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Recomendaciones AMARAL
Recomendaciones AMARAL
Recomendaciones 25
(para escribir monografías, reseñas, estados de la cuestión,
proyectos de investigación, artículos y tesis)
Prefacio
Estas recomendaciones tienen por objeto ayudar a los autores de monografías, reseñas,
estados de la cuestión, proyectos de investigación, artículos y tesis a llevar a cabo su
tarea dentro de los límites que la tradición impone al trabajo intelectual. Nada de lo que
se dice aquí tiene el carácter de ley, pero contribuye a que nuestro trabajo pueda llegar
a los lectores de un modo que se les haga más fácil comprenderlo. Casi todas las
recomendaciones son formales, porque al eliminar la forma como problema permitimos
al lector un acceso más directo al tema del trabajo.
Para una mejor identificación de la edición, al igual que en la anterior, he
agregado el número a continuación de la palabra que la identifica: “Recomendaciones
25”. En varias secciones hay cambios respecto de ediciones anteriores. Además, he
eliminado las tildes del adverbio “solo” (aunque está recomendado cuando hay riesgo
de ambigüedad) y de los pronombres demostrativos (esta, aquella, por ejemplo); y he
agregado un Glosario (sección 7) con algunas palabras técnicas usadas aquí.
De paso, debe notarse que el prefacio es una parte de una obra (libro o tesis, ya
que no corresponde ponerlo en capítulos de libros o artículos) que no forma parte de la
misma (por eso puede usarse la primera persona). El objetivo del prefacio es hacer
alguna aclaración previa a la lectura de la obra (como en este caso) y dar una breve
información sobre su tema central y su contenido.
El prefacio es, también, el lugar para que el autor agradezca la colaboración
recibida en el transcurso de la elaboración de su libro o tesis. En mi caso, agradezco a
Daniel Plotinsky por su contribución respecto de la forma de entrar las entrevistas
(5.2.14); a Marianne González Alemán por la suya respecto de las entradas de internet
(5.2.16); a María Obligado por la lectura de las ediciones 20ª y 21ª; y a todos los usuarios
de las ediciones anteriores porque sus comentarios me han permitido mejorarlas
contínuamente y extenderlas más allá de sus cinco páginas iniciales.
Contenido
Introducción 2 4.3 Notas 9
1. Honestidad intelectual 2 5. Referencias 9
2. Lenguaje 2 5.1 Información que debe
2.1 La oración 3 incluir la referencia 10
2.2 Composición y estilo 2 5.2 Entradas en la bibliografía 12
3. Estructura 4 5.3 Entradas en las notas 19
3.1 Equilibrio 4 6. Dudas 22
3.2 Características de cada 7. Glosario 22
trabajo 5 Conclusión 23
4. Formato 6 Bibliografía 24
4.1 Usos y costumbres 6
4.2 Transcripciones 8
1
Introducción
Estas recomendaciones son solo recomendaciones, pero sirven para escribir con mayor
claridad, elegancia y eficacia. En cuanto al lenguaje, se ajustan a las efectuadas por
autores que se han ocupado del uso instrumental del lenguaje con estos fines. En cuanto
a la estructura, a las de los principales textos que tratan acerca del trabajo intelectual.
En cuanto a las referencias, a las convenciones usadas por la Library of Congress
(Biblioteca del Congreso) de los Estados Unidos y por el Chicago manual of style. Estas
recomendaciones han sido escritas para los estudiantes de historia, según los usos de la
especialidad, pero mucho de cuanto contienen puede ser útil a usuarios de otros campos
del conocimiento.
1. Honestidad intelectual
Todo trabajo (reseña, estado de la cuestión, monografía, tesis, capítulo, libro) debe ser
fruto del esfuerzo propio. Cuanto se tome de otros (ideas, transcripciones) debe serle
acreditado a sus autores usando comillas (si la transcripción es literal) o mencionando
sus nombres (si no lo es), dando en ambos casos la referencia en las notas.
El plagio (la transcripción literal de un texto escrito por otra persona sin acreditar
su origen) está penado por los usos académicos y por la ley. Esta no condena tomar la
estructura de un trabajo como inspiración de la del propio, pero igualmente debe darse
crédito a quien corresponda en una nota.
Bajar material de cualquier sitio de internet, completa o parcialmente, y
hacerlo pasar como propio es plagio. Cuanto se halla en internet ha sido escrito por
alguien, esté su autor identificado o no, por lo que debe acreditarse al sitio
correspondiente lo que se haya tomado de él.
2. Lenguaje
Aun a riesgo de caer en un lugar común, no es impropio subrayar que el lenguaje es la
herramienta fundamental para comunicar cuanto tenemos que decir a nuestros lectores.
El uso correcto del lenguaje es clave para poder hacerlo de una manera precisa.
Para ello es necesario dudar de lo que creemos conocer y tener siempre a mano un
diccionario y un manual de estilo para despejar las dudas. La Real Academia Española
tiene un diccionario en línea (dle.rae.es). El diccionario de María Moliner es, sin
embargo, irreemplazable para quienes quieran ampliar su capacidad de utilización de
nuestra lengua. Un manual de estilo reciente es el de María Marta García Negroni.
