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se orientan hacia la mejora de las condiciones de los puestos de trabajo; analiza los esfuerzos que
se realizan en cada uno de los movimientos, el manejo de la carga interna y externa y las
manifestaciones de fatiga, para generar acciones preventivas.
Cruz y Garnica (2010) indican que la biomecánica estudia el funcionamiento mecánico de los seres
vivos y se interesa por el movimiento del cuerpo humano, a partir de la necesidad de reconocer los
rangos de la capacidad de alcance, de fuerza, de velocidad y de fatiga; adicionalmente, se dedica a
estudiar las limitaciones en la dirección de los movimientos, con el fin de mejorar el desempeño
de las personas y evitar el detrimento de la salud.
A finales del siglo XIX, durante la revolución industrial, surgió la ergonomía como una respuesta a
la necesidad de acoplar el manejo de las nuevas y complejas máquinas con la parte operativa de
los trabajadores; con lo cual se evidenció la importancia de diseñar dichas máquinas teniendo en
cuenta factores humanos como los fisiológicos y dimensionales (Obregón, S., 2016).
De acuerdo con Mondelo, Gregori y Blasco (2013), para estudiar el movimiento y el reposo se han
aplicado los principios de la biomecánica al cuerpo humano; estos principios se han apoyado en
los fundamentos teóricos de la mecánica, la anatomía y la antropometría; con el objetivo de hacer
más efectivo el movimiento; esto es, la capacidad de realizar una acción específica con el menor
costo.
3. Fatiga
Dentro de los temas que Larry sigue estudiando, se encuentra que son varios los factores que
producen de la fatiga, tanto física como mental. Inicialmente, en este Escenario se abordan los
conceptos de fatiga, carga física, carga mental a partir de los riesgos psicosociales; estos temas son
factores importantes en el estudio de la biomecánica y de la ergonomía, por lo que corresponde
identificarlos de manera oportuna, para mejorar las condiciones de los colaboradores y evitar
enfermedades o accidentes de trabajo.
Como se ha indicado, la biomecánica genera los métodos de medición de los riesgos para mejorar
las condiciones de los colaboradores. Por tanto, es necesario buscar las principales causas de carga
física y mental que se encuentran en el ambiente laboral.
Se podría pensar que el hecho de que una persona permanezca en la
misma posición, no es una situación compleja. No obstante, después de
revisar los diferentes materiales preparados para el estudio de este
Escenario y a partir de la reflexión propuesta en el apartado de inicio,
está claro que mantener una posición correcta por un tiempo prolongado
si se torna forzada, genera un fenómeno llamado carga estática, que
también produce fatiga.
Dentro de sus clases en la universidad, Larry ha venido aprendiendo sobre biomecánica y en
especial, ha visto el tema de la carga física. Con relación a esto, una de las patologías laborales más
comunes tiene que ver con el efecto que produce el inadecuado diseño de los puestos de trabajo y
la carencia de autocuidado del colaborador, que ocasionan los TME, bastante documentado en las
estadísticas médicas.
De acuerdo con (Obregón, 2016), el objeto de adelantar un adecuado diseño del puesto de trabajo
requiere conocer la postura que se adoptará en el espacio que se ocupará; es necesario conocer
los movimientos, las repeticiones de los mismos y la fuerza que se requiere para realizar las
diferentes tareas. Estos elementos indicarán cuáles son las condiciones del puesto de trabajo que
se deben tener en cuenta para generar el menor riesgo de lesiones que comprometan el sistema
osteomuscular.
Al respecto, Benjamín (2014) indica que “el cuerpo humano puede generar movimientos debido a
un complejo sistema de músculos y huesos que, en conjunto, se llama sistema
músculoesquelético” (p.116). Es este el sistema que suele verse más afectado por las malas
posturas y los movimientos repetitivos de las actividades del trabajo, con compromiso de fuerzas
dinámicas o estáticas.
Las posturas inadecuadas demandan un esfuerzo excesivo y por tanto, causan TME. Lo anterior se
genera a partir de un desbalance entre el denominado ambiente biomecánico externo, los equipos
mecánicos propios del lugar de trabajo y el ambiente biomecánico interno, que consiste en el
sistema de músculos, los tendones y el sistema esquelético.
constituyen otro de los factores que influyen negativamente en la instauración de los TME en el
cuerpo humano. Por ejemplo, el movimiento de las manos aumentan las demandas para la
estabilización de la región del cuello y de los hombros, aumentando así el riesgo de problemas
cervicales, a partir de factores como las altas demandas de velocidad, precisión y fuerza ejercida.
(OIT, 2012).
En relación al movimiento musculoesquelético, Obregón (2016) indica que todas las actividades
neuromusculares involucran de forma simultánea, bastantes articulaciones en diversas
direcciones, y cuyas fuerzas varían en cada caso. Al respecto, es importante entender, entonces, la
posible aparición de trauma (lesión corporal ocasionada por esfuerzos mecánicos) y de desorden
(condición física anormal), los cuales requieren del estudio de los TME para garantizar la salud en
los entornos laborales.
Los desórdenes de trauma acumulativo o TME; son lesiones que se desarrollan gradualmente
como resultado de microtraumas repetitivos debidos a un diseño deficiente y al excesivo uso de
herramientas de mano y otros equipos. Suelen tener una lenta evolución y a menudo son
ignoradas hasta que, a menudo se vuelven crónicas y se pueden presentar lesiones más severas
A manera de conclusión se puede decir que dentro de las causas de los TME se encuentran cuatro
factores principales relacionados con el trabajo que propician su desarrollo: la fuerza excesiva, los
movimientos no naturales o de los extremos de las articulaciones, el amplio número de
repeticiones y la duración del trabajo
Según Benjamín (2014), entre los trastornos musculoesqueléticos se encuentran los desórdenes
por movimientos repetitivos que producen estrechamiento del túnel carpal, tendonitis,
ganglionitis, tenosinovitis y bursitis. En la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD) se
presenta una larga lista de problemas que afectan la salud del trabajador e indican que el
crecimiento en la incidencia y predominio de los TME, particularmente del síndrome del túnel
Carpiano, se debe principalmente al uso del computador, denominado “la lesión industrial de la
Edad de la Información.” (Álvarez, 2009).
1. Clasificación de factores de riesgo por carga física y por posturas Henao (2013) define los
riesgos como “Todos aquellos aspectos de la organización, de la estación o puesto de
trabajo y de su diseño, que pueden alterar la relación del individuo con el objeto técnico,
produciendo problemas en el individuo, la secuencia de uso o la producción” (p. 53)
2. Existen factores de riesgo ergonómico relacionados con las cargas de trabajo; en el caso de
cargas físicas, el efecto depende de las características personales del trabajador; también
se podrían mencionar factores como esfuerzo físico o intelectual, el ritmo de trabajo, el
levantamiento de cargas, la ergonomía del puesto de trabajo, entre otros. Es conveniente
recordar los riesgos por carga estática, ante posturas prolongadas y los riesgos por carga
dinámica, causados por los movimientos repetitivos.
3. 2. Factores de riesgo para el manejo de carga estática o postural La postura es el modo en
que se dispone una persona, y afecta todo el sistema muscular y osteoarticular.
Biomecánicamente se entiende por postura “la puesta en posición de una o varias
articulaciones, mantenida durante un tiempo más o menos prolongado, por medios
diversos, con la posibilidad de restablecer en el tiempo la actitud fisiológica más perfecta”
(Rodríguez, 2007, p.59
De acuerdo con Rodríguez, (2007) “la postura correcta implica eficacia mecánica, escasa
interferencia en la función orgánica y fatiga mínima. Dado que las actitudes inadecuadas en el caso
de cualquier de las tres posturas básicas: bipedestación, sedestación y decúbito, se presenta que
la intensidad del esfuerzo depende de la postura adoptada, por lo que aquellas que demandan un
esfuerzo excesivo”(p.60).
En relación con la evaluación de los puestos de trabajo, Álvarez (2016) plantea que los principales
parámetros que definen al puesto de trabajo se han agrupado en tres grandes áreas: • “Aspectos
ergonómicos y las características de los principales elementos que configuran el puesto. •
Ambiente de trabajo que influye directamente en el entorno o condiciones ambientales del
operador. • Características ergonómicas o factores de diseño de los equipos que inciden de forma
directa sobre el operador”. (p.52)
Waters et al. (como se citó en Benjamín, 2014), se refieren a los lineamientos del NIOSH para el
levantamiento de cargas que fueron establecidos por el Instituto Nacional para la Salud y
Seguridad Ocupacional (NIOSH) con la finalidad de reconocer e intentar controlar el creciente
problema de las lesiones en la espalda relacionadas con el trabajo. De igual forma, para la
evaluación ergonómica existen métodos como el OWAS, en el que se analizan las posturas de
trabajo, el método RULA para pruebas de evaluación rápida del cuerpo y la lista de Comprobación
Ergonómica de la OIT.
Para revisar todas las posibles situaciones que puedan generar algún deterioro en la salud, se
puede consultar la Lista de Comprobación Ergonómica de la OIT, en la que se realizan
recomendaciones. Asimismo, es recomendable revisar el documento Análisis de riesgos mediante
la Lista de Comprobación Ergonómica (Diego-Mas, 2015), en la que se realizan recomendaciones y
métodos de prevención para aplicar en diferentes industrias y tipos de actividad.
2. Identificación y evaluación de los TEM en extremidades superiores Para describir y valorar una
tarea que comporta una potencial sobrecarga por movimientos y esfuerzos repetitivos de las
extremidades superiores, es necesario identificar y cuantificar los factores como repetitividad,
postura forzada, fuerza ejercida y factores ambientales como frío y vibraciones. De acuerdo con
Benjamín (2014), se deben considerar igualmente aspectos como equipamientos de protección
personal que restringen los movimientos o las habilidades de la persona; movimientos bruscos o
repentinos para levantar objetos o manipular herramientas y el agarre o manipulación de
herramientas de manera continua, como tijeras, pinzas o similares