos. Pensé que sabía lo que era el buen
sexo, pero esto... esto era una locura. Tomó el control de mi cuerpo como
nadie lo había hecho, tocándolo como un instrumento que sólo él sabía
operar a la perfección. No me di cuenta hasta ahora que todo lo que siempre
pensé que era grande no era perfecto después de todo. Esto. Esto se sentía
perfecto.
176
»Mi polla está empapada. Tu coño se siente tan bien envuelto a mí
alrededor.
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tono se volvió serio—. A veces será espantoso. Nunca quise tener que
arrastrarte a mis problemas de salud.
—Prometo ser fuerte para ti.
—Vas a ser una ruina. Deja de mentir.
—Me conoces demasiado bien.
—Estaremos destruidos juntos. ¿Qué hay sobre eso?
—Es un trato.
Damien me dio la vuelta para que estuviera tumbada sobre su pecho.
Me miró a los ojos un poco antes de decir—: Tenemos un montón de mierda
seria que hablar. Pero no esta noche, ¿de acuerdo? Esta noche, tengo cosas
mejores que hacer, cosas de una naturaleza más urgente.
—¿Oh, sí? ¿Cómo qué?
—Como explorar cada centímetro del pequeño y apretado cuerpo que
he codiciado durante meses. No he terminado de hacer nada contigo.
Prepárate para pasar la noche.
—¿Cuándo regresarán los perros?
—Los recogeré mañana.
—Los extraño.
—Sin embargo, es mejor que no estén alrededor esta noche. Podrían
pensar que estoy atacándote. Estoy bastante seguro de que su lealtad hacia
mí está en el inodoro cuando estás cerca. —Me agarró el culo—. Nunca te lo
pregunté, ¿pasaste un buen rato con tu hermana... quitando las partes
donde eché todo a perder?
—Fue divertido. Pasó muy rápido.
—Parecía que tenías un montón de diversión una de esas noches.
—¿De qué hablas?
—Con tu pequeño amigo pelirrojo. Tu hermana te ha etiquetado en
Facebook.
Una noche, en la cena, un compañero pelirrojo de la obra de Jade,
llamado Craig, se sentó a mi lado y coqueteó toda la noche. Nos fotografiaron
en un montón de fotos juntos. Alguien debe haberlas publicado.
—Ahora, ¿usas Facebook para espiarme? ¿El sitio de citas no fue
suficiente?
—Realmente no. No es una buena herramienta. Nunca estás allí a
menos que alguien te etiquete, que es una vez cada muerte de obispo.
178
—Ni siquiera sabía que tenías un perfil.
Frunció las cejas. —Ah... así que me has buscado, entonces.
Página
—Sí.
—¿Quién es el acosador ahora?
—Ni siquiera te he empezado a acechar, D. H. Hennessey. ¿De qué se
trata la H?
—Es un secreto.
—Eres bueno en eso.
—Ouch —dijo, empujándome juguetonamente en las costillas.
—¿Te sientes bien hoy?
—Oh, no. No me digas que vas a empezar a preguntarme si me siento
bien a cada hora... como mi madre.
—Voy a tratar de no ser molesta con ello.
—Me siento genial. De hecho, no recuerdo la última vez que me sentí
tan bien.
—Yo tampoco.
—Entonces, ¿quién era el tipo que te cubría?
—Esperaba que lo dejaras.
—No hay tal suerte, nena.
—Se llama Craig. Está en la obra con mi hermana.
—Ya veo. Bueno, casi me hizo perder la mierda. Estaba listo para volar
por todo el país.
Decidí jugar con él.
—Me pidió que saliera con él. Pero me encontraba demasiado
obsesionada con alguien que me rechazaba, como para entretenerlo.
—Ese otro era un verdadero imbécil de mierda.
—Lo era, pero tenía sus razones. Es un buen tipo.
—No es tan bueno. Ahora quiere hacerte cosas muy malas.
—Él puede hacer lo que quiera.
—No digas eso si no lo dices en serio.
—Ya me has hecho de todo en mi imaginación. Ha sido un año largo.
—Mierda. ¿De verdad? ¿Qué coño te he estado haciendo sin que yo
sepa? ¿Es posible estar celoso de tu yo imaginario? Quiero vencer la mierda
de él, desgraciado hijo de puta.
179
—Él y yo... hemos tenido muchos buenos momentos.
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Traducido por Mave
Corregido por Vickyra
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ecir que compensábamos el tiempo perdido fue decirlo
suavemente.
Durante las próximas semanas, Damien y yo éramos
inseparables. Mi insaciable hombre insistió en que pasara todas las noches
en su apartamento. Mucho para consternación de Dudley y Drewfus,
seguían estando prohibidos en la cama ahora que yo era un accesorio
permanente en ella.
Damien y yo todavía no habíamos tenido conversaciones serias sobre
su condición cardíaca. Siguió siendo un elefante constante en la habitación.
Creo que sólo necesitábamos disfrutar uno del otro sin el estrés de pensar
en otra cosa por un tiempo. Después de todo, su preocupación por el “qué
si” nos mantuvo separados el tiempo suficiente.
El sexo era nuestra distracción. Nos convertimos en adictos a ello.
Nunca tuve tanto sexo en mi vida y, sin embargo, todavía no podía obtener
suficiente de él. Contaría los minutos en el trabajo sólo para poder regresar
a su lugar donde él ya estaría completamente erecto y esperándome.
Damien y yo también desarrollamos una afinidad por la fornicación
espontánea en lugares públicos. Tal vez provenía de nuestro tiro errado en
el baño de Diamondback hace tiempo.
Estábamos conduciendo temprano a San José el sábado por la tarde
181
en nuestro camino para visitar a su madre, mi primer encuentro, cuando
Damien me lanzó una mirada del lado del conductor, una mirada que yo
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***
—Sí.
—Ven aquí y lámelo.
Me acerqué a él y chupé todo el líquido pre-seminal seco de su punta.
Saboreándolo sólo hacía que los músculos entre mis piernas palpitaran más
fuerte. Iba a necesitar alivio pronto. Cuando empecé a hacerle una garganta
profunda, él me detuvo.
»Esto terminará en diez segundos si continúas así. Y realmente quiero
entrar dentro de ti. Así que no.
—Tengo que tocarme.
—Aún no. Aún no estás allí. Vuelve a la pared.
Por mucho que lo necesitara, sabía que en secreto amaba este
sentimiento desesperado. Más que eso, me encantó la intensidad del
momento en que finalmente cedió.
