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Mecanismos de Política Comercial

La política comercial como se dijo anteriormente, se materializa mediante


instrumentos o mecanismos adecuados e idóneos para la obtención de los
objetivos en que se inspira. Tales mecanismos son muy variados y ofrecen,
cada uno por lo general, una gama de posibilidades en cuanto a la intensidad
de su aplicación.

Durante casi todo el siglo XIX fue común que los países industrialmente
desarrollados concibieran la existencia de una política comercial denominada
de "libre cambio”, frente a la de corte “proteccionista” por la que
propugnaban los países menos desarrollados; los primeros con el objeto de
darle salida internacional a la gran variedad de productos manufacturados
producidos o transformados por su industria y los segundos con miras a
generar condiciones propicias para que sus incipientes producciones
industriales pudieran crecer sin la competencia avasalladora de los productos
importados. Estas políticas se caracterizaban por una extrema simplicidad en
cuanto al uso de mecanismos o instrumentos para su realización, los cuales
básicamente se contraían a los aranceles aduaneros y a los convenios
comerciales. El librecambio suponía necesariamente la reducción o la
eliminación de los aranceles aduaneros y la protección se manifestaba
elevándolos hasta niveles que imposibilitaran económicamente la realización
de las importaciones.

Empero, circunstancias de diversa índole, entre las que cabe señalar, la de la


acentuación de la expansión del comercio, por una parte, y la del excesivo
proteccionismo a que se ven abocados algunos de los países industrializados,
determinaron que, particularmente después de la Segunda Guerra Mundial, se
generaran nuevos y sofisticados métodos y formas de acelerar el intercambio
entre los países, los cuales vinieron a constituirse en instrumentos de la política
comercial de los tiempos presentes por lo que dice L. SIRC: “para la aplicación
de su política comercial, los países disponen de un variado abanico de
métodos o instrumentos a su disposición como son: 19 los aranceles (derechos
de aduana) 2) los contingentes. 3) una combinación de los dos, tal como el
arancel-contingente. 4) los controles monetarios. 5) la subvenciones. 6) el
monopolio estatal”

2.3.1 Los Aranceles Aduaneros

Aranceles, lista o catálogo de impuestos aduaneros aplicados generalmente


por el Gobierno sobre las importaciones y, a veces, sobre las exportaciones. Al
principio, estos impuestos pretendían únicamente aumentar los ingresos del
Estado. Tras el crecimiento de la industria y la formación de economías
nacionales empezaron a imponerse, fundamentalmente, como instrumentos de
la política económica. Los aranceles se establecían para proteger la industria
nacional de la competencia externa y para lograr el superávit de la balanza
comercial. Estas prácticas llevaron a que un Gobierno impusiera impuestos
elevados y discriminatorios para mostrar su hostilidad hacia otro Gobierno; los
gobiernos afines entre sí suelen establecer acuerdos arancelarios preferentes.
Los tratados de paz negociados entre las principales potencias europeas
durante los siglos XVII y XVIII solían incluir cláusulas para la reducción de los
impuestos sobre las importaciones; después de 1700, casi todos los tratados
comerciales recogieron una cláusula de nación más favorecida entre los países
firmantes para extender entre ellos cualquier otra reducción arancelaria
concedida a otro país.

Durante el siglo XIX, los aranceles mantuvieron la tendencia alcista que habían
tenido durante los siglos anteriores. Una excepción fue la política de
librecambio seguida por Gran Bretaña. Esta tendencia alcista de los aranceles
continuó a principios del siglo XX, intensificándose al iniciarse la Gran
Depresión de la década 1930. Sin embargo, durante esta depresión económica
algunos países sumaron sus esfuerzos para reducir las barreras arancelarias.
A partir de 1934 Estados Unidos negoció acuerdos comerciales bilaterales para
reducir algunos impuestos arancelarios y promover la cláusula de nación más
favorecida.

