Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Bandue 6 2012
Bandue 6 2012
JOSÉ J. CAEROLS
ALBERTO B · RNABÉ
AM DOR EGA
BANDUE
Revi sta de l a Soci e dad Esp año la d e Cie n c ias de las Religi ones
VI / QOJ 2
Edición de J é J. Caerols
E o T o R A L T R o T T A
CONSEJO EDJTORIA / EDITORLAL BOARD
Ma rco co mparal
Co SE.l O llE REDACC;IÓ / E DITOR IAL COM II T El'.:
Ana Pemández.-
Mo TSE RRAT BUMA LHAM, Unive1's id a d om p lute n'e de Ma.lo· id
FE R N,\ DO AM f:. R IC • U niV(>r sl d a d Ncl ion al de Ed u cación a D'~ I. j\nc Ja - Mad rid
M ANUEL R EYES AT E, ~ S IC I nlt i .uto de F ilos ofía - M adr id
1.< s spaclos nll
J IlAN LU IS P I 1'0 llE Cr..., , Unive r sid ad d e Sa nttO g de :o mp o, tela
e nsay o de tipoll
SAL ..\ DR DRI Gll E7. B EC l:. RR , Un i vers id ad de S evi lla
R
RAMO TEJA . U niv c: n:ida d d e C."nab rin. Mí, ricl y atcíSl
AMAD OR VECA , U niv erl ld ad Pom p e u Fabra - Dafc e lon a al pel'amic nto 1
Los objetivos, instrucciones para los aut o r e s, c l"it e ,"i o :s de se. l ecc ión y o tra s
informaciones de l a r evis ta !«(! pu eden co ns ulta.r en la pági na web de. Band u e:
h t t p ; l/ w\Yw .se e 1'. e s/ Ba n d u e
Bandue 's o bj ec tive s, in lS tru ~tio ns to aUlhors, p t;>e r re v;ew CI"l t rl ¿1 and oth 'r
related in fo rm at ion are availabl e a l http ://www .• ecr .es/ Bandu e
lS N: 1888 - 346 X
D.L.: M. 35 - 954· - 2007
Efectos integrad res y dcsintegrado res eJe los mistcrios y los ritos
a Distancia - Madrid dionisíacos en la Grccia antigua: Alberto 13ernabé .................................. 13
O n heg ·mon i religions in compl x s cietíes (by way o f ínrrocluction ).: A PROPÓ' \
José J. Caerols ........................................................................................ 5 EN SOCfEDADF' .
O n hegemonic rdigio
lntegrative ancl disintc rative effccts of t he Dio ny i:ll1 mystcries
ancl rí ruals in Anc:ienr Greecc : Alberto Bemabé...................................... 13
• Dejo constancia d
por sus valiosas su gc rcl1ci;
prese ntaci ón , Como " ló
BA NDUE Vl 201 1
A PROPÓSITO DE RELIGIONES HEGEMÓNICAS
EN SOCIEDADES COMPLEJAS (A MODO DE PRESENTACIÓN)*
On hegemonic religions in complex societies (by way of introduction)
José J. Caerols
del orden social. Bien es cierto que, como se advierte al comienzo del
trabajo, este tipo de ritos se sitúan en una posición un tanto particular
en relación con el conjunto de tradiciones que conforman el nomos de
la ciudad, toda vez que interesan y afectan solo a una parte del cuerpo
cívico, pero sus efectos alcanzan, de diversos modos, al conjunto de esa
comunidad, lo que explica el interés permanente de la autoridad por
someterlos a su control o, al menos, encauzar tales efectos.
El siguiente trabajo, debido a Ana Fernández-Coronado, desplaza la
perspectiva de la Antigüedad a nuestros días, del ritual al ámbito del De-
recho, concretamente el relativo a la libertad de conciencia, según es con-
cebido y desarrollado en el marco legal de la Unión Europea. La autora
plantea un asunto central en la articulación de este derecho: la existencia
de importantes contradicciones entre el Derecho Comunitario y la nor-
mativa sobre la materia de un número significativo de Estados europeos.
Un repaso detenido de la situación en los diferentes países muestra que la
regulación de la libertad religiosa es más o menos restrictiva en función
del peso e influencia que tienen en cada caso las religiones tradicionales
o mayoritarias. Situada en la tesitura de responder a la cuestión, que ella
misma plantea, acerca de la posibilidad de armonizar la norma comuni-
taria y las nacionales, la autora se decanta netamente por una respuesta
ajena a todo planteamiento confesional, apelando para ello al carácter
comunitario, plural e integrador que inspira los orígenes y la construcción
de la Unión Europea. Aboga, en definitiva, por una mayor regulación co-
munitaria, basada en el principio del respeto a la libertad de conciencia
—en tanto que derecho fundamental del ciudadano europeo—, frente a
las particulares reticencias nacionales, que constriñen el pluralismo y li-
mitan de modo muy sustancial la plena efectividad de este derecho fun-
damental, auténtica garantía institucional del sistema democrático y pilar
básico para la convivencia pacífica en sociedades complejas.
Igualmente instalado en el presente, Francisco Díez de Velasco se
ocupa de un aspecto relevante de la complejidad religiosa que caracteri-
za, en grado creciente, la realidad española: su articulación espacial. A
tal fin centra el foco en un caso concreto, el de la creación y gestión de
locales multiconfesionales en centros públicos, verdadero paradigma,
como señala el autor, de la globalización multirreligiosa que caracte-
riza este arranque del siglo xxi. Ahora bien, el caso español presenta
características muy marcadas, en razón del papel hegemónico que his-
tóricamente ha desempeñado la religión católica, una prevalencia que
en el momento actual, aun sujeta al ordenamiento de un Estado que
se proclama aconfesional, sigue manifestándose en diversos grados y
formas, y que condiciona por ello toda solución que se pretenda dar al
establecimiento de este tipo de espacios. Partiendo de la consideración
de que su diseño y planificación deben ajustarse a tres principios que
fundamentan el actual marco legal sobre la materia —a saber, el de li-
bertad ideológica, de conciencia y de creencia, el de no confesionalidad
del Estado y el de pluralismo religioso—, el autor propone una serie de
RELIGIONES HEGEMÓNICAS EN SOCIEDADES COMPLEJAS 7
directrices que deberían servir para que aquellos sean percibidos como
neutrales y, por tanto, susceptibles de ser compartidos por personas de
distintas confesiones, incluso por quienes, sin tener creencia alguna,
requieren un lugar de recogimiento y reflexión. Tales directrices con-
templan aspectos tales como la orientación de las salas, los horarios
(y sus compatibilidades), la disposición interior, el uso de símbolos o
el tratamiento del sonido, todos ellos de particular trascendencia para
unas u otras confesiones. Sentadas estas premisas, Díez de Velasco des-
cribe y valora diversos tipos posibles de espacio multiconfesional. En
sus conclusiones, si bien encomia las ventajas del primero de los mode-
los descritos, el más neutral, adopta igualmente un planteamiento prác-
tico y posibilista, señalando la conveniencia de escoger los que mejor se
adecúen a los diferentes usos y contextos en que han de habilitarse.
Cierra este volumen una ponencia de tono y contenido filosófico que
aborda una cuestión central del pensamiento de Raimon Panikkar, plan-
teada en la que el autor de este trabajo, Amador Vega, considera su obra
más importante, El silencio de Buddha. Una introducción al ateísmo con-
temporáneo. Panikkar, recuerda este autor, busca comprender en profun-
didad uno de los grandes problemas religiosos del pasado siglo xx: el pro-
ceso de secularización de la sociedad occidental y, muy particularmente,
el fenómeno del ateísmo. La analogía con el budismo ofrece una res-
puesta posible: la muerte de Dios pregonada por Nietzsche encontraría
una correspondencia en el silencio de Buda, que niega toda posibilidad
de «comprensión ontológica de la divinidad». Una y otra constituirían,
observa Vega, una reacción frente a las pretensiones de filósofos y teori-
zadores de la divinidad, empeñados en reducir a Dios a la condición de
simple concepto. La última parte del trabajo señala los vínculos de esta
línea de pensamiento con la llamada «teología de la muerte de Dios»,
muy pujante en la década de los años sesenta del pasado siglo.
Con estos párrafos podría —quizá debería— dar por concluida la
presentación, que resultaría, así, consonante en su brevedad con el vo-
lumen que prologa. He creído oportuno, en cambio, añadir algunas re-
flexiones sobre un asunto que, a mi juicio, constituye uno de los hilos
centrales de la trama temática del Congreso, por más que no haya sido
abordado de forma explícita, o como tema principal, en las comuni-
caciones y ponencias que se presentaron. Me refiero a la cuestión del
encaje de religiones hegemónicas o mayoritarias en sociedades cada vez
más plurales y complejas y, por tanto, menos monolíticas, un asunto que
en la actualidad ya se puede considerar global (aunque en modo alguno
uniforme, ni en su desarrollo ni en sus manifestaciones). La cuestión
no es baladí —sin rebasar los límites de esta publicación, se echa de ver
fácilmente su alcance en los trabajos de Fernández-Coronado y Díez de
Velasco—, y merece un tratamiento más denso y riguroso que el que se
propone en las páginas que siguen. Léanse estas, por tanto, como lo que
son: unas cuantas reflexiones que quizá puedan servir como incitación o
punto de partida para un debate en profundidad sobre la cuestión.
8 JOSÉ J. C AEROLS
Alberto Bernabé
Universidad Complutense de Madrid
Abstract: The aim of this work is to examine some examples of the possibility
that mysteries and Dionysian rites can cause effects of integration or disintegra-
tion on ancient Greek society. Two examples (Eleusinian mysteries and Agrio-
niae) show that happiness they can cause or the controlled violence they release
can be factors of integration in the society. On the other hand, Orphic mysteries
would have effects of disintegration on the contemporary religion.
Keywords: Greek Religion, Mysteries, Dionysism, Eleusis, Agrionia.
Propósito
1. Sobre los misterios, pueden verse algunos trabajos recientes que incluyen biblio-
grafía sobre otros más antiguos: Meyer 1987; Turcan 1992; Alvar 2001; Scarpi 2002;
Cosmopoulos 2003; Burkert 2005; Bernabé 2010a; Bowden 2010. No quiero dejar sin
citar el trabajo de un pionero en nuestro país, Álvarez de Miranda 1961.
Efectos integradores
Eleusis
Todo parece indicar que los misterios de Eleusis provocaban efectos so-
cialmente integradores2. Hay un síntoma inicial que me parece obvio y
es el considerable esfuerzo de Atenas para financiarlos, protegerlos y, en
definitiva, controlarlos. Si la ciudad no entendiera que los misterios son
beneficiosos para la convivencia cívica, no se habría interesado por ellos
o los habría, simplemente, combatido.
¿Cuáles son tales efectos integradores? El primero habitualmente no
es considerado un bien político, y a menudo ni siquiera se sabe demasiado
bien en qué consiste o resulta trivializado. Me refiero a la felicidad. La
afirmación de que los misterios procuran felicidad es constante desde
los textos antiguos: una felicidad que separa tajantemente a los iniciados
de aquellos que no lo son; y lo peor es que parece que esta separación se
prolongaría en el más allá. Así se afirma, en efecto, en un pasaje del Him-
no a Deméter, un himno atribuido por los antiguos a Homero (pero solo
por la semejanza en dialecto y metro a las obras del autor de la Ilíada),
que se data probablemente entre fines del siglo vii y comienzos del vi a.C.:
Aristóteles considera que los que se inician no deben aprender algo, sino
experimentar y cambiar de mentalidad, esto es, llegar a estar preparados
(Aristoteles fr. 15 Rose, citado por Sinesius Dio 10).
3. Cf., por ejemplo, en el primer verso de las dos laminillas órficas de Pelinna del
siglo iv a.C. (485-486 B.) aparece el término trisolbie y es curioso que su presencia rompe
la métrica del verso, como si el que las escribió hubiera preferido usar el término tradi-
cional a mantener la corrección del verso. Encontramos parodias cómicas en que se usa
de nuevo la palabra, por ejemplo, Aristophanes, Ecclesiazusae 1129, y luego en autores
tardíos como Lucianus Nigrinus 1, Cataplus 16. Incluso Nicómaco en sus Theologoumena
Arithmetica (18.7 De Falco) hace una reflexión sobre la utilización de compuestos con tris
en el ámbito de las súplicas perfectas.
L O S M I S T E R I O S Y L O S R I TO S D I O N I S Í AC O S E N L A G R E C I A A N T I G UA 17
Gracias a ellos (sc. los misterios), por los que, tras habernos alejado de
una vida salvaje y cruel, nos hemos civilizado y moderado en una exis-
tencia humana, hemos conocido lo que se llaman «iniciaciones», pero
en realidad son los verdaderos principios de la vida y no solo hemos
ganado un motivo para vivir con alegría, sino también para morir con
mayor esperanza (Cicero De legibus 2.14).
4. Es decir, al Ática.
1 8 alber t o bernabé
¿De qué otro lugar o mito los presagios cantan cosas tan maravillosas, o
las ceremonias proporcionan tan gran espanto, o lo que se ve rivaliza tanto
con lo que se oye?... Pero el provecho del festival no solo está en la alegría
del instante, ni en la liberación y el olvido de las dificultades de tiempos
pasados, sino también la obtención de dulces esperanzas para la muerte,
como la convicción de una vida mejor y de no yacer en las tinieblas y en el
fango, que es lo que espera a los no iniciados (Aelius Aristides Eleusinius 2).
6. Cf. Schwarz 1987; 1997. Sobre la utilización política del mito, cf. Mathe-
son 1994.
7. Critias TGrF 43 F 19, Moschio TGrF 97 F 6. Cf. Blomqvist 1990.
8. Recogido como OF 641 en la edición de fragmentos órficos de Bernabé 2004‑2005
(a partir de ahora citada OF seguida del número de fragmento).
2 0 alber t o bernabé
Heracles, el héroe dorio por excelencia, había ido, según una vieja
tradición, a iniciarse en Eleusis11. Calias invoca incluso a otros dioses muy
relacionados con los espartanos, los Dioscuros.
Los atenienses se sentían así como la comunidad civilizadora, gene-
rosa, que había traído la felicidad y la concordia a los pueblos y por ello
tenía derecho a reclamar de ellos no solo agradecimiento eterno, sino,
en un nivel más material, un tributo que les era debido, como si fueran
los royalties de la patente que les pertenecía. A través del mito y del
ritual eleusinio, con el apoyo de la formidable propaganda que eran los
vasos áticos pintados, que difundían el Athenian way of life por todo
el Mediterráneo, se presentaba como la cuna de la civilización, la quin-
taesencia de la vida civilizada, la ciudad que, al comunicar generosamen-
te a las demás el cultivo cereal y todo lo que este representaba, las había
sacado de la barbarie, representada por la dieta carnívora, asociada al
derramamiento de sangre, la injusticia y el abuso, y las había convertido
en comunidades presididas por la ley, el respeto y la justicia.
Las agrionias
Cuentan que solo las hijas de Minias, Leucipe, Arsipe y Alcítoe, se opu-
sieron a los coros de Dioniso. La causa era que deseaban a sus maridos, y
por esto no se convirtieron en ménades del dios. Él se irritó, pero ellas se
mantenían junto a los telares y trabajaban bien la labor de Ergane13 con
mucho empeño. De pronto hiedras y vides comenzaron a enroscarse en
los telares y serpientes a esconderse en las canastillas; del techo destila-
ban gotas de vino y miel. Pero tales prodigios tampoco las convencieron
para dedicarse al culto religioso del dios. Allí, más allá del Citerón, se
buscaron un infortunio, no menor que en el Citerón14. En efecto, las
miníades, en un arrebato de locura, desgarraron como a un cervatillo
al hijo de Leucipe, que era todavía tierno y delicado. A continuación,
desde allí se lanzaron hacia las que eran ménades desde el principio,
quienes las persiguieron por su impureza homicida. Por estos motivos
se convirtieron en pájaros, y una cambió su figura en corneja, otra en
murciélago y otra en lechuza (Aelianus Varia Historia 3.42).
Vemos que las razones por las que las miníades no desean participar
en los cultos del dios son el amor por sus maridos y su laboriosidad, que
provocaba que no les pareciera adecuado irse con otras mujeres a actuar
como locas por el monte. El dios envía a las hijas de Minias una serie
de señales de advertencia; sus instrumentos de trabajo, símbolo de su
laboriosidad y su vida ordenada y civilizada, se llenan de todo aquello
que se asocia con Dioniso y con su culto: la vid, la hiedra, las serpien-
tes. Frente a la necesidad humana de obtener el sustento por medio del
trabajo, la leche y la miel se producen automáticamente en el taller de
las hermanas, como se cuenta que se producían en el monte durante el
agitado movimiento de las bacantes.
12. Sobre las agrionias y las miníadas cf. Bernabé 2010b, con abundante bibliografía
anterior.
13. La enseñada por Atenea Ergane, esto es, el telar.
14. Se refiere al famoso episodio mítico de Penteo, desmembrado por las mujeres,
entre ellas, su propia madre.
L O S M I S T E R I O S Y L O S R I TO S D I O N I S Í AC O S E N L A G R E C I A A N T I G UA 23
15. Acorde con esta sensación, es frecuente en los ritos dionisíacos, in primis, el teatro
ático, el uso de la máscara, que dota al usuario mientras la usa de una identidad diferente.
2 4 alber t o bernabé
El pasaje nos permite ver uno de los motivos del potencial efecto
disgregador que le atribuimos al orfeotelesta. Los ritos que este practica
se llamaban teletai, una palabra de difícil traducción al español, dado
que no se limita a la iniciación, sino al cumplimento de otros ritos, en
general referidos a la vida en el más allá16. Se le prometía a los que los
celebraban que se liberarían de cualquier castigo en el otro mundo. Su
mensaje desplaza el centro de interés, de la vida en la tierra a la vida
posterior. Habíamos visto que Eleusis también proyectaba sus efectos al
16. Cf. Sfameni Gasparro 1988; Jiménez San Cristóbal 2004, 2008; Schudeboom
2009.
2 6 alber t o bernabé
más allá, pero insistía también en los efectos en este mundo. En cambio,
parece que en el caso de los órficos hay ya una clara afirmación de que
la verdadera vida no es esta, con la consiguiente negación de todo valor
a nuestra existencia en la tierra. Un pasaje de Platón (también en el siglo
v a.C.) lo pone claramente de manifiesto:
En efecto, algunos afirman que este [el cuerpo] es sepultura del alma, como
si esta estuviera sepultada en su situación actual (Plato Cratylus 400c =
OF 430).
Las teletai a las que alude Platón eran aquellos ritos que se referían
al destino del alma en el más allá. Los dioses liberadores son fundamen-
talmente Perséfone y Dioniso; los hijos de dioses convertidos en poetas
y profetas son Orfeo y Museo. La persona que señala la posibilidad de
liberarse en el más allá de los efectos de un comportamiento injusto se
refiere a los ritos órficos propuestos por Orfeo y Museo, que liberan
de las culpas y eximen a los celebrantes de ser castigados en el Hades. Y
habla «con cálculo», esto es, puede haber personas que, deliberadamente,
cometan injusticias, con la tranquilidad de que un mero acto ritual como
las teletai van a librarlas de ellas. Es demasiado fácil.
17. Cf. Bernabé 2007.
L O S M I S T E R I O S Y L O S R I TO S D I O N I S Í AC O S E N L A G R E C I A A N T I G UA 27
No es extraño, por ello, que rodee a los órficos en Atenas una cierta
mala fama de personas de moralidad reprobable, tartufos. Se advierte
con claridad en un pasaje del Hipólito de Eurípides:
Pordioseros y adivinos que van a las puertas de los ricos les convencen de
que están dotados de un poder procedente de los dioses, el de, por medio
de sacrificios y ensalmos, curar cualquier injusticia cometida por uno mis-
mo o por los antepasados, con la ayuda de diversiones y fiestas, y el de,
si alguien quiere causar un mal a un enemigo, por poco dinero, y tanto si
es justo como injusto, dañarle por medio de conjuros y ataduras, pues
dicen que persuaden a los dioses para que les sirvan. [...] Nos aducen
una barahúnda de libros de Museo y Orfeo, descendientes, según dicen,
de la Luna y de las Musas, con arreglo a los cuales organizan sus ritos,
convenciendo, no solo a particulares sino incluso a ciudades, de que es
posible la liberación y la purificación de las injusticias, tanto en vida
como una vez muertos, por medio de sacrificios y juegos divertidos, a los
que, claro está, llaman teletai, que nos liberan de los males del más allá,
mientras que a los que no han celebrado sacrificios les esperan terribles
castigos (Plato Respublica 364e).
2 8 alber t o bernabé
Allí19 es donde dicen que habitaba Orfeo el Cicón, un hechicero que utili-
zaba la música y la adivinación, y se dedicaba a las teletai, que al principio
Colofón
BIBLIOGRAFÍA
20. Cf. Bernabé 2002, donde comparo este pasaje con el relato de Livio de los mo-
tivos que dieron lugar al famoso senatusconsultus de bacchanalibus en 186 a. C.
21. Me limito a señalar una aportación importante en este terreno, Herrero 2007,
2010.
3 0 alber t o bernabé
Kerényi, K. (1967), Eleusis; archetypal image of mother and daughter, New York:
Pantheon Books.
Matheson, S. B. (1994), «The mission of Triptolemus and the politics of Athens»:
Greek, Roman and Byzantine Studies 35, pp. 345-372.
Meyer, W. M. (1987), The Ancient Mysteries: A Sourcebook. Sacred Texts of the
Mystery Religions of the Ancient Mediterranean World, San Francisco: Har-
per & Row.
Mylonas, G. E. (1961), Eleusis and the Eleusinian Mysteries, Princeton: Princeton
University Press.
Richardson, N. J. (1974), The Homeric Hymn to Demeter, Oxford: Oxford Uni-
versity Press.
Scarpi, P. (2002), La religione dei misteri, Milano: Arnoldo Mondadori.
Schuddeboom, F. L. (2009), Greek Religious Terminology – Telete & Orgia. A
Revised and Expanded English Edition of the Studies by Zijderveld and Van
der Burg, Leiden/Boston: Brill.
Schwartz, G. (1987), Triptolemos. Ikonographie einer Agrar- und Mysteriengott-
heit, Graz: Grazer Beiträge (Supplementband II).
Schwartz, G. (1997), «Triptolemos», en Lexicon Iconographicum Mythologiae
Classicae, VIII/1, cols. 56-68.
Sfameni Gasparro, G. (1984), «Critica del sacrifizio cruento e antropologia in Gre-
cia. Da Pitagora a Porfirio I, la tradizione pitagorica, Empedocle e l’orfismo»,
en F. Vattioni (ed.), Atti della V Settimana di Studi «Sangue e antropologia.
Riti e culto» I, Roma: Pia Unione Preziosissimo Sangue, pp. 107-155.
Sfameni Gasparro, G. (1986), Misteri e culti mistici di Demetra, Roma: «L’Erma»
di Bretschneider.
Sfameni Gasparro, G. (1988), «Ancora sul temine telethv. Osservazioni storico-
religiose», en Studi offerti a F. della Corte V, Urbino: Università degli Studi,
pp. 137-152.
Turcan, R. (1992), Les cultes orientaux dans le monde romain, Paris: Belles
Lettres.
MARCO COMPARADO DE LA LIBERTAD RELIGIOSA
EN EUROPA*
Comparative framework of religious freedom in Europe
A n a Fe r n á n d e z - C o r o n a d o G o n z á l e z
Universidad Complutense de Madrid
Abstract: The consolidation of the European Union as a political entity and the
articulation of a European Community Law raise certain relevant questions in
different fields of law. This research focuses in a particular sphere: the freedom
of conscience as object of Law and religion. The relevance of this issue is due to
the existence of a double juridical regulation —not necessarily coincident—
of the freedom of conscience: the European Union Member States regulations,
which consider this subject as part of their respective identities; and the Euro-
pean Community Law regulation.
As a result, the legislative harmonization of this subject faces important dif-
ficulties, especially as far as the collective dimension of the Right to freedom
of conscience is concerned —the individual dimension does not raise major
problems—. The referred difficulty is due to the enormous weight of the tra-
ditional and historic religions in the different States, which determine in many
occasions their legislations. This has a detrimental effect on the secularity of the
States, as well as on the rights of minority religious groups, which are the result,
to a large extent, of the cultural pluralism arising from immigration.
The analysis of these two juridical spaces —State laws and European Com-
munity Law— will allow us to assess the implications of a possible legislative
harmonization in the future.
Keywords: Freedom of conscience, Law and Religion, religious groups, Eu-
ropean Community Law, legislative harmonization.
Introducción
1. Por ejemplo, el espacio Schengen sobre libre circulación del que forman parte
Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein.
2. Con el Tratado de Maastricht, de 1992, la unión económica y monetaria expe-
rimentó un avance definitivo y se inició el paso hacia una unión política.
3. La Carta fue aprobada en la Conferencia Intergubernamental de Niza de di-
ciembre del año 2000 (Diario Oficial de las Comunidades Europeas [DOCE] de 18 de
diciembre de 2000 [2000/C364/01]).
MARCO C O M PA R A D O DE LA L I B E RTA D RELIGIOSA EN E U RO PA 35
Planteamiento previo
4. En 2010 había más de cuarenta y cuatro millones de musulmanes en Europa
(Pew Research Center’s Forum on Religion and Public Life, The Future on the Global
Muslim Population, January 2011).
MARCO C O M PA R A D O DE LA L I B E RTA D RELIGIOSA EN E U RO PA 37
14. Respectivamente, ley española de 3 de julio de 2005, y ley portuguesa de 31 de
mayo de 2010 sobre matrimonio entre personas del mismo sexo.
15. Artículo 137.5 y 6 de la Constitución de Weimar de 1919, que forma parte de la Ley
Fundamental de la República Federal de Alemania de 23 de mayo de 1949; artículo 15 de la
Ley Fundamental del Estado de Austria de 1929, StGG, última revisión de 2009; y artículo 22
en relación al 119 de la Constitución de Luxemburgo de 1868 (última revisión de 2009).
44 A na F ern á nde z - C oronado G on z á le z
16. En Alemania, el Concordato del III Reich de 1933; en Austria, también un con-
cordato suscrito con la República austríaca en 1933, complementado posteriormente por
varios convenios adicionales; en Luxemburgo, el Concordato Napoleónico de 1801, sus-
crito cuando la mayor parte de Luxemburgo era territorio francés, cuya vigencia actual es
dudosa. Todos estos concordatos tienen naturaleza jurídica internacional.
17. Un detallado análisis de esta normativa se puede ver en la sección Crónica Legis-
lativa de la revista Laicidad y Libertades, Escritos Jurídicos, números 0 al 11.
18. Ley de 13 de febrero de 2003, ley de 18 de mayo de 2006 y ley de 10 de mayo
de 2007.
19. Ley de 23 de julio de 2011 sobre prohibición del burka en espacios públicos. Es
el segundo país que establece esta prohibición, después de Francia.
MARCO C O M PA R A D O DE LA L I B E RTA D RELIGIOSA EN E U RO PA 45
Fuera de la Unión Europea, voy a hacer referencia a los países que, por
su peso en Europa o por su posible integración en la Unión en un espa-
cio corto de tiempo, creo importante destacar.
En el primer caso se encuentra Rusia, cuyo peso no solo a nivel
europeo, sino también mundial, es evidente, aunque con alguna merma
respecto a la anterior Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Desmantelada la Unión Soviética, la Constitución rusa de 12 de di-
ciembre de 1993 establece un Estado social de derecho, garante de los
derechos fundamentales y la dignidad humana, con libertad de concien-
cia, y con prohibición de un monismo ideológico, como el que existía
en el anterior sistema, así como de cualquier propaganda que incite a la
discordia o a la superioridad religiosa, definiéndose como un Estado lai-
co35. Antes de la promulgación de esta constitución, una ley de libertad
religiosa de 1 de octubre de 1990, fruto de la perestroika de Gorbachov,
había proclamado ya la igualdad en la libertad religiosa de todos los cul-
tos, haciendo depender la profesión o no de una religión de la voluntad
del propio ciudadano.
39. Ley nº 02/L-31 13 sobre libertad religiosa de Kosovo, de 13 de julio de 2006; ley so-
bre prohibición de discriminación de la República de Serbia, de 1 de enero de 2009; ley
sobre iglesias y comunidades religiosas de 20 de abril de 2006, de la República de Serbia;
acuerdo sobre asuntos económicos con la iglesia católica de 3 de diciembre de 2007. Véa-
se Rodríguez, Pérez y Pelayo 2006: 233-240, 2009: 171‑201, 2007: 267, 2008: 172 ss.
40. Artículo F.2 del Tratado de Maastricht. En El Tratado de la Unión Europea
(1992), Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas.
56 A na F ern á nde z - C oronado G on z á le z
41. Mémorandum sur le statut juridique des Églises et des communautés religieuses
dans le dispositif conventionel de l’Unión européenne, Bonn/Hannover, junio de 1995.
MARCO C O M PA R A D O DE LA L I B E RTA D RELIGIOSA EN E U RO PA 57
42. Artículo 2 del Tratado de la Unión Europea (en Tratado de Lisboa. Textos Con-
solidados, Madrid: Marcial Pons, 22010).
58 A na F ern á nde z - C oronado G on z á le z
BIBLIOGRAFÍA
Fr a n c i s c o D í e z d e Ve l a s c o
Instituto Universitario de Ciencias Políticas y Sociales
Universidad de La Laguna
Resumen: Tras revisar los retos que plantea el diseño e implementación de espa-
cios multiconfesionales, haciendo especial hincapié en las bases jurídicas, filosó-
ficas y de detección de incompatibilidades entre sus posibles usuarios, se plantea
una tipología (muy centrada en el marco español y sus especificidades) dividida
en diez modelos posibles (desde los más neutrales a los más confesionales) entre
los que se apuesta por el primero de ellos. Se trata de un diseño en el que se im-
plementan dos salas, una para los usuarios que utilizan sillas en el culto (como
cristianos, judíos y un largo etcétera) y otra para quienes realizan el culto en
el suelo (como, entre otros, musulmanes, budistas o hinduistas). Se estima que
este modelo, configurado desde los presupuestos de una máxima neutralidad,
puede ser el más operativo y con mayor futuro a escala no solo española sino
también global.
Palabras clave: Espacios multiconfesionales, capillas y oratorios multiconfe-
sionales, religión en centros públicos, pluralidad religiosa en España.
Abstract: The paper begins (§ 1-3) with a review of the major challenges for
the design and implementation of multi-faith spaces in Spain (focusing the study
on the main legal, philosophical and practical bases of the question). In the cen-
tral section of the paper (§ 4-8) a typology on ten models is proposed from the
neutral to the confessional ones. The first model (§ 4a), characterised by the
neutrality of the design is the most operational and preferable in public centres
(not only in Spain but also from a global perspective). It consists of a double
room, one with chairs for users of chairs in worship (Christians, Jews, etc.) and
the other without chairs for the followers of religions whose worship activities
are done mainly sitting on the floor (Muslims, Buddhists, Hindus, etc.).
Keywords: Multi-faith spaces, multi-faith chaplaincy, religion in public cen-
tres, religious diversity in Spain.
que las mezquitas han de tener la alquibla, que es el punto hacia el que se
dirigen los fieles durante la oración, orientada hacia La Meca. De todos
modos es bien cierto que existe el precedente histórico de que no pocas
mezquitas andalusíes (emirales y califales), incluyendo la Gran Mezquita
de Córdoba, no tienen las alquiblas orientadas a La Meca (muchas de
ellas siguen una orientación sur, y no por la incompetencia de sus cons-
tructores, sino por razones de otra índole, incluyendo las políticas y de
identificación diferencial omeya). Pero en todo caso no resulta difícil
para la posición de España orientar los espacios multiconfesionales de un
modo que sea, desde este criterio, aceptable para su uso por parte de los
musulmanes. Hay que tener en cuenta que el cálculo en estos casos,
además, no requiere una precisión absoluta, puesto que en este tipo de
espacios, que no serían evidentemente específicos del culto musulmán,
no resulta necesario que estén alineados en la dirección exacta (samt en
árabe) de La Meca, sino que basta con que se dirijan hacia la dirección
(yiha en árabe) de la Ciudad Santa del islam. En el caso español, con que
se oriente la sala multiconfesional hacia el este bastaría para que resulte
adecuada según este último criterio, ya que la dirección de La Meca está
muy cercana al este en todo el territorio nacional, resultando los puntos
de variación más extremos Canarias y el noreste de Cataluña.
En el caso del judaísmo, la orientación hacia Jerusalén es la privi-
legiada a la hora de marcar la dirección de una sinagoga, por tanto, en
este caso de nuevo la dirección este sería, dada la posición de España,
la más adecuada.
La exigencia de orientación en los lugares de culto en la mayoría de
las demás opciones religiosas con impacto destacado en España no es tan
acuciante como en los dos casos anteriores. En el budismo, el hinduis-
mo o el sijismo la dirección este resulta perfectamente adecuada, puesto
que los centros más sagrados de estas religiones se hallan justamente en
esa dirección, aunque también es cierto que dichas orientaciones no son
especialmente necesarias ni tampoco se buscan sistemáticamente en los
centros de culto de estas religiones en España.
Por tanto, y de un modo general, el criterio de apostar por los que
más exijan si los demás no tienen problemas en ese aspecto lleva a que en
este asunto la dirección este sea la más adecuada para la orientación de
una sala multiconfesional en España.
alba) hasta las 13 o 14 horas en que comienza la oración del mediodía,
los musulmanes no ocuparían el espacio. Como en el culto católico,
pero también en el de las diversas formas de cristianismo en general (or-
todoxos, evangélicos, independientes), se suelen realizar las ceremonias
habitualmente en horario de mañana, la incompatibilidad en el uso de
espacios se mitiga mucho.
El judaísmo también tiene una práctica exigente de oraciones comu-
nitarias diarias, pero los horarios suelen ser flexibles, así la oración de
la mañana (shajarit) puede compatibilizarse con el uso dominical matu-
tino por parte de otras confesiones, puede programarse sobre las 9:00
(después de la del alba musulmana y antes que los cultos cristianos). La
oración de la tarde (mincha) podría incluso para algunas sensibilidades
del judaísmo realizarse junto con la del ocaso (ma’ariv) y solo usar el
espacio en dos ocasiones (mañana y tarde).
En todo caso resulta evidente que las oraciones de tarde judías pre-
sentarían incompatibilidades horarias con las musulmanas en alguna me-
dida y resultaría necesario descender al detalle de cada caso y momento
para resolverlas, particularmente los viernes. De todos modos hay que
tener en cuenta que para un cierto número de judíos, el cómputo del
minyan (quórum mínimo de fieles) es importante a la hora de poder de-
sarrollar un culto comunitario, y en los centros públicos es posible que,
salvo en los cultos del sábado y en alguna festividad principal (como Yom
Kippur, por ejemplo), resulte difícil que se reúna el mínimo de diez par-
ticipantes requerido. Aunque también es cierto que en otras sensibili-
dades judías que no se cumpla el requisito del minyan no es obstáculo
para realizar el culto.
No es de descartar, en resumen, que en épocas de fuerte práctica
religiosa (en particular, en ciertas festividades que puedan coincidir en
el tiempo) pueda producirse una incompatibilidad horaria muy difícil-
mente resoluble si solamente se dispone de un espacio multiconfesional.
por tanto, moverse fácilmente, pero que sea anclable, y que sirva como
altar en los cultos que requieran de dicha pieza.
También será necesario guardar en ese local de almacén, en el caso
de implementar una sola sala multiconfesional (a pesar de los problemas
logísticos que puede entrañar), las sillas o banquetas cuando empleen la
sala seguidores de religiones que realizan sus cultos en el suelo. En tal
caso, el almacén tendrá que ser de un tamaño suficiente para albergar
las sillas cuando no se usen.
En el caso de religiones en las que la confesión auricular (o similar)
pueda ser demandada, es necesario incluir un pequeño espacio que sirva
para dichos fines y alguna estructura (en forma de biombo, por ejemplo)
que sea movible fácilmente y que cuando no se utilice se pueda guar-
dar en el almacén-despacho. La acción de counseling (consejo espiritual)
también requiere que exista algún rincón reservado para la asistencia de
quienes puedan requerirlo al responsable del culto.
Lo anteriormente expuesto pone de manifiesto que compatibilizar el
uso de salas multiconfesionales resulta una labor que exige la búsqueda
de equilibrios, en ocasiones difíciles de alcanzar satisfactoriamente, entre
la normativa, la costumbre, las exigencias más específicas o más genera-
les de las diversas confesiones y los medios de los que se pueda disponer
para implementar y gestionar dichos espacios.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto, se abre una serie
de posibilidades de diseño que se intentará sistematizar a continuación
pensando principalmente en el caso español. La tipología que se propo-
ne presenta diez modelos (organizados en cinco bloques) y conlleva una
priorización en relación a la adecuación a los principios de libertad de
conciencia y de creencias, de no confesionalidad y neutralidad estatal, y
de pluralismo y cooperación con las confesiones que satisfacen de modo
pleno solamente los modelos que se incluyen en el primer bloque (los
denominados modelos no confesionales). Son los más recomendables a
la hora de implementar salas multiconfesionales en edificios públicos de
nueva obra o en aquellos que careciesen previamente de lugares de culto.
De todos modos, la compleja historia, también arquitectónica e
histórico-artística, de muchos edificios públicos ha llevado a que se ten-
ga que proponer una tipología más extensa de modelos posibles que,
aunque no cumplan plenamente los criterios normativos anteriormen-
te expuestos, estén resultando operativos en la actualidad y su gestión
pueda resultar viable o puedan ofrecerse como alternativa futura (este
es el caso del último bloque), aunque la tendencia debiera derivar hacia
configurar espacios al modo de los dos primeros modelos propuestos a
continuación, siendo esta la opción que, desde luego, se defiende por
parte del autor (con completos argumentos jurídicos en Díez de Velas-
co 2011).
82 F rancisco D íe z de Velasco
Gráfico 1
Modelo 1. A = sala sin sillas / B = sala con sillas / C = almacén-despacho / * = orientación
este (dos opciones) / P = puerta.
84 F rancisco D íe z de Velasco
Gráfico 2
Modelo 2. C = almacén-despacho / * = orientación este (dos opciones) / P = puerta.
86 F rancisco D íe z de Velasco
Gráfico 3
Modelo intermedio 1-2. A = sala sin sillas / B = sala con sillas / C = almacén-despacho /
* = orientación este / P = puerta / PC: puerta corredera.
E S PA C I O S M U LT I C O N F E S I O N A L E S E N C E N T RO S P Ú B L I C O S E N E S PA Ñ A 87
a) Modelo 3: una sala por confesión con acuerdos y salas multiusos
En resumen, aunque siga criterios con fuertes analogías con los que
se emplean en el modelo educativo, como hemos visto, y resulte teóri-
camente bastante correcto desde el punto de vista del marco normativo
español y en general desde los criterios comunes de respeto al pluralis-
mo religioso, ya que cada espacio adscrito puede ser orientado, amue-
blado, implementado y gestionado del modo más satisfactorio según las
exigencias específicas de cada confesión a la que se adscribe (resultando
centros de culto equivalentes a cualesquiera otros de los que pudiesen
disponer), en general y desde el punto de vista del diseño arquitectónico,
este modelo tiende a resultar inviable, ya que exigiría dedicar en cada
centro un volumen muy grande de salas al espacio multirreligioso.
Frente a los dos modelos anteriores en los dos siguientes el equilibrio en-
tre unas opciones religiosas y otras no aparece como una prioridad.
Se adscriben las salas a ciertas confesiones y no a otras según criterios
que no resultan explícitos o no tienen que ver de modo claro con la nor-
mativa actual a la hora de discriminar entre unos grupos y otros.
90 F rancisco D íe z de Velasco
Recordando las reflexiones con las que comenzaba este artículo relativas
a la ineludible combinación de lo global y lo local que ha de caracterizar
la implementación de salas multiconfesionales, hemos de tener en cuen-
ta que el peso de la historia (del patrimonio material e inmaterial) es un
elemento clave a la hora de convertir en verdaderamente operativo el
proceso de puesta en marcha de este tipo de espacios. En el caso español,
el peso de lo católico es clave, del mismo modo que en países con otras
mayorías las bases para pensar este asunto habrían de contextualizarse a
fin de tener en cuenta sus particularidades específicas. Resulta necesaria
una apuesta firme por el pragmatismo que pondere los valores patrimo-
niales puestos en juego a la hora de dar el paso en la transformación de
lugares de culto adscritos en lugares plenamente multiconfesionales. Sin
duda, los modelos 1 y 2 son los más adecuados desde el punto de vista
teórico, como ya se ha indicado, resultando, además, operativos más allá
del marco español y susceptibles de ser implementados en cualquier
país y en cualquier contexto específico (sirviendo para cualquier centro
E S PA C I O S M U LT I C O N F E S I O N A L E S E N C E N T RO S P Ú B L I C O S E N E S PA Ñ A 97
BIBLIOGRAFÍA
ILUSTRACIONES
Ilustración 8. Madrid,
Iglesia del Salvador,
de la Iglesia Evangélica
Española, exterior.
E S PA C I O S M U LT I C O N F E S I O N A L E S E N C E N T RO S P Ú B L I C O S E N E S PA Ñ A 103
Ilustración 14.
Casa de espiritualidad
Sant Felip Neri, Barcelona,
sala ecuménica con la zona
del altar católico visible
preparado para realizar
una misa católica.
Ilustración 15.
Casa de espiritualidad
Sant Felip Neri, Barcelona,
sala ecuménica con la zona
de altar católico cerrada
para poder desarrollar
cualquier ceremonia (o uso)
sin que los símbolos religiosos
particularizados sean visibles.
Ilustración 16.
Casa de espiritualidad
Sant Felip Neri, Barcelona,
vista general de la sala
ecuménica sin símbolos
religiosos evidentes,
ejemplificando el modelo
de sala única
multiconfesional con sillas.
E S PA C I O S M U LT I C O N F E S I O N A L E S E N C E N T RO S P Ú B L I C O S E N E S PA Ñ A 105
Ilustración 17.
Casa de espiritualidad
Sant Felip Neri, Barcelona,
sala para las prácticas zen
donde en vez de sillas
se colocan cuatro hileras
de cojines de meditación.
Ilustración 18. Madrid,
aeropuerto de Barajas,
carteles indicativos
de la zona de culto de la terminal 4.
Ilustración 19. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
vista general del pasillo:
a la derecha, capilla católica
consagrada a Santiago
y a la izquierda,
zona de oratorios.
Ilustración 20. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
capilla católica, interior.
106 F rancisco D íe z de Velasco
Ilustración 21. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
zaguán de oratorios: a la izquierda,
mezquita y a la derecha,
sala de usos religiosos múltiples.
Ilustración 22. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
mezquita, interior.
El suelo está enmoquetado
y alfombrado, y en la pared
del fondo se puede ver,
indicada en relieve, la alquibla.
Ilustración 23. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
sala de usos religiosos múltiples,
interior con tres atriles
y tres filas dobles de asientos.
Ilustración 24. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
cartel de la zona de oratorios con los símbolos
del cristianismo (cruz), el islam (media luna),
el judaísmo (menorá) y el budismo/hinduismo
(rueda del darma).
E S PA C I O S M U LT I C O N F E S I O N A L E S E N C E N T RO S P Ú B L I C O S E N E S PA Ñ A 107
Ilustración 25. Madrid,
aeropuerto de Barajas,
zona de culto de la terminal 1,
carteles indicativos
con el título de «Capilla»
aunque con los mismos
símbolos que el cartel
de oratorios de la terminal 4
(vid. Ilustración 24).
Ilustración 26. Madrid,
aeropuerto de Barajas,
zona de culto de la terminal 1,
vista general del pasillo:
a la izquierda, capilla
católica consagrada
a la Virgen de Guadalupe,
y a la derecha, en primer
lugar, la puerta
de la mezquita
y, en segundo lugar,
la de la sala de usos
religiosos múltiples.
Ilustración 27. Madrid,
aeropuerto de Barajas,
terminal 1,
capilla católica, interior.
Ilustración 28. Madrid,
aeropuerto de Barajas,
terminal 1,
mezquita, interior.
La decoración en madera
de la pared del fondo
marca la alquibla, también
representada por una gran
foto de la mezquita mayor
de La Meca, colocada
sobre la misma.
108 F rancisco D íe z de Velasco
Ilustración 29. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 1,
sala de usos religiosos múltiples.
Detalle del interior
con un pequeño atril móvil
y tres filas de sillas.
Ilustración 30. Madrid,
aeropuerto de Barajas,
rezando en dirección a La Meca
en las proximidades
de una puerta de embarque.
Ilustración 31. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
zaguán de acceso a la mezquita
en cuya puerta aparece una hoja
con las horas de oración.
Ilustración 32. Madrid,
aeropuerto de Barajas, terminal 4,
hoja con las horas de oración en la puerta
de la mezquita. Corresponde al mes de diciembre
de 2006 (entre du al qaada y du al hijja de 1427 del
calendario islámico), y marca la dirección de la
alquibla y en columnas, la progresión de las horas
del amanecer (fajr) y la salida del sol (shoroq) que
enmarcan los límites de la primera oración y luego
los momentos del mediodía (dhur), la tarde (asr),
la puesta del sol (maghrib) y la noche (isha) en los
que se han de realizar las otras cuatro oraciones.
E S PA C I O S M U LT I C O N F E S I O N A L E S E N C E N T RO S P Ú B L I C O S E N E S PA Ñ A 109
A m a d o r Ve g a
Universidad Pompeu Fabra, Barcelona
Abstract: Some ideas about the origins of the book of Panikkar, El silencio del
Buddha.
Keywords: Panikkar, atheism, secularity.
gran caja de cartón que tenía debajo del escritorio, en cuyo interior había
un grueso manuscrito, al tiempo que me decía: «A ver qué podéis hacer
con esto, porque aquí nadie quiere publicármelo». Se trataba de El silen-
cio del Buddha. Una introducción al ateísmo contemporáneo. Mientras
descendíamos por la cuesta encima de la cual se halla la casa de Panikkar,
sobre los riscos del pantano de Sau, nos preguntábamos qué pasaba con
aquel libro. ¿Cómo era posible que un autor publicado en todas partes no
consiguiera encontrar editor para aquel libro en nuestro país? Panikkar se
había instalado en Cataluña tras su retiro como profesor de la Universidad
de Santa Bárbara (California), después de un periplo vital por algunas de
las mejores universidades americanas y europeas, y de pasar largos años
en la India. Su intención entonces fue la de fundar un centro de encuen-
tro, diálogo, estudio y meditación que acabó llamándose Vivarium. Pero
sobre todo Panikkar quería sembrar en su tierra natal la semilla de cuanto
había aprendido y cultivado hasta aquel momento. Es pronto todavía para
hacer una valoración de todos esos años, durante los cuales Panikkar ha
desarrollado una actividad frenética, años en los que tuvo siempre abierta
su casa a los amigos y a cuantos quisieran oír una palabra suya.
Una vez puestos manos a la obra nos dimos cuenta de la envergadu-
ra de aquel libro suyo sin publicar. De su inmensa obra, no me cabe la
menor duda de que El silencio del Buddha es su libro más importante.
No es ni el más armónico, ni el que presenta una síntesis más perfecta de
su pensamiento: ahí están, por ejemplo, La experiencia cosmoteándrica
o La trinidad, este último uno de mis favoritos, por hacer converger, a
un tiempo, altura filosófica y teológica con claridad de exposición. Y, sin
embargo, El silencio del Buddha, que acabamos publicando en nuestra
colección un año más tarde de aquel encuentro, es el más significativo
de todos ellos. La razón principal es que se trata del libro de toda una
vida. Me atrevería a decir, incluso, que todos sus libros son este libro,
pues más allá de los muchos campos explorados por Panikkar, a nadie
puede sorprender a estas alturas que él haya sido uno de los artífices de
lo que conocemos como diálogo de religiones en el siglo pasado. En su
caso, sin embargo, no se trataba de una especialidad más de la historia
de las religiones o de la teología. Su doble ascendencia, de madre ca-
talana y padre hindú, le preparó para tal tarea. En más de una ocasión
nos había explicado que su vocación religiosa no le había llegado, no
obstante, del padre, un hombre de negocios más bien alejado del mun-
do del espíritu, sino de la madre catalana y católica. En cualquier caso,
a lo largo de su dilatada vida, Panikkar fue dando con las claves de su
identidad religiosa, y en el estudio y experiencia del buddhismo, y esta
es la tesis que quiero desarrollar aquí brevemente, encontró los elemen-
tos para comprender en profundidad el mayor de los retos del siglo xx
en lo que respecta a la cuestión religiosa: el fenómeno del ateísmo y los
procesos de secularización de las sociedades occidentales.
Para poder penetrar algo más esta idea lo mejor será acudir a El
silencio del Buddha, en cuyos distintos prólogos e introducciones nos ha-
A P ROX I M AC I O N E S A L PENSAMIENTO DE RAIMON PA N I K K A R 113
cemos cargo del laborioso proceso que fue sufriendo el texto en las
diversas etapas en las que lo retomó. Hasta que no dispongamos de
una edición crítica de este libro, prevista en el volumen V de sus Opera
Omnia (actualmente en curso en italiano y catalán), no podemos sacar
mayores conclusiones, pero estoy convencido de que se trata de un libro
hecho a partir de una primera versión original a la que se fueron aña-
diendo muchos pasajes a lo largo de más de treinta años. Los contextos
problemáticos de cada época, así como los viajes y estancias en países
distintos, han dejado un rastro evidente que nos permite seguir algunos
de los pasos dados por este hombre, que siempre se negó a escribir una
autobiografía, aduciendo que lo más destacado de su existencia se en-
contraba ya en sus libros.
Nada mejor que sus propias palabras para ilustrar nuestra idea. En
el Prólogo a la última edición de El silencio del Buddha (Tavertet, 6 de
enero de 1995) leemos lo siguiente:
Han pasado ya tres décadas desde que fue concebida la obra original
que ahora ofrecemos en su segunda edición. Por aquella época, dicha
obra marcó una pauta existencial en mi vida. Desde entonces, no me
he retractado de mi buddhismo, como tampoco he renegado de mis op-
ciones y compromisos anteriores. Creo, más bien, haberlos purificado y
ampliado. Sigo siendo cristiano e hindú, aunque me doy cuenta de que
aquí no acaba mi peregrinación (Panikkar 1996).
Este libro es una parte de otro más completo y extenso, que los ruidos de
la vida no me dejan terminar: Los mensajes silentes. [...] Las páginas que
siguen no son, pues, obra de erudición, sino fruto de una experiencia y
expresión de una vida, que luego, acaso por pudor, se viste y se reviste de
cultura y filosofía para aparecer en público. Lo que el autor verdadera-
mente quiere decir se lo calla. Pero también el silencio es comunicativo.
114 A mador Vega
Aunque no lo parezca a primera vista, este libro refleja buena parte del
camino espiritual recorrido por el autor a lo largo de un cuarto de si-
glo. En cierto modo, se trata de una autobiografía, cuyo autos es típico
de nuestra época, cuyo bios representa la vida de tres grandes fuerzas
culturales de nuestro tiempo y cuya grafía no es una simple anécdota,
sino el ideograma de la condición humana [...] Cuando a principios de
los años sesenta emprendí la redacción de este libro, mi recorrido ya me
había llevado a la confluencia del hinduismo y del cristianismo, pero mi
identidad personal aún no estaba suficientemente delineada, ni yo me
había librado de ciertos elementos circunstanciales no asimilados. Aún
me quedaba por integrar, con profundidad intelectual y con intensidad
existencial, ese gran fenómeno postcristiano llamado ateísmo y ese otro
gran fenómeno posthindú llamado buddhismo. Solo ahora, pasados ya
casi treinta años, me doy cuenta del sentido profundo de mi odisea [...]
Por más que tratemos de ignorar nuestros orígenes, nuestros ar-
quetipos siempre nos traicionan, y hasta puede que nos salven, cuando
nos dan a entender que la identidad personal no es el resultado de nin-
guna opción deliberada, sino el fruto maduro de una situación global.
Por mucho que intentemos despojarnos de nuestro pasado y desarraigar
nuestras antiguas creencias, el karma de los caminos recorridos —algu-
nos de ellos milenarios— sigue adhiriéndose a nuestro ser [...]
Este libro pretende expresar un fragmento del bios cultural de nues-
tro siglo, por medio de la descripción de un caso capital de la crisis
contemporánea, a la luz de las eneñanzas de una tradición milenaria
[...] La grafía de esta autobiografía está constituida por la trama de la
situación contemporánea... La grafía de este libro interpreta el mensaje
del Buddha, de más de veinticinco siglos de antigüedad, como una clave
que pudiera ayudarnos a superar el dilema y a ir más allá de las falsas
alternativas entre creyentes y no creyentes [...] El problema concreto
que abordamos consiste en investigar si es posible sostener un puente
religioso-cultural, o como quiera llamársele, con un arco de veinticinco
A P ROX I M AC I O N E S A L PENSAMIENTO DE RAIMON PA N I K K A R 115
Acaso sea cierto que «Dios» realmente ha muerto, lo que ocurre es que
ha resucitado, aunque no ya como Dios, sino como hombre. El hombre ha
muerto y resucitado como Dios. El hombre no es ni Dios, ni el centro de
todo. Pero tampoco lo es Dios. No hay centro (Panikkar 1996: 182).
BIBLIOGRAFÍA