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El test de recuperación intermitente

Yo-Yo: Respuesta fisiológica, fiabilidad
y validez
PETER KRUSTRUP1, MAGNI MOHR1, TOMMAS AMSTRUP3, TORBEN RYSGAARD3, JOHNNY JOHANSEN3,
ADAM STEENSBERG2, PREBEN K. PEDERSEN3 y JENS BANGSBO1
1Instituto
de Ciencias del Ejercicio y del Deporte, Instituto August Krogh, Departamento de Fisiología Humana, y 2Copenhague
Centro de Investigación Muscular, Rigshospitalet, Universidad de Copenhague, DINAMARCA; 3Instituto de Ciencias del
Deporte y Biomecánica Clínica, Universidad del Sur de Dinamarca, Odense, DINAMARCA

RESUMEN
KRUSTRUP, P., M. MOHR, T. AMSTRUP, T. RYSGAARD, J. JOHANSEN, A. STEENSBERG, P. K. PEDERSEN y J.
BANGSBO. El test de recuperación intermitente Yo-Yo: Respuesta fisiológica, fiabilidad y validez. Med. Sci. Sports Exerc. , Vol. 35,
No. 4, pp. 697-705, 2003. Propósito: Examinar la respuesta fisiológica y la reproducibilidad de la prueba de recuperación intermitente
Yo-Yo y su aplicación al fútbol de élite. Métodos: Se midió la frecuencia cardíaca y se determinaron los metabolitos en sangre y en
biopsias musculares obtenidas antes, durante y después del test Yo-Yo en 17 hombres. También se realizaron mediciones fisiológicas
durante una repetición del Yo-Yo y una prueba incremental exhaustiva en cinta rodante (ITT). Además, 37 jugadores masculinos de
fútbol de élite realizaron entre dos y cuatro pruebas estacionales, y los resultados se relacionaron con el rendimiento físico en los
partidos. Resultados: El CV test-retest para el test Yo-Yo fue del 4,9%. La frecuencia cardíaca máxima fue similar en el ITT y en el
test Yo-Yo (189 ± 2 vs 187 ± 2 lpm), mientras que el pico de lactato en sangre fue mayor (P < 0,05) en el test Yo-Yo. Durante la
prueba Yo-Yo, el lactato muscular aumentó ocho veces (P < 0,05) y el fosfato de creatina (CP) y el glucógeno muscular
disminuyeron (P < 0,05) en un 51% y un 23%, respectivamente. No se observaron diferencias significativas en el CP muscular, el
lactato, el pH o el glucógeno entre el 90 y el 100% del tiempo de agotamiento. Durante el periodo de precompetición, los jugadores de
fútbol de élite mejoraron (P < 0,05) el rendimiento del test Yo-Yo y el consumo máximo de oxígeno (V˙ O2max) en un 25 ± 6 y un 7
± 1%, respectivamente. La carrera de alta intensidad recorrida por los jugadores durante los partidos se correlacionó con el
rendimiento del test Yo-Yo (r = 0,71, P < 0,05), pero no con el V˙ O2máx y el rendimiento del ITT. Conclusiones: El test tuvo una
alta reproducibilidad y sensibilidad, lo que permitió un análisis detallado de la capacidad física de los atletas en deportes intermitentes.
En concreto, el test de recuperación intermitente Yo-Yo fue una medida válida del rendimiento físico en el fútbol. Durante la prueba,
la carga aeróbica se acercó a los valores máximos, y el sistema energético anaeróbico se vio altamente gravado. Además, el estudio
sugiere que la fatiga durante el ejercicio intenso intermitente de corta duración no estaba relacionada con el CP muscular, el lactato, el
pH y el glucógeno. Palabras clave: METABOLITOS MUSCULARES, EJERCICIO INTERMITENTE, FATIGA, ANÁLISIS DE
TIEMPO-MOVIMIENTO, RENDIMIENTO EN EL FÚTBOL

A
Se han desarrollado varias pruebas de laboratorio P cación en septiembre de 2002. Aceptado
y de campo para evaluar el rendimiento físico en r para su publicación en noviembre de 2002.
e
los deportes, como las pruebas en cinta rodante s 0195-9131/03/3504-0697/$3.00/0
para determinar la e MEDICINA Y CIENCIA EN EL DEPORTE Y EL EJERCICIO®.
la captación máxima de oxígeno y las pruebas de carrera en n Copyright © 2003 por el American College of Sports Medicine DOI:
lanzadera realizadas sobre el terreno (23,28). En la mayoría t
10.1249/01.MSS.0000058441.94520.32
de las pruebas, el tipo de ejercicio es continuo. Sin a
d
embargo, en muchos deportes, como los juegos de pelota, o
el ejercicio es intermitente y el rendimiento está
relacionado con la capacidad de los atletas para realizar p
repetidamente un ejercicio intenso. Por ejemplo, se ha a
demostrado que la calidad del fútbol está asociada a la r
cantidad de carreras de alta intensidad realizadas a lo largo a
de un partido (6,13,25). Por lo tanto, en estos deportes,
parece lógico evaluar la capacidad de los atletas para s
u

p
Dirección para la correspondencia: Jens Bangsbo, Instituto de Ciencias del u
Ejercicio y del Deporte, Instituto August Krogh, Universitetsparken 13, b
DK-2100, Copen- hagen Ø, Dinamarca; correo electrónico: l
jbangsbo@aki.ku.dk. i

