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4TO A y B

CIENCIAS SOCIALES – TEMA Nro. 4

CULTURA ROMANA
La cultura de la Antigua Roma fue el resultado de un importante intercambio entre civilizaciones
diferentes: la cultura griega y las culturas desarrolladas en Oriente (Mesopotamia y Egipto), que
contribuyeron a formar la cultura y el arte de los romanos. Uno de los factores que más contribuyó a la
universalización de la cultura romana, que de pronto fue la de todo el imperio, fue el uso del latín como

lengua común de todos los pueblos sometidos a Roma

COLISEO ROMANO

El Coliseo o Anfiteatro Flavio (en latín Colosseum, en italiano Colosseo) es un anfiteatro de la época del
Imperio romano, construido en el siglo I. Está ubicado en el este del Foro Romano, y fue el más grande
de los que se construyeron en el Imperio romano. Conocido originalmente como Anfiteatro Flavio
(Amphitheatrum Flavium) pasa a ser llamado Coliseo (Colosseum) porque a su lado había una gran
estatua, el Coloso de Nerón, un monumento dedicado al emperador Nerón que posteriormente sufrió
transformaciones y llegó a desaparecer

El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose en él los últimos juegos de la historia en el siglo VI,
bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio romano de Occidente en 476 d. C. Los
bizantinos también lo utilizaron durante el siglo VI. Además de las peleas de gladiadores, muchos otros
espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones
de famosas batallas y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de emplearse para
estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, sirvió como refugio, fábrica, sede de una orden
religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros
edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los cautivos martirizados durante

los primeros años del cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a que se conservara.

Los combates duraban habitualmente entre tres y seis días, y se anunciaban por medio de pintadas en
las fachadas de casas, edificios públicos y tumbas. La víspera de los combates, los espectadores hacían
cola a las puertas del anfiteatro para recoger las entradas gratuitas. Durante la noche, las fieras salvajes
eran llevadas en jaulas hasta los subterráneos del anfiteatro desde los vivaria, los parques en los que
estaban confinadas, situados al nordeste de Roma, cerca de los campamentos de la guardia pretoriana.
Mientras tanto, los gladiadores celebraban en público una cena libera, en la que el pueblo podía ver de
cerca a los héroes que más admiraba.

Empieza el espectáculo

El día de los juegos, desde primera hora de la mañana, las gradas del Coliseo se llenaban con 50.000
espectadores que llegaban, según Tertuliano, «fuera de sí, ya agitados, ya ciegos, ya excitados por sus
apuestas». El programa empezaba con un espectáculo matutino protagonizado por animales salvajes. A
menudo comenzaba con una exhibición de animales exóticos, que muchas veces eran totalmente
desconocidos para el público.
Una de las variedades era la lucha entre dos fieras, que eran atadas por el cuello con la misma cuerda
y azuzadas con una vara. Podía haber luchas entre hipopótamos y rinocerontes, osos y leones,
elefantes y toros...

UNA DE LAS VARIEDADES ERA LA LUCHA ENTRE DOS FIERAS, QUE ERAN ATADAS POR EL CUELLO CON
LA MISMA CUERDA Y AZUZADAS CON UNA VARA. PODÍA HABER LUCHAS ENTRE HIPOPÓTAMOS Y
RINOCERONTES, OSOS Y LEONES, ELEFANTES Y TOROS...

En el año 58 a.C., Emilio Escauro llevó a Roma desde Egipto hipopótamos y cocodrilos, y Pompeyo trajo
rinocerontes que fueron descritos como «jabalíes con cuernos». Poco después, Julio César mostró la
primera jirafa en la arena. Algunos animales estaban amaestrados y podían representar complejas
coreografías e incluso ejecutar acrobacias como andar sobre la cuerda floja. Durante la inauguración del
Coliseo, un elefante se postró en posición suplicante ante el emperador «sin que su domador se lo
enseñara», afirmó Marcial.

