INTRODUCCIÓN

La salud mental se define como el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-
cultural que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un
bienestar y calidad de vida1. Además, la desinformación trae consigo que muchas personas se auto
diagnostiquen y creen un concepto erróneo acerca de su estado de salud mental. Asimismo, para
evitar malos entendidos y sus consecuencias a largo plazo la Ley de Salud Mental peruana
entiende que la salud mental “implica el proceso de búsqueda de sentido y armonía, que se
encuentra íntimamente ligado a la capacidad de autocuidado, empatía y confianza que se pone en
juego en la relación con las demás personas, así como con el reconocimiento de la condición
propia y ajena, de ser sujeto de derechos”2.

La adolescencia es un periodo permeado por la idea de asimilar nuevos roles que derivan a
menudo, en conflicto3. Es una etapa de la vida en la que el ser humano experimenta muchos
cambios, no solo a nivel físico, sino también psicológico, así como desde el punto de vista social y
de relación con iguales. Los adolescentes se encuentran rodeados de muchas situaciones a las que
deben enfrentar y responder de acuerdo a su incipiente experiencia y en ese camino de búsqueda
de encontrar sentido y solución a sus conflictos, pueden surgir ciertos riesgos de presentar
conductas poco saludables4.

El impacto de estos eventos se incrementa en virtud de haberse producido en una situación de

marcada pobreza. Dichas condiciones son negativas y contrarias a la perspectiva que tengo acerca
del estado de salud mental, además, en estos casos las situaciones se agravan si se les suma la
exclusión social de los grupos poblacionales, que en especial afecta a las comunidades rurales y
áreas urbanas marginales. Por tanto, los trastornos psicopatológicos, que aumentan en relación
inversa con la clase socioeconómica, obstaculizan los esfuerzos que los grupos de población más
vulnerables pueden hacer para superar este ciclo5.

En el ámbito nacional: En el Perú, se marcó una diferencia en las Américas y destaco la atención
centrada en el hospital psiquiátrico tenía que mejorar su participación y prevención basándose en
la comunidad (1990). En 1997 y 2001 el Consejo Directivo de la OPS abordó el tema de la salud
mental y emitió resoluciones en las que se instaba a los Estados Miembros a incluir la salud mental
entre sus prioridades6.
Según la organización mundial de la Salud, se han redactado documentos los cuales permiten y
comunican la forma de cómo ayudar a los jóvenes que padecen de estos problemas de salud
mental, en los años recientes se han aprobado los siguientes documentos programáticos de gran
relevancia7.

 Programa de acción para superar las brechas en salud mental (mhGAP, por sus siglas en
inglés), OMS, 2008; Guía de intervención del mhGAP (mhGAP-IG), OMS, 2010 (14, 15).
 Estrategia y Plan de acción sobre salud mental, OPS, 2011; Estrategia y Plan de acción
sobre epilepsia, OPS, 2009 (2, 16).
 Estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol, OMS, 2011; Plan de acción para
reducir el consumo nocivo de alcohol, OPS, 2010 (17, 18).

En el ámbito internacional: Alrededor del mundo, se estima que entre el 10% y el 20% de los
adolescentes experimentan trastornos mentales, los cuales no se tratan adecuadamente. Es el
periodo en el cual nos volvemos vulnerables a adquirir problemas en la salud mental. La
importancia de la salud mental se divulgó por primera vez en 1946, en la Organización Mundial de
la Salud (OMS). Recién en 1966, fue reconocido por el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) como derecho humano, que compromete a los Estados
con tres tipos de obligaciones respecto al derecho de la salud de sus ciudadanos: respetar,
proteger y realizar8.

El presente trabajo tiene como objetivo general determinar el nivel de salud mental de los
estudiantes del II Ciclo de la universidad Norbert Wiener, Lima, 2020. Del objetivo general se
desprenden los objetivos específicos: determinar el nivel de salud mental en la dimensión de
estado de ánimo, determinar el nivel de salud mental en la dimensión de estado de ansiedad,
determinar el nivel de salud mental en la dimensión de conducta alimenticia y determinar el
nivel de salud mental en la dimensión de somatomorfos en los sujetos de estudio.