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Materialismo Marxista
Materialismo Marxista
El materialismo marxista fue el primero que aplicó las afirmaciones del materialismo
dialéctico a la explicación de la sociedad, y fundamentó la concepción materialista de la
historia. El materialismo antiguo era un materialismo contemplativo, por cuanto no
comprendía el papel transformador de la actividad práctica del hombre. Los
materialistas antiguos “entendían la ‘esencia del hombre’ abstractamente y no como un
‘conjunto’ de ‘todas las relaciones sociales’” (histórica y concretamente determinadas),
y por eso “explicaban” el mundo, solo cuando se trataba de su “mutabilidad”, es decir,
no comprendían la importancia de la “actividad práctica revolucionaria” (Lenin).
En oposición al idealismo, que reconoce la creación del mundo por un dios –o una
“idea absoluta”, un “espíritu universal”, una conciencia–, el materialismo filosófico
marxista parte de que la materia existe eternamente, no es creada por nadie y que el
mundo se desarrolla según las leyes de la materia y no precisa de ningún “espíritu
universal”. En oposición al idealismo, el cual afirma que en la realidad solo existe
nuestra conciencia y que el mundo material, la existencia y la naturaleza solo están en
nuestra conciencia, en nuestras sensaciones y conceptos, el materialismo filosófico
marxista parte de que la materia, la naturaleza y la existencia representan la realidad
objetiva, que existe fuera e independientemente de la conciencia; que la materia es lo
primario y la conciencia lo secundario, lo derivado, por cuanto viene a ser un reflejo de
la materia; que el pensamiento es un producto de la materia que ha alcanzado, en su
desarrollo, un grado superior de perfección; es un producto del cerebro.
El materialismo marxista, en completo acuerdo con las ciencias naturales, toma como
base primaria la materia, considerando la sensación, la conciencia, como lo secundario.
El materialismo filosófico marxista resuelve, también, consecuentemente, el otro
aspecto del problema fundamental de la filosofía: ¿es capaz nuestro pensamiento de
conocer el mundo real? En oposición al idealismo, que discute la posibilidad del
conocimiento del mundo y de su sujeción a leyes y no cree en la certidumbre de
nuestros conocimientos, el materialismo filosófico marxista parte de que el mundo y sus
leyes son plenamente cognoscibles. El materialismo marxista sostiene que la práctica
del hombre es prueba decisiva de la verdad de nuestros conocimientos; que no hay en el
mundo cosas incognoscibles, sino cosas que aún no son conocidas, las que serán
descubiertas y conocidas por la fuerza de la ciencia y de la práctica.
Forma superior y la única científica, del materialismo, creada por Marx y Engels y
desarrollada por Lenin y Stalin. La aparición del materialismo filosófico marxista, parte
integrante del materialismo dialéctico e histórico (Ver Materialismo dialéctico;
Materialismo histórico), señala la derrota del idealismo anticientífico, el triunfo de la
filosofía materialista en su lucha secular contra todas las formas del idealismo y de la
religión. El materialismo filosófico marxista continúa las mejores tradiciones del
materialismo premarxista. Pero el antiguo materialismo presentaba una serie de graves
defectos que le impedían elevarse al nivel de una filosofía completamente científica. Era
un materialismo mecanicista (ver) que reducía las formas complejas del movimiento de
la materia a su forma mecánica. De perfecto acuerdo con las ciencias, el materialismo
marxista reconoce la diversidad cualitativa de las formas del movimiento y la
especificidad de las leyes de su desarrollo, siendo la forma mecánica sólo la forma más
simple entre las demás formas del movimiento. El antiguo materialismo era un
materialismo metafísico según el cual, el mundo es inmóvil e inmutable. El
materialismo marxista es un materialismo dialéctico, pues considera la naturaleza y la
sociedad en su evolución y en su renovación perpetuas. El materialismo premarxista no
fue capaz de ofrecer una interpretación materialista de los fenómenos sociales. El
marxismo creó la concepción materialista de la historia, aplicando el materialismo
dialéctico a la explicación de la sociedad. El materialismo premarxista era un
materialismo contemplativo que no podía comprender el papel transformador de la
actividad práctica de los hombres. Los antiguos materialistas se atenían a una
concepción abstracta de la naturaleza humana a la que separaban de las relaciones
sociales. No hacían más que explicar el mundo, cuando de lo que se trataba era de
transformarlo, o, dicho de otro modo, no comprendían la importancia de la actividad
práctica revolucionaria. El materialismo filosófico marxista es un instrumento poderoso
de conocimiento y de transformación del mundo. Desde el punto de vista de sus
orígenes de clase, el materialismo marxista se distingue esencialmente de las formas
anteriores del materialismo. El materialismo de los siglos XVII y XVIII era la ideología
de la burguesía revolucionaria de la época. Los representantes más avanzados del
materialismo anteriores a Marx –los materialistas rusos del siglo
XIX, Belinski (ver), Herzen (ver), Chernishevski (ver), Dobroliúbov (ver), &c.–
expresaban los intereses del campesinado en lucha contra la servidumbre de la gleba.
Los materialistas burgueses anteriores a Marx, no eran más que fundadores de
“escuelas” filosóficas, mientras que el materialismo filosófico marxista se ha
transformado en la doctrina y en la bandera de la clase más progresista, el proletariado.