Tras la II Guerra Mundial la tendencia a la reducción arancelaria a escala


internacional prosiguió con la creación del Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio (GATT) y de uniones aduaneras regionales como la del
Benelux, la Comunidad Europea (actualmente Unión Europea), el Pacto Andino
(integrado por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), el Mercado Común
Centroamericano y la Asociación Latinoamericana de Integración. Más tarde se
creó el MERCOSUR, que complementa el Pacto Andino con la participación de
los países del Cono Sur: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, modernizado
en nuestros días a través del Tratado de Cartagena. Estos grupos de países
reducían los aranceles entre ellos, manteniendo una tarifa externa común para
los países de fuera de la unión. Tras la Ronda Uruguay (1994), los países
miembros del GATT continúan fomentando la reducción de tarifas arancelarias
y otras limitaciones al crecimiento del comercio mundial a través de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), agencia que sustituyó al GATT en
1995.

Se trata sin lugar a dudas del instrumento de política comercial más utilizado,
hasta el punto, que, se podría decir sin temor a equivocaciones, que es
empleado en la política comercial de todos los Estados que hoy participan en el
intercambio internacional.

Básicamente se trata de la aplicación de un impuesto indirecto que grava los


bienes que se importan o que se exportan a / o desde un territorio aduanero
determinado, generalmente constituido por el territorio nacional del Estado que
lo aplica.

Los derechos de aduana, a la vez que actúan como instrumentos de la política


comercial, constituyen en todos los países que los aplican una gran fuente de
ingresos fiscales.

No obstante lo dicho anteriormente, sobre la existencia de un complejo y


variado universo de instrumentos de la política comercial moderna, es
indudable que los aranceles continúan siendo el mecanismo por excelencia
para su ejecución, hasta el punto de que algunos economistas simplifican su
aproximación al tema englobando otros controles o instrumentos de política
que actúan también con base en el mecanismo de los precios, dentro del
análisis de la teoría de los aranceles. Sobre el particular el economista inglés
Robertson formula la siguiente apreciación: “La mayoría de los análisis teóricos
sobre política comercial se emprenden en términos de aranceles, es decir, de
tasas a la importación. Ello está justificado por una serie de buenas razones.
En primer lugar, los aranceles son el medio más extensamente empleado para
regular los flujos comerciales. En segundo lugar, excepción hecha de
circunstancias especiales, los aranceles son la única medida de regulación del
comercio permitida por el GATT. En tercer lugar, actúan a través del
mecanismo de los precios, que es el corazón de la teoría económica moderna”.

En destacar la señalada importancia de este antiguo instrumento de la política


comercial también coincide el profesor de economía de la Universidad de
California H. Robert Heller, para quien los aranceles constituyen: “uno de los
instrumentos más importantes de la política comercial que permite alterar la
estructura y volumen del comercio con el resto del mundo. Imponiendo distintos
aranceles para diferentes mercancías, un país es capaz de alterar los precios
relativos de éstas, dando lugar a un esquema comercial distinto del que
existiría sin aranceles, es decir, alterando la composición del comercio
internacional. Un país es capaz también, dentro de ciertos límites, de
determinar su volumen absoluto de comercio internacional, y siempre existirá
un arancel suficientemente prohibitivo como para lograr que cese el comercio.
Por otra parte, una disminución de las barreras conducirá normalmente a un
aumento en el volumen de comercio, y un arancel negativo, es decir, un
subsidio, puede incluso conducir a una expansión del comercio por encima del
nivel correspondiente al comercio libre”.

A este mismo respecto, y especialmente en cuanto se refiere a la identificación


de los efectos de los aranceles en el comercio internacional, Robertson nos
ilustra en el sentido de que “el arancel está concebido para gravar a los
consumidores interiores y a los productores extranjeros y favorecer a los
productores nacionales y al Gobierno (equivale a un impuesto sobre el
consumo, cuyo importe se reparten los productores nacionales en la medida en
que producen el bien importado, con un remanente para el gobierno)”. Agrega
el ilustre tratadista que “la imposición de un arancel eleva el precio interior del
bien gravado, lo que conduce a una reducción de la demanda de importaciones
del artículo en cuestión. Si esto significa un cambio importante en los mercados
mundiales, debe repercutir en una modificación de los precios internacionales
(es decir, en la relación real del intercambio) En estas circunstancias, los
precios interiores no se incrementan en cantidad equivalente al importe total del
arancel, pues los productores extranjeros cargan con una parte del impuesto”.