Esta vez, Damien se levantó de la cama y se paró frente a mí mientras
se masturbaba. La visión cerca de él, sacudiéndose contra el telón de fondo
de sus abdominales sólo me hizo más loca. Cuando finalmente me besó con
hambre, se comió algo de mi frustración. Cuando detuvo el beso, sin
embargo, continuó el juego, mi cuerpo comenzó a temblar en la necesidad
de la devolución del contacto. Cada vez que empezaba a temblar, sabía que
estaba hecho.
»Date la vuelta y toca la pared.
Mi cuerpo vibró de emoción cuando sentí la tibieza de su pecho en mi
espalda, un preludio de lo que sabía que vendría pronto.
En cuestión de segundos, sentí la lenta quemadura de su hinchada
polla hundiéndose en mí. Tan agitado, necesitaba liberación, pero se
mantuvo tanto como pudo.
Follándome tan fuerte hasta el punto de dolor, me susurró al oído—:
Vente en mi polla. Vamos. —Estábamos tan sexualmente sincronizados que
siempre parecía saber mi punto de ruptura.
Tan pronto como lo solté, Damien me soltó la carga. Nos quedamos
jadeando, apoyados contra la pared hasta que el movimiento de nuestras
caderas se detuvo lentamente.
Mi cuerpo estaba completamente flácido. Damien seguía dentro de mí,
con la boca apoyada en mi piel. Una gota de sudor corría de su frente hacia
la nuca. Nuestra respiración y el crujido de las hojas afuera eran los únicos
sonidos que quedaban.
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Fue una bendición.
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Traducido por Mave
Corregido por Vickyra
D
amien y yo vivimos en una negación llena de sexo durante
bastante tiempo. Eso terminó una noche cuando una cena
llena de acontecimientos en la casa de mis padres en Sausalito
nos devolvió a la realidad.
Mamá y papá no se sorprendieron cuando les dije que Damien y yo
estábamos juntos. Al parecer, después de ese final desordenado del día de
la mudanza, desde hace mucho tiempo sospechaban que no era el final de
la historia con él. Les conté todo lo que había sucedido desde entonces, y le
dieron la bienvenida a Damien con los brazos abiertos.
Mi hermana, Claire, y su marido, Micah, también vinieron a cenar esa
noche. En un momento durante el postre, Micah tintó su tenedor contra un
vaso y pidió a todos en la mesa nuestra atención.
Claire se aclaró la garganta y me miró directamente. —Así que,
tenemos un anuncio especial.
Mi mandíbula cayó porque tenía la sensación de que sabía lo que
vendría.
—¡Estamos embarazados! —gritó Micah alegremente mientras frotaba
la espalda de mi hermana.
Incapaz de detenerme de romper en lágrimas, inmediatamente me
levanté de mi asiento para abrazarlos. Esto era enorme. Ella era la primera
de nosotros en tener un hijo, y yo iba a ser tía. Visiones de piernas
192
rechonchas, soplando frambuesas y grandes sonrisas desdentadas brillaron
a través de mi mente. Me sentía tan emocionada por ellos, por todos
Página
lo acepté, pasaba mis días pintando cuadros de todos los lugares que creía
que nunca llegaría a ver. Pero las cosas son diferentes ahora. No puedo
aceptarlo más. Ahora, sólo quiero vivir. Mi voluntad de vivir es más fuerte
que mi miedo a la muerte ahora... por ti. Eres la razón por la que quiero vivir
desesperadamente
Mi corazón se llenó de tantas emociones al oír su admisión. No existía
ninguna duda en mi mente de que yo amaba a este hombre más que nada
en el mundo. Me rendí sin palabras, y a pesar de todas las cosas que debería
haber dicho, traté de hacer una broma en su lugar. —Esto lo dice el mismo
tipo que solía emparejarme con otros hombres.
—Nunca quise eso. Inconscientemente hice todo lo posible para
descarrilar esos esfuerzos, que supongo que era contraproducente. Ahora
que te he tenido, no puedo comprender cómo he intentado empujarte así.
—Bueno, no puedes apartarme, porque eres parte de mí. Imposible.
—Estás seriamente loca, Chelsea, por querer una vida conmigo en
este momento. Gracias a Dios por ti. Doy gracias a Dios por ti todos los días.
—Me besó duro y dijo—: Quiero que vengas conmigo a la cita con mi doctor.
Realmente quiero su opinión. No obstante, creo que por ahora postergaré lo
de la cirugía. Pero mantengo la mente abierta al respecto.
—Quiero saber todo lo que hay que saber. No quiero que me ocultes
nada, especialmente en aquellos días en que no te sientes bien, y
definitivamente quiero ir a esas citas. Por lo tanto, sí, por favor asegúrate de
incluirme.
—De acuerdo.
—No más secretos, Damien.
—No más secretos.
—¿Para qué es la “H”?
Me hizo cosquillas bajo el brazo. —Buen intento. Esa es la excepción.
Jugando le arrojé una almohada. —Oh, vamos.
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Traducido por MYR62
Corregido por Luna PR
T
uve que preguntarme qué pensaba cuando insistí en celebrar la
víspera de Navidad en nuestra casa con algunos de nuestros
amigos y familiares más cercanos. Parecía una gran idea en ese
momento, pero con sólo tres horas para prepararme, estaba seriamente
pateándome a mí misma.
Había mucho que agradecer este año, y eso me hizo querer hacer algo
para celebrar. Todo parecía funcionar en nuestro camino. El chequeo más
reciente de Damien fue positivo, y se sentía bien la mayoría de los días.
El apartamento lucía espectacular, totalmente apto para una fiesta.
El mismo Damien hizo gran parte del trabajo de renovación después de la
demolición del primer muro. Ahora era básicamente un gigantesco nido de
amor. Quitó por completo mi vieja cocina, y mi antiguo dormitorio ahora era
parte de nuestra sala de estar. Conservamos el otro cuarto de baño como
extra, y acondicionó una pequeña habitación para invitados. Los perros
también tenían más espacio para andar por la casa.
La puerta se abrió para revelar a Damien empujando un árbol de
Navidad recién cortado. El aroma de pino fresco llenaba el aire.
Repentinamente aquello olía a Navidad.
—¡Es enorme!
—Vaya, gracias. También lo es este árbol.
—¡En serio, ese árbol es enorme!
199
—¿Nena, todavía no sabes que lo hago todo grande?
—Sí, pero no necesitamos uno tan grande.
Página
decorar un árbol?
