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Cuando se les pregunta a las personas sobre cómo cuidan su salud, no

dudan en señalar hábitos y conductas preventivas, que incluyen visitas


periódicas al médico, dietas saludables, y hasta rutinas de ejercicio
físico. Sin embargo, nadie o muy pocos hacen algo por su Salud
Mental.

La Organización Mundial de la Salud ha dicho “No hay salud sin Salud


Mental”. Pero al parecer la sociedad aún no ha interiorizado este
mensaje.

Y es que no hay que tener un problema diagnosticado para empezar a


cuidar de la Salud Mental. De hecho, muchos de los problemas que
afectan al bienestar emocional de las personas no ocurren de manera
repentina ni se “curan” para siempre. Por esto, lo lógico sería que la
Salud Mental recibiera la misma atención que la salud física.

“Es clave que las personas comprendan que cuidar su Salud Mental es
igual de importante que atender sus problemas físicos. Ya no hay
espacios para estigmatizar el tema sino verlo como algo normal, que
nos puede suceder a todos y debemos informarnos y buscar apoyo
oportunamente”.

Precisamente, algunos problemas psicológicos pueden transformarse


en algo crónico si no se acude a ayuda profesional.

“es de suma importancia consultar a tiempo y así como nos


preocupamos de la salud física cuidando nuestra alimentación o
haciendo ejercicios deberíamos primero prevenir que se afecte nuestra
salud mental. Si ya hay señales como insomnio, cansancio extremo,
consumo de alcohol en exceso o crisis de pánico por nombrar algunas
señales, es tiempo de consultar a un especialista que puede ser un
psicólogo o psiquiatra”.

El no consultar oportunamente podría hacer aparecer trastornos


mentales como depresión, trastornos ansiosos o dependencia a
sustancias. “Entre más se demora una persona en consultar se puede
afectar su calidad de vida, sus relaciones sociales, su rendimiento
laboral y si se desarrolla un trastorno, este puede ser más
complejo de tratar o puede cronificarse”.
El Síndrome Burnout (quemado, fundido) es un tipo de estrés laboral, un
estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias
en la autoestima, y está caracterizado por un proceso paulatino, por el cual
las personas pierden interés en sus tareas, el sentido de responsabilidad y
pueden hasta llegar a profundas depresiones. 

¿Qué es el Síndrome Burnout y cómo se manifiesta?


El síndrome sería la respuesta extrema al estrés crónico originado en el
contexto laboral y tendría repercusiones de índole individual, pero también
afectaría a aspectos organizacionales y sociales. Desde los años ochenta, los
investigadores no han dejado de interesarse por este fenómeno, pero no es
hasta finales de los noventa, cuando existe cierto consenso sobre sus causas y
consecuencias. 

Síntomas principales
 Agotamiento emocional: un desgaste profesional que lleva a la
persona a un agotamiento psíquico y fisiológico. Aparece una pérdida de
energía, fatiga a nivel físico y psíquico. El agotamiento emocional se produce
al tener que realizar unas funciones laborales diariamente y permanentemente
con personas que hay que atender como objetos de trabajo.

 Despersonalización: se manifiesta en actitudes negativas en relación


con los usuarios/clientes, se da un incremento de la irritabilidad, y pérdida de
motivación. Por el endurecimiento de las relaciones puede llegar a la
deshumanización en el trato.

 Falta de realización personal: disminución de la autoestima personal,


frustración de expectativas y manifestaciones de estrés a nivel fisiológico,
cognitivo y comportamiento.
Causas
El agotamiento del trabajo presente en el Síndrome Burnout puede ser el
resultado de varios factores y puede presentarse normalmente cuando se dan
condiciones tanto a nivel de la persona (referentes a su tolerancia al estrés y a
la frustración, etc) como organizacionales (deficiencias en la definición del
puesto, ambiente laboral, estilo de liderazgo de los superiores, entre otros). 

Las causas más comunes son las siguientes.

1. La falta de control
Una incapacidad de influir en las decisiones que afectan a su trabajo: como su
horario, misiones, o la carga de trabajo que podrían conducir a agotamiento
del trabajo.

2. Expectativas laborales poco claras


Si no estás seguro sobre el grado de autoridad que tenga o de su supervisor o
los demás esperan de ti, no es probable que se sienten cómodos en el trabajo.

3. La dinámica de trabajo disfuncional


Tal vez usted trabaja con una persona conflictiva en la oficina, se siente
menospreciada por los compañeros o su jefe no le presta suficiente atención a
su trabajo.

4. Las diferencias en los valores


Si los valores difieren de la forma en que su empleador hace negocios o
atiende las quejas, la falta de correspondencia puede llegar a pasar factura.
5. Mal ajuste de empleo
Si su trabajo no se ajusta a sus intereses y habilidades, puede llegar a ser cada
vez más estresante en el tiempo.

6. Los extremos de la actividad


Cuando un trabajo es siempre monótono o caótico, necesita energía constante
para permanecer centrado, lo que puede contribuir a niveles más altos de
fatiga y agotamiento del trabajo.

