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TEMA 13. - El Régimen de La Restauración (1874 - 1902)
TEMA 13. - El Régimen de La Restauración (1874 - 1902)
1.1.- La Restauración
Antonio Cánovas del Castillo, que se inició en el partido unionista, lideró a los
alfonsinos durante el Sexenio y fue agrupando a todos los contrarios al absolutismo pero que
también rechazaban el desorden de la República y el liberalismo democrático.
Expresa las ideas de Cánovas; siendo más conservadora que la de 1869 (se parece
más a la de 1845), deja sin especificar muchas “libertades” y “derechos” que luego se irán
instituyendo (con los gobiernos liberales de Sagasta), de modo que al final se recuperan los
Derechos de la Constitución de 1869, si bien no incluidos en la Constitución. Regirá hasta
1931 (la constitución de más larga vigencia hasta hoy), aunque se interrumpe su vigencia de
1923 a 1930(dictadura de Primo)
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a la Declaración de Derechos, existe en la Constitución pero muy ambigua (“los españoles
tienen derecho al voto; dicho derecho será regulado por una ley...”); Finalmente, se defiende el
centralismo estatal (contra todo nacionalismo) y en materia religiosa hay tolerancia, pero se da
preferencia al Catolicismo (libertad de cultos, pero no en público)
1.4.- El bipartidismo
Cánovas lideraba el Partido Liberal Conservador o Conservador, pero sabía que no podía ni
debía gobernar siempre, así que buscó y ayudó a fundar un partido con el que alternar, pero
que aceptase en esencia lo mismo que él; así se fundó el Partido Liberal Fusionista o Liberal.
● El partido Conservador, dirigido por Cánovas hasta su muerte (1897) y luego por
Francisco Silvela, constituía la derecha moderada; incluye a los antiguos alfonsinos
(moderados, unionistas), a algunos tradicionalistas no-carlistas y a algunos progresistas.
La alternancia estaba asegurada por el funcionamiento del sistema, pactado entre los
dos partidos: el rey llamaba a gobernar a una persona que debía ser respaldada por las Cortes;
si no era así, sencillamente esa persona disolvía las Cortes y convocaba elecciones; y esas
elecciones, las ganaba. De un modo pactado, se garantizaba la victoria de quien convocaba,
mediante la manipulación y el fraude. Cada partido tenía establecida una red de clientelas y
favores (grandes y pequeños) que prodigaba cuando gobernaba, y que hacía que una
determinada masa electoral le fuera fiel; es un voto “cautivo”, que se da sobre todo en las
zonas rurales (y España era aún un país rural).
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Se termina con la Guerra de independencia cubana (1878) cuando Martínez Campos
hace una serie de promesas a los insurrectos cubanos; promesas cumplidas tarde y mal, y que
no frenarán ya las ansias independentistas cubanas, alimentadas y acompañadas por las
ambiciones de los E.E. U.U., estallando la 2ª guerra de Cuba (1895-1898).
La agricultura era predominante. Estaba dominada por una burguesía terrateniente muy
conservadora y en general dominan los latifundios, con abundancia de jornaleros. Cabe
destacar el auge espectacular, aunque temporal, del viñedo, que en la Mancha sustituyó al
cereal en este siglo XIX, sobre todo a raíz de la filoxera en Francia (y hasta que la plaga llegó
aquí). Pero el viñedo era extensivo y de poca calidad, destinando su producción a la
exportación a Francia para fabricar alcoholes.
2.1.2.-Los Republicanos
Defienden unas ideas liberales avanzadas y se diferencian de los otros grupos liberales
en el modelo de Estado (no monárquico). Las ideas republicanas de raíz liberal son el
sufragio universal, la necesidad de reformas sociales y económicas profundas en beneficio de
las clases populares. Además los poderes públicos han de asumir el carácter de Estado
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protector de las clases sociales desfavorecidas. En las relaciones con la Iglesia los
republicanos defienden un Estado laico, aconfesional, en el que Iglesia y Estado se separan. A
veces practican el anticlericalismo, al acusar a la Iglesia de ser un obstáculo para el progreso y
la libertad. Existían dos tendencias: los unitarios y los federales (divididos a su vez en
benévolos e intransigentes)
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● El Nacionalismo Vasco.- Se desmarcó del agotado carlismo con la fundación del PNV
(1895) por Sabino Arana, radical, racista e independentista. Reivindicó en principio la
defensa de los fueros perdidos y rechazó el proceso de industrialización, identificó el
capitalismo y el centralismo con lo español y señaló a los inmigrantes o maketos como los
culpables de la degeneración de la raza vasca. Solo cuando se suavizó en su racismo e
independentismo (desde 1898) logró mayor aceptación, sobre todo entre la burguesía
vasca y las clases medias conservadoras y católicas, que ven con temor el progreso del
socialismo entre los obreros vascos. Su programa fue desde entonces autonomista dentro
del Estado español.