Comenzó a abrir los paquetes de luces y otros adornos que compró
junto con bolsas de guirnaldas. Iba a ser un árbol medio incompleto, pero
al menos tendríamos uno.
Realmente necesitaba una copa de vino para relajarme mientras
terminaba de preparar todos los aperitivos. Normalmente bebía vino blanco,
pero como Damien decidió abrir una botella de tinto anoche, acabé tomando
de ese. La botella de alguna manera se me escapó de las manos,
rompiéndose en el piso y salpicando el líquido rojo por todo mi vestido
blanco nuevo.
—¡Mierda!
Damien dejó caer la guirnalda e inmediatamente comenzó a limpiar el
desorden debajo de mí. Una de las cosas que me encantaba de él era su
actitud de hacerse cargo. Nunca desperdiciaba el tiempo ocupándose de las
cosas. Siguió quitando el cristal y limpiando el suelo mientras yo
permanecía allí en estado de shock.
Se levantó.
—Mierda. Está bien. Tenemos que cambiarte. Además, moría por
sacarte ese vestido.
—¿Estás hablando en serio?
Una sonrisa se extendió su rostro.
—Vamos a elegir otra cosa.
Entramos en el dormitorio, y los perros huyeron como murciélagos del
infierno. Destruyeron toneladas de papel y probablemente pensaban que él
iba a reprenderlos. No se dieron cuenta de que mi excitado novio no tenía
nada en la cabeza, aparte de averiguar una manera de aprovechar mi
situación de desnudarme.
—No tengo nada que ponerme.
—Escogeré algo para ti.
Damien en realidad tenía muy buen gusto. Cada vez que me estresaba
por lo que tenía que usar, a menudo se hacía cargo y escogía mi atuendo.
Examinando a través de mi armario, escogió un par de pantalones
negros ajustados que eran casi como leggings brillantes junto con una
holgada camisa roja que tenía un escote de lentejuelas.
—Esos pantalones me quedan muy apretados.
201
—Lo sé. Me encanta tu culo en ellos.
—No tenemos mucho tiempo. Me los pondré.
Página
decorar mi árbol.
Damien se giró hacia mí y levantó su frente.
—Deja de mirarme así, Jameson, o lo único envuelto bajo el árbol
serán tus piernas alrededor de mi espalda.
Será mejor que cambie de tema.
—Entonces, ¿quién vendrá esta noche de tu lado?
—Tyler recogerá a mi madre y la traerá aquí con su nueva novia.
—¿Cómo se llama?
—Nicole.
—Umm. Bueno. Trataré de recordarlo. ¿Quién más?
—Invité a Murray y a su esposa. Eso es todo. Ya sabes cómo soy. No
necesito de mucha gente.
—Mis padres llegan un poco tarde. Tienen que ir primero a otra fiesta.
También invité a mis amigas Laura y Courtney del centro juvenil. Estamos
hablando de diez u once personas.
—Será agradable ver a la gente, pero personalmente, espero con ansia
nuestra mañana de Navidad —dijo.
—Yo también.
Planeamos pasar mañana por la mañana juntos, intercambiando
nuestros propios regalos antes de dirigirnos por la tarde a casa de mis
padres en Sausalito para cenar con Claire y Micah. Así que, mi mañana de
Navidad seguramente consistirá de un impresionante desayuno casero y un
montón de sexo.
Terminó el árbol justo a tiempo. Mientras se encontraba fuera
comprando los pocos artículos que olvidé antes, sonó el timbre.
Los primeros en llegar fueron Tyler y Nicole.
Él se veía muy guapo con una camisa de cuello negro ajustada y
vaqueros oscuros. Nicole era linda. Pequeña como yo, excepto que tenía
cabello castaño largo y grandes ojos marrones. Era hermosa, todo lo que
esperaba de alguien que Tyler traería a casa, aunque parecía aún más dulce
de lo que podría haber imaginado. No sabía por qué, pero lo imaginé con
alguien un poco más engreída.
—Encantada de conocerte —dije.
Tyler miró más allá de mis hombros.
—¿Dónde está D?
204
—Fue a conseguir algunas cosas de última hora.
—Le contaba a Nic la historia de cómo se conocieron Damien y tú.
Página
***
Página
13“Camel toe”. Es un término de jerga inglesa que define la línea que permite apreciar los
labios mayores de la vulva de la mujer bajo la ropa muy estrecha o ajustada. Normalmente
se aprecia desde delante, aunque en algunas poses es posible verla desde atrás.
14 En inglés se escribe “mistletoe” por eso el parecido con “camel toe”.
—Ya no.
Al bajar mis pantalones, Damien dijo—: Todo el mundo está hablando
y riéndose afuera, y lo único en lo que podía pensar es enterrar mi cara en
tu coño.
Me quitó los pantalones, lo hizo justo cuando separaba mis piernas.
Sin dejar de apoyar mi espalda contra la pared, clavé los dedos en su nuca
mientras continuaba comiéndome.
Se separó para tomar aire.
»Falalalala para mí. Sabes mejor que cualquier dulce de Navidad.
Me reí.
—Tenemos que regresar. Necesito venirme —dije jadeando.
—No te vengas todavía. —Gruñó.
De pie, me dio la vuelta para que estuviera frente a la pared.
»Ahora —dijo mientras entraba en mí. Sólo me tomó diez segundos
para convulsionar alrededor de su polla en el momento exacto en que se
liberó dentro de mí.
—Ésa es la definición misma de un rapidito. —Exhalé.
Me sujetaba el cabello mientras hablaba contra mi cuello.
—Eso es lo que sucede cuando me trabajas toda la noche.
—Ve primero. Necesito usar el baño.
Subió sus pantalones y volvió a la fiesta.
Después de que salí, Damien se apoyaba contra una mesa en la
esquina bebiendo casualmente una cerveza, como si nuestra follada en la
habitación de al lado no hubiera ocurrido nunca. Mientras tanto, me sentía
como si la palabra SEXO estuviera escrita en toda mi cara en luces de
Navidad parpadeantes.
Al verme desde el otro lado, creo que notó que me encontraba
avergonzada. Cuando me hallaba detrás del mostrador preparando la
bandeja de postres, continuó bebiendo su cerveza con una sonrisa en su
rostro mientras me miraba. Instantáneamente estallé en un ataque de risa
208
al mismo tiempo que Damien empezaba a derrumbarse desde el otro lado
de la habitación.
Página
Nadie más sabía qué diablos pasaba. Hablaban entre ellos. Los perros
jugaban con algunos de los adornos que cayeron del árbol. Damien y yo,
mientras tanto, estábamos en nuestro pequeño mundo.