Las recomendaciones que siguen son solamente las básicas. Aunque
correspondería usar el imperativo, se han redactado con el infinitivo para que no
parezcan órdenes.
Los trabajos de carácter académico deben redactarse en un lenguaje
comprensible para quienes usan el idioma castellano. Por eso es conveniente respetar
las reglas establecidas acerca del uso del género femenino y masculino. Otras formas,
aún no reguladas ni usadas en las publicaciones académicas (por ejemplo, el uso de la x
para reemplazar las letras que indican el género), no son recomendables porque podrían
limitar la comprensión de quienes no están habituados a ellas en el presente (por
ejemplo, lectores de otros países hispanohablantes o con conocimientos limitados del
castellano) y dar lugar a confusiones en el futuro (si se consolida la adopción de formas
distintas de las no reguladas actualmente en uso).
2
2.1 La oración
a) Comprobar que cada oración tenga sujeto, verbo y predicado.
b) Las oraciones unimembres existen, pero no hay que abusar de ellas.
c) Evitar las oraciones demasiado largas.
d) La oración debe tener sentido por sí sola.
e) Evitar la deriva del sentido que suele producirse por la acumulación de subordinadas.
f) El número del sujeto determina el número del verbo.
g) Comprobar la coordinación de los tiempos verbales.
h) No separar una oración en dos partes con punto.
i) Usar el punto o el punto y coma para separar oraciones, no la coma.
j) Evitar la interrupción de la oración con aclaraciones entre comas, guiones o
paréntesis. Estas aclaraciones pueden usarse, pero espaciadamente.
k) No separar el sujeto y el predicado con coma. Lucio V. Mansilla lo hizo en Una
excursión a los indios ranqueles pero no hay que imitarlo.
3
n) Asegurarse de que el lector sepa quién está hablando (de quién es la voz). Las
comillas se usan para darle la palabra en un texto a otra persona distinta de su autor.
Tienen otros usos, pero este es el principal.
o) Evitar las palabras de moda y las expresiones coloquiales. Ellas cambian pronto y
pueden tornar incomprensible una frase en poco tiempo.
p) Evitar los atajos a expensas de la claridad. Hay que recordar que el lector sabe menos
del tema que quien escribe.
q) Usar los tiempos pasados del modo indicativo, no el presente, ni el futuro, ni tiempos
del modo subjuntivo (salvo que lo requiera la coordinación de los tiempos verbales)
para todo cuanto concierne al pasado. Cuando sea necesario usar el subjuntivo, no usar
el presente si la acción transcurre en el pasado. El modo subjuntivo tiene varias formas
para el pasado.
r) Usar el presente para referirse a lo que dicen los libros o los autores en sus libros, que
por estar frente a nosotros, aún dicen lo que dicen: Cervantes, que quedó manco en
Lepanto, dice en el Quijote...
s) Evitar las enumeraciones con guiones o equivalentes.
t) El texto debe ser revisado varias veces para eliminar las repeticiones y cuidar la
ortografía. Todas las palabras sobre cuya ortografía o significado no se esté seguro
deben buscarse en el diccionario.
3. Estructura
Una estructura apropiada es tan importante como el buen uso del lenguaje. Esa
estructura depende del tipo de trabajo. Hay cuatro tipos principales: la reseña de libros;
la monografía que suele exigirse al final de un curso; el artículo o capítulo de libro; y el
libro. Al comenzar el trabajo es necesario tener presente cuál será su extensión: la reseña
puede tener alrededor de mil palabras; la monografía, entre tres mil y cinco mil palabras;
un artículo o capítulo, entre ocho mil y diez mil palabras; un libro, unas cien mil
palabras. Cuanto sigue, dentro de sus límites particulares, sirve para todos ellos.
3.1 Equilibrio
a) Todo trabajo (monografía, artículo, capítulo de libro, libro) debe tener un título que
describa el contenido de la manera más expresiva y más corta posible. Los trabajos de
historia deben contener, usualmente en el subtítulo, una indicación (solo una) de lugar
y tiempo, siempre que el título no la contenga.
b) Todo trabajo debe tener una introducción, un desarrollo (aunque no necesariamente
con este título) en dos o más partes, y una conclusión.
c) En la introducción se dice lo que se va a decir, en el desarrollo se lo dice y en la
conclusión se dice lo que se dijo, según la concisa fórmula de Jean Guitton.
d) En la introducción se define el marco conceptual, lo más amplio posible, dentro del
que se quiere que los lectores lean el trabajo. Allí el autor determina con quién dialoga.
e) En la introducción se debe plantear una pregunta (con o sin signos de interrogación),
que se desarrolla en el cuerpo del trabajo y se contesta en la conclusión. Hay que tener
una pregunta antes de comenzar a escribir, pero al terminar trabajo es necesario ajustar
la pregunta al contenido real del mismo y a la contestación que da la conclusión.
f) Todo trabajo tiene una extensión predeterminada, fijada por los requisitos
establecidos para presentar una monografía en un curso, una ponencia en un congreso,
un artículo a una publicación periódica o un libro a una editorial. Hay que tener presente
al comenzar el trabajo cuántas páginas habrá que escribir y cuánto de todo lo que
queremos decir entrará dentro del formato predeterminado.