Los combates entre fieras se disponían en series consecutivas (missiones) y se combinaban de tal manera
que la lucha fuera lo más dramática y atrayente posible. Se podía lanzar a la arena simultáneamente a un
elefante y un toro, un rinoceronte y un oso, un tigre y un león, o grupos de animales de una misma
especie, a veces atados entre sí. Los lanzamientos mixtos de muchas fieras (missiones passivae)
concluían por lo general con una batida de caza protagonizada por una multitud de venatores, que iban
provistos de un venablo y vestían una túnica corta y correas de cuero en torno a sus piernas. El
emperador Probo, por ejemplo, mandó a la arena al mismo tiempo cien leones, cien leopardos africanos
y otros cien sirios, y trescientos osos, en un «espectáculo más grande que agradable», según anota Dión
Casio.

La reacción de los animales no siempre era la esperada. Asustados por la algarabía de las gradas,
enfermos o debilitados por una prolongada cautividad, podían negarse a salir de sus jaulas. En tales
casos, los domadores los pinchaban, los azuzaban con antorchas o maniquíes en llamas o recurrían a
medios más patéticos, como narra Séneca: «Los sirvientes del anfiteatro han encontrado un nuevo
método para irritar a las bestias poco antes de enviarlas arriba desde los subterráneos de la arena. Para
ponerlas feroces, se muestran ante ellas en el último momento atormentando a sus crías. Y he aquí que
la naturaleza feroz de las fieras se triplica y el amor hacia sus cachorros las hace del todo indomables y
las empuja como enloquecidas contra las lanzas de los cazadores».

Piruetas y ejecuciones
Con el paso del tiempo, y debido a la extinción de algunas especies de carnívoros en el norte de África
por las terribles masacres del anfiteatro, se pusieron de moda las exhibiciones de agilidad de los
cazadores, que se lucían haciendo piruetas y acrobacias ante las bestias, saltando con pértiga sobre ellas
o tirándose desde un caballo a galope sobre el lomo de un toro bravo.

Los animales también se usaban en el espectáculo de mediodía, conocido como damnatio ad bestias y
que servía de intermedio entre las venationes y los combates de gladiadores. Consistía en hacer salir a la
arena a condenados a muerte, desnudos y desarmados, para que fueran devorados por las fieras. Con el
fin de hacer la agonía más atractiva, a veces se disfrazaba al reo con los atributos de héroes míticos cuya
vida había tenido un trágico fin, como Orfeo e Ícaro. En otras ocasiones, el entreacto se ocupaba con la
actuación de cómicos que parodiaban las luchas de gladiadores.

Arte

Las primeras manifestaciones del arte romano nacen bajo el influjo del arte etrusco, enseguida
contagiado del arte griego, que conocieron en las colonias de la Magna Grecia del sur de Italia, que Roma
conquistó en el proceso de unificación territorial de la península, durante los siglos IV y III a. C. La
influencia griega se acrecienta cuando, en el siglo II a. C., Roma ocupa Macedonia y Grecia.

Lengua

El latín de la ciudad de Roma se impuso a otras variedades de otros lugares del Lacio, de las que apenas
quedaron algunos en el latín literario. Esto hizo del latín una lengua con muy pocas diferencias
dialectales, al contrario de lo que pasó en el idioma griego. Podemos calificar, pues, al latín de lengua
unitaria.

Educación y escritura

Roma introdujo el alfabeto actual en 770 A.C., importado de los griegos de Sicilia y perfeccionado
después. Se escribía con una tachuela en bronce (scríbere) o se pintaba (línere o píngere) sobre una hoja
(folium) vegetal, sobre cortezas (líber, de donde viene la palabra española "libro") o maderas (tábula o
tabla, álbum o madera 'blanca') y más tarde sobre cobre (aes) y sobre lienzos. La palabra "escritura"
procede de scriptura, que era la marca que se hacía al ganado que se enviaba a pastar. Una de las
características de la escritura romana es que el sonido de la vocal u se conseguía con la letra v. Por
ejemplo "Avgvstvs" se pronunciaba Augústus.
Derecho Romano

La verdadera innovación de los romanos fue la sistematización y la enseñanza del derecho, que no existía
entre los griegos.

