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“CEIDECO”

CIENCIAS SOCIALES IV
CUARTO SEMESTRE
BÁSICO POR MADUREZ

Regímenes autoritarios y democráticos

Régimen Autoritario

Un régimen autoritario es aquel que recurre a la represión y otros métodos forzosos para ejercer su voluntad
sobre la población civil. Por ende, es principalmente caracterizado por su carácter autocrático y su tendencia a
limitar las libertades personales. Usualmente, un régimen autoritario es gobernado por un grupo o elite que
recurre a la represión para mantenerse en el poder. Sin embargo, a diferencia de un régimen totalitario, no existe
un mayor interés por penetrar en la vida cotidiana de cada ciudadano, y en vez de tener aspiraciones
revolucionarias para reestructurar el orden social, un régimen autoritario tiende a ser más conservador y a darle
mayor importancia al orden cívico.

La implementación de un régimen autoritario puede manifestarse en la forma de tiranía, monarquía, gobiernos


militares, o gobiernos en que un solo partido político está al mando.

Características

Los principales factores que caracterizan a un régimen autoritario son los siguientes:

1. Culto de personalidad hacia un líder carismático.

2. Ausencia de una ideología oficial, o si existe alguna ideología, tiende a ser basada en las convicciones
personales del líder.

3. Fuerte presencia militar. En ocasiones el ejército interviene en el proceso político.

4. Apariencia de acato al constitucionalismo. La constitución deja de ser un instrumento de limitación a los


excesos del poder y se convierte en un vehículo de control a la población civil.

5. Claro dominio político de un partido en particular, aunque puede existir competencia de otros partidos.

6. Participación popular controlada, de tal manera que se apoya la votación en temas de interés para el
régimen, y se desalienta en temas desfavorables.

7. Apoyo selectivo a grupos de interés, siempre y cuando estos beneficien o colaboren con las aspiraciones
del régimen.

8. Implementación de políticas de liberalismo económico.

Régimen Democrático

Se denomina régimen al sistema que permite instituir y regular el modo de funcionar de algo. Democrático, por
su parte, es un adjetivo que se vincula a la democracia (la forma de gobierno que se basa en la voluntad
popular).
Un régimen democrático, por lo tanto, es aquel que posibilita la participación de la población en la toma de
decisiones vinculadas a lo público. Se trata de una serie de instituciones y normativas que organizan el Estado y
el ejercicio del poder según criterios democráticos.
Lo que hace todo régimen político es definir cómo se accede al gobierno y cómo las autoridades a cargo de la
administración del Estado pueden emplear sus facultades. En el caso del régimen democrático, se basa en
pilares como la realización periódica de elecciones (que permiten que los ciudadanos emitan su voto de manera
secreta y en libertad) y el establecimiento de una Constitución de la cual se desprenden todas las leyes.
Además de todo lo expuesto, se hace necesario reconocer otras de las características que posee cualquier
régimen democrático:
1. Existe la libertad de expresión, que establece que cualquier individuo pueda exponer sus opiniones y sus
puntos de vista sobre cualquier tema.

2. La igualdad es uno de sus pilares fundamentales. Esta determina que todas las personas tienen los
mismos derechos y los mismos deberes. De ahí que se rechace y prohíba por completo cualquier tipo de
discriminación, de exclusión o de limitación en lo que a acceso a oportunidades se refiere.