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g) Es conveniente escribir todo cuanto pasa por nuestra mente, en el orden en que ella
lo produzca, pero luego hay que cortar, reubicar, pulir y balancear el escrito hasta que
cumpla con los requisitos de extensión.
h) Todo trabajo debe dividirse en partes: una monografía o capítulo, en secciones; un
libro, en capítulos. Esto es así tanto para organizar la exposición cuanto para no cansar
o desorientar al lector. Las partes, sean capítulos o secciones, deben tener títulos
homogéneos tanto por su extensión como por su contenido.
i) Se debe cuidar el equilibrio del trabajo y de sus diferentes partes: cada parte tiene que
tener una longitud similar a la de sus equivalentes.
j) La introducción y la conclusión deben tener una longitud similar, pero juntas no deben
tener menos del 10% ni más del 20% de la extensión total del trabajo.
3.2.4 Monografía
a) Comenzar a escribir por donde uno tiene más material o más ganas.
b) Concentrarse en la línea argumental: hay que incluir todo lo que se necesita para
desarrollarla y excluir todo lo que no sea necesario para ella.
c) Completar el borrador antes de comenzar el pulido y engarce de las partes.
d) Para la estructura, véase supra, sección 3.1 Equilibrio
5
3.2.5 Artículo de revista
Vale todo lo dicho para una monografía, pero además es conveniente mirar la revista a
la que se enviará el trabajo. Cada revista tiene requisitos explícitos para la presentación
de trabajos, que se pueden obtener de la redacción de la revista o, a menudo, en algún
ejemplar de la misma, pero también requisitos implícitos. Por eso, antes de enviar un
artículo a una revista, conviene observar qué tipo de artículos publica esa revista y cuál
es la estructura y la temática de esos artículos. La extensión usual de un artículo
publicado en las revistas académicas de la especialidad es de ocho mil a diez mil
palabras.
3.2.7 Libro
La tesis de doctorado tiene pocos lectores, muy especializados, que frecuentemente
ponen más atención en el contenido que en la forma. El libro, en general, tiene lectores
menos especializados y el autor debe apuntar a que sean muchos. Para eso es necesario
contar la historia (antes los historiadores contaban historias y muchos siguen
haciéndolo) de una manera que, sin sacrificar el contenido, sea atrayente. Más que
eliminar el aparato erudito o quitar la sobrecarga de fuentes que suele acompañar a las
tesis, es necesario pulir las introducciones y conclusiones de los capítulos, quitar las
repeticiones, eliminar los vicios de lenguaje y dejar de lado todo aquello que no sea
estrictamente necesario para el desarrollo del argumento. Debe resistirse la tentación de
ir más allá del período tratado en la tesis, porque es posible que lo que se agregue no
tenga el mismo respaldo documental que lo que ya estaba pero, en sentido contrario,
debe agregarse cuanto sea necesario para que la historia que se cuenta se cierre en un
punto significativo.
Hay libros que no provienen de una tesis de doctorado. Como es posible que sus
autores ya hayan adquirido las herramientas que la confección de una tesis provee, no
cabe darles recomendaciones sobre lo que ya conocen.
4. Formato
El formato de un trabajo parece un tema menor, pero no lo es. Las revistas o las editoriales
piden un formato determinado para los manuscritos que se les presentan, de modo que
en algún momento es necesario ajustar el trabajo a sus requisitos. Cuanto sigue no
6
reemplaza esos requisitos, pero puede ayudar a complementarlos y a facilitar el trabajo
posterior.
4.1.3 Números
a) Los años deben darse completos: 1945, no 45, ni ’45; 1895-1896, no 1895-96, ni
1895/96 (excepto en el caso de las cosechas de verano en el hemisferio sur, para las que
sí se suele usar esta última forma, para indicar que se trata de una cosecha que comienza
a fin de un año y termina a principios del siguiente y no de las cosechas de dos años
distintos).
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b) En los años, el punto se omite: 1945. Cuando se indica un período entre dos años,
esos años deben estar unidos por un guión corto, sin espacios entre ellos: 1945-1946.
c) Las décadas pueden mencionarse de las siguientes maneras: la década de 1920; la
década del treinta; los años sesenta (en este caso, siempre en singular, a menos que como
Oscar Terán, que publicó un libro titulado Nuestros años sesentas, quiera transmitirse
la idea de que hubo muchos años sesenta, según la experiencia de cada cual). Si el
trabajo trata acerca de los siglos XX y XXI, para evitar confusiones es conveniente la
primera manera: la década de 1920; la década de 2010.
d) Las fechas deben expresarse completas: 27 de noviembre de 2003, no 27-11-03 o
cualquier otra forma de abreviatura.e) Las cifras de uno a diecinueve (uno, dos, once,
dieciocho), y luego los números terminados en cero (veinte, treinta, cien, mil, millón)
van con palabras; para otras cifras se usan los números arábigos (21; 85; 167; 1.235;
5.678.901). Los millares se separan con punto y los decimales con coma (aunque en
publicaciones en inglés la práctica es la inversa).
f) En el número de las leyes y decretos, el punto debe usarse (ley 13.010). Los decretos
se numeran por año y por presidente en el caso de que haya más de uno en un mismo
año, por lo que es necesario indicar la fecha completa: decreto 18.409, del 31 de
diciembre de 1943.