Cuando dejamos de reír, él continuó observándome desde lejos con
una mirada que era una mezcla de lujuria... y amor. Esta fue la mejor
Navidad de mi vida.
Sabía que probablemente tendríamos algunos momentos difíciles por
delante, pero esta noche —este preciso instante en donde los dos
ignorábamos a todos menos a nosotros mismos— era perfecto.
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Traducido por Myr62
Corregido por Luna PR
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amien y yo nos quedamos hasta media noche limpiando el
desorden de la fiesta. Valía la pena para poder dormir en la
mañana de Navidad.
Me desperté con la increíble sensación de su dura polla atrapada en
la grieta de mi culo. Era nuestra propia versión especial de cucharita.
Habló contra mi espalda.
—Feliz Navidad.
Me di la vuelta.
—Feliz Navidad, cariño.
Masajeando con los dedos su cabello, admiré su hermosa mandíbula
pero noté la expresión preocupada en su rostro.
»¿Qué está mal?
—Pensaba algunas cosas mientras dormías. Anoche estuve mucho
tiempo despierto.
—¿Como qué?
—Pensaba en el futuro.
—¿Qué pasa con eso?
—¿Prometes que no te enojarás si menciono esto de nuevo? 210
Mi corazón se hundió un poco.
—Lo prometo.
Página
No voy a lastimarte como lo hizo él. Te puedo prometer eso. Eres para mí.
Tal vez lo has oído antes, pero esta vez, la persona que lo dice lo quiere decir.
Necesito que lo entiendas.
Tan abrumada por la emoción, apenas pude murmurar—: Lo hago.
—Bien. —Se levantó bruscamente.
—¿A dónde vas?
—A prepararte café y el desayuno.
Sintiéndome indigna, observé cada movimiento de su gloriosamente
desnudo cuerpo mientras se deslizaba en unos pantalones de chándal y se
dirigía a la cocina.
Estirando los brazos, bostecé y me levanté de la cama en busca de
una de sus camisetas.
Podía escucharlo desde la cocina.
»Mierda. No hay café en la lata. Tuve la intención de comprar algo
cuando salí anoche.
—¿Cómo demonios podemos estar sin café? Cuando compras ese
gigantesco.
—¿Has visto cuánto café bebemos?
—Mierda.
—Bien. —Suspiró—. Voy a conseguir algo de la tienda. Vi un cartel el
otro día diciendo que abrirían hoy.
Poniendo mis brazos bajo los suyos, dije—: Es día de Navidad. No te
vayas. Nos las arreglaremos.
Se dio la vuelta y me besó en la frente.
—¿Crees que serás capaz de sobrevivir sin café?
—Lo intentaré.
—Bueno, soy una bestia sin él. No es una opción para mí.
—Eres una bestia de cualquier manera, pero estoy de acuerdo.
Necesitas tu café más que yo.
—Sabía que ayer me olvidaba de algo en el mercado.
—Te acordaste de las bolas pegajosas pero olvidaste lo más
importante. Quizá si se te hubiera ocurrido una insinuación de café, lo
habrías recordado.
—¿Chock full o´Nuts15? —Guiñó.
212
—Maldición, eres rápido.
—Te gusta esa marca, ¿verdad?
Página
***
***
—Podemos permitírnoslo.
—¿En serio?
—Nunca salimos y nos lo merecemos. Necesitamos un cambio de
escenario para tratar de olvidar toda esta mierda deprimente durante unos
días.
Al alzarme sobre las puntas de mis pies para abrazarlo, grité—: ¡Podría
abrazarte!
—Espero tener un poco más que eso.
—Oh, conseguirás mucho más que eso.
Me levantó dándome un beso mientras envolvía mis piernas a su
alrededor. Cuando me bajaba, su expresión se volvió seria.
—Puedo decir que estás preocupada desde la cita de ayer. Sólo
necesito un poco más de tiempo viviendo en negación contigo, ¿de acuerdo?
—Puedo manejar eso.
Me dejó en el suelo.
—Vamos a divertirnos un poco.
***
—Nos escuchaste.
—Sí.
—Lo siento. Tu novio es precioso. Sólo lo admirábamos y no queríamos
hacer ningún daño.
—Gracias. Lo sé. No me ofendo.
A pesar de que no podía culparlas, todavía tenía ganas de estrangular
a alguien. Mientras me lavaba las manos, pensé en el hecho de que nunca
me sentí tan posesiva con mis antiguos novios. Mis sentimientos por Damien
se encontraban en un nivel completamente diferente. La idea de que alguien
intentara robármelo, incluso que alguien lo codiciara, me volvía loca.
Afortunadamente, parecía que él sólo tenía ojos para mí.
Cuando volví a mi mesa, me di cuenta de que se movió de asiento y
charlaba con Jade. Ella me sonrió cuando me acerqué, y sospeché que
hablaban de mí.
—¿Estás bien? —preguntó él.
—Sí —dije, todavía nerviosa por el incidente del baño.
Sintiendo mi estado de ánimo, Damien colocó su brazo a mí alrededor
y suavemente arañó con las yemas de sus dedos a lo largo de mi espalda.
En el momento en que las dos mujeres del baño regresaron a la mesa, tomé
posesivamente su mano y envolví mis dedos en los suyos.
Unos minutos más tarde, la coestrella de Jade, Craig, apareció. Era el
tipo pelirrojo con el que estuve durante mi última visita aquí, con el que me
vio en una foto en Facebook. Damien inmediatamente me lanzó una mirada
que significaba que lo reconocía.
Cuando Jade los presentó, Damien le ofreció un firme pero reacio
apretón de manos.
Craig me miró.
—Es tan bueno verte de nuevo, Chelsea. No pensé que volverías tan
pronto.
—Lo sé. Este fue un viaje sorpresa. —Sonreí, apretando más fuerte la
mano de Damien.
Juntos, éramos una causa perdida.
Después de la cena, me susurró al oído—: Ese tipo sigue mirándote
fijamente, incluso si estoy sentado aquí mismo.
—No, no es así.
—Sí, lo es. Lo he estado observando.
218
De pronto me soltó la mano, se levantó y se dirigió al cuarto de baño.
Mi teléfono zumbó.
Página
***
y que supuso que me hallaba enterada de todo lo que pasa con ustedes. Le
dije que sí. Entonces quería mi opinión sobre si sentía que estabas
realmente de acuerdo con la cosa de no tener niños.
Solté un suspiro de frustración.
—Ya pasé por esto con él.