2.3.1.1. Clasificación y denominación

a) Según el hecho gravado se pueden diferenciar tres tipos o clases, a saber,


derechos de importación, derechos de exportación y derechos de
tránsito. También es posible hablar de “aranceles negativos” para designar
los subsidios que algunos países otorgan a sus exportaciones, pero se
recomienda utilizar la denominación más tradicional y extendida de
“subvenciones”.

Los primeros, derechos de importación, como su nombre lo indica, recaen


sobre las importaciones que se realizan al país que los impone y generalmente
se perciben en los puntos de aduana fronterizos cuando ingresan a su territorio
las mercancías que los causan o, en su caso, cuando sales de los depósitos
aduaneros situados en el interior del país.

Se trata de la forma más extendida y antigua que se utiliza por los Estados
tanto para obtener recursos fiscales como para servir de mecanismo de
protección de la producción nacional contra la competencia extranjera.

Los derechos aduaneros a las exportaciones, gravan los bienes que son
vendidos al extranjero y se perciben cuando las mercancías dejan el territorio
aduanero del país vendedor (exportador) para internarse en el del Estado
comprador (importador)

Los derechos arancelarios de tránsito, son una especie de tributo aduanero


que ha caído en desuso, al punto de que hoy en día son contados los países
que los mantienen en vigencia. Ellos tienen como fundamento gravar el paso
de mercancías de un país extranjero con destino a un tercer país, por el
territorio aduanero del país que los recauda.

b) Teniendo en cuenta el objetivo que persigue el Estado al imponerlos o al


modificarlos elevándolos, reduciéndolos o eliminándolos para algunos bienes,
los derechos aduaneros se pueden clasificar en derechos fiscales y derechos
de protección, siendo estos últimos los que en verdad se pueden considerar
como instrumentos de la política comercial.

Los derechos proteccionistas buscan, mediante la elevación de los precios


de las mercancías de importación, producir en el mercado interno condiciones
más favorables para las mercancías análogas de producción nacional. En
teoría, el monto de los derechos que gravan las importaciones de un bien se
determina simplemente haciendo que el precio del bien importado quede al
mismo nivel o de un rango superior al de los bienes similares de producción
nacional.

Los derechos aduaneros de carácter fiscal, solamente tienen como finalidad


la de propiciar ingresos al tesoro del Estado que los impone y tradicionalmente
han gravado bienes de importación de amplio consumo interno que no
presentan producción nacional.

c) Por el sistema o método como se recaudan los tributos aduaneros, o mejor,


en atención a la base gravable sobre la cual se liquidan, éstos se denominan
como “ad valorem o sobre el precio, específicos, y mixtos o compuestos.
Los derechos de aduana se denominan “específicos”, cuando se gravan los
productos teniendo en cuenta su peso, tamaño, volumen o unidad: muy pocos
países en el mundo utilizan ahora este tipo de impuesto como norma general,
aunque sí se acude a él para salvaguardar estacionalmente y por un corto
tiempo algunas producciones agrícolas nacionales frente a la competencia
extranjera.