4.1.5 Impresión
Utilizar un solo lado de la hoja (preferentemente tamaño A4), con márgenes mínimos
de 3 cm a izquierda y derecha y de 2,5 cm arriba y abajo. En Word:
Disposición/Márgenes/Normal. (Para ahorrar papel he tratado de imprimir de los dos
lados de la hoja, pero como es más engorroso no siempre he logrado ahorrarlo).
4.2 Transcripciones
a) Evitar las transcripciones textuales. Un trabajo sobrecargado de transcripciones invita
al lector a saltearlas.
b) Dejar solo las transcripciones que no puedan parafrasearse sin perder algo de su
sentido.
c) Las transcripciones van entre comillas (“ ”). La transcripción dentro de una
transcripción va entre comillas simples (‘ ’). Los comentarios propios dentro de una
transcripción van entre corchetes [ ].
d) Si el texto transcripto tiene cinco o más renglones debe ir separado del texto propio
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en caja menor (es decir, con márgenes mayores), letra de cuerpo menor (optativo) y sin
comillas. Si tiene menos de cinco renglones, va dentro del texto propio, entre comillas.
e) Asegurarse de que todas las citas textuales o paráfrasis que se hagan de textos o ideas
de otros autores estén acreditadas en nota, cuya llamada estará al final del párrafo donde
se encuentre la cita textual o la paráfrasis. Esta acreditación debe hacerse tanto por
razones de honestidad intelectual (véase supra, sección 1) cuanto para que los lectores
conozcan las fuentes que han alimentado nuestro razonamiento. Nuevamente: no
acreditar a su autor una idea o una cita es plagio y el plagio está penado por la ley y por
las regulaciones y costumbres académicas.
4.3 Notas
a) Las notas deben ir al pie de página o al final del trabajo, pero no dentro del texto. En
algunas disciplinas (economía, antropología) se suele usar las notas dentro del texto,
pero no en historia. La llamada1 (el número que va volado en el texto, como este 1 al
final de la palabra llamada, y se repite en la nota) indica la existencia de una nota y
distrae menos al lector.
b) Las llamadas de las notas deben ir preferentemente al final de la frase para no obligar
al lector a interrumpir la lectura en la mitad de ella.
c) Deben evitarse las notas demasiado largas. Las notas deben usarse solo para dar las
referencias de las fuentes documentales, manuscritas o bibliográficas, y para hacer
aclaraciones imprescindibles, siempre de la manera más breve que sea posible.
d) Si al redactar una nota se advierte que es demasiado larga (más de dos o tres líneas),
hay que tratar de incluir su contenido en el texto. Si no se pudiese hacerlo, hay que
considerar la posibilidad de eliminarla.
e) Las notas no deben contener cuadros, ni deben cortarse en párrafos.
5. Referencias
Las referencias de las fuentes bibliográficas y documentales utilizadas en un trabajo
deben darse con el mayor de los cuidados porque ellas permiten a los lectores seguir el
rastro de lo que ha servido para construir la argumentación de una obra. Hay,
ciertamente, distintas maneras de escribir historia. Algunos historiadores son avaros con
la mención de las fuentes en homenaje a la fluidez argumental. Esto no es condenable,
naturalmente, pero en los trabajos que deban presentarse en medios académicos por
motivos académicos es mejor pecar por exuberancia. El tiempo y la experiencia
permitirán llegar a un uso más equilibrado, pero en la duda siempre es mejor dar la
referencia que omitirla. La referencia completa de una obra incluye el nombre y apellido
del autor y el título del artículo o libro. Si es un libro, también el lugar de publicación,
la editorial y el año de publicación. Si es un artículo en una revista, también el nombre
de la revista, año de publicación, volumen, número y páginas (primera y última del
artículo).
En el caso de un libro, los datos deben tomarse de la portada (no de la tapa). Si
el lugar, la editorial o el año no están mencionados en la portada, pueden buscarse en
otras partes del libro (en el colofón o en el reverso de portada). Más abajo se indica qué
debe hacerse en el caso de que falte esta información.
En el caso de un artículo, los datos deben tomarse de la información que
encabeza el artículo (no del índice de la revista). La cantidad de volúmenes de un libro
va, si es necesario indicarla, después del año. La serie o colección solo se indica si es
importante para que el lector conozca las características de la obra, en cuyo caso va entre
paréntesis, después del año o de la cantidad de volúmenes.
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5.1 Información que debe incluir la referencia
5.1.1 Nombres
5.1.1.1 Cómo debe darse el nombre de los autores
Los nombres deben darse completos, sin iniciales, a menos que el autor firmase con
ellas. Por ejemplo:
a) Juan Perón, si la portada así lo dice, y no Juan Domingo Perón, como se llamaba.
Para mejor identificación puede agregarse entre corchetes el nombre que el autor omitió,
pero que uno conoce: Juan [Domingo] Perón.
b) María Fernanda Arias, y no M. F. Arias.
c) T.E. Lawrence, ya que firmaba así, y no Thomas Edward Lawrence, como se llamaba.
d) Enrique M. Barba, como firmaba, y no Enrique Mariano Barba o Enrique Barba.