El derecho romano, es uno de los grandes aportes de Roma como civilización, supuso la primera
recopilación científica de las normas para las que deben regirse las relaciones de los ciudadanos en todos
los aspectos fundamentales: privados y públicos, familiares, laborales, etc. A partir de Augusto la ciencia
del derecho tuvo una gran importancia y hubo notables jurisconsultos, como Gayo, Ulpiano y Papiniano.
Los jurisconsultos romanos distinguían entre:

 Ius publicum (derecho público) que regulaba las relaciones entre los ciudadanos y el Estado;
 Ius pirvatum (derecho privado) que regulaba las relaciones de los ciudadanos entre sí;
 Ius getium (derecho internacional) que regulaba las relaciones entre los distintos pueblos.

Costumbres

En Roma tenía lugar una animada vida social y comercial. Su prosperidad económica y el hecho de ser la
capital política se conjugaron para que su planta urbana se llenara de bellas estatuas, imponentes
edificios, y arcos y columnas conmemorativas de los triunfos militares.

Vivienda

Las residencias de los ciudadanos romanos dependían, como hoy, del grado de riqueza. Los Patricios y
los ricos hombres de negocios (Caballeros) habitaban en villae, que tenían grandes jardines con fuentes,
hermosas vistas y muy lujosas. Los principales modelos eran dos: insulae y domus.

Comidas

Los textos antiguos hablan de tres comidas en un día romano.

1. En primer lugar, estaba el ientaculum que era el almuerzo o lo que el niño llevaba para comer en
la escuela. En todo caso, era una comida ligera.
2. La segunda era el prandium que coincidiría con un tentempié actual. Se tomaba a la hora VII
(mediodía solar) y ni se precisaba sentarse ni lavarse las manos.
3. La tercera comida era la cena, pero que más bien corresponde a la comida en el sentido actual,
no solo por la hora (VIII en el invierno, las 12.44 hora solar; IX en el verano, las 14.31 hora solar),
sino por su abundancia. En la cena se distinguían tres partes:

 gustus o gustatio que consistía en tomar unos entremeses: huevos, aceitunas, lechuga, achicoria,
ajos, ostras, setas o pescado en salmuera. Bebían mulsum (vino con miel).
 cena propiamente dicha: carne y pescado de varios tipos, según la economía. Bebían vino.
 secundae mensae (postres): queso, bollos, fruta, frutos secos.
 En algunos casos, después venía la comissatio (sobremesa en la que se bebía copiosamente) en
la que los autores leen, cuentan cuentos, etc. Se podía alargar mucho.
 La cena, por tanto, duraba horas ya que, no siendo en los balnearios (thermae) o en el barbero,
no tenían otro lugar para juntarse y matar el tiempo.
 Tenían una postura para comer extraña hoy en día: tumbados sobre el lado izquierdo. El
comedor se llamaba triclinium, porque eran tres lechos con el cabezal frente a una mesita
cuadrada. El lecho que no tenía a otro enfrente (lectus medius) era el principal; le seguía en
importancia el que estaba a su izquierda (lectus summus). Pero con el tiempo la mesita se hizo
redonda y los tres lechos se hicieron un único lecho en forma de media luna. Esa mesita se
llamaba repositorium. Las mujeres romanas comían con sus maridos, no como en Grecia. Y los
esclavos solo se ponían a la mesa con los amos en algunos días de fiesta, por ejemplo, durante
las saturnalia.
 En el repositorium se posaba la comida que ya venía cortada de la cocina. E inicialmente se
tomar con los dedos. La buena educación de cada uno se veía en tomar la comida con las puntas
de los dedos sin mancharse la mano ni la cara. Los restos se tiraban al suelo. Al terminar la
comida, los comensales podían llevar algo de la comida sobrante para la casa.
 Los esclavos suplen las incomodidades de no tener aún un cubierto para pinchar con un
constante servicio de agua y toalla para lavar las manos reiteradamente. Cuando uno iba
invitado a la casa de otro, llevaba su propio esclavo para estos servicios.
 Lo que si tenían los comensales era cuchillo (culter), palillos y cucharas de varios tipos, desde el
cucharón (trulla), la cuchara de un centilitro de capacidad (lígula) y la cucharita afilada (cochlear)
con la que abrían huevos y mariscos de concha. No obstante lo anterior es aplicable a las
personas de alta clase. Los más pobres y humildes sí que comían sentados y cosas más sencillas.
Vestimenta