Los derechos ad-valorem, el gravamen se aplica en función de porcentaje


sobre el valor de la factura de las mercancías importadas, y debe determinarse
conforme a las normas internacionales previstas en el artículo VII del Acuerdo
de la Organización Mundial de Comercio (OMC) antes GATT. Para determinar
el calor de liquidación del impuesto los países han adoptado una base uniforme
de valoración de los productos para efectos aduaneros, la cual establece
diferentes tipos de cotización tales como FOB, FAS, CIF, CFR, entre otros,
siendo el más utilizado para cálculo de derechos el término CIF (costo, seguro
y flete)

Se llaman derechos de tipo “mixto o compuestos” los que combinan la


imposición sobre el valor y alguno de los elementos que configuran el arancel
específico, generalmente la unidad, quiere decir, que se grava una mercancía
importada con un derecho ad-valorem y uno específico. Así pues, se produce
una doble imposición fiscal que afecta enormemente al importador, restándole
consecuentemente posibilidades a los exportadores extranjeros, en beneficio
del productor nacional.

d) Existen otras denominaciones que diferencian los aranceles de conformidad


con alguna característica especial, como la generalidad de su aplicación, su
carácter sancionatorio o retaliatorio, etc. Entre tales denominaciones es preciso
señalar como las más utilizadas en la actualidad las que corresponden a las
categorías de aranceles generales o comunes, aranceles mínimos,
aranceles de convención, derechos preferenciales y derechos
antidumping.

La expresión aranceles generales o comunes designan los gravámenes que


están fijados en el arancel de aduanas de un país determinado y se aplican en
términos generales a las importaciones provenientes de los diferentes países
con los cuales realiza operaciones de intercambio regidas por un régimen
común, o lo que es igual, no sometidas a tratamiento especial o excepcional.
Este es pues, de ordinario, el arancel de tarifa más alta y se aplica a aquellas
operaciones que se realizan con países con los cuales no se ha suscrito
tratado o convenio comercial que permita la aplicación de una tarifa especial.

Las denominaciones aranceles mínimos, aranceles de convenio y derechos


preferenciales, en cambio, designan situaciones en las cuales la tarifa general
o común se modifican por la existencia de un contrato, acuerdo, tratado o
convenio, suscrito bilateral o multilateralmente, mediante el cual, a los países
miembros se les aplica un arancel especial, mucho más favorable que el
común. Dichos aranceles especiales son aplicables, según lo que se disponga
en el convenio que los regula, a todo el universo arancelario o a un producto o
grupo de productos y su existencia puede dar origen, claro que no en forma
automática, a la aplicación de la cláusula de la nación más favorecida, siendo
del caso destacar que concretamente con respecto a los aranceles
preferenciales se presentó en 1947, con la creación del Acuerdo General sobre
Aranceles aduaneros y Comercio (GATT) una reacción que propendía por una
cada vez menos utilización de estos mecanismos especiales, habida
consideración del efecto negativo que generaban en la expansión del comercio
ya que este se canalizaba exclusivamente entre aquellos países que habían
negociado preferencias. Fue así como el GATT contempló en una de sus
cláusulas la prohibición a los países miembros de negociar nuevas preferencias
aduaneras y consagró la obligación de que las existentes a la fecha de entrada
en vigor del acuerdo se mantuvieran en los niveles tarifarios vigentes en dicho
momento.

Los derechos o aranceles anti-dumping, son gravámenes que se imponen


por los países importadores en adición a los gravámenes comunes en un
determinado caso y pretenden contrarrestar el efecto de los subsidios,
estímulos o premios que el país exportador haya otorgado a sus exportadores
o, y por ello su denominación, eliminar el efecto que en el precio del producto
importado tengan tanto el “dumping” comercial como la subfacturación de los
precios realizados por el exportador.

2.3.2. Obstáculos no Arancelarios

2.3.2.1. Restricciones cuantitativas

Estas pueden adoptar diferentes formas. En general son restricciones que un


país impone a la cantidad o valor de sus importaciones, por un período de
tiempo determinado. También reciben el nombre de contingentes o cuotas.
Se trata de un mecanismo, aplicable tanto a las importaciones como a las
exportaciones, por medio del cual el país que lo utiliza, de manera un ilateral o
convencional, aprobara operaciones únicamente hasta por un monto
equivalente a la cantidad o valor que previamente ha determinado de acuerdo
con el grado de protección que se considere adecuado y necesario para la
producción nacional, o también muy comúnmente para salvaguardar el nivel de
las reservas externas.