El régimen de la Restauración se vio muy afectado por la llamada cuestión cubana, que ya
había dado lugar a la 1ª guerra de Cuba, finalizada en la Paz de Zanjón (1868-1878), resuelta
por el general Martínez Campos mediante una negociación, que terminó con promesas por
parte de España que luego se cumplieron tarde y mal; tras 1878 incluía los siguientes
problemas:
● Los intereses y el papel de los EE. UU.: Cuba obtenía gran parte de sus ingresos de
EEUU, exportaba allí más del 90% de la producción de azúcar y tabaco. EE. UU. ya se
había ofrecido a comprar la isla, dado el creciente nº de inversiones norteamericanas
en ella. En 1892, este país obtuvo un arancel favorable para sus productos y después
financió a los independentistas con la intención de ejercer de árbitro cuando surgiera
un conflicto entre Cuba y la metrópoli.
● El “Grito de Baire”: La guerra estalló de nuevo en febrero de 1895 con el “Grito de Baire”,
nombre con el que se conoce el levantamiento que tuvo lugar en la parte oriental de la isla.
José Martí y Máximo Gómez serán los líderes civil y militar. A la muerte de Martí, Gómez y
Antonio Maceo asumieron la dirección militar de los rebeldes.
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● La insurrección filipina (1896): Filipinas se rebela en 1896; el general Polavieja, al mando
de las tropas españolas, actuó con extrema dureza y ejecutó al principal intelectual
independentista, José Rizal.
● El accidente del “Maine” y la intervención de los EE. UU.: En febrero de 1898 tuvo
lugar un incidente: la voladura de Maine, un acorazado estadounidense que se encontraba
en el puerto de la Habana, en el que murieron más de 250 marinos norteamericanos. La
prensa y el Gobierno de Estados Unidos culparon a España y se ofrecieron comprar la
isla, Los políticos de la Restauración prefirieron una derrota honrosa antes que una paz
comprada. Estados Unidos declaró la guerra a España en abril de 1898. La lucha fue
desigual y la derrota irremisible: hundimiento de las escuadras españolas en Cavite
(Filipinas) y Santiago de Cuba (en julio) y desembarcos posteriores de los “marines”, sin
problemas.
● El Tratado de París y el fin del imperio español: El Tratado de París (XII de 1898)
supone la liquidación definitiva del viejo imperio colonial español, ajustando su presencia
internacional a su papel real de potencia de segunda fila. Por él, Cuba será independiente
(salvo Guantánamo, base que se reserva EE: UU), mientras que Puerto Rico, Filipinas y
otras islas del Pacífico pasan directamente a manos de los EE. UU.
● Pérdidas humanas: Las pérdidas humanas en las guerras de 1895-1898 costaron unas
120000 muertes, la mitad soldados españoles. La mayoría de las bajas se debieron a
enfermedades infecciosas.
● Las pérdidas materiales: La derrota supuso la pérdida de los ingresos procedentes de las
colonias como de los mercados privilegiados y de las mercancías que como el azúcar, el
cacao o el café deberían comprarse en el futuro a precios internacionales.
● La crisis política: El desgaste fue de ambos de partidos, pero afectó al liberal y a Sagasta,
a quien tocó la misión de afrontar la derrota. Con él desapareció la primera generación de
dirigentes de la Restauración, que cedió el terreno a los nuevos líderes. Lo más grave fue
el desprestigio militar derivado de la dureza de la derrota. Era evidente que las fuerzas
armadas no habían estado preparadas para un conflicto como éste, y aunque la
responsabilidad era más política que militar, el ejército salía dañado en su imagen, lo que
trajo consecuencias en el siglo XX.
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vertiente literaria la generación del 98, que dio nuevos impulsos a la vida intelectual y
política del país a principios del siglo XX.