5.1.1.2 Cómo debe darse el nombre de los autores en las notas al pie o al final
En las notas se entra nombre y apellido:
a) Juan Perón
b) María Fernanda Arias
c) Mario Hernández Sánchez Barba
5.1.1.4 Cómo debe darse los apellidos de los autores con más de un apellido
Para la alfabetización de apellidos en la bibliografía debe seguirse la regla de cada
idioma.
Los apellidos de autores de lengua castellana se alfabetizan por el primer apellido:
a) García Sebastiani, Marcela
b) Hernández Sánchez Barba, Mario
c) Tau Anzoátegui, Víctor
Los apellidos de autores de idioma inglés y portugués se alfabetizan por el último
apellido:
a) Abreu, Claudio de Paiva
b) Kennedy, John Fitzgerald
Los apellidos compuestos de autores ingleses (o de otras nacionalidades) que
están unidos por un guión corto se deben alfabetizar por el primero de ellos:
a) Kröller-Müller, Helene Emma Laura Juliane
b) Burne-Jones, Edward Coley
10
Insertar/Símbolo/Em Dash), pero no es incorrecto ni inusual la repetición del nombre
del autor en cada entrada.
a)
Germani, Gino, Estructura social de la Argentina: análisis estadístico, Buenos Aires,
Raigal, 1955.
—, Política y sociedad en una época de transición: de la sociedad tradicional a la
sociedad de masas, Buenos Aires, Paidós, 1962.
b)
Germani, Gino, Estructura social de la Argentina: análisis estadístico, Buenos Aires,
Raigal, 1955.
Germani, Gino, Política y sociedad en una época de transición: de la sociedad
tradicional a la sociedad de masas, Buenos Aires, Paidós,
1962.
5.1.2 Títulos
Los títulos de libros y nombres de revistas van en bastardilla. Los títulos de artículos,
capítulos de libros y folletos van entre comillas. Los títulos de libros y artículos en inglés
suelen darse en las publicaciones en ese idioma con mayúsculas en todas las palabras.
La Library of Congress, sin embargo, no usa más que las mayúsculas necesarias
(comienzo del título, nombres propios) en las entradas de los libros en inglés que están
en su catálogo, como es la práctica en castellano.
5.1.5 Editorial
Al mencionar la editorial, las palabras editorial, ediciones, libros, publicaciones o
similares pueden omitirse, siempre que su omisión no dé lugar a confusiones. Es mejor
entrar Ediciones B, que solamente B; o Editorial de la Campana, que solamente de la
Campana.
Los nombres de las editoriales no deben abreviarse. Solo se entran siglas, si el
nombre de la editorial lo es. Por ejemplo: Eudeba, pero no FCE por Fondo de Cultura
Económica. Si no hay mención de editorial, debe mencionarse s.e. (sin editorial).
11
5.1.6 Año de publicación
Debe consignarse el año de publicación que figura en la portada. Si no figura allí, suele
estar en el reverso de la portada (con la indicación del copyright, o derechos de autor) o
en el colofón (al final del libro). El año debe darse completo y en números arábigos:
1999, por ejemplo, aunque en la portada se dé en números romanos: MCMXCIX. Si no
hay mención de año, debe indicarse s.f. (sin fecha).
12
5.2.3 Libros de tres o más autores
Dussel, Inés, Silvia Finocchio y Silvia Gojman, Haciendo memoria en el país de nunca
más, Buenos Aires, Eudeba, 1997.
Nótese que en el caso del tercer autor se sigue el mismo orden que en el del
segundo: nombre y apellido.
13
compiladores son quienes recopilan en un libro artículos publicados o inéditos de varios
autores y, en general, agregan una introducción, una conclusión o ambas explicando el
motivo por el cual ha reunido esos artículos.
14
a) el mismo compilador o director
Tau Anzoátegui, Víctor, dir., Nueva historia de la Nación Argentina, Buenos Aires,
Planeta, 1999-2003, 10 vols.
Toda la obra tiene el mismo director, por lo que cualquier volumen de ella a que
se haga referencia debe tener la misma entrada, precisando el número de volumen y el
año de publicación:
Tau Anzoátegui, Víctor, dir., Nueva historia de la Nación Argentina, Buenos Aires,
Planeta, 1999, vol. 1.
5.2.13 Artículos
Gillespie, Richard, “A critique of the urban guerrilla: Argentina, Uruguay, Brazil”,
Conflict Quarterly, 1980, vol. 1, Nº 2, pp. 39-53.
Muchas publicaciones académicas en idioma inglés utilizan mayúsculas para
todas las palabras del título de un artículo, pero como la Library of Congress no las usa
para los títulos de libros no hay motivo para utizarlas en los de artículos. Las
publicaciones académicas en castellano utilizan en estos casos las mayúsculas solo para
la primera palabra del título y para los nombres propios que ellos contengan. Por
ejemplo:
Amaral, Samuel, “El empréstito de Londres de 1824”, Desarrollo Económico, 1984,
vol. 23, Nº 92, pp. 559-588.
15
Nótese que los nombres de las publicaciones periódicas van en bastardilla y
todas las palabras que los componen comienzan con mayúscula. Véase 5.2.9 sobre el
uso de pp. antes de los números de las páginas de la publicación periódica en las que se
encuentra el artículo.