7. La falta de apoyo social


Si usted se siente aislado en el trabajo y en su vida personal, usted puede
sentirse más estresado.

8. Desequilibrio entre la vida laboral, familiar y social


Si su trabajo ocupa gran parte de su tiempo y esfuerzo y no tiene suficiente
tiempo para estar con su familia y amigos, se puede quemar rápidamente.

Efectos psicológicos y en la salud


Ignorar o no tratar el Burnout, puede tener consecuencias significativas,
incluyendo:

 El estrés excesivo
 Fatiga
 Insomnio
 Un desbordamiento negativo en las relaciones personales o vida en el
hogar
 Depresión
 Ansiedad
 El alcohol o abuso de sustancias
 Deterioro cardiovascular
 El colesterol alto
 Diabetes, sobre todo en las mujeres
 Infarto cerebral
 Obesidad
 Vulnerabilidad a las enfermedades
 Úlceras
 Pérdida de peso
 Dolores musculares
 Migrañas
 Desórdenes gastrointestinales
 Alergias
 Asma
 Problemas con los ciclos menstruales

Recuerde, si usted cree que puede estar experimentando Burnout, no ignore


sus síntomas. Consulte con su médico o con un profesional en salud mental
para identificar o descartar la existencia de condiciones de salud subyacentes.

Terapia, tratamiento y consejos


Si está preocupado por el Burnout en el trabajo, debe tomar medidas. Para
comenzar:

 Administre los factores estresantes que contribuyen al agotamiento


del trabajo. Una vez que haya identificado lo que está alimentando sus
síntomas de Burnout, puede hacer un plan para resolver los problemas.
 Evalúe sus opciones. Discuta las preocupaciones específicas con su
supervisor. Tal vez puedan trabajar juntos para cambiar las expectativas o
llegar a compromisos o soluciones.

 Ajuste su actitud. Si se ha vuelto cínico en el trabajo, tenga en cuenta


las formas de mejorar su perspectiva. Vuelva a descubrir los aspectos
agradables de su puesto. Establezca relaciones positivas con los compañeros
para lograr mejores resultados. Tome descansos cortos durante todo el día.
Pase tiempo fuera de la oficina y haga las cosas que le gustan.

 Busque apoyo. Ya sea que llegue a los compañeros de trabajo, amigos,


seres queridos u otras personas, el apoyo y la colaboración pueden ayudar a
lidiar con el estrés laboral y la sensación de agotamiento. Si usted tiene acceso
a un programa de asistencia al empleado, aproveche los servicios disponibles.

 Evalúe sus intereses, habilidades y pasiones. Una evaluación honesta


puede ayudarle a decidir si debe considerar un trabajo alternativo, como por
ejemplo uno que es menos exigente o que mejor se ajusta a sus intereses o
valores fundamentales.

 Haga algo de ejercicio. La actividad física regular como caminar o


andar en bicicleta, puede ayudarle a lidiar mejor con el estrés. También
puede ayudarle a desconectar fuera del trabajo y dedicarse a otra cosa.

En resumen, lo recomendable es mantener una mente abierta mientras


considera las opciones, y si piensa que está sufriendo este síndrome, intente
solucionarlo lo antes posible. 

También es importante de no hacer del problema algo más grave


confundiendo el Síndrome Burnout con una enfermedad: ni lo es, ni sus
desencadenantes tienen por qué encontrarse en el cuerpo de uno mismo para
tener claro esto, es bueno leer este artículo: "Las diferencias entre síndrome,
trastorno y enfermedad".
Estrés: ¡tiene facetas positivas!
Probablemente, las sensaciones al oír el término estrés no son las más
agradables.

La mayoría de personas consideran que el estrés es malo por definición.


Multitud de artículos, reseñas y libros hablan sobre dicho concepto, haciendo
hincapié en su naturaleza, sus causas, y algunos consejos para poder lidiar con
él. Está estrechamente relacionado con el Síndrome de Burnout. Por
supuesto, el constructo social del concepto apela a una condición del todo
indeseable, aunque difícilmente inevitable en nuestro tiempo.

A pesar de todo, el estrés no es intrínsecamente malo. La Psicología


Evolucionista considera que, en tiempos remotos, el estrés nos ayudó a
escapar y sobrevivir a otras especies depredadoras. Hoy en día, el estrés nos
ayuda a vivir. Ya no nos es necesario escapar de depredadores, pero sí
experimentamos situaciones en las cuales requerimos del fenómeno
estresante. Lo importante es conocerlo bien y no fiarse de toda la mala prensa
que tiene.

Vamos a ver algunas maneras de aprovecharnos y beneficiarnos del estrés.

1. Descubrir el propio cuerpo


Descifra tus emociones mediante tu cuerpo. A modo de ejemplo, cuando
sientas que tus músculos están rígidos, puede ser síntoma de que la situación
te inquieta y te hace sentir sin el control de la misma. Si notas que tu cuello
está tensado y no logras relajarlo, puede ser una señal de inflexibilidad. Si tus
hombros piden descanso, es bien probable que debas hacerles caso y parar un
rato.
Aprender a escuchar las señales que nos manda el cuerpo puede ayudarnos a
reconocer algunas emociones culpables de tu estrés. Conocer estos indicios
supone ser capaz de hacerlos jugar a nuestro favor.

2. El estrés es algo natural: aprende a usarlo a tu favor


El estrés en respuesta a una emergencia o situación crítica nos permite
soportar la situación, aunque pueda sonar contradictorio.

¿Te has fijado? Cuando debes tomar una decisión rápida, el estrés prepara
las respuestas de tu cuerpo para afrontar el peligro, agudizando tu vista,
proporcionándote más fuerza y determinación o bien dotándote de mayor
concentración para resolver el problema.

Es interesante descubrir qué ambientes son más estresantes para uno mismo.
El trabajo (véase el ‘Síndrome Burnout‘), las relaciones, la agenda… Tu estrés
puede ayudarte a saber qué ámbitos de tu vida necesitan un cambio.

3. La influencia del contexto


Intenta pensar en tus principales ámbitos o pensamientos que te provocan
estrés. Puede que estés demasiado involucrado en ellos. También es posible
que tus expectativas sean demasiado grandes. Incluso es posible que el estrés
aparezca a raíz de ciertas creencias limitantes. El estrés es una señal clara de
que algo en tu vida debe cambiar.

Cuando te sientes estresado caes en la cuenta de algunas fortalezas que nunca


antes habías percibido. En el momento en que nos sacan de nuestra zona de
comodidad, nos sentimos raros y perdidos. Pero mantenernos en esta
incertidumbre nos enseña cosas sobre nosotros mismos que no sabíamos, por
ejemplo, acerca de nuestra tenacidad. Estas nuevas sensaciones de
autoconciencia incrementan nuestra confianza.
El estrés, con todo, es una fuente de motivación para tratar de hallar de qué
pasta estás hechos, y un vehículo para alcanzar tu potencial.

¿Cómo se comporta la gente cuando está sufriendo


estrés?
Pues, como ya habrás notado, una persona estresada está continuamente
moviéndose. La raíz de esta conducta en situaciones estresantes se debe a
nuestra carga evolutiva. Si te fijas, necesitamos hacer ejercicio físico cuando
empezamos a notar que nos estamos estresando. Precisamente este ejercicio
físico, realizado con rigor y de manera aeróbica, puede ayudarte a que el
estrés tenga una repercusión positiva en tu salud.

El estrés no va a desaparecer, pero podemos llegar a usarlo para mejorar


nuestro día a día.
Cómo mantener tu mente en forma?
Tal como te apuntas al gimnasio y cuidas lo que comes para que tu
cuerpo esté bien, hay muchas cosas que puedes hacer para mantener
tu mente en forma. Aquí proponemos 4 consejos sencillos que se
pueden aplicar en el día a día para cuidar tu Salud Mental.
 Domina tus pensamientos: En muchas ocasiones, nuestros pensamientos nos oprimen y nos
impiden, reflexionar de una forma racional. Si notas que una idea desagradable es recurrente,
crea una norma de sustitución. Por ejemplo: decide que, cada vez que pienses “las cosas van a
salir mal y todo va a ser un desastre por mi culpa”, vas a darle la vuelta al pensamiento,
repitiéndote a ti mismo “soy capaz, y si algo sale mal, seguro que hay solución”.
 Respeta tus horas de descanso: Si bien el sueño es fundamental para que tu mente (y tu
cuerpo) esté bien, el descanso en otros momentos del día es fundamental. Establece normas
como parar de trabajar en algunos momentos del día y dedicarlos a tomar una merienda
mientras consultas cosas a tu gusto en tu móvil, en una revista o en un libro. No pienses que
esos 15 minutos son tiempo perdido: en realidad son tiempo invertido en estar bien y rendir en el
resto de cosas que tienes que hacer.
 Cultiva tus emociones y tus sentimientos: Procura dar cabida en tu rutina a tus emociones y
sentimientos. Prueba a enviar un mensaje de chat a tu pareja o a una amiga diciéndoles algo
que realmente esté dentro de ti en ese momento, da igual el qué. Por ejemplo: “me gustó la
primera vez que fuimos de compras juntas, porque me hiciste críticas muy constructivas; todavía
tengo la falda que compramos aquel día”. Con esto no sólo mejorarás tu salud emocional, sino
también la de tu entorno.
 Pide ayuda a un profesional: Así como contratas un “personal trainer”, encuentra la ayuda de
un psicólogo para vivir la vida con plenitud. Contrario a lo que se pensaba antiguamente, el
psicólogo no solo existe para atender las crisis de personas con problemas de Salud Mental, sino
también como un apoyo preventivo para mantener el bienestar en esas personas que no se
encuentran mal pero se someten a las presiones del mundo moderno. No tengas vergüenza y da
el paso.

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