—Lo sé, pero se da cuenta de que te conozco mejor que nadie. Sólo
quería una segunda opinión para asegurarse de no creer que estuvieras
engañándote a ti misma.
—¿Qué le dijiste?
—Le dije que eres la persona más desinteresada que conozco, pero
que también sé que no harías ni dirías nada que realmente no quieres decir.
—Dijo que después de averiguar si va o no a someterse a una cirugía
de corazón, se hará una vasectomía para que no tenga que tomar la píldora
para siempre.
—Dios, eso parece tan definitivo.
—Lo sé.
—¿Tienes alguna duda? Me lo dirías, ¿verdad?
—Sí. Lo juro. No voy a mentir y decir que no me entristece, porque sí,
pero sé lo inflexible que es. No puedo vivir sin él, así que tengo que aceptar
su decisión.
—Bien.
Cuando Jade me abrazó, mis ojos se humedecieron. Era la primera
vez que lloraba pensando en no tener hijos con Damien; prometí que sería
la última vez que lloraría por ello.
La puerta se abrió y él entró llevando bolsas de papel con comida
china. Rápidamente me froté los ojos, pero ya era demasiado tarde. Notó mis
lágrimas.
Examinando mi cara, dijo—: ¿Todo bien?
—Sí. Lo prometo. Estábamos hablando, y me emocioné un poco.
Parecía dudoso, miró a Jade y luego a mí.
—Muy bien.
***
220
Temprano en la noche, Damien y yo caminábamos de la mano a través
del SoHo cuando dijo—: Así que, te estuve ocultando algo.
Página
***
223
Página
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Traducido por Myr62
Corregido por Luna PR
L
a cirugía de Damien fue programada para el veintiocho de
febrero, que se hallaba a poco más de una semana de distancia.
Hice todo lo que se encontraba en mi poder durante el
último mes y medio para mantenerme fuerte por él. No necesitaba ver que
me sentía muerta de miedo; eso no ayudaría en nada. Así que,
tranquilamente traté con mi ansiedad por mi cuenta. Fui y vi un terapeuta
un par de veces durante mis descansos para el almuerzo y comencé a tomar
algo suave para relajarme.
Las últimas semanas consistieron en un montón de citas especiales
para la preparación de la cirugía. Damien tuvo que hacerse un
ecocardiograma; se reunió con su cirujano, su anestesiólogo y también se
sometió a una serie de análisis de sangre.
Decidimos que el próximo fin de semana antes de su cirugía sería
discreto. Nos gustaría hacer algo relajante y trataríamos de olvidarnos de
las cosas.
El lunes por la noche Damien y yo estábamos sentados en el sofá
viendo televisión. Fingía estar inmersa en la película. Sin embargo, pensaba
en la cirugía.
En algún momento me miró y supe que pudo darse cuenta de que yo
no prestaba atención a la televisión. Cuando me besó suavemente en la
frente, lo tomé como un reconocimiento tácito de que él sabía en lo que
224
realmente pensaba. Era tan agotador tratar de fingir estar bien todo el
tiempo. Quería que estos días pasaran para que pudiéramos dejar la cirugía
atrás. Al mismo tiempo, deseaba que la retrasaran, porque tenía miedo.
Página
—Me siento tan furtiva haciéndolo así, pero también hay algo
realmente emocionante en todo esto.
—Somos buenos escondiéndonos alrededor. Es lo que hacemos.
—Tienes razón al respecto, excepto que por lo general tiene que ver
contigo corrompiéndome, no haciéndome una mujer honesta.
Mostró una sonrisa diabólica.
—Entonces, ¿tenemos una cita, señora Hennessey?
—Tenemos una cita.
***
***
—¿Eso crees?
—Realmente sí. Es magnífico. Necesitas llevar el cabello suelto como
las olas del mar. —Se quedó en silencio durante un tiempo, entonces sonó
como si empezara a ahogarse.
—¿Estás llorando, Jade?
—Tal vez un poco.
—Sabes que tendremos otra boda, ¿verdad? Serás mi dama de honor,
justo detrás de mí.
—Lo sé. No es por eso que lloro. —Se detuvo—. Estoy tan feliz por ti.
Y creo que se trata de la cosa más salvajemente romántica de la que he oído
hablar: dos personas que se casan por la sencilla razón de que no pueden
esperar más y mantenerlo como una experiencia íntima.
—Nunca pensé que tendría las pelotas para hacer algo tan
espontáneo, pero se siente bien por alguna razón.
—Si se siente bien, entonces lo es. Mañana no te atrevas a pensar en
la próxima semana ni nada negativo, para el caso. ¿Me escuchas? Quiero
que disfrutes cada momento. Sé que es privado, pero por favor envíame una
foto de ustedes dos. ¿Promesa?
—Lo prometo.
—Estaré contigo en espíritu en cada paso del camino.
Esa noche, cuando entré por la puerta con mi vestido dentro de una
bolsa de guardarropa, Damien se levantó del sofá para saludarme.
—¿Lo encontraste?
—Lo hice.
La emoción que llenó sus ojos me hizo aún más feliz que cuando dije
sí. —No puedo esperar a mañana. —Sonrió.
—Entonces, ¿cómo haremos esto? No puedes verme antes de la
ceremonia.
—Recordé lo inflexible que eres acerca de eso, así que tengo un auto
viniendo a recogerte aquí. Me vestiré en lo de Ty y me dirigiré a la playa
temprano para montar todo. Nos reuniremos allí exactamente a las ocho. Le
daré al conductor la ubicación exacta. Todo de lo que tienes que preocuparte
es de lucir linda, lo cual no es realmente una preocupación porque podrías
aparecer vistiendo una bolsa de papel, y todavía serías la chica más hermosa
del mundo para mí. Por lo tanto, tacha eso. Todo lo que tienes que hacer es
229
aparecer.
—Puedo manejar eso.
Página
***
El sábado se sintió diferente desde el momento en que despertamos.
Para el norte de California hacía un calor inusual de unos diez grados
centígrados, como en los años setenta. Damien y yo tomamos nuestro café
juntos en el patio mientras admirábamos su mural, que todavía era un
trabajo en progreso. En un lugar, replicó el famoso unicornio que pintó
anteriormente para mí. El que creó en la pared de mi viejo dormitorio que
fue derribado durante las renovaciones del apartamento.
Me sorprendió que no me sentía nerviosa en absoluto, no sobre la
ceremonia o la cirugía de la próxima semana. En su lugar, me encontraba
experimentando un día de descanso, un día de paz en el que simplemente
podía disfrutar del momento con él.
