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ACCION REINVINDICATORIA

Dice nuestro código civil que la propiedad es el derecho


de gozar y disponer de una cosa, sin más limitaciones
que las establecidas en las leyes y que el propietario
tiene acción contra el tenedor y el poseedor de la cosa
para reivindicarla. Lo primero que me veo obligado a
explicar, pues este articulo va dirigido al lego en
Derecho, es qué es eso de la acción reivindicatoria. De
forma sencilla, sin liar con disquisiciones doctrinales,
diremos que es el derecho que tiene una persona a
acudir a un juez y obtener una sentencia.

QUÉ ES LA ACCIÓN REIVINDICATORIA


Por lo tanto, la acción reivindicatoria no es más que el
derecho del propietario a acudir a los tribunales
reclamando aquello que considera que es suyo, a aquel
que la posee sin ser propietario, con el fin de que se la
entregue. En definitiva, es una de las acciones de
defensa del derecho de propiedad, hay otras, como la
acción declarativa del dominio, la negatoria, la de
deslinde y amojonamiento, etc., pero no vamos a entrar
en ellas ahora.
La acción reivindicatoria permite acudir a los tribunales
reclamando lo que es suyo

REQUISITOS PARA QUE PROSPERE


Para que esta acción reivindicatoria pueda prosperar, es
decir, para obtener una sentencia favorable, se requieren
una serie de requisitos:

Título de dominio
Si el que la ejercita dice que es el dueño de la cosa,
tendrá que acreditarlo. Es decir, tendrá que probar que
ha adquirido de alguna forma esa cosa, por ejemplo,
herencia, compraventa, subasta pública, usucapión, etc.

Que la persona a la que reclama posea, sin título alguno


Es decir, se requiere no sólo que el demandado no sea
propietario, sino que además tampoco tenga otro título
que le permite estar en posesión de ese bien, por
ejemplo, que sea usufructuario es decir que tenga
atribuido el uso y disfrute de la cosa, otro ejemplo que
sea arrendatario, mientras el contrato de arrendamiento
esté en vigor no cabe esta acción reivindicatoria.

Hay que identificar, sin género de duda, lo que se


reclama
Por ejemplo, si reivindicamos un vehículo, matrícula y
marca serán suficientes, pero si se trata de un terreno
habrá que identificar con claridad los linderos, téngase en
cuenta que la descripción de la finca no siempre viene de
lo que consta en el Registro de la Propiedad, pues éste
cede frente a la realidad extra registral.

En una acción reivindicatoria de un terreno hay que


identificar con claridad los linderos
Que no haya prescrito la acción
A veces la prescripción sirve como título de dominio para
ejercitar esta acción reivindicatoria, pero también es
válida como excepción, es decir, el poseedor puede
alegar que si es propietario es porque la ha adquirido por
el transcurso del tiempo. Así, si lo que pretendemos
reclamar es un bien mueble, por ejemplo, un vehículo, la
acción prescribe a los seis años de perdida la posesión,
plazo que queda reducido a tres años si ha poseído con
buena fe.

Pero hay que tener claro que las cosas muebles hurtadas
o robadas no podrán ser prescritas por los que las
hurtaron o robaron, ni por los cómplices o encubridores,
al no haber prescrito el delito o falta, o su pena, y la
acción para exigir la responsabilidad civil, nacida del
delito o falta.
Si se trata de un inmueble el dominio y demás derechos
reales se prescriben por la posesión durante diez años
entre presentes y veinte entre ausentes, con buena fe y
justo título. Y el plazo será de treinta años, sin necesidad
de título ni de buena fe, y sin distinción entre presentes y
ausentes.

Contra un título inscrito en el Registro de la Propiedad no


tendrá lugar la prescripción ordinaria del dominio o
derechos reales en perjuicio de tercero, sino en virtud de
otro título igualmente inscrito, debiendo empezar a correr
el tiempo desde la inscripción del segundo. Téngase en
cuenta que la prescripción se puede interrumpir, es decir,
se para de contar el plazo y se comienza de nuevo, y los
motivos pueden ser que se cese en la posesión por más
de un año, o posea otra persona por más un año, por
citación judicial, conciliación, o por reconocimiento
expreso o tácito del poseedor al dueño.

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