Otro nombre con el cual se conoce este instrumento, es el de cuota de


importación en cuanto significa limitación a las importaciones de determinados
bienes a unas cantidades o montos de dinero determinados para el período
que se establezca.

Este instrumento puede ser de tipo global, cuando se admite la importación de


una mercancía de acuerdo con un cupo previamente establecido, sin
discriminar en cuanto a su procedencia y vigilando únicamente que las
importaciones no sobre pasen la cuota asignada. Esto ocurre frecuentemente
para los productos agrícolas, en cuyo caso los gobiernos determinan el nivel de
producción nacional de un producto en particular, y cuando éste no sea
suficiente para atender la demanda interna estimada, fijan el diferencial como
cuota para la importación, o de forma bilateral cuando se procede a la
asignación de cuotas de importación de un producto según el país desde
donde provenga, en casos por razones políticas, pero usualmente por razones
estrictamente de orden comercial. Finalmente, puede ser un contingente de
tarifa, restricción que puede cumplir con alguna de las características de los
dos anteriores, generalmente actúa cuando las importaciones exceden de
cierto nivel deseado. Hasta llegar a un límite las importaciones serán gravadas
con el arancel, si existe, el cual será superior una vez se sobrepase el límite
definido.

2.3.2.2. Represión a la Competencia Desleal

Cuando un país desea combatir la importación de productos que considera


pueden estar afectando la producción nacional, y ello es producido por la
utilización de prácticas especiales de competencia desleal por parte del país
exportador, podrá aplicar recargos adicionales al arancel de esas mercancías
bajo las siguientes formas:

Derechos antidumping. Que es una sobretarifa que se impone a aquellas


importaciones de productos que sean vendidos con dumping por parte de un
proveedor extranjero. El dumping es una práctica mediante la cual una
mercancía ingresa a un mercado externo con un precio inferior al normal. Es
condenable y sujeto a retaliaciones en el país importador cuando causa o
amenace causar perjuicios sensibles a una industria doméstica establecida o
cuando puede retrasar el establecimiento de una industria nacional.

Derechos compensatorios. Es otra sobretasa a las importaciones que sigue


más o menos la misma línea de los Derechos Antidumping, aunque
diferenciándose de éste en que se aplican solamente cuando ocurre una
situación de subsidio a las exportaciones en el país de origen del producto.

2.3.2.3. Restricciones de Carácter Monetario

La política monetaria de un país puede convertirse en un obstáculo para las


importaciones operando en la misma forma que los aranceles pero su efecto
puede ir más allá que la simple incidencia sobre los precios, alterando incluso
las cantidades que puede exportarse o importarse. Para este caso
encontramos los siguientes instrumentos:

El Tipo o Tasa de Cambio. Se entiende como el número de unidades de


moneda nacional que se debe entregar para obtener una unidad de moneda
extranjera. Cuando se debe entregar un mayor número de moneda doméstica
se entiende que se presenta una devaluación, fenómeno que incentiva las
exportaciones, ya que por cada dólar exportado se recibe un monto
considerable de moneda nacional, toda vez que se general una capacidad
competitiva en precios. Si ocurre lo contrario, esto es, el desembolso de
moneda nacional es menor, ocurre lo contrario, se presenta una revaluación
que permite una mayor importaciones de bienes.

La devaluación incentiva las exportaciones e influye negativamente sobre las


importaciones. La revaluación general el efecto contrario, incentiva las
importaciones y desmotiva las exportaciones.

El Control de Cambios. Con este sistema un país limita la cantidad de divisas


que los importadores pueden adquirir para atender sus compras al exterior o en
general para atender las obligaciones de pagos adquiridas. Bajo este
instrumento todas las operaciones de cambio extranjero se deben canalizar a
través de los bancos Centrales. Tanto la compra como la venta de divisas
están estrictamente controladas por el gobierno.

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