En Roma la vestimenta distinguía y diferenciaba a las clases sociales. Por ejemplo, solo los senadores
romanos usaban el calceus, zapato propio de esta casta. A pesar de las similitudes entre griegos y
romanos estos últimos tenían una gran característica: la ropa tenía un profundo significado político. Los
jóvenes al cumplir 21 años usaban sobre la túnica, la toga, amplio manto de lana o hilo, símbolo del
hombre libre. En la toga se colgaban los distintivos del grado político que el ciudadano adquiría a lo largo
de su trayectoria. Las mujeres romanas, como las griegas del periodo clásico, usaban una túnica y un
amplio manto rectangular conocido como palla. La túnica o estola fue el reflejo de las influencias
etruscas (sencillez en las líneas y en los colores). Más tarde el contacto de esta civilización con culturas
orientales y el crecimiento del concepto de la elegancia fueron modificando el atuendo. Las túnicas se
confeccionaron con telas más suaves y ligeras, de colores más variados e intensos. Este hito sucedió
también con la ropa masculina después de la caída del Imperio Romano de Occidente, donde las
influencias bizantinas entraron marcando la elegancia en las togas y túnicas. Bordados de oro y piedras
preciosas adornaron las elegantes y refinadas telas que caían en profundos pliegues. Sin embargo, el
vestuario romano popular casi no varió. Ellos siguieron vistiendo la túnica tosca y la capa con gorro de
lana, en invierno y de algodón, en verano.

EMPERADOR NERON

Nerón Claudio César Augusto Germánico (en latín: Nero Claudius Cæsar Augustus Germanicus, 15 de
diciembre de 37-9 de junio de 68)n. fue
emperador del Imperio romano desde el 13 de
octubre de 54 hasta su muerte, y su reinado
marcó el final de la dinastía Julio-Claudia.
Nacido del matrimonio entre Cneo Domicio
Enobarbo y Agripina la Menor, accedió al trono
tras la muerte de su tío Claudio, quien
anteriormente lo había adoptado y nombrado
como sucesor en detrimento de su propio hijo, Británico.

Durante su reinado centró la mayor parte de su atención en la diplomacia y el comercio, e intentó


aumentar el capital cultural del Imperio mediante la construcción de diversos teatros y la promoción de
competiciones y pruebas atléticas. Diplomática y militarmente su reinado está caracterizado por el éxito
contra el Imperio parto, la represión de la revuelta de los britános de 60-61 y una mejora de las
relaciones con Grecia. En el año 68 tuvo lugar un golpe de Estado en el que estuvieron involucrados
varios gobernadores, tras el cual, aparentemente, lo forzaron a suicidarse.

El gran incendio de Roma

Durante la noche del 19 de julio de 64 se declaró en Roma un incendio que devastó gran parte de la
ciudad. El fuego se inició en el sureste del Circo Máximo, donde se localizaban unos puestos que vendían
productos inflamables.

Según Tácito, el fuego se extendió rápidamente y duró cinco días. Se destruyeron por completo cuatro
de los catorce distritos de la ciudad y otros siete quedaron muy dañados. El único historiador que
describe el incendio, de entre los que vivían en esa época, es Plinio el Viejo, mientras que los demás
historiadores de la época, Flavio Josefo, Dion Crisóstomo, Plutarco y Epicteto, no mencionan el
acontecimiento en sus obras.

No está realmente claro cuál fue la causa del incendio, si fue un accidente o fue premeditado. Suetonio y
Dion Casio defienden la teoría de que fue el propio Nerón quien lo causó con el objetivo de reconstruir la
ciudad a su gusto. Tácito menciona que algunos cristianos se declararon culpables del delito, (aunque no
podemos saber si esta confesión fue inducida bajo tortura), y como resultado de ello detuvieron a otros
muchos. Lo cierto es que los incendios accidentales fueron comunes en la Antigua Roma. Bajo los
reinados de Vitelio y de Tito , hubo otros dos más.