5.2.14 Entrevistas
La siguiente modalidad de citar las entrevistas sigue las prácticas usuales entre quienes
hacen historia oral. Cada autor, sin embargo, debe adecuar la modalidad a su propia
necesidad. Puede, por ejemplo, dar una referencia abreviada en las notas y la referencia
completa al final del trabajo en una sección que incluya tanto las referencias a las fuentes
orales como a las bibliográficas (como se sugiere en el punto 5.2).
d) Si la entrevista forma parte del acervo de un archivo oral debe agregarse el nombre
de ese archivo y la referencia de la entrevista:
Lais, Alberto, entrevista realizada el 11 de diciembre de 1996 en Villa Maipú (provincia
de Buenos Aires); entrevistador: Daniel Plotinsky; Archivo Oral del Archivo Histórico
del Cooperativismo de Crédito, entrevista Nº 30.
f) En todos los casos, puede agregarse algún dato del entrevistado que ayude a
contextualizar su testimonio:
Gobbi, Danilo, dirigente de Caja de Crédito Bahiense Cooperativa de Crédito Ltda.
(Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires), entrevista realizada el 15 de diciembre de
1996, en Bahía Blanca; entrevistador: Daniel Plotinsky; Archivo Oral del Archivo
Histórico del Cooperativismo de Crédito, entrevista Nº 31.
h) Si se opta por dar una referencia abreviada en las notas al pie y la referencia completa
en la bibliografía, la referencia abrevaiada debe contener el nombre del entrevistado y
la fecha completa de la entrevista, si hubiere más de una, o el año si fuese solo una:
Gobbi, 15 de diciembre de 1996.
Gobbi (1996).
16
5.2.15 Material inédito
Solo se debe utilizar material inédito cuando resulta imprescindible, ya que puede ser
material de difícil acceso. En caso de que deba citarse por razones de honestidad
intelectual se debe indicar entre paréntesis (ms), es decir, manuscrito.
Perón, Juan Domingo, “Mis memorias” (ms), Madrid, 1968.
No se debe usar la palabra “mimeo” para manuscritos o para trabajos de
circulación restringida sino solamente para impresos a mimeógrafo (que hace mucho
que no existen, pero que eran habituales hasta los años sesenta para las ponencias de
congresos, panfletos y otro material efímero).
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Aboy, Rosa, “Ciudad, espacio doméstico y prácticas de habitar en Buenos Aires en la
década de 1950: una mirada a los departamentos para las clases medias”, Mundos
Nuevos, Nuevos Mundos, 2010, Nº [si la publicación lo tiene],
http://nuevomundo.revues.org/59215 (acceso 4 de junio de 2010).
5.2.18 Ebooks
El modo de citar los Ebooks puede encontrarse en http://es.wikihow.com/citar-un-libro-
electrónico-(Kindle). Allí hay indicaciones para citarlos en los estilos MLA, APA y
Chicago. En estas “Recomendaciones 25” (como también en las versiones anteriores)
se sigue, en general, el estilo Chicago.
18
5.3 Entradas en las notas
Las notas sirven para que los lectores puedan conocer las fuentes que sirvieron a un
autor para construir sus argumentos. En ellas puede darse una referencia abreviada de
los libros, artículos, documentos, material de internet o cualquier otra fuente que se haya
utilizado, siempre que esté la referencia completa en la bibliografía tal como se indica
en 5.2. A continuación se dan ejemplos del modo de mencionar distintos materiales en
las notas.
5.3.1 Libros, capítulos de libros o artículos a) cuando hay un solo título por autor y año:
Anzorena (1989), 35.
Gillespie (1980), 41-43.
Manna (1993), 129, 131-133, 145.
El número entre paréntesis es el del año de edición del libro o de la revista. El
número que no está entre paréntesis corresponde a la página o páginas a las que se hace
referencia en el texto. Entre el autor y el año (entre paréntesis) no va coma, pero sí entre
el año y la página. Las páginas puede indicarse solo con el número o antediendo al
número con la abreviatura p., si es una página, o pp., si son varias. Los números de las
páginas deben darse completos: 153-154, no 153-54, ni 153-4.
Esta forma de remitir a la obra de un autor es mejor que la que incluye el apellido
y la frase “obra citada”, o abreviaturas como “ob. cit.” u “op. cit.”, porque en este caso
se hace necesario buscar hacia atrás en las notas cuál es la obra citada y en el caso aquí
recomendado basta con ir a la bibliografía para encontrarla.
b) Cuando hay más de un título por año de un autor: Arias y García Heras (1993b), 99.
Debe agregarse a, b, c, etc. a cada uno de los distintos artículos o libros, a continuación
del año, y esas letras deben coincidir con la asignada a ese título en la bibliografía,
también a continuación del año.
5.3.5 Cuando se cita el mismo libro, artículo, capítulo, etc, de la nota anterior, siempre
que en esta haya una única obra:
a) cuando es la misma página o páginas citada en la nota anterior:
Idem.
