Está en la página 1de 1

Querido(a) joven:

Tú, eres mi milagro, eres fuerte, capaz, inteligente; anímate y


piensa que, desde este momento, puedes cambiar tu vida para
bien, si te lo propones y te llenas de entusiasmo. Sobre todo, si
te das cuenta de la felicidad que puedes conseguir con sólo
desearlo.

Tal vez te asuste un poco la idea de acercarte un poco más a mí y permitir que yo entre
a tu vida, y es que es lógico eres un ser humano y desconocías de mí existencia, nunca
antes te había importado si realmente existía, pero llego la hora en la que debes
permitir que yo te ayude en cada paso que des y te proteja de todo mal y peligro, sé que
no es algo sencillo, pero con el tiempo iras aprendiendo y podrás conocerme poco a poco
a pesar de que no lo veas.

Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida.
No te lamentes nunca. No te quejes. No te atormentes. No te deprimas. ¿Cómo puedes
temer, si eres mi milagro?, Eres único. Nadie es igual a ti. Sólo en ti está aceptar el
camino de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante hasta el fin,
simplemente porque eres libre.

No te olvides que te quiero ver siempre feliz, con misericordia, con piedad, para que
este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, contagiando esperanza y
optimismo sin temor, porque yo estoy a tu lado.

Con todo cariño, DIOS.

El SEÑOR se le apareció desde la distancia


y le dijo: «Con amor eterno te he amado
y por eso te sigo mostrando mi fiel amor.

Jeremías 31:3 (PDT)

También podría gustarte