EMPERADOR CALIGULA

Era hijo de Germánico, quien a su vez era hijo adoptivo del emperador Tiberio. Su abuelo Nerón Claudio
Druso, muerto prematuramente, era el hermano menor del emperador Tiberio. Germánico es
considerado como uno de los más grandes generales de la historia de Roma. La madre de Calígula era
Agripina. De niño acompañó a su padre en sus expediciones militares por Germania (14-16), donde se
calzaba con las caligas de los legionarios, quienes le dieron el sobrenombre afectuoso de «Calígula», que
significa literalmente «botitas». Tras la celebración en Roma del triunfo de su padre, marchó con él a
Oriente. Germánico murió durante su estancia en Antioquía, en el año 19. Después de enterrar a su
padre, Calígula regresó con su madre y sus hermanos a Roma. Su presencia generaba incomodidad al
emperador, probablemente por las extrañas muertes de una serie de parientes del futuro emperador,
entre los que se contaban dos de sus tíos. Esto degeneró en una enemistad con Tiberio aunque sus
relaciones parecieron mejorar cuando este se trasladó a Capri y fue nombrado pontifex. Antes de su
muerte, el 16 de marzo de 37, Tiberio ordenó que el Imperio fuera gobernado de forma conjunta por
Calígula y Tiberio Gemelo.

Escándalos

Sestertius con el grabado de Calígula, c. 38. El reverso representa a las tres hermanas de Calígula,
Agripina, Julia Drusila y Julia Livila, con las que se rumoreó que el emperador mantuvo relaciones
incestuosas.

Las fuentes supervivientes ofrecen un importante número de historias acerca de Calígula que ilustran su
crueldad y su demencia.

Las fuentes contemporáneas, Filón de Alejandría y Séneca el Joven, describen al emperador como un
demente irascible, caprichoso, derrochador y enfermo sexual. Se le acusaba de alardear de acostarse con
las esposas de sus súbditos, de matar por pura diversión, de
provocar una hambruna al gastar demasiado dinero en la
construcción de su puente, y de querer erigir una estatua de sí
mismo en el Templo de Jerusalén con el objeto de ser adorado
por todos.

Fuentes posteriores, entre las que destacan Suetonio y Dion


Casio, escribieron relatos que no hacen sino repetir los hechos
relatados por autores anteriores y añadir nuevas historias de locura. Se acusó a Calígula de mantener
relaciones incestuosas con sus hermanas, Agripina la Menor, Julia Drusila y Julia Livila. También se dijo
que las obligó a prostituirse.
Además, estos historiadores le acusan de enviar a algunas tropas a efectuar ejercicios militares
absurdos, y de convertir el palacio en un burdel. Probablemente la historia más famosa es la que cuenta
que el emperador quiso nombrar a su caballo, Incitato, cónsul y sacerdote. La crítica posterior ha
señalado que Suetonio perjudicó a aquellos emperadores que no eran favorables a su partido. De los
datos de otros historiadores se deduce, sin embargo, que no tuvo que esforzarse mucho para lograrlo.

Fue creador de una nueva especie de baños, de manjares extraordinarios y de banquetes monstruosos;
lavábase con esencias unas veces calientes y otras frías; tragaba perlas de crecido precio disueltas en
vinagre; y hacía servir a sus convidados panes y manjares condimentados con oro, diciendo «que era
necesario ser económico o vivir como César».

La validez de estas fuentes es cuestionable pues, en la cultura política romana, la demencia y la


perversión sexual iban de la mano en las crónicas que describían a los malos gobernantes.

Asesinato y consecuencias

Las fuentes antiguas describen el reinado de Calígula como un azote para las órdenes senatorial y
ecuestre. Según Josefo, las acciones del emperador desencadenaron una serie de conspiraciones en su
contra, hasta que finalmente se llevó a cabo su asesinato; en el mismo, se vieron envueltos los
integrantes de la Guardia Pretoriana, liderados por Casio Querea. Aunque el complot fue planeado solo
por tres hombres, parece ser que muchos senadores, soldados y équites estaban al tanto del mismo y en
cierto modo involucrados.

Según Josefo, las motivaciones de Querea para cometer el asesinato eran puramente políticas. Suetonio
escribe que el motivo del asesinato fue que Calígula se valía de nombres peyorativos para referirse a
Querea, al que consideraba un afeminado y un recaudador de impuestos incompetente. Los motes más
empleados por el emperador para referirse al praefectus eran Príapo y Venus.

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