Este es un adverbio latino, cuyo significado es “lo mismo”. La Editorial de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero lo usa en redonda. El Chicago manual of style
19
reserva el uso de idem (o la abreviatura id.) para no repetir el nombre de un autor cuando
en una nota se citan varias obras suyas.
b) cuando es otra página o páginas del mismo libro, artículo, etc. mencionado en la nota
anterior:
Ibid., 55 (el número de la página).
Ibidem (usualmente se utiliza la abreviatura ibid.) es otro adverbio latino que
significa “en el mismo lugar”. Está incluido en el diccionario de la Real Academia
Española en bastardilla, pero en el de María Moliner está en redonda. Se debe elegir la
manera de darlo y utilizarla en todo el trabajo.
El Chicago manual of style recomienda el uso de ibidem o ibid. cuando se cita
la misma obra de la nota anterior, tanto si es la misma página (en cuyo caso no se da el
número de página) u otra distinta (en cuyo caso sí se da).
c) cuando la nota anterior menciona más de una obra, en la nota siguiente no debe usarse
ibíd., ni ídem, porque no quedaría claro al cuál de las obras mencionadas en la nota
anterior se refiere la siguiente.
5.3.7 Cartas
En la cita de una carta se da primero el remitente (tal como firma), luego el destinatario,
el lugar en que fue escrita, la fecha, y el libro (a) o repositorio (b) donde se encuentra.
a) Juan Perón a María de la Cruz, Panamá, 23 de abril de 1956, en Perón (1993), 110-
111.
En este caso, la referencia completa del libro donde está la carta va en la
bibliografía.
b) Marcelo Ignes a Juan Pedro Aguirre, San Nicolás, 7 de octubre de 1826, Archivo
Histórico del Banco de la Provincia de Buenos Aires (ABP), 031-5-3-15.
En este caso, el nombre del repositorio se da completo la primera vez que se
menciona en el trabajo y luego por la sigla que en esa primera mención se consigna entre
paréntesis; se indica la colección si la carta formara parte de alguna, y la signatura tal
como se da en el repositorio donde se encuentra. La sigla del archivo debe estar en la
lista de abreviaturas que va antes de la bibliografía.
5.3.8 Documentos
a) En la cita de un documento publicado debe señalarse el nombre del autor (si lo
hubiere), el título del documento (entre comillas, si tiene un título identificable), y el
libro donde se encuentra:
Comando Superior Peronista, “Instrucciones generales para los dirigentes”, en Perón-
Cooke (1972), vol. 2, 389-398.
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b) En el caso de un documento que está en un archivo, en lugar del libro se indica el
nombre del archivo y la signatura:
Frederico Augusto do Amaral Sarmento Mena, “Itinerario da marcha da 1ª Brigada de
Infanteria ao mando do Coronel F. F. da P. Pereira Pinto que marchou da Colonia do
Sacramento a 14 de dezembro de 1851, para ir fazer parte do Exercito do General
Urquiza”, Arquivo Historico do Rio Grande do Sul, arquivos particulares, lata 42, maço
7.
6. Dudas
Las dudas acerca de cómo se debe entrar un libro en una bibliografía pueden despejarse
mediante la consulta de: (1) la bibliografía mencionada al final de estas
recomendaciones; (2) el referencista de una biblioteca; o (3) de los catálogos de las
bibliotecas disponibles en internet. Es conveniente consultar más de un castálogo, ya
21
que ninguno está libre de errores. Las principales bibliotecas cuyos catálogos están en
línea son:
a) Library of Congress: catalog.loc.gov
b) Harvard University: hollis.harvard.edu
f) University of Illinois at Urbana-Champaign: library.illinois.edu
g) Yale University: web.library.yale.edu
h) Stanford University: searchworks.stanford.edu
i) Bibliothèque Nationale de France: bnf.fr
j) Biblioteca Nacional de España : bne.es
k) British Library: bl.uk
l) Biblioteca Nacional de la República Argentina, bn.gov.ar
m)Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, biblioteca.anh.org.ar
n) Worldcat, worldcat.org, es un catálogo que incluye muchas bibliotecas de todo el
mundo (pero no todas), que además tiene la ventaja de informarnos qué biblioteca tiene
el libro. Muy pocas bibliotecas argentinas, sin embargo, están adheridas.
o) Si todo falla, puede enviarme su pregunta a amaral.samuel@gmail.com.
7. Glosario
Bastardilla: también llamada cursiva o itálica. Es el estilo de fuente usado para
los títulos de libros y los nombres de publicaciones periódicas y películas. Puede usarse,
ocasionalmente, para destacar una palabra en un texto. En Word está en Inicio/Fuente,
en la segunda sección de la barra superior, indicado con la letra K.
Caja: es lo que está dentro de los márgenes.
Caja menor: cuando una o varias líneas de un texto van con márgenes menores
que los del texto. Suele usarse para las transcripciones textuales de cinco renglones o
más.
Comillas: pueden ser dobles (“ ”) o simples (‘ ’). Las dobles se usan para los
títulos de folletos, artículos de publicaciones periódicas y de capítulos de libros.
También se usan para transcripciones y para indicar que cuanto está entre las comillas
es de otro autor. Las simples, solo citas dentro de citas. Sobre su uso véase supra 2.2.m,
4.1.2.c, 4.2.c, 4.2.d, 5.1.2, 5.3.8 y 5.3.9.