697
la prueba de recuperación intermitente Yo-Yo puede
utilizarse como modelo de ejercicio, cuando las mediciones
se realizan en distintas fases de la prueba.
Por lo tanto, los objetivos del presente estudio fueron: 1)
examinar la reproducibilidad y la validez de la prueba de
recuperación intermitente Yo-Yo y 2) evaluar la respuesta
fisiológica durante la prueba y examinar los posibles
factores causantes de la fatiga durante el ejercicio intenso
repetido.
MATERIAL Y MÉTODOS
Sujetos. En el estudio participaron dos grupos de
sujetos. Diecisiete sujetos masculinos, con una edad media
de 28 (rango: 25-36) años, una altura media de 182 (172-
191) cm, una masa corporal media de 78,2 (68,4 -91,2) kg,
y un consumo máximo de oxígeno de 50,5 (42,1- 60,8) mL-
min-1-kg-1, fueron estudiados para proporcionar
información sobre la reproducibilidad del test y la respuesta
fisiológica durante el test Yo-Yo. Además, 37 jugadores de
fútbol profesional de élite, con una edad media de 26
(rango: 22-32) años, una altura media de 181 (169 -193)
cm, y una masa corporal media de 75,4 (67,5- 90,1) kg,
fueron seguidos para obtener información sobre las
diferencias estacionales y posicionales en el rendimiento
del test Yo-Yo y su correlación con el rendimiento físico
durante el juego. Todos ellos tenían más de 4 años de
experiencia en las mejores ligas nacionales de sus
respectivos países. Todos los participantes fueron
plenamente informados de los procedimientos
experimentales y de las posibles molestias asociadas al
estudio antes de dar su consentimiento informado por
escrito para participar. El estudio fue aprobado por el
Comité de Ética de las comunidades de Copenhague y
re on ello su potencial para recuperarse de un ejercicio
al intenso. Basándose en este razonamiento, se desarrolló el
iz llamado test de recuperación intermitente Yo-Yo (5).
ar Consiste en la realización de repetidos ejercicios a
re velocidades progresivamente crecientes, intercalados con
p periodos de descanso activo de 10 segundos y realizados
et hasta el agotamiento del sujeto. La prueba se utiliza con
id frecuencia en diversos deportes, y el rendimiento de la
a prueba está estrechamente relacionado con el rendimiento
m físico de los árbitros de primera clase durante un partido de
e fútbol (21). Sin embargo, la información sobre su
nt reproducibilidad, sensibilidad y validez como marcador del
e rendimiento atlético en deportes intermitentes es todavía
u limitada. Además, las características de la respuesta
n fisiológica durante la prueba se han limitado a las
ej mediciones de la frecuencia cardíaca a lo largo de la
er misma.
ci Todavía no está claro cuál es la causa de la fatiga durante
ci el ejercicio intenso e intermitente. Los estudios que utilizan
o la manipulación previa de la dieta han demostrado que la
in disminución del glucógeno muscular desempeña un papel
te importante en el desarrollo de la fatiga durante el ejercicio
ns intermitente a largo plazo (3,4,9,30). Sin embargo, no está
o claro hasta qué punto el glucógeno muscular y factores
y como el fosfato de creatina (CP) muscular, el lactato y el
c pH desempeñan un papel en la fatiga durante el ejercicio
intenso a corto plazo. Para seguir estudiando estos aspectos
Frederiksberg.
La prueba de recuperación intermitente del Yo-
Yo. La prueba de recuperación intermitente del Yo-Yo
consiste en carreras repetidas de 2 × 20 m de ida y vuelta
entre la línea de salida, la de giro y la de llegada a una
velocidad progresivamente creciente controlada por pitidos
de audio de una grabadora (5). Entre cada carrera, los
sujetos tienen un período de descanso activo de 10
segundos, que consiste en 2 × 5 m de trote. Cuando los
sujetos no llegan a la línea de meta en dos ocasiones, se
registra la distancia recorrida y representa el resultado de la
prueba. La prueba puede realizarse en dos niveles diferentes
con distintos perfiles de velocidad (nivel 1 y 2). En el
presente estudio, se utilizó la prueba de recuperación
intermitente Yo-Yo, nivel 1, que consiste en 4 series de
carrera a 10 -13 km-h-1 (0 -160 m) y otras 7 series a 13,5-14
km-h-1 (160 - 440 m), para después continuar con
Se incrementó la velocidad en 0,5 km-h-1 después de cada 8
sesiones de carrera (es decir, después de 760, 1080, 1400,
1720 m, etc.) hasta el agotamiento (véase la Fig. 1). La
prueba se realizó bajo techo en pistas de carrera, marcadas
por conos, con una anchura de 2 m y una longitud de 20 m.
Otro cono colocado 5 m detrás de la línea de llegada marcó
la distancia de carrera durante el periodo de recuperación
activa. Antes de la prueba, todos los sujetos realizaron un
período de calentamiento que consistía en los cuatro
primeros tramos de carrera de la prueba. La duración total de
la prueba fue de 6 a 20 minutos. Todos los sujetos se
familiarizaron con la prueba mediante al menos un ensayo
previo.
Respuesta fisiológica durante el test Yo-Yo. Se
realizaron una serie de mediciones fisiológicas mientras los
sujetos realizaban el Yo-Yo intermitente recov-