3. Ayuda a afrontar los problemas que se tienen en común en la sociedad y a demandar las necesidades de
la comunidad.

4. Existe pluralismo y tolerancia así como libertad de asociacionismo.

5. El régimen democrático reconoce y respalda a la diversidad existente en la sociedad del país en cuestión.

6. Asimismo se debe destacar que la justicia goza de independencia y que hay una clara separación de los
tres poderes.
La esencia de un régimen democrático se encuentra en la inclusión masiva de la sociedad en la toma de
decisiones y en la fijación de límites a quienes ejercen el poder. El formato del régimen, de todas formas, fue
cambiando con el paso del tiempo.
Hoy la mayoría de los regímenes democráticos apuestan por la democracia representativa: el pueblo elige a sus
representantes en las instituciones y son estos representantes quienes toman las decisiones.
Los regímenes democráticos de la antigüedad, surgidos en Grecia, se basaban en cambio en la democracia
directa: los ciudadanos tomaban las decisiones en asambleas.
En contraposición al régimen democrático se encuentra el no democrático que se caracteriza por señas de
identidad como estas:
 Se produce un cese de lo que son las libertades individuales de cada ciudadano.
 Existe censura y la prensa es absolutamente controlada.
 No hay un parlamento.
 Los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) se encuentran centralizados.
 Se reconoce la figura de un líder o de un grupo que es el que tiene absolutamente el mando.
 Se produce una omisión de lo que se conoce como debido proceso judicial.
Guatemala Democrática

Comúnmente surge la pregunta, ¿existe democracia en Guatemala? Para responder a tal inquietud, no basta con
revisar la Constitución. Más allá de lo expresado en papel, el ejercicio democrático tiene que consolidarse para
que realmente haya democracia. Pero ¿qué es un sistema democrático? No se debe confundir este con aquel
construido por los antiguos griegos en la época clásica. La experiencia política griega se asentó en un contexto
político, económico y social muy distinto al moderno. Eran sociedades simples, muy desiguales, pequeñas y
poco pobladas. Las instituciones y mecanismos democráticos de aquel entonces resultan anacrónicos e
inaplicables a las sociedades actuales. Por ello, debe distinguirse la democracia moderna de la antigua.
La democracia moderna es una forma de gobierno constituida por elementos republicanos, liberales y
democráticos. Se trata de un sistema en el que se fomenta la participación política popular (elemento
democrático), la defensa de las libertades y derechos individuales (elemento liberal) y el establecimiento de
límites y mecanismos de control del poder (elemento republicano).
El famoso politólogo Robert Dahl la define como un “juego competitivo esencialmente poliárquico”; un sistema
en el que se fragmenta el poder político a través de tres aspectos: que los individuos puedan formular
preferencias, que puedan manifestarlas y que estas reciban igual consideración por parte del gobierno. En torno
a cada uno, se desglosan una serie de garantías institucionales que afirman la presencia de cada elemento.

Ya comprendido el concepto, debe analizarse el ejercicio político guatemalteco y no solamente la Constitución,


porque ello podría conducir a identificar una democracia en donde hay realmente una “democracia de papel”
(solo de forma teórica y no práctica).
El ejercicio político es comprobable a través del Índice de Democracia desarrollado por The Economist. Si bien
el índice no permite una apreciación perfecta sobre todas las garantías institucionales asociadas a cada elemento
democrático, presenta una evaluación general sobre cinco áreas que se asocian estrechamente con estos:
1. El proceso electoral y su pluralismo,
2. El funcionamiento del gobierno,
3. La participación política,
4. La cultura política y
5. Las libertades civiles.

De acuerdo con el desempeño de cada una de estas, se otorga una calificación: 0-4 corresponde a un régimen
autoritario, 4-6 a una democracia híbrida, 6-8 a una democracia defectuosa y 8-10 a una democracia plena.

Desde el 2016, Guatemala evidencia una decadencia progresiva en el índice (gráfico 1). En ese año, obtuvo una
calificación de 5.92 puntos; después, en el 2017, registró 5.86; luego, 5.60 en 2018; y, finalmente, obtuvo 5.26
en 2019 (su peor puntaje desde que se creó el índice en 2006).
Con este último resultado, ocupó la posición 93 de 167 países. Asimismo, Guatemala está entre los peor
calificados de Latinoamérica, solo por delante de Bolivia (4.84), Nicaragua (3.55) y Venezuela (2.88). Tal
desempeño asocia a Guatemala con un régimen híbrido que se caracteriza por poseer elecciones democráticas
defectuosas con irregularidades sustanciales que socavan la imparcialidad y libertad en su ejercicio.

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