Cuerpo: es el tamaño de la letra. El texto de estas “Recomendaciones 25” está
en cuerpo 12; los títulos de las secciones, en cuerpo 14; y los de las subsecciones, en
cuerpo 12.
Fuente: es el tipo de letra. Estas “Recomendaciones 25”, por ejemplo, están en
Times New Roman.
Infra: indica algo que está después en el texto. Va en bastardilla por ser una
palabra en otro idioma (latín en este caso).
Manuscrito: ya nadie redacta monografías o libros a mano, pero la palabra
continúa usándose para designar a una obra terminada que se envía a publicación.
También se la llama original.
Márgenes: son los límites derecho e izquierdo, superior e inferior del texto
escrito en una página. En Word se pueden cambiar para todo el texto cliqueando Control
C y yendo a Disposición/Márgenes. Allí hay varias opciones pero conviene usar la
Normal.
MAYÚSCULA: en el texto no debe utilizarse más que para la primera letra de
los nombres propios o de instituciones; en la bibliografía es usada por Eduntref para el
apellido de los autores en cada entrada. En Word está en Inicio/Fuente/Efectos.
Negrita: es el estilo de fuente usado frecuentemente en los títulos de capítulos y
secciones de capítulos y artículos. No debe usarse para destacar palabras en un texto.
22
En Word está en Inicio/Fuente, en la segunda sección de la barra superior, indicado con
N o en Inicio/Fuente/Estilo de fuente. En estas “Recomendaciones 25” se usa en el título
de las siete secciones en cuerpo 14 y en el de las subsecciones en cuerpo 12.
Original: es la obra terminada que se envía a publicación. Aquí se usa en ese
sentido en 4.1.1.b. También se usa manuscrito para designarla.
Redonda: es el estilo de fuente llamado Normal en Word/Inicio/Fuente/Estilo de
fuente. Es el usado en el texto de estas “Recomendaciones 25”.
Supra: indica algo que está antes en el texto. Va en bastardilla por ser una palabra
en otro idioma (latín, también).
VERSALITAS: no es un efecto usado con frecuencia, a menos que lo requieran las
normas de una editorial o publicación periódica, en cuyo caso indicarán cómo hacerlo.
En Word está en Inicio/Fuente/Efectos.
Conclusión
Todo trabajo debe tener una conclusión y también este. Como no tiene un desarrollo
argumental, sin embargo, sino que es apenas una agregación de recomendaciones, más
generales o más puntuales pero solo recomendaciones, no es posible exponer aquí los
resultados ni enfatizar su significado dentro del contexto que la introducción –en el caso
de una monografía, artículo, capítulo o libro– debe presentar. Así, esta conclusión no es
más que cierre provisorio, en espera de comentarios como los que en el pasado me
permitieron mejorar y expandir el contenido de este trabajo.
Si tuviera que decir algo en favor de la utilización de estas recomendaciones,
además del testimonio de muchos usuarios debería incluir el mío (con lo que, de un
modo inapropiado, me veo obligado a recaer la primera persona que había confinado al
prefacio). Desde que puse en circulación la primera edición, hace más de quince años,
me vi obligado a seguirlas en mis propios trabajos. Esto me permitió eliminar las
inconsistencias en que antes incurría y mejorar tanto la presentación como la
argumentación de cuanto escribo. Espero que resulten igualmente útiles a sus usuarios
(ya que no han sido pensadas para lectores que las lean del principio al final) y que
continúen los comentarios.
Bibliografía
La bibliografía sobre todos estos temas es muy abundante y debe consultarse para
resolver los problemas no tratados en estas páginas. Las recomendaciones que
anteceden han sido tomadas de los siguientes libros:
Becker, Howard S., Trucos del oficio: cómo conducir su investigación en ciencias
sociales, Buenos Aires, Siglo Veintiuno, 2009.
Becker, Howard S., Manual de escritura para científicos sociales: cómo empezar y
termina una tesis, un libro o un artículo, trad. Teresa Arijón, Buenos Aires, Siglo
Veintiuno, 2011.
Chicago manual of style, 17ª ed., Chicago, University of Chicago Press, 2017.
Eco, Umberto, Cómo se hace una tesis, Barcelona, Gedisa, 1982.
García Negroni, María Marta, El arte de escribir bien en español: manual de corrección
de estilo, Buenos Aires, Santiago Arcos, 2010.
Guitton, Jean, El trabajo intelectual, Buenos Aires, Criterio, 1955.
Moliner, María, Diccionario de uso del español, 20ª reimp., Madrid, Gredos, 1997, 2
vol. [Hay una edición actualizada de 2016].
Rodríguez Rivero, Manuel, “Huele a torta de salvado de avena”, El País, 27 de agosto
de 2011.
23
Serafini, María Teresa, Cómo se escribe, Barcelona, Paidós, 1996.
Strunk, William, y E. B. White, The elements of style, 3ª ed., New York, Macmillan,
1979.
Turabian, Kate L., A manual for writers of research papers, theses, and dissertations,
rev. Wayne C. Booth otros, 9ª ed., Chicago, University of Chicago Press, 2018.
Zubizarreta, Armando F., La aventura del trabajo intelectual: cómo estudiar e
investigar, México, Addison Wesley Longman, 1998.
24
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