Se fue antes de lo que esperaba para preparar las cosas en la playa.
No lo vería hasta la boda. Alistarme sola se sentía extraño pero sereno. Los
perros estaban con Jenna este fin de semana, así que me hallaba sola
mientras salía de la ducha y me vestía.
Mi cabello tomó más tiempo. Decidí llevarlo medio recogido, y utilicé
una plancha para hacer rizos sueltos.
Estaba haciéndolo muy bien en no emocionarme tanto hasta que “The
Fighter” de Keith Urban y Carrie Underwood sonó en la radio justo cuando
aplicaba mi rímel. Me rompí. Totalmente.
A veces, una canción se presenta de manera misteriosa en el momento
justo. La letra pudo ser Damien hablándome. Era la historia de mi vida: una
chica demasiado herida por una relación, tan temerosa de confiar en el
amor. Entonces viene un hombre que verdaderamente la protegerá y luchará
por ella. Él era mi luchador. Por supuesto, más tarde esta semana también
tomaría un nuevo significado.
Mantén la cirugía fuera de tu mente, Chelsea. Hoy no.
Me paré en el cuarto de baño apoyada contra el lavabo y lloré. Eran
lágrimas de alegría, no de miedo ni tristeza. Al permitirme desahogarme
antes de tener que enfrentarme a Damien, dejé que la máscara de pestañas
se corriera y prometí volver a aplicarla.
Me tomó dos horas prepararme después de eso. Cada vez que
comenzaba a maquillarme los ojos, pensaba en la canción y lloraba de
230
nuevo. Finalmente pude recomponerme mientras me ponía el vestido.
Mirándome en el espejo, añadí el toque final, un simple y corto velo colocado
en el centro de mi cabeza.
Página
comer aquí en la playa bajo las antorchas. También reservé una habitación
en un resort en la cima de la montaña a pocos kilómetros de distancia. El
conductor, Gary, regresará cuando deje a los perros y limpiará después por
nosotros, así que no tendremos que preocuparnos por nada de eso. Lo
contraté básicamente para pasar la noche.
—De verdad tienes todo resuelto.
—No sé cómo sacarte de ese vestido y follarte en esta arena sin ser
arrestado. En serio, no puedo esperar para ir al hotel.
Recordando mi promesa a mi hermana, le dije—: Oh, le prometí a Jade
que tomaríamos una foto.
—Gary lo hará. También sacó un montón de fotografías durante la
ceremonia. —Llamó al hombre—. ¿Te importaría tomarnos una foto?
Activando el flash, Gary nos tomó varias instantáneas con las
antorchas como telón de fondo.
»Gracias, hombre.
Cuando nuestro pseudo-fotógrafo se encontraba fuera de alcance,
pregunté—: ¿Quién es él de todos modos?
—¿Gary? Es el nuevo inquilino de la planta baja. Buen tipo. No podía
pagar el alquiler, así que le dije que si trabajaba para mí todo el día de hoy,
lo dejaría pasar sólo por este mes. Está a nuestra entera disposición.
—Bueno, eso es un ganar-ganar, supongo.
Los perros se sentaron a nuestro lado durante nuestra cena estilo
picnic sobre una manta antes de que Gary los llevara a casa de Jenna,
dejándonos a Damien y a mí solos bajo las estrellas.
No podríamos pedir una noche mejor.
***
—Es mucho mejor que una boda normal. Básicamente cortamos toda
la mierda y lo hicimos sobre nosotros, que es la forma en que debe ser.
—Acuéstate en la cama. Quiero verte en ese vestido una última vez
antes de quitarlo.
Recostada contra las almohadas de felpa sobre un lecho de rosas, vi
cómo mi precioso marido se arrodillaba al pie de la cama mientras me
miraba durante varios minutos.
»Bien. Terminé de mirar. Está registrado en mi memoria. Ahora
necesito darle un buen uso a esas aberturas.
Desabrochó lentamente su corbata; existía algo tan sexy en ese simple
acto. Luego se arrastró hacia mí.
»Démosle un nuevo significado a atar el nudo —dijo mientras tomaba
mis manos y envolvía el lazo alrededor de mis muñecas, fijándolas sobre mi
cabeza.
Se quitó el chaleco y la camisa, arrojándolos a un lado antes de bajar
su cálido pecho hacia mí. Quería tocarlo, pero mis manos estaban atadas.
Sin embargo, él sabía que amaba este tipo de tortura.
Damien se regocijó con mi cuerpo, empezando por mi cuello y
eventualmente haciendo su camino hacia abajo.
Enterrando su rostro bajo la tela de mi vestido, usó su lengua para
follar mi coño desnudo mientras se abalanzaba sobre mi clítoris con su
pulgar. Me retorcí bajo él, desesperada por sostenerle la cabeza.
Cuando sintió que iba a venirme, se levantó de repente para
desatarme rápidamente antes de desabrocharse los pantalones. Empujó mi
vestido, y en cuestión de segundos, se hallaba dentro de mí. Moviendo sus
caderas en un movimiento rítmico, me penetró lenta y profundamente. Era
diferente a su ritmo habitual. Con los ojos cerrados, apreciaba cada
movimiento. Lo que le faltaba en velocidad, lo compensaba en intensidad.
Habíamos follado de todas las formas posibles desde que nos juntamos.
Cada vez era un poco diferente a la anterior. Pero esta vez se sintió diferente
a lo demás.
Esto definitivamente se sentía como un marido haciendo el amor con
su esposa.
236
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Traducido por Myr62
Corregido por Luna PR
T
an mágica como fue nuestra noche de bodas en Santa Cruz, no
fue lo suficientemente poderosa para ralentizar el tiempo.
El día de la cirugía de Damien llegó más rápido de lo que
esperaba. Bueno, si me gustara, no habría llegado.
No soltó mi mano ni una vez mientras nos dirigíamos a Stanford en la
madrugada. Los dos estábamos inquietamente callados.
Detuvo su camioneta en el estacionamiento del hospital,
permanecimos ahí después de que Damien apagara el motor.
Comprensiblemente, no estábamos preparados para lo que enfrentaríamos
en el interior. Me miró. Ya no podía ocultar mi miedo.
—Está bien tener miedo, Chelsea. Olvidaste que puedo ver a través de
ti.
—Quiero ser fuerte para ti.
Apretando mi mano más fuerte, dijo—: Todo saldrá bien, nena. Sin
embargo, está bien mostrar tu miedo.
Una vez dentro, probablemente no podría decirle todo lo que quería.
Las palabras que no podía articular se sentían como si me asfixiaran.
Me desmoronaba y apenas podía hablar. Me las arreglé para decir—:
Más vale que estés bien, porque no puedo vivir sin ti.
Con los ojos llenos de lágrimas. Tenía una misión: ser fuerte para él y
237
fracasé totalmente.
—Cuando esté allí, quiero que pienses en todas las cosas que
Página
esperamos con ansias este año, como planear nuestra otra boda. Sólo
enfócate en lo bueno y cada hora que pase, estaremos más cerca de dejar
esto atrás.
Asentí como si fuera realmente posible esperar cualquier cosa en este
momento.
Continuó—: Nada va a pasar, ¿de acuerdo? Pero Dios no lo quiera, si
ocurre algo, necesito que sepas que lo que dije una vez sobre no querer que
sigas adelante, fue irresponsable. Quiero que sigas adelante y seas feliz.
Negué con la cabeza intensamente.
—No puedo tener esta conversación, Damien.
—Sí, puedes, porque nada sucederá, pero necesito decir esto. Por
favor.
—Muy bien.
—No quiero que te quedes sola o te sientas culpable por avanzar algún
día si algo me pasa.
Asentí para hacerle sentir mejor, pero sabía en el fondo de mi corazón,
que no seguiría adelante si algo le pasaba a Damien. Era esa clase de amor.
Del tipo de “una vez en la vida”. El que sus padres tenían. El que no podría
tener con Elec o con cualquier otra persona, porque sólo sería posible con
él.
—Eres mi alma gemela, Damien. Mi luchador. ¿Alguna vez escuchaste
esa canción, “The Fighter” de Keith Urban?
—La oí en la radio. Me recuerda a nosotros —dijo.
No debería sorprenderme que también lo notara. Estábamos
conectados de esa manera.
Cabeceó.
»Vamos. Terminemos con esta mierda. Tengo una esposa y perros para
volver.
—Bien. Hagámoslo.
En el interior, el Dr. Tuscano abordó cualquier preocupación de
última hora que tuviéramos.
—Entonces, ¿tenemos claro todo lo que sucederá? La incisión se
realizará en el centro del pecho. El músculo cortado finalmente sanará por
sí solo. Usamos una máquina de circulación extracorpórea durante el
procedimiento, que ayuda a proteger los otros órganos mientras el corazón
está parado. Una vez que la operación termine, él comenzará a latir por sí
238
solo de nuevo sin ningún problema.
El doctor notó a Tyler y a su madre esperando fuera de la puerta y los
Página
llamó. Parecían tan nerviosos como yo. Damien estaba siendo más fuerte
que todos nosotros.
El Dr. Tuscano terminó de responder algunas preguntas que Mónica
tenía antes de decir—: La cirugía debe tomar de cinco a seis horas. No se
alarmen si nadie viene y actualiza. Normalmente necesitamos al personal
quirúrgico completo en la sala de operaciones para este procedimiento.
Damien abrazó a Tyler y besó a su madre. Estaban a punto de partir
para permitirnos un momento a solas cuando llamó a su hermano.
—Amigo, mantén a mamá y a mi esposa cuerdas. Cuento contigo.
—Lo tienes, hombre.
Después de que la puerta se cerró, Damien susurró—: A propósito,
cuando dije que debías seguir con otro hombre, eso no incluye a Tyler.
Encontraría una manera de regresar de entre los muertos para castrarlo si
alguna vez hace un movimiento hacia ti.
Logró hacerme reír un poco.
—Entendido.
Después de un largo silencio, no quedaba nada que decir excepto—:
Te amo.
—Te amo tanto.
—Sé fuerte para mí, ¿de acuerdo?
—Bien.
El doctor estaba bien preparado cuando entró con una silla de ruedas
para transportarlo.
—¿Listo?
Damien apretó mi mano una última vez antes de soltarla.
—Sí.
Cuando lo sacaron de la habitación y bajaron por el pasillo hasta el
quirófano, empecé a sentirme débil, como si mis piernas fueran a ceder.
Justo cuando parecía que iba a colapsar, sentí las manos de Tyler en mis
brazos, agarrándome y esencialmente me sostuvieron.
—Estará bien.
Simplemente asentí, intentando desesperadamente de convencerme
de eso. 239
—Lo sé.
Tenía que estarlo.
Página
***
La primera hora fue la más dura. Pasó dolorosamente lenta. Por
mucho que Damien le pidiera a Tyler que nos cuidara, parecía que Ty se
sentía tan nervioso como nosotras y nos necesitaba tanto como lo
necesitábamos.
Damien subestimó claramente lo difícil que esto sería para su
hermano, quien fue su confidente más cercano mucho antes de que yo
entrara en la foto.
Tyler sostuvo mi mano izquierda y Mónica la derecha. Damien era
nuestro común denominador, la persona que cada uno amaba más en esta
vida.
En un momento, Tyler miró mi anillo.
—Santa Mierda. No bromeaba cuando dijo que gastó una fortuna en
esa cosa.
Mirando hacia mi piedra, estuve de acuerdo.
—Está loco.
Mónica intervino—: No, no lo está. Él te ama tanto. —Suspiró—.
Felicitaciones. Sé que se suponía era un secreto, pero me lo contó todo.
Tenía muchas ganas de estar allí para el gran acontecimiento.
—No queríamos excluir a nadie.
—Ya lo sé. No intento hacerte sentir culpable. Estoy tan feliz de que
lo hicieras como lo hiciste.
—Gracias.
Tyler sonrió.
—Nunca olvidaré el primer día que me habló de ti. Dijo: “Ty, hay una
chica que se mudó al apartamento de al lado. Es extraña, un poco jodida de
la cabeza, no puede salir de su propio camino, pero es hermosa, con la
belleza más natural que viste en tu vida y es la persona más real que jamás
conocerás. Vino a quejarse de los perros, y todo lo que quería hacer era
besarla sin sentido”.
—¿Dijo eso?
—Lo hizo.
240
Una vez transcurrida la sombría primera hora de espera, el estado de
ánimo cambió drásticamente. Todo comenzó con una pizza.
Página
***
Damien fue aprobado para ser dado de alta después de cinco días. No
hubo sorpresas ni complicaciones en cuanto a su pronóstico. Estábamos
tan agradecidos a Dios que finalmente podríamos avanzar lentamente de
manera segura con nuestras vidas.
Sentí como si por fin pudiera respirar luego de meses de
preocupación.
Ese sentimiento no duraría.
Unas semanas tras su recuperación en casa, uno de mis mayores
temores se haría realidad.
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Traducido por Myr62
Corregido por Luna PR
—O
bserva cómo nunca muestran a estos lindos
anfitriones haciendo algún trabajo por más de unos
segundos. ¿Cuánto dinero quieres apostar a que
realmente no hacen ni una mierda cuando la cámara deja de rodar?
Mientras Damien se hallaba tendido en el sofá viendo un canal de
mejoras para el hogar con sus grandes pies en mi regazo, miré fijamente la
línea roja que corría por el centro de su pecho, impecable y duro como una
roca. La cicatriz era un recordatorio permanente del riesgo que asumió por
nosotros.
Sabía que tomó la decisión de operarse, no sólo para mejorar su
calidad de vida, sino también para que pudiéramos tener una mejor
oportunidad de vivir juntos un tiempo más largo. La cicatriz era también un
recordatorio constante de la fragilidad de la vida.
Tuve que salir de la habitación. Cada vez que me ponía demasiado
emocional, tenía miedo de que viera a través de mí. No podía dejarle saber
que algo estaba seriamente mal. No me encontraba preparada para
enfrentar esto, personalmente, y estoy segura como el infierno que no iba a
ponerlo bajo cualquier tipo de estrés por nada… más que la especulación.
Otro día... otra negación.
Mi período oficialmente tenía ahora tres semanas de retraso. A pesar
de que nunca antes en mi vida perdí un ciclo, me negué a creer que podría
246
significar que estaba embarazada. No me haría una prueba, porque me
sentía demasiado asustada de las consecuencias, incapaz de imaginar esa
posibilidad, de comprender cuál sería su reacción. Así que seguí dejando
Página
***
***
***
254
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Traducido por Myr62
Corregido por Luna PR
N
uestros grandes planes de boda tendrían que ser puestos en
suspenso hasta que naciera el bebé. Desde la realización de un
cuarto para él, hasta la preparación de los perros para la nueva
adición, había demasiadas cosas para preocuparse que organizar una gran
fiesta.
Optamos por no saber el sexo, aunque Damien seguía convencido de
que era una niña. Realmente creía que el espíritu que encontró en su sueño,
o lo que sea que esa experiencia fue, era femenino. Lo atribuía a la intuición
de padre.
Todos los artículos que compramos para la habitación del bebé eran
grises, blancos y verdes, aunque él tomaba pequeños artículos rosados
cuando salía y los colocaba estratégicamente alrededor del espacio; era
esencialmente el cuarto de una niña.
Yo tenía una pequeña y reducida barriga, lo que llevó a Damien
nombrar a mi vientre su “pequeña pelota de playa”.
En general, el embarazo fue bueno hasta el último mes.
Ambos nos encontrábamos bajo mucho estrés porque Jenna nos
sorprendió con la noticia de que planeaba mudarse a Colorado con su nuevo
novio. También decidió que los perros eran técnicamente suyos y que tenía
derecho a llevarlos con ella.
Damien trató de convencerla de que permanecer en California era lo
255
mejor para los Doble D porque era el único hogar que conocían. Ella no lo
aceptó y amenazó con llevarnos a la corte para la custodia completa. No se
Página
***
Página
***
***
—Dijiste que esperara algo loco, así que no estoy tan segura.
—No es tan loco. —Miró al techo en duda, y rió entre dientes—. Bueno,
tal vez lo sea.
—¿Qué hiciste?
—Bueno, permíteme hacer un preámbulo… nunca me gustó ese lunar
en mi culo. Lo odiaba... hasta que me dijiste que te gustaba.
—Guau. Ahora realmente estoy confundida. ¿De qué hablamos aquí?
—Decidí hacer una montaña en una colina de lunares, nena.
—¿Una qué?
—En lugar de quitarlo, trabajé con él.
Damien se levantó de la cama y lentamente bajó sus pantalones para
revelar su musculoso y bronceado trasero. Un nombre fue tatuado en donde
solía estar el lunar.
Espera.
¡Aún seguía allí! Ahora se usaba para puntuar la “I” en la palabra que
grabó en su hermoso culo.
INCENDIARIA.
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Página
EPILOGO
Traducido por Myr62
Corregido por Luna PR
E
l año pasado en esta misma fecha, Chelsea y yo nos besábamos
en Times Square.
Ahora, ella se encontraba profundamente dormida junto a mí
con nuestro hijo en su pecho. También se quedó dormido mientras chupaba
su pezón. Los perros se hallaban en el frío suelo junto a ellos.
Todos se durmieron cuando la bola de cristal descendía. Cartones de
comida china a medio comer estaban sobre la mesa de café. Somos un
espectáculo para los ojos cansados.
Era el único despierto. El volumen de la televisión estaba bajo
mientras bebía mi cerveza y contaba mis bendiciones.
Estaba aquí.
Estaba vivo con una esposa, dos perros y sobre todo, un precioso hijo
que nunca soñé que tendría.
Pasando mi dedo a lo largo del pequeño pie de Damien, me maravillé
de cómo una vida puede cambiar totalmente en un año. La mía lo hizo para
mejor.
Con demasiada energía nerviosa para dormir, tomé mi computadora
portátil y comencé a navegar por la red. No revisaba mi correo electrónico
en lo que se sentía como décadas. Cuando hice clic en el icono, el correo de
266
Chelsea se encontraba abierto, ya que fue la última en entrar. Había un
email de hace más de un año que no eliminó. Normalmente, yo no lo notaría,
Página
268
Página
16Elec hace un juego de palabras que al pasarlo al español, se pierde. Wired (tenso,
nervioso, conectado) y Weird (raro, extraño).
PENELOPE WARD
Penelope Ward es una autora de
bestsellers del New York Times, USA Today
y número uno en el Wall Street Journal.
Autora de once novelas. Es una de las 13
veces ganadora del New York Times
(alcanzando el puesto # 2 en tres ocasiones
distintas). Varios de sus libros han sido
traducidos a idiomas extranjeros y se
pueden encontrar en librerías de todo el
mundo.
Creció en Boston con cinco hermanos
mayores.
Vive para leer libros del género New
Adult, tomar café, mensajear con sus amigos y, a veces, ser coautora de Vi
Keeland, así como salir con sus amigos y familiares los fines de semana.
Es la madre orgullosa de una hermosa niña de doce años con autismo
(la inspiración para el personaje Callie en Gemini) y un niño de diez años,
ambos son las luces de su vida.
Penelope, su esposo y sus hijos residen en Rhode Island.
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