FIGURA 1-Representación esquemática de la prueba de
recuperación intermitente Yo-Yo, incluyendo las mediciones
fisiológicas realizadas antes, durante y después de la prueba. La
biopsia marcada con (*) se tomó en un día distinto después del 90%
del tiempo de agotamiento individual.
de la prueba (Fig. 1). Antes, durante y después de la
prueba, se registró la frecuencia cardíaca (N = 17) en
intervalos de 5 segundos utilizando un monitor de
frecuencia cardíaca Polar Van- tage NV que pesaba ~100
g (Polar, Kem- pele, Finlandia). Se tomaron muestras de
sangre (N = 17) de un catéter de la vena antecubital en
reposo, después del período de calentamiento, al final de
cada nivel de velocidad (es decir, 160, 440, 760, 1080,
1400, 1720 m, etc.), en el momento del agotamiento, así
como 1, 2, 4, 6 y 15 minutos después de la prueba.
Durante la prueba, las muestras de sangre se tomaron en
los periodos de recuperación de 10 segundos entre las
carreras. Se tomaron biopsias musculares en reposo (N =
698Jornada Oficial
Medicina
msse.org
la primera prueba. Se registró la distancia total recorrida.
Se midió la frecuencia cardíaca y se tomaron muestras de
sangre como durante el experimento principal, pero no se
tomaron biopsias durante la repetición de la prueba. Se
determinó la variación de la temperatura del músculo del
cuádriceps y la pérdida de líquidos en un total de siete
sujetos.
Prueba de laboratorio en cinta rodante. Una
semana después de las pruebas Yo-Yo, todos los sujetos
realizaron un protocolo de carrera en cinta rodante en
laboratorio. Los sujetos corrieron a velocidades de 10, 12,
14 y 16 km-h-1 en tandas de 6 minutos separadas por
periodos de descanso de 2 minutos, seguidas de una prueba
máxima incremental realizada tras 15 minutos de descanso.
La prueba máxima comenzó a una velocidad de carrera de
14 km-h-1 durante 2 minutos y continuó a 16 km-h-1
durante 30 s con incrementos de velocidad de 1 km-h-1
cada 30 s hasta el agotamiento. El tiempo hasta el
agotamiento se registró como resultado de la prueba. La
frecuencia cardíaca se registró en intervalos de 5 s durante
todo el protocolo con un monitor de frecuencia cardíaca
Polar Vantage NV. La captación pulmonar de oxígeno se
midió durante los últimos 3 minutos de cada velocidad de
carrera submáxima y durante la prueba máxima mediante
un sistema de análisis de gases respiración a respiración
7) y en el momento del agotamiento (N = 13) de la parte
medial del m. vastus lateralis mediante la técnica de biopsia
con aguja y succión. En otra ocasión, se obtuvo una biopsia
de seis sujetos inmediatamente después de una distancia de
carrera correspondiente al 90% del rendimiento máximo
individual en el test Yo-Yo (90%EXH). A estos seis sujetos
no se les tomó una biopsia en reposo en el experimento
principal, por lo que a cada sujeto se le tomaron dos
biopsias. Se administró anestesia local (20 mg-L-1 de
lidocaína sin adrenalina) en reposo y se realizó una incisión
para obtener las biopsias en reposo y después del ejercicio.
Esta incisión se cubrió con tiritas estériles y un vendaje en
el muslo durante la prueba. La temperatura del m.
cuádriceps femoral (N = 10) se midió con un termistor de
aguja (MKA08050-A, Ellab A/S, Rødovre, Dinamarca) en
reposo, después del calentamiento, tras 440 y 1080 m, y en
el momento del agotamiento, así como 5, 10 y 15 min
después de la prueba. Todas las mediciones se realizaron en
el m. vastus lateralis de la pierna derecha a una profundidad
muscular de ~3 cm, ajustando el grosor del pliegue cutáneo
mediante un calibrador de pliegues cutáneos Harpenden
(British Indi- cators Ltd., West Sussex, Reino Unido). Los
termistores tenían una precisión de 0,1°C y estaban
calibrados con un termómetro de mercurio. La pérdida de
líquidos (N = 10) durante la prueba se determinó pesando
a los sujetos con pantalones cortos secos inmediatamente
antes y después de la prueba utilizando una báscula de
plataforma (modelo 1-10, OHAUS, Pine Brook, NJ). Se
permitió a los sujetos beber agua durante la prueba y se
registró la ingesta de agua.
Reproducibilidad del test Yo-Yo. Trece de los
sujetos realizaron una prueba Yo-Yo adicional en el plazo
de 1 semana de
del Colegio Americano de
del Deportehttp://www.acsm-
(MedGraphics CPX/D, Saint Paul, MN), que se calibró antes
de cada protocolo con una jeringa de 3 L, así como con dos
gases de concentraciones conocidas de O2 y CO2. Pico
individual
la frecuencia cardíaca (HRpeak) y el consumo máximo de
oxígeno (V˙ O2max)
se determinaron como los valores máximos alcanzados en un
período de 5 y 15 s
respectivamente, al final de la prueba incremental máxima.
Se tomaron muestras de sangre de una vena antecubital
antes y después de cada ejercicio, así como 2, 4, 6 y 15
minutos después de la prueba incremental para analizar el
lactato y la glucosa en sangre, así como el potasio en
plasma.
Análisis de sangre. Todas las muestras de sangre se
recogieron en jeringas de 2 ml y se colocaron
inmediatamente en agua helada hasta su análisis. A los 10 s
de la toma de muestras se hemolizaron 100 µl de sangre en
una solución tampón Triton X-100 de 100 µl enfriada, y
posteriormente se analizó el lactato con un analizador de
lactato YSI 2300 (Yellow Spring Instruments, Yellow
Springs, OH; 14). El resto de la muestra de sangre se
centrifugó rápidamente durante 30 s. A continuación, se
recogió el plasma y se almacenó a -20°C hasta que se
analizó la insulina mediante un ensayo fluorométrico (24), el
amoníaco (NH3) mediante determinación
espectrofotométrica (22), así como el potasio mediante un
fotómetro de llama (Radiometer FLM3, Copenhague,
Dinamarca) con litio como estándar interno.
Análisis muscular. Una parte de la muestra se
congeló inmediatamente en N2 líquido y se almacenó a
-80°C para el análisis bioquímico. Las muestras de músculo
congeladas se pesaron antes y después de la liofilización
para determinar el contenido de agua. La muestra
liofilizada se diseccionó libre de sangre, grasa y tejido
conectivo. Una parte del tejido muscular (~2 mg de peso
vivo) se extrajo en una solución de ácido perclórico 0,6 M
(PCA) y 1 mM de EDTA, se neutralizó a pH 7,0 con 2,2 M
de KHCO3 y se almacenó a -80°C hasta que se analizó el
CP y el lactato mediante ensayos fluorométricos (24). El
pH del músculo se midió con un pequeño electrodo de
vidrio (Radiometer GK2801) después de homogeneizar una
muestra de músculo liofilizado de unos 2 mg de peso seco
en una solución no tamponada que contenía 145 mM de
KCl, 10 mM de NaCl y 5 mM de ácido yodoacético.
Además, se extrajeron 1-2 mg de tejido muscular de peso
seco en HCl 1 M y se hidro-
El contenido de glucógeno se determinó mediante el
método de la hexoquinasa (24). La parte restante de la
muestra para el análisis histoquímico se montó en un medio
incrustado (OCT Compound Tissue-Tek, Sakura Finetek,
Zoeterwoude, Países Bajos), tras lo cual se congeló en
isopentano que se enfrió hasta el punto de congelación en
nitrógeno líquido. Estas muestras se almacenaron a
-80°C hasta que se analizó la distribución del tipo de fibra
y el contenido de glucógeno específico del tipo de fibra. Se
cortaron cinco secciones seriadas de 10 µm de grosor a
-20°C y se incubaron para las reacciones de la adenosina
trifosfato (ATPasa) miofibrilar a pH 9,4, tras la
preincubación a pH 4,3, 4,6 y 10,3 (11). Basándose en la
tinción de ATP miofibrilar, las fibras individuales se
clasificaron bajo microscopía óptica como ST, FTa o FTb.
Para evaluar el contenido relativo de glucógeno de las
fibras individuales, se cortó una sección transversal de 16
µm de grosor a -20°C y se tiñó para detectar el glucógeno
mediante la reacción periódica del ácido-Schiff (PAS) (27).
Bajo microscopía óptica, la intensidad de la tinción de las
fibras se clasificó como llena, parcialmente llena, casi vacía
y vacía y se clasificó de 3 a 0.
Pruebas de jugadores de fútbol de élite. Un total
de 37 jugadores de fútbol de élite (9 defensas centrales, 7
laterales, 13 centrocampistas y 8 atacantes) realizaron el
test de recuperación intermitente Yo-Yo en dos o cuatro
ocasiones distintas. Estas pruebas se realizaron sobre
césped artificial. Diez de estos jugadores realizaron la
prueba de recuperación intermitente Yo-Yo y una prueba
incremental en cinta rodante (como se ha descrito
anteriormente) antes de la fase de preparación de una
temporada, a mitad de la fase de preparación, así como al
principio y al final de la temporada. La prueba incremental
en cinta rodante se utilizó para determinar el consumo
máximo de oxígeno y el rendimiento durante el ejercicio
incremental continuo. A las 2 semanas de una de las
pruebas realizadas durante la temporada competitiva, se
grabó en vídeo a 12 jugadores durante un total de 18
partidos de fútbol de la primera división nacional para
determinar sus actividades locomotoras. Cada jugador fue
filmado de cerca por cámaras de cine VHS (NV-M50,
Panasonic, Osaka, Japón) situadas en un lateral del campo,
a la altura de la línea de medio campo, a una altura de unos
15 m y a una distancia de unos 30 m de la línea de banda.
Las cintas de vídeo se reprodujeron posteriormente en un
monitor para registrar por ordenador el patrón de
movimiento, tal y como describen Bangsbo et al. (6). Se
utilizaron las siguientes categorías de locomoción: de pie (0
km-h-1), caminando (6 km-h-1), trotando (8 km-h-1),
corriendo a baja velocidad (12 km-h-1), corriendo a
velocidad moderada (15 km-h-1), corriendo a alta
velocidad (18 km-h-1), esprintando (30 km-h-1) y
corriendo hacia atrás (10 km-h-1). Las categorías de
locomoción se eligieron de acuerdo con Bangsbo et al. (6).
Las actividades del partido se dividieron después en cuatro
categorías locomotoras: 1) estar de pie; 2) caminar; 3)
correr a baja intensidad, definida como trotar, correr a baja
velocidad y correr de espaldas; y 4) correr a alta intensidad,
definida como correr a velocidad moderada, correr a alta
velocidad y esprintar. La distancia recorrida por cada
actividad de locomoción se de- terminaba como el producto
del tiempo total y la velocidad media de la actividad. La
distancia total recorrida durante un partido se calculó
entonces como la suma de las distancias recorridas durante
FIABILIDAD Y VALIDEZ
Science in Sports & Exercise®699
cada tipo de actividad. Variaciones en los resultados
obtenidos por tiempo
DEL TEST YO-YOMedicine &
de 4,9% (Fig. 2). Se observó una correlación significativa
entre el rendimiento del test Yo-Yo y el tiempo hasta la
fatiga en el test de carrera incremental (r = 0,79, P < 0,05,
Fig. 3A), así como el consumo máximo de oxígeno (r =
0,71, P < 0,05, Fig. 3B). También el consumo máximo de
oxígeno y el tiempo hasta la fatiga en la prueba incremental
se correlacionaron mutuamente (r = 0,86, P < 0,05). Las
concentraciones de lactato inmediatamente después de
correr en la cinta rodante a 14 y 16 km-h-1 estaban
inversamente correlacionadas con el rendimiento Yo-Yo.

FIGURA 2-Reproducibilidad de la prueba de recuperación

intermitente del Yo-Yo. El coeficiente de correlación fue de 0,98 (N =
13, P < 0,05). La línea completa es la línea de identidad (x = y).

El análisis de movimiento ha demostrado previamente estar

en el rango de 1-5% en cada una de las categorías de
actividad individual (6,21). Los 18 partidos incluidos en el
presente estudio fueron analizados por el mismo
observador experimentado.
Estadísticas. Las diferencias en los metabolitos
musculares y el pH entre los distintos niveles de tiempo se
evaluaron mediante la prueba t pareada de Student. Las
diferencias en el contenido de glucógeno específico del tipo
de fibra entre el reposo y el agotamiento se evaluaron
mediante una prueba de rangos con signo de Wilcoxon. Las
diferencias en el consumo de oxígeno, la frecuencia
cardíaca y los parámetros sanguíneos durante las pruebas,
así como los resultados del test Yo-Yo durante la
temporada, se evaluaron mediante el ANOVA de una vía
sobre medidas repetidas. Cuando se detectó una interacción
sig- nificativa, los datos se analizaron posteriormente
mediante una prueba post hoc de Newman-Keuls. Se
determinaron los coeficientes de correlación y se comprobó
su significación mediante la prueba de regresión de
Pearson. El coeficiente de variabilidad (CV) se utilizó
como medida de reproducibilidad y se calculó como la DE
de las medidas repetidas dividida por la media y
multiplicada por 100 (1). Se eligió un nivel de significación
de 0,05. Los datos se presentan como medias ± SEM.

RESULTADOS
Rendimiento. La distancia recorrida en la prueba de
recuperación in- termitente del Yo-Yo fue de una media de
1793 ± 100 (rango: 600 - 2320) m, lo que corresponde a
una duración de la prueba de 14,7 ± 0,8 (5,1-18,6) min. No
se encontraron diferencias entre el rendimiento en la
primera y la segunda prueba Yo-Yo realizadas en el plazo
de 1 semana (1867 ± 72 vs 1880 ± 89 m; N = 13). La
diferencia intraindividual entre estas pruebas fue en
promedio de 13 ± 24 (-160 a 120) m, con un valor de CV
(r = -0,46 y -0,65, respectivamente, P < 0,05), mientras
que este no fue el caso para velocidades de carrera de 10 y
12 km-h-1.
Frecuencia cardíaca. La frecuencia cardíaca era de
83 ± 2 (69 -98) lpm antes de la prueba Yo-Yo y aumentó
(P < 0,05) a 158 ± 3 (145-168), 172 ± 3 (154 -188) y
181 ± 3
(162-194) lpm después de 440, 1080 y 1720 m,
respectivamente.
Esto corresponde a 83 ± 1 (77- 89), 92 ± 1 (86 -98) y 96
± 1 (92-100)%, respectivamente, de la frecuencia cardíaca
máxima (Fig. 4A). La frecuencia cardíaca máxima
alcanzada durante la prueba Yo-Yo fue de 187 ± 2 lpm,
correspondiente al 99 ± 1 (97-102)% de la frecuencia
cardíaca máxima alcanzada durante la prueba en cinta
rodante. Durante el período de recuperación, la frecuencia
cardíaca disminuyó (P < 0,05) a 148 ± 3 (127-164) y
121 ± 4 (73-139) lpm después de 1 y 2 minutos,
respectivamente, y disminuyó aún más (P < 0,05) a 98 ±
700Journal oficial
Medicina
msse.org
5 (81-109) lpm después de 15 minutos. Se observó una
relación inversa significativa entre el rendimiento
individual del test Yo-Yo y el porcentaje de frecuencia
cardíaca máxima (%HRmax) alcanzado después de 6 y 9 min
del test (r = -0,81 y r = -0,75, respectivamente, P < 0,05)
pero no después de 3 min (r = -0,34, NS). No se observaron
diferencias sistemáticas intraindividuales entre las
frecuencias cardíacas de la prueba y de la repetición, con
valores medios de 4 ± 2, -1 ± 2, 1 ± 2, 1 ± 1 y 0 ± 1 lpm
antes de la prueba, después de
FIGURA 3-Relación interindividual entre la prueba de recuperación
intermitente Yo-Yo y (A) el tiempo hasta la fatiga en la prueba
incremental (r = 0,79, N = 15, P < 0,05) y (B) el consumo máximo de
oxígeno (r = 0,71, N
= 15, P < 0.05). Los gráficos muestran los puntos de datos
individuales, las líneas de regresión y los límites de confianza del 95%
para las líneas de regresión.
del Colegio Americano de
del Deportehttp://www.acsm-

FIGURA 4 -La frecuencia cardíaca, expresada en porcentaje de la
frecuencia cardíaca máxima (A), el lactato en sangre (B) y el K+ en
plasma (C) antes, durante y después de la prueba de recuperación
intermitente Yo-Yo. Los valores son medias ± SEM, así como los
valores individuales.
440, 1040 y 1720 m y al agotamiento, respectivamente
(CV: 7, 3, 3, 2 y 1%, respectivamente).
El consumo de oxígeno durante la prueba, estimado por
una relación individual entre la frecuencia cardíaca y el
consumo de oxígeno obtenida en la prueba en cinta rodante,
fue de 2,91 ± 0,06 (2,52- 3,23), 3,36 ± 0,07 (2,94 -3,79)
y 3,56 ± 0,07 (3,04 -
4,03) L-min-1 después de 440, 1080 y 1720 m,
respectivamente, lo que corresponde a 76 ± 2 (69 -91), 87
± 1 (80 -94) y
92 ± 1 (88 -99) %, respectivamente, del V˙ O2máx. El pico
estimado de V˙ O2 durante la prueba Yo-Yo fue de 3,70 ±
0,09 (3,13- 4,44) L-min-1 o 97 ± 1 (93-100) % del V˙
O2max.
Metabolitos musculares. La concentración de
metabolitos musculares
El contenido de agua y el pH antes y durante la prueba Yo-
Yo se presentan en la Tabla 1. El PC muscular fue de 82 ±
6 mmol-kg-1 p.d. en reposo y un 51% menor (P < 0,05) en
el agotamiento (40 ± 5 mmol-kg-1 p.d.). No se observó
ninguna diferencia en los valores de CP al 90% de la EH y
al agotamiento. El lactato muscular fue de 51,2 ± 7,6
mmol-kg-1 p.d. en el agotamiento y ocho veces mayor (P
< 0,05) que en reposo (6,8 ± 1,1 mmol-kg-1 p.d.). El
lactato muscular al 90%EXH no fue diferente del valor en
el agotamiento. El pH muscular fue de 7,16 ±
0,03 en reposo y significativamente menor (P < 0,05) en el
agotamiento (6,98 ± 0,04), que no fue diferente del
90%EXH. El contenido de agua del músculo fue de 76,8 ±
0,2% en reposo, lo que fue menor (P < 0,05) que en el
agotamiento 77,9 ± 0,6%. No se observaron diferencias en
el contenido de agua muscular al 90%EXH y al
agotamiento. El glucógeno muscular era de 417 ± 10
mmol-kg-1 d.w. en reposo y había disminuido (P < 0,05)
en un 23% en el agotamiento. El glucógeno muscular en el
momento del agotamiento no fue diferente al del 90%EXH.
El contenido relativo de glucógeno de las fibras musculares
individuales antes y después de la prueba Yo-Yo se evaluó
mediante análisis histoquímicos (N = 7; Tabla 2). Después
de la prueba Yo-Yo, el 66 ± 9% de todas las fibras fueron
calificadas como llenas de glucógeno y el 15 ± 7% como
casi vacías o vacías de glucógeno, lo que fue diferente (P <
0,05) de antes de la prueba (75 ± 10% y 7 ± 5%,
respectivamente). Menos fibras de tipo IIa fueron
calificadas como llenas de glucógeno después que antes de
la prueba Yo-Yo (67 ± 13 vs 91 ± 5%, P < 0,05), y más
fibras de tipo IIb fueron calificadas como casi vacías de
glucógeno (19 ± 5 vs 1 ± 1%, P < 0,05), mientras que no
se observaron diferencias significativas en el contenido
relativo de glucógeno en las fibras de tipo I después en
comparación con antes de la prueba Yo-Yo.
Variables sanguíneas. La concentración de lactato en
sangre era de 1,0
± 0,1 (0,4 -1,8) mmol-L-1 en reposo y alcanzó 10,1 ± 0,6
(6,4 -14,0) mmol-L-1 al final de la prueba Yo-Yo (Fig. 4B).
Durante los primeros 6 min de recuperación, el lactato
sanguíneo fue inalterado pero había disminuido (P < 0,05)
a 6,6 ± 0,5 (2,5-10,4) mmol-L-1 después de 15 min de
recuperación (Fig. 4B). Las concentraciones de lactato en
sangre después de 440, 760, 1080, 1400 y 1720 m estaban
inversamente correlacionadas con el rendimiento del test
Yo-Yo (r = -0,46 a -0,81; P < 0,05). No se observaron
diferencias sistemáticas en las concentraciones de lactato en
sangre entre los ensayos de prueba y de repetición (-0,1 ±
0,1, 0,4 ± 0,4, y
0,1 ± 0,6 mmol-L-1 en reposo, después de 1080 m y en el
momento del agotamiento, respectivamente), mientras que
se encontraron grandes variaciones intraindividuales (CV:
44, 39 y 17%, respectivamente). El K+ plasmático fue
4,1 ± 0,1 mmol-L-1 en reposo y aumentó (P < 0,05) a 7,0
± 0,2 mmol-L-1 en el momento del agotamiento (Fig. 4c).
Después de 6 min de recuperación, el K+ plasmático había
disminuido (P < 0,05) a 3,7 ± 0,1 mmol-L-1, donde
después aumentó (P < 0,05) a los niveles de reposo
después de 15 min de recuperación (Fig. 4C). El K+
plasmático durante la prueba no se correlacionó con el
rendimiento en el test Yo-Yo. No se encontraron
FIABILIDAD Y VALIDEZ
Science in Sports & Exercise®701
diferencias significativas en el K+ plasmático en reposo,
después de 1080 m y en el agotamiento (0,1 ± 0,1, -0,2 ±
0,2 y 0,0 ± 0,2 mmol-L-1), con CV
de 6, 11 y 7%, respectivamente. La insulina plasmática fue
DEL TEST YO-YOMedicine &
TABLA 1. Contenido de agua muscular, CP, lactato, pH y glucógeno antes e inmediatamente después de la prueba de recuperación intermitente Yo-Yo, así como después del 90% del tiempo de
agotamiento.
Resto (N = 7)
Contenido de agua (%) 76.8 ± 0.2 (76.4–77.2)
CP muscular (mmol-kg-1 d.w.) 82 ± 6 (70–98)
Lactato muscular (mmol-kg-1 d.w.) 6.8 ± 1.1 (1.6–9.9)
pH muscular (-log H+) 7.16 ± 0.03 (7.01–7.21)
Glucógeno muscular (mmol-kg-1 d.w.) 417 ± 10 (398–457)
Los valores son la media ± SEM.
* Significativamente diferente (P < 0,05) del valor de reposo.
11,4 ± 2,4 µU-mL-1 en reposo y disminuyó (P < 0,05) a
6,4
± 1,2 y 6,9 ± 0,5 µU-mL-1 después de 1080 m y en el
agotamiento, respectivamente. El NH3 plasmático fue de
47 ± 6 µmol-L-1 en reposo y aumentó (P < 0,05) a 172 ±
37 µmol-L-1 después de 1080 m y 229 ± 24 µmol-L-1 en
el agotamiento. Al comparar los valores máximos
alcanzados durante la prueba Yo-Yo y la prueba
incremental en cinta rodante no se observaron diferencias
en el K+ plasmático (7,0 ± 0,2 frente a 6,9 ± 0,1 mmol-L-
1), mientras que el lactato sanguíneo máximo y el NH3
plasmático máximo fueron mayores (P < 0,05) después de
la prueba Yo-Yo (10,9 ± 0,1 frente a 10,3 ± 0,1 mmol-L-1
y 314 ± 22 vs 240 ± 16 µmol-L-1, respectivamente).
Temperatura muscular. La temperatura del músculo
del cuádriceps era de 36,6 ± 0,1 (36,0 -37,3)°C antes de la
prueba y aumentó (P < 0,05) a 38,7 ± 0,1 (37,9 -39,2) y
39,9 ± 0,1
(39,2- 40,7)°C después de 440 y 1080 m, respectivamente,
con un nuevo aumento (P < 0,05) a 40,6 ± 0,2 (39,7-
41,4)°C en el momento del agotamiento. Durante el periodo
de recuperación, la temperatura muscular disminuyó (P <
0,05) en 1,0 ± 0,2 y 1,3 ± 0,1 °C, respectivamente,
durante los primeros 5 min y los siguientes 10 min,
alcanzando 38,4 ± 0,1 (37,8 -38,7)°C tras 15 min de
recuperación. No se observaron diferencias
intraindividuales significativas en la temperatura muscular
en reposo, después de 1080 m y en el agotamiento (0,1 ±
0,2, -0,1 ± 0,1 y 0,0
± 0,1°C, respectivamente), con valores de CV de 2, 1 y
0%, respectivamente.
Pérdida de líquido. La pérdida de fluidos durante
el test Yo-Yo fue de 0,47 ± 0,03 (0,34 - 0,56) L, lo que
corresponde al 0,6 ± 0,0 (0,4 - 0,7) % de la masa corporal.
La pérdida de líquido en la prueba y en la repetición no fue
significativamente diferente (0,47 ± 0,03 y
0,52 ± 0,03 L, respectivamente), con un valor de CV del
19%.
Cambios estacionales en el rendimiento físico
de los jugadores de fútbol. El rendimiento en el
test Yo-Yo de 10 jugadores de fútbol de élite era de 1.760
± 59 m antes del periodo de preparación estacional y era
un 25 ± 6% mejor (P < 0,05) al inicio de la temporada
(2.211 ± 70; Fig. 5A). Al final de la
TABLA 2. Contenido relativo de glucógeno en las fibras de tipo I, IIa y IIb antes e inmediatamente después de la prueba de recuperación intermitente Yo-Yo.
Distribución del tipo de fibra Completo (3)
(%) (%)
Descanso
Tipo I 57 ± 7 (39–80) 62 ± 14 (14–100)
Agotamiento (N = 13) 90% EXH (N = 6) Agotamiento (N = 6)
77.9 ± 0.5* (76.2–81.1) 77.3 ± 0.4 (76.6–79.0) 77.7 ± 0.8 (76.3–81.1)
40 ± 5* (19–73) 41 ± 6 (27–57) 41 ± 10 (19–73)
48.9 ± 6.1* (14.0–78.6) 41.0 ± 6.8 (28.5–64.9) 48.6 ± 9.0 (14.0–78.6)
6.98 ± 0.04* (6.77–7.13) 6.98 ± 0.04 (6.90–7.14) 7.03 ± 0.05 (6.81–7.13)
320 ± 20* (215–482) 346 ± 44 (208–515) 354 ± 38 (215–482)
Durante la temporada, la distancia media recorrida en el test
Yo-Yo no se alteró significativamente (2103 ± 68 m), pero
se observaron grandes cambios interindividuales en el
rendimiento durante la temporada (Fig. 5A). Así, la
diferencia media intraindividual en el resultado de la prueba
entre el inicio y el final de la temporada fue de -108 ± 107
(-640 a 280) m, con un valor de CV del 15%. La
frecuencia cardíaca media después de 6 y 9 min de la
prueba realizada al inicio de la temporada fue de 165 ± 3 y
171 ± 3 lpm, respectivamente, que en ambos momentos
fue 9 ± 2 lpm menor (P < 0,05) que antes del periodo de
preparación estacional (Fig. 5B). No se observaron
diferencias significativas en la respuesta de la frecuencia
cardíaca durante la prueba Yo-Yo durante la temporada
(Fig. 5B). El consumo máximo de oxígeno (N = 10) fue de
55,2 ± 0,9 mL-min-1-kg-1, al inicio de la temporada, que
fue 7 ± 1% mayor (P < 0,05) que antes del periodo de
preparación estacional. El tiempo hasta el agotamiento en la
prueba incremental aumentó (P < 0,05) en un 14 ± 3%
durante la fase de preparación estacional (331 ± 11 frente a
293 ± 11 s). El consumo máximo de oxígeno y el tiempo
hasta el agotamiento en la prueba incremental no se
alteraron significativamente durante la temporada, siendo
los valores de CV intraindividuales del 9 y el 8%,
respectivamente.
Diferencias posicionales en el rendimiento del
test Yo-Yo
rendimiento. Una agrupación de los 37 jugadores en
cuatro categorías según su posición de juego demostró que
los laterales (N = 7) tuvieron el mayor rendimiento en el
test Yo-Yo durante la temporada, con una media de 2.241
± 25 (1.920 - 2.680) m. Esto fue un 17% más largo (P <
0,05) que para los defensas centrales (1.919 ± 47 (1.160 -
2.280) m, N = 9) y un 14% más largo que
para los atacantes (1966 ± 30 (1480 -2320) m, N = 8, Fig.
6). Los centrocampistas (N = 13) cubrieron una distancia
de prueba Yo-Yo de 2173
± 23 (1840 -2560) m, y esto fue un 13% más largo (P <
0,05) que para los defensores centrales (Fig. 6).
El test del Yo-Yo y el rendimiento físico durante
un partido de fútbol. Se observó una correlación
significativa entre el resultado del test Yo-Yo y la cantidad
de
Patrón de agotamiento del glucógeno
Parcialmente lleno Casi vacío (1) (%) Vacío (0) (%) Calificación media (n)
(2) (%)
26 ± 9 (0–54) 10 ± 7 (0–50) 1 ± 1 (0–6) 2.50 ± 0.21 (1.64–3.00)
 Tipo IIa 33 ± 5 (19–49) 91 ± 5 (70–100) 8 ± 4 (0–30) 1 ± 1 (0–8) 0 ± 0 (0–0) 2.90 ± 0.06 (2.67–3.00)
Tipo IIb 10 ± 2 (0–12) 78 ± 10 (44–100) 21 ± 10 (0–56) 1 ± 1 (0–5) 0 ± 0 (0–0) 2.77 ± 0.11 (2.44–3.00)
Todas las fibras100 ± 0 (100-100) 75 ± 10 (33–100) 19 ± 6 (0–38) 6 ± 5 (0–33) 0 ± 0 (0–2) 2.67 ± 0.14 (2.00–3.00)
Agotamiento
Tipo I59 ± 8 (21-80) 68 ± 12 (9–94) 19 ± 4 (5–32) 11 ± 9 (0–60) 2 ± 2 (0–10) 2.53 ± 0.21 (1.29–2.94)
Tipo IIa 25 ± 6 (9–51) 67 ± 13* (22–100) 20 ± 9 (0–60) 13 ± 7 (0–44) 0 ± 0 (0–0) 2.54 ± 0.19 (1.78–3.00)
Tipo IIb 16 ± 4 (3–29) 59 ± 9 (37–100) 22 ± 7 (0–44) 19 ± 7* (0–43) 0 ± 0 (0–0) 2.40 ± 0.15* (2.04–3.00)
Todas las 100 ± 0 (100–100) 66 ± 9* (22–82) 20 ± 2 (17–28) 13 ± 7* (1–52) 1 ± 1 (0–7) 2.50 ± 0.18 (1.56–2.81)
fibras
Los valores son la media ± SEM (N = 7).
* Significativamente diferente (P < 0,05) del valor de reposo.

702Diario Oficial del Colegio Americano de

Medicina del Deportehttp://www.acsm-
msse.org
 estrechamente relacionado con el rendimiento en los
partidos de fútbol. Además, la prueba tenía una alta
sensibilidad que permitía un análisis detallado de las
diferencias entre y los cambios estacionales de la capacidad
física de

FIGURA 5-Cambios estacionales en (A) el rendimiento de la prueba

de recuperación intermitente Yo-Yo y (B) la frecuencia cardíaca,
expresada como % de la frecuencia cardíaca máxima, después de 6
min de la prueba de recuperación intermitente Yo-Yo. Los valores son
medias
± SEM, así como los valores individuales. Denota una diferencia
significativa (P
< 0,05) desde el periodo de preparación.

intensidad de carrera (> 15 km-h-1) durante un partido de

fútbol (r = 0,71, P < 0,05, Fig. 7). El rendimiento del test
Yo-Yo también se correlacionó con la suma de la carrera de
alta velocidad y el sprint durante el partido (r = 0,58, P <
0,05), así como con la distancia total recorrida durante un
partido (r = 0,53, P < 0,05). Se encontró una correlación
significativa entre el consumo máximo de oxígeno y la
distancia total recorrida en un partido (r = 0,52, P <
0,05), mientras que no se encontró ninguna correlación
significativa entre el consumo máximo de oxígeno y la
carrera de alta intensidad durante un partido (r = 0,38, P >
0,05). El rendimiento de la prueba de cinta rodante
incremental hasta el agotamiento no se correlacionó ni con
la carrera de alta intensidad (r = 0,26, P > 0,05) ni con la
distancia total recorrida (r = 0,43, P > 0,05) durante un
partido.

DISCUSIÓN
Los principales hallazgos del presente estudio fueron que
la prueba de recuperación intermitente Yo-Yo tenía una alta
reproducibilidad y que el rendimiento de la prueba estaba
FIGURA 6 - Rendimiento de la prueba de recuperación intermitente Yo y la cantidad de ejercicio de alta intensidad durante un
Yo-Yo para jugadores de fútbol en relación con la posición de juego
(es decir, defensas centrales (N = 9), laterales (N = 7), partido de fútbol, que se ha sugerido como una medida
centrocampistas (N = 13) y atacantes (N = 8)). Los valores son precisa del rendimiento físico durante un partido de fútbol
medias ± SEM. Denota una diferencia significativa con respecto a los (6,8,13,25). Por lo tanto, la prueba parece ser útil para
atacantes. Denota una diferencia significativa con respecto a los
defensas centrales. evaluar la capacidad física relacionada con el partido de un
jugador de fútbol. Cabe señalar que la cantidad de ejercicio
de alta intensidad varía entre los partidos, como también se
jugadores de fútbol. Las mediciones fisiológicas mostraron
ilustra en la Fig. 7, debido a factores como las limitaciones
que el recambio de energía aeróbica alcanzó valores
tácticas, la calidad del adversario y el grado de
máximos y que el sistema energético anaeróbico se vio
altamente gravado hacia el final de la prueba. También es
interesante que el desarrollo de la fatiga durante el FIGURA 7-Relación interindividual entre el rendimiento de la prueba
ejercicio intermitente intenso de corta duración no parecía de recuperación intermitente Yo-Yo y la cantidad de carrera de alta
estar relacionado con un pH muscular bajo, CP, niveles de intensidad (> 15 km-h-1) durante los partidos de fútbol de élite (r =
glucógeno o concentraciones elevadas de lactato muscular. 0,71, N = 18, P < 0,05). Los símbolos conectados representan los
valores de la carrera de alta intensidad para el mismo jugador en
Se observó una correlación significativa entre el partidos posteriores.
rendimiento de la prueba de recuperación intermitente Yo-
FIABILIDAD Y VALIDEZ DEL TEST YO-YOMedicine &
Science in Sports & Exercise®703
motivación. De todos modos, la relación positiva entre el pretemporada en el rendimiento de la prueba Yo-Yo del
resultado del test Yo-Yo y el rendimiento en el partido 25% excedieron en gran medida los del V˙ O2max de los
coincide con el hallazgo de un estudio realizado en árbitros jugadores de fœtbol en el presente estudio y otros similares
de fútbol de primera categoría (21) y sugiere que el test (3-11%; 5,18,20,26). Si se tiene en cuenta que la cantidad de
proporciona una medida válida del rendimiento físico en carreras de alta intensidad en el fÛtbol de elite varÌa
deportes intermitentes como el fútbol. De acuerdo con esto, notablemente en relaciÛn con el momento de la temporada
se demostró que los jugadores de fútbol de élite en (CV = 24%; 25), parece que el rendimiento del test Yo-Yo
es una medida m-s sensible para las variaciones en el
diferentes posiciones de juego tenían marcadas diferencias
en el rendimiento del test Yo-Yo. Así, los laterales y los
centrocampistas rindieron entre un 14 y un 17% más en el
test Yo-Yo que los defensas centrales, lo que se
corresponde con el hallazgo de que los laterales y los
centrocampistas cubren una distancia mucho mayor con
carreras de alta intensidad durante los partidos de fútbol de
primera categoría que los defensas centrales (25). Otro
hallazgo importante que también apoya el uso de la prueba
fue que los jugadores de fútbol de élite tuvieron una
importante mejora en el rendimiento de la prueba durante la
temporada precompetitiva (25%), que fue
considerablemente mayor que la reproducibilidad de la
prueba (CV = 5%). Además, se observaron grandes
alteraciones individuales en el rendimiento de la prueba
durante la temporada, aunque los valores medios se
rendimiento del fÛtbol que el V˙ O2max. Esta última noción
mantuvieron inalterados en este periodo (CV = 15%).
está respaldada por el hallazgo de que los árbitros de fútbol
Estos resultados ilustran que la prueba es sensible y puede
de primera clase mejoraron su rendimiento en el test Yo-Yo
utilizarse para detectar diferencias entre jugadores, así en un 31% y la cantidad de carreras de alta intensidad
como cambios estacionales en la "aptitud futbolística". durante los partidos competitivos en un 23% después de 8
Se observaron correlaciones significativas entre el semanas de entrenamiento de ejercicio intermitente intenso,
rendimiento de la prueba de recuperación intermitente Yo- con un cambio insignificante en la V˙ O2max (3%; NS) (21).
Yo y el tiempo hasta el agotamiento en la prueba de cinta Otras ventajas del test Yo-Yo son que puede realizarse a
rodante y el V˙ O2máx, lo que podría llevar a sugerir que bajo coste (sin cinta de correr, sin carro metabólico) y
estas dos últimas medidas también podrían utilizarse en el
rápidamente. Así, se pueden probar al menos 30 atletas en
fútbol. Sin embargo, ni el rendimiento en la cinta rodante ni
la V˙ O2máx se correlacionaron con el rendimiento del 20 minutos.
ejercicio de alta intensidad durante un partido. Adem- s, La frecuencia cardiaca y la correspondiente V˙ O2
aunque se encontraron relaciones entre el test Yo-Yo, la V˙ estimada aumentaron progresivamente durante la prueba y
O2máx, y la alcanzaron niveles casi máximos. La respuesta de la
rendimiento de la prueba en cinta rodante, grandes frecuencia cardíaca durante la última fase de la prueba fue
diferencias interindividuales similar a los niveles observados durante las partes intensas
se observaron. Por ejemplo, cuatro individuos con casi la de un partido de fútbol (5,13). Además, los altos niveles de
misma V˙ O2máx de 48 - 49 mL-min-1-kg-1 tenían un lactato sanguíneo y muscular hacia el final de la
rendimiento muy diferente en el test Yo-Yo (1560, 1760,
2040 y 2200 m, ver Fig. 3B). Adem-s, los cambios de
muestran que la tasa de glucólisis es elevada durante la
prueba, como también se observa ocasionalmente durante
un partido de fútbol (6,13). En conjunto, la prueba permite
determinar la capacidad de recuperación de períodos de
ejercicio de una intensidad similar a la obtenida en el
fútbol. Otro aspecto interesante es que la prueba puede
utilizarse para determinar la frecuencia cardíaca máxima
de un deportista. Así, la frecuencia cardíaca máxima
alcanzada durante el test Yo-Yo correspondió al 99% de la
alcanzada en una prueba estandarizada de frecuencia
cardíaca máxima y para 14 de 17 sujetos el resultado de la
prueba difirió menos de 3 lpm.
Las frecuencias cardíacas, expresadas en porcentaje de
los valores máximos individuales, obtenidas en puntos de
tiempo fijos de la prueba (es decir, 6 y 9 min) se
correlacionaron de forma inversa con el rendimiento del
test Yo-Yo. Sin embargo, esta relación no se estableció
después de 3 minutos, lo que sugiere que la prueba debería
ser más larga que 3 minutos. También cabe destacar que
los valores de la frecuencia cardíaca submáxima fueron
sistemáticamente más bajos en todas las pruebas
realizadas durante la temporada en comparación con la
pretemporada (9 lpm o 5%; Fig. 5). En conjunto, estas
observaciones sugieren que las mediciones de la
frecuencia cardíaca durante una versión submáxima de la
prueba Yo-Yo también pueden proporcionar información
sobre la aptitud física en el fútbol. Tiene la ventaja de que
los atletas no tienen que trabajar hasta el agotamiento,
pero la desventaja de que se necesita equipo para medir la
frecuencia cardiaca. También el lactato sanguíneo
obtenido durante la prueba se correlacionó de forma
inversa con el rendimiento del test Yo-Yo. Esta relación
estuvo presente de 4 a 14 minutos de la prueba, pero no
después de 1,5 minutos. Por lo tanto, aunque hay que tener
en cuenta lo invasivo del procedimiento, las muestras de
sangre tomadas durante una versión submáxima del test
704Diario Oficial
Medicina
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Basándose en la tinción PAS, se observó que más del 85%
de las fibras individuales estaban llenas o parcialmente
llenas de glucógeno en el momento del agotamiento y que
esencialmente ninguna fibra estaba agotada de glucógeno
(Tabla 2). Además, otro estudio en el que se utilizó el
ejercicio intermitente de corta duración no mostró
diferencias en la tasa de glucólisis en un rango de niveles
de glucógeno muscular entre 250 y 650 mmol-kg-1 d.w. y
ningún efecto en el rendimiento de la dieta manipulada por
encima de los contenidos de glucógeno muscular normales
(7). En conjunto, esto sugiere que la disponibilidad de
glucógeno es suficiente durante el ejercicio intermitente a
corto plazo para los sujetos con una dieta normal.
En resumen, el presente estudio demostró que la prueba
de recuperación intermitente Yo-Yo tiene una alta
reproducibilidad y es una medida válida del rendimiento
físico en el fútbol. Durante la prueba, tanto los sistemas
energéticos aeróbicos como anaeróbicos
REFERENCIA
S measurement error (reliability) in variables relevant to sports med-
Yo-Yo pueden añadir información sobre el estado físico de
un atleta.
Se ha sugerido que el lactato muscular elevado y el pH
muscular reducido son la causa de la fatiga durante el
ejercicio intenso y el ejercicio intenso repetido (12,17,29).
Sin embargo, nuestras observaciones de que el lactato
muscular y el pH eran los mismos
1,5 min antes del final de la prueba (90%EXH) como en el
agotamiento sugieren que la fatiga no es causada por la
acumulación de iones de hidrógeno o de lactato. Estos
resultados están en consonancia con las observaciones
obtenidas en estudios de ejercicio intenso repetido
utilizando un modelo de extensor de rodilla, que mostraron
que la fatiga se establecía a diferentes niveles de lactato y
pH muscular (10). También se ha sugerido que un CP
muscular bajo causa fatiga, ya que se ha observado que el
rendimiento del ejercicio intenso intermitente mejora con
un periodo de ingesta de creatina (2,16). Sin embargo, el
CP del músculo no cambiaba en la última fase del ejercicio,
y los niveles absolutos de CP eran más altos que en el
momento del agotamiento tras el ejercicio intenso con-
tinuo y el ejercicio de sprint intermitente (15,19). Por lo
tanto, la fatiga muscular durante el ejercicio intermitente de
corta duración no parece estar relacionada con un CP
muscular bajo.
Los estudios que utilizan la manipulación previa de la
dieta han demostrado que la disminución del glucógeno
muscular podría desempeñar un papel importante en el
desarrollo de la fatiga durante el ejercicio intermitente a
largo plazo (3,4,9). En estos últimos estudios, el
rendimiento se redujo notablemente después de una dieta
baja en carbohidratos que resultó en niveles de glucógeno
muscular interno por debajo de 200 mmol-kg-1 d.w. En el
presente estudio todos los sujetos tenían contenidos de
glucógeno después del ejercicio por encima de este valor
(215- 480 mmol-kg-1 d.w.), y
del Colegio Americano de
del Deportehttp://www.acsm-
se ven sometidos a un gran esfuerzo, y la prueba evalúa la
capacidad de un individuo para recuperarse de un ejercicio
intenso. Por lo tanto, puede utilizarse para examinar los
cambios estacionales en la capacidad física de los atletas
que practican deportes intermitentes. Las observaciones del
estudio también indican que el desarrollo de la fatiga
durante el ejercicio intenso y repetido de corta duración no
está relacionado con factores como la disminución del pH
muscular, el CP y el glucógeno o el lactato muscular
elevado.
Nos gustaría agradecer a los sujetos implicados en el estudio su
comprometida participación. Agradecemos la excelente asistencia técnica
de Inge- lise Kring y Bettina Bolmgren. También queremos agradecer a
David Hudson y Jens Jung Nielsen su asistencia práctica y técnica.
El estudio contó con el apoyo de una subvención de Team Denmark.
Además, se obtuvo el apoyo del Consejo de Investigación Deportiva
(Idrættens